08 oct 2014

2 de octubre no se olvida

El 2 de octubre de 1968 – a poco de iniciarse en Ciudad de México las Olimpíadas de ese año – confluyeron diversas marchas estudiantiles en la llamada Plaza de las 3 Culturas, o Plaza de Tlatelolco, culminando una serie de manifestaciones estudiantiles de los sectores secundarios, tecnológicos y universitarios que se arrastraban a lo menos desde un par de años.

Los estudiantes de la UNAM y del Instituto Politécnico Nacional encabezaban la organización y el propósito era cerrar con esa marcha, al menos temporalmente, la movilización de masas toda vez que era obvio que los juegos olímpicos acapararían la atención.

Lo que no advirtieron los organizadores era que el gobierno que encabezaba Días Ordaz les había preparado una trampa mortal como ha demostrado la investigación judicial en curso.

En efecto, apenas iniciada la actividad los participantes fueron atacados incluso con tanques por soldados y policías, pero además fueron ametrallados por franco tiradores del gobierno apostados en los edificios que rodean la Plaza.  Centenares de detenidos fueron llevados prisioneros a los subterráneos de edificios aledaños ocupados por las fuerzas represivas y torturados, muchos de ellos hasta la muerte.

Cifras conservadoras estiman en al menos 500 los estudiantes, trabajadores y pacíficos civiles que observaban la manifestación estudiantil que fueron asesinados a balazos por los soldados del ejército mexicano. Los dirigentes fueron encarcelados durante varios años. Uno de los más importantes líderes juveniles fue Raúl Alvarez Garín, prisionero por años y quien llegaría más tarde a ser un académico importante y parlamentario de la  izquierda.

Desde México el profesor y político José Antonio Álvarez Lima nos recuerda que , “ hace 46 años el presidente Gustavo Díaz Ordaz, el secretario de Gobernación Luis Echeverría y el regente de la ciudad Alfonso Corona del Rosal decidieron resolver a balazos un asunto que bien pudieron abordar con las herramientas tradicionales de la política: el diálogo y la negociación.”

Debemos añadir que la represión de los años 60 – como sucedió en otros lugares del continente – afectaba no sólo a los estudiantes, si bien, como en mayo de ese año en Francia, ellos eran centro del ataque reaccionario. En el caso de México ya se habían producido duros golpes represivos contra el movimiento obrero y contra el Partido y la Juventud Comunista.

Esos son sucesos terriblesque jamás serán olvidados. Ahora  bien, por esos años no hubiera imaginado que en algún momento pudiera relacionarme de algún modo con ellos.Tampoco ocurrió mientras viví exiliado 10 años en ese gran país. Pero la  vida depara a diario sus sorpresas y tal vez por  nuestra participación en los procesos judiciales en Chile, los hechos de la Plaza de las 3 Culturas volverían a remecernos.

Cuando una lluviosa mañana de sábado de hace unos 15 años el ingeniero mexicano Félix Hernández Gamundi golpeó la puerta de mi casa trayendo un mensaje del “Comité del 68” para integrarme al equipo jurídico que trabajaba en el proceso contra los culpables de la masacre en la nación azteca, no imaginaba que se me estaba dando la oportunidad de conocer y trabajar con seres extraordinarios, luchadores, profundamente humanos y con inmensa alegría de vivir.

Lo cierto es que poco después viajaba al Distrito Federal y conocía entre otras personas al ya mencionado dirigente Raúl Alvarez Garín, al  jurista Raúl Jiménez, al propio Félix, a las compañeras María Elvira, Amapola, tantas y tantos más.

Surgió con ellos una gran amistad, al punto que Raúl y su compañera viajaron a Santiago a comienzos de los años 2000 para acompañarnos junto al inolvidable José Miguel Varas, al abogado de DDHH Andrés Aylwin, a Poli Délano,  Fredy Torrealba, Max Berrú y muchas amigas y amigos en la presentación de un libro sobre el desafuero del dictador Pinochet.

La lucha del “Comité del 68” no ha sido en vano ; de hecho todavía no concluye y se ha logrado procesar a altos jefes policiales de la época, en tanto que el ex presidente Luis Echeverría fue sometido a arresto domiciliario y se esclarecieron las responsabilidades políticas.De algún modo se ha vencido la impunidad de tantos años.

Pero hemos sido duramente golpeados con la noticia del reciente fallecimiento en México del entrañable amigo Rául Álvarez Garín. Figura emblemática de las luchas de esos años que se inscriben como lo más destacado de la historia mexicana de la segunda mitad del siglo XX, fue un luchador social, escritor, militante de izquierda, y el 68 miembro del Consejo Nacional de Huelga.

Elena Poniatowska, la gran escritora, expresó el día de la muerte del líder : “Sin Raúl Álvarez Garín no existiría el libro La noche de Tlatelolco, porque él reunió a los estudiantes en su celda y a raíz de eso, toda la vida fuimos amigos. También con Manuela, su madre, que era una gran maestra de matemáticas.”

“Raúl –agregó la escritora– fue de una entereza enorme toda la vida y un líder absolutamente incontestable del movimiento estudiantil; se puede decir que en Lecumberri había dos líderes del 68: Álvarez Garín, del Politécnico y también de la UNAM, porque lo querían mucho, Manuel Peimbert Sierra y Gilberto Guevara Niebla.” “Todos los mexicanos ligados en una u otra forma al movimiento estudiantil lo vamos a extrañar una barbaridad, porque hay pocos Álvarez Garín en el mundo”, finalizó la Poniatowska.

Apenas en agosto de este  año el matemático politécnico, maestro de la Facultad de Economía de la UNAM y ex trabajador electricista recibió su afiliación al Sindicato Mexicano de Electricistas.

Fue también activo periodista, trinchera desde la que contribuyó al nacimiento de la revista “Punto Crítico” . Años más tarde, militante ya del PRD, siguió promoviendo la prensa crítica, como coordinador de asuntos laborales y sindicales de Corre la Voz, periódico distribuido entre movimientos populares del valle de México. Es autor del libro “La estela de Tlatelolco: una reconstrucción histórica del movimiento estudiantil del 68.”

Nos emociona conocer que el 2 de octubre de este año, pocas horas después del fallecimiento del gran dirigente, decenas de miles marcharon de nuevo desde Tlatelolco, desde la Plaza de las 3 Culturas y mientras avanzaban corearon “Se siente, se siente, Raúl está presente”. El pueblo mexicano proclamó hace muchos años que el 2 de octubre no se olvida. Hay que agregar que Raúl Álvarez Garín tampoco.

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07 oct 2014

Quo Vadis

¿Hacia adonde camina la economía mundial? ¿Cómo sigue el curso de la crisis? ¿Qué pasa con la economía chilena? Son preguntas relevantes para todos, también para la política nacional y el proceso de reformas en marcha. Un pronóstico ilustrado y prudente puede quizás sugerir el escenario que sigue como uno de los más probables.

La intervención de los Estados logró evitar que la crisis económica secular, que viene cursando en las economías centrales desde principios del siglo, alcanzara niveles de depresión mundial.Sin embargo, al proceder unilateralmente en base a estímulos monetarios sin su contraparte fiscal, ha sumido la recuperación en un estancamiento prolongado, “a la japonesa”.

Ello se debe, principalmente, a la influencia de los acreedores, categoría que incluye países, bancos y al uno por ciento más rico de la sociedad. Ellos se han apropiado de una proporción absolutamente desproporcionada de la riqueza mundial, principalmente en forma de activos financieros cuya inevitable depreciación pugnan por retrasar, aún a costa del estancamiento general.

El capital financiero aún no se depreciado en la medida que se requiere para restablecer los equilibrios globales. Al no encontrar formas productivas de rentabilizarse en las deprimidas economías centrales, se volcó hacia las economías emergentes durante el curso de la crisis, generando allí el inmenso “burbujazo” especulativo que durante la primera década del siglo infló sus monedas, acciones y materias primas.

Se ha repetido así la paradoja ya experimentada en la década de 1970, que una crisis secular en las economías centrales haya provocado el coletazo de un “superciclo” de precios elevados en estos “activos” de los países emergentes.

La lenta recuperación secular de las economías centrales iniciada el 2010, ha provocado la “repatriación” parcial de estos capitales, precipitando el pinchazo del “burbujazo” en las economías emergentes. De este modo, se está repitiendo la segunda paradoja, experimentada en los años 1980, cuando la recuperación secular de las economías centrales tras su crisis de los años 1970, se tradujo en fuertes caídas de los precios de las monedas, acciones y materias primas, de las economías emergentes. En América Latina ello generó lo que CEPAL bautizó como la “década perdida”.

Lo anterior resulta posible, porque la magnitud de las economías emergentes todavía es relativamente pequeña con respecto a los capitales especulativos, lo que permite que éstos afecten los precios señalados de manera significativa.

Todo esto se puede apreciar con bastante claridad en la evolución de los índices reales de las principales plazas bursátiles mundiales y las materias primas, durante el curso de la actual crisis secular, que se inició junto con el siglo.

El índice bursátil de países desarrollados (“MSCI World”, disponible en www.mscibarra.com), refleja de modo bastante aproximado la evolución de las economías desarrolladas en el curso de la crisis. El carácter “secular”de la misma se refleja en el hecho que estas plazas han sufrido una serie de ciclos a la baja, en que las sucesivas recuperaciones no han logrado todavía alcanzar el nivel máximo anterior al inicio de la crisis.

Medidas por este índice, las bolsas de las economías centrales perdieron la mitad de su valor entre marzo del año 2000 y febrero del año 2003, al estallar la llamada “burbuja puntocom”.Luego se recuperaron hasta septiembre del año 2007, pero sólo hasta el 80 por ciento de su valor al inicio del período.

El derrumbe iniciado el “día de las brujas”, 1 de octubre del año 2007 y que se extendió hasta marzo del año 2009, las redujo nuevamente a la mitad de su valor. Tras estas dos caídas sucesivas, el valor de las bolsas de los países desarrollados se redujo a un 40 por ciento de su nivel a principios del siglo.

Luego, las bolsas de los países desarrollados iniciaron su larga recuperación que se ha extendido hasta hoy, con un bache importante el año 2011. Sin embargo, su valor al 30 de septiembre del año 2014 era todavía un 90 por ciento del que alcanzaron 14 años antes.

Las bolsas de los países emergentes (“MSCI EM”), muestran un comportamiento paralelo, siguiendo los ciclos antes señalados, pero distorsionados y amplificados al extremo por la influencia del capital especulativo. Al igual que los mercados desarrollados, pierden inicialmente la mitad de su valor, pero partir del 2003 se disparan, alcanzando el 2007 un nivel cerca de un 80 por ciento ¡por encima del inicial! Luego se precipitan cayendo la mitad y rebotan nuevamente hasta alcanzar el 2010 un valor un 60 por ciento por encima del que tenían a principios del siglo.

A partir del año 2011, los mercados emergentes inician una caída oscilante que se extiende hasta hoy, pero al 30 de septiembre del año 2014 todavía se mantenían un 50 por ciento por encima de su valor de marzo del año 2000.

Todas las cifras anteriores se calculan a partir de los índices bursátiles expresados en Euro, de modo que reflejan simultáneamente el comportamiento de las bolsas propiamente tales así como también de las monedas locales, las que han oscilado paralelamente. El nivel real actual de los mercados es todavía inferior, puesto que la inflación de la zona Euro ha sido baja pero no cero en la última década y media.

La bolsa chilena (MSCI Chile) ha evidenciado durante estos años un comportamiento todavía más exacerbado que el conjunto de los mercados emergentes. Después de seguir muy de cerca el comportamiento de éstos hasta el 2007, la bolsa chilena se derrumba menos que las desarrolladas y emergentes y se recupera antes y muchísimo más rápido hasta fines del 2010, alcanzando en diciembre de ese año el exuberante nivel de 282 por ciento, respecto de su valor de marzo del 2000. Es decir, se triplica en medio de la crisis secular. Esta evidencia permitió a CENDA pronosticar correctamente el subsecuente derrumbe de la bolsa chilena, que desde diciembre del 2010 y septiembre del año 2014 ha perdido el 40 por ciento de su valor.

Sin embargo, la corrección no podía durar para siempre. Como advirtió CENDA en abril del 2014, los mercados emergentes vienen cayendo desde el año 2011 al mismo tiempo que los desarrollados han continuado su recuperación. De este modo el “burbujazo” que los separó violentamente desde el año 2003, se ha venido corrigiendo rápidamente.

En los hechos, si se toma un período un poco más largo, esta distorsión parece haberse corregido más o menos por completo. Desde antes de la “crisis asiática” iniciada a fines del año 1997, todos los índices mundiales bursátiles mundiales se han comportado exactamente igual. Medidos en dólares corregidos por la inflación estadounidense, entre diciembre del año 1997 y septiembre del año 2014, todos ellos han incrementado su valor a la modesta tasa de 1.1 por ciento anual, en promedio. Ello resulta similar a la tasa de crecimiento real de los principales mercados financieros mundiales a lo largo de todo el pasado siglo.

Corregido de este modo el “burbujazo” que los afectó y sin descartar que se pasen de largo hacia abajo, lo más probable es que los mercados emergentes sigan en lo sucesivo, más o menos, el tranco oscilante de estancamiento “a la japonesa” que probablemente afectará a los mercados desarrollados hasta que se deprecien los activos financieros hasta un nivel razonable.

Resulta muy ilustrativo superponer el precio del cobre a los índices bursátiles anteriores. La serie respectiva, que CENDA ha venido publicando en www.cendachile.cl, expresada asimismo en Euros, permite apreciar como el denominado “superciclo” de altos precios que vivieron desde el año 2003 hasta el año 2010 corre exactamente en paralelo con el “burbujazo” emergente. Sin embargo, resultó todavía más exagerado que el exuberante comportamiento de la bolsa chilena en el mismo período.  En efecto, mientras la bolsa chilena se triplicaba entre marzo del año 2000 hasta diciembre del año 2014, el precio del cobre ¡se cuadruplicó en el mismo período!

Por otra parte, se aprecia que la caída de la bolsa chilena entre diciembre del 2010 y septiembre del 2014 alcanza a 40 por ciento, como se ha mencionado, el cobre ha caído sólo un 25 por ciento, lo cual no augura nada bueno para el precio del metal. Si bien el precio del cobre el año 2000 (1,25 US$ 2012 / lb) es muy inferior al precio promedio de largo plazo del metal (2,12 US$ 2012 / lb), una baja adicional desde sus niveles actuales (3,0 US$ 2012 / lb), parece muy probable.

La posibilidad que capitales especulativos provenientes de las economías centrales incida de modo determinante sobre los precios de monedas, bolsas de valores y materias primas, en economías emergentes, queda en evidencia al apreciar cuan poco pesan todavía estas últimas en el concierto de los valores financieros mundiales.

En efecto, si se aprecia la evolución del conjunto de las bolsas mundiales, que incluye tanto a las de economías desarrolladas como emergentes (MSCI ACWI), se observa que se mueve casi junto con el índice bursátil de economías desarrolladas. Es decir ¡el inmenso burbujazo de los emergentes apenas afecta el valor del conjunto de las bolsas mundiales!

La evidencia acerca de la influencia determinante de la especulación en los mercados emergentes y materias primas, por parte de capitales de países desarrollados que no encuentran oportunidades productivas en sus economías de origen durante las crisis seculares, constituye toda una revelación de la actual.

A la luz de esta evidencia, parece muy imprudente haber cedido en las negociaciones de tratados de libre comercio, a las imposiciones de esos mismos capitales, representados por sus respectivos gobiernos y los organismos financieros internacionales, en cuanto a liberalizar la cuenta de capitales.

Sin embargo, la principal lección para un país rico en recursos naturales como Chile, parece ser que no puede basar su estrategia de desarrollo en la veleidosa renta de los mismos, sino utilizarla para una política industrial destinada a fomentar la producción de valor agregado mediante el trabajo productivo de sus ciudadanos y ciudadanos.

Como descubrieron los economistas clásicos, esa es la fuente exclusiva de la moderna riqueza de las naciones.

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07 oct 2014

La política fiscal expansiva puede reacelerar la economía

La economía chilena ha estado en desaceleración en los dos últimos años. Desde noviembre de 2012 hasta diciembre de 2013 se redujo 1 punto porcentual en el crecimiento anual del PIB (de 5,4% a 4,1%) mientras que en los dos primeros trimestres de este año se ha profundizado la desaceleración,reduciéndose en 1,2 puntos porcentuales el crecimiento del Producto Interno Bruto (de 2,7% en 4º 2013 a 1,9% en 2°T 2014).

Sabemos que la Inversión y el Consumo son componentes de la demanda interna que se ven afectados por las decisiones privadas, mientras que el Gasto del Gobierno (consumo colectivo) depende de decisiones públicas, expresadas en los niveles del Presupuesto de la nación.

A la vez, tenemos una demanda externa neta (exportaciones menos importaciones) con tendencias débilmente crecientes por la compensación entre los más fuertes crecimientos de USA versus los más débiles de Europa y China y los negativos de América Latina.

Se reconoce que la caída de las expectativas económicas en el sector productivo empresarial juega, entre otros factores, un rol relevante en la desaceleración de la economía chilena. Aunque se debe tener presente la anunciada maduración del gran ciclo de inversión minera que vivió el país en años recientes. El Indicador Mensual de Confianza Empresarial (IMCE) se fue reduciendo desde 51,88 puntos en marzo 2014 hasta 41,25 en agosto y en septiembre recién se inicia una leve recuperación, alcanzando un nivel de 43,16 puntos, lo que igual muestra expectativas en el nivel negativo, pero con tendencia al alza.

El empeoramiento de las expectativas afecta principalmente a la Inversión, la que en el año 2013 y 2014 ha tenido crecimientos muy menores a los periodos anteriores, mostrando una leve caída de su tasa de crecimiento anualizada en el 2º Trim 2013 (-1,5) y, a partir del 4º Trim 2013, cae fuertemente, en -12,3% y continuó su caída en el 1er. y 2º Trim 2014 (-5,5% y -8,1% respectivamente).

En los últimos trimestres se ha observado que también el Índice de Expectativa de los consumidores, IPEC,hatenido una tendencia decreciente desde comienzos de año y recientemente se ha ubicado en un valor bajo los 50 puntos (en nivel pesimista), lo cual ha contenido la expansión del Consumo que muestra una declinación en la tasa de crecimiento anualizada desde el 2º Trim 2013 que era 6,4% hasta 4,9% en 4º Trim 2013 y que en el 1er. y 2º Trim 2014 cae a 3,6% y 1,9%respectivamente, pero esta caída es relativamente menor que la que ha ocurrido en la Inversión.

Además, se observan señales recientes de aumentos, por ejemplo,  en las ventas de los supermercados que aumentaron anualmente en 4,7% en agosto y lo mismo ocurrió con las ventas del comercio minorista, que subieron en 1,7%. Tasas que son bajas, pero bastante superiores a los meses anteriores.

Respecto del Consumo es relevante lo que pase con el desempleo y los salarios. Datos recientes de empleo muestran que el mercado del trabajo se está estabilizando en niveles relativamente aceptables, a pesar de que esta parte de la realidad económica del país estaba en su ciclo anual más bajo, por estacionalidad productiva de sectores como la agricultura y el comercio.

Las cifras oficiales dan cuenta de una tasa de desempleo de 6,7 % en trimestre junio-julio-agosto 2014, un punto porcentual por sobre las del año anterior, pero solo 0,2 puntos porcentuales sobre el trimestre (mayo-junio-julio 2014), lo que da una pauta de que el empleo sigue creciendo desacelerado, al igual que el producto.

También, se observa que la creación de puestos de trabajo asalariado es similar a la de trabajo por cuenta propia (0,6% y 0,7% respectivamente, en trimestre móvil junio-agosto 2014) indicando que no existe un ambiente de crisis en este mercado y que, por consiguiente, se puede entender que eso se traduce en la idea de que los trabajadores no observan dificultades futuras para encontrar un puesto. Los salarios reales están en la misma línea. El Índice Nominal de Remuneraciones (IR) creció anualmente en 7,3% en términos nominales y 2,4% en términos reales.

Las autoridades han enfrentado la desaceleración con políticas expansivas (monetaria y fiscal),lo que es una medida adecuada al no haber evidencia empírica de que las personas tengan una especial preocupación de reducir su consumo para financiar el déficit futuro del gobierno y, además, los datos indican que la situación de reducción en el crecimiento económico está más asociada a conductas coyunturales que estructurales.

Adicionalmente, se debe recordar que la mezcla de políticas monetarias y fiscales ha permitido salir de la crisis de 2008 a los países desarrollados. Luego, es posible conseguir aumentar la dinámica productiva empresarial, hoy alrededor de 2,00%-2,25%, a niveles cercanos al nivel del producto tendencial, estimado en 4,3% para el 2015, por el Panel de Expertos de Hacienda.

Alcanzar estos niveles en 2015 dependerá de los efectos que se tenga sobre las expectativas empresariales en la recuperación de la inversión y las expectativas de las personas en el consumo.

Los aumentos del gasto fiscal (9,8%) anunciados en el proyecto de ley de Presupuesto de Nación para 2015, hoy en discusión en el Congreso están orientados, de manera importante al crecimiento de la inversión pública (27,5%).

Declaraciones oficiales señalan que este aumento del presupuesto tendrá un impacto de 0,3 a 0,4 puntos porcentuales del PIB en 2015. Luego, nadie puede creer que este aumento sea tan fuerte como  para que provoque una tremenda presión en la economía y genere una muy alta presencia del Estado en ella.

En realidad, ésta sigue siendo una economía de mercado y el sector empresarial del país responde por el crecimiento económico y  la ocupación. Además, los efectos sobre la balanza de pagos (incremento de déficit en cuenta corriente) y el tipo de cambio (depreciación nominal del dólar) tendrán carácter esporádico mientras se fortalece la demanda externa y tienden a equilibrarse los mercados externos.

Entonces, se puede concluir que el aumento fiscal y la alta concentración en esfuerzos de inversión en infraestructura, equipamientos y otros capitales similares significan estimular la industria de la construcción, lo que tiene efectos positivos hacia la demanda de bienes y servicios que generan los insumos utilizados por este sector.

Estudios recientes (2009) indican que un cambio en los despachos de cemento en la construcción tiene un alto efecto marginal en los empleos (un aumento de 10% en los despachos eleva el empleo del sector en 0.8% al mes siguiente), lo que beneficia a los trabajadores y a la vez a toda la economía.

Por consiguiente, junto con un impacto directo sobre la demanda y el producto, las decisiones de la política económica recientes son más bien una señal, que intenta generar una respuesta positiva en las expectativas empresariales, al reducir los factores de incertidumbre a niveles más aceptables para las decisiones productiva-empresariales; las cuales, una vez acordada la reforma tributaria tendieron a ajustarse positivamente, el IMCE reconoce en septiembre 2014, que las inversiones planeadas suben en 1,3 puntos y que la producción esperada aumenta en 12,2 puntos.

Esta nueva situación fortalecerá la inversión que se puede realizar eficientemente en el país utilizando los nuevos mecanismos tributarios redefinidos por la ley. Chile sigue siendo un buen país para hacer negocios, ahora con un sistema tributario algo más redistributivo.

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07 oct 2014

Aprobación de la Reforma Tributaria: el primer paso

La aprobación de la Reforma Tributaria en seis meses constituye un logro para el Gobierno, que le permite cumplir sus principales objetivos: financiamiento para su programa, especialmente las políticas sociales, a lo cual se ha agregado la realización de algunas iniciativas reactivadoras -concentradas en obras de infraestructura-  y mejorar en parte la distribución del ingreso, imponiendo la mayor carga a los segmentos de más altas rentas.

Sin embargo, y debido a- las permanentes críticas de la Derecha, los grandes gremios empresariales y los economistas neoliberales, han quedado una serie de aspectos pendientes que es necesario mejorar en el futuro.

Principales críticas

Aparte de la imputación que la Reforma gravaba principalmente a la clase media y las PYMES, se señaló que ella generaría un clima de incertidumbre en el sector económico que afectaría el crecimiento y que ese efecto ya se había empezado a reflejar con la elección de la Presidenta Bachelet. Pese a ser conocido por todos que este freno comenzó durante el 2013 fruto de la evolución normal del ciclo productivo.

Otro reparo apuntaba a que la Reforma reduciría seriamente la inversión y, por ende, el crecimiento y el empleo. Si esto fuese así, las afectadas serían  las  grandes empresas y ello tendría efecto básicamente sobre la acumulación de capital de largo plazo. Sin embargo, los cambios tendrían dos consecuencias positivas.

I) Los recursos de la mayor tributación se destinarán básicamente al gasto fiscal en educación, salud y obras públicas y no a consumo gubernamental.

II) Estos programas sociales implican un esfuerzo por reducir la gran desigualdad existente en  Chile, lo cual reduce el clima de tensión ciudadana, principal requisito para la inversión empresarial y el crecimiento.

Otro frente de objeciones provino de la propia Nueva Mayoría y se basó principalmente en la celeridad con que el Gobierno tramitó la Reforma. Ello se pudo deber al deseo de presentar el proyecto aprobado antes del Mensaje del 21 de mayo, como también a la necesidad de dejar atrás prontamente el clima de incertidumbre existente.

Logros importantes

a) Celeridad de su aprobación, lo que autorizó al Ejecutivo para presionar a la Derecha y al empresariado para lograr un acuerdo que, por las características del proyecto, implicó su aceptación a las líneas matrices, lo cual da estabilidad en el tiempo a lo pactado.

b) Obtención de recursos para financiar las políticas sociales (en régimen la Reforma recaudará alrededor del  3% del PIB).

c) Incremento del impuesto a la renta de 2ª categoría que grava a las utilidades de las empresas, que suben desde el 20% al 27%, en forma creciente durante los próximos años.

d) Eliminación del Fondo de Utilidades Tributarias (FUT), que constituye una de las fuentes principales de elusión.

e) Aumento de atribuciones otorgadas al Servicio de Impuestos Internos para actuar con eficiencia, complementados por refuerzos en la misma dirección para la Tesorería General y el Servicio de Aduanas.

f) Supresión y reducción de algunas normas y ventajas injustificadas que son utilizadas para eludir impuestos o diferir su pago en el tiempo.

g) Aprobación o mejoría de los denominados “impuestos verdes”, que buscan desalentar el consumo de una serie de bienes que afectan básicamente la salud de las personas, incrementando también los gravámenes hacia quienes generan externalidades negativas, como es el caso de los vehículos motorizados y combustibles.

Lo que faltó

El aspecto más cuestionable de la Reforma se encuentra en la aprobación de dos sistemas tributarios alternativos que se admitieron en la fase del acuerdo con la oposición, lo cual introduce varios inconvenientes, partiendo por la falta de claridad sobre cuál de ellos tendrá mayor importancia y a quién perjudicará menos.

Otro tema complejo de superar fue la idea (generada por la acusación de la Derecha) que los principales perjudicados con la iniciativa serían la clase media y las PYMES. Tal como lo señalan las encuestas de opinión pública, en esta materia la estrategia comunicacional del Ejecutivo fue desacertada y no pudo establecer que, en su esencia, los principales perjudicados serían los segmentos de mayores ingresos del país.

A ello se suma el cuestionamiento a la reducción de la tasa marginal del Global Complementario desde el 40 al 35%, ya que es el gravamen personal que tiene carácter progresivo.

También se critica la aprobación inesperada de una franquicia para repatriar fondos invertidos en el exterior, con una tasa relativamente baja; cabe destacar que esta propuesta fue aprobada, pero con el voto contrario de numerosos parlamentarios, entre ellos la mayoría de los diputados de la DC.

Además, la negociación con la Oposición trajo consigo transar en algunos aspectos que eran importantes para mejorar la progresividad, como son: las rentas presuntas aplicables a la Agricultura, la Minería y el Transporte y que facilitaban el menor pago de impuestos; las ventajas impositivas que favorecen a la actividad de la Construcción y el no incremento del tributo de timbres y estampillas que grava las operaciones de crédito.

Todo ello, aún sin considerar una serie de aspectos pendientes que es necesario mejorar en el futuro: revisión de la normativa del “royalty” y algunas ventajas tributarias que favorecen a sectores de altos ingresos, como la exención del IVA a los gastos en educación y salud, una modificación “políticamente incorrecta”, porque los segmentos de menores ingresos no acuden a clínicas ni a colegios pagados. Algo similar ocurre con algunas franquicias regionales que persisten a pesar que sus beneficios son más aparentes que reales.

Haciendo un balance de los objetivos logrados y los temas pendientes, sin lugar a dudas que el nuevo sistema tributario es mejor que lo que teníamos antes de esta Reforma.

Sin embargo, quedan una serie de aspectos pendientes que deberán esperar bastante tiempo porque cambios de esta naturaleza no se hacen con frecuencia. Así, como lo señaló Claudio Agostini, “perdimos la oportunidad de avanzar en forma significativa a un sistema tributario más eficiente, más simple y más justo”.

http://www.asuntospublicos.cl/wp-content/uploads/2014/10/1162.pdf

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07 oct 2014

Una nueva Aurora comunicativa para Chile

Chile necesita que su Estado garantice el Derecho a la Comunicación y a la Información de la ciudadanía y, también, un Colegio de Periodistas potente, empoderado de su misión profesional de tutelar la calidad y la veracidad de la noticia.

En un país “desordenado” como el nuestro hay que poner las cosas en su lugar. ¿Cómo es posible que se legisle primero para las empresas (autodenominadas como “medios” para santificar el negocio), después para los profesionales y si queda algo, para la ciudadanía? ¿No debiera ser exactamente al revés?

En su último Congreso Nacional del 2012, representantes de los periodistas de todo Chile se reunieron en la inter-comuna de Talcahuano, Hualpén y Concepción después de un proceso de Asambleas reflexivas que involucró a sus 17 Consejos regionales desde Arica hasta Magallanes.

El retorno de la tuición ética del Periodismo a la Orden Profesional y la consiguiente recuperación del carácter de Corporación de Derecho Público fueron los dos acuerdos más importantes reafirmados por los colegas en ese evento que contó con la generosa hospitalidad de los informadores de la Región del Bío Bío.

Ese mismo año, en el Día Internacional de la Libertad de Expresión, el Colegio de Periodistas, el Instituto de Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile, ICEI, y la Academia Parlamentaria de la Cámara de Diputados efectuaron el Primer Seminario Internacional sobre el derecho a la Información y la Defensoría de Audiencias en una de los espacios más representativos de la democracia chilena, la Sala de Sesiones de la Cámara Baja del ex Congreso Nacional.

La atomización de las normas legales sobre la Prensa, los medios y la Información y la falta de empoderamiento de la ciudadanía en sus derechos informativos fueron señalados como los obstáculos antidemocráticos más importantes a superar en el actual momento que vive Chile en el ámbito de las comunicaciones.

El orden justo y necesario para lograr el pleno goce del derecho a la comunicación y a la información debe poner en primer lugar a la ciudadanía, en segundo lugar a los periodistas y en tercer lugar a las empresas. Esta priorización debe inspirar todo proceso de cambios y de movilización en torno a la profundización de la democracia.

La tarea de hoy es construir junto a la ciudadanía, las empresas, los sindicatos, los profesionales, los académicos y los parlamentarios, una Nueva Ley General de Comunicaciones Sociales, que ponga fin a la dispersión de normas que sólo responden a intereses corporativos y económicos, que sitúe los derechos ciudadanos en su articulado principal, siguiendo el mandato de las Convenciones y Tratados internacionales que Chile ha suscrito. Por consiguiente, una agenda contundente y clara para la Mesa de Trabajo con el ministerio Secretaría General de Gobierno.

Además es el momento de cerrar filas con la Federación de Colegios Profesionales Universitarios que preside nuestro colega Marcelo Castillo Sibilla tras la iniciativa de agilizar el trámite del proyecto de Ley  que restituye a estas instituciones su carácter de corporaciones de derecho público, que regulan el comportamiento ético profesional, según lo acordado por la ministra Secretaria General de la Presidencia, Ximena Rincón, y la directiva de la Federación.

Es la oportunidad de abrir un nuevo ciclo, esta vez, con una nueva Aurora comunicativa para Chile.

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06 oct 2014

Política, Vida social y Negocios

De un tiempo a esta parte se ha entronizado un conjunto de prácticas que consisten en efectuar eventos llamados genéricamente público-privados, en los cuales medios de comunicación de gran presencia y también instituciones financieras, grandes tiendas y algunas empresas de importancia realizan actividades en las que invitan a las autoridades de gobierno, las que aparecen fotografiadas sonrientes frente a los que han efectuado la invitación que por lo general tienen un marcado interés en mostrar precisamente la vinculación entre el poder económico o mediático y el poder político.

No escapan a esta práctica miembros del Poder Judicial, Parlamentarios, la Contraloría, el Ministerio Público, la Superintendencia, todos los cuales conforman una verdadera constelación que a ojos del público y entre ellos al mío no resultan aceptables, ya que aunque se nos explique que ellas no crean vinculaciones, resulta evidente  que se hacen para lo contrario, para conocerse mejor, para mostrar que todos  vamos en un mismo barco, que todos amamos las obras de arte, la música o las inversiones extranjeras .

Llama la atención que las altas autoridades acepten estas invitaciones, que son propias de las relaciones entre las instituciones comerciales y sus clientes, como en alguna oportunidad nos ha tocado asistir a algún evento del  banco con que desarrollo mi trabajo.

Si se revisara esa vida social en el curso del tiempo, se vería que muchas veces han estado en los mismos convites  reguladores y regulados, a veces quienes ejercieron o intervinieron en  acciones de libre  competencia, civiles y penales y los  afectados.Esto no es serio y debería toda autoridad  especialmente  tomar nota sobre este punto.

Después de ver tantas fotografías  de la vida social, política y de negocios al suscrito no le cabe la menor duda  de que ellas se hacen para desarrollar redes que a mi entender  son incompatibles con una sana política y con una buena práctica de negocios.

En momentos  en el que el país se debate intensamente sobre la relación dinero y política, sería altamente  conveniente también incluir el uso de las relaciones  públicas y la vida social como parte de las materias  a revisarse.

Es urgente recuperar cierta austeridad y dignidad en el ejercicio del poder político.

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06 oct 2014

¿Es posible una revolución en Chile?

Me parece fascinante observar cómo las fuerzas del cambio intentan transformar los fundamentos del orden neoliberal sociopolítico y cultural chileno, eludiendo designarlo cómo un nuevo proceso revolucionario, pero pacífico.

Quizás fue Eduardo Frei Montalva, el único presidente moderno, que con coraje y sin tapujos, llamó a su proyecto una “revolución en libertad”. En cambio, la “vía chilena hacia el socialismo”, se- y fue- disuelta violenta y catastróficamente en sus dudas marxistas y revolucionarias, que hoy emergen cómo fantasmas y demonios liberados de sus cadenas con las que se amarraron junto a ellos,  sus propios dueños y creadores.

Pero no hay que equivocarse, los de hoy, no son más que pálidos simulacros de los ímpetus revolucionarios de antaño, que cual restos y jirones de antiguas banderas, enarbolan con convicción y pasión sólo algunos jóvenes y dirigentes políticos, que adhieren con un fervor melancólico (que comparto), a viejas utopías que parecen renovadas por el  neo activismo revolucionario de los jóvenes en la calle.

Y cómo siempre, es en el campo de la libertad (más la igualdad y la fraternidad) donde se debaten las principales reformas de este gobierno, ya sean de educación, salud, laborales, algunas directamente valóricas y, la de la misma constitución, cuyos efectos responsables pero algo desesperanzados sobre el futuro, según el presidente de un partido del gobierno, “los verán sólo nuestros nietos”.

Al respecto, resulta iluminador el artículo del filósofo Byung-Chul Han, aparecido en el diario “El País”, donde afirma que ya no son posibles las revoluciones, porque el poder estabilizador de una sociedad neoliberal de mercado cómo la nuestra, impregna de tal manera toda la realidad, de forma amable,  seductora, e invisible, que lo hace “inatacable” con un contra poder.

Este poder radicaría en hacer “uso de la libertad” de tal manera que todos posean un sentimiento de libertad auto realizadora omnipotente e incuestionable, en base a la eficiencia  de ser “su propio empresario”(y llegar hasta a “auto explotarse”), para acceder a los bienes del mercado siendo parte exitosa de el, a través del dinero. La persona como mercancía ciega de sí misma.

Afirma el autor, que las presiones y luchas externas contra y para imponer la libertad, genera feroces resistencias y luchas violentas, por lo que esta vía se ha abandonado por ineficiente en pos de la anterior.

Pues bien, hoy asistimos en Chile a esta “neo- revolución”, donde un sector quiere e intenta hacer ver a la gran mayoría de la población, que la libertad que los adormece y “los enajena”, según el autor, no es la verdadera libertad dirigida realmente al bien común y a la “recíproca valoración” de las personas.Creo que en los más pobres, y los marginados (como inmigrantes y parte del pueblo mapuche), sí se mantiene esta percepción de la libertad.

Por otra parte, otro sector, siente amenazada su sentimiento y redes de libertades, que pegajosas y cautivadoras, parecen ya ser parte de la identidad del país. Por eso, luchan y se resisten contra la perturbación del modelo de libertades actual. Esta es la verdadera lucha de sentidos que resuena oculta en lo profundo de las ideologías políticas.

Por eso, parece que los primeros, llevan todas la de ganar, aunque se aprueben las reformas “cocinadas” en noches de insomnio legislativas, llenas de café, neuróticas, febriles y por lo tanto, algo alucinadas.

Baste mencionar, que nuestro lúcido autor, nos recuerda que en una economía basada en la recíproca colaboración, siempre predomina la “dura lógica del capitalismo”, donde “nadie da voluntariamente”, y que cuando “el comunismo se venda como mercancía…asistiremos a la plenitud del capitalismo”.

¿Será esto posible? ¿Ya comienza a ser real en nuestro país la venta cómo mercancías de las últimas utopías?

¡Qué melancolía!

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06 oct 2014

Dinero + poder = oligarquía

Esa es la política que tenemos ha buen rato :una política oligárquica.Algunos podrán decir, no, una plutocrática.  Pero  aquí los más ricos y poderosos no siempre ejercen de manera directa las riendas del poder político. No lo necesitan.

Tienen “representantes”, portavoces, intelectuales y emisarios.  Sin embargo –como muchas otras situaciones poco decorosas por decir lo menos-,   ha  debido pasar agua bajo el puente – ahora con el caso Cascadas y el del grupo Penta-,  para que  quede cada vez más claro a los ciudadanos de a pie, la dependencia del quehacer político de nuestra elite con los mandamases del  poder económico y financiero.

Queda más claro que lo que tenemos, desde la época del señor Pinochet,  es un remedo burdo y distorsionado de una política democrática.  Aunque sea una contradicción en los términos es la llamada “democracia” neoliberal o de mercado.  Lo demás que pueda decirse es mera retórica y mala demagogia.

Porque democracia y oligarquía no se avienen,  no “pegan”,  como se diría en términos de la calle.Son términos antitéticos.  Ellos, los miembros de ese poder económico y financiero concentrado se sienten dueños del país. Es que, la verdad, de hecho al parecer lo son.

Son los dueños – en alianzas trasnacionales o no-, de los bancos, retail, universidades, farmacias, empresas, AFP,  Isapres, clubes de fútbol, medios de comunicación, etc.

Revancha y  poder que lograron en tiempos de dictadura y que se mantiene hasta el día de hoy, como bien afirma el abogado R. Hormazábal.  Pero cómo no, la elite del poder económico financiero  y político intentan convencernos que no, que aunque sea muy oligarquizada, la política que tenemos es muy democrática, pues.

Por supuesto, esta es la “democracia” que les conviene a ellos.  Una que les reporta más poder y más ganancias, a costa de todos nosotros , de nuestro trabajo, de nuestra plata, del pueblo mapuche, de  nuestro poder y felicidad.

¿O Ud. todavía cree en el cuento de los pollitos bajo la cama del ex candidato de “centro-centro”?El totalitarismo de mercado no se detiene ante ninguna puerta, y menos ante la  política. Pero, de nuevo, son los pobres y desadaptados (ahora terroristas y anarquistas, antes “marxistas”) los únicos que se coluden, roban y producen  violencia  por aquí.

Cuando lo hacen los miembros de la elite financiera, es otra cosa pues. Se hace con mucha honra y el adecuado apego a la legalidad vigente. El culpable nunca será el señor mercado.   Aportes reservados. Un eufemismo más, de tantos (daños colaterales, muertes por extralimitación indebida, libre competencia, crecimiento para todos). La nuestra es una política  limitada y comandada por el poder del dinero. Es la idea que tenía la derecha pinochetista para despolitizar la vida en común. Para que no existan alternativas, sino solo  alternancia.

Es decir, para que todo sea posible menos cambiar las bases que permiten esa oligarquización y concentración del poder en pocas manos. Es doloroso – en medio de tanta riqueza-, ver el trato que  da la sociedad chilena, el Estado,  a la tercera edad, a los pueblos originarios, a los profesores,  por ejemplo. En sus jubilaciones indignas, sus salarios, en su trato cotidiano.

Una sociedad justa y decente se podría medir entre otras cosas por el trato a los más desvalidos, a los niños y los viejos, los discapacitados, los profesores, los diferentes. El cinismo en esto no tiene límites. Para que hablar del sistema carcelario.

La única “respuesta” que sabe dar el así llamado “sistema” es concesionar y privatizar.Que todo lo que existe se privatice. Es decir, que se convierta en mercancía y en un negocio. Como sostiene JulieWark –australiana y activista pro-derechos humanos-, en su último libro : “El neoliberalismo es la doctrina económica (y política agregaríamos nosotros) según la cual la mejor manera de asegurar el bienestar “humano”  (es decir, el de unos pocos humanos), es convertirlo todo en mercancía”.

“Todo vale para obtener beneficios, incluso los seres humanos que se conciben como meros objetos de explotación (…) La acumulación neoliberal no se consigue a través de actividades productivas, tal como se entendían en el pasado, sino a través de la desposesión.”

Por eso lo que tenemos no es democracia real, no es autogobierno por nosotros mismos en función de un ideario de interés general y bien común.De allí las consecuencias  que  presenciamos día a día.   Y después nos quejamos del estado del ethos de la nación.

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06 oct 2014

¿Dejar atrás la celebración del No?

Han transcurrido 26 años desde la gesta del NO el 5 de octubre de 1988. Tenemos muchas razones para sentirnos orgullosos de ese destacado triunfo de quienes fuimos oposición al régimen militar de Pinochet. Ganamos en las urnas con un 54,71% de los votos. Quienes deseaban la continuidad de la dictadura, sólo obtuvieron un 43,01% de los sufragios.  No fue una campaña fácil: estuvo poblada de sacrificio y mucho esfuerzo por parte de la oposición.  La dictadura aportó censura, represión y puso muchos recursos financieros para convencer al país que entre el SI y el NO había que apoyar el SI.

En los años siguientes, y luego del triunfo presidencial con Patricio Aylwin, ya en La Moneda, el 5 de octubre –cada año- se convirtió en un ícono de conmemoraciones masivas y oficiales, con mucho ceremonial, sea en el Palacio presidencial, en el ex Congreso, hoteles y sedes partidarias.

La élite oficial celebraba con entusiasmo y vocación lo que fue la gesta histórica que abrió camino a la transición democrática.  Los actores se peleaban para los discursos de rigor. No estar presente en los actos conmemorativos del NO, cada 5 de octubre, era –prácticamente- estar fuera del escenario político.

Lentamente este acopio de entusiasmo ha ido decayendo y es bueno y es sano reconocerlo. En los últimos años se convirtió en una “lata” ceremonial, en un ritual desgastado, con discursos llenos de lugares comunes y promesas de unidad y compromiso democrático propios de una buena retórica.

Posteriormente, con la debacle de la derrota electoral en enero del 2010, y con el ingreso de la derecha a La Moneda, prácticamente, el riguroso y potente ceremonial del 5 de octubre de cada año, dejó de celebrarse con la pompa partidaria y gubernamental de antaño.

Apelamos al recuerdo de la Historia. No hubo ceremoniales relevantes. Se han señalado diversas excusas para ello. En realidad, lo mejor es que cada cual –gobierno, partidos, dirigentes, funcionarios, militantes y simpatizantes- hagan bien su trabajo en donde sea que estén. Y si hay espacio para que en algunos lugares, se realice alguna reunión para celebrar el NO, que esa reunión sea bienvenida.

Lo esencial es lo siguiente: las fechas históricas dejan de tener sentido ritual cuando éstas se han internalizado en la Memoria del país. Por muchos años, habrá siempre un recuerdo del NO y sobre todo de su fuerza unitaria.

Los que fuimos jóvenes activistas de la campaña en 1988, ya habremos transmitido a nuestros hijos la epopeya de la que fuimos protagonistas y testigos. Y ellos, a su vez, la mantendrán en su memoria y seguirán transmitiéndola. Esto es la herencia de la tradición oral y escrita, que tiene un sello determinante en los pueblos. No es que el NO pase al olvido. Por ningún motivo.

Lo que acontece es que quienes lo protagonizaron y después fueron parte del nuevo poder democrático, entendieron –seguramente a su modo- que había que enfrentar complejas decisiones políticas, legislativas, económicas y culturales que, inevitablemente, empañarían el legado del NO. ¿Se recuerdan de esa frase histórica: “Haremos justicia en la medida de lo posible”?…., en referencia a la lucha por los Derechos Humanos.

El desgaste del ritual político de la celebración del NO, no guarda relación con el valor intrínseco de la gesta histórica. Se relaciona, fundamentalmente, con el desgaste de los liderazgos políticos.El NO permanecerá para siempre como valor, a pesar de nuestros liderazgos y de nuestros partidos.

Conmemoramos entonces 26 años de esa hermosa gesta política. No olvidemos que ese 43% de chilenos que votaron por la continuidad de la dictadura siguen también existiendo y que, en definitiva, el camino de la reconciliación en aras de una sociedad más justa, sigue teniendo fuertes contradicciones. 

Nuestra conmemoración , en el primer año del gobierno de la Nueva Mayoría, herederos legítimos de la Concertación por el NO, representa fundamentalmente la consolidación de la Memoria Histórica, la que cada uno conserva. Es un marco de referencia fundamental para obligarnos a pensar –claramente- que cuando triunfamos con el NO,  el 5 de octubre de 1988, fue para iniciar un cambio democrático de verdad, para establecer relaciones de justicia, para instaurar la verdad en derechos humanos, para que Chile se convierta en una sociedad progresista, pero para todos y no para unos pocos.

Si no hay suficiente convicción respecto de estos valores superiores, tal vez, valga la pena no gastar tiempo en rituales artificiales y así, es mejor, que la celebración del NO haya sido un gesto sencillo, de cada cual, en el lugar en que se encuentre.

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05 oct 2014

Aquel inolvidable 5 de octubre

Viendo, por segunda vez, el film NO de Larraín en Televisión Nacional de Chile el sábado por la noche, pensé que los dirigentes de la Nueva Mayoría, que decidieron no celebrar los 26 años de la victoria en el plebiscito,podrían, tal vez,  simplemente, haber decidido proyectar el film en cincuenta lugares de Chile este domingo y haber abierto una conversación, en un país que como dice el biólogo Humberto Maturana, hace falta conversar sobre nuestro pasado, presente y, también, sobre nuestras vidas cotidianas.

Alguien podrá decir que el film no era un buen contexto para celebrar la victoria sobre Pinochet dado que éste solo muestra la creación de la franja televisiva del NO y no la lucha del pueblo chileno y sus padecimientos.

Es evidente que en la victoria electoral sobre la dictadura, lo que vence es la lucha que durante todos esos años se llevó a cabo desde los encadenamientos de los familiares de los desaparecidos, en aquellos días en que se descubre a los primeros 119 desaparecidos a mediados de los 70,  a las grandes protestas de los años 80 y hasta el fin del régimen, como los sacrificios de tantos que trabajaron en la clandestinidad, en las vocerías públicas, en el mundo de la cultura, en la exigencia de verdad y justicia, en la reorganización de las orgánicas sociales y en los que sacrificaron su vida por la democracia.

Sin embargo, detrás de esta obra lo que hay es una filosofía: un pueblo que ha sufrido 17 años de dictadura e inimaginables violaciones a los derechos humanos fue capaz en esa franja de  TV, la primera después de 17 años de censura, y en la batalla político electoral del plebiscito, de contagiar con el futuro, con un país que proponía la alegría, la música, el colorido de un arco iris, frente a una campaña terrorífica, carga de marchas y símbolos de guerra, llena de amenazas, mentiras y violencia que emblematizó la imagen de la candidatura de Pinochet.

Se perdió una buena ocasión de que en torno a una obra cultural pudiera haberse recordado el hito que cambió, ese 5 de octubre, la historia de Chile.

Alguien ha señalado, en los medios de comunicación, que el 5 de octubre no se celebra porque se trata de exaltar a la Nueva Mayoría y dejar atrás definitivamente a la Concertación. No lo creo.

Conozco a los dirigentes de la Nueva Mayoría y sé que todos ellos tiene claro que no hay historia sin memoria y que la Concertación por la Democracia como unidad de la centroizquierda, cuya división fue el elemento clave que permitió el golpe de estado, fue el gran sustento político de la victoria en el plebiscito y de una transición a la democracia exitosa, que le dio a este país cuatro gobiernos que reconstruyeron la República, la democracia, las libertades, la vigencia de los derechos humanos y aplicaron políticas económicas correctivas que permitieron desarrollo y equidad social.

Nueva Mayoría es la continuación, y también discontinuidad, de la Concertación por la Democracia, porque preserva como esencial la unidad de la centroizquierda, en un nuevo ciclo político, la amplía, le coloca desafíos de reformas más profundas acorde a las necesidades del país y, también, a la nueva subjetividad social que en Chile y en el mundo aboga por mayores transformaciones a los modelos neoliberales que dominan la economía global.

Es un hecho virtuoso que la propia Concertación, que cumplió su rol porque las alianzas responden a exigencias históricas y no al voluntarismo  y ninguna es para toda la vida, haya sido capaz de crear una alianza más amplia que como Nueva Mayoría, con el liderazgo de Michelle Bachelet, gana un nuevo gobierno y emprende reformas estructurales que harán de Chile un país más igualitario y más democrático.

El 5 de octubre no puede ser olvidado por los demócratas.La dictadura lo convoca  porque necesitaba legitimar su perpetuación en el poder hasta el año 97 y porque estaba segura, que con el control militar del país y algunos resultados económicos, ganaría el plebiscito. La oposición lee bien que había que aprovechar esta oportunidad para desplegarse en todo Chile, hablarle al país desde la TV de la cual había estado excluida por 16 años, y romper el cerco dictatorial. Ella se conectaba con la tradición democrática de un país que había sido una de las democracias más antiguas del continente. Se convence y convence al país que es posible ganar a la dictadura con un lápiz, marcando la opción NO.

Algunos, en la oposición, sostenían que era imposible que la dictadura llamara a un plebiscito para perderlo y retrasaron el llamado a inscribirse en los registros electorales. Finalmente el país mayoritariamente se inscribió e hizo frente a todas las amenazas, incluso a aquella del desconocimiento del triunfo que Pinochet, derrotado en todo el país, intentó hasta el último minuto.

El mundo estaba en Chile a través de veedores internacionales y de medios de los más diversos rincones del planeta. La derrota dePinochet era la causa de todos a nivel internacional y hasta la Embajada Norteamericana advierte sobre la gravedad del desconocimiento del triunfo en la oposición. Ello, la evidencia que la oposición tenía un conteo mesa por mesa que demostraba que ganaba y una sociedad expectante con el triunfo con capacidad de movilizarse, influye en algunos mandos de las FFAA que deciden no acompañar a Pinochet en una aventura que habría sido un verdadero genocidio.

El plebiscito chileno se constituía en un hecho único en la historia. Nunca una dictadura había sido derrotada a través de una elección. Era una fiesta de ciudadanía que cambiaba el rostro de Chile. Sin embargo, la dictadura había sido desplazada del gobierno, pero mantendría, en virtud de la Constitución del 80, por un largo período una parte del poder, el poder militar, la existencia de instituciones antidemocráticas que convivían con los poderes electos, una derecha política subsidiada electoralmente por el binominal que impedía que la victoria presidencial de Patricio Aylwin se proyectara en una mayoría parlamentaria.

Vivimos una transición larga y compleja. Enrique Correa ha dicho en estos días que se supo disociar la idea del cambio con la de la confrontación. Es verdad, ya que el temor no solo existía en la elite sino también en la sociedad. No se sale de una larga y cruel dictadura sin que ella deje huellas profundas en la psicología de la población.

Hay que mirar el contexto histórico en que se dio cada período de la transición. Pero en el país hay, también, pese al alto grado de valoración ciudadana que una encuesta de estos días  revela hacia los cuatro presidentes de la Concertación, que se podía hacer más, ir más rápido en derechos humanos, en el desmontaje de la institucionalidad dictatorial y en los cambios al modelo económico. Hay tareas pendientes que hoy aborda el gobierno de Michelle Bachelet.

Pero desde la jornada grandiosa del 5 de octubre de hace 26 años y de la victoria de las fuerzas democráticas se construyó otro Chile. Por ello, por las nuevas generaciones, para no olvidar de dónde venimos y donde vamos, el 5 de Octubre no se puede dejar de celebrar.

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