05 dic 2015

Premio a la música

Muchas veces me he referido a los premios que entrega el Estado a sus creadores, cuales son el Premio Nacional de Artes y el recientemente anunciado Premio a la Música Nacional Presidente de la República, y la pertinencia de su entrega a determinados galardonados.

Sin embargo, ya había desechado la idea de referirme a cualquiera de ellos, pues muchas veces la lectura se desvía y parece para muchos un arranque de histeria controlada por las buenas maneras y con una pizca (o un saco) de resentimiento de por medio.

Antes de comenzar quisiera felicitar a todos los galardonados, pues todos en mi personal parecer, son merecedores de reconocimiento.

En el área de música docta, el premio ha sido entregado sistemáticamente a compositores. Esto que al parecer es la lógica encuentra excepciones que evidencian otras alternativas y es gracias a esto que vengo a plantear un ciudadano y musical reclamo por las razones que explico a continuación a raíz del recientemente anunciado premio para la versión 2015.

Se lee en la nota de prensa del CNCA que, “El premio -administrado por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes- fue creado por el Estado Chileno en 1999 como un reconocimiento y estímulo a los artistas nacionales que, por su excelencia y creatividad, han realizado un aporte trascendente al repertorio nacional y a la historia cultural del medio.”

La conjunción “y” al final del párrafo hecha por tierra cualquier argumento que sostenga el CNCA en esta u otra oportunidad cuando se entregue el premio a alguien que no cumpla con los dos requisitos, es decir, aportar al repertorio nacional y a la historia cultural del medio.

En versiones anteriores se ha entregado el premio a intérpretes como lo fueron Luis Orlandini y Juan Pablo Izquierdo. Ellos han aportado al repertorio nacional de manera sostenida y por cierto a la historia cultural del medio. El CNCA se equivoca cuando sólo considera la historia cultural del medio y no se hace cargo del aporte al repertorio nacional, que según mi perspectiva se refiere a la música de compositores nacionales.

Mi opinión no significa por cierto que quienes han llevado el nombre de Chile a otras latitudes no sean merecedores de reconocimiento, mas, y tal como se lee en la ley que regula este premio, se debe considerar el aporte al repertorio nacional como máxima ineludible.

Siendo yo integrante del Consejo de la Música hace algunos años atrás, reparé sobre esto. Pues, es importante que se reconozca a quienes representan con sus carreras y trayectorias a todo aquel que lo merezca, pero otra cosa es desentender la letra y espíritu de la ley que crea este premio.

Con el cariño y agradecimiento que le tengo a la Orquesta Sinfónica de Chile, ganadora del premio hace algunos años, argumenté que no se debió entregarle el premio, pues este es un premio del Estado y la Orquesta también es del Estado.Por lo mismo no es prudente que el Estado se premie a sí mismo.

Ahora en 2015 se le entrega el premio a una reconocida intérprete. A pesar de la admiración que tengo por Verónica Villarroel y de creer profundamente que es merecedora de todos los reconocimientos posibles, en el caso particular de este premio, el CNCA se equivocó, pues ella no ha demostrado un compromiso por la interpretación de música de compositores chilenos (o al menos no es parte importante de su repertorio) y por lo tanto no cumple con uno de los requisitos que según la propia letra de la ley es excluyente y peor aún el mismo CNCA lo publica en su nota de prensa.

Como todo reclamo debiera venir con una propuesta, propongo la mía una vez más.

Que se cree un galardón especial para intérpretes nacionales que con sus talentos han llevado el nombre de Chile a otras latitudes. Que se asigne una cantidad de dinero a las actuales Menciones Honrosas, cuales son Edición Musical y Producción Fonográfica.

Y finalmente, que los circunstanciales argumentos de los pasajeros integrantes del Consejo de la Música no transgredan la letra y espíritu de la ley, pues contribuyen a crear una imagen de las cosas que se alejan de la realidad y de los objetivos de las políticas culturales regidas por leyes, que para bien o para mal es lo que hay.

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  • Abner Croma

    Distinguidos
    agradecemos como artistas la defensa que fundamenta Carlos con su aporte y experiencia. Creo que hay tantos artistas que surgen solo con recursos y poca creatividad, con un camino echo de “contactos” y falsa inspiración. Soy parte de la directiva de un Centro Cultural que nació hace un año en Puente Alto, con el objetivo de otorgar la posibilidad a todos aquellos grandes artistas que no tienen vitrina y proyección real aún, pero es un largo camino que debemos edificatar. La contraPregunta es: Podrían comentar brevemente cuál sería el camino que ofrece el medio (el estado e instituciones varias) para que emprendan aquellos que no tienen santos en la corte? o Aquellos que no nos prestamos ni exponemos en la burda farándula y superficiales líneas editoriales ??? y qué le estaría faltando a los medios para que una banda, por ej. pueda mostrar y mantener un camino por su verdadera creatividad, màs allá de tener lucas y tener los mejores equipos o instrumentos? o sea, que pueda sostenerse por su trabajo y talento? Agradecería pudieran comentar las posibilidades y no enviar link…..si no, tomarse el tiempo y responder para aquellos músicos y compositores que tienen una propuesta sería y desean conducir el camino. Abrazos, desde aquí, intentando abrir ventanas.

  • James Zanetta Piña

    Aportar al repertorio nacional y a la historia cultural del medio, es cierto y como muchas leyes y ordenanzas fueron creadas a partir de la necesidad del momento o de años de añoranzas, que, sin duda, dieron el primer paso al ser creadas, pero la Cultura y los pueblos evolucionan y de igual manera las leyes y ordenanzas van quedando atrás y es la eterna lucha en adecuarlas o simplemente interpretarlas, de ahí nacen los precedentes, los cuales son la guía de los litigios o sirven de pilares para las interpretaciones, de esta manera el poder emitir un juicio sobre quien es el mas capaz o mejor dicho, quien es el merecedor de un premio o reconocimiento, es tremendamente difícil, como músico de región (Arica) y gracias a mi experiencia, he podido, a través de los años, lograr un criterio equilibrado (creo yo) con respecto a las opiniones que les doy a mis pares y sus expresiones artísticas, teniendo como conclusión el siguiente perfil que debiera tener un artista, mas allá de sus creaciones o interpretaciones, el artista tiene que ser reconocido y respetado por sus alumnos y seguidores como un ser integral, tiene que ser la guía, un padre un mentor para los que de alguna manera quieren seguir sus mismos pasos, Verónica Villarroel, nos visito el mes pasado en Arica y especialmente a los alumnos del Liceo Artístico de la ciudad, que quedaron tremendamente motivados por las palabras de experiencia que Verónica Villarroel les entregó, mas allá de su canto, fue la persona que caló hondo en sus corazones, esa experiencia y que se de buena fuente que ella ha pagado de su propio bolsillo los estudios de futuras promesas de la música en la prestigiosa escuela Juilliart de Nueva York, me dice que mas que un artista es un ser integral en las artes musicales, bueno, aportar al repertorio nacional y a la historia cultural del medio, queda chico o habrá que adecuarlo, evolucionarlo, no se, lo que si sé, es que es una tremenda persona, una tremenda artista, se merece el premio?, se lo merece, como muchos otros, pero esto sigue siendo una especie de concurso, ya que como pasa en Arica, los premios regionales siguen cayendo en artistas Andinos dejando de lado el tremendo esfuerzo de las propuestas musicales urbanas, entonces quien tiene la razón?, es difícil, como dije antes emitir un juicio, hay que mirar a las personas y sus aportes, es decir, el ser integral.