05 oct 2014

Hace 39 años

En un día como hoy  hace 39 años se cometió uno de los actos más viles de la Dictadura chilena.

En un día como hoy hace 39 años, las fuerzas más oscuras de ese gobierno atacaron-  en un intento mortal – a Bernardo Leighton y  su esposa Anita Fresno.

En un día como hoy hace 39 años, la Divina Providencia lo salvó de morir en tierra extraña para escarnio de sus autores  materiales e intelectuales.

En un día como hoy hace 39 años, el país entero se conmovió por lo macabro de la intencionalidad de asesinato de un matrimonio que representaba la PAZ y la concordia como ningún otro en Chile.

En un día como hoy hace 39 años, Bernardo y su esposa dieron la más hermosa, noble e increíble demostración de sus almas al perdonar a sus agresores casi de inmediato.

En un día como hoy hace 39 años los opositores al Régimen  chileno y muy especialmente sus camaradas y amigos, supieron que la Democracia y la Libertad deberían ser logradas  en forma pacífica porque la violencia sólo engendra odio.

En un día como hoy hace 39 años, sufrimos  el dolor de nuestro Bernardo, uno de los hombres más respetados del país y la angustia de su familia; sólo lograron que los respetáramos aún  más, y los sintiéramos como un ejemplo de vida que jamás olvidaremos.

Hoy hace 39 años de ese atentado, su ejemplo de vida y de muerte por la Libertad  de su Patria sigue vigente para denunciar y rechazar  el temor y el terror.

Hoy a 39 años de su sacrificio, sus dolores son un testimonio para rechazar la insensatez de los ataques a inocentes que son tontos útiles de los golpistas de siempre.

Por eso hoy a los 39 años de su atentado, sus amigos, camaradas, admiradores de su visión democrática y de paz , los trabajadores, jóvenes, mujeres, profesionales y dirigentes políticos  le rendimos un recuerdo desde lo más profundo de nuestros corazones.

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05 oct 2014

El triunfo del NO

Sin odio, sin miedo, sin violencia.

Chile diría que NO al proceso plebiscitario que convocó Pinochet para perpetuarse por ocho años más en el poder.

Los resultados le fueron adversos. La opción del SÍ obtuvo un 44 % de los votos y la oposición a la dictadura un 56%.A partir de ahí nos ganamos el derecho a ser libres y soberanos.

Toda una hazaña electoral, que emociona por el solo hecho de recordarla, especialmente aquellos que tuvimos un rol que jugar en  el objetivo trazado, conseguir una salida democrática por una vía pacífica, que nos permitiera volver a decidir nuestro propio destino como Nación.

Algunos historiadores la comparan como la segunda Independencia Nacional. Sin duda fue una epopeya inédita, transitar de un gobierno militar autoritario a una democracia a través de una votación popular. Era poco creíble,  jamás se había visto, algo semejante.Fue una guerra ganada con un lápiz, rezaba un titular capitalino.

La presión internacional urgía al dictador. Los movimientos sociales encabezados por los trabajadores, colegios profesionales, estudiantes universitarios y de enseñanza media, las agrupaciones de derechos humanos  y  sobre todo por la sociedad civil organizada en su conjunto, demandaban mayor espacio de libertad.

Fue una tarea ardua, agotadora, compleja, había que poner de acuerdo a los partidos políticos que antes del golpe se odiaban entre sí. Las mutuas recriminaciones, descalificaciones y reproches por ser los causantes de un período  triste y doloroso de la historia, afloraban a cada instante.

Por otra parte, durante los años de dictadura, no se movía una hoja en el país sin que Pinochet  lo supiera, con la complicidad de sus  servicios secretos de espionaje como la Dina y posteriormente la CNI, causantes de tanto agravio,  dolor, humillación y  persecución.

Por tanto había que cumplir al menos tres propósitos: Inscribir a los chilenos y chilenas en los registros electorales, que fueron quemados al instante de asumir el mando; diseñar un mecanismo de control en las mesas de sufragio para transparentar los resultados y por último, aprovechar los escasos medios de propaganda, especialmente la TV.

El gobierno lo controlaba todo con mano de hierro. Solo contábamos con dos diarios: La Época y Fortín Mapocho -ambos desaparecidos ya- cinco revistas: Hoy, Análisis, Cauce, Apsi,  Pluma y Pincel-todos olvidados- algunas radioemisoras como Cooperativa,  Santiago y Chilena, esta última ya no existe. La batalla comunicacional era bastante desigual.

Así nace la famosa e increíble franja del No que llevó un poderoso mensaje  de optimismo hasta el rincón más apartado del territorio nacional. Solo con un lápiz y una raya en el voto, los chilenos y chilenas volvimos a sentirnos personas en una patria común para todos. Esa noche del 5 de octubre fue la más larga  que a Chile le tocó vivir.

LA ALEGRIA YA VIENE. Fue la nota de esperanza de una sed de justicia marcada en el corazón de muchos ciudadanos y ciudadanas para que las cosas cambiaran.

Lamentablemente en muchos casos no fue así, en especial en aquellos que se relaciona con causas de los derechos humanos violados,  detenidos desaparecidos, torturados y perseguidos injustamente hasta darles muerte. Su propósito evidente era mantener a toda una población sumida en el terror. El resultado, en muchísimo casos, fue la más absoluta impunidad sobre todo para los responsables con jerarquía.

Los chilenos y chilenas tratamos de olvidar hundidos en una mala memoria, cómplice de nuestras debilidades humanas.Hoy, con todos los defectos de la Democracia, terminamos parcialmente aclarando algunos hechos como el de los Hornos de Lonquén, los patios de los cementerios llenos de NN con cientos de compatriotas enterrados en el desierto, dinamitados, salvajemente torturados, desmembrados… cuando no, lanzados al Océano y nunca más se supo de ellos, ni menos conocer la información para que sus familias tengan “dónde derramar una lagrimita”, como cantaba el poeta. La impunidad se vuelve a erguir casi majestuosa, ahora vestida con un manto amnésico.

Y a propósito de infamias, uno que otro episodio: La Caravana de la Muerte, con el general asesino, ya no vuela de regimiento en regimiento ordenando matar y sin juicio previo a centenares de presos políticos; los militares ya no queman vivos a jóvenes como a Rodrigo Rojas y  Carmen Gloria Quintana, mutilada de por vida. Degollar al líder sindical Túcapel Jiménez, asesinar por represalia a los profesores Natino, Guerrero y Parada; Mario Martínez R. joven dirigente universitario, lanzado al mar frente a las costas de Santo Domingo solo por exigir una justa  y legítima democracia y una no breve lista de horribles etc., etc., etc…

Con todas las dificultades y errores cometidos, creemos que hoy respiramos un Chile más limpio y puro: los soplones ya no existen, a los pobladores no se le allanan sus hogares, los trabajadores no son perseguidos para engrosar las listas  del PEM o POJH y las Universidades no están intervenidas, los tribunales de justicia no se hacen los lesos frente a los recursos de amparo interpuestos para salvar una vida. Los jóvenes no son detenidos por la mera sospecha de ser contrario al régimen dictatorial y las mujeres embarazadas presas no son violadas ni pierden a sus hijos.

Es cierto.Falta mucho por hacer, qué duda cabe. Al menos, respiramos un aire de libertad que nos costó muchísimo ganarlo. No cometamos el error de volver a perderlo. Sería imperdonable, después de tanto sacrificio olvidado.

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04 oct 2014

“El Choclo” y otros tangos (transparencia política)

Lo ha dicho nuestro joven presidente de partido.

Me transparento. Está bueno ya. Hago mi autocrítica rememorando los más famosos tangos de la historia.

“Los muchachos de antes”, tango de Guzmán y Longueira.

Me transparento y confieso que seguí disciplinadamente las clases de Jaime en la UC, en las que señalaba, en los 60, que era necesario renegar de la derecha histórica- derrotada e incapaz- y crear “un gremialismo” capaz de enfrentar la creciente socialización y el auge electoral de comunistas, socialistas y  DC de izquierdas (después Mapus), que eran inmensa mayoría en universidades (también en la UC), intelectualidad y trabajadores, y mayoría en el conjunto de la sociedad. E imponer una democracia protegida. A cualquier precio.

“Ando pato”, de Golborne y Moreira.

Vino el gobierno de Allende y muchos de nosotros, jóvenes de humilde procedencia, salimos a las calles a apoyar los caceroleos del barrio alto,  golpear a palos a los comunistas y socialistas, apedrear las micros con pasajeros en cualquier parte del país,  golpear con laques a vendedores callejeros,  apoyar a los camioneros y a los que ponían bombas, en Punta Arenas, en Maipú, donde fuera, porque andábamos pato.Tirábamos miguelitos cuando lo pedían Vilarín y compañía. Y nos acostumbramos a recibir por apalear.

“Los traidores”, tango de Mendoza y Pinochet.

Y vino el golpe. Y la dictadura, que llamamos “gobierno militar”. Hicimos todo para que ocurriera. Estaba la teoría de Guzmán. Sucedió lo de Schneider y Pérez Zújovic, en que estuvo metida la CIA.  Algo sabíamos de la decisión de Arellano y Bonilla en la cúpula.

Luego vinieron Leigh, Merino, Mendoza y Pinochet, el apoyo gringo (que ahora se supo), el visto bueno de Onofre y otros, el bombardeo a La Moneda, la muerte de Allende y otros miles. ¡Qué le íbamos a hacer! Estuvo bien hecho. Algunos aquí dijeron que los comunistas muertos eran pocos.Que había que haber matado más. Lo apoyamos todo y hasta hace poco nadie de nosotros se había arrepentido de ese apoyo. Así salvamos a Chile del comunismo.

“Todos tus muertos”, de Pinochet, Contreras y nosotros.

Durante diecisiete años fuimos ministros, subsecretarios, alcaldes designados (Bombal, Moreira, Labbé, Van Rysselberghe y otros), justificamos la persecución, el destierro, los secuestros, los asesinatos, las torturas, los ataques a Silva Henríquez, Valech, Monseñor Baeza, las muertes y desapariciones de otros curas, el degollamiento de radicales como Tucapel Jiménez y de comunistas como Nattino, Guerrero y Parada.

Fuimos amigos, y más, de los líderes de Villa Baviera, los defendimos de todo, incluso cuando los acusaron de abusar con menores de edad, porque por sobre todo estaba nuestro anticomunismo militante. Nuestros líderes estuvieron en Chacarillas y también en Villa Baviera. No vamos a nombrarlos a todos, pero sí Chadwich, Guzmán, Larraín, Novoa. Y, al final, Longueira en Londres, con el Tata.

“Al compás de tu mentira”,  tango de Lavín, Longueira, Coloma y Novoa, entre otros. Y orquesta.

Dijimos que había habido enfrentamiento y guerra civil. Que se habían matado entre ellos. Que no había desaparecidos. Que se habían ido del país y vivían felices. Que era falso lo de los atropellos a los llamados derechos humanos. Que queríamos el bien de Chile. Que crecíamos en las poblaciones. Que éramos una organización popular. Nos pusimos Unión Demócrata. Nos pusimos Independientes. Dijimos, en un momento, que éramos amigos de Fidel Castro y que copiaríamos en Santiago el sistema de salud cubano. Dijimos que Pinochet era inocente, que Contreras era inocente y que también era inocente Paul Scheffer, que los calumniaban los comunistas de Chile y de otros lugares del mundo.

“Malena”, de Evelyn  y Piñera.

Gobernamos con Piñera. No nos fue bien, electoralmente.

Y llevamos después candidatura presidencial. Primero Longueira pero se nos cayó.

Luego Golborne pero estalló lo de Islas Vírgenes y se cayó. También de senador.

Luego Evelyn, a quien también colocó Piñera.

Y Evelyn resultó, de verdad, Malena, Malena canta el tango…La peor de todas.

“Pituca”, de Von  y Van .

Ambas, ahora senadoras. “Che, pituca/ quien tuviera la alegría/ de tener una alcancía/ como la de tu papá…”“No derroches los canarios/ que a tu viejo el millonario/ lo voy a ver al final/ con la bandera a media asta/cuidando coches a “nasta”/ en alguna diagonal.” (Cantó Gardel)

“El Choclo”, tango de Délano, el otro Lavín y Cía.

Y finalmente El Choclo. El tango más callado y más cantado. El de más morlacos. Miles de millones. El que ha mostrado nuestro entrañable vínculo esencial con los poderosos del billete. Y con la ilegalidad. Nosotros nacimos con la ilegalidad. Triunfamos con la ilegalidad. Apoyamos un  Golpe de Estado, ilegal por cierto, y una dictadura que cerró toda legalidad. Un vínculo con los poderosos que tenemos desde antes de nacer.Como Jaime nos anunció. El que tuvimos siempre en la dictadura cívico-militar. El que seguimos teniendo en eso que llaman democracia. Y el que tendremos siempre. Porque Gardel canta. Y sigue cantando. Y cada día canta mejor. Tan, tán.

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04 oct 2014

Fue una hazaña del pueblo

Las encrucijadas históricas, aquellas que marcan un antes o un después en la vida de una nación, merecen el nombre de tales si la perspectiva posterior confirma o no que se constituyeron en un momento decisivo, de aquellos que trascienden en el tiempo;  es decir, si lo que allí sucedió marcó ese periodo, si lo que estuvo en juego resultó o no de alcance determinante o si sólo fue un hecho más, rutinario y puntual.

Es mi convicción que lo ocurrido hace 26 años, en el Plebiscito del 5 de octubre de 1988 fue un hecho histórico, cuyo resultado provocó una derrota política decisiva al afán de la dictadura de Pinochet de permanecer  en el poder.

En aquellas circunstancias, se desarrollaba una dura brega para restablecer la democracia en Chile, las protestas populares que se iniciaron en mayo de 1983 daban cuenta de un extenso movimiento social que reclamaba Pan, Trabajo, Justicia y Libertad, rompiendo con aquel triste periodo denominado por el cardenal Raúl Silva Henríquez como “la paz de los cementerios”, que caracterizara la cruenta represión con que se consolidó la dictadura.

Al calor de esas luchas democráticas y populares, en muy difíciles condiciones se desplomó la proscripción de las fuerzas políticas, se instalaron medios de prensa e información independientes y se reinstalaron los agrupamientos y organizaciones que, finalmente, derrotaron el régimen militar. En tal contexto, todos los esfuerzos y una potentísima  diversidad de fuerzas confluyeron tras el tan ansiado objetivo de recuperar para Chile la libertad perdida.

El Plebiscito del 5 de octubre en su origen cumplía una función de simple confirmación de Pinochet; así fue el diseño del dictador en 1980. Sin embargo, el país había cambiado, la censura derrotada y la civilidad reactivada, así como los Partidos políticos lograban estar reorganizados, con ello se hizo posible enfrentar y derrotar el plan de perpetuación.

Pinochet ya no controlaba lo que creía controlar. Fue una situación paradojal e irrepetible.Advertir esta singularidad del escenario nacional fue mérito de las fuerzas que se agruparon en la Concertación, no obstante, el conjunto de los opositores al régimen convergieron en el NO haciendo posible la victoria.

De imponerse la opción del SÍ, es decir,  la eternización de un pinochetismo  sin otro proyecto que contener la demanda democrática a fuerza de represión, mezclada con un autoritarismo populista que no era más que la atomización del movimiento social con un asistencialismo barato. En tal caso, sin mayores perspectivas, Chile habría caído en una etapa de decadencia en que las fuerzas opositoras hubieran afrontado severas dificultades para mantenerse unidas y seguir bregando tras el objetivo democrático. El triunfo de Pinochet con el SÍ era impedir el retorno a la democracia por un periodo indefinido.

Para bien de Chile no ocurrió así. La fuerza democratizadora de la opción del NO unió a los más vastos sectores ciudadanos, germinando una alternativa política que se expresó primero, en el Comando del NO, y luego en la Concertación por la Democracia, al mismo tiempo, el impulso popular generó en los Partidos que se unían una potente capacidad organizacional que anudó en la base social, mesa a mesa, el control del Plebiscito en los lugares más alejados del territorio nacional, haciendo imposible un fraude que desconociera la voluntad popular. La fuerza bruta fue derrotada por un lápiz.

La unidad en torno al NO creo una mística, cantos, emblemas, símbolos e imágenes que se extendieron masivamente con una energía incontenible, sin que pudieran ser frenadas ni anuladas desde el aparato estatal, ni con la CNI ni con las maniobras vergonzosas de la campaña del SÍ.

En tal contexto, la derecha amarrada a la suerte de Pinochet sufrió una derrota de carácter histórico.

Al movilizarse la voluntad del país, tras una misma comprensión de cuál era el interés general de la nación se produjo el más importante ejercicio de soberanía popular y autodeterminación desde la independencia nacional.

Ante ello,  en la noche del 5 de octubre, Pinochet intentó un autogolpe de Estado que ahora parece irrisorio, pero cuyo costo social habría, una vez más, sido pagado por las fuerzas populares. En ese momento, los uniformados en los que había sostenido su dictadura terrorista le dieron la espalda. Ahora sí que tenía que conocer el gusto amargo de la derrota.

Aquel día fue testigo y escenario de una formidable hazaña popular y nacional, que liquidó el plan de perpetuación institucional de la dictadura y cambió el curso de la historia de Chile.

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04 oct 2014

Sistema de AFP y percepción ciudadana

Una reciente encuesta de Laborum sobre pensiones arrojó resultados que, sin lugar a dudas, refuerzan lo que se ha venido debatiendo y constatando en los últimos años sobre la crisis de legitimidad que enfrenta el Sistema de AFP privado.

En efecto, en primer lugar se les pidió a los entrevistados calificar  a las administradoras con nota de 1 a 7, siendo 1 la nota más baja y 7 la nota más alta. Un impresionante 78% le asignó una nota roja a las AFP, y dentro de ellos, el 38% las calificó con nota 1. En segundo lugar, el 84% de los entrevistados manifestó que no confiaba en su propia AFP.

Y la consecuencia lógica de ese diagnóstico, no es menos maciza: el 91% opinó que es necesario reformar el sistema de pensiones. De paso, dos tercios de los entrevistados manifestaron estar a favor de la creación de una AFP estatal.

Estos resultados son altamente consistentes con un estudio encargado el año 2013 –es decir,durante la administración del Presidente Piñera– por el ministerio Secretaría General de Gobierno a la consultora CADEM S.A. Uno de los objetivos centrales de dicho estudio fue explorar el conocimiento, comprensión y confianza en el actual sistema previsional.

La primera y principal conclusión es formulada por los autores en los siguientes términos, “hoy el sistema previsional se encuentra en un estado crítico”. La mayoría de los entrevistados y participantes en focus group, especialmente los de clase media y quintiles más vulnerables, tienen una percepción muy negativa del sistema, fundada en los siguientes argumentos: las AFP no entregan los resultados esperados; velan por sus intereses, perjudicando a los afiliados; el sistema no es transparente, opacidad que es percibida como funcional a los intereses de las administradoras; y el sistema es impuesto y los cotizantes no tienen injerencia sobre el funcionamiento del mismo.

Los autores señalan que esta percepción, en extremo crítica, determina también una aproximación emocional negativa hacia el sistema por parte de los cotizantes, la que se expresa en desconfianza, inseguridad, temor, rabia e impotencia.

Sin duda, estamos hablando de percepciones y emociones, del modo como los entrevistados vivencian el sistema desde su punto de vista. No obstante, sería un error menospreciar tal calidad, pues como afirma un viejo principio de las ciencias sociales, cuando las personas definen una situación como real, esa percepción es real en sus consecuencias.

Así, no es casual que el mismo estudio detecte que la decepción con el sistema lleve a la mayoría de los cotizantes a tener una muy baja disposición a incrementar los aportes para mejorar sus pensiones, y lleve a los independientes a querer permanecer fuera del mismo.

A la luz de todo lo anterior, quisiera enfatizar que en la coyuntura actual el debate no se restringe a qué herramientas específicas usar para mejorar las tasas de reemplazo u otros asuntos técnicos.Lo que está en discusión, desde el punto de vista de la sociedad, es el modelo en el cual se sustentan esos anhelados mejoramientos en la calidad de vida en la vejez.

Para una coalición que aspira a avanzar hacia un Estado social y democrático de Derecho, ello implica el desafío de estructurar nuevos modelos y nuevos instrumentos que vayan alejándonos cada vez más de la lógica del darwinismo social –“cada cual se las arregla como puede”– y vayan instalando mayores niveles de solidaridad institucionalizada, lo que constituye una demanda mayoritaria de la ciudadanía.

Y además, que consagren mayores niveles de libertad para las personas, respecto de lo cual hace pleno sentido la existencia de una AFP del Estado, como otra opción para los cotizantes y como un engranaje más en el marco de una reforma integral del sistema.

Quiero ser taxativo en que este no es un debate maniqueo entre mantener todo como está o simplemente volver a un sistema de reparto. Necesitamos, quizás, un nuevo balance que permita -desde el fomento de la responsabilidad y contribución a la sustentabilidad del sistema-establecer un complemento al esfuerzo individual con formas más sofisticadas y extendidas de solidaridad institucionalizada.

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04 oct 2014

Los dichos de Ramiro Mendoza

Supongamos que mañana el presidente de la Corte Suprema incursiona pública e imprudentemente en terrenos sobre los que carece de autoridad, y que además emplea expresiones destempladas y de mal gusto como las que usó el contralor Ramiro Mendoza en un congreso de Derecho Administrativo en la Universidad Católica.

O que hicieran algo semejante el Fiscal Nacional, el presidente del Tribunal Constitucional, la presidenta del Senado, o incluso la Presidenta de la República. Quedaría de manifiesto una degradación de los hábitos institucionales en nuestro país, y estaríamos en serios problemas sin duda.

Se equivocó Mendoza. En primer lugar, porque perdió de vista que, aunque está a punto de dejar el cargo, sigue siendo el contralor general de la República, lo cual le impide actuar desaprensivamente en materias de connotación política. Y se equivocó también porque su intemperancia verbal le ha prestado un flaco servicio a la Contraloría, cuya misión como órgano de poder administrativo debe estar al margen de las pugnas partidarias. Y pareció que él hablaba como un opositor al gobierno.

Algunos defensores de la actitud de Mendoza han dicho que hay que distinguir entre la forma y el fondo de sus expresiones. Es el viejo recurso que se utiliza para excusar la liviandad en el uso del lenguaje, de lo cual, por desgracia sobran los ejemplos entre los parlamentarios. Lo concreto es que la forma condiciona el fondo, y viceversa.

Por lo tanto, pedir que se ponga atención al contenido y no a las palabras que le dan cuerpo a ese contenido es una forma de escaparse por la tangente. Los abogados saben que deben ser rigurosos con el lenguaje, so riesgo de quedar descalificados ante el tribunal, y sucede que Mendoza es abogado. Y los profesores saben que deben cuidar sus palabras al dictar clases, por respeto a sus alumnos y a sí mismos, y sucede que Mendoza es también profesor universitario.

Para su desgracia, él anuló la posibilidad de llamar la atención, en términos constructivos, sobre los defectos de nuestro orden legal y administrativo, por ejemplo las leyes mal concebidas o que simplemente no se cumplen, lo que habría servido para alentar el esfuerzo por elaborar mejores leyes y aplicarlas con rigor.

Chile necesita avanzar hacia el desarrollo no solo en el terreno económico-social, sino también en el de la calidad de las instituciones y las normas que nos damos. Es antigua la compulsión de dictar nuevas leyes frente a cualquier problema que se presenta. Y luego de aprobadas, se tiende a creer que el asunto está resuelto. Es una forma de autoengaño que necesitamos eliminar.

No son pocos los vacíos de nuestra estructura institucional, entre ellos la falta de mecanismos para fiscalizar mejor el uso de los recursos públicos. Los municipios ilustran tristemente el desorden y el dispendio. Aunque Chile obtiene buena nota en las mediciones internacionales sobre corrupción, eso no significa que esté inmune. Si los sistemas fallan, si se relajan los controles, pueden extenderse las malas prácticas y las trapacerías.

Necesitamos mejorar nuestras prácticas institucionales, y en ello juegan un papel fundamental quienes las encabezan. Por eso es tan esencial guardar las formas y no agravar las tendencias nocivas, como la de creer que ser elocuente es lo mismo que ser agresivo. “El contralor puso el dedo en la llaga”, dijo Lily Pérez, para explicar la actitud de Mendoza. En realidad, él dejó al descubierto otra llaga al proceder de un modo que hace desconfiar de la prescindencia política de la Contraloría.

¿Acusarlo constitucionalmente? Es una mala idea. La sanción social ya ha sido fuerte. Hay que esperar que cumpla su período y que sea designado el reemplazante. Y asegurar que la persona designada actúe con sobriedad y sentido de Estado.

Para evitar confusiones, hay que señalar algo tan obvio como que el cargo se desplaza con la persona que lo desempeña. Un diputado detenido por conducir en estado de ebriedad (es solo un ejemplo) no puede decir que dejó el cargo en la casa. Y es acomodaticio decir que alguien “no habló como ministro, sino como simple ciudadano”. No nos contemos cuentos.

Saquemos alguna lección de todo esto. Todas las personas que ocupan altos cargos en la administración del Estado deben actuar con estricto apego a las normas vigentes y procurar que su desempeño contribuya a proteger el interés nacional.

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04 oct 2014

Inclusión financiera e integración de los sectores sociales

Esta semana se realizó en nuestro país el Encuentro Regional de Inclusión Financiera donde reunió a relevantes actores gubernamentales de America Latina y el Caribe con Organismos Internacionales, Instituciones Financieras, ONGs y Fundaciones para reflexionar y conciliar un trabajo en conjunto que promueva  experiencias sobre la temática.

Qué duda cabe que uno de los desafíos de un Estado moderno, responsable para con su ciudadanía, es que la inclusión financiera alcance a todos los sectores.

Ello significa mejorar el acceso, incorporar la educación financiera a las familias, personas mayores, jóvenes, niños/as, y mujeres donde puedan explorar el uso racional de los instrumentos financieros, reconocer sus potencialidades en el ámbito de la economía doméstica, de subsistencia  y productiva, desde donde además pueda ejercerse con menor asimetría en la información los derechos que asisten a los  consumidores.

Asimismo, un Estado moderno debe incluir y entregar las herramientas necesarias para que las personas más vulnerables, accedan con mayor facilidad a servicios financieros de calidad, adecuado a sus necesidades, cercanos a sus lugares de trabajo o de habitación, proporcionando protección a las familias y entregando oportunidades concretas, cotidianas que permitan mejorar sus condiciones de vida.

El ministerio de Desarrollo Social, que trabaja por reducir brechas sociales y económicas  ha estado sostenidamente involucrándose en esta tarea. A través de diversos programas que lidera el FOSIS, sobre educación financiera y emprendimiento, permite optimizar las decisiones y el uso de los capitales semillas que se entregan y generan herramientas para una toma de decisiones más eficiente, que permitan fortalecer la seguridad de las transacciones financieras y que además  optimicen el bien más escaso de nuestro época: el tiempo.

La evaluación ha sido extremadamente positiva y, por ello, este programa se extenderá transversalmente como parte de la oferta programática a distintos grupos de beneficiarios.

De igual modo desde programas como Chile Cuenta, el Estado, entendiendo la necesidad de impulsar estos procesos de transformación, busca facilitar el proceso de bancarización a beneficiarios del sistema de protección social, permitiendo el desarrollo financiero inclusivo en la población más vulnerable, sin que ello este asociado a endeudamiento.

Al respecto, en el mes de septiembre 72.751 personas recibieron sus pagos directamente en su cuenta, sin necesidad de trasladarse, en forma más segura y evitando engorrosos trámites en una sucursal de pago presencial. Hay allí  todavía un potencial de crecimiento que tenemos que ampliar para este tipo de iniciativas.

Esto obliga, y en buena hora que así sea,  a los gobiernos a re evaluar metodologías, programas y propuestas que hoy tenemos en oferta en las diversas instituciones presentes. Estos aspectos favorecen un Sistema de Protección Social robustecido, donde no solo se plantee el desafío de otorgar una mayor protección de derechos sociales – que es lo que estamos realizando-, sino también representa innovar y modernizarnos en “la forma” de cómo entregamos prestaciones sociales, especialmente referidas a transferencias monetarias del Estado.

La inclusión financiera como estrategia suma también a igualar la cancha social y económica en la que los ciudadanos se mueven día a día.

Es por ello, que el gobierno de la Presidenta Bachelet le ha planteado al país reformas de fondo que aspiran a romper esquemas sociales de desigualdad. La recientemente aprobada Reforma Tributaria apunta a ello, la reforma Educacional  en la que se trabaja también. La inclusión y educación financiera apunta a lo mismo: disminuir brechas de información y acceso, especialmente de los que menos tienen y más necesitan.

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03 oct 2014

Tres razones para cuestionar al Contralor

Esta semana se conocieron las que parecen ser las verdaderas preferencias políticas del Contralor General de la República, luego de que el diario La Segunda replicara sus palabras en el contexto de una clase de derecho. La única respuesta hasta ahora de esta alta autoridad, es que fue “sacado de contexto”, excusa que sinceramente no apunta ni al fondo ni a la forma de sus destemplados juicios.

La primera razón para rechazar su lamentable intervención, es precisamente el contexto. Si el Contralor pretendía formar a futuros abogados o perfeccionar a los que ya están en ejercicio, sus palabras justamente provocan lo contrario, dando a entender que los políticos y el Gobierno actual actúan desde la “estupidez”.

Aparte de lo cuestionable de su juicio, preferiríamos que sus opiniones personales acerca de la calidad del Gobierno y de los partidos que forman la coalición que gobierna, las dejara para sus encuentros privados, sus comidas con amigos o con sus “políticamente” cercanos, pero que en ningún caso haga de esos juicios un insumo de cátedra.

La segunda razón es más de fondo. Si el Contralor considera que las reformas impulsadas por el Gobierno que ganó las elecciones son tan malas para el país, está en su más absoluto derecho. Y en ese sentido, daría mi vida política porque él pudiera seguir pensando como piensa. Distinto es cuando lo dice a una audiencia que en el futuro tendrá –muy probablemente- grandes responsabilidades incluso en instituciones como la Contraloría de la República, el Congreso o el mismo Gobierno.

Si el Contralor, en su fuero interno, abraza fervientemente los mismos postulados que con palabras más elegantes se esgrimen en la UDI o de RN para oponerse a los cambios que el país necesita, que lo haga, pero no puede usar la plataforma de la Contraloría para hacer apología de sus preferencias políticas. Donde quiera que esté, sigue siendo el Contralor General de la República.

Por último. Las reformas que la Presidenta Bachelet está liderando con el apoyo de los partidos de la Nueva Mayoría son fruto de una propuesta programática que la Mandataria propuso a Chile y que obtuvo una abrumadora mayoría en las urnas. Los postulados contrarios y que son los que parece preferir el Contralor, fueron desechados por la ciudadanía.

Por consiguiente, la legitimidad de estas reformas es total y absoluta pues se trata del hecho esencial de la democracia: la soberanía fue depositada por la gente en la Presidenta para llevar a cabo estos cambios. Si al Contralor le parecen una “estupidez”, sinceramente importa nada. Lo grave sí, es que el mismo Contralor debe pronunciarse sobre temas que la derecha ha levantado como reclamación respecto del avance de esas reformas, lo que sin duda alguna deja toda resolución adoptada por Ramiro Mendoza, carente de las garantías que la imparcialidad de la ley le exige.

El Contralor está para pronunciarse sobre la validez de los actos administrativos del Estado y no tiene ninguna, ninguna facultad para pronunciarse sobre la validez política de los actos de los poderes del Estado. A vista de estos hechos, su mandato ya acabó.

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03 oct 2014

Empezar por el principio

Es un hecho que la Reforma Educativa comenzópor educación parvularia con el despacho al Congreso del proyecto de ley que crea la Subsecretaría y la Intendencia para este nivel.Se trata de una iniciativa muy necesaria que da orden a un sistema fragmentado en instituciones que dialogan poco entre sí, con una deficiente regulación y capacidad de fiscalización.

Sin lugar a dudas la relevancia de la Educación Parvularia en la formación y desarrollo de las niñas y niños hacía imprescindible una nueva institucionalidad, que sirviese además de paraguas para todas las medidas contempladas para este nivel en el programa de gobierno.

Uno de los anuncios más populares de la Reforma es el aumento de cobertura de Junji e Integra a través de la construcción de 4.500 salas cuna y 1.400 jardines infantiles lo que equivaldría a 124 mil nuevos cupos para niñas y niños menores de 4 años.

Si bien es un importante avance en cuanto a garantizar el derecho al acceso a la educación,una medida de este tipo no puede concebirse sino va acompañada de mejores estándares de calidad y preocupándonos de no dejar espacio al lucro, la selección y el copago, o terminaremos replicando en educación parvularia el mismo problema que aqueja en la actualidad a la educación escolar: mala calidad y una segregación brutal, fruto de las políticas públicas de los ochenta enfocadas más en lo cuantitativo que en lo cualitativo.

Aumentar la cobertura teniendo en cuenta nuevos estándares de calidad, requeriría necesariamente ampliar el número de educadoras y técnicos por sala y disminuir el tamaño de los grupos de niños y niñas a su cargo.

Según los cálculos de Educación 2020, para cubrir esta demanda se necesitarían más de tres mil educadores y 14 mil técnicos en sala cuna y niveles medios. Este cálculo está hecho con los estándares actuales que contemplan para sala cuna la presencia de una educadora por cada 42 niñas y niños y una técnico por cada 7. En el caso de los niveles medios y de transición, se establece una educadora por cada 32 niños (en medio menor y medio mayor) y una técnico por cada 25 o 32 niños, dependiendo del nivel.

Estos estándares, sin embargo,  están lejos de lo ideal. Coeficientes más exigentes propuestos por diferentes expertos sugieren que se debe tener en sala cuna  como mínimo una educadora  por cada 14 niños y niñas y una asistente por cada 7. En el caso de los niveles medio y de transición, se requiere como mínimo una educadora por cada 24 niñas y niños y una técnico por cada 12.

Según nuestras estimaciones, para cubrir este aumento de demanda con mejores estándares se necesitarían a lo menos 7.800 nuevas educadoras y más de 15 mil técnicos, lo que corresponde a un 167% adicional del staff con que actualmente opera Junji e Integra.

No es una meta menor: si analizamos el número de educadores y educadoras que se titula cada año y realizamos una proyección simple,podemos suponer que sería posible cubrir esta demanda en los próximos 4 años.

Se trata de un gran reto para el gobierno, la ciudadanía y las instituciones de educación superior, ya que es necesario impulsar una nueva profesión docente, con foco en mejorar la formación inicial de las y los educadores a través de una nueva y exigente ley de acreditación para las universidades, carreras y programas de Educación Parvularia, que además contemple mayores requisitos en los procesos de admisión de los alumnos.

Adicionalmente, se necesita con urgencia desarrollar una carrera docente que incluya a las y los educadores que también trabajan en sala cuna y jardín infantil y que ofrezca mejores salarios y condiciones laborales para atraer a las y los mejores profesionales y motivar a más jóvenes a estudiar esta carrera. Resulta paradójico que una profesión tan importante y de tanto impacto en el desarrollo de las y los niños esté tan desvalorizada en nuestra sociedad, con remuneraciones que son irrisorias.

El diagnóstico del panorama que viven las y los asistentes o técnicos de párvulos en nuestro país no difiere mucho del de las educadoras,pero es un problema que está más invisibilizado.

Al igual que necesitamos a los mejores educadores y educadoras para llevar a cabo esta Reforma,también requerimos a técnicos de primer nivel que sean bien remunerados, pero por sobre todo que estén bien formados, ya sea en instituciones de educación superior o en colegios técnicos profesionales de excelencia, dejando en claro que para una labor como ésta no se pueden permitir planes formativos express de dudosa calidad, ni menos cursos dictados exclusivamente en aulas virtuales.

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03 oct 2014

No olvidemos las Leyes que faltan en Cultura

Mientras más se adentra el Consejo Nacional de la Cultura en la consulta indígena, queda la impresión que con la misma fuerza se escapa aquella meta de tener -ya no en los cien primeros días, tampoco en los cien segundos- presentada una indicación sustitutiva del proyecto de ministerio de Cultura.

Sin embargo, la Ministra Barattini parece estar tranquila y segura en que está haciendo lo correcto. Pero el atraso del Ministerio no debiera impedir, sino estimular, la presentación de proyectos de leyes sectoriales que alivien este incumplimiento que parece ir por el camino lento, pero sabio, de escuchar.

Entre ellas, la delantera parecen llevarla las artes escénicas y el libro aunque no deben olvidarse aquella del CMN y los premios y estímulos. Sin descartar que aparezcan otras, en este “río revuelto”, como una ley sobre artesanías.

Los premios y estímulos claman por orden y coordinación. Ya no sólo los premios nacionales que definitivamente entraron en crisis con el reciente otorgamiento del Premio de Literatura que causó poco impacto en la prensa y menos en librerías.

Costaba encontrar a los postulantes en vitrinas y escaparates destacados. Sólo quedó en la retina las andanadas de puyas -redes sociales mediante- contra quién merecidamente ganó, en buena lid, dentro de la legislación vigente.

Considerar realidades nuevas como la existencia del Consejo Nacional de la Cultura, las universidades públicas y privadas creadas después de la ley original, nuevas disciplinas que exigen ser reconocidas y recompensadas, el hecho de que también los postulantes viven más que antaño y por ende se acumulan más meritorios aspirantes que aconsejarían volver a la anualidad, son situaciones que en este máximo premio deben considerarse.

Una puesta al día de jurados, disciplinas y plazos.Junto con revisar la vergonzosa situación de tener que esgrimir postulaciones de intelectuales que debieran ser más que conocidos por un jurado de notables.

Otros galardones también requieren ordenarse. El Consejo del Libro y la Lectura entrega los premios literarios más sustanciosos de la plaza que alcanzan un impacto muy por debajo de los estímulos que crean empresas o periódicos, peor dotados económicamente.

En los premios Altazor se da la curiosa situación que quienes lo organizan parecen querer deshacerse de su criatura. Como concepto, es una especie de academia hollywoodense en la que los pares premian a sus mejores, lo que debiera recibir un aporte estatal que asegure su permanencia. No parece ser papel de una sociedad de derechos de autor, con intereses corporativos muy definidos, organizar premiaciones a un alcance y costo que la excede.

Las ordenes al mérito, también requieren una mirada. La más prestigiosa y antigua es la Orden Gabriela Mistral, que otorga el ministerio de Educación, por un trabajo de excelencia en docencia y cultura -como Gabriela- en tres diferentes grados.

El primer directorio del Consejo Nacional de la Cultura creó en 2004 la Orden al Mérito Pablo Neruda, que sigilosamente fue transitando desde su órgano colegiado al Ministro Presidente -buena metáfora de los tiempos- y quizás debiera volver a recuperar su espíritu original toda vez que ese Directorio fue el primer órgano de la República que considera a un galardonado por el Premio Nacional entre sus integrantes.

El teatro y las artes escénicas también requieren de una legislación, pendiente desde que se privilegió a las artes que constituyen industria (música, literatura, artes visuales) con el objetivo de introducir el factor sociedad civil en la asignación de recursos públicos a esas disciplinas que deben emergen en una situación de mercado compleja por decir lo menos, ante la formidable industria competitiva de la entretención y los medios masivos.

El teatro, en especial aquel que no es bendecido por la varita mágica de los festivales o la TV para ciertos rostros, requiere de apoyos públicos que complementen a los fondos concursables y legislación que sustente la difícil vejez de quienes desgastan una vida en los escenarios. También se ha escuchado a la autoridad actual ofrecimientos de apoyos económicos permanentes a salas de artes escénicas. En la actualidad, organizaciones de la sociedad civil, avanzan en un ante proyecto al respecto.

Más adelantados están las modificaciones a la ley del libro y la lectura que ha encabezado el Consejo Nacional de la Cultura a través del consejo respectivo. Lo que se busca es también actualizar una legislación de diez años para un sector que ha visto aparecer novedades como el libro electrónico, la centralidad de las bibliotecas reforzadas por sólidas web como, por ejemplo, Memoria Chilena de la Biblioteca Nacional, o la dramática reducción del número de las editoriales internacionales. Es muy posible que nuevamente el sector de la lectura y el libro -en este nuevo orden- ocupe el primer lugar de la renovación de nuestra legislación cultural.

Ello, sin desconsiderar que la Ley de Monumentos Nacionales vigente merecería ser declarada tal y rápidamente actualizada. Hay propuestas surgidas de organizaciones de barrios patrimoniales y otras organizaciones sociales.

Estas u otras iniciativas legales contribuirían además a aligerar la sequía legislativa en materia cultural que afecta a la Comisión respectiva en la Cámara de Diputados.También en este caso, una lluvia de proyectos, sea de iniciativa gubernamental o parlamentaria, sería muy bienvenida.

Es notorio, eso sí, que casi todas estas iniciativas están vinculadas a movimientos sociales que las impulsan. Excepto aquella de los premios, espacio donde los ya galardonados debieran tener poco interés por cambiar la situación y los eventuales ganadores futuros, un cierto pudor …

Una oportunidad para los legisladores.

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