10 may 2015

Biografía de Edwards, el niño mimado de la CIA (II)

“Agustín Edwards Eastman. Una biografía desclasificada del dueño de El Mercurio” (Debate, 2014), del periodista Víctor Herrero, nos muestra de un modo fehaciente que las cinco generaciones que han llevado este nombre, resultaron influyentes en las esferas más importantes de la vida de la nación.

Sin embargo, dada la extensión y profundidad del análisis historiográfico del libro, nos abocaremos solo a un período reducido del ejercicio de dicha influencia, centrándonos en el quinto Agustín y su abierta cruzada para que Allende no sea Presidente y, luego, para obstaculizar su mandato a grados que hagan plausible una intervención militar articulada desde Washington.

“Los dueños de Chile somos nosotros, los dueños del capital y del suelo. Lo demás es masa influenciable y vendible; ella no pesa ni como opinión ni como prestigio”, dice Eduardo Matte Pérez en una entrevista publicada en 1892. Ese es el tono discursivo y la visión de la aristocracia en el ocaso del Chile decimonónico y no variará gran cosa en el transcurso del siglo XX, máxime ante la amenaza de que ese poder que abomina Matte llegue al Ejecutivo con el pacto de la Unidad Popular.

Agustín Edwards Eastman, a quien siempre llamaron Doonie de cariño, como el niño inglés que era, comienza a transitar de la inseguridad al simple terror cuando, en 1964, Allende parece tener opciones ingentes de ganar las elecciones. En ese temprano momento opta por apoyar al candidato democratacristiano, Eduardo Frei Montalva, y por buscar apoyo imperial. Con eso en mente, “se embarcó a Estados Unidos (…). Su idea era ayudar a los estadounidenses a diseñar su plan político, conseguir financiamiento para Frei y colaborar con las campañas de propaganda”.

En esta ocasión, además de reunirse con su amigo David Rockefeller, tuvo una cita “con John McCone, el director de la CIA”. Dentro de este plan estuvo “proveer a Frei algunos organizadores de la Democracia Cristiana italiana como asesores en técnicas de campaña” así como “tratar de manera discreta, a través de contactos regulares con militares y policías chilenos que no sean políticos, de elevar su nivel de conciencia acerca de la subversión que ocurriría durante un Gobierno de Allende”.

Se señala, en este contexto, que “el principal contacto de la CIA, así como de las corporaciones americanas en Chile, era la organización de Agustín Edwards”; es decir, El Mercurio.Los empresarios norteamericanos que operan en Chile dan crédito a la estrategia de Doonie, y ofrecen dos millones de dólares a Washington para apoyar la candidatura de Frei Montalva.

Lo curioso es que Edwards se pasa de revoluciones al notar la importancia de su rol mediador.La CIA “expresó su más grave preocupación por las actividades e indiscreciones” de Doonie, quien “parece disfrutar el juego de policías y ladrones”. Finalmente, la CIA le pide a un amigo de Agustín que lo reprenda. Pero no era lo único que alegaban en contra suya. Un influyente agente dice que, además de indiscreto, lo considera tacaño y abusivo: “lo que no le gustaba de este empresario era que trataba de desangrarnos a nosotros [EE.UU.] y no pagar él mismo”.

Un dato revelador: en toda esta marcha trepidante por detener a Allende, la CIA incluso abasteció “el marcado chileno con carne de vacuno de Argentina con el fin de bajar los precios”.

Asimismo, estas acciones encubiertas desarrollaron una “campaña del terror, la que se apoyó fuertemente en imágenes de tanques soviéticos y de pelotones de fusilamiento cubanos y que se dirigió en especial a las mujeres. Organizaciones democratacristianas repartieron cientos de miles de copias de una carta pastoral anticomunista del papa Pío XI”.

La estrategia tiene buenos resultados y el objetivo se logra: Frei gana las elecciones. Solo unos años después, empero, comienza algo escabroso. Herrero dice: “solo entre 1968 y 1969, unos 240 oficiales de las Fuerzas Armadas chilenas asistieron a cursos de especialización en la Escuela de las Américas de Panamá”, centro de entrenamiento militar de EE.UU., donde se graduaron, entre otros, Massera, Videla, Viola y Galtieri, “los jefes de la dictadura argentina instaurada en marzo de 1976”. Los nombre chilenos no son menos legendarios: “Miguel Krassnoff, Armando Fernández Larios (…) y Odlanier Mena”, entre muchos otros.

Pese al éxito conseguido, para la elección de 1970 la CIA no siguió la misma táctica, dado que los republicanos, a diferencia de los demócratas, no confiaban en la falange. Es más, Kissinger sugirió a Nixon abstenerse incluso de apoyar a Jorge Alessandri, el candidato de la derecha, y hacer, en cambio, una fuerte campaña anticomunista.

En marzo de ese año, Edwards nuevamente “se embarcó rumbo a EE.UU. para tratar de convencer a Washington de enmendar su estrategia política”. Otra vez se reunió con Rockefeller, quien “puso a su amigo chileno en contacto con Kissinger”.

Tras la reunión, en junio, la CIA dispuso 300 mil dólares para la campaña anti Allende. Los empresarios norteamericanos sí escucharon a Doonie y ofrecieron medio millón de dólares para apoyar a Alessandri, los que debían ser canalizados por vías externas al Gobierno de Nixon.

Para esta época ya existen complejas campañas de desinformación, como las realizadas con encuestas falsas que dan al candidato de derecha por vencedor, todas gestionadas por el propio Agustín Edwards. También, “las radios, los diarios y los muros chilenos se vieron inundados a partir de mayo de 1970 por anuncios de dos organizaciones civiles hasta entonces desconocidas. Se trataba de los movimientos Chile Joven y Acción de Mujeres de Chile. Ambas pintaban un cuadro apocalíptico en caso de un triunfo de Allende”.

Todo esto forma parte del sostenido esfuerzo de la CIA por evitar que Chile sea el primer país comunista vía elecciones, y con dineros que llegaron, nuevamente, a través de El Mercurio.

La amenaza era tal que, al mismo tiempo, “más de ochenta oficiales de la Marina estadounidense habían solicitado en el Consulado de Chile visas para ingresar al país”. Al indagar, el Departamento de Estado de EE.UU. dio una respuesta un tanto risible: era “una banda de orquesta de la Marina”; lo extraño es que la mayoría “eran oficiales entrenados en inteligencia y contrainteligencia”.

A partir del 1 de septiembre de 1970, Herrero comienza una interesante cronología diaria de Edwards. Allí se describe cómo asiste varias jornadas seguidas a una notaría para “entregar un amplio poder para que Hernán Cubillos, su hombre de mayor confianza, se hiciera cargo de la administración de casi todas sus empresas”. Envía, el día anterior a las elecciones, a su familia a Buenos Aires.

Tras el triunfo de Allende, comienza un acelerado trabajo de Edwards y Washington para que el Congreso no lo ratifique, como era necesario en aquel entonces para que el Presidente electo asumiera como tal. Se hace énfasis, asimismo, en cómo a horas de la elección “ya figuraban en los planes de acción de EEUU” realizar “algún tipo de intervención militar”.

La corporación estadounidense International Telephone Telegraph Company (ITT) comienza “un intenso lobby para que Washington impidiera que Allende entrara a La Moneda”. Entre los miembros del directorio de la empresa, con importantes operaciones en Chile, está John McCone, ex director de la CIA, quien se compromete a entregar “como mínimo un millón de dólares” para la causa anti Allende.

El 10 de este mes, Doonie sale del país rumbo a Buenos Aires, y el 13 parte a EEUU para seguir las gestiones contra el bloque de la Unidad Popular. Uno de los agentes de la CIA ve a Edwards inestable y confuso por los sucesos que acaecen en su país: “A ratos se ponía emocional y frecuentemente divagaba”, señala. En sucesivas reuniones, Agustín da cuenta de la disposición favorable de las Fuerzas Armadas para una intervención militar, y describe minuciosamente su equipamiento militar y a sus principales líderes. En este contexto, se planea el Proyecto Fubelt, también conocido como Track II, cuyo “objetivo es una solución militar” al problema chileno.

Allende no es ingenuo y se refiere a El Mercurio como “el diario norteamericano escrito en castellano”. El periódico, en este momento, recibe una inyección “de plata fresca” por parte de la ITT mediante publicidad. Le transfieren, entonces, 200 mil dólares desde una cuenta de la corporación en un banco de Zúrich.

Sin embargo, nada de esto surge efecto y el Poder Legislativo confirma a Allende como Presidente. En esos instantes decisivos, la CIA despacha un mensaje secreto a la estación de la agencia en Santiago donde señala que “es una política firme y continua que Allende sea derrotado por un golpe de Estado”.

Esto, pese a que aborta su apoyo al primer proyecto de insurrección de los uniformados. Se trata de la intentona del general Viaux, quien se propone, tras el secuestro de Schneider (que terminaría con la muerte del general plagiado), una sublevación del Ejército. Aunque en un principio el plan ha sido articulado e incluso financiado por la CIA, la entidad desiste al ver que Viaux está solo.

En Estados Unidos, Agustín Edwards asume como “vicepresidente internacional” de PepsiCo. En Chile, en tanto, ya comenzaban a intervenir sus empresas. Pero su labor política no cesaba. Dado que estaba mal económicamente, a fines de 1971 solicita fondos a Estados Unidos. Kissinger pide a Nixon que autorice “un financiamiento encubierto de 700.000 dólares para El Mercurio, bajo la condición de que El Mercurio lance una intensa campaña de propaganda en contra de Allende”, lo que es cumplido a cabalidad, sobre todo después que le entregan 300 mil dólares adicionales.

Cinco meses después, en febrero de 1972, “emisarios de El Mercurio volvieron a la carga solicitando más recursos”. La CIA entiende que El Mercurio es cardinal para sus objetivos, y se aprueban 965 mil dólares. Así, se le entregan a Edwards “dos millones de dólares en menos de siete meses”. Y EE.UU. recibe retorno sobre su inversión: “A partir de 1972, el diario reforzó su campaña en contra de la Unidad Popular (…) publicando casi a diario editoriales criticando al Gobierno de Allende”. Y también con notas y entrevistas.

Una de ellas, memorable, es al cura Hasbún, quien sentencia que “al marxismo le es consustancial la mentira; el marxismo es una filosofía, es una escuela espiritual que necesita, como las moscas, nutrirse de la mugre, de la basura”.

Pero también “El Mercurio comenzó a utilizar en su portada técnicas de propaganda que habían sido ideadas por los aliados occidentales durante la Segunda Guerra Mundial, y que después la CIA y el pentágono afinaron en diversos manuales de guerra psicológica”.

Un ejemplo: escasamente publicaba una foto de Allende en la primera página, “pero cuando lo hacía era siempre junto a titulares de otros artículos que hablaban de tanques soviéticos, marxismo internacional, caos económico, inseguridad social o una noticia relacionada con muerte”.

En medio de este camino furibundo, a Doonie lo sorprende el Golpe de Estado. Para entonces, se ha consolidado en su cargo directivo de la PepsiCo, sus hijos estudian en prestigiosas instituciones de élite, su madre y familiares lo visitan con frecuencia en su fastuosa mansión.

El 11 de septiembre, Edwards se encuentra cenando en un lujoso restorán de Barcelona, en el marco de una comida de la transnacional donde se desempeña como alto ejecutivo, cuando, tras contestar un teléfono, vuelve a la mesa y dice a los comensales, emocionado: “Sí, mi amigo Almirante Merino ya se ha hecho cargo de la situación”. No cabe en sí de júbilo. Aquello contra lo que ha luchado durante casi una década, se desploma al fin, estrepitosamente, luego del bombardeo a La Moneda.

En ese momento, empero, no da por finalizada su misión de guiar los destinos del país: ahora debe luchar para que se escuchen las teorías, para algunos excesivas, se diría que extravagantes, de la Universidad de Chicago, en las que cree ciegamente. El futuro se encargará de darle otra vez la razón, y nuevamente mediante las diligentes gestiones de su gran amigo, el Almirante José Toribio Merino, quien convence a la Junta de las bondades del neoliberalismo.

Esta es solo una breve aproximación a “Agustín Edwards Eastman. Una biografía desclasificada del dueño de El Mercurio”, libro que ofrece una revisión histórica, política y económica no solo de los Edwards y sus cercanos, sino de cómo se manejaron las élites durante los últimos dos siglos en nuestro país.

Deja un comentario
09 may 2015

Suma total, ruina completa

Una vez más nuestro país es golpeado por la Madre Natura. Y esta vez por todos lados. La pucha.

Los científicos debaten sobre de las razones de tanto desastre. Algunos argumentan del efecto de la mano del ser humano para producir el mentado “calentamiento Global” mientras otros afirman que esto es producto del proceso natural del planeta sin que la mano del hombre alcance a hacer efecto en los grandes cambios climáticos. Yo no sé con quién estar de acuerdo. Hago lo mínimo intentando reciclar, no sea cosa que los primeros tienen  razón y yo puedo colaborar para disminuir el asunto, pero si los otros tienen la razón estamos fritos. Bueno “fritos” los del sur de Chile con volcanes e incendios contribuyendo a la fritanga y “mojados” los del norte.

Pero sí sé que hay ámbitos en que la mano del hombre sí ha afectado el asunto.

Los intereses económicos de algunos, sean personas naturales o jurídicas, como diría un leguleyo, han contribuido a erosionar irracionalmente los terrenos naturales. Las prospecciones mineras cambian como si nada fuera a pasar los cursos naturales de evacuación de aguas, se cambia la flora nativa por arboleda explotable y ajena a los climas endémicos, se construyen ciudades en las sendas de las lavas volcánicas, etc, etc. Y todo sin ninguna consideración con la estructural natural de la geografía terrícola.

La autoridad permite e incluso actúa por si misma construyendo en quebradas, en lechos de ríos que hace años están secos, incluso con soberbia se cambian cursos fluviales en aras a despejar terrenos explotables. También se destruyen sitios arqueológicos, pero eso es otro tema.

Para el caso reciente de desastres por lluvias, muchos podremos recordar los comentarios de nuestros abuelos que decían (y todavía algunos recuerdan) “antes sí que llovía pues”. Incluso en el desierto, se observan desde el aire los cursos de aguas pretéritas. Pero NO, se hace caso omiso de aquello y ya vemos los resultados. Ciudades y poblados enteros construidos en cursos fluviales naturales, si no convertidos en botaderos de escombros y basura. El resultado es lamentable y está a la vista.

Ahora bien, dicho lo anterior hay una tragedia peor desde el punto de vista del actuar del ser humano. El Libre Mercado. Este en su macro sistema permite lo que dije anteriormente, es decir que, superponiendo intereses económicos por sobre consideraciones naturales se usa y abusa de la naturaleza transgrediendo y muchas veces violentando su ser.

Y en el micro sistema permite por ejemplo que –en casos de emergencia- una carretera concesionada no levante las barreras de peaje para permitir la circulación libre de vehículos, muchos de los cuales van en ayuda de la tragedia o van arrancando (vimos esto en los incendios de la V región y en las inundaciones de Copiapó) o la inescrupulosa venta de agua a precios irracionales ante la falta total del recurso.

Lo vemos cotidianamente en los inviernos en la Capital y otras ciudades cuando algunos cobran por cruzar a la gente en triciclos e incluso al hombro por lugares anegados. Esta última aunque folclórica y simpática obedece a las mismas leyes que las anteriores, o sea, Oferta y Demanda.Y en los tres ejemplos el móvil es el mismo, como dijo Tony Curtis en una antigua película llamada “El Submarino Rosa” donde hay caos hay provecho, mientras se robaba un chancho en medio del un bombardeo.

Entonces, verdaderamente nuestra tragedia no es la producida por la Naturaleza sino la propia naturaleza humana, profundizada por una ideología nefasta y diabólica cual es la práctica del Libre Mercado. Ésta por sobre todo ahonda en lo peor de las condiciones humanas, el egoísmo, el ganarle al de al lado a pesar de todo. Yo puedo o no puedo, el otro que se friegue, y el fregado puede hasta donde pueda y el que no puede que se friegue más. Sino ¿cómo se entiende que uno que tiene agua la venda al mejor postor?

El del negocio de los terrenos de Machalí es tan culpable como el que vende el pan más caro cuando hay mayor demanda de pan. El punto es, quién es más culpable, el que se embolsó $20 o el que se embolsó varios millones de dólares? Ambos pues, la diferencia es que el primero es un emprendedor (según la lógica de un ex presidente), y el segundo es un inversionista, un especulador de futuro (otro emprendedor, según la misma lógica). Sinvergüenzas ambos y seguramente adoptados (sin que evidentemente la condición de  adoptado sea por antonomasia sinónimo de rostro de madera).

El asunto es valórico y mientras nuestra sociedad siga funcionando al alero de la Oferta y la Demanda, cualquier otra consideración será desestimada, no sea cosa que ganemos menos en este “caos”,al cual desgraciadamente ya estamos acostumbrados y lo leemos como la cosa más natural a pesar de que la propia Natura nos pega una patadita en la cabeza de vez en cuando y cada vez más seguido.

“Dar hasta que duela” dijo el Santo.“Aprovechar hasta que pueda” dijeron varios. “Vende todo, dalo a los pobres y sígueme” dijo el Hijo del Carpintero de Belén.“Ni enfermo” decimos y dejamos el vuelto en el supermercado –creyendo que somos buenos-  para que el empresario lo descuente de impuestos y el domingo vamos a misa juntos para pedir perdón por los pecados sin siquiera considerar que lo que hicimos es uno, pues no está escrito en el Misal (si es que alguien sabe todavía qué es eso) ni tampoco en la Biblia, al menos expresamente o al pie de la letra como leerán los abogados (según Al Paccino en una conocida película llamada “El abogado del Diablo”)

No quiero parecer resentido pues no lo soy, pero cada día me convenzo más de que por culpa de la búsqueda de ganancias inmediatas –a toda escala- somos menos ecuánimes, menos solidarios (en la vida cotidiana) y menos animales, pues estos últimos sólo usan lo necesario, mas nosotros usamos más a costa del prójimo y de la naturaleza.

Al final de esta difusa reflexión rescato la frase de un inteligente publicista de una universidad (entendiendo que el sólo hecho de la propaganda universitaria ya es un asunto a discutir), quien lee, “yo me como dos panes, tú, te comes ninguno. Consumo promedio un pan por persona”. ¿Es esto razonable?

Sobre esto se diseñan políticas, si es que se diseñan.

Vaya esta reflexión disparatada y dispersa a pesar de que siendo yo todavía una persona optimista, cada vez más creo en el dicho de mi madre que rezaba “suma total, ruina completa”.

1 comentario
09 may 2015

Cavilaciones éticas

Rushmorth M. Kidder, fundador del Instituto para la Ética Global, señaló, “la ética no es un lujo ni una alternativa, es esencial para nuestra sobrevivencia.”

Cuando en Chile estamos enfrentando una sucesión de olas de denuncias, rumores, desmentidos, acusaciones a empresarios y políticos respecto del uso inadecuado de la relación dinero y política, hay quienes quieren centrar la discusión en los aspectos penales, es decir, la determinación de si acaso las conductas a que en cada caso se alude son o no constitutivas de delito.

El punto es que la comisión de delitos o la determinación de la justicia penal representan el mínimo ético exigible a las personas en la vida social. Pero a todos los seres humanos nos es exigible también una conducta ética mayor, con parámetros más altos, pues tienen que ver con aquello que no es necesariamente exigible en el plano de la ley y que sin embargo debemos acatar pues se relaciona con el buen y mal comportamiento.

El ejemplo más clásico, una anciana está en el supermercado avanzando con su carro y de pronto llega un sujeto que quiere el mismo carro y entonces aparta a la mujer con un discreto empujoncito, sin hacerle daño, y se apodera del carro para hacer sus compras. No hay una ley o reglamento que diga “no robar los carros del supermercado a las ancianas”. Si no lo hacemos es porque sabemos que eso no está bien, pues supera los cánones de la vida social.

Cuando se debilitan estos cánones éticos, se va haciendo necesario regularlos mediante leyes o reglamentos que incrementarán su carácter punitivo en la medida que relativizamos los marcos éticos de la vida social.

Esto está sucediendo en esta hora, tal vez en el mundo entero, justamente porque los límites éticos se ven sobrepasados y la ley ocupa ese espacio. Mientras más ley existe es porque menos ética hay.

Dice Kidder: “Lo que solía estar reglamentado por nuestros propios buenos hábitos se ha convertido en reglamentos por deseo de los legisladores”. También debemos tener presente que cuando un sujeta enfrenta un dilema no es entre “el bien y el mal”, sino entre lo que él considera dos bienes. Cuando consideramos algo “malo”, eso no está entre las posibilidades de actuar, ya que nuestras actuaciones tienen una justificación interior, aunque no sea necesariamente compartida por todo el conjunto social.

Por ejemplo, quien mata por venganza, piensa que eso es bueno. Los torturadores de la policía creen que su conducta se ajusta a lo que la patria necesita para combatir a sus enemigos. En fin, ejemplos sobran.

Kidder señalacomo caso paradigmático lo sucedido en Chernóbil el 26 de abril de 1986. La catástrofe fue producida por la acción de dos ingenieros que estaban a cargo de la sala de control, quienes realizaron un “experimento” no autorizado, destinado a satisfacer su propia curiosidad. Cuando empezaron a funcionar las alarmas, en lugar de detenerse, las apagaron. Es decir, no les importó el riesgo que se corría, sino que no los sorprendieran.

Kidder lo señala: “Creo que antes de haber anulado el primer sistema de alarma computarizado tiene que haber habido un anulamiento ético. Lo que hizo volar Chernóbil no fue la falta de conocimiento, fue la falta de ética.”

Los tiempos cambian. Kidder nos dice: “No sobreviviremos el siglo XX con la ética del siglo XX”. Los riesgos de esas anulaciones éticas durante el siglo XIX eran de bajo alcance. En el siglo XX ese riesgo aumenta y al llegar al siglo XXI los peligros son aún mayores, pues hay cada vez más personas a cargo de sistemas y tecnologías cuya operación irresponsable puede acarrear peligros impensados para también cada vez mayor cantidad de personas, sin contar los efectos devastadores sobre la naturaleza y los animales.

Es indispensable, entonces, que el nivel de exigencias éticas aumente y que las personas aprendan a ser responsables de lo que hacen, sea o no delito su conducta.Es necesario un cambio profundo de actitud, que nos lleve a salvaguardar la sociedad de las decisiones de los encargados de las cuestiones públicas (que afectan a los ciudadanos y a la población), ya sean jurídicas, administrativas, científicas o de otro tipo.

Cada vez aumenta más entre el común de las personas el porcentaje de quienes sostienen que deben existir códigos éticos exigentes en la sociedad y sobre todo con respecto de quienes deben tomar decisiones que afecten la vida común. Eso lo dicen las encuestas ya desde hace dos o tres décadas.

Pero eso debe confrontarse con los numerosos casos de líderes y figuras públicas, en principio “respetables”, que se ven sometidas a un duro escrutinio público por sus dislates, ya sea en el ámbito privado o público.

Casos como los que hemos conocido en Chile de ciertos obispos (Cox, Barros, Arteaga, Jiménez, por ejemplo) o sacerdotes (Karadima, Joannon, José Luis Artiagoitia, Ignacio Gutiérrez, José Andrés Aguirre, para nombrar los más sonados); grandes empresarios, políticos importantes, líderes deportivos ( Herrera), encargados de la seguridad, de la atención de salud, de la educación, del transporte público, de la administración municipal o del Estado, de la aplicación de sustancias en los productos de alimentación o en los parques y plazas, en fin, por solo nombrar a algunos, mueven a escándalo justamente porque siendo personas encargadas o calificadas para entregar seguridad, serán ellos mismos los que la hacen peligrar.

Tal vez la expresión más brutal es la violación de los derechos humanos, donde los agentes del Estado encargados de velar por la seguridad de las personas son los que, encubiertos por ese mandato, precisamente violan los derechos más elementales. Por eso menciono a sacerdotes y educadores, que estando en el ámbito reservado al cuidado espiritual y psicológico, precisamente atentan en contra de las personas que confiaron en ellos atendida su condición.

Lo que hemos presenciado es que mientras aumenta la demanda ética de la sociedad, se incrementan los casos de abusos. Encuestas realizadas entre estudiantes universitarios de Estados Unidos – la cito porque no tengo antecedentes de que algo similar se haya hecho en Chile – revelan que en altos porcentajes, superiores al 50%, se muestran dispuestos a realizar actividades fuera del marco de lo permitido si acaso de ese modo pueden incrementar sus ingresos y tienen una cierta capacidad de eludir los controles o no ser sorprendidos.

Una mayoría superior a los dos tercios manifestó que estaba dispuesta a copiar en sus exámenes profesionales. Y eso sí lo hemos visto en Chile, donde incluso ha habido casos de filtraciones en las pruebas de acceso a la universidad y a exámenes de grado o revalidación de títulos (caso de los médicos). Muchos llegan a ser profesionales de alta responsabilidad e importancia social (médicos, abogados, ingenieros, por ejemplo) luego de haber obtenido fraudulentamente sus calificaciones.

Kidder dice que no se trata de estudiantes, lo que sería una anécdota, sino de quienes poco tiempo después comienzan a dirigir instituciones, corporaciones, ocupar cargos públicos de distinta especie. “Estamos hablando de los mandos medios de Estados Unidos para el año 2020, de los gerentes generales del año 2030. Estamos hablando acerca de las personas que van a pilotear el avión comercial mientras ustedes se sienta pensando ¿sabe este tipo en realidad cómo volar o pasó los exámenes gracias a los torpedos?” Y los ciudadanos tenemos derecho a pensar que si una persona ha obtenido su título con trampa, puede seguir haciendo trampas después, en el ejercicio profesional.

Son esas personas, que quizás escalaron copiando en sus exámenes, los que han ido llegando a altas posiciones, relativizando su comportamiento ético. Probablemente el propio sistema y las creencias en que los padres y los educadores no deben “imponer” una conducta a los hijos y a los estudiantes, son responsables de eso.

Se van desplazando los límites y aquellos que fumaron a escondidas primero tabaco y luego marihuana, se encuentran en posición tal que no sólo fuman más, sino que no se sienten autorizados a limitar consumos de sus hijos, de sus subordinados, de los que le están encargados, que pueden ser dañinos para la salud. ¿Quién de los que ascendió copiando se atreverá a prohibir, limitar, censurar o reprochar que otros lo hagan?

Cuando se gastan muchos millones de pesos en la construcción de un puente que queda en malas condiciones (caso del puente Cau en Valdivia) o una persona conduce a otra a la muerte por un mal diagnóstico (la directora de una Escuela de Medicina cuyo título de médico era falso), las desconfianzas en el sistema por parte de la ciudadanía y la población aumentan.

Y si pensamos en el mundo político, las cosas resultan aún más graves. La mentira, la verdad relativa, las afirmaciones que las conductas desmienten, van debilitando la seriedad y la solidez de las instituciones que sirven de base al funcionamiento de la sociedad y de la relación entre la autoridad y el ciudadano.

No es mentira cuando un político dice que se retirará y no se retira. Es solo que expresaba un deseo que no sabía que en realidad era imposible de que se cumpliera.

Pero si es mentira cuando dice que tiene un título profesional que no ha recibido (aunque haya estudiado algo de esa profesión) o cuando se presenta como hombre probo y ha sido sancionado por el abuso de información privilegiada en el manejo de asuntos económicos, lo que está prohibido por la ley. O cuando dice desconocer lo que conoce o cuando tergiversa la letra y el espíritu de la ley para obtener beneficios electorales o de otro tipo.

Hoy se dice que se intentará – mediante un proyecto de ley que se presentará en 45 días más – que un parlamentario que haya violado la ley de financiamiento electoral pierda su cargo. ¿Y al reemplazante lo designará el mismo partido, como dice la ley ahora? Porque ese sujeto se benefició con el triunfo electoral, pero también se aprovechó de ello el Partido, pues sin ese candidato quizás sus votos hubiesen sido menos.

Los políticos son personas que participan activamente en los procesos de conducción de la sociedad, ya sea a través de los cargos nacionales, regionales, comunales, ejecutivos o de elección popular. Si esas personas no son honestas, si no son respetuosos de las leyes en su forma y fondo, estamos frente a una grave contingencia, pues se desmerecen las instituciones en toda la línea: su partido, el organismo al que pertenece, las medidas que toma o los votos que emite.

Todas sus actuaciones empiezan a quedar en entredicho y la sociedad mirará con desprecio a ese sujeto y a todos sus cercanos. El líder, el dirigente, debe responder a las normas éticas de la mayor exigencia, para no dejar asomo de duda de su comportamiento. El cuidado debe ser extremo.

Pongamos casos hipotéticos, ¿podrá un dirigente mantener su libertad para tomar decisiones que afecten a una empresa o a intereses de grupos de personas si esa empresa o esos grupos de personas contratan a sus hijos por cifras millonarias para trabajos que valen mucho menos? Tal vez no exagero al decir que se genera un tipo de obligación derivada del agradecimiento comprometido.

¿Podría un dirigente considerar independiente de presiones si acaso recibe beneficios, mayores o menores, de una empresa cuyos intereses dependen en alguna medida de sus decisiones?

Pero también está la mentira y el engaño en otras dimensiones. Por ejemplo, si un político pertenece a un partido que tiene una determinada visión de la sociedad, ¿es lícito que después de elegido para un cargo sostenga pensamientos divergentes en forma extrema? Por ejemplo, si un senador ha sido elegido por un partido que postula la sustitución del régimen capitalista, no puede luego afirmar que el capitalismo le acomoda.

Es que las cosas son “más o menos” así, nos dirán. Y eso es relativismo ético.Sostengo que si un ciudadano es elegido para un cargo representando las posiciones de un partido, al dejar de pertenecer a el debe cesar en el cargo. Porque de lo contrario se distorsiona la voluntad del pueblo. Recuerdo el caso de una persona que fue elegida como senador por el PPD y que al poco tiempo abandonó su partido, se pasó a la posición más extrema de la izquierda, salió del partido y trató de levantar una candidatura presidencial. Cuando no le resultó, decidió ingresar al Partido Radical.

Pero el peor caso de relativismo ético lo exhiben esos dirigentes que dicen “todos lo hacemos”, “siempre se ha hecho así”, “nadie está libre de estas conductas” y se escudan en eso para justificar sus violaciones de la ley.

O, lo que es aún peor,  decir “no lo sabía”, aludiendo a su ignorancia de que algo estuviera prohibido o fuere delito, aunque a todas luces parece incorrecto, ello sin perjuicio de la presunción de conocimiento de la ley. Porque eso es elevar el relativismo ético a la categoría de validadora de toda conducta incorrecta y la generalización de las violaciones a la de “permiso o aceptación social”.  Es, como dijo alguno, la derogación tácita de la ley y de la ética.

Lo que estamos viendo en Chile es grave. Engel, presidente del comité que designó el gobierno para proponer medidas de corrección ha dicho: “Chile no es un país corrupto, sino que hay casos de corrupción”. Esos casos de corrupción involucran a los más grandes empresarios y a políticos de distinto nivel y de todo el espectro partidario. “Todos lo hemos hecho”, dijo uno. Es decir, quienes dirigen el país están en el espacio de la corrupción y quieren seguir ocupando sus posiciones con la excusa de que la costumbre los legitima.

La sociedad toda tiene derecho a preguntarse si esas personas pueden seguir en sus puestos y si acaso el sistema político tiene capacidad para resolver una especie de recambio generalizado de estos sujetos por otros con una ética sólida y probada. ¿Es eso posible?

Porque si los políticos no se dejan corromper ni se debilitan en sus posiciones, las acciones de los empresarios corruptos no tendrían posibilidades de aplicarse. El tema está en el mundo público y las medidas que se requiere deben partir por despejar el terreno de aquellos que están interesados en mantener el actual estado de cosas para seguir beneficiándose con el poder, aunque por ello deban también salir de sus cargos los que se han comportado correctamente.

Las medidas deben ser drásticas, exigentes, no para convertir en ley los principios éticos, sino para sancionar a quienes violan la confianza ciudadana y distorsionan la democracia según sus intereses o los de aquellos que los financian.

3 comentarios
09 may 2015

Ana González, gran actriz y demócrata

El centenario de su nacimiento ha sido motivo de innumerables homenajes pendientes a la gran actriz chilena -una de las mejores- Ana González Olea. Entre merecidos reconocimientos los hay a su persona y a su personaje principal “La Desideria”. Incluso se ha llegado establecer un premio que recuerda el rol de ese personaje como asesora del hogar. Más allá de si corresponde lo uno o lo otro, quisiera detenerme en la Ana González ciudadana.

Sus actuaciones como actriz del TEUC, el Teatro de Ensayo de la UC, la llevaron a los más destacados papeles y por cierto al Premio Nacional de Arte, en 1969, galardón en el que se sumó a Alejandro Flores, Rafael Frontaura, Pedro de la Barra y Pedro Sienna, siendo la primera mujer en alcanzarlo.

Sus armas como ciudadana, las expresó en el escenario, encarnando a Rosaura, una de las combativas floristas de la Pérgola de la Flores, obra de su amiga Isidora Aguirre y Francisco Flores del Campo. Pero, su compromiso no estaba sólo en las tablas. Fue una entusiasta partidaria del Presidente Allende, junto a sus cercanos: Luz María Sotomayor, su pareja y Juan González, su mozo. Entre julio y agosto de 1973, la actriz participó activamente del Festival Mundial de la Juventud y de los Estudiantes en la RDA, cuyo lema era: “Por la solidaridad antiimperialista, la paz y la amistad”.

Recibía “baños” de cariño cuando agarraba, en su casa de Cartagena, el bolso de compras y caminaba hasta la feria libre a comprar las materias primas de sus magistrales porotos granados, que preparaba minuciosamente para sus invitados. Era francamente dificultoso avanzar hacia los feriantes debido a la enorme cantidad de personas que querían saludarla e intercambiar unas palabras, que era lo usual, en tiempos sin selfies ni polaroids.

El golpe militar de 1973 la sorprendió como una de las propietarias de la Sala del Ángel, ubicada en un breve pasaje del centro de Santiago. Fue una de las primeras en mantener viva la llamita del teatro. Para no despertar las iras de la dictadura estrenó, a poco del golpe militar, obras inocuas políticamente como “Ángel, mujer o demonio”, dirigida por Eugenio Guzmán en la que ella encarnaba los roles estelares.

Y, tras bambalinas, ayudaba a quienes podía de entre los que comenzaban a sufrir la despiadada persecución del régimen militar. Así, la precaria compañía comenzó a llenarse de periodistas que hacían comunicados de prensa, mensajeros que malamente distribuían correspondencia, escenógrafos y sonidistas de dudosa experiencia pero vasto compromisos con las fuerzas de izquierda.

En su valioso legado que hoy descansa en la Biblioteca del GAM, se encuentra el siguiente manuscrito: “Yo soy Ana González, muchos de ustedes me conocen como la Desideria … La Desideria es una mujer del pueblo y como tal es muy sabia, por eso yo le pregunté qué pensaba del triunfo del No. Y me dijo que ella no era lesa, que todo lo que le ofrecían lo recibía, caseta sanitaria, viviendas de 34 metros, regalitos y festivales de los alcaldes, de las damas de color… aguinaldos, los escuálidos bonos y el ingenioso medio de movilización, la bicicleta. Pero como no es lesa, va a votar por el No, igual que yo… Porque las dos sabemos que en democracia, se terminarán los abusos mediante auténticas y efectivas leyes que protejan al pueblo y le permitan participar en el desenvolvimiento social y económico del país … Usted, Señora, que a veces le da miedo, atrévase como la Desideria y vote No”.

Su compromiso con la búsqueda de la democrática, la llevó a convertirse, ya recuperada la normalidad, en anfitriona de la fiesta cultural y popular con que el Presidente Patricio Aylwin inauguró el Centro Cultural Estación Mapocho, el tres de marzo de 1994. Tal rol no se explica sólo por su condición de actriz notable sino también de vecina del centro y, sobre todo, de regular asistente a sus diversas actividades, a las que llegaba caminando desde su departamento en el “edifico redondo” de Miraflores y Esmeralda. Hoy, una sala con su nombre inmortaliza ese idilio entre la actriz y el centro.

Por ello, no fue extraño que acogiera con entusiasmo la propuesta del Centro Cultural de celebrar allí su cumpleaños número 80, el 4 de mayo de 1995. La asistencia excedió todas las expectativas. Desde el Presidente Eduardo Frei y su esposa Marta Larraechea a las floristas de la ahora cercana pérgola, que regalaron, en la puerta de la vieja estación, un clavel rojo a cada uno de los asistentes.

A pesar de todos los esfuerzos de sus asesores, Frei permaneció hasta el final de la actividad que duró unas cuatro horas, dejando de lado un compromiso en el Museo de Bellas Artes, que asumió su esposa. Entre muchas de las obras que se presentaron esa noche, una representaba a Anita en el lenguaje del teatro circo, luciendo una rojísima nariz de payaso. Una buena intención que no gustó a la homenajeada y que por tanto, llegó sólo hasta el primer acto que entonces se anticipó… por única vez.

Para la siguiente campaña presidencial ya estaba retirada y enferma. No obstante ello, en antecedentes de que el candidato -su candidato- Ricardo Lagos marchaba seguido de centenares de adherentes a inscribir su candidatura al Registro Electoral, ubicado a pasos de su departamento, se asomó a la ventana a saludar mediante señas a Lagos, quién detuvo la marcha, se acercó al edificio y respondió los cariñosos saludos de la ciudadana González, despertando el aplauso cerrado de los seguidores a Anita.

Una demócrata ejemplar y una actriz excepcional.

Deja un comentario
09 may 2015

A 70 años de la Victoria contra el nazismo y el fascismo

Al cumplirse 70 años de la Victoria contra el Nazismo y el Fascismo, se confirma que una de las primeras víctimas de la guerra es la verdad. Distorsiones, mentiras y tergiversaciones históricas aparecen recurrentemente; pero, gratitudes, reconocimientos y verdades, actualmente escasean.

Sin embargo, recientemente, durante su Visita de Estado a la Federación de Rusia, 22 y 23 de abril de 2015, la Presidenta de la República Argentina, en su intervención posterior a la firma de acuerdos estratégicos y convenios bilaterales, acompañada del Presidente Vladimir V. Putin, tuvo un notable gesto, a través de sus dichos, en oposición a esa situación de escasez que constatamos.

Cristina Fernández de Kirchner, teniendo en cuenta los actos recordatorios del término de la Gran Guerra Patria (Великая Отечественная Война), con desfile militar en la Plaza Roja de Moscú, el sábado 9 de mayo de 2015, sostuvo: “Y aquí quiero destacar como ciudadana del mundo, no ya como Presidenta de la República, como ciudadana universal, el aporte invalorable que tuvo el Ejército Soviético en la lucha y en la derrota del nazismo y del fascismo.Creo que es importante este reconocimiento que debemos hacer a una nación que perdió 27 millones de vidas, entre soldados y población civil, en la lucha contra el nazismo y el fascismo.”

“Sé que el 9 de mayo van a conmemorar esto con un gran festejo, un gran desfile, hemos visto los ensayos en una de las calles principales y realmente queremos agradecer al pueblo ruso el sacrificio que significó para este pueblo la Segunda Guerra Mundial, el horror de toda guerra.”

Recordemos que la Alemania nazi, junto con ocupar varios países de Europa, ya el 22 de junio de 1941 había lanzado la invasión a la Unión Soviética. De allí, la concepción, desde el punto de vista histórico-soviético, de una Gran Guerra Patria, durante encarnizados casi cuatro años, pasando por la decisiva derrota de los nazis en Stalingrado, mediante una gran contraofensiva soviética, convirtiéndose así en las vísperas de la épica toma del Reichstag de Berlín el 2 de mayo de 1945.

Acertadamente, ya el 6 de julio de 2014, el Presidente François Hollande, en acto de recuerdo del desembarco de Normandía – del 6 de junio de 1944 -, señaló: “Deseo saludar el coraje del Ejército Rojo que, lejos de aquí, frente a 150 divisiones alemanas, fue capaz de hacerlas retroceder.” “Una vez más debo señalar la contribución de los pueblos de la llamada Unión Soviética durante esa contienda.” Se trata de una valiosa gratitud y un merecido reconocimiento histórico.

En relación a la prolongada batalla de Stalingrado, que terminó haciendo prisioneros el 2 de febrero de 1943 al Mariscal Von Paulus y a sus soldados y oficiales sobrevivientes, en la ocasión, el Presidente Franklin D. Roosevelt envió un mensaje especial a los combatientes soviéticos: “Su gloriosa victoria detuvo la ola invasora y dio un giro a la guerra de las naciones aliadas contra las fuerzas de la agresión”.Y a comienzos de 1943 se había roto asimismo el cerco a Leningrado.

De allí que estas verdades imprescindibles deben ser restituidas. El mismo Presidente Roosevelt, después de la batalla de Kursk, la mayor batalla de tanques de la historia, iniciada en julio de 1943, escribió: “La Unión Soviética puede estar orgullosa con razón de sus heroicas victorias”.

Las contribuciones del Ejército Rojo son así, imperecederas, aun contrastadas en la actual situación internacional, en que algunos intentan organizar y orquestar un cerco anti ruso, mediante torpes ensayos de aislamiento, desprestigio, sanciones y tergiversaciones históricas. Recordar que en noviembre de 1943 fue liberada Kiev, capital de Ucrania; y después el turno de Bielorrusia y de las repúblicas bálticas: Estonia, Letonia y Lituania, es una memoria histórica de plena actualidad hoy.

A lo ya expresado por el Presidente Hollande, podríamos recordar cuando el General Charles de Gaulle, estando en Moscú, señaló: “Los franceses saben lo que hizo por ellos la Rusia soviética, y saben que, precisamente, la Rusia soviética jugó un papel principal en su liberación”.Así hoy, las relaciones franco-rusas no debieran afectarse por incumplimientos de contratos y sanciones.

La capitulación final de la Alemania nazi, el 8 de mayo de 1945, a las 22:43, en hora central europea, por diferencia horaria, en la Unión Soviética ocurrió a las 00:43 horas del miércoles 9 de mayo de 1945. En el cuartel de la URSS en Karlshorst, Berlín, el Mariscal de Campo Wilhelm Keitel firmó el acta de rendición incondicional, ante el Mariscal del Ejército Rojo, Gueorgui Zhúkov.

Así surgió el “Día de la Victoria” (“День Победы”). De allí que la conmemoración en la actual Federación de Rusia se realiza siempre el 9 de mayo. Y este año 2015, tiene una particular relevancia y significación, con presencia de 27 Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno, de todos los continentes, especialmente invitados, a 70 años de la Victoria contra el Nazismo y el Fascismo.

Ante la grandeza de estas cercanas proezas de ayer, que contribuyeron a detener la locura que conducía el mando de la Alemania nazi, resultan repugnantes y repulsivas algunas descripciones, distorsiones, que escriben, imaginan y mienten sobre la caída de Berlín algunos escritores e historiadores británicos, como Frederick Taylor y Anthony Beevor, y que fueran publicadas por un periodista de un vespertino chileno, el viernes 24 de abril de 2015, en artículo de páginas 34 y 35.

Ciertamente, la llamada ‘alma rusa’ y el orgullo patrio nacional ruso, no podrán ser irrespetados ni mancillados por amenazadores, por distorsionadores, por historiadores y/o por sancionadores. La aportación cardinal, clave, crucial y vital del Ejército Rojo, en momentos decisivos, con victorias estratégicas, merece gratitudes y reconocimientos, con mirada de futuro para toda la Humanidad.

Finalmente, el enorme trabajo de digitalización de 400 documentos alemanes de la Segunda Guerra Mundial realizado,y publicado,por el archivo central del ministerio de Defensa de la Federación de Rusia, en edición revisada del 29 de abril de 2015, es y será una contribución a la verdad sobre los hechos generados por la Alemania nazi y defender esa verdad ante cualquier intento de tergiversación histórica (http://wwwii.germandocsinrussia.org/ru/nodes/2-opis-12454).

Y, recientemente, el Presidente Vladimir V. Putin, el jueves 16 de abril, en Programa Línea Directa, hizo afirmaciones políticas muy francas, pedagógicas y responsables. Somos una gran potencia nuclear, así que ser nuestro enemigo es honorable, al igual que ser amigo”, agregando sin eufemismos.Rusia no tiene ambiciones imperiales, solo vivir dignamente como Latinoamérica”.

Más aun, el 6 de mayo de 2015, el Presidente de la República Popular China, Xi Jinping, ha dado a conocer un Comunicado, en que afirma: “Los pueblos de China y Rusia están dispuestos con toda la firmeza y esfuerzos, junto con todos los países pacíficos, a oponerse a cualquier intento de negar, distorsionar y reescribir la historia de la Segunda Guerra Mundial.El pueblo ruso y el chino defenderán hombro a hombro la paz en el mundo y promoverán el desarrollo”.

Es de toda justicia, rescatar verdades imprescindibles, ya en el Siglo XXI, con nuevas correlaciones de fuerzas en la arena internacional, dimanantes de la incesante búsqueda de desarrollo, dignidad, independencia, integración, soberanía, solidaridad y paz de los Pueblos, del mundo globalizado.

1 comentario
08 may 2015

Proceso constituyente, el test de Rorschach de la política nacional

Bastante se ha especulado sobre qué quiso decir Michelle Bachelet al anunciar la semana pasada el inicio de un “proceso constituyente” a partir de septiembre próximo.  Desde quienes abogan por la asamblea constituyente hasta quienes la desechan por ser el súmmum de todos los chascones males, se le alaba o se le critica dependiendo de la postura previa del interlocutor.

Hay reacciones para todos los gustos, siendo cuatro las combinaciones posibles. Siguiendo una lógica matemática, claro está.

Entre los que impulsan la AC, un grupo –el más ultrón, por decirlo de alguna forma- le critica que no haya utilizado el concepto “asamblea”, asumiendo así que ya desechó tal mecanismo.  Dentro de este mismo universo, pero más cercano a la Nueva Mayoría y con una fe incombustible en la Mandataria, se encuentran quienes escucharon “constituyente” y llegaron automáticamente a la conclusión que ella sí estaría disponible para una tarea de tal envergadura.

En la vereda opuesta están los que sienten un patológico terror por la autodeterminación de los pueblos, soberanía popular mediante.  Desde este grupo ya se escuchó enérgicamente que no estarán los votos para cumplir con los supuestos oscuros y asambleísticos designios de Bachelet. 

Y están los otros, los que con cierta autocomplacencia se muestran satisfechos con que se haya sepultado tamaña locura.

Ante tal enredo, lo único concreto es que Michelle Bachelet no fue clara.  Probablemente no por una confusión en el discurso, sino simplemente porque  es parte de una estrategia que viene desarrollando desde que asumiera nuevamente el desafío de ser Presidenta de Chile.  Ni muy lejos que te queme, ni muy cerca que te congele.  La indefinición en ciertos temas complejos.  O mejor dicho, asumir una postura que permita múltiples interpretaciones. 

Como esa historia india en que a varios monjes ciegos se les pide que palpen una parte de un elefante y digan qué es lo que tocan: una cuerda, el tronco de un árbol, un abanico, una pared son algunas de las conclusiones.  Quien escuche a la Mandataria en los temas más peliagudos, tendrá la misma sensación.

Algo así como la goma guar, ese complemento culinario anodino que espesa las comidas pero que en el fondo no cambia el gusto de lo que se ingiere.  O, si me apuran un poco, como el test de Rorschach (sí, lo googleé) donde al final el paciente enfrentado a indescriptibles figuras simplemente ve lo que en su fuero íntimo quiere ver.

Donde sí se equivoca Michelle Bachelet es al decretar, desde el púlpito presidencial, el inicio de un proceso constituyente a partir de septiembre, mes patrióticamente emblemático.  Es loable el intento, por cierto, pero en el caso chileno ese tránsito ya comenzó.

Y partió hace ya varios años, gracias a ciudadanos y organizaciones que impulsaron en diversos espacios el debate sobre la Constitución y el mejor mecanismo para su modificación.  Un camino que la institucionalidad, incluida la ex candidata y hoy Presidenta, pareciera seguir a regañadientes, obligándose primero a proponer una nueva Constitución, para plantear posteriormente que dicho recorrido será “institucional, participativo y democrático”.  Hoy escuchamos  “proceso constituyente”, y eso ya es un avance.  Al debe aún -no podríamos decir lo contrario- pero camino constituyente al fin y al cabo.

Porque los ciudadanos no están para adivinar el futuro.  No les corresponde, cuales oráculos del ayer, pronosticar qué hará –o no hará- determinada autoridad.  Y según el resultado, ponerse a llorar o explotar de alegría.

El trabajo es saber leer las señales del presente, proyectarlas al mañana y a través de sus resultados definir las líneas de acción para avanzar hacia el destino buscado.  En nuestro caso, la asamblea constituyente como el medio más democrático para dotar a Chile de una nueva Constitución.

Teniendo claro aquello, el resto es música incidental.

Deja un comentario
08 may 2015

Mail de mi abuela

Hoy he recibido una carta de mi abuela. Ella está de viaje visitando a una sobrina que vive en La Haya. Ayer me escribió por Whatsapp diciéndome que el resultado del partido de fútbol entre el equipo del Canciller y el del personal de la embajada terminó 3 x 2, por cierto, a favor del equipo de Heraldo. En ese mensaje me anunciaba que estaba terminando una carta que me enviaría por email. Esa es la que ahora les quisiera compartir.

Querido nieto:

Hoy es un gran día, pues se han se conocido, por fin, los títulos de los informes que el ministro del Interior Rodrigo Peñailillo preparó para la Empresa de Giorgio Martelli y por los cuales recibió una considerable suma de dinero.

Son tres informes con “sugerentes títulos”: “Crisis económica internacional; consecuencias y medidas en la Unión Europea”, “Flexibilidad laboral en la Unión Europea” y “Las políticas ante la crisis en el Reino Unido”.

Martelli, como él lo declaró hace algún tiempo atrás en un seminario de la Fundación Chile 21, es un “operador político” que se ha especializado en temas de financiamiento de campañas electorales.

Martelli y su empresa, por lo que se conoce hasta ahora, recibió cuantiosas sumas de dinero de parte de SQM, las cuales serían el origen de los pagos a Peñailillo,  Jorrat y, como dice el diputado Andrade, los “amiguis” de éstos.

La prensa transcribe una declaración de nuestro ( todavía) ministro del Interior en la que dice a propósito de haber mostrado los estudios, a unos periodistas del diario La Tercera: “si había alguna duda, ha quedado claro”.

La he leído varias veces y he revisado otras fuentes periodísticas para ver si hay algún error en la transcripción de dicha declaración. Lamentablemente, todas las fuentes confirman ese texto.

Yo, por lo pronto, y parafraseando la declaración ministerial “ya no tengo dudas”.El punto es claro: nos están  faltando el respeto. Están  convencido que somos unos estúpidos.

Lamentablemente quienes suscriben la tesis de que estos estudios fueron pagados por una empresa que los compró a Martelli sólo pueden hacerlo desde la ingenuidad absoluta o la tontera desatada. Declaro solemnemente que lo de la “ingenuidad” es un punto que agregué a último minuto en mi carta con el sólo motivo de proteger a algunas autoridades que respaldan las declaraciones del ministro.

Pasando a otro tema. Hoy pude ver, usando la web, la entrevista que don Francisco le hiciera al ex Presidente Lagos. ¡Qué pena que se termine Sábados Gigantes!

El ex Presidente hizo un mea culpa por el diseño del Transantiago y dijo que estamos en una crisis política: “No es una crisis económica, ni social; es política”. Y luego sentenció: “de aquí se sale con la verdad”.

Si lo que plantea el ex Presidente es la clave para salir de la crisis, lamento decirte que parece que nos queda aún camino por recorrer.

Para terminar, te cuento que me quedaré un par de semanas por aquí gozando de las flores, los arenques y de unos quequitos fantásticos que me comí cuando fui a conocer el museo de Van Gogh en Amsterdam.

Ah. No te olvides de preguntar a tus amigos si tienen alguna seña sobre si nuestra presidenta cree en la versión de los “escribidores de informes”.

Cariños, Carmela.

1 comentario
08 may 2015

Empresas y relaciones laborales

El empresariado se ha mostrado especialmente inquieto ante el proyecto de ley que amplía y fortalece la negociación colectiva en las empresas y ha re-iniciado una campaña del terror, descalificando la iniciativa que moderniza las relaciones laborales, acusándola de ser pro-sindical y generar desempleo.

Por medio de voceros oficiosos como el presidente de la Asociación de Emprendedores de Chile, Juan Pablo Sweet, la dirigencia empresarial de organismos como CPC y SOFOFA, dejan en claro que no son partidarios de la simetría de las relaciones entre trabajadores y empleadores, y que prefieren las empresas en que no existan sindicatos ni liderazgos laborales.

Resulta curioso, y hasta contradictorio, que el empresariado chileno, formado en colegios y universidades católicas, omita los planteamientos de la doctrina social de la Iglesia y siga promoviendo un estilo de gestión empresarial que niega los derechos básicos de los trabajadores -como su organización en sindicatos- y prefiera a los “grupos negociadores”, sin fuero ni protecciones.

La modernidad empresarial no puede aparecer sólo cuando hay que firmar acuerdos de libre comercio que amplían mercados para sus productos, para transformarse en conservadurismo cuando se trata de mejorar las relaciones laborales y reconocer a los sindicatos. Este comportamiento representa una cultura empresarial que no le hace bien al país ni menos a su desarrollo productivo.

El proyecto del Gobierno imprime mayor adaptabilidad y dinamismo al mercado laboral, al permitir que trabajadores –debidamente representados por sindicatos – y empleadores puedan acordar la aplicación de pactos sobre condiciones especiales de trabajo relativas a la jornada laboral y  extender las materias a negociar colectivamente.

También promueve la titularidad sindical, elimina los grupos negociadores cuando en una empresa hay sindicatos, elimina los reemplazos en las huelgas y crea los servicios mínimos en caso de huelga legal.

Está demostrado que la mayor productividad se logra con empresas que invierten en capital humano, innovación y tecnología, promueven climas laborales de colaboración/cooperación, respetan la organización de los trabajadores y acogen la negociación colectiva amplia para concordar materias como los incentivos salariales.

La propuesta  del Ejecutivo apunta a generar una nueva cultura en las empresas donde los sindicatos dialoguen con sus empleadores. El sindicalismo, en tanto, debiera valorar estos avances y construir una mayoría que otorgue legitimidad social a esta reforma laboral, dejando en evidencia la minoría que descalifica la iniciativa sin valorar el avance legislativo que este proyecto significa para el mundo del trabajo.

En el Congreso vamos a escuchar todas las opiniones. Ése es el espacio para analizar y perfeccionar el proyecto del Gobierno. Lo que no resulta presentable es que se pretenda paralizar este necesario debate a través de campañas negativas por parte del empresariado.

Deja un comentario
08 may 2015

La publicidad y el financiamiento en la política

Es curioso que en nuestro país, los problemas principales muy a menudo se le esconden a los políticos, como la liebre a los cazadores. Todos se ponen a discutir por su lado lo que les parece muy importante, propinando certeros disparos a temas aparentes, cuando lo que es realmente fundamental ni siquiera es tratado, y como la astuta liebre, se pavonea desde su escondrijo sin ser tocado.

Esto es lo que pareciera exactamente ocurrir frente al tema del financiamiento en la política: se discute acerca de cómo debe ser financiada la política y se esgrimen argumentos contundentes en favor del financiamiento público, pero no se toca el tema principal, que es el de fijar en qué se va a a gastar esa plata que ahora provendría del Estado.

Esto ocurre de esta manera porque los políticos chilenos viven casi todos en la ilusión de la eficacia indiscutida de la publicidad y ni siquiera se imaginan que pudiera haber otros métodos y otras formas de llegar hasta los oídos ciudadanos.

En Chile, el imperio de la publicidad es absoluto, nadie lo pone en duda, y por eso aquí la expresión “campaña política” es equivalente a “campaña publicitaria”. Dentro de este cuadro, la idea de trasladar las campañas políticas desde el ámbito privado al público aparece como una franca locura. Equivale a decir que el dinero que las empresas de publicidad reciben actualmente de las empresas privadas pasará a ser pagado directamente por el Estado.

O sea, pasaremos todos los chilenos a financiar los carteles que durante las épocas de campaña repletan las calles, cuelgan de los árboles, y los cables eléctricos, acosándonos con mensajes insulsos y llamándonos a votar por una  lograda sonrisa.

Seremos nosotros mismos los sostenedores de que se pongan gigantografías en las auto-rutas o de que las radios se inunden con una gritería estridente anunciándonos el tan esperado cambio de nuestras vidas en cuanto votemos por tal o cual candidato fanfarrón.

Financiaremos nosotros los afiches pegados en las calles, los steakers pegados en los asientos de los buses, las pinturas en los muros y las pancartas que nos entregarán sonrientes jóvenes con camisetas con la imagen del candidato, también compradas con nuestro dinero. ¿A eso se nos está invitando cuando se nos plantea que debiera haber un financiamiento público de la política?

Pareciera entonces que el problema está en otro lado: el problema no es tan solo el de quién financia la política, sino en qué es lo que financiará el que financia. Especialmente, si el que financia es el Estado.

La publicidad es antidemocrática por excelencia, no apela al ciudadano, sino al cliente, no le interesa mayormente si lo que se publicita es verdadero o falso, es maestra de lo aparente. Su fuerza está en la repetición de los mensajes, más que en la potencia de sus contenidos. Quiere seducir, aunque sea a costa de inducir sueños e ilusiones en los que la víctima de estas estratagemas se pierde.

Tiene sentido cuando se trata de vender y comprar productos del mercado, pero es altamente peligrosa cuando se trata del reforzamiento de los lazos verdaderos ente los ciudadanos. Es un mero instrumento y su eficiencia depende demasiado de quién la utiliza y con qué fines. Son los nazis los que la introdujeron sistemáticamente en la política para asentar un régimen demoníaco que destruyó las bases mismas de la convivencia ciudadana.

En los países civilizados, su uso en la política está estrictamente limitado y su acción se encuadra dentro de las exigencias de la vida democrática. En Inglaterra o en Francia jamas se verán las calles principales de la ciudad llenas de carteles llamando a votar por tal o cual. Lo que ocurre en Chile, en estos países se consideraría un acto de barbarie y un atentado en contra de la ciudadanía. Está absolutamente prohibido.

En esos países, las municipalidades destinan paneles especiales puestos en lugares visibles de la ciudad, donde los candidatos pueden poner sus carteles, todos ellos del mismo tamaño y en los cuales se privilegian los mensajes políticos. Las campañas están constituidas mayoritariamente por debates públicos, y encuentros directos con la ciudadanía. Se vota por ideas, no por imágenes construidas por la publicidad.

Por eso, discutir en la actualidad sobre el tipo de campaña que se permitirá y cual se prohibirá es de extrema importancia si se desea cambiar la relación entre la política y el dinero. Las campañas políticas serían mucho más baratas si fueran campañas ciudadanas y no campañas publicitarias.

Está bien que el Estado financie a los partidos para difundir sus ideas y sus principios, pero está pésimo que financie campañas publicitarias. Los políticos chilenos deben comprender que lo que los ciudadanos queremos es más radical que lo que ellos se han imaginado hasta ahora.

No queremos que los políticos sean comprados por los grandes empresarios, pero tampoco queremos que el asedio publicitario sea el arma principal de la política en Chile, no queremos que la política se tome el derecho a ocupar todos los espacios que el dinero le ha prestado hasta ahora, exigimos que la dignidad ciudadana se ponga antes que el griterío de feria en el que se gastan fortunas y que ha venido a reemplazar al verdadero debate.

Que los políticos bajen la voz, que se hagan valer por lo que son y no por lo que parecen, que no gasten dineros que por sus enormes montos ofenden a sus electores, que se centren en la difusión de sus ideas y poco a poco irán recuperando la confianza de la ciudadanía. El problema no es solo que la política sea rehén de las empresas, sino principalmente que sea  rehén de la publicidad.

Para algunos ha sido tentador pensar que con plata se compra todo, pero hay algo que se opone a esta idea y que siempre ha resultado finalmente verdadero: la conciencia no se compra ni se vende, y la libertad ciudadana, que por largo tiempo pareciera estar dormida, al final se despierta y sabe borrar con la fuerza de un ventarrón, todo lo que se ha ido construyendo sobre bases ilusorias.

1 comentario
08 may 2015

A 70 años del fin de la Segunda Guerra Mundial

Ayer se cumplieron 70 años de la rendición alemana, provocando el fin de la Segunda Guerra Mundial, lo cual dará motivo para diversas conmemoraciones.

En Washington se ha previsto que aviones de esa época, sobrevuelen el  Memorial de la Segunda Guerra Mundial, el que se encuentra ubicado en la explanada o “mall”, lugar donde concurrirán los ex combatientes norteamericanos. Este despliegue aéreo implicará que el tráfico aéreo del Aeropuerto Ronald Reagan se suspenderá cerca de una hora para poder llevar a cabo esta ceremonia.

Cabe recordar, que Estados Unidos ingresó a este conflicto internacional luego del ataque japonés a su base naval de Pearl Harbor, el 7 de diciembre de 1941.

La Segunda Guerra mundial causó un número indeterminado de víctimas a nivel mundial, que oscilan entre 40 y 70 millones de personas, de las cuales, cerca de 405.000 fueron norteamericanas.

Con todo, sorprende constatar que en la Guerra Civil de Estados Unidos (1861-1865) originó más víctimas que la Segunda Guerra Mundial (se estiman cerca de 500.000), materia a la que me referiré en otra columna.

De la misma manera, convendría destacar la visita oficial que el Primer Ministro Japonés Shinzo Abe  efectuó a Estados Unidos, a fines de abril de este año, ya que junto con visitar el citado Memorial, realizó posteriormente una inédita alocución ante El Capitolio, expresando sus condolencias por los norteamericanos muertos durante la Segunda Guerra Mundial.

En este marco, convendría también mencionar que casi todos los Gobiernos de América Latina apoyaron la causa aliada, una vez que Estados Unidos ingresó a esa conflagración mundial, salvo los Gobiernos de Chile y Argentina, quienes recién en 1943 rompieron relaciones diplomáticas con el Eje.

¿Por qué esta resistencia o demora del Gobierno de Chile?

El 20 de enero de 1943, el Gobierno de Chile rompió relaciones con el Eje y el 14 de febrero de 1945 declaró el estado de beligerancia con Japón, para así poder ingresar como miembro de las Naciones Unidas.

La razones de esta demora se debió a que Chile fue neutral durante la Primera Guerra Mundial; existían intereses y sentimientos vinculados a Alemania e Italia (en especial, en el Ejército y Universidades) y al hecho que en términos generales, nuestra sociedad prefería la neutralidad, dado que algunos consideraban injusta la forma como había sido tratada Alemania, una vez finalizada la Primera Guerra Mundial (1914-1918), en especial, el Tratado de Versailles. A su vez, existían otros que preferían la neutralidad por temor a ser afectados por una guerra submarina indiscriminada, entre otras causas.

Por lo anterior, al darse inicio a la Segunda Guerra Mundial con la invasión alemana de Polonia, en septiembre de 1939, el Gobierno del ex Presidente José Antonio Ríos decidió mantener la neutralidad de Chile por las razones indicadas precedentemente. En ese sentido, el Gobierno de Ríos era apoyado por los liberales, El Mercurio y Arturo Alessandri.Por su parte, los socialistas eran contrarios al Eje y el Partido Comunista, lo fue una vez que se rompió el pacto Ribbentrop-Molotov. 

Asimismo, la colonia alemana influía en mantener la neutralidad de Chile. Recomiendo a los interesados en este asunto, leer “Chile y los Hombres del Tercer Reich en Chile”, de María Soledad de la Cerda, pues en este libro se describe el ambiente reinante en nuestro país en esos convulsionados años.

La caída y fin de los régimenes fascista y nazi podríamos también circunscribirlas a la muerte de sus respectivos líderes. Benito Mussolini, fue colgado junto a su amante, Clara Petacci, el 28 de abril de 1945. Luego, Adolf Hitler en compañía de su mujer, Eva Braun, se suicidarían en el Bunker del edificio de la Cancillería alemana, el 30 de abril de ese mismo año.

En este contexto, quisiera contarles una anécdota vinculada a esta conflagración mundial que me sucediera años atrás. Fue en un almuerzo de camaradería donde nos juntamos un italiano, un alemán y el suscrito.

Empezamos conversando de fútbol, de política local y de pronto,  abordamos  los orígenes y efectos de la Segunda Guerra Mundial, comentándoles lo precedentemente expuesto  -en lo relativo a la neutralidad de Chile hasta 1943-,  agregando las opiniones de mis abuelos al respecto. En ese sentido, les expresé que uno de ellos había estudiado en un colegio en Dublín, Irlanda.

Les comenté que este último, al ser llamado a servir en la Real Armada Británica durante la Primera Guerra Mundial (1914 a 1918), -no se sabe si fue una decisión familiar o sencillamente fue apresado en una redada o “leva” en un Bar dublinés. Lo concreto es que posteriormente desertaría de la “Royal Navy”, huyendo a Canadá.

Luego de esta larga explicación, sumado a otros antecedentes históricos, nuestro amigo alemán nos miró con detención y afirmó, “mi abuelo fue uno de los intérpretes de Hitler”.

Sorpresa nos causó esa confesión, totalmente imprevista, ya que su abuelo fue sin lugar a dudas testigo directo de esta guerra.

Derivado de esta confesión, se notó una “súbita” palidez de nuestro amigo italiano, quien además casi se había caído de su silla con la reciente confesión. Todavía impactado, nos comentó,“no puede ser, mi abuelo fue uno de los intérpretes de Mussolini.”

Por lo tanto, nuestros abuelos se conocían, fue lo que ambos dijeron simultáneamente.

Curiosa anécdota. En un país distante, los nietos de dos intérpretes que fueron actores y testigos de una tragedia mundial, se conocieron en un almuerzo luego de muchos años del fin de la Segunda Guerra Mundial.

1 comentario