01 jul 2013

La noble construcción de una Nueva Mayoría

La elección primaria celebrada el pasado 30 de junio, en un marco de regularidad y procedimientos legales, logró superar las expectativas iniciales, o más bien la escasa confianza en la movilización de la población y su concurrencia a las urnas. Siendo las primeras en su tipo, bajo el contexto de voto voluntario, las cifras son auspiciosas de cara a noviembre, más aún, para la coalición “Nueva Mayoría”, teniendo a su haber 2.137.423 de votos, significando el 72,6%, frente al 27,4% de la “Alianza”.

La experiencia internacional comparada indica que los resultados de esta primaria son auspiciosos, pero que en ningún caso nos deben dejar del todo conformes.

Aún existen déficits, convertidos ya en imperativos institucionales, especialmente respecto a la calidad de la política y la gestión de los partidos políticos. El voto de ayer es una adhesión significativa a favor de la participación, más bien electoral, pero dada en virtud de anhelos mayores a ver plasmados en un programa que los traduzca en políticas concretas.

Es la oportunidad de resaltar que Chile demostró que mantiene un potencial de cultura cívica en su ciudadanía, otorgándole al voto importancia y trascendencia.Sigue siendo la democracia el mecanismo para manifestar la voluntad de cambio y transformación. En el voto recae la vía para tomar decisiones, en un plano objetivo y certero de igualdad. Las tesis insolventes de la abstención y el rechazo a la política son las grandes perdedoras, y a buena hora.

La capacidad de convocatoria y movilización de la candidatura de Michelle Bachelet en particular, no sólo obedece a su amplia adhesión personal. Subyace aquí la voluntad y compromiso programático de la “Nueva Mayoría” en su conjunto, que con el inmejorable resultado, hoy tiene un desafío no menor, que es el de construir, en su diversidad, una nueva apuesta programática, desde la izquierda, pasando por los sectores moderados, hasta el centro liberal progresista, que con Andrés Velasco como principal exponente, indica un electorado significativo y exigente, pero no cautivo.

Si bien las cifras aportan  optimismo, hoy los esfuerzos (y generosidades) deben estar puestos en ser capaces de acoger las diferentes ideas y formas de construir una propuesta programática.

Este asunto no es tema de la candidatura de la derecha, homogénea y con raíz política común. Ese desafío es de la “Nueva Mayoría”, teniendo una noble tarea, pero que puede tornarse “cuesta arriba” si los resultados de la primaria no se leen con inteligencia.

En su diversidad, no deben menospreciarse los sectores políticos, particularmente independientes, que adhirieron a cada una de las candidaturas, que en la mayoría traspasaron fronteras.

1 comentario
01 jul 2013

Tuición compartida

No es mi intención causar polémica ni intentar ponerme a la defensa de uno u otro género, la presente reflexión está hecha con la sola idea de instalar un cuestionamiento en un momento social en donde los discursos de igualdad y equilibrio entre los adultos parece olvidar la instalación del niño en un sitio de sujeto desde hace bastante.

Concebir las necesidades de cada persona, requiere absolutamente entenderla antes, entender requiere detenernos y preguntarnos de dónde vienen los requerimientos, a qué obedecen y desde qué lugar se configuran. Tengo la sospecha que no se ha realizado el ejercicio anteriormente propuesto cuando se instalan temas contingentes o decisiones en torno a la infancia.

Vivimos en un terrible instante en donde los niños, si bien son más visibles que hace décadas atrás, son concebidos como “seres” que poco saben de sus necesidades y que deben moldearse a las necesidades de un mundo adultocéntrico absolutamente, que carga muchas veces con utilizar métodos poco adecuados para lograr “poner límites” o “educar” a nuestros niños. Podría explayarme en este punto, mas quiero comentar mi preocupación frente al manejo de la recién promulgada ley de tuición compartida.

Es importante que Chile entero sepa, que un niño o niña necesita, para crecer y sentirse bien, ser amado. Ser amado profundamente y ser respetado, respetado en sus ritmos, respetado en sus necesidades, mirado como una persona más a quien se le valora y valida su opinión.

Un niño además de necesitar amor, necesita constancia, necesita aprender que los acontecimientos que suceden a su alrededor lo protegen.

Necesita percibir constancia, necesita percibir consistencia y coherencia entre lo que sucede y “lo que le es nombrado como lo que sucede”.

Necesita sentirse parte de un núcleo y más concretamente necesita tener una casa, una cama donde dormir, un espacio en el lugar físico, porque suponemos que con todo lo anterior se permitió un espacio mental, que se le ha cedido al niño para habitar nuestra subjetividad.

Hago hincapié en el un, uno porque la práctica clínica me ha enseñado, que muchas de las grandes dificultades emocionales que se genera en los niños, luego de la separación de sus padres, tiene que ver con el sentimiento de sí mismo que se ve alterado (por decirlo de alguna manera) al no tener claro cuál es el lugar que ocupa en el mundo.

Es decir, como luego de las separaciones es común que los niños sean informados con respecto a que “ahora en adelante tendrás dos casas” “dos piezas” “dos camas” (todo esto para ahorrarnos, los adultos, la dificultad de explicar lo que implica una separación para nosotros) muchas veces por comodidad, por mal entendido “amor”, para ambos “disfrutar” de los niños es que nos repartimos a nuestros hijos como si fueran bien material.

¿Puede usted pensar que un niño, que es absolutamente concreto va a poder entender y más bien sentir adecuadamente luego de escuchar que es de dos lugares cuando en verdad él es sólo uno? ¿Puede uno ser de dos lugares? No señor, no puede ser.

O se es de acá o se es de allá. Los adultos siempre nos exigimos situarnos en un sólo lugar, pero lo olvidamos cuando se trata de nuestros niños.

Vuelvo a la práctica clínica. He observado que lo anteriormente planteado genera montos importantes de angustia, rabia, profundo sentimiento de soledad y desgano. Casi los mismos síntomas que tendría un adulto que pasa por algún episodio depresivo luego de sentirse sumamente exigido o con sintomatología similar a haber perdido a alguien que se ama.

Seguro que si alguno de los padres tuviera que aceptar que su hijo vive en otro lugar y no con él, tendría algunas de estas manifestaciones (seguramente es por esto que preferimos evitarla y generárselas a nuestros niños).

Vuelvo a la tuición compartida en dónde si bien puede indicar una decisión consistente en el sitio donde el niño estará, lo cual es lo recomendable, aceptable y justo para él (aunque sea injusto para alguno de sus progenitores) en otros casos, se ha sugerido que el niño (ha sucedido como en estas pocas semanas de vigencia de la ley), debe vivir 15 días con un progenitor y 15 días con el otro (se ha señalado que el niño debe tener una mochila preparada para irse de un lugar a otro “sin problemas”). Ni siquiera el pueblo nómade fluctuaba de esa manera, solía ser más constante en su vivir.

No puedo dejar de apreciar que es una medida cómoda para los padres, ya que ambos “disfrutan” del niño. Pero lea el principio de esta columna y sabrá, un niño necesita consistencia, necesita tener la certeza de pertenecer a un lugar. Pertenecer a un lugar y sentirse seguro en el es reconocer espacios, olores, sensaciones, etc. De no existir esa consistencia en la configuración del sí mismo, se va perdiendo, ese arraigo que tanto necesitará de adulto, no se le brindará.

Le pido por favor, señor lector, imagine un solo momento que se le obliga a vivir 15 días en una casa y 15 días en otra… ¿cómo se sentiría? ¿le parece la idea? ¿qué pasa si alguien le dice a usted que vive 15 días en una determinada dirección y 15 en otra?

Le aseguro que a lo menos le parecerá una persona extraña y poco confiable. Sepa usted que, tal vez los adultos podemos llegar a metabolizar situaciones así de desgarradoras, podemos entender abstractamente ciertas cosas. Para un niño en tremendamente más difícil, para un niño es mucho más angustiante.

Instalo la reflexión de una necesidad de normar en torno a las necesidades de los niños, en torno a sus necesidades emocionales, de salud mental, por el bienestar de nuestra infancia y del país en el futuro.

Hago un llamado a que actualicemos nuestros conocimientos (especialmente si de nosotros dependen estas decisiones), actualizarnos en áreas como el desarrollo de la neurociencia, de las nuevas investigaciones en salud mental infantil, etc.

Adultos desarraigados, sin sentido de pertenencia, con poco apego hacia un espacio o núcleo, o peor aún disociado o escindido es la peor herencia que podemos dejarle a Chile.

5 comentarios
01 jul 2013

Después de las primarias

Es valioso que, por primera vez, se haya realizado en Chile una elección primaria legal para elegir candidatos a la Presidencia. Es un progreso en materia de participación ciudadana. La participación de más de 20% de los votantes habilitados fue una positiva sorpresa.

Los resultados confirmaron la gran adhesión con que cuenta la ex Presidenta Bachelet. Revelaron también el surgimiento de una nueva figura política, el ex ministro Andrés Velasco, que obtuvo el segundo lugar pese a no tener el apoyo de ningún partido.

La votación de Claudio Orrego es meritoria debido a los obstáculos que enfrentó dentro de su propio partido. Es obvio que esa votación no refleja la influencia nacional de la DC, cuyo aporte es indispensable para el éxito de un eventual nuevo gobierno de centroizquierda.

El triunfo de Pablo Longueira sobre Andrés Allamand demuestra que las máquinas partidarias todavía cuentan, y que el apoyo de Golborne quizás aportó los votos necesarios para sacar ventaja.

Se incorporan ahora a la competencia presidencial otros 4 o 5 candidatos, lo que dificultará la posibilidad de que la elección se resuelva en la primera vuelta (para ello, el ganador tendría que superar a todos los otros candidatos juntos), por lo que quizás haya que votar de nuevo en diciembre.

La expansión del universo de electores que provocó la inscripción automática y el hecho de que el voto sea voluntario obliga a ser cauteloso en materia de predicciones.

El espacio de incertidumbre es hoy mucho mayor, y las encuestan están bajo sospecha. No sabemos cuánta gente que ayer no votó se sentirá motivada en los próximos meses para ejercer ese derecho el 17 de noviembre, ocasión en la que también se elegirán parlamentarios. No hay cómo saber cuál será el comportamiento de los electores debutantes.

En otras palabras, no está todo dicho, y sería un error que los dirigentes de la centroizquierda creyeran que la carrera presidencial ya está corrida. La responsabilidad del bloque opositor es ofrecer ahora una alternativa confiable a la mayoría del país.

¿Qué elementos ponen en la balanza los ciudadanos al decidir su voto? Deben ser muchos, pero el factor determinante es la confianza o desconfianza que les inspiran los postulantes. Los electores tienen una idea aproximada del programa del candidato con el que simpatizan, a veces bastante vaga, pero “apuestan” por esa persona, confían en que actuará con buen criterio, que gobernará para todos, que no se someterá a los grupos de presión, en fin, que hará todo lo posible para que el país se interne por un sendero de progreso, no de crisis.

“Los gobiernos no pueden hacer feliz a nadie, dice Fernando Savater ,basta con que no lo hagan desgraciado, que es cosa que sí pueden lograr en cambio bastante fácilmente” (“Política para Amador”). Es preferible, podríamos agregar, que los candidatos no ofrezcan felicidad al contado ni en cuotas. Pueden comprometerse a impulsar políticas públicas que eleven el bienestar, la calidad de vida, pero si ofrecen felicidad es como para desconfiar.

En épocas de campaña, los candidatos enfatizan la voluntad de garantizar los derechos de la personas, lo cual está muy bien, pero no suelen hablan de deberes. Se supone que si lo hacen, perderían votos. Pero los deberes existen, y si no los cumplimos es muy difícil que la sociedad mejore.

¿Cambios? ¡Por supuesto! Pero, definamos claramente hacia dónde. ¿Mejor educación, mejor salud, mejores pensiones? ¡Cómo no! Pero tenemos que precisar las vías para conseguirlo, o sea, las buenas intenciones deben traducirse en buenas políticas. Aspiramos a tener una sociedad más justa, con verdadera igualdad de oportunidades, pero la cuestión es concretar esa perspectiva dentro del régimen democrático, lo cual implica descartar los atajos.

Siempre se parte de lo que existe. Cualquier promesa de cambiarlo todo o casi todo no puede ser seria. Que un dirigente estudiantil razone de ese modo es comprensible, pero no un parlamentario o un candidato presidencial.

Chile necesita reformas políticas, económicas y sociales, y para que hacerlas realidad se requieren amplios acuerdos. Es improbable que una reforma sustancial sea impuesta por la mitad del país a la otra mitad. Pero incluso si hubiera una gran mayoría a favor de una postura, la minoría no debe ser avasallada.

Todas las grandes reformas de 1990 hasta hoy han sido el fruto de acuerdos de ancha base. Lo deseable es que el país cuente con políticas de Estado en todas las áreas sensibles: política fiscal, sistema tributario, estrategia de energía, relaciones exteriores, etc.

Sería útil que los candidatos presidenciales hicieran el ejercicio de imaginar no solo el momento de su entrada a La Moneda, sino especialmente el momento de su salida. Vale decir, cómo quedará el país al término de su mandato. Eso los obligaría a ser realistas y también a ponerse a sí mismos mayores exigencias para asegurar que el país progrese de verdad y para que las obras sean duraderas.

2 comentarios
01 jul 2013

Una polémica en Recoleta

Los dueños de la Universidad San Sebastián, persona jurídica sin fines de lucro, cuya casa central está localizada en la esquina de las vías Bellavista y Pío Nono, comuna de Recoleta de la Región Metropolitana de Santiago, son los socios de la empresa “Desarrollo Inmobiliario Bellavista S.A.” persona jurídica con fines de lucro que, gracias a las decisiones de la municipalidad de Recoleta, obtuvo un permiso de edificación, con un formulario irregular, para construir su edificio y en el mismo terreno 3 torres habitacionales de 19 pisos cada una, acogidas a los beneficios tributarios del DFL2 de 1959, ello por estar catalogados sus más de 1.000 departamentos como viviendas económicas.

Gonzalo Cornejo ejercía como alcalde cuando se iniciaron los trámites para este negocio inmobiliario-educacional y bajo la regencia de la alcaldesa Sol Letelier se cursaron otros permisos asociados.

Sabemos que Daniel Jadue, actual alcalde, está intentando ordenar la casa, lo que será muy difícil.

Esa altura de 19 pisos de las torres se originó por una habilidosa interpretación municipal de su propio Plan Regulador que transgredió una disposición de mayor rango establecida en la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones (OGUC), según quedó establecido en un oficio emanado de la Subsecretaría de Vivienda y Urbanismo. Las alturas máximas permitidas para el sector en donde se emplazan dichas torres son 8 pisos. (sic)

Por algunas razones que desconocemos, el titular del proyecto no sometió la edificación de la universidad ni su centro de extensión al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA), sin que hasta ahora la institucionalidad haya sancionado a la sociedad mercantil infractora, negligencia funcionaria que no nos llama mayormente la atención.

El privado se conformó con una simple Declaración de Impacto Ambiental (DIA) para las aludidas 3 torres, cuya Resolución otorgada por la ex Corema fue incumplida, según sus propios reconocimientos, y a pesar de ello tampoco se cursaron las multas establecidas por la ley. Por tal motivo se acaban de entregar los antecedentes a la nueva Superintendencia de Medio Ambiente para que curse las sanciones de rigor.

Este caso lo conoce muy bien la Secretaría Regional Ministerial (Seremi) de Vivienda y Urbanismo, como vimos la ex Conama y ex Corema, el Consejo de Defensa del Estado (CDE), el Servicio de Impuestos Internos (SII), la Contraloría General de la República (CGR) y últimamente el Ministerio Público, a través de la Fiscalía en Delitos de Alta Complejidad.

Tiempo atrás, a solicitud de grupos ciudadanos que le denunciaron las malas prácticas en la tramitación de los permisos, la CGR inició un sumario administrativo cuyo resultado se desconoce.

Para mejorar la explotación de esta actividad inmobiliaria-educacional la Municipalidad de Recoleta le concedió un permiso precario a la Sociedad Inversiones Laguna Blanca Dos S.A., una de las empresas relacionadas, para que utilizara como acceso a un estacionamiento subterráneo, una parte del bien nacional de uso público calle Pío Nono.

La contraprestación monetaria por parte del privado al municipio es irrisoriamente baja y el espacio bajo tierra se renta a los conductores de vehículos que requieren estacionarlos allí en busca de seguridad.

Ahora bien, relacionado con el párrafo anterior, Patricio Basso, ex miembro de la Comisión Nacional de Acreditación (CNA) denunció con publicidad que la Universidad San Sebastián había comprado la Sociedad Inversiones Laguna Blanca Dos S.A., la que tiene el permiso precario municipal antes aludido, en la impresionante suma de $ 25.550 millones, en circunstancias que su valor patrimonial en la fecha de la transacción era de $ 4.206 millones . ¡Seis (6) veces más!

Según Basso, quien se ha transformado en un incómodo tábano para los privados que lucran con las universidades privadas, la sociedad recién indicada, en diciembre de 2011, siendo dueña de los inmuebles existentes en diversas ciudades del país, se los arrendaba a dicha universidad.

Como consecuencia de esta interesante investigación hecha por Basso, ahora está actuando la Brigada de Delitos Económicos (Bridec) de la Policía de Investigaciones (PDI), la que está conociendo todos los contratos de arriendo efectuados por la universidad y sus controladores. Esos detectives, que deberán conocer el atractivo permiso precario municipal, entregarán el resultado de sus indagatorias a los fiscales del Ministerio Público.

Recordemos que estas universidades “sin fines de lucro” son el chassis jurídico que se utiliza para obtener ganancias y los controladores de esta universidad sí lucraron, pero un altísimo porcentaje de las 35 universidades privadas existentes en el país, también lo han hecho porque el sistema vigente da pábulo para ello. Por tal motivo todas deben ser indagadas por el Ministerio Público, a sabiendas que el ministerio de Educación, por decisión de la dictadura y de los gobiernos democráticos, carece de atribuciones para ello.

Por último, como el Director de Obras está impedido para otorgar la recepción final de las 3 torres habitacionales, por la razón reseñada en esta columna, los particulares propietarios del negocio recientemente interpusieron un recurso de protección en la Corte de Apelaciones de Santiago en su contra. Estaremos atentos al resultado.

1 comentario
30 jun 2013

La Peste en el poder

En 1948 el escritor franco-argelino Albert Camus escribió la obra de teatro “Estado de Sitio” (“L’Etat de Siège”), que muestra cómo una nueva autoridad, La Peste, encarnada en un joven gobernante y su secretaria, comienza a reorganizar la vida de la población echando mano a leyes autoritarias y represivas, con un carácter netamente burocrático y racional. La obra es un ataque frontal del autor a los fascismos europeos y en especial al franquismo en España.

En uno de sus pasajes La Peste expresa, “me dan horror la diferencia y la sinrazón. A partir de hoy seréis, pues, razonables, es decir, tendréis vuestra insignia. Iréis con las ingles marcadas y llevaréis públicamente bajo el sobaco la estrella del bubón que os designará para ser azotados. Están en la lista, y yo no olvido a nadie. Todos sospechosos, he aquí un buen comienzo”.

La Peste, esa forma de gobierno represivo que describe la lúcida obra de Camus, nos ha acompañado durante largos pasajes de nuestra historia, sobre todo en el siglo XX pasado, en donde los totalitarismos y su lógica represiva cargada de rutinaria burocracia, así como las dictaduras militares latinoamericanas, incluidos por supuesto nuestros 17 largos años de Peste, son la expresión máxima, siguiendo a Adorno y Horkheimer, de una razón instrumental por sobre una razón crítica.

Demás está recordar la marcación selectiva de individuos que resultaban peligrosos para el “orden” del Estado terrorista, quienes, como sacados de la obra de Camus, llevaban una marca simbólica de un otro ajeno, extraño y por tanto enemigo. Estos enemigos fueron puestos, como sabemos, en recintos habilitados para su eliminación. En orden, siempre en orden: el número, la ficha, el interrogatorio, el encierro, el castigo y el exterminio. “Este desorden va a ser administrado. Una sola muerte para todos y según el precioso orden de una lista”, dictaba La Peste mientras los guardias aplicaban los bandos sobre una aterrorizada ciudad.

Al contrario de lo que muchos pudieran creer, La Peste, esa forma represiva, racional y burocrática de gobernar, no desapareció tras las lentas aperturas hacia una tibia democracia, sino que las ahora democracias neoliberales, transformaron La Peste y le pusieron un ropaje civil y ya no el lúgubre uniforme militar (acorde a los nuevos tiempos).

Sin embargo de cuando en cuando, esa porfiada Peste aparece de la mano de sus herederos más directos, aplicando la siempre necesaria marcación de los enemigos, para mantener el perfecto orden social.

Como un párrafo más de “Estado de Sitio”, la obra de Camus, puede entenderse el proyecto de “Ley de Identificación Preventiva”, anunciado por Sebastián Piñera para, según él, controlar y vigilar en las marchas a quienes parezcan sospechosos. “Todos sospechosos, he aquí un buen comienzo”, una y otra vez aparecen los mandatos de La Peste.

Pareciera ser que nuestro país tiene, por un lado, una predilección por la soberanía de La Peste y su legalidad de excepción, y por otro, un recurrente gusto por la exclusión y/o aniquilamiento de la peligrosidad para el Estado.

El Propio Benjamín Vicuña Mackenna analizaba el amplio uso del estado de sitio,figura legal introducida en la Constitución de 1833 que ampliaba las atribuciones del Presidente de La República, y restringía “temporalmente” las garantías y derechos constitucionales de la población, durante el siglo XIX, y Brian Loveman en conjunto con otros autores, ha sistematizado los distintos y abundantes periodos en que el estado de sitio así como la ampliación de las facultades del ejecutivo en materia de Seguridad Interior del Estado, ha sido utilizado, sobre todo durante los gobiernos de González Videla, Ibáñez del Campo (segundo periodo) y la dictadura de Pinochet. Es decir, nuestra tierra ha sido acogedora con esta Peste insistente y difícil de erradicar.

“¡Honor a los estúpidos, porque ellos preparan mis caminos! ¡Son mi fuerza y mi esperanza! Llegará un día, acaso, en que todo sacrificio os parecerá estéril, en que el grito interminable de vuestras sucias rebeliones cese por fin. Ese día reinaré verdaderamente en el silencio definitivo de la servidumbre”. Palabras de La Peste al borde de la derrota, pero señalando cual será su retorno: la mano de los estúpidos.Estúpidos que permitirán que La Peste los rija con su mano lógica y castigadora, burocrática y excluyente.

Pero si de la mano de los estúpidos La Peste podrá seguir gobernando, entonces de la mano de la comunidad La Peste podrá ser derrotada.

Tal y como sucede al finalizar la obra de Camus y que bien puede reflejar nuestro presente: “Mirad, el mar furioso tiene el color de las anémonas. Nos venga. Su cólera es la nuestra. Grita la unión de todos los hombres del mar, la reunión de los solitarios. ¡Oh ola, oh mar, patria de los insurrectos, aquí está tu pueblo que no cederá jamás!”.

“Estado de sitio”, una obra de mediados de siglo XX, pero que a la luz de los movimientos sociales actuales, pone de manifiesto la desnudez del poder y la humanidad de la rebelión.

Deja un comentario
30 jun 2013

El regreso a nacionalismos añejos

El proyecto de ley de migraciones que ha enviado el ejecutivo al parlamento responde, tal como han sostenido actores desde la sociedad civil hasta ex presidentes de la República, a la necesidad de superar la actual legislación creada en dictadura y ajena a la normativa internacional de derechos humanos.

Cierto es que resulta fundamental contar con instrumentos legales que promuevan y faciliten los procesos de inserción de los grupos migratorios, especialmente en el contexto actual en el que se produce la movilidad humana (incremento de redes de tráfico y trata de personas, conflictos armados, mayores restricciones en el ingreso, precarización del trabajo e incremento en las vulnerabilidades sociales, entre otros).

Sin embargo, son precisamente las transformaciones de este mundo global, las que parecieran no ser consideradas en este proyecto, ni menos por quienes pretenden utilizar un discurso nacionalista contrario a los migrantes, con fines electorales, como ha sido el reciente caso del candidato Longueira (UDI).

Y es que pensar una legislación moderna no significa crear un instrumento ad hoc a un modelo de desarrollo económico nacional, sino generar los mecanismos institucionales que garanticen – tal como señalan acuerdos internacionales y legislaciones de diversos países de la región-, el buen vivir y la dignidad humana independientemente de la clase, género, religión y lugar de nacimiento de la persona.

Sin embargo, lo que leemos en el proyecto de ley son una seguidilla de condiciones, excepciones y exclusiones al ejercicio de estos derechos por parte de la población migrante.

Esto se explica por una postura ideológica que busca reforzar la figura del Estado controlador, amparado en principios nacionalistas que intentan mantener la ficción de un “Chile para los chilenos”y excluir, en consecuencia, a aquellos que ponen en riesgo esta construcción.

Si bien la defensa de los nacionalismos no es propiedad exclusiva de los gobiernos de derecha (recordemos que el diputado Tarud –PPD- se opuso a la necesidad de traer a trabajadores extranjeros en áreas donde hay déficit de mano de obra nacional), detrás de este proyecto de ley subyace la necesidad de blindar al Estado con herramientas discrecionales que permitan continuar definiendo quienes serán y quiénes no serán considerados ciudadanos.

Resulta interesante observar cómo el principio universalista de la ciudadanía encuentra sus límites precisamente en una condición excluyente, pues requiere definir en primer lugar quiénes pertenecen al Estado (y en consecuencia quienes quedan excluidos), para recién entonces garantizar los derechos a ciertos “elegidos”.

Frente a esta contradicción, las convenciones internacionales de derechos humanos, han insistido en el principio de protección y derechos de todas las personas por el solo hecho de ser seres humanos,antes que ciudadanos.

Sin embargo, el proyecto de ley relativiza este principio pues antepone una condición previa para el resguardo de dichos derechos: el ser residente o ciudadano “legal”.

Esta atribución, que en el Estado moderno recae en el poder Ejecutivo, nos obliga a preguntarnos sobre quiénes definen y cuáles son los criterios que se utiliza para establecer esta distinción.

En el caso de Chile, el proyecto de ley establece que sea un consejo de política migratoria compuesto por los ministerios de Hacienda, Relaciones Exteriores, e Interior, sin participación de los ministerios de Trabajo, Mideplan, ni qué hablar de las organizaciones de la sociedad civil.

Por otra parte, el criterio que se adelanta es que la pertenencia a la sociedad, a través del otorgamiento de una estadía “legal” en el territorio, estará en función del aporte que puedan realizar los migrantes, al desarrollo del país. Así, vivir, trabajar, pagar arriendos, pagar impuestos y generar trabajos, no son suficientes para ser reconocidos como ciudadanos, pues será una instancia política la que defina si ello constituye o no un aporte al desarrollo nacional. Los criterios y actores que definirán estas materias queda también de manifiesto en la decisión de enviar el proyecto de ley a las comisiones de Gobierno Interior y Regionalización, y a la comisión de Hacienda, sin pretender pasar por la comisión de Derechos Humanos.

Desde el mundo político, más que contribuir a un debate que permita pensar en cómo construimos una sociedadinclusiva e integrada a partir del reconocimiento de la diversidad, se cae en discursos nacionalista teñidos de xenofobia. Mientras algunos plantean la necesidad de traer trabajadores para el sector agrícola y minero, otros, plantean que el trabajo y los beneficios del desarrollo de Chile deben estar disponibles primero para los chilenos (candidato Longueira).

Sin embargo, ambas posturas parecieran no ser tan contradictorias; más bien hay peligrosas coincidencias que encuentran en el proyecto de ley un marco donde se complementan. Por ejemplo, la demanda por trabajadores agrícolas, supone trabajadores temporales, lo que de acuerdo con el proyecto de Ley, no otorga derechos. Esto recuerda la figura de los conocidos programas temporales de trabajo, donde lo que se buscaba era beneficiarse de la mano de obra, sin hacerse cargo de los derechos de esa fuerza laboral. ¡Qué mejor forma de promover el supuesto desarrollo del país!

El desafío, lejos de los dichos del candidato, es comprender que los movimientos migratorios son parte del mundo globalizado, como lo es también la obligación de los Estados de asegurar un trato no discriminatorio y que resguarde los derechos de las personas, sin dejar espacio a los condicionamientos. Es lo que esperaría una democracia que se piensa a sí misma como consolidada.

Deja un comentario
30 jun 2013

Las dos caras de las vacaciones de invierno

Cuando el merecido descanso se transforma en una pesadilla.

Luego de las primarias que han llenado la agenda de estas semanas, por suerte, las vacaciones de invierno ya están a la vuelta de la esquina. La mayoría de los estudiantes deberían vivir estos días casi como una fiesta, levantándose tarde, capeando el frío e inventando cuanto panorama se pueda aprovechar.

En este período algunos padres o madres logran hacer coincidir sus vacaciones para aprovechar de compartir con ellos y sacarle el jugo a estas fechas. Sin embargo, para muchos este recreo a medio año se convierte en un problema, ya sea porque no hay más alternativa que dejarlos solos en casa o simplemente porque no hay recursos para costear la anhelada diversión, transformándose las anheladas vacaciones en una verdadera pesadilla.

Es por lo anterior que creo firmemente que las vacaciones de los niños nos recuerdan de una manera, menos científica y más práctica las grandes desigualdades que aún enfrenta nuestra sociedad; mientras algunos niños se transforman en esquiadores de temporada otros miran la nieve de lejos e incluso algunos sueñan con poder al menos poder tocarla y nada más indignante que aquellos que en vez de descansar tienen que trabajar.

Y es en temporada de elecciones cuando debemos preguntarnos cómo hemos avanzado en cambiar esta realidad, cómo el estado y los gobiernos se han hecho cargo del bienestar de nuestros niños y en definitiva cuánto y cómo se ha hecho para nivelar la cancha.

Al menos desde el mundo local podemos dar testimonio de grandes esfuerzos para transformar las vacaciones en día felices e inolvidables para nuestros niños más vulnerables, panoramas deportivos, culturales y meramente recreativos copan las agendas municipales para tratar de paliar en parte esta realidad.

También es importante el rol de las familias y las redes para sobrellevar los desajustes. Cuántos hoy recuerdan haber aprendido a cocinar sopaipillas o un queque con su abuela en unas vacaciones o las enseñanzas y panoramas que alguna tía se preocupó de implementar para entretener a los sobrinos; para cuántos una vecina o pariente cercano se transforma en un verdadero ángel de la guarda.

Con todo, la invitación más que a preocuparse es a ocuparse para que estas brechas sean cada vez menores, en la medida que generemos políticas públicas creativas e inclusivas que coloquen en el centro a nuestros niños y niñas y su bienestar.

1 comentario
29 jun 2013

Los desafíos de Michelle

Las primarias se tornaron populares. Todos hablan ya de que debiera votar al menos el 10% del padrón electoral lo que representa también una exitosa primaria, con voto voluntario, en el contexto internacional.

Claramente en la oposición, y más allá de la enorme adhesión que Bachelet concita en la ciudadanía, las primarias con cuatro candidatos, con historia común y un mar de coincidencias, pero de distintos perfiles y sensibilidades, revelan que era necesario que se expresaran también los acentos políticos y programáticos distintos, que hubiera una catarsis delante de la ciudadanía, que se acreditaran algunos de los nuevos liderazgos – yo agrego a Carolina Toha y Lagos Weber que apoyando a Bachelet no están en esta contienda – y que se marcara una diversidad incluso cultural que es la base de un bloque que quiere construir una nueva mayoría política y social.

En ese proyecto no sobra nadie. Bachelet, Orrego, Velasco y Gómez agregan al liderazg@ vencedor votos e ideas, ya que perfilan hacia la izquierda, el centro, el mundo liberal y la sociedad civil e intentan conectarse especialmente con esa parte de la sociedad donde cunde la desconfianza, la abstención, el desinterés. Además retienen electores, impiden la dispersión, permiten que gente que se reconoce molesta, que se descubre distinta, que tal vez no hubiera votado, camine hacia un nuevo proyecto común para trabajar por un país más igualitario y más libre.

En la derecha, la primaria es toda una novedad. Introduce también allí códigos de participación democrática que dejarán huellas hacia el futuro en un mundo donde las estructuras partidarias, habituadas a las designaciones verticales, deberán cotejarse con la voluntad de los electores del país en la designación de sus candidatos.

Las primarias llegaron para quedarse. Han sido instaladas como un factor de participación ciudadana y de legitimidad política en un sistema electoral que como el binominal restringe la competencia, las opciones de pluralidad, tergiversa la soberanía popular y contribuye al desprestigio y la falta de representatividad del parlamento.

Las primarias no anulan la exigencia de cambio del binominal, como han sostenido sectores ultraizquierdistas, por el contrario lo agudizan, lo hacen más evidente y relevante. Tampoco dividen al electorado de la oposición, como sostuvieron algunos antiguos líderes de la Concertación que siempre vieron como innecesarias estas primarias.

Hoy se muestra, con mayor fuerza, el grave error de los dirigentes de los partidos políticos de oposición que consumidos en el afán de mantener las cuotas de poder de cada colectividad no acordaron las primarias legales parlamentarias y no colocaron los cupos en competencia para que la ciudadanía eligiera a los mejores.

Esto habría fortalecido aún más la primarias, habría mostrado dirigentes partidarios conectados con la nueva realidad de Chile y el mundo, habría permitido tener un elenco de candidatos refrendados por la ciudadanía y con mayores posibilidades de conquistar una gran mayoría parlamentaria para los cambios.

Hoy el primer desafío de Michelle es ganar con amplitud las primarias, superando la campaña del terror en su contra y el exceso de confianza de partidarios que no concurran a votar porque la consideran segura.

En medio de las primarias presidenciales ha nacido en la oposición un nuevo bloque político, la Nueva Mayoría, que reemplaza a la Concertación por la Democracia y que será el conglomerado que, encabezado por Michelle Bachelet , que ganará las primarias, venza también en las elecciones de noviembre y sustente su nuevo gobierno.

Este ha sido un parto complejo pero fuertemente impuesto finalmente por la realidad.Nueva Mayoría es una alianza de centroizquierda, más amplia hacia la izquierda porque contiene al PC, al MÁS, a la IC, con una DC reperfilada efectivamente en sus ideas y principios, pero también abierta hacia las ideas liberales democráticas que fueron parte fundativamente de la Concertación y que hoy se expresan más nítidamente en la postulación de Andrés Velasco.

Pero es un conglomerado que debe ir más allá y ser capaz de construir un pacto con el mundo social, con la ciudadanía, para abordar cambios tan de fondo como los que se anhelan y expresan en Michelle Bachelet: Nueva Constitución, gratuidad, calidad, fin al lucro en educación, profunda reforma tributaria para disponer de los recursos para ello y para más amplias políticas sociales encaminadas a disminuir las brechas de desigualdad en la sociedad chilena.

Al día siguiente de las primarias habrá que componer en torno a Bachelet un nuevo eje político y todos los partidos y candidatos que han participado en ellas deberán tener un espacio en el comando político de la campaña y, sobre todo, en la elaboración de un programa que exprese esta diversidad pero, a la vez, los cambios estructurales al modelo económico y al sistema político, que exige la ciudadanía.

Componer el nuevo cuadro del comando presidencial y escuchar e integrar a todos, es el segundo desafío de Michelle.

En la derecha el panorama pos primarias se dibuja como mucho más complejo. Si gana Allamand, la UDI tendrá grandes dificultades para apoyarlo y solo lo hará si hay garantías de un verdadero y nuevo sacrificio de RN en el tema parlamentario que le permita a la UDI mantener la alta cuota de diputados y senadores que constituye su verdadero poder sea en las instituciones que en la diversidad de sectores hacia los cuales llega socialmente.

Si gana Longueira y con él la derecha más ligada al modelo económico neoliberal, que ha imposibilitado los cambios políticos y que representa las visiones más duras e integristas culturalmente, quedará un gran espacio que es parte del electorado que acompañó y posibilitó el triunfo de Piñera y que puede no votar por un candidato tan extremo. Ello implicaría una fuerte polarización y probablemente un crecimiento electoral no sólo de Parisi, que podría representar la alternativa natural hacia donde convergerán esos votos, sino también a MEO no sólo porque la vez pasada ya un sector de derecha voto por él en la primera vuelta, sino, además y sobre todo, en cuanto su candidatura es percibida como dañina para Bachelet.

Gobernar no será fácil para nadie en los próximos años y habrá que asegurar una fórmula que es lo que Robert Dalh llamaría “cuadrar el círculo” para combinar estabilidad, gobernabilidad, cambios profundos e inclusión de una sociedad civil y de un mundo social movilizado y presente en la configuración de la agenda política.

Una de las dificultades del actual gobierno de Piñera y de sus partidos y candidatos es que no perciben o ignoran los cambios que se están produciendo en la subjetividad de la sociedad chilena y a nivel planetario.

Lo que ocurre, especialmente en Brasil donde hay un potente liderazgo como el de la Presidenta Dilma Rousseff muestra que nadie podrá gobernar, y menos en un sentido progresista, sin tener en cuenta ese nuevo escenario social y la capacidad de conexión que incorporan las nuevas tecnologías de la comunicación y que permiten a millones de seres humanos, transversalmente, sin tiempo ni espacio delimitado, convocarse, criticar, levantar agendas, construir movimientos virtuales y reales, capaces de contestar las políticas gubernamentales, de exigir transparencia y castigar la corrupción, pero también de sostener los cambios sociales, políticos, económicos y valóricos.

Es tiempo de cambio y ello es ineludible. Pero es también tiempo de protagonismo ciudadano y el mensaje para todos es que en Chile o se hacen los cambios que la sociedad espera o habrá reventones sociales, manifestaciones, hasta que millones de personas se queden en la calle y no permitan seguir gobernando a quienes se opongan a las transformaciones.

Así ocurre en diversas latitudes del mundo, así sucederá también en Chile si la clase política no escucha a la sociedad. Quien mejor lo comprenda podrá encabezar ese proceso.

Ese es el tercer y verdadero desafío de Bachelet y del progresismo chileno: gobernar, como diría Morín, la complejidad.

Deja un comentario
29 jun 2013

El día O

Cuando se dan campañas como las de Claudio Orrego, el resultado electoral pasa a ser sencillamente un detalle, tanto si se produce una sorpresa, tanto si no se alcanzan a superar las expectativas.

En tal sentido, lo que Orrego ha hecho posee un valor que sólo podrá ser posible dimensionarlo, en la medida que los democratacristianos seamos capaces de abrazar y proyectar el testimonio de alegría, optimismo y esperanza que Orrego derrochó al más puro estilo de nuestros fundadores.

Por tal razón, y como militante DC, hago un llamado a mi partido a desdramatizar el conteo del domingo. No como una necesidad táctica, sino más bien, como una obligación moral ante una nueva oportunidad histórica que se abre bajo el liderazgo excepcional de Claudio Orrego.

Reconocer el liderazgo del otro, es probablemente una de las tareas más complejas cuando lo que está en juego es el poder y más todavía para los democratacristianos, cuyo elenco de líderes extraordinarios sobrepasa con creces a los que puede exhibir cualquier otra fuerza política.

Sin embargo, son estos momentos, los que definen el futuro de los partidos y la grandeza de todos sus líderes.

A horas de que llegue el domingo, sólo cabe sentirnos orgullosos, tranquilos y esperanzados de un partido vivo, alegre y con convicciones.

1 comentario
29 jun 2013

La política en juego, la política en riesgo

En vísperas de las elecciones primarias presidenciales, los partidos y actores políticos, así como los movimientos sociales han marcado el escenario, con ofertas de campaña, con demandas o con propuestas.Un acto electoral inédito, que debería encantar a la ciudadanía como un paso hacia mayor y mejor democracia: legales, con seis candidatos, incluso con una franja electoral televisiva destinada a informar a la ciudadanía.

Estudiantes, trabajadores y algunas comunidades se han subido al escenario desde el cuestionamiento a la clase política y su interés genuino en promover las grandes reformas que ellos buscan. Entre los estudiantes, la toma de colegios definidos como locales de votación, puso en tensión la institucionalidad electoral. ¿De qué sirven las primarias si se mantienen las mismas prácticas e intereses en los partidos que participan en ellas?

El espacio para la política se amplía, pero no necesariamente el gobierno y algunos actores políticos están dispuestos a admitir a nuevos actores en la disputa por la construcción de sociedad.

El número de votantes en las primarias puede favorecer a uno u otro candidato y por lo tanto, asistimos a los tiras y afloja detrás de las bambalinas en la derecha: casi nos quedamos sin la mini-franja obligatoria en la televisión abierta, reduciendo la información y convocatoria a la ciudadanía.

Al mismo tiempo, ante las tomas de colegios el gobierno respondió con la fuerza y bloqueó los caminos de diálogo político impulsados por alcaldes y alcaldesas con los estudiantes, empujando la radicalización del movimiento y también desvalorizando a las autoridades comunales a los ojos de los estudiantes y la ciudadanía. Se cierra así el espacio para la política.

¿Cuántos ciudadanos/as llegarán el 30 a votar? ¿Qué harán los partidos y candidaturas para trasladar ciudadanos/as más o menos convencidos y conscientes a votar?

El voto voluntario ha demostrado ser tierra fértil para la práctica de nuevas formas de cohecho, especialmente en sectores con mayores necesidades, sean económicas, de vivienda, de salud, o de mínima calidad de vida.¿Mejorarán las primarias la política?

Las mujeres asistimos a una realidad contradictoria: Michelle Bachelet, comprometida con el avance de las mujeres, probablemente ganará las primarias y también las elecciones de noviembre, pero los partidos que la apoyan han bloqueado eficazmente la posibilidad de que lleguen más mujeres al Parlamento, a pesar de sus normas internas de equilibrio de género. ¿Una forma de contrarrestar–controlar-balancear su poder, poder de mujer?

Coincide este hecho con la absolución de Karina Sepúlveda en un segundo juicio por el homicidio de su pareja que puso al descubierto las consecuencias de una cultura basada en el desigual reparto de poder entre mujeres y hombres.

También las falencias de políticas públicas que deberían asegurar a las mujeres una vida sin violencia: física, psicológica, sexual, económica o simbólica, y de los administradores de justicia para aplicar una ley que reconoce la especificidad de la violencia de género.

Profundizar la democracia, como dijimos en 1989, requiere avanzar a una cultura de igualdad en lo público y en lo privado, porque “Si la mujer no está, la democracia no es tal”.

Deja un comentario