07 sep 2014

La derecha y la gratuidad en la educación

¿Por qué a la derecha chilena le interesa tanto que la educación superior sea pagada por los sectores más ricos de la sociedad? ¿Por qué se opone con tanta fuerza a la gratuidad universal? ¿Que esconden todos estos llamados a que no se lleve a cabo este aspecto de la Reforma Educacional firmados por todo tipo de representantes opositores a estos cambios?

¿Por qué toda esta campaña mediática en la que participan con gran entusiasmo colaboradores supuestamente izquierdistas (Brunner, Tironi, etc.), pero que hace ya mucho tiempo han dejado de serlo?

Dentro de la confusión con que se llevan a cabo hoy día todas las discusiones sobre este tema, que la derecha abogue con tanta convicción porque paguen los más ricos es algo que despierta inmediatamente las sospechas. Que aquí hay un gato encerrado del porte de un león, no puede caber la menor duda.

A mi juicio hay varias cosas que explican esta maniobra. La principal de ellas es que oponiéndose al principio de la gratuidad universal con argumentos que por su aparente justicia fácilmente pueden engañar a los incautos, se desplaza el problema educacional desde el ámbito de los principios, al terreno del pragmatismo.

Arguyendo que es una “injusticia” que los ricos no paguen, lo que en verdad se está haciendo es destruir el fundamento mismo de las demandas ciudadanas, en el sentido de que se reconozca que la educación es un derecho y no un bien de consumo.

Cuando se afirma que los ricos deben pagar, se está llevando el problema de la educación al terreno económico, del financiamiento, y se suprime de una plumada la cuestión de fondo por la que han luchado los estudiantes con profunda conciencia ciudadana.

A la derecha le interesa que todo el problema educacional se plantee en términos de financiamiento, porque es de esa manera que se legitima la iniciativa privada en este campo. Si se instala en la sociedad la idea de que los que tienen dinero deben pagar, se legitima de hecho la actual situación de la educación en Chile y todo vuelve a fojas cero, los ricos pagan sus colegios y universidades privadas, y los pobres se quedan en lo público.

Para que no se hagan más olitas con el tema, se mejora el financiamiento de los organismos educacionales públicos, se hacen algunas reformas como las que se estuvieron haciendo en los últimos gobiernos y se vuelve a la paz social sin que tengamos que cambiar nada verdaderamente.El proyecto de que paguen los ricos es entonces una excelente manera de hacer valer posiciones conservadoras y gatopardistas y de modificar algunas cosas sin cambiar el modelo.

La estrategia es hábil y no deja de ganar adeptos en la Nueva Mayoría, siempre bizqueando hacia la derecha. Los sectores más conservadores empiezan a medir lo que se ahorraría con esta política y una vez más volvernos al gran obstáculo que han puesto siempre hasta ahora los políticos nacionales para realizar verdaderos cambios: olvidémonos de los principios en aras del pragmatismo y volvamos a los “acuerdos”, que han sido tan beneficiosos para nuestro país.

Lo malo de esto es que este tipo de medidas, a la larga solo traen confusión y soluciones bastardas que terminan siendo remedios peores que la enfermedad. La historia de la educación en Chile está llena de ejemplos de este tipo. Por eso, la importancia de los principios, cuyo respeto consecuente es lo único que puede originar sistemas coherentes que aseguren la paz social por períodos largos.

Lo que busca la educación gratuita es reafirmar la condición de ciudadano, esto es, consolidar la idea de igualdad que constituye la base de nuestro sentido de identidad nacional y de pertenencia patriótica.

Si la educación es un derecho de todos los chilenos, cosa que la derecha busca negar a través de la discriminación entre pobres y ricos, la educación tiene que estar asegurada necesariamente para todos y de la misma manera. Que los ricos elijan una vía aparte, eso es algo que no debiera afectar los compromisos del Estado hacia sus ciudadanos. Por el contrario, de la misma manera como ricos y pobres son iguales ante la ley y no se hace diferencia entre ellos para elegir autoridades públicas, es fundamental que en lo que atañe a la responsabilidad del Estado tampoco existan diferencias.

A la derecha le encanta vestirse con piel de oveja, casi diría que es una suerte de perversión suya mostrarse terriblemente conmocionada ante la pobreza y archi preocupada porque “no se malgasten los dineros del Estado”. Un poco más y parecería estar abrazando causas casi revolucionarias. Casi. La verdad es que detrás de este disfraz, vestido siempre con muy poco garbo, se notan los filudos colmillos del depredador.Si usted lo duda, observe con atención la actitud que ha tenido frente a la Reforma Tributaria.

¿Que paguen los más ricos su educación superior? Por supuesto, siempre lo han hecho y lo seguirán haciendo, porque seguirán mandando a sus hijos a las universidades privadas. Pero el derecho a la educación es otra cosa y hay suficiente apoyo ciudadano como para que su establecimiento sea inamovible.

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07 sep 2014

Reactivación y cambios

La baja porcentual del nivel de apoyo a la Presidente Bachelet, que sin embargo se mantiene sobre el 50% en la Encuesta CEP y en un 49% en la ADIMARK de Julio, y de su gobierno debe ser mirada con tranquilidad acorde a las condiciones de desaceleración que enfrenta, en primer lugar, la economía chilena.

La caída de expectativas económicas, que redunda en una menor inversión privada y en una disminución del consumo, afecta siempre la popularidad de un gobierno y si a ello se suma que este fenómeno se vive en medio de un proceso de cambios necesarios para el desarrollo estratégico el país y a una fuerte campaña comunicacional del empresariado y la derecha política por impedir o redimensionar las reformas, ello lesiona en la población el grado de adhesión al gobierno.

Reformas estructurales a un modelo económico sólidamente instalado siempre generarán inquietud en la población. Sin embargo, sostener que la reforma tributaria destinada a financiar un cambio en la educación, que junto a la innovación tecnológica es la mayor inversión que Chile puede desplegar para su desarrollo, es la causante de la desaceleración de la economía chilena es simplemente una maniobra política dañina al interés nacional y , cuando esta tesis viene formulada por el mundo empresarial ello representa un verdadero disparo a los pies a sus propios intereses y a la reactivación que el país debe emprender para enfrentar el verdadero fenómeno que provoca la crisis mundial de la economía.

Ya a mediados del 2013 el FMI rebajó las perspectivas del crecimiento económico para América Latina y el Caribe para el 2014 a menos de un 2% y el fenómeno se vive de esta forma efectivamente en todo el continente.

La economía brasileña, la mayor de la región, se ha contraído este año en un 0,8%, el crecimiento previsto en un 2,5% para el 2014 se reduce en los cálculos a 1,07% y hay una rebaja de la inversión en el segundo trimestre de un 5,3% comparado con el período previo, lo cual representa una de las mayores dificultades político electorales para la Presidente Dilma Rousseff que enfrentará reñidas elecciones en el mes de octubre.

En Argentina, la economía se contrajo en el último trimestre en un 1,0%y las perspectivas de crecimiento llegan a un 1,5% con una inflación cercana al 10% y una devaluación permanente de su moneda.

Perú, afectado como Chile, por la menor demanda de la minería metálica y consecuencial caída de las inversiones, presenta un superávit del 0.2%, un déficit en su cuenta corriente del 4,8% del PIB y creció en el último trimestre en un 1,8% en una economía que presentaba índices sostenidos de un 6%. Los datos en otros países latinoamericanos, comparativamente a su crecimiento anterior, son aún más deficitarios.

Todo ello muestra que la crisis de desaceleración de la economía mundial está afectando fuertemente a las economías de América del Sur y especialmente a aquellas que como Chile tienen una dependencia del crecimiento que experimente la economía China.

Es evidente que la alarma del efecto que la desaceleración tendría en la economía chilena y latinoamericana no fue abordada oportunamente por sus gobiernos con medidas reactivadoras eficaces.

Este fenómeno se observa y se alerta , por parte de los organismos internacionales, desde el 2012 y sin embargo bajo la administración de Sebastian Piñera, imbuído por el exitismo y la demagogia de un crecimiento arrastrado por las condiciones del ciclo anterior y por las medidas de la parcial reconstrucción de infraestructura frente al terremoto que afectó a amplias zonas del país, el fenómeno no fue siquiera advertido, no se adoptaron medidas de inversión pública sostenidas, se paralizó la agenda energética deteriorando incluso las instituciones a cargo de definir los proyectos, se afectó fuertemente los costos de los proyectos mineros y de otras áreas de la economía.

Se actuó, por tanto, con irresponsabilidad, desidia económica y una liviandad política insostenible que hoy la derecha política y económica y sus medios buscan esconder para responsabilizar al gobierno de Bachelet que cumple solo seis meses desde su instalación.

Creo, además, que tanto el gobierno actual, concentrado en avanzar en sus reformas estratégicas, como el empresariado miraron con excesiva confianza el impacto que la desaceleración mundial produciría en la economía chilena y no se adoptaron oportunamente medidas reactivadoras de inversión pública y privada que atendieran oportunamente las señales de la economía internacional.

Ello ha sido abordado ahora plenamente por la Presidenta Bachelet con los anuncios de inversión,ya para el 2014, de $ 500 millones de dólares, con la capitalización de CODELCO y del BancoEstado, con el plan de inversión en infraestructura, de aquí al 2016, de 2.600 millones de dólares, con los planes de reconstrucción en el norte y Valparaíso por 814 millones de dólares y con el apoyo a la materialización de los proyectos de inversión privada que están en carpeta.

La aprobación de la propia reforma tributaria en el mes de septiembre permitirá ya inyectar recursos frescos que influirán en el gasto público. Se trata de un poderoso estímulo inmediato a la reactivación de una economía que, sin embargo, muestra un Imacec mayor del previsto de un 0,9% en el mes de julio y un mantenimiento de la cifra de desempleo que no ha aumentado hasta ahora.

Es de esperar que el empresariado actúe con similar actitud, que contribuyan a despejar el clima de incertidumbre que daña la propia inversión y la reactivación, que se destraben los proyectos mineros y energéticos que cumplan con las exigencias medioambientales y los derechos de los pueblos indígenas afectados, que cumplan en definitiva con la ley, y se termine con el clima de desconfianza que ellos mismos han creado para continuar atrayendo inversión extranjera en un país que entrega sólidas garantías jurídicas, económicas e institucionales para que ello ocurra.

En este cuadro, resultan instrumentales las declamaciones de la derecha y poco comprensibles las de los propios dirigentes de la Nueva Mayoría de pedir un cambio de gabinete. Es la Presidenta Bachelet la que debe evaluar y tomar decisiones respecto de cómo cada ministro está cumpliendo con el programa empeñado ante el país y cómo, en este cuadro más complejo, llevan a cabo sus funciones.

El tema no se concentra en un cambio de Ministros, que llevan solo seis meses en sus cargos, sino más bien en reordenar prioridades dentro de una Agenda que, junto a la reactivación económica, debe continuar con las reformas impulsadas porque ello está en la esencia de un gobierno elegido justamente para llevar a cabo cambios que mejoren la distribución del ingreso, que permitan a través de la educación, concebida como un derecho social, generar más integración, fin a las discriminaciones e igualdad en el acceso y en la calidad de ella , que lleve adelante reformas laborales largamente esperadas, mejore la salud pública y el sistema previsional y genere participativamente una Nueva Constitución que de plena legitimidad a la democracia chilena.

Por cierto, estos seis meses han demostrado que cambio profundos como los que plantea el gobierno de la Presidenta Bachelet requieren de una articulación y de un diálogo político y social fino y extendido, que no basta una mayoría parlamentaria para llevarlos a cabo dado que son muchos los intereses, legítimos e ilegítimos, en juego y muchos los actores involucrados, y creo que el gobierno y la sociedad han sacado lecciones de ello y las reformas se harán en un contexto de amplio debate, escuchando a todos, aislando las posiciones que solo buscan defender el lucro y la filosofía del mercado en temas que son claramente de derechos públicos para todos.

Hay sí que reinstalar comunicacionalmente, por parte del gobierno, los partidos y los movimientos sociales y ciudadanos, la épica de estos cambios estructurales por sobre las vicisitudes de su tramitación parlamentaria y política.

Nunca cambios de fondo en una sociedad se pueden realizar si se pierde el sentido social y filosófico profundo de ellos y tengo la impresión que esto aparece obscurecido frente a la dura demagogia opositora de la derecha y a la falta de relato político, que llegue a la subjetividad de la población, por parte de quienes impulsan las transformaciones.

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07 sep 2014

Cafetería VIP de los diputados resultó ser trucha

El jueves 4 de septiembre pasado le solicitamos por escrito a Matías Valdés, Director de Obras de la Municipalidad de Valparaíso, que nos diera a conocer los números y las fechas del permiso de ampliación y de la recepción final de la polémica obra, ello conforme a lo que dicen los artículos 5.1.1 y 5.2.5 de la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones (OGUC), teniéndose en cuenta que el artículo 5.2.7 de la misma reglamentación indica que ninguna nueva obra de construcción puede funcionar si no existe tal recepción final. Todos ya sabemos que en este suceso no hay permisos.

Para que los lectores tengan muy clara la película transcribimos parcialmente el artículo 5.1.4 de esa OGUC, el que dice “cuando las ampliaciones sean calificadas como obras menores, se concederá un Permiso de Ampliación, el que será otorgado por el Director de Obras Municipales, en un plazo máximo de 15 días, para cuyos efectos se deberán presentar los siguientes antecedentes”, siendo el primero de ellos la presentación de una solicitud firmada por el propietario del inmueble y por el arquitecto autor del proyecto, los otros no los daremos a conocer porque son muchos.

Todos los documentos se archivan en el correspondiente expediente de edificación y el permiso se otorga previo pago de los derechos municipales, monto variable que depende de la calidad de los materiales de la construcción, suma que equivale al 1,5% del presupuesto elaborado por el titular del proyecto, asunto que está reflejado en el artículo 130 de la Ley concerniente.

No está demás comentar que ese monto de dinero, al no existir el acto administrativo municipal, no fue ingresado en la Tesorería de la Municipalidad de Valparaíso, a pesar de que la constructora que hizo el negocio con ese poder del Estado sí emitió la factura de cobro por sus trabajos, los que le fueron pagados oportunamente con recursos fiscales.

Volviendo al intercambio de correspondencia, el mismo día jueves recibimos la respuesta del funcionario municipal competente, en la cual nos explica que no tiene ninguno de los permisos y además nos manifestó que adolecen de lo mismo “los comedores de nivel de cubierta” y que, por ello, su Dirección iniciará un proceso de fiscalización in situ, ante lo cual le replicamos el mismo día, ya al anochecer, expresándole que habida cuenta la vulneración del marco regulatorio por parte de la Cámara de Diputados, el deber municipal era clausurar no solo esa elegante cafetería de uso restringido edificada en un patio de luz, sino también unas remodelaciones interiores, las que en conjunto costaron un millón y medio de dólares.

Debemos tener presente que en este caso, por ser una ampliación en un edificio público, debía intervenir en el proceso administrativo un arquitecto revisor independiente para evitar cualquier error.

Entre otras cosas, en nuestra réplica nocturna le decíamos al Director de Obras que sin perjuicio de las sanciones establecidas en la ley, tenía que informar al alcalde Jorge Castro, para que éste clausurara la polémica cafetería, como asimismo denunciar el ilícito al Juzgado de Policía Local, entendiéndose que cuando próximamente se cursen los permisos se podrá alzar dicha clausura.

Terminamos nuestra carta expresándole que suponíamos que el Presidente de la Cámara de Diputados, ante este bochorno de marca mayor, debía ordenar en su institución las investigaciones de rigor pues, tanto ciertos agentes públicos como otros tantos actores privados, se han manejado incorrectamente en este episodio.

El viernes 5 de septiembre en la mañana se anunció en la prensa la clausura de la cafetería VIP y entrada la tarde el alcalde Castro se conformó con cursar una insignificante multa al infractor, levantando la clausura porque se había detectado que el edificio del Congreso Nacional tampoco contaba con la recepción final municipal (sic).

Es decir, si el parlamento empezó a operar en el año 1990, durante 24 años ningún alcalde de Valparaíso sabía que esa faraónica edificación construida con el estilo que le gustaba al Pinochet, tenía el vicio de la ausencia de la recepción final que debía otorgar la Dirección de Obras Municipales.

Lo dicho no nos sorprende porque conocemos muy de cerca el desorden que existe en este tipo de materias, pero sí encontramos impresentable que los funcionarios administrativos de las más altas jerarquías de la Cámara y del Senado hayan sido tan negligentes al no regularizar el edificio que ellos tienen bajo su tutela.

Entendemos que esos funcionarios tienen altísimos sueldos, posiblemente no tan elevados como los que disfrutan los parlamentarios, pero con este resumido relato ha quedado en evidencia que fueron asaz indolentes y ahora esperamos conocer el resultado de la investigación que ha ordenado el diputado Aldo Cornejo.

Sería altamente simbólico que los diputados respetuosos de las leyes, que sí los hay en ambos bandos, se inhiban de ingresar a esa exclusiva cafetería hasta que se regularice su habilitación.

Así, y ojalá sean muchos los que adopten esta idea, ellos estarán entregando sólidas señales de probidad y apego al derecho, más aún si existe la otra tradicional cafetería que es de carácter popular.

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06 sep 2014

Una turbia Cascada

A una cifra de 164 millones de dólares alcanza la multa con que la Superintendencia de Valores y Seguros ha procedido a sancionar a un grupo de accionistas controladores de las sociedades Cascada, por prácticas financieras indebidas, que les permitieron aumentar sus utilidades a costa de lesionar los intereses de inversionistas minoritarios en diversas sociedades relacionadas, organizadas de forma de cumplir tales propósitos.

La autoridad fiscalizadora ha logrado establecer una compleja y tupida red de entidades financieras que bajo la gestión y administración de Julio Ponce Lerou, servían para vender y recomprar acciones aumentando su precio en tales transacciones, desplazando el costo de tales operaciones hacia los accionistas minoritarios de las diferentes razones sociales involucradas.

La razón es simple, el controlador mayoritario se traspasaba las utilidades de una a otra sociedad relacionada y la pérdida del valor accionario se descargaba en los accionistas minoritarios.

Este enriquecimiento ilícito revela unas prácticas propias del capitalismo salvaje en nuestro país, aquel mismo que se instauró en el periodo del dictador que hiciera de su ex yerno, ahora en el centro de esta situación, uno de los más genuinos exponentes de un implacable método de acumulación de dinero, ese que aumenta utilidades y ganancias sin reparar en costos y procedimientos.

Ahora bien, lo especialmente escandaloso de la situación radica en que, no obstante la elevada sanción económica aplicada, la más alta en la historia de Chile, las utilidades obtenidas en estos ilícitos por quienes los cometen, triplican o cuadriplican el monto de las multas aplicadas.

La conclusión es clara, en estas “ligas” la autorregulación no existe. Aquí no se da el proverbio campesino que señala que “entre bueyes no hay cornadas”.

Por el contrario, la crisis global del sistema a fines del 2008 y sus efectos posteriores, así como el caso Chispas en Chile y luego lo acontecido en La Polar, indican que al interior del sistema financiero se generan verdaderas luchas campales, en que cada cual trata de imponerse como sea, prevaleciendo el más crudo darwinismo económico, donde el más fuerte se traga al más débil.

Esta es la expresión práctica de la inconsistencia conceptual de Milton Friedmann, no hay libre competencia pura ni mercados incontaminados. Lo que hace necesario un Estado regulador y una institucionalidad fuerte capaz de asegurar condiciones de competencia que eviten la absorción de los más pequeños y la concentración de la propiedad y la riqueza en muy pocas manos.

Los financistas honrados esperan normas y garantías que les protejan, el deber de hacerlo corresponde al sistema institucional que no puede permanecer impasible mientras las energías productivas del país son exprimidas y expoliadas por prácticas usureras que se apropian de una preciosa parte de la riqueza social, creada por el esfuerzo del país en su conjunto.

Estos ilícitos debiesen significar el término de los permisos de operación de quienes les ejecutan.

Con ello, se daría una señal inequívoca de que el delito económico es drásticamente sancionado en Chile. Así se fortalecerían las buenas prácticas empresariales y ganaría el país.

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06 sep 2014

No basta con persignarse

Hace algunos días tuve la suerte de ser invitado a un Seminario organizado por la Unión Social de Empresarios Cristianos, USEC, una corporación sin fines de lucro, compuesta por una red de líderes de empresa caracterizados por su preocupación por el hombre y su dignidad para generar progreso y crecimiento.

A la ocasión, fueron invitados dos expositores internacionales que lideran los pensamientos de la Iglesia Católica con respecto al mundo de la empresa.

Uno de ellos, fue Peter Turkson, Cardenal africano y miembro de la curia, quien se refirió principalmente a la vocación empresarial y a la advertencia sobre la fe religiosa y el comportamiento en los negocios, es decir, entre la prédica y la acción.

Durante sus palabras, el cardenal explicó que la transformación de bienes y servicios es la oportunidad que entrega Dios a los seres humanos, indicando que ellos son sólo administradores de estos, no sus dueños, afirmando que la relación que debe haber en una empresa con los trabajadores debe radicar en buscar la dignidad de ellos ante todo y no en tener utilidades a costa de ellos. Asimismo, sostuvo que la propiedad privada y su utilización deben perseguir un bien común y no uno propio.

Pese a que este no es un tema del que se acostumbra a debatir, el salón en donde se realizó la actividad estaba completamente lleno, hecho que no dejó de llamar mi atención, puesto que era el reflejo de la inquietud que existe frente a un tema que no se toca de manera habitual.

Si bien yo no me incluyo dentro del grupo de empresarios cristianos, me es de gran interés conocer el pensamiento moderno de lo que puede ser la participación de los creyentes en el mundo empresarial. Esto, considerando que actualmente existen diversos temas de discusión – reforma tributaria y reforma laboral- que son transversales a las posturas religiosas, pues no necesariamente hay que ser católico para hacer valer la dignidad de un trabajador.

De acuerdo a lo planteado, me gustaría compartir dos reflexiones que fueron resultado de este Seminario y creo enriquecen el debate al interior del mundo empresarial independiente de las creencias de cada uno de nosotros

El Cardenal Turkson, manifestó certeramente que las empresas no deben pensar ni por un momento que tener una mano de obra más barata es sinónimo de poseer una ventaja competitiva en su interior, idea con la que concuerdo bastante, puesto es una medida un tanto indigna por parte de quienes la ejecutan.

Otro punto que quiero destacar, es el hecho de que algunos consideran que los despidos o la baja de remuneraciones, es una variable de ajuste en períodos de crisis para buscar el equilibrio económico.Si no me equivoco, esto se aleja bastante de lo que desprendí de las palabras del Cardenal, puesto que para un empresario cristiano esta idea se aleja totalmente de sus prácticas, pues para ellos, el crecimiento está de la mano con la honra de quienes forman parte de su empresa.

A veces no basta con persignarse o asistir a misa para creer que por eso se está obrando bien, pero pese a que muchos no somos católicos, hay algo en ciertas doctrinas de las que podemos aprender.

Por lo mismo, propongo que nuestro factor común con las ideas cristianas recaiga simplemente en compartir la visión de que el crecimiento de nuestras empresas debe ir ligado al trato digno de nuestros trabajadores, pues para eso, no es necesario rezar un Padre Nuestro.

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05 sep 2014

“Soy marino y soy gay”

Hace unos días me tocó, junto a representantes del MOVILH y de embajadas de la Unión Europea, acompañar al marino Mauricio Ruiz en su acto de sinceramiento público sobre su condición homosexual. Porque eso es la homosexualidad, una condición. No es una opción.

El reconocimiento fue simbólico por varios motivos.

Primero, por valiente y sincero, liberador como ser humano. Ruiz asumió vitalmente que “no tiene sentido ser homosexual y vivir escondido; me gustaría asistir a la fiesta de mi repartición con mi pareja, como lo hace todo el mundo”.Con tal gesto se liberó de la enorme “mochila” existencial que históricamente ha significado vivir la homosexualidad con un dejo de íntima vergüenza o miedo.

Segundo, este marino se convirtió en el primer miembro activo de las Fuerzas Armadas en reconocer públicamente ser homosexual. Sus palabras se escucharon serenas, asegurando no sentirse cuestionado ni por sus pare ni por los altos mandos de la Armada. Estos últimos incluso le autorizaron su reconocimiento ante los medios de comunicación. El ministerio de Defensa, en otro gesto relevante, destacó la creación de una comisión para erradicar la discriminación en las Fuerzas Armadas.

Tercero, la actitud de Ruiz vino a confirmar que en el país hoy asistimos a un cambio cultural relevante en las relaciones interpersonales. Lenta pero inexorablemente, en el largo plazo, transitamos desde la homofobia hegemónica en el ayer hacia unmayor respeto a la diversidad de géneros, de culturas y sexual, como es el caso en comento.

Tal cambio cultural, sin duda, es revolucionario. Hasta hace pocas décadas, un gesto público así, amén de impensado, por lo menos habría sido severamente castigado.

Obviamente, persisten visiones machistas y homofóbicas. Pero éstas solo participan engrupos aislados, a contracorriente de la sensibilidad que hoy anima mayoritariamente a las nuevas generaciones. Esa animosidad marginal, sin duda, alienta a algunos diputados a imaginar “batallones gays” capaces de cuestionar el mando, incentivar la indisciplina y la irresponsabilidad en las Fuerzas Armadas.

Tal absurdo es propio de mentalidades confundidas.La homofobia olvida que los hábitos de disciplina se forman en el hogar y continúan en la escuela, y que son independientes de si una persona es o no homosexual.

Cierro parafraseando el ladino humor de algún chileno que me llegó vía twitter con posterioridad a la conferencia de prensa de Ruiz. El texto decía algo así: “no veo problema en la aceptación de homosexuales en las Fuerzas Armadas; sí es problema grave la traición y la mentira”.

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05 sep 2014

La reforma educacional, tarea de todos

Según la última encuesta Adimark las reformas del Gobierno pierden apoyo.Y son – como lo ha reiterado la Presidenta en el homenaje a Eduardo Frei M. – la razón de ser de su mandato. Por eso resulta oportuna separar la paja del trigo y volver a los propósitos esenciales del compromiso con el electorado.

El eje de este gobierno es la reforma educacional, que hoy aparece empatada en la opinión pública entre partidarios y detractores. Es algo decepcionante si se tiene en cuenta su importancia para el futuro del país.

Como bien ha dicho A. Touraine en una reciente entrevista no hay que perder de vista que a través de la educación la sociedad se proyecta en el tiempo. Junto con el interés de cada cual de progresar en la vida, está el bien común de un país que depende de la proyección de su cultura. El mismo Touraine recuerda el carácter mixto del sistema chileno y su razón de ser.

En materia educacional se busca ampliar sustantivamente la cobertura de la educación pre escolar para que mejore su cuidado y su aprendizaje en los primeros años, período esencial para su desarrollo futuro. Es un éxito importante que el proyecto de ley que crea la nueva institucionalidad para llevar a cabo esta tarea, haya sido aprobado en forma prácticamente unánime en el Senado. La JUNJI e INTEGRA deberán trabajar más coordinadamente y las iniciativas privadas tendrán una supervigilancia que garantice su calidad.

En la educación primaria y básica se busca terminar con el lucro privado con los recursos fiscales que el Estado aporta para cumplir con el mandato constitucional de financiar un sistema gratuito. En realidad, con la legislación actual los sostenedores no podrían extraer ganancias con la subvención. Pero la ley no se aplica.

La Superintendencia de Educación es una institución reciente y la CGR ha centrado su fiscalización en los Municipios resultados desalentadores sobre el uso de la subvención preferencial y la subvención de la educación diferencial.

En un estudio de Chile Transparente se pudieron detectar diversas falencias que permiten el despilfarro de los recursos públicos cuando no su mal uso o malversación. Junto con debatir en el Congreso la nueva normativa propuesta, el Ministerio ce Educación debería fiscalizar desde ya el uso de los recursos públicos.

La sustitución del copago con un aumento de la subvención pública, gradual en el tiempo, apunta a eliminar una de las causales de la segregación social. No es la única, ni siquiera la que tiene mayor incidencia. Pero este cambio sería una señal importante en favor de una mayor integración social en los colegios.

El proyecto también apunta a mejorar la prohibición de cualquier discriminación arbitraria en la admisión de los alumnos a los establecimientos escolares.El sistema propuesto – la inscripción centralizada a través de un sistema computacional – puede ser discutible, pero el propósito es claro: que los padres elijan los colegios sin sufrir ningún tipo de entorpecimiento o menoscabo.

Hoy en la ley existe una disposición que apunta en ese sentido. Pero nuevamente no se cumple. Por eso la autoridad debería encargarse de que no quede en letra muerta.

Habría que poner mayor énfasis en el mejoramiento de la educación pública sin distraer el debate sobre cómo acceder a los colegios llamados emblemáticos. Por ejemplo, ¿cuántos alumnos por clase? ¿qué hacer efectivamente útil durante la jornada escolar completa? ¿ cómo especializar los colegios según las necesidades del entorno? Para no hablar de la prioridad que escuelas y liceos debieran tener en la preocupación de la Agencia de Calidad de la Educación, que debiera poner su foco en lo que sucede en la sala de clases y en el ambiente de convivencia escolar.

Pronto debiera presentarse el proyecto de carrera docente, que debiera contar con el apoyo del magisterio. Los profesores del sector público debieran contar con una perspectiva profesional y una remuneración que hicieran más atractivo a los maestros desempeñarse en los liceos que en los colegios particulares.

Sobre la gratuidad en la educación superior – universidades, CFT e IP – es una de las demandas más sentidas del movimiento estudiantil y de sus familias, agobiadas como están por pagos excesivos. A mi juicio resulta además inaceptable que las becas cubran sólo el arancel referencial y no el efectivo. Este es un punto que no admite demora.

Se podrán discutir muchos aspectos, como su implementación en el tiempo, las exigencias que se coloquen a las universidades, CFT e IP para acceder al sistema, pero no su finalidad principal: equiparar a todos los estudiantes cualquiera que sea el origen social y económico de sus familias.

Es tan importante esta tarea que resulta contraproducente poner sobre la mesa hoy si el aporte a las universidades estatales debe ser equivalente o superior al aporte del resto de las universidades de Consejo de Rectores que tienen una clara vocación pública. Distrae el debate hacia asuntos secundarios y divide las fuerzas que debieran apoyar los cambios.

Paralelamente debiera haber una comisión presidencial que evaluara los currículos de enseñanza actuales para ponerlos a tono con las exigencias actuales del conocimiento y su trasmisión. El traspaso de conocimiento en un mundo que evoluciona en forma tan vertiginosa, se ha convertido en un desafío para todos los países. Sus resultados debieran traducirse en propuestas de cambio que el Ministerio pudiera luego someter al Consejo Nacional de Educación.

Uno de los puntos más relevantes debiera ser la vinculación de la escuela con su entorno y en la enseñanza media el nexo entre enseñanza y experiencia de trabajo.Mucho se puede aprender, por ejemplo, de la enseñanza dual en Alemania.

Estas tareas que son verdaderos objetivos nacionales, deberían unir a los chilenos y no separarlos en estériles debates doctrinarios o en la mera defensa de intereses de grupos corporativos.

“Para que no sea” – perdone don Nicanor – “una reforma imaginaria”.

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05 sep 2014

Formando en chilenidad, labor de todo el año

Se inicia septiembre y nuevamente jardines infantiles y escuelas empezarán a prepararse para celebrar las fiestas patrias.Interminables ensayos de cuecas y otros bailes se organizarán, todo lo cual terminará una vez que pase el dieciocho, hasta el próximo año.

Si bien es cierto que el conocer bailes y símbolos nacionales son parte de la cultura que debe hacer suya cada nueva generación de chilenos, ojalá estas prácticas se ampliaran y convirtieran en un “formar chilenidad” todo el año.En especial, mediante la formación de los valores que implica el “ser chileno” y la apropiación de los códigos profundos de nuestra nacionalidad.

Este tema, de suyo complejo, es un área que tradicionalmente se le ha entregado a la educación. Cabe recordar que ya en 1918 el Presidente Aguirre Cerda le indicaba a Gabriela Mistral que fuera a Magallanes a “chilenizar a esos extranjeros”, dado que un 70 % de la población eran inmigrantes de diversos países.

Desde siempre la educación ha sido un instrumento que el Estado-Nacional ha utilizado para formar a las nuevas generaciones, lo que habitualmente ha hecho mediante ciertos contenidos programáticos, y en especial, a través de celebraciones nacionales.

Sin embargo “formar chilenidad” debería ir más allá: comprendería un mirarnos como colectivo que compartimos una historia y cultura relativamente común, y tratar de despejar qué nos hace chilenos. Buscar ese “algo” que amerite que sea traspasado a las nuevas generaciones para su apropiación y recreación por parte de ellos.

Obviamente estos temas no son fáciles. Se supone que estudios antropológicos-culturales deberían entregarnos insumos al respecto, pero en realidad son pocos los trabajos de conocimiento público, ya que definir lo común y valioso de una nacionalidad a partir de las diversas culturas que son parte de Chile, es muy complejo.Pero la educación lo debe hacer.

Pensar en algunas de nuestras características como “ser acogedores”, relativamente austeros y sencillos, expresar nuestro mundo interno a través de la música y la poesía, ser amantes y cuidadosos de nuestra naturaleza, ser creativos y adaptables a diversas situaciones o el conocer desde porqué Chile se llama así, hasta el significado de la toponimia del lugar donde se vive, pueden ser algunos referentes a iniciar en el trabajo con niños y niñas pequeños.

A ello, se puede agregar el conocimiento y valorización de nuestros “grandes chilenos y chilenas”, practicando algunos de los saberes o haceres que nos dejaron. Todo ello desde una perspectiva activa del aprendizaje y de los sentidos de los niños y niñas.

Somos conscientes que cada uno de estos temas son discutibles y conllevan necesariamente una “idealización” de lo que significa “ser chileno”; lo cierto es que la educación tiene esta importante labor, y por lo difícil que ello es, ha llevado a que estos temas se conviertan en “currículo nulo” y no se hace nada al respecto.

Quizás el mejor regalo a nuestra patria en su nuevo aniversario, sería que nuestros niños y niñas, descubran y se asombren con nuestro país, su naturaleza y su gente. Con nuestras costumbres, tradiciones y proyectos, y que a través de ellos y mediante actividades significativas, puedan aproximarse a ese Chile profundo que de una u otra forma existe a través de sus familias y comunidades.

Niños y niñas creando poesía todo el año, plantando yerbas medicinales y otros vegetales de nuestros huertos, haciendo comida chilena, sabiendo la historia del cerro o del río que tienen cerca, hermoseando nuestras ciudades y campos. Conversando con la gente sencilla que nos rodea, valorando los pueblos originarios y sus culturas, asombrándose de lo que han hecho figuras como Gabriela y Violeta por nuestro país.

Todas ellas, serían algunas actividades que podrían enriquecer el bailar cueca. ¡Ojalá que este baile lo hagan también a través de toda su diversidad y desde su ser infantil, tanto este 18 de septiembre, como así mismo todos los meses!

¡Feliz año, Chile!

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05 sep 2014

¿Una Escocia independiente?

Una situación excepcional ocurrirá en Gran Bretaña el próximo 18 de septiembre. Aquel día, 4.1 millones de residentes escoceses mayores de 16 años y registrados para votar tendrán el derecho de participar de un referéndum que plantea la siguiente pregunta: “¿debe Escocia ser un país independiente?”.

Las dos únicas alternativas, “Sí” y “No” sintetizan, por un lado, el anhelo del actual Partido Nacionalista Escocés de convertir al país en Estado independiente a partir del 2018; y, por otro lado, la alianza de las principales fuerzas políticas británicas que desean continuar con la actual configuración del Reino Unido.

Si bien éstos últimos confían en que la opción “No” será la mayoritaria, han tenido que asumir con preocupación que las tasas de apoyo a su causa salieron de una zona de confort: desde principios de agosto, diversas encuestas dan cuenta de la ligera tendencia al alza que marca el “Sí”, campaña que ya anota entre el 32% y el 42% de las simpatías en distintas mediciones.¿Será posible que ingleses y escoceses den término a más de 300 años de unión política? La clave está en los detalles del proceso.

Lo primero que hay que aclarar es por qué el gobierno británico aceptó la celebración de un referéndum de esta naturaleza. La autorización de consultas independentistas en una región administrativa no es una práctica común que los Estados generalmente adopten.

Sin embargo, cabe convenir que el Reino Unido posee una estructura política algo inusual.En efecto, las tradicionales categorías de Estado unitario o federal no explican del todo la unión de “naciones” que existe en las islas británicas bajo una sola corona y -siglos después- también en torno a un parlamento.

Quienes han estudiado su construcción política rescatan también la gran capacidad de resiliencia y adaptabilidad que han mostrado sus instituciones para hacer frente a enormes cambios, incluyendo dos guerras mundiales y la pérdida de enormes extensiones coloniales.

Es dentro de esos procesos que corresponde incluir la política de devolución de ciertos poderes legislativos que Londres ha emprendido no sólo con Edimburgo hace casi 15 años (y que hoy le permiten tener un gobierno y parlamento local), sino que también con Belfast y Cardiff, las respectivas capitales de Irlanda del Norte y Gales.

En ese sentido, el “Acuerdo de Edimburgo” suscrito el año 2012 entre el First Minister escocés, Alex Salmond, y el primer ministro británico, David Cameron, y qué selló la celebración del próximo referéndum debe entenderse dentro de este marco general de readaptación “pragmática” y política de devoluciones que ya ha empleado previamente el Reino Unido como vía de respuesta.

Pasemos a los temas que se han tomado el debate. El objetivo del gobierno de Salmond ha sido el de convencer a los votantes sobre la viabilidad y bienestar que vendría con el nacimiento del nuevo Estado.

A través de un “Libro Blanco” de 670 páginas publicado en noviembre del año pasado, los nacionalistas afirman que una Escocia independiente sería no sólo un Estado más democrático, más próspero y más equitativo en términos de distribución del ingreso que la condición que actualmente sostienen al interior del Reino Unido -una sociedad igualitaria a la “nórdica” es el modelo que recurrentemente aparece como analogía-, sino que además rápidamente se situarían como una de las naciones con mejor ingreso per cápita del mundo, gracias a los ingresos del petróleo, el turismo y su bebida estrella, el whisky.

El pilar bajo el cual descansa tal promesa de bienestar está fundamentalmente en los ingresos fiscales provenientes por la explotación del petróleo del Mar del Norte, los que hoy son controlados por Westminster.

Una ‘línea media’ divisoria de la plataforma continental del Reino Unido dejaría a Escocia con el control del 96% de la actual producción de petróleo en alta mar y el 52% de la producción de gas, lo que equivaldría al 57% de las reservas de petróleo de la Unión Europea (recordemos que Noruega no es miembro de la Unión).

Algunas proyecciones estiman que los ingresos de Edimburgo por la explotación de los hidrocarburos alcanzarían los 88 mil millones de libras, aunque analistas más cautos matizan dichas proyecciones señalando que los ingresos tributarios que recaudaría el gobierno escocés están asociados al volátil valor del commodity en el mercado.

Además, en Londres podrían argumentar diversos motivos para exigir que la cuota de repartición sea más favorable que la anhelada por los nacionalistas.

Otro de los temas que ha estado muy presente tiene que ver con la moneda a adoptar. El “Libro Blanco” propone seguir con la libra esterlina y suscribir una unión monetaria con Londres asegurando, de paso, el escenario que prefieren la mayoría de los escoceses, quienes tienen poco interés en abrazar el euro u otra divisa.Sabiendo que este asunto es de su entero control Londres ha puesto en duda durante la campaña que dicho acuerdo pueda alcanzarse. Además, argumentan, ¿el hecho de depender de los lineamientos de un Banco Central “extranjero” no plantea una razonable duda sobre el valor de convertirse en Estado independiente?

Otro capítulo involucra a la defensa. Si bien los nacionalistas proponen mantener como Jefe de Estado a la corona británica, su plan señala la división de las actuales Fuerzas Armadas.Más importante aún, Edimburgo ha prometido que no permitirá que la actual plataforma de defensa nuclear submarina –conocida como Trident- continúe operando en sus aguas, algo que pondría entredicho el prestigio futuro del Reino Unido remanente, situación que no agrada para nada en Washington que ve a Londres como su socio más confiable en materias de seguridad internacional.

En uno de los temas en los que menos certeza hay es sobre la promesa de Edimburgo de ser aceptados exitosamente-y en breve plazo- en la Unión Europea.

Los nacionalistas escoceses argumentan que el proceso de reingreso será expedito, pues ya forman parte de la organización como ciudadanos británicos y sobre su territorio están vigentes todos los acuerdos de la Unión.

Sin embargo, tanto funcionarios de la Comisión Europea como representantes de los Estados miembros han enviado señales contradictorias sobre si, primero, Escocia debiese o no iniciar el proceso de adhesión desde cero y, segundo, qué chances tiene de ser aceptado como el Estado número 29. Todo indica que la inédita (re)postulación deberá ser formalizada como una solicitud más y, por ende, la duración de su tramitación -y su hipotética aceptación- dependerá de factores más bien políticos que legales,ya que no está claro que la unanimidad de los miembros actuales se incline favorablemente por su incorporación.

Por ejemplo, el asunto es de especial interés para España, preocupado por otorgar algún precedente que luego pueda ser planteado para la secesión de varias de sus comunidades, entre ellas Cataluña y el País Vasco.Así y todo, sería extraño que Bruselas fuese en contra de la clara y democrática voluntad expresada por los votantes escoceses.

La hipotética partida de Escocia también repercutiría en la política partidista del remanente del Reino Unido. En lo inmediato, alteraría el equilibrio político al interior del parlamento británico a niveles que obligarían a llevar a cabo una reforma significativa.

Y en lo relativo al equilibrio de fuerzas el remezón puede ser aún mayor: el electorado escocés elige hoy a 59 de los 650 parlamentarios que componen la Cámara de los Comunes, escaños que desaparecerían si el país logra la independencia. La supresión de estos escaños no pega a todos los partidos por igual ya que Escocia es un electorado decididamente laborista y, en muy menor medida, liberal demócrata.

Los conservadores están reducidos a la mínima expresión con sólo un parlamentario electo al norte de la frontera. Por el contrario, proyecciones realizadas sobre el electorado inglés indican que éste continuará siendo mayoritariamente conservador –incluso algo nacionalista y anti europeo si tomamos nota del crecimiento del polémico UKIP, el partido que prepara su abordaje a Westminster en las elecciones del año 2015-, por lo que la independencia de Escocia sería un golpe bajo la línea de flotación para sus tradicionales rivales laboristas.

A pesar que la matemática electoral podría ser favorable a su partido, el primer ministro David Cameron está decididamente a favor de la continuación de la Unión.“De corazón queremos que se queden” es su frase más común cuando se ha referido al tema y el “Mejor juntos” es el lema principal de la campaña del “No”.

Mal que mal el costo político para el gobierno que pierda el 32% de su territorio y cerca del 10% de su economía puede llegar a ser demasiado alto para soportarlo sin asumir una derrota en las próximas elecciones. Ni hablar del lugar que guardaría en la historia.

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04 sep 2014

Aumento en las cuentas de luz se debe a falta de inversión eléctrica

De acuerdo a lo informado por el ministro de Energía, Máximo Pacheco se van a producir alzas en las cuentas de electricidad entre un 4% y 8% a fines de este año producto de la aplicación tardía de los decretos de precio nudo de los años anteriores, decretos ingresados este año a la Contraloría.

Esta situación no debiera repetirse para lograr un traspaso adecuado y no acumulativo de dichos cambios tarifarios a los consumidores.

Esta distorsión en los traspasos de precio, se une a los problemas estructurales de falta de inversión en nuevas centrales de generación eléctrica y la escasa competencia en el sector que impide la expansión de la oferta.

Existe un déficit de centrales de base para abastecer una demanda creciente que se traduce en altos precios de la electricidad y pérdida de competitividad del país, como ya se ha visto en el cierre de empresas industriales que no soportan los altos valores de la electricidad.

Los decretos tarifarios de precios nudos, subtransmisión y próximamente los decretos de transmisión troncal debieran enviarse inmediatamente a Contraloría para su toma de razón y evitar estos efectos acumulados en los consumidores y en las empresas eléctricas.

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