04 sep 2014

Salvajes relatos

Alguien decía por ahí no recuerdo quien… tal vez Rousseau? Lo voy a googlear.

¨Los temores, las sospechas, la frialdad, la reserva, el odio, la traición y la venganza se esconden habitualmente bajo ese velo uniforme y pérfido de la cortesía¨ … y este velo es el que viene a correr con vehemencia esta gran película.

Dejando de lado el relato introductorio a modo de divertido canapé o bien puntapié inicial [divertido por cierto] el resto del film ironiza crudamente sobre esa insoportable domesticación social a la que estamos sometidos cotidianamente y que nos permite seguir adelante ordenadamente como sociedad aún a costa de tolerar situaciones sobrecargadas de una maloliente injusticia.

Y lo que aquí se nos narra es lo que ocurre cuando dejamos oculta la materia gris y fluye hacia el exterior, como un arroyo de oleo rojo turbio, nuestro lado salvaje, cuando el hipotálamo toma el poder y nos manejamos a puro instinto, y ahí señores y señoras,ladies and gentlemen …comienza el festival: una fiesta esperpéntica un carnaval de risas y horror, de profunda y bestial superficialidad que nos dejará más que satisfechos, pues lo mágico de esta cinta tiene bases en nuestra absoluta y segura identificación con alguna de las historias que desfilan en la pantalla y en la fantasía lúdica, siempre latente, de salirse alguna vez del papel ¨correcto¨ de utilizar nuestro manoseado “estado de derecho” como papel toilette y actuar sin medir las consecuencias, irracional y salvajemente.

¿Cuáles son los comportamientos que consideramos violentos? ¿Qué es más humano, soportar pasivo y alienado cualquier tipo de injusticia aunque venga disfrazada de civismo o, reaccionar dejándose llevar por nuestro primitivo y atávico instinto de supervivencia?

Son algunos ejemplos de las muchas interrogantes que abren la puerta de una larga y regada conversa para jugar a filosofar con amigos, ya que una de las virtudes del director de esta película, el argentino Damian Szifron , es ver allí, hurgar en ese universal , cotidiano y perverso escenario teatral sudaca libremercadista donde todos sin excepción actuamos un rol, aunque no del todo conscientes, somos los actores necesarios en esta jungla.

La indignación del hombre común frente a un sistema burocrático e insensible, la corrupción generalizada, la mentira, la venganza y la codicia son los ejes principales de este film moral provocativo, necesario y perturbador, atravesado por un humor negrísimo, que puede alcanzar dosis muy altas de crueldad hasta extremas irrupciones de cine gore.

La pretensión más evidente de la película es fantasear con los monstruos que genera el vigente “sueño de la razón”. Una forma de libertad o liberación no apta para seres susceptibles.

Los personajes se mueven en medio de una selva que confirma el pesimismo de la sentencia…. Homo homini lupus…el hombre es el lobo del hombre. Animales acorralados, domesticados para vivir en sociedad pero que no podrán ocultar por mucho tiempo el impulso de un instinto latente que los conducirá hacia el despeñadero liberador de una violencia sin retorno.

Ninguna de las 6 historias del film desarrolla demasiado a ningún personaje más allá del estereotipo y siempre los expone en su condición más pura y miserable pero también desnuda su costado grotesco como corresponde a una buena comedia negra.

El dominio del humor negro de Demian Szifrón nos hace a ratos desternillar de risa para luego mirarnos unos a otros y pensar, ¿de qué mierda me estoy riendo? ¿Realmente alguien podría cometer la salvajada que estoy viendo? ¿Porqué carajos me rio?????????!!!!!!

Con risas o sin ellas, siempre queda de manifiesto una misantropía un desencanto profundo en la raza humana.

Espectáculo cinematográfico con diferentes números, uno atrás del otro, estas historias comparten la condición de cine catártico ya que busca desatar emociones básicas, exhibiéndonos el rostro grotesco y obsceno de la realidad.

Szifrón logra hacer que estas historias de estilo literario pulpfiction , le sea propio y único para contárnoslas. Devela el humor y el salvajismo que hay detrás de las fachadas de la vida cotidiana y da rienda suelta a las perversiones más profundas que todos tenemos adentro e intentamos camuflar bajo un supuesto “orden social” o, mejor dicho “alucinación colectiva”.

Formalmente sobresale la precisión del montaje y el gran trabajo de la cámara, el nivel de las actuaciones, una excelente banda sonora y la buena factura de los efectos especiales. Todo en esta película está unido y concertado para combinar de la mejor manera una visión artística de la mano de un cine industrial.

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04 sep 2014

¿La Yihad Islámica en Chile?

Un hecho delicado ha ocurrido en la nación y debería ser objeto de una rápida respuesta gubernamental pues se trata de injerencia en los asuntos de otro Estado y lesiones conexas por dicho acto.

En la primera página del reconocido periódico “La Tercera” aparece la información según la cual el Departamento de Estado de los Estados Unidos advierte a los turistas de la “gravedad” por bombazos que ocurren en Chile, incluso en zonas peatonales de alto tráfico.De inmediato, cumpliendo la orden dada, las cancillerías de Gran Bretaña y Bélgica han manifestado que en esta nación existe terrorismo, secundadas por Canadá y Australia.

El análisis tiene que ir en dos sentidos: uno, qué es lo que pretende ese régimen respecto a nuestro país al dar dicha información y, dos, si posee el fundamento ético y de conocimiento para aseverar ello.

En primer lugar, lo que se logra es afectar tanto a la economía como a la imagen en tanto se está hablando de un fenómeno que se encuentra en un lugar destacado debido a la connotación cruel que posee y los objetivos que pretende, especialmente ahora que el Estado Islámico, organización terrorista creada “coincidencialmente” por Estados Unidos y Gran Bretaña (incluso Hillary Clinton ratifica ello en su libro sobre política internacional), pretende extender su acción a una parte importante del mundo supuestamente.

Lo que se obtiene con dicha “revelación” sobre supuesta actividad terrorista es debilitar los esfuerzos de un gobierno legalmente constituido en tanto se pretende consolidar una visión infraestructural que permita avanzar en este campo.

Es preocupante que provoque una discusión interna que avala a los sectores vinculados a concepciones bélicas para que manifiesten que las leyes antiterroristas deben endurecerse.Todo ello constriñe la libertad nacional y la democracia.

Por otra parte, la mayoría de los chilenos ya sabe que el régimen estadounidense utiliza un doble discurso. Por ejemplo, hace dos semanas en Ferguson la policía asesinó un afroamericano de manera inmisericorde y ante las nuevas protestas a otro, ambos en condición de indefensión frente a armas automáticas, tal como lo demuestran los videos prohibidos en los Medios oficiales.

En Chile hay represión diferente donde finalmente se puede encarcelar y se libera,no se asesina después de cada manifestación ni se pone al ejército con tanquetas para controlar los actos. Tampoco se hace un prontuario criminal que impida desempeñarse laboralmente o de modo digno, propio de un sistema represivo autoritario.

Gran Bretaña tiene poco que decir en derechos humanos y bastante en terrorismo e invasión de pueblos, especialmente al ocupar Las Malvinas ilegalmente y de modo absolutamente prepotente, basado en las armas. ¡Qué decir del secuestro de Julián Assange en Londres, impedido de atenderse médicamente pese a su estado de salud al permanecer dos años encarcelado en la embajada del Ecuador!

Lo cierto es que el mito que se pretende entronizar sobre la amenaza mundial de los yihadistas hay que entenderlo como otra mentira más.

El peligro mayor para el mundo está en aquellas potencias que se apropian de los pueblos, que expolian sus riquezas, que invaden y eliminan a sus ciudadanos, todo escudado en la supuesta libertad. Hoy el terrorismo es inquietante, aunque sus autores intelectuales siguen sin ser desnudados.

Tal vez ya es hora que el gobierno chileno actúe con serenidad y fortaleza defendiendo al país e impidiendo que la injerencia externa debilite nuestra nación de modo tan procaz.

Nunca hay que olvidar que para los regímenes neocoloniales quien se atreve a levantar la vista o hablar con voz altiva es considerado un enemigo de cuidado.

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04 sep 2014

¿Qué pasará con Humanae Vitae?

Habiendo llegado a Roma hace poco, ya percibo inquietud por lo que será el Sínodo sobre la familia (octubre de 2014).Las preguntas del Papa dirigidas esta vez directamente a todos los católicos sobre temas de familia, afectividad, sexualidad y participación en la vida sacramental de la Iglesia, han despertado expectativas de cambio. Me detengo en uno de los asuntos más serios.

El Sínodo probablemente tendrá que pronunciarse sobre los métodos artificiales de control de natalidad. La encíclica Humanae vitae (1968) de Pablo VI solo admitió la legitimidad de los métodos naturales.Han pasado muchos años y la inmensa mayoría de los católicos no ha “recibido” esta enseñanza magisterial.

El sensus fidelium–la compresión de la fe de los fieles y de las consecuencias para sus vidas- parece desconocer lo que la Iglesia jerárquica le pide observar en materia de procreación. Si una enseñanza como esta no es aceptada a lo largo de los años conviene que las autoridades de la Iglesia, representantes de la fe de los católicos, se replanteen el tema.

¿Qué puede salir del Sínodo? ¿Es posible imaginar algunos modos de abreviar la distancia entre la enseñanza oficial y la práctica creyente de los fieles? Entreveo tres posibilidades.

La primera -insinuada en el documento preparatorio al Sínodo (Instrumentumlaboris)-, atribuye la responsabilidad de la no observancia de la doctrina a la ignorancia del pueblo de Dios. La solución consistiría en educar a los católicos, en explicarles de un mejor modo, de un modo más pedagógico, qué es lo que la encíclica pretende. En la atención pastoral de las personas, por otra parte, se podría insistir en recomendar a los sacerdotes mayor misericordia.

La segunda consiste en innovar en la doctrina en un punto: aceptar el uso de medios artificiales de control de la natalidad, lo cual no obsta a acoger de la encíclica su propuesta antropológica de gran alcance.

La Iglesia a lo largo de su historia ha hecho cambios y progresos en asuntos de doctrina moral: aceptó la esclavitud, que hoy rechaza; aceptó el préstamo a interés, que por largo tiempo condenó; consideró la condición homosexual como una perversión, hoy no; negó sepultura cristiana a los suicidas. Pío XII (1951) acogió el control de la natalidad una vez descubierto el período de fertilidad de la mujer.

La tercera estriba en dar más importancia a la libertad de conciencia.La enseñanza eclesial entrega a las personas el juicio sobre los mejores medios para ejercer responsablemente su sexualidad atendidas las circunstancias y los compromisos concretos con sus prójimos.

Este aspecto central de la moral católica tradicional, lamentablemente no ha sido suficientemente explicado a los cristianos de parte de sus pastores y sacerdotes.Un replanteo del tema bien podría ampliar y perfeccionar los criterios de interpretación de la doctrina oficial de modo que las personas encuentren en ella una verdadera orientación para sus vidas.

Dudo que el Sínodo declare inmoral al pueblo de Dios por usar métodos artificiales de contracepción. Sería un despropósito pastoral de marca mayor descartar la eventual rectitud de juicios prácticos de conciencia.

Muchos sacerdotes y laicos esperamos que el Sínodo ofrezca al Papa ideas nuevas que permitan superar el cisma blanco de los muchos católicos que se han descolgado de la enseñanza moral sexual oficial y frenar el cisma rojo de quienes dejaron la Iglesia para siempre.

Esperamos, en cambio, que vuelva a practicarse la creatividad doctrinal-pastoral que tuvo el Concilio Vaticano II.

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03 sep 2014

Chile 2014, la falacia del pánico

Pienso que los ex presidentes Lagos y Frei podrían referirse a este tema, que tanto está influyendo en el desarrollo de nuestra economía.

El Banco Central, por su parte, sólo diagnosticará la situación, sin entrar, dada la obligada orfandad de su análisis, a las causas políticas que la provocan.

Todos somos testigos del siguiente mensaje, explicitado o encubierto:“Es Bachelet la causante de la desaceleración”. El mensaje se repite y se expande. Por diarios, TV y radio.¿Qué está detrás?

Se han propuesto reformas civilizatorias, propias del desarrollo actual del capitalismo. Se propone “una sociedad inclusiva”, no una sociedad socialista. Se propone un sistema tributario parecido al de otros países manejados por la burguesía.

Una educación no tan desigual. Una previsión (la actual de aquí es única en el mundo) donde no se nos obligue a entregar nuestros ahorros a los mercaderes, que hacen lo que quieren y entregan miserias para los viejos. Una atención de salud para la mayoría, que hoy casi no la tiene.

No, pero ellos no quieren que se cambie esta Sudáfrica algo así como por Portugal o Grecia o Irlanda. O Polonia o Escocia o Chipre. Quieren mantener una distribución del ingreso como la de Hong Kong, Panamá, Brasil, Haití, Papúa Nueva Guinea.

Perdieron las elecciones, y lejos, pero no les importa. ¿Qué se han imaginado? dicen.Se arriesgan a perder más lejos en las próximas, pero ya verán qué hacer para anular el mandato democrático, esa cosa que en verdad nunca les ha gustado.De sus filas surgieron las ideas de que en democracia ellos estaban perdidos, la vieja teoría de Guzmán.

Ante las propuestas y la buena voluntad del gobierno actual han respondido con la falacia del pánico: si siguen así, construyen, nos hundiremos en los infiernos de la recesión. Y, en la medida de lo posible, crean la recesión. “Ya vamos en el 2% y podemos llegar al cero…y menos de cero, ¿por qué no?”Buscan, con su actitud, sumar razones a las de la baja en los precios de los commodities y las menores demandas chinas.

Todos los países latinoamericanos (Brasil, México, Uruguay, Perú, Paraguay y otros) han bajado sus perspectivas de desarrollo en 2014.

Esta es una perla entre miles. El Mercurio de 29 de agosto dice en titulares:

“Ex Presidente del Banco Central prevé que el país crecerá 2% este año y no descarta cifra aún meno, desaceleración hace caer 20% las ventas de los restaurantes durante primeros meses de invierno; sector prevé año en rojo por desaceleración”; “Mineros advierten que más de la mitad de su cartera de inversiones está detenida”, y “Nuevo Presidente de CChC anticipa que sector tendría nulo crecimiento”.

¨Prevé”, “advierten”, “no descarta”, “anticipa”, “tendría nulo”. Todo en potencial.Campaña de falacias que construye realidades económicas en el aire, sepultando expectativas, y con eso bajando el crecimiento.

Todo ello es fruto normal de la resistencia y el conflicto que desatan las fuerzas reaccionarias cuando resienten los cambios.

¿Cuánto bajó la producción en Haití cuando se eliminó la esclavitud?

¿Cuánta la de EEUU en el gobierno de Lincoln?

¿Cómo se vino abajo la economía con la Revolución Francesa?

¿Se bajó la producción de trigo en Chile cuando se declaró la independencia?

¿Qué pasó en los latifundios de Santiago bajo el gobierno liberal de Santa María, en 1885, en días en que las beatas rezaban… “Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores…” sin pronunciar, por nada, las palabras primeras “Santa María…”?

¿Qué no se dijo en Chile contra la Reforma Agraria de Eduardo Frei M., atacada por los poderosos de siempre como se ha atacado ahora la Reforma Educacional?

¿Los ejércitos libertadores de San Martín y Bolívar no produjeron a su paso graves problemas a la economía tradicional de América del Sur?

Y etc., etc.

Todos los grandes cambios producen, en sus inicios, conflictos como respuestas, y luego los pueblos gozan de sus beneficios. Los costos de esos conflictos pesan menos que los beneficios de los grandes cambios. Se mantiene el fin de la esclavitud, el fin de las monarquías absolutas en Europa, la independencia de Chile, la separación de la Iglesia y el Estado en Chile, el fin de los latifundios medievales improductivos.

Aquí, en este país donde la derecha económica controla y abusa, en todos los campos y poderes de facto ¿se podía esperar que nada sucedería si se llevaba adelante una reforma tributaria, una reforma educacional, una reforma constitucional y etc., aprobadas por la ciudadanía?

La reacción (nacional e imperial) hizo aún más contra Allende, en 1972, y creó una crisis de la que el país no salió hasta nuestros días.

Las reformas de Michelle Bachelet no son las de Allende pero la derecha económica y comunicacional se ha enfrentado a ellas como si lo fueran.

Ahora, como entonces, nazis y neonazis escriben en periódicos internacionales contra “el colectivismo” del gobierno chileno, a pesar de la buena recepción que la Presidenta tuvo en la Casa Blanca y el FMI. ¡Cómo será de fuerte el instinto reaccionario que El Mercurio trata a la Presidenta de manera opuesta a como la trata EEUU, que históricamente ha sido su patrón!

Es verdad que los Estados cada vez pesan menos en un mundo globalizado y que cada vez dependemos más de las comunicaciones, las empresas y los comercios de los grandes consorcios que manejan el mundo y de los que manejan Chile, pero ¡aún tenemos gobierno, ciudadanos! Que se note.

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03 sep 2014

Colombia, la palabra de las víctimas

A mediados de agosto de 2014 una noticia sorprendió a quienes observan el proceso de paz en Colombia.Una delegación de 12 víctimas, cinco a causa de las FARC, tres por los paramilitares, tres por agentes del Estado y una persona víctima de asociaciones no identificadas, conformaron la primera delegación de un grupo de 60 víctimas escogidas para entrevistarse con los negociadores del gobierno y de las FARC en La Habana.

Entre los presentes había siete mujeres y cinco hombres. Víctimas anónimas y casos emblemáticos. Ricos y pobres. Víctimas de secuestro y de desaparición forzada, de masacres y tortura, de violencia sexual y desplazamientos.

Esta primera delegación fue a La Habana para relatar sus experiencias y dar a conocer su pensamiento en relación al proceso de paz y sus expectativas en materia de verdad y justicia. Tanto las víctimas como los negociadores reconocieron que el encuentro había sido impactante y transformador.

Se trata de una completa novedad en el proceso de paz. Ha habido negociaciones y diálogos anteriores, en la época de Belisario Betancourt o de Álvaro Uribe, pero nunca se había considerado la palabra de las víctimas de todos los sectores.

Esto da muestras de una mayor toma de conciencia de parte del gobierno y de las FARC sobre un aspecto central del conflicto y sobre el cual insiste con fuerza el Informe “Basta Ya” del Centro Nacional de Memoria Histórica de Colombia: los 50 años de violencia y lucha armada han degradado profundamente a las partes del conflicto, hasta el punto de hacer perder completamente de vista los propósitos y motivaciones iniciales de lado y lado, para hundirse ambos bandos en confusas asociaciones criminales con el narcotráfico y grupos paramilitares cuyo principal fin es el control de enormes territorios.

En un país donde la violencia está naturalizada después de 50 años de conflicto armado, el proceso de paz enfrenta grandes dificultades. La demanda de justicia punitiva es una de ellas, puesto que grupos armados que controlan vastas zonas del país y donde la presencia estatal es prácticamente nula, difícilmente aceptarían dejar las armas para ir a la cárcel.

Por ello el discurso que la delegación de víctimas desplegó en La Habana puede resultar decisivo para el éxito de las negociaciones. Ellas han planteado la necesidad de una justicia restauradora de la convivencia pacífica, de reparaciones reales y del cultivo de una memoria colectiva que reconozca el dolor infligido y la dignidad de las víctimas.

La paz supone construir un Estado con justicia social, con acceso a la tierra para las comunidades desplazadas, con reparación a las comunidades y atención a las víctimas y con reinserción política de los ex combatientes.

Los casos de El Salvador y Guatemala en América Latina lograron la reinserción política pero fracasaron en las tareas de la justicia y en la integración social, derivando en la proliferación de pandillas armadas y del crimen urbano.

Escuchar la palabra de las víctimas y ponerla en el centro de las decisiones políticas y de acceso a la justicia, es el camino que puede seguir Colombia para darle una nueva oportunidad al porvenir.

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03 sep 2014

Acuerdos (y algunas discusiones pendientes) para la descentralización del país

Con gran entusiasmo, al menos para quienes abogan por la descentralización de Chile, se ha recibido la síntesis del estado de avance de la Comisión Asesora Presidencial para la Descentralización y Desarrollo Regional, al 19 de agosto.(1)

Como es sabido, esta Comisión está elaborando una propuesta, con hoja de ruta incluida, para descentralizar el país. Para ella, reúne a un connotado grupo de especialistas, líderes, académicos y políticos en la temática.

Uno de los primeros consensos logrados es la separación de las funciones de gobierno interior y ejecutivo del Gobierno Regional (GORE), que hasta hoy recae en el Intendente.

Las primeras serían asignadas a un Delegado del Gobierno Nacional a nivel provincial, escogido por el ejecutivo, mientras que las segundas serían entregadas a una autoridad (llámese Intendente o Presidente Regional), electo de manera democrática por la ciudadanía.

De concretarse se cumpliría con un gran anhelo: el responsable del desarrollo de la región sería electo por la misma región, sin dependencia de Santiago, mientras que el responsable del orden público y la supervigilancia de que la administración se realice acorde a las normas nacionales, sería designado por la Presidencia de la República. Un gran paso en favor de la descentralización política del país, que se complementa con la pasada elección directa de los Consejeros Regionales.

La generación de una Ley de Rentas Regionales es otro consenso de relevancia. Muchas veces escuchamos cómo las municipalidades y GORES se quejan, con justa razón, de sus disminuidas arcas. Desde luego las necesidades son siempre superiores a los recursos disponibles, pero no estamos precisamente en un país que carezca de éstos.

De acuerdo a las últimas ejecuciones presupuestarias, el gasto descentralizado (la proporción del gasto público nacional que es decidido por municipalidades y GORES), ronda el 15%.

Es decir, la gran mayoría del presupuesto nacional se decide desde Santiago.Esto ubica a Chile como el país fiscalmente más centralizado de Sudamérica, región por naturaleza centralista. Comparándonos con la OCDE, sólo nos supera Grecia, Portugal y Luxemburgo.Las superficies de estos son similares a las regiones de Magallanes, Aysén y a la provincia de Valparaíso, respectivamente. Ello nos puede dar una idea de por qué la descentralización fiscal no debe ser un tema prioritario en sus agendas.

De este 15%, la gran mayoría de los recursos provienen del mundo municipal, que sí cuenta con una normativa de rentas locales (aunque requiere de una revisión urgente).

En cambio, los gobiernos regionales dependen casi exclusivamente de transferencias del gobierno central (especialmente a través del Fondo Nacional de Desarrollo Regional, FNDR), cuyos montos son decididos año a año en el Barrio Cívico de la capital.

El objetivo acordado por la Comisión es elevar el gasto descentralizado hasta el 35% de acá a 2020. En este contexto, qué duda cabe de la necesidad de avanzar en ello. Si bien es un titular en extremo llamativo, será interesante seguir la discusión del área chica, que es donde se definirá el partido.

Por lo visto, parte del aumento de recursos regionales será por un aumento del FNDR, mientras que otra parte importante sería por un aumento en la recaudación tributaria que impactaría a la industria extractiva y de alto impacto medioambiental. La disyuntiva acá es ¿queremos optar por una redistribución de los tributos ya existentes o se pretende generan impuestos nuevos?

Sin duda estamos hablando de una nueva reforma tributaria, pero de escoger el segundo camino su viabilidad se avizora, al menos, pedregosa. Pareciera no ser el momento (en pleno y álgido debate de la reforma tributaria ya en discusión) ni el modo,en aras de la gradualidad del proceso de descentralización y de la responsabilidad fiscal del país, se sugeriría primero testear el rendimiento de la redistribución territorial de tributos, lo que generaría de por sí grandes ingresos regionales, antes de avanzar en reformas más osadas.

A ello se agrega el tema de fondo: el modelo de ‘desarrollo país’ que queremos, lo que como hemos visto en torno a la reforma tributaria, es objeto de largo debate y escuálidos acuerdos que seguramente irán en desmedro de la celeridad de una reforma en beneficio fiscal de las regiones.

Independiente qué camino se siga se debe sumar un tema que la Comisión discute aún sin consenso, el fondo de convergencia regional. Éste resulta indispensable si las regiones recibirán ingresos de acuerdo a sus capacidades productivas que, como sabemos, difieren enormemente.

De no existir un fondo de convergencia eficaz, al cabo de poco tiempo tendríamos en Chile regiones con ingresos comparables con las naciones más ricas del orbe, mientras que otras similares a países en extremo empobrecidos.

Existen otros varios temas de gran relevancia que en este resumen de avance no son tocados, entre ellos la urgente revisión de la división político administrativa; la relación vinculante multinivel (local-regional-nacional); el impulso a la planificación territorial, de la que sólo nos acordamos después de catástrofes lamentables y, entre otros, los incentivos a la descentralización fiscal al interior de comunas y regiones, para que no se siga replicando el centralismo del país a nivel subnacional.

Es de esperar que estos y otros asuntos de relevancia sean acordados en el documento final, que se publicaría en octubre. Es de esperar que éste, a diferencia de algunos proyectos de ley y propuestas formales del pasado, no quede sólo en el papel.

(1)http://descentralizacion.cl/?wpfb_dl=47.

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02 sep 2014

Lucro, ganancias y codicia

El lenguaje es dinámico, va cambiando con el tiempo, el momento, la latitud y otra serie de aspectos. Palabras que hace pocos decenios tenían un significado van adquiriendo otras connotaciones y también su contenido dependerá de la entonación con que se dicen e incluso la expresión facial.

Un ejemplo ilustrativo en Chile es la palabra “huevón”, que en el pasado era un término eminentemente grosero y ofensivo, pero que en la actualidad pasó a ser de uso corriente. Este fenómeno se observa con otros vocablos del lenguaje común, como la palabra “lucro” un término muy utilizado.

Sin embargo, aparte de su connotación negativa, lucro se usa con contenidos muy imprecisos, pero todos ellos asociados a la malignidad.Por ejemplo, el diccionario de la RAE señala que lucro es “la ganancia o provecho que se saca de algo”, lo cual es bastante inocente desde el punto de vista ético. La clave puede estar en sacar provecho, beneficiarse de algo o alguien.

Aquí surge el fenómeno del abuso, característico de la sociedad chilena actual y que se ha manifestado en distintos ámbitos: la educación, la salud, la vivienda, los servicios financieros, las farmacias y, muy especialmente, el comercio o “el retail”, en términos modernos.

Las expresiones concretas son variadas, encabezadas por La Polar, el acuerdo entre las grandes cadenas de farmacias y los laboratorios; los créditos CORFO y con aval del Estado (el CAE), las AFP, en fin, el ciudadano abusado por aprovechadores poderosos. Cuando las situaciones se repiten y extreman surgen las legítimas resistencias y también las simplificaciones en el análisis.

Estas acciones han ido generando un difundido sentimiento de rechazo al abuso, que se expresa en el repudio a quienes “lucran” en la sociedad. Uno de los sectores en que se ha concentrado la reprobación es en la educación, cuestionándose la “mercantilización” de la sociedad, causada por el neoliberalismo como su fuente ideológica y expresándose en el repudio a considerarla como un “bien de consumo”, tal como lo calificó el ex Presidente Piñera y no como un derecho social. Ello, además, agudizó los conflictos.

Así, el rechazo al lucro se extendió a todos los niveles del sistema educacional y pasó al centro de la discusión, con ocasión del proyecto de ley enviado tempranamente por el Gobierno de la Presidenta Bachelet, que “regula la admisión de los y las estudiantes, elimina el financiamiento compartido y prohíbe el lucro en establecimientos educacionales que reciben aportes del Estado”.

Entre los fundamentos del proyecto de ley se señala que “las movilizaciones sociales de los últimos años pusieron de manifiesto el problema del crecimiento descontrolado de los establecimientos con fines de lucro, impulsaron la necesidad de concebir la educación como un derecho social y no como un bien de consumo y cuestionaron que el extraer utilidades sea un incentivo de los sostenedores privados que quieren proveer educación, más aún en un contexto de recursos siempre escasos para el proceso educativo”.

El aspecto más cuestionable de esta afirmación es que se fundamenta en las “movilizaciones sociales” y no en las opiniones y estudios realizados por especialistas educacionales, en conclusiones del ministerio de Educación, de las Facultades de Pedagogía, en recomendaciones de misiones de la ONU o comisiones parlamentarias, sino la ahora sacrosanta “la calle”.

Cuando se considera que las manifestaciones estudiantiles (“la calle”) representan la voz de la ciudadanía, se pueden cometer serios errores políticos.

Es enteramente cierto que las marchas tuvieron el mérito de volcar la atención sobre una serie de temas, problemas y carencias que existen en la sociedad chilena; sumaron distintas expresiones de la desigualdad y los abusos existentes, pero también es claro que responden a diferentes intereses que se agrupan y dispersan con igual facilidad, dependiendo de la profundidad y permanencia de cada conflicto.

Los problemas del crédito universitario son muy diferentes a los del costo de la energía en Magallanes, las cuotas de pesca de Aysén, el multirut o los matrimonios homosexuales.

Es evidente que el mérito del movimiento estudiantil fue poner en relevancia serios problemas que ha arrastrado el país y reiterarlos desde 2001, hasta el extremo de cambiar la agenda política de Chile.

Sin embargo, eso no significa que represente a la ciudadanía, la cual se expresa fundamentalmente en los procesos eleccionarios, bajo el principio que cada persona tiene los mismos derechos, cada voto tiene el mismo poder, el cual es delegado tanto en la Presidencia de la República como en el Parlamento, por muchas imperfecciones que tenga el sistema binominal pero, en definitiva, ese es el fundamento de la democracia, no quien grita más fuerte, es la defensa popular fuente a los poderosos.

Volviendo a nuestro tema, hemos visto cómo la evolución del lenguaje hace que la palabra “lucro” deba asimilarse más bien a la voz “codicia”, que significa “afán excesivo de riqueza”, y que representa una motivación claramente presente en algunos segmentos de la sociedad chilena y en los incentivos que promueve el neoliberalismo para guiar la conducta humana.

En ese sentido debe diferenciarse del término y significado de “ganancia”, que es la retribución legítima de un factor productivo que interviene en los procesos de elaboración, tanto de un bien físico como de un servicio, sea la educación, como la salud o la actividad artística.

Tal como lo señaló el Cardenal de Ghana Peter Turkson, Presidente de la Comisión Pontificia Justicia y Paz, “las utilidades son un buen sirviente, pero un mal señor”.

En resumen, toda actividad debe ser realizada en forma eficiente, sea ésta un negocio tradicional u otro con fines altruistas, religiosos o laicos; o que persigan objetivos sociales. Eso se observa en numerosas acciones en que interviene el Estado con diferentes fundamentos, principalmente mediante subsidios: construcción de viviendas sociales; concesiones de obras públicas, cárceles y aeropuertos; actividades artísticas; hospitales y universidades.

Lo anterior no obsta para que el Estado cumpla también con eficiencia su labor reguladora, especialmente importante en el sector educacional, donde se presentan con mayor intensidad las carencias en tareas, donde además, dada su naturaleza, ocurren abusos, imperfecciones, desigualdades y asimetrías de información, las que se constituyen en terreno fértil para la codicia o el lucro en su nuevo significado criollo. De ahí, surge la necesidad y obligación de imponer normas y controles.

Leer versión extendida en: http://www.asuntospublicos.cl/wp-content/uploads/2014/09/1157.pdf

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02 sep 2014

La urgente necesidad de avanzar en Reformas Laborales

Durante las últimas semanas hemos podido apreciar como comienzan a mover sus fichas los sectores que se oponen a las reformas laborales que comprometió el Gobierno en su programa y en torno a las cuáles se ha comprometido la ministra del Trabajo, Javiera Blanco.

El motivo es evidente, se acerca octubre, mes comprometido por el Ministerio ante la Central Unitaria de Trabajadores, para enviar el proyecto con el conjunto de reformas que permitan fortalecer la sindicalización y mejorar la capacidad negociadora de los trabajadores organizados.

La desaceleración, vinculada a la baja en la demanda de materias primas y con efectos sobre toda América Latina, se transforma en la última de las excusas para quienes resisten los cambios al Libro IV del Código del Trabajo. Esto no debiese ser novedad.

Ya en 2009, una ofensiva similar bloqueó reformas similares a las que se impulsan en la actualidad. Sin embargo, es evidente que el escenario político y social dista mucho de parecerse al de 2009.

Los movimientos sociales y el descontento de una población ante la ausencia de transformaciones importantes en ámbitos de política pública tan relevantes como educación, salud, trabajo, impuestos llevaron de una u otra forma a la conformación de la Nueva Mayoría y a ésta a La Moneda.

La promesa de democratización política que siempre sustentó nuestra coalición fue acompañada de una exigencia cada vez mayor de democratización social y de restricción a las concesiones que la ciudadanía entendía y entiende como excesivas hacia el sector privado.La promesa de redistribuir la riqueza únicamente mediante transferencias públicas se ha ido agotando, tal y como se agotó la promesa del chorreo.

Si no vamos a ampliar las condiciones de redistribución allí donde la riqueza se produce, la tensión social alcanzará niveles cada vez mayores.

En este sentido, la reforma a la negociación colectiva es necesaria, a la vez que urgente.Ampliar el poder de negociación de los sindicatos al amparo del Código es inevitable, salvo que deseemos que sea fuera del Código mismo que los sindicatos encuentren las herramientas que hoy la norma les niega.

Tenemos el absurdo de contar con una huelga que no es tal, gracias al reemplazo de trabajadores.

Tenemos la paradoja de contar con sindicatos que no pueden negociar, salvo que el empleador lo desee, como son los sindicatos interempresas.

No deja de ser sorprendente que sindicatos con altos niveles de validación social y política como el Sindicato de Futbolistas Profesionales (Sifup) o el Sindicato de Actores y Actrices (Sidarte), entre muchos otros, deban “pedir permiso” a su empleador para negociar.

O que las empresas puedan forzar la constitución de Grupos de Trabajadores para evitar que sus operarios negocien mediante un sindicato. O que incluso haya empresas cuyos trabajadores no tienen derecho a huelga, porque se les niega por un simple decreto del gobierno de turno.

Y por sobre todo, no podemos seguir con un contrato colectivo que comienza a morir en el momento mismo de su firma. Así es, tal y como se lee. Una vez terminada la negociación, ningún otro trabajador que se afilia al Sindicato puede incorporarse a los beneficios, debiendo esperar el próximo proceso en dos, tres y hasta cuatro años más.

Esto, además, con el problema adicional que el empleador puede “extenderle” unilateralmente los beneficios del contrato, debiendo el trabajador pagar al Sindicato una cuota inferior a la que pagan los socios.Es decir, no sindicalizarse es menos riesgoso y hasta más barato.

Este cierre del contrato al momento de la firma, transforma al Sindicato en una institución que cobra vida sólo en la negociación, perdiendo inmediatamente control sobre el producto de la misma.

Implica, a su vez que los beneficios adquiridos no son base para la contratación de nadie en la empresa, pudiendo entrar trabajadores en condiciones radicalmente peores, los que deberán esperar hasta la negociación siguiente para tratar de igualarse a sus compañeros; aspiración que no pocas veces se frustra dando lugar a contratos colectivos segregados, con estamentos distintos de beneficios para trabajadores que realizan la misma labor.

Es fundamental entonces, que el sindicato pase a ser, como se ha señalado, “titular” de su contrato colectivo y que quienes se incorporan al primero, se integren al segundo de forma automática.

Las reformas laborales no pueden esperar. La Central Unitaria de Trabajadores se está movilizando esta semana para exigir que el Gobierno cumpla su palabra y envíe las reformas que ha comprometido en los plazos acordados.

Las iniciativas deben seguir el estándar planteado en el programa y lo señalado por la Ministra: fin al reemplazo en huelga, titularidad sindical y adecuación de la negociación colectiva a los estándares de la Organización Internacional del Trabajo.

Los que crean que este proceso podrá detenerse como en 2009 sin pagar las consecuecias de aquello están, en mi humilde opinión, profundamente equivocados.

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02 sep 2014

Antonio, el niño grande

Conocí a Antonio Skármeta el año 88, el año del plebiscito. Un grupo de periodistas estábamos creando la revista Caras y queríamos orientarla principalmente a terminar con el apagón cultural, que bastante daño nos había hecho.

Todavía eran tiempos difíciles, había que despachar el primer número en abril de ese año, cuando más de medio Chile aseguraba sobre sus cadáveres que ganaba el Sí.Entonces resolvimos maquillar nuestro apronte al tema y titular la sección “El show cultural”.Nuestros primeros columnistas fueron Antonio Skármeta, Marco Antonio de la Parra, Delfina Guzmán, Elizabeth Subercaseaux, M. Elena Wood.

La primera página era de Skármeta, grande como él, con foto y todo. Me había llamado profundamente la atención el filme “Ardiente Paciencia”, estrenado en el cine Oriente unos años antes. La cinta precedió a la novela y la relación entre Neruda y su cartero fue marcadora hasta el día de hoy. “Il postino”, la película. “Il postino”, la ópera.Un cuento que parece no agotarse.

De allí que en la redacción esperáramos un profundo ensayo sobre el drama de Chile, pero su columna se llamó Elvis y su comentario, lo que el rey del rock significó a toda una generación de jóvenes y no tan jóvenes en el mundo entero.

Ése es Antonio. Uno de los hombres más cultos, más simpáticos y llenos de vida que he conocido. Diez años después me invitaría a ser la madrina en una comedia que inventó para lanzar “La boda del poeta” (Premio Médicis), en la cúpula del Parque O´Higgins.

Súper desubicada, fui de largo y terciopelo azul. El padrino era el Coco Legrand, de jeans y polera. En otra ocasión me invitó a uno de sus famosos cumpleaños. El plato de fondo, la Canción Nacional tocada en versión cumbia por una banda joven que nos hizo bailar a todos en medio segundo, trencito incluido.

Cuando cumplió 70, invitó a sus amigos al Nescafé de las Artes y les tuvo de entrada, plato de fondo y postre, a Florcita Motuda, Nicole, Myriam Hernández y Cecilia Echenique, entre otros. Además, ni se amilanó, cantó con ellos como un DJ cualquiera.Es su lado frívolo, el que levanta críticas y despierta envidias.

Antonio es grave y es joven. Es culto, demasiado, y es llano. Habla con cada uno a su nivel. Y escribe con belleza estética. Pero su mayor gracia no reside ahí sino que en su profundo conocimiento de la condición humana.

Él construye una relación entre dos personas totalmente distintas entre si, de una manera tal que logra convertirla en tema universal. Él es capaz de hacer lo mismo con la gente que lo rodea, con sus amigos y con su gran amor, Norita.

El Premio Nacional ha distinguido a un escritor chileno que se mueve por todo el mundo pero que escribe como si estuviera siempre anclado en su país. Porque le escribe a su gente, a quienes conoce como la palma de su mano.

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02 sep 2014

¡Winnipeg 10%!

En el mundo de las cifras que todo lo mide podemos observar que entre México y Chile la relación entre número de habitantes es 118.000.000 millones para México y 17.000.000 millones aproximadamente para Chile.

Es interesante vernos como el 10% aproximado de un país como México, porque en escala menor respondemos a los temas de desarrollo humano y cultural de manera parecida, los cuales motivan esta columna de opinión.

Al recordar que el día 3 de septiembre de 1939 desembarcaron en Valparaíso, cerca de 2.000 españoles republicanos, sus hijos e hijas sobrevivientes de la guerra civil española, entendemos mejor una de las tantas líneas de acción que nos unen con los mexicanos.

En el gobierno de Lázaro Cárdenas recibieron a unos 22.000 refugiados españoles y en Chile el gobierno de Pedro Aguirre Cerda, siendo Cónsul Pablo Neruda recibió al Barco Winnipeg. Otros países también se hicieron cargo de inmigrantes españoles, pero no comprometidos como Estado.

El intercambio cultural constante, los sentimientos de mutuo cariño que nos llevan a buscar nuevos caminos que fortalezcan nuestras relaciones bilaterales, nos unen.Sin embargo las diferencias y la desigualdad, la brecha en la distribución del ingreso también nos identifican para buscar las respuestas adecuadas a estas debilidades.

El museo de la Ciudad de México albergó una muestra de la historia del exilio español, así como Chile en el Centro cultural Padre Carmelo hizo lo mismo. Recordar y conmemorar hitos dolorosos de la guerra española, sabiendo que la memoria y la transmisión a las nuevas generaciones, permiten sanar las heridas y que nazcan cosas nuevas.

El exilio español en Chile y México entregó y creó sabiduría, conocimiento, arte y cultura.

Más allá de la inmensidad y pequeñez de las cifras que nos hacen diferentes, por la cantidad de habitantes de cada país, la solidaridad y la cooperación nos hace igualmente humanos.

Agradecemos la llegada de esos españoles que en un mes como septiembre del año 39 iniciaron una travesía de resilientes que dejaron un legado de personas de bien que trabajan día a día por México y Chile.

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