04 nov 2014

Compleja convivencia

Es evidente que la Nueva Mayoría vive dificultades de convivencia. Hay malestar, diferencias de ópticas sobre aspectos de contenido y de forma de las reformas no resueltas convenientemente y no pocas veleidades de quienes creen que marcando ácidamente las diferencias y criticando de manera personalizada a dirigentes y parlamentarios de otros partidos, logran construir una determinada identidad política o, más banalmente, una fugaz presencia  a través de los medios.

Más que diferencias de fondo, dado que tanto la DC como todos los partidos de la Nueva Mayoría respaldan las reformas comprometidas por la Presidenta Bachelet, hay un cierto oportunismo mediático, una lucha por los espacios personales de poder o de marketing que recorre la Nueva Mayoría y ello se transforma crecientemente en una dificultad para hacer avanzar las reformas.

La DC se siente maltratada por algunos parlamentarios y dirigentes de otros partidos del bloque.Personalmente creo que hay motivos que justifican este sentimiento. Los discutibles juicios sobre el rol de la DC en el golpe militar formulados por el Embajador Contreras, que motivaron sus posteriores disculpas públicas.La publicación en twitter de una lista de diputados, esencialmente DC, que votaron contra la penalidad de cárcel para el lucro en educación, en consecuencia que esta no era una propuesta del gobierno, que  es quien lidera la reforma educacional, y que se trata solo de un instrumento que no es el único para garantizar el fin de terminar con el lucro y hacer de la educación un derecho.

A ello se agregan los continuos ataques personales entre senadores de la Comisión de Educación y las descalificaciones a la DC,tendientes a demostrar la supuesta inconsecuencia de este partido respecto de las reformas, lo que dificulta el clima político y humano que se debe generar para alcanzar acuerdos y, además, anulan el liderazgo que le corresponde asumir al Presidente dela Comisión de Educación,para hacer avanzar, con diálogo y celeridad, la reforma más sustantiva planteada por la Presidenta Bachelet.

Pero también desde la DC se contribuye a este clima cuando se coloca en cuestión la permanencia del pacto Nueva Mayoría y solo se le atribuye, como hace Gutenberg Martínez, un valor de carácter puramente electoral, con fecha de vencimiento, o cuando se tiende a relativizar diversos instrumentos de las reformas y a recoger argumentos de quienes, organizadamente y en defensa de sus intereses económicos, se movilizan para frenar las reformas.

Desde el primer día estaba claro que el fin al lucro, a la selección y al copago – que son medidas esenciales para lograr que la educación sea un derecho y no una mercancía y que ella debe servir a la integración y no a la discriminación social – iba a tocar intereses económicos de quienes con fondos del Estado recibidos por decenios han construido pequeños o grandes imperios educacionales y que estos iban a reaccionar para defender estas prebendas, hoy legales, recurriendo a todo.

Por ello, crea molestia el que algunos, en vez de defender públicamente, ante padres y sostenedores, la legitimidad de la reforma, aparezcan en el Senado colocando en duda aspectos sustantivos de lo aprobado en la Cámara de Diputados.

Para que una alianza política sea un sostén sólido a un gobierno de reformas, como sucede con el de Bachelet, se requiere adhesión sólida al programa elaborado con el concurso de todos los integrantes de la Nueva Mayoría y ampliamente difundido y sostenido por los candidatos a parlamentarios durante la campaña, un alto grado de tolerancia a la diversidad de opiniones, que está en el ADN de una coalición de centroizquierda que reúne a fuerzas con visiones distintas, y una gran capacidad para procesar adecuadamente las diferencias y abrir diálogo para extender la base social y política de apoyo a las reformas.

Además, hay que comprender, que cada sector de Nueva Mayoría responde de alguna manera a actores y espacios sociales, culturales e históricos que presentan diversas sensibilidades y expectativas y que ellas, en la reforma educacional, son múltiples y deben ser tenidas en cuenta al momento de concretar legislativamente el proyecto.

La coherencia y el apoyo al Programa de gobierno de la Presidenta Bachelet es clave para hacerlo posible, para mantener la unidad y lograr el respaldo ciudadano a cada una de las reformas planteadas. Pero no sirve a la amplitud y a la representatividad en la sociedad de la Nueva Mayoría el que algunos personeros intenten arbitrariamente uniformar o acallar puntos de vista que legítimamente deben expresarse en el debate parlamentario, que pueden enriquecer las reformas y crear una mayor base de sustentación social, como ya ocurrió con el acuerdo sobre la reforma tributaria en el Senado, sin por ello renunciar al corazón, a lo central e identitario de cada una de estas reformas estructurales.

Es cierto, como se ha denunciado, que muchos sostenedores han organizado una campaña del terror, costosamente publicitada probablemente incluso con medios que provienen de las subvenciones estatales, y que han constituido un frente antireformas para intentar impedir un cambio que pone fin al negocio de la educación particular subvencionada.

Sin embargo, es un error, adicionar a los sostenedores o a la postura agresiva de la UDI a los padres y apoderados que aun siendo instrumentalizados se movilizan por el temor a que las reformas representen un deterioro de la educación que actualmente reciben sus hijos.

Hay una responsabilidad del propio gobierno en los espacios de incertidumbre que ha provocado la forma como se han presentado las reformas y una incapacidad para mantener un diálogo abierto, no solo del ministro de Educación sino de todo el gabinete, con los actores de la educación para impedir que las reformas sufran un aislamiento en la sociedad por una inadecuada información respecto de sus reales objetivos.

La propia Presidenta Bachelet, que ha colocado su prestigio y liderazgo en defender ante la opinión pública los contenidos de las reformas, debe también asumir la conducción política estratégica de la Nueva Mayoría e impedir que las diferencias reales o de pretexto dificulten las relaciones internas del conglomerado y debiliten su acción ante la sociedad.

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04 nov 2014

El senador De Urresti y el fomento forestal

Bastó que en la Ley de Presupuestos recientemente ingresada al Congreso se identificara una glosa que señala “prorróguese, a contar del año 2015, la vigencia del D.L. N° 701, de 1974 y sus modificaciones”, para que el senador Alfonso De Urresti (Los Ríos) apareciera haciendo un llamado público a aplicar la consulta indígena del Convenio 169 de la OIT a dicho proyecto, señalando que es tiempo de cumplir los compromisos internacionales y consultar a las comunidades (D.L. 701: es tiempo de consultar).

La aparición del senador opinando sobre este instrumento de fomento no es nueva. De hecho, junto a los senadores Navarro (Bío-Bío) y Quintana (Araucanía) son los principales detractores en el Senado a la continuidad del Decreto Ley 701 de fomento forestal.

El desarrollo forestal chileno basado en plantaciones gozaba hasta principios de los años noventa de una percepción relativamente positiva por parte de la población, por su efecto de recuperación de suelos afectados por una agricultura no sustentable.

Sin embargo, a partir de la década de los noventa esta percepción se ha vuelto negativa, siendo los monocultivos forestales atacados con vehemencia por diversas organizaciones ambientales, sociales, indígenas y hasta religiosas. Posiblemente esta situación es inédita y no se da con la misma intensidad en ninguna otra parte del mundo.

Al contrario, la tendencia mundial es que sean los monocultivos agrícolas (vides, cítricos, maíz, soya, palma aceitera) los que generan mayor rechazo de la comunidad por su impacto sobre la eliminación de bosques, principalmente tropicales, como es el caso de Brasil. De hecho el 80% de la deforestación mundial es obra de la agricultura.

El rechazo a las plantaciones forestales y a los instrumentos provenientes del Estado que las fomentan, se ha cristalizado en algunas banderas de lucha como fue en un principio la sustitución del bosque nativo.

Una vez que este tema se “enfrió”, básicamente por compromisos voluntarios de las empresas forestales de no sustituir bosque nativo o de los sellos ambientales adquiridos, la trinchera del activismo contra las plantaciones se trasladó a su impacto sobre la disponibilidad de agua para las comunidades y a su efecto sobre la pobreza rural (migración acentuada y bajos Índices de Desarrollo Humano). Ahora se ha agregado la aplicación del Convenio 169 de la OIT respecto a la consulta indígena. Toda esta batería argumental es la que a su vez utiliza el senador De Urresti.

Lo que omite el senador son las necesidades a las que el fomento forestal responde. Omite señalar que es un imperativo para el país cubrir suelos erosionados y que este desafío debe realizarse a través de una cobertura forestal que sea viable, es decir, que sea capaz de sobrevivir y ocupar exitosamente el terreno y que además entregue beneficios económicos a sus propietarios, lo que a su vez depende de la existencia de un mercado para la comercialización de sus productos.

El senador no menciona estos desafíos. Por el contrario, defiende una línea argumental que plantea transformar el actual instrumento de fomento productivo, con énfasis en la protección del suelo, en un “nuevo” instrumento de recuperación ecológica de ecosistemas a través de la forestación exclusiva con especies nativas, focalizado en pequeños propietarios.

Quienes defienden este fomento exclusivo de plantaciones con especies nativas, seguramente sienten que están realizando un valioso aporte al país, una suerte de reivindicación ambiental.Nada más alejado de la realidad, ya que terminaremos con un instrumento de fomento sin utilidad práctica y subutilizado (similar a lo que ocurre con el fondo para el fomento al manejo de la Ley de Bosque Nativo).

Las especies nativas no crecen en los suelos degradados que son el objeto de este instrumento; no tienen desarrollado un mercado formal de comercialización, ni precios atractivos para los pequeños propietarios, sin mencionar las rotaciones más largas, que desincentivarían su plantación.

Si a todas estas dificultades le sumamos que los propietarios deben endeudarse previamente para plantar y esperar un año o más para recuperar la inversión, parece muy improbable que un instrumento como este tenga éxito. Lamentablemente el senador y quienes comparten su visión omiten esto y les transfieren la solución de este problema a los mismos propietarios forestales empobrecidos, que ven en la forestación con especies de rápido crecimiento una forma de mejorar su calidad de vida, no así con la forestación de especies nativas.

Los pequeños propietarios forestales y las comunidades indígenas que desean acceder a la ayuda del Estado para plantar saben muy bien esto. Saben de los inconvenientes técnicos y económicos de establecer plantaciones de especies nativas en terrenos degradados. Pero el deseo de parlamentarios y organizaciones ambientalistas de excluir las especies exóticas, los privan del derecho a elegir qué especies plantar en sus propios terrenos. A ellos, sin embargo, parece no ser necesario consultarles la opinión, a diferencia de las comunidades indígenas amparadas por el Convenio 169 que menciona el senador De Urresti.

Quienes sostienen el planteamiento de excluir las especies exóticas del fomento estatal, omiten consultar a quienes más se debe escuchar: a quienes desean plantar y tener la libertad de elegir qué especie plantar en sus terrenos. También es tiempo de consultarles a ellos.

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04 nov 2014

Barba Azul un galán luzbelino

Difuso habría sido el paso por este mundo de Charles Perrault (1628 – 1703) si únicamente dedicara su  estro lírico a redactar  loas a Luis XIV y sus príncipes. Sólo humo y cenizas, sin la tardía y luminosa ocurrencia de escribir “Los cuentos de mi mamá la Oca“, recopilación de leyendas   instauradora de un nuevo género literario: los cuentos de hadas, su boleto para el codiciado e inútil premio de la inmortalidad.

Las historietas de la Oca, arquetípica y charlatana campesina, logran de inmediato el arrimo del público. En tanto, sindicadas de embrutecedoras supersticiones, escanciarán el desprecio de intelectuales y escritores del racionalista Siglo de las Luces.

Caperucita Roja, La Bella Durmiente, Cenicienta, Piel de asno, Pulgarcito, llegarían a ser favoritas de los niños no siendo precisamente historias infantiles en sus inicios. Perrault suavizó esas descarnadas y crueles narraciones, agregándoles, además, edificantes moralejas. Si bien El gato con botas,  con su ingenioso amasijo de artimañas,  pregona que picardías y mentiras rinden más que el yugo laboral.

Como fuese, Perrault registra las costumbres de una época con mayorías descontentas frente al petulante absolutismo real (“L’État, c’est moi”) que las abandonaba a su suerte; tal vez sus finales felices pretendían dar esperanzas a esas afligidas muchedumbres.

Los insaciables ogros algo tienen de la impulsiva lactancia infantil o de la figura paterna que deberíamos superar, no matar, para ser adultos. El hada maléfica es madrastra hostil e injusta o madre descariñada, desaprensiva y demasiado estricta. Tenorio de inconfesables apetitos y temibles desbordes, el lobo encarna los peligros acechando fuera del hogar.

Los males del hombre comienzan cuando éste sale de su casa, sostenía Blaise Pascal.

Por su florecida vitalidad, estas aventuras son recuperadas de continuo en diversas formas: ballet, ópera, películas, musicales, etc. Así, el caprichoso Barba Azul se transfigura en radiantes producciones operáticas: El castillo de Barba Azul, Béla Bartók; Ariadna y Barba Azul, Paul Dukas;  Barba Azul, Jacques Offenbach.

“Érase una vez…” En esta ocasión, el clásico preámbulo hablará de un opulento viudo –dueño de  suntuosas residencias, finos muebles y carrozas doradas- soslayado por las damas debido al estrafalario color de su sotabarba y al enigmático desaparecimiento de sus esposas.

Una vecina tenía dos hijas. Él pidió a cualquiera de ellas, pero éstas no querían un marido con ese aspecto; también desconfiaban por el incierto destino de sus predecesoras. Diplomático, Barba Azul, las invita con su madre y amigas a una de sus casonas campestres. Y entre paseos, bailes y meriendas, la menor de las hermanas resolvió, acaso por la plusvalía, que el candidato era muy cumplido y no tenía la chiva tan azul.

Removida la traba, el dispar himeneo se traslada a la mansión de Barba Azul. Quien, luego de los tórtolos interines, emprende un viaje de negocios y antes de partir entrega a la joven las llaves del reino, incluida la de una pequeña pieza a la cual no debe entrar: “Y si lo hace, aguarde mi ira y resentimiento”.

La muchacha, asaeteada por arcanos resortes de relojería femenina no resiste la intriga; por una angosta escalera llega a la puerta prohibida. Se detiene dubitativa y temerosa. Sin embargo, cediendo al “impulso irresistible” traspasaría el umbral. Estupefacta, observa en el piso grumos sanguinolentos que reflejaban cuerpos de mujeres degolladas sujetas a las murallas. De sus manos cae la llave manchándose con indeleble sangre delatora.

Al regresar de su periplo, el tiránico esposo la sentencia a muerte por acceder al reservorio de sus crímenes. La novata,  contrita y suplicante se echó a sus pies. Y sería como encontrar huellas de peces en el agua; ese llanto enternecería a una roca, mas no el corazón de Barba Azul.

Sus hermanos habían prometido visitarla aquel día; entonces, pide al señor un momento para rezar con su hermana en la torre. Desde allí vigilan hasta ver a los mancebos acercarse. Y éstos irrumpen, ajusticiándolo, justo antes de que el sátrapa incrementara su nómina de femicidios.

Ya no “cruje la rueda del destino”. La viuda es heredera de una gran fortuna: compra importantes cargos para sus salvadores, casa a la hermana con un hidalgo y ella misma lo hace “con un caballero muy correcto que la hizo olvidar los malos ratos pasados con Barba Azul”.

Este mortífero personaje estaría inspirado en el barón Gilles de Rais, aunque sus víctimas no fuesen las consortes sino zagales atraídos por  comida y trabajo. Después de expulsar a los ingleses de Francia acompañando a Juana de Arco, este glorioso militar regresa a su tierra donde, por rara coincidencia, niños campesinos comienzan a desaparecer. Terminadas las indagaciones, unos cincuenta cadáveres fueron exhumados en su castillo.

Antes de enfrentar la hoguera, el Mariscal de las tinieblas según lo llama un novelista, confesaría la sodomización y el asesinato de casi doscientos menores.

En las sagas antiguas, astucia y valentía salvan a la hembra curiosa y desobediente de matrimonios horribles o de servidumbres diabólicas. Pero la de Barba Azul es pasiva. Perrault socavaría una tradición donde la heroína maneja muy bien sus propios asuntos y se libera sola,  asegura María Tatar, experta húngaro norteamericana. Y, sin duda, su moraleja culpa  a la doña: “la curiosidad, a pesar de su atractivo, a menudo lleva a un profundo pesar”.

A la fábula no le faltan interpretaciones. Que la desobediencia fue erótica y la llave ensangrentada un símbolo de infidelidad. Que Barba Azul quería que ella encontrara los cadáveres, de lo contrario no le diera la llave del espacio clausurado ni la dejara sola; una sádica mise en scène. Otra es la xenofobia. Originalmente, el siniestro castigador era francés pero en ilustraciones posteriores es un amenazante turco con cimitarra. De ese modo  resulta más tolerable: es el Otro, el extranjero.

Hoy, quizá su impronta persevere en secuestradores, asesinos en serie u obsesivos como Hannibal  Lecter. Y mientras en la Bella y la Bestia el rostro deforme oculta un corazón bondadoso, Barba Azul parece advertir que tras un seductor misterioso puede disimularse un monstruo.

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04 nov 2014

UE y sus desafíos inmediatos, la Comisión de la “última oportunidad”

El pasado 1 de noviembre asumió en Europa la nueva Comisión Europea -una suerte de “poder ejecutivo” de los 28 Estados miembros- la que se enfrentará a una serie de desafíos inmediatos, nada fáciles de afrontar.

Desde un comienzo la elección de esta nueva Comisión implicó cambios importantes, tanto en su generación como en su concepción como una de las principales instituciones de la UE.

Primero fue el “gallito” que se vivió en la denominación de su Presidente, el luxemburgués Jean Claude Juncker (conservador). Algunos Jefes de Gobierno y de Estado de la UE no veían con buenos ojos su designación y no solo fue el británico David Cameron -que se opuso hasta el final- sino también fue Angela Merkel quien tenía reparos, pese a que Juncker es de su misma línea política.

El acuerdo final fue cumplir con el pacto tácito de interpretar el Tratado de Lisboa en el sentido de nombrar a aquél que representara a la coalición mayoritaria del Parlamento Europeo.

De hecho, ante los resultados de las elecciones europeas, que dieron un avance a fuerzas euroescépticas y eurófobas, se formó una gran coalición entre Socialdemócratas, Conservadores y Liberales para imponer el nombre del Presidente de la Comisión Europea y, de paso, de los 28 Comisarios/as, los que fueron sometidos a un voto de confianza del Parlamento Europeo luego de haberlos entrevistados individualmente en sesiones que incluso se podían seguir en directo por Internet.

Con una nueva estructura, un perfil más político que su antecesora -que fue calificada de excesivamente eurotecnócrata y sometida al Consejo Europeo (en especial a la opinión de Merkel)- y con la presión de la coyuntura, Jean Claude Juncker y la Comisión deberá actuar en un escenario que continúa siendo muy complicado y en el cual su rol es fundamental.

En lo inmediato, la situación económica no mejora. Al alto índice de desempleo en varios países, la falta de crecimiento, el riesgo de deflación, el aumento de la desconfianza en las instituciones por parte de la ciudadanía, la pérdida de empatía y cercanía, se suma la amenaza de populismos nacionalistas xenófobos tanto desde la extrema derecha como extrema izquierda. E incluso, fuerzas moderadas de centro se están viendo tentadas o presionadas a seguir políticas a nivel nacional que atentan contra consensos y valores europeos que forman parte de su propio “acervo comunitario”.

La discusión entre estímulo al crecimiento/medidas de austeridad sigue en el debate europeo.Ante este binomio parece que Jean Claude Juncker, ex Primer Ministro de Luxemburgo y ex Presidente del Eurogrupo, por tanto muy conocedor de los vaivenes de Bruselas, quiere tener un rol más activo que su antecesor,el portugués José Durao Barroso. Ya anunció un programa de inversiones de 300 mil millones de cuyos detalles se comprometió a informar antes de Navidad.

También ha dado señales de mayor flexibilidad con países que se ven en dificultades para cumplir con sus obligaciones de déficit (especialmente nos referimos a Francia e Italia), lo que no gusta a los defensores de mayor austeridad y control del gasto público (que provienen principalmente del norte, Alemania a la cabeza).

Pero no será fácil enfrentar los desafíos económicos actuales cuando los políticos no son menos.Luego de anunciar un gran acuerdo de los 28 sobre energía y cambio climático, un round mediático con el Primer Ministro británico David Cameron se vivió a la salida del último Consejo Europeo celebrado en Bruselas el pasado 23 y 24 de octubre.

Reino Unido rechaza pagar 2.100 millones de euros al presupuesto europeo que derivan de la aplicación de ajustes a la determinación del PIB. Para comprender lo que ocurre es necesario explicar que el presupuesto con el que funciona la UE deriva en gran parte de los aportes que cada Estado miembro realiza (el que en total no alcanza al 1% del total del PIB de los países, lo que es bastante bajo si se piensa en todas las materias que debe abordar). Esto se determina en base a un porcentaje del PIB de cada país.

Como aplicación de un acuerdo de todos los Estados, se incluyó por primera vez en esta determinación el ingreso que los Estados tienen por la investigación e innovación, drogas y prostitución. En base a este nuevo cálculo, el Reino Unido, al igual que otros Estados, deberá pagar un suplemento a su contribución anual.

Más en clave interna que europea, Cameron dio una conferencia de prensa a la salida del Consejo en que rechazó terminantemente pagar este suplemento (del cual tiene plazo hasta el 1 de diciembre). Presionado por las elecciones del próximo año en que se juega su puesto de Primer Ministro y ante el avance del UKIP, Partido por la Independencia del Reino Unido, reconocido eurófobo y que ha hecho de sus ataques a la integración europea uno de sus comodines ante el electorado, Cameron calificó de inaceptable la situación.

Más allá de lo teatral de la respuesta de Cameron –con varios golpes al atril en que se sostenían los micrófono de la prensa- es claro que la relación entre UK y la UE será un tema que continuará tensionando las relaciones entre las partes, más aun cuando el mismo David Cameron abrió el debate al anunciar hace un tiempo que, de ganar en las elecciones de 2015 y renegociar con la UE las competencias de su país en el club comunitario, llamaría a un referéndum en 2017 para que los ciudadanos se puedan pronunciar sobre la continuidad en la UE.

Una salida de UK de la UE –a la que pertenece desde 1973- sería terremoto para ambas partes de consecuencias insospechadas para el propio proceso de integración.

En política exterior, la relación con Rusia y el conflicto en Ucrania será indudablemente el desafío más importante para la Comisión de Juncker.

En una entrevista dada apenas asumida, la Alta Representante de la UE en política exterior, la italiana Federica Mogherini, así lo reconocía. A esta tensión, se une la Guerra declarada contra ISIS, la posición y rol de la UE en el conflicto entre Israel y Palestina, la cual hoy es más necesaria ante la posición adoptada por Suecia de reconocer al Estado palestino y las resoluciones de los Parlamentos del Reino Unido y del Senado irlandés que  instan a sus gobierno en la misma dirección.

En tono dramático el mismo Jean Claude Juncker dijo que esta es la Comisión “de la última oportunidad”, poniendo en juego todo su capital político en su mandato de 5 años. Un rol más activo e independiente de la Comisión seguramente no será siempre del gusto del Consejo Europeo pero las tensiones entre instituciones de la UE –Consejo, Comisión y Parlamento- no son nuevas en la historia de la integración y son parte del juego político del que se han dotado.

Algunos desconfían de una Comisión que opere más como un Gobierno político dentro de un sistema parlamentario, del que la UE no es 100% fiel al modelo. Otros, en cambio, esperan justamente ver un Ejecutivo con voz propia y con un sello más político ante los desafíos indudables a los que se enfrenta. Juncker dispone de 5 años para marcar su impronta y el tiempo ya empezó a correr.

No sé si será la Comisión de la última oportunidad pero lo que es cierto es que el escenario en Europa es complejo y necesita de acciones más potentes para superar la crisis antes que ésta se lleve por delante lo construido en más de 60 años de integración y se corra el riesgo que vuelvan los fantasmas del pasado con los que la unidad en Europa quiso justamente acabar. 

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03 nov 2014

No son la sal de la tierra

La literatura, como ningún otro arte, nos da ejemplos de lo que es, lo que ha sido la personalidad humana, sus cualidades y defectos a través de los siglos. Por citar un par de ejemplos, en las obras del clasicismo grecorromano vemos que no existía la obsesión por la fama de hoy o en las del siglo XVIII –La nueva Eloísa, de Rousseau, Las relaciones peligrosas, de Laclos- aquellos que pertenecían a la aristocracia morían por amor, se mataban por más influencia, pero nunca se jactaban del exceso de trabajo.

Desde la segunda mitad de la centuria pasada hasta el presente, han surgido innumerables y nuevas tipologías humanas, pero ninguna supera a esos hombres y mujeres que hoy exhiben con orgullo infinito el agotamiento, la fatiga, el desgaste que les produce atarearse las 24 horas del día. Si un alto mando se atreve a decir: lo paso fantástico sin hacer nada, me encanta la flojera, me he dedicado a contar moscas, lo despachamos ipso facto al manicomio o huimos de él como del ébola.

Así es, los hiperquinéticos adultos, también llamados trabajólicos, están a la orden del día, son admirados por todos cuantos los conocen y poco falta para que sus seguidores deseen poner sus nombres a ciudades o pueblos antes de tiempo. ¿Qué es lo que caracteriza a estos individuos por sobre el resto de la especie?

En primer lugar, su eficacia a toda prueba, la facilidad para ordenar y hacer cumplir lo que disponen, en fin, vigilar, estar encima de uno en todo momento, no dejar tranquilo a nadie ni a sol ni a sombra, poner a prueba a los elegidos para volverlos felices, hacerlos sentir importantes.

En segundo lugar, se trata invariablemente de dirigentes, súper ejecutivos, altos puestos, rectores, directores de corporaciones, líderes de partidos políticos, ministros y suma y sigue. En otras palabras, estamos ante ciudadanos y ciudadanas que ejercen poder. ¡Y vaya cómo lo ejercen, pobre del que se descuide!

En tercer lugar, todos y todas, por lo general, detentan posgrados, maestrías, doctorados y una serie de calificaciones que deslumbran a los empleados que están bajo ellos, sumiéndolos en el embobamiento. Si algún subordinado se atreve a decir que muchos de ellos son psicópatas de tomo y lomo, workaholics se denomina en inglés a este severo desorden mental, es posible que además de perder el empleo, termine en la consulta psiquiátrica.

La verdad es que todos, cual más, cual menos, celebramos a estos energúmenos, pues tendemos a pensar que, sin ellos, ni el país ni nada funcionarían. Sin embargo, por lo que se sabe, ni Julio César, ni Isabel la Católica, ni Catalina la Grande, ni Napoleón, ni Churchill o, más cerca de nosotros, ni O’Higgins, Portales o Balmaceda, jamás fueron trabajólicos y las cosas andaban bastante bien bajo sus mandatos.

Ahora es imposible siquiera concebir un Presidente de la República, una Primera Ministra, un gerente de una firma transnacional que no sea hiperquinético. Si uno de ellos o ellas expresara que adora la pereza, perdería enseguida el cargo.

¿Y el resto de las personas, digamos, comunes y corrientes? No hay, es del todo inadmisible que haya secretarias, obreros, ascensoristas, aseadores, nanas, empleados, carpinteros, albañiles, choferes del transporte público, taxistas, mozos, conserjes, jardineros, peones, artesanos, proletarios que se califiquen a sí mismos como trabajólicos.

Es decir, el 90% o más de la población humana jamás cabría en esta augusta categoría. Y por una simple razón: solo los poderosos pueden atribuirse a sí mismos la eficacia, el valor incalculable que supone estar reventado de pega.

Claro que eso, al menos en nuestro país, supone que, en un mismo edificio, que es ocupado por determinada empresa, el jefe máximo puede ganar $ 300 millones y quien le acarrea los papeles recibir la módica suma de $ 200 mil. Esto no es exageración y ha sido, una y otra vez, comprobado, documentado y es tan archiconocido, que ya es un lugar común. Pero despreciar el lugar común puede resultar peligroso, por el mero hecho de que ignoramos la realidad manifiesta y es otra forma más de disfrazar lo que somos, ocultarnos de nosotros mismos.

La prensa escrita, la radio, la televisión se han sumado con fervor al aplauso irrestricto de estos protagonistas detestables del diario vivir que son los hiperquinéticos trabajólicos, cuyo estatus crece de modo exponencial.

¿Algún entrevistado o entrevistada célebre asevera por casualidad que no está abrumado a causa del yugo que lo ata, el oprimente contrato que lo obliga? Por supuesto, nadie lo hace, ya que, de nuevo, es preciso afirmar que sus existencias consisten en una serie de tormentos que, de más está decirlo, se traducen en beneficios de decenas y decenas de millones de pesos.

Digámoslo de otra forma: si un hijo o un nieto nos sale hiperquinético, nos preocupamos seriamente y lo hacemos pasar por unos 50 exámenes médicos, psicológicos, psicométricos, psicomotrices y de toda índole. Pero si ese mismo hijo o nieto llega a encabezar una firma multinacional, nos ufanamos hasta decir basta. Y no solo por sus espectaculares remuneraciones, sino, muy en especial, por la reputación que conlleva ser trabajólico.

Desgraciadamente, no nos damos cuenta de que ese prójimo carece de toda interioridad, jamás leerá por placer, el cine le importa menos que cero, el arte solo le servirá para lucirse (si es que distingue entre Rembrandt y Van Gogh, algo discutible), la cultura no es su prioridad, será siempre absoluta y totalmente incapaz de interesarse en los otros, sufrirá horrores si no se cumplen tales y cuales metas, en suma, es un ente que subyuga, sojuzga, tiraniza, esclaviza y hace infelices a todos los que tiene cerca.

Si quedan dudas con respecto a la inhumanidad de estos burócratas, bueno, echemos un vistazo a un supermercado, a las cajeras y los muchachos y muchachas que meten las mercaderías en bolsas, a los que manejan los carros, al resto del personal. Y no nos estamos refiriendo a otro tipo de establecimientos, donde, además de tener buena presencia, es imprescindible quedarse hasta altas horas de la noche si el patrón está con sobrecarga de tareas pendientes.

Definitivamente, los trabajólicos no son la sal de la tierra. Para nuestra condenación, parece que se han instalado con el fin de quedarse en el gobierno, en todas las organizaciones, en las fábricas, en los colegios, en las universidades, en la administración pública y el sector privado, en el campo, en la ciudad, en el mar, en todos los países y pueblos del mundo.

Ni qué decir tiene, el origen de esta alarmante forma de neurosis proviene de donde proviene casi todo en el presente: los Estados Unidos de América. Con una diferencia fundamental, eso sí: allí ya saben que es una patología, una enfermedad que requiere una rigurosa terapia.

Aquí, en cambio, los trabajólicos florecen como el aromo en invierno y los claveles en verano.¿Por cuánto tiempo más? Por cierto, no podremos vivir lo que nos queda de nuestro paso por la tierra en manos de estos posesos. Tarde o temprano van a desaparecer y quizá serán reemplazados por robots. Si así fuese, es preferible eso a soportar los humores de un hiperquinético profesional.

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03 nov 2014

De Frei Montalva a Michelle Bachelet, nueva Revolución en Libertad

La historia de los países no se inventa de la noche a la mañana. Es fruto de procesos que generan profundas corrientes que se incorporan al subconsciente colectivo.No cabe duda, que esto ocurrió con el proceso que en 1964 se iniciara con la Presidencia de Eduardo Frei Montalva.

Éste ha sido el gobierno que ha realizado transformaciones más profundas y exitosas en la historia política de Chile del Siglo XX.

Baste con señalar, algunos ejes centrales que constituyeron las reformas impulsadas y llevadas a cabo en ese período: la Reforma Agraria y la Sindicalización Campesina, que repartió la tierra y le dio dignidad al campesinado chileno; la Promoción Popular, que organizó las juntas de vecinos en las poblaciones marginales de las ciudades, y permitió la participación de los pobladores en su destino; la Reforma Educacional, que extendió  de seis a ocho años la educación básica en forma gratuita, que construyó miles de escuelas en todo Chile, y que estableció el Centro de Perfeccionamiento del Magisterio, para formar los docentes que se requerían, producto del aumento de las escuelas y de los años de estudio; el establecimiento del Impuesto al Patrimonio; la Chilenizacion del Cobre, antesala de la Nacionalización de nuestra riqueza básica y, la Reforma Constitucional, que posibilitó el voto de los mayores de 18 años y de los analfabetos.

Como hubo una gran oposición a la Reforma Constitucional en el Parlamento, se aprobó en forma inmediata solo la modificación del Artículo 10, N°10, para posibilitar la implementación de la Ley de Reforma Agraria, postergándose la vigencia del resto de la reforma para el próximo período presidencial.

Sería largo enumerar la maciza obra de transformación impulsada por el Gobierno del Presidente Frei Montalva. El gran error histórico al término de este gobierno, fue que las fuerzas políticas partidarias de los cambios, no entendieron cabalmente la magnitud y profundidad de las transformaciones que se habían llevado a cabo, y no fueron capaces de ponerse de acuerdo para darle continuidad histórica a este proceso. Es lo que Radomiro Tomic planteaba con la tesis de  “La Unidad Social y Política del Pueblo”

El Gobierno de Allende. En el gobierno del Presidente Salvador Allende se produjo una polarización del país, entre otras razones,  nuevamente, por la incapacidad de las fuerzas políticas y sociales que respaldaban los cambios, de llegar a acuerdos. Esto se agravó, producto del contexto  de la ” Guerra Fría,” y “el miedo” que se apoderó en vastos sectores de la población por  la posibilidad de que en Chile se estableciera un régimen marxista. Tomic propuso elegir en la elección de regidores del año 1971, a todos los alcaldes de Chile de manera conjunta entre la Democracia Cristiana y la Unidad Popular.Esto no fue posible, porque la Unidad Popular se opuso.

La Dictadura  militar de Pinochet. Todo esto culminó con la destrucción de la democracia, el golpe de Estado y la dictadura militar. En ella, se inicia la contra revolución, para retrotraer a sangre y fuego al país, al estado anterior  a la Revolución en Libertad. No otra cosa fue el experimento de los Chicago. A ello se agregó, la sistemática violación de los derechos humanos expresada en desaparecidos, muertos, torturados, exiliados, y asesinados entre los cuales se planificó y se ordenó el asesinato de Eduardo Frei Montalva. Su asesinato no fue sólo porque era un peligro por su oposición a la dictadura militar, sino para  impedir que volviera al poder, a continuar y profundizar la gigantesca obra que se había realizado en su Gobierno.

La Concertacion de Partidos por la Democracia. Se inició la larga lucha para recuperar la democracia en nuestro país. Esta se recuperó producto de una adecuada combinación de un  proceso de movilización social y de acuerdos, que dio origen, a la coalición política más exitosa de la historia política chilena, en la cual confluyeron  la Democracia Cristiana , el Partido Socialista, el Partido Radical , el Partido por la Democracia, y otras fuerzas políticas. La Concertación tuvo cuatro gobiernos exitosos. Nada de lo que se está planteando hacer hoy, sería posible, sin lo que se hizo por los anteriores gobiernos de la Concertación.

Plantear una dicotomía entre la Concertación y la Nueva Mayoría es un falso dilema. Chile es en la actualidad otro Chile que el de 1990. Es indispensable leer adecuadamente los signos de los tiempos. Las movilizaciones de los estudiantes a partir del año 2011 son expresión de aquello.  

La Nueva Mayoría. La coalición política de la Nueva Mayoría, es hoy después de 50 años,  la expresión política y social de la Revolución en Libertad inconclusa, que iniciara el Presidente Eduardo Frei Montalva. Naturalmente, el contexto histórico de Chile y del mundo en la actualidad es radicalmente distinto.

Sin embargo hay algo que  “trepida en lo profundo “, como hubiera dicho el Presidente Frei Montalva. Es la necesidad y el anhelo de grandes mayorías sociales, nuevamente, como en aquel entonces, de profundas transformaciones sociales, para avanzar en la disminución de las viejas y nuevas desigualdades. Las tres reformas estructurales que ha planteado el Gobierno: la Reforma Tributaria, la Reforma Educacional, y la Reforma Constitucional,  son las mismas que con otros propósitos, se plantearan por la  inconclusa Revolución en Libertad, que dirigiera el Presidente Eduardo Frei Montalva.

Esta Coalición de Partidos Políticos y Fuerzas Sociales no es sólo “un Acuerdo Político- Programático”. Todas las coaliciones políticas tienen como sustento de su acción un acuerdo político programático. Establecer una dicotomía entre aquello y una coalición política, es una disquisición académica tendiente a restarle fortaleza a la Nueva Mayoría.

Al menos tres requisitos son esenciales para que la Coalición Política tenga éxito.

1. La unidad interna de los partidos y fuerzas sociales que  la sustentan. La magnitud de los cambios que el país reclama, y que la ciudadanía espera, requieren de una férrea unidad, en torno a un Programa de Gobierno que ha sido aprobado por una abrumadora mayoría.

Se sostiene que “el Programa no es una Biblia.”Sin duda que no lo es, en el sentido de que no es una “camisa de fuerza”. Pero esto no significa, que sus orientaciones y propuestas no sean un camino a seguir. A veces pareciera, que quienes no valoran el Programa, no quisieran que este existiera, para convertir el Gobierno meramente en una disputa permanente de grupos de poder con visiones diferentes. Son aquellos que no creen en los programas que plantean transformaciones estructurales. Son los mismos, a quienes hace 50 años, Eduardo Frei Montalva les dijera “ni por un millón de votos cambiaría una coma de mi Programa.”

2. La confianza como sustento necesario en la interrelación entre los distintos partidos políticos que integran la coalición. Esto debe expresarse en conductas y comportamientos adecuados entre ellos. Es muy difícil definir la confianza. Se puede perder muy fácilmente, y resulta complejo restaurarla. Lo que sí se puede decir de la confianza, es que ésta es una apuesta que se hace para el futuro.

La confianza estimula la cooperación, y por tanto impulsa las transformaciones. La desconfianza estimula la competencia  y obstaculiza  el cambio, más bien petrifica e impide avanzar.  Sin una confianza básica entre los partidos que forman la Coalición de Gobierno, es muy difícil concretar el Programa. Si la confianza no se expresa en conductas y comportamientos concordantes con ella, la ciudadanía dará la espalda a esta coalición de gobierno, y se frustrará  nuevamente el proceso de cambios que el país requiere.

3. El tiempo como variable esencial en los procesos de cambios. En los procesos sociales y políticos, el tiempo no puede ser entendido sólo como un plazo. Es también una conciencia sobre el devenir de los acontecimientos. No es lo mismo el tiempo para un hombre del campo, que para uno de la ciudad; para un joven que para un adulto mayor; para un hombre que está en la pobreza, que para el que ha salido de ella.

Los procesos  de cambio en democracia requieren un tiempo para concretarse. Si se sostiene por tanto, que la Coalición de la Nueva Mayoría tiene un plazo fijo, se está circunscribiendo el tiempo a un mero plazo, y por tanto, se  está destruyendo ahora a la Coalición de la Nueva Mayoría y frustrando el proceso de cambios.

Se ha planteado el tema de las “hegemonías” al interior de la Nueva Mayoría. Habría que precisar a qué se refiere. Si es hegemonía de valores, evidentemente ello no puede ocurrir, puesto que nadie tiene derecho a imponer a otros en una coalición democrática, sus “éticas del máximo,” laicas, agnósticas o cristianas.

Si se refiere a un Programa de Gobierno, no podrían existir hegemonías puesto que todos los partidos participaron en su elaboración.  Se trataría, entonces, de hegemonías o  de influencias de poder al interior de la Coalición y del Gobierno. Esto sería  lamentable, puesto que implica entender la política como un juego de quien obtiene qué, cómo, y cuándo.Es esto precisamente lo que desprestigia a la política, y aleja a los ciudadanos de los Partidos. Es también, lo que   ha contribuido  a la crisis del Partido Demócrata Cristiano.

La Democracia Cristiana en la Nueva Mayoría. Algunos sostienen que en este  nuevo conglomerado político, la Democracia Cristiana ha perdido identidad, y no tiene la misma presencia que tenía en la Concertación. Pretenden responsabilizar de esto a los Partidos de la Nueva Mayoría. Esto es falso y simplista. La Democracia Cristiana empezó a disminuir electoralmente siendo parte de la Concertación. En efecto, el año 1990 era el 32% del país. Al término del último Gobierno de la Concertación los demócratas cristianos eran alrededor del 15%.

¿Por qué se produjo esta disminución? Uno de los factores más importantes, es que el país los percibió, en luchas de poder internas, intestinas, y carente de propuestas propias de cambio, que expresara fuerzas sociales significativas.

La Democracia Cristiana fue un  partido grande e influyente, cuando fue capaz de expresar a actores sociales diversos de la sociedad chilena: los trabajadores, los campesinos, la juventud, los sectores medios y también los sectores empresariales progresistas. Hoy nada de eso ocurre. No tiene federaciones estudiantiles, ni sindicatos importantes, ni expresa prácticamente a ningún actor social relevante.

¿Es esto responsabilidad de los Partidos de la Nueva Mayoría, o se da por el  hecho de pertenecer a la Nueva Mayoría?  Los únicos responsables de la crisis de la Democracia Cristiana son los democratacristianos, y quienes han conducido a este partido, en los últimos 25 años. Si se pretende superar esta crisis, no se debe buscar la responsabilidad en los otros, sino asumir con humildad y coraje la  responsabilidad propia.

Algunos han planteado que lo importante sería elegir rápidamente un candidato presidencial.Piensan que es un problema meramente burocrático. Como si los liderazgos se inventaran de manera súbita. Son los mismos que sistemáticamente hicieron lo necesario para impedir los liderazgos de Gabriel Valdés, Andrés Zaldívar, Alejandro Foxley, entre otros.

Si se siguiera este camino, se adelantaría  la  carrera presidencial, colocando obstáculos significativos a la tarea del Gobierno de la Nueva Mayoría. Si se quiere continuar la inconclusa Revolución en Libertad del Presidente Eduardo Frei Montalva, la Democracia Cristiana debería ser la vanguardia del proceso de cambio que el país requiere y que lleva adelante el Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet Jeria.

Hay que precisar que la Democracia Cristiana no es el partido de “el medio”. Nunca fue ni  será, ni debiera ser, “el partido de los  ambiguos”. De los que dicen “sí, pero”. No  es el partido solamente de las “clases medias”. Los que plantean aquello, desconocen la complejidad de la sociedad.

En la actualidad, ésta  es mucho más diversa y plural. Las clases sociales que antaño aglutinaban y servían de anclaje a las identidades sociales, y a los partidos políticos, hoy ya no lo son, puesto que las clases, se dividen en múltiples grupos con intereses diversos: las mujeres, los jóvenes, las minorías étnicas, los empresarios de diverso tipo, los emprendedores, la diversidad sexual, los ciudadanos, etc. Esto explica, en parte, la crisis de representación de la totalidad de los Partidos Políticos.

Por tanto, una próxima Directiva Nacional del PDC, a partir de abril de 2015, y su VI Congreso Ideológico, en pleno desarrollo, tienen y tendrán tareas decisivas, definitorias, impostergables e ineludibles.

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03 nov 2014

El miedo a la Asamblea Constituyente

La idea de que nuestro país elabore una nueva Constitución mediante una Asamblea Constituyente produce diversas reacciones.Tanto las contrarias como las favorables tienen algo en común, la pasión con que son sostenidas las posiciones. En este marco, el debate no ha tenido la tranquilidad para que pueda desarrollarse de forma razonable.

Ante la alternativa de realizar una Asamblea Constituyente, más que argumentos con los cuales debatir, lo primero que surge son temores y miedos. Creo que es importante hacerse cargo de los miedos y temores, no descalificarlos, porque en ellos también hay una verdad que debemos considerar si queremos avanzar.

Un primer temor es el carácter refundacional que conllevaría el proceso de Asamblea Constituyente. Se teme que se borre  nuestra historia constitucional, disolviéndose aspectos fundamentales que entregan estabilidad a nuestro sistema político y social. Detrás está la imagen de una asamblea furibunda, radicalizada y maximalista.

Una asamblea que surja de un proceso democrático solamente será reflejo de la diversidad política y social de Chile, y expresará en la Constitución esa diversidad de valores vivos de la sociedad. Solamente una sociedad que ha sufrido un trauma o conflicto muy agudo puede pretender otorgarle un carácter refundacional a la elaboración de su Constitución, pienso en casos como Alemania después de la segunda guerra mundial. Nuestra situación no es así.

La urgencia de una nueva Constitución está relacionada con un problema sociopolítico, que es, actualizar las bases políticas e institucionales a la realidad y necesidades sociales del Chile actual, por lo cual no constituye un acto refundacional pero sí transformador.

Otro temor está vinculado con los contenidos que puedan surgir de una Asamblea.Algunos de los más recurrentes son la cantidad de derechos sociales que se puedan incluir, el rol subsidiario del Estado y el peso relativo del derecho de propiedad. Estos temas nos llevan a discusiones que como país debemos dar, de forma abierta y democrática.

Sin duda cuando hablamos de elaborar una nueva Constitución, sea por el mecanismo que sea, es para alterar de algún modo el modelo socioeconómico que esta sustenta.El punto es que estas transformaciones no están dadas a priori, ya que la voluntad soberana de la Asamblea no la conocemos. Sí podemos suponer que habrá una voluntad de transformación, pero esta se hará en el marco de un debate abierto en el que se podrán sopesar las alternativas.

Hay que confiar en el proceso deliberativo que pueda llevar a cabo un cuerpo elegido para esa finalidad, está en la esencia de la democracia representativa, pensar que con ello se está entregando en manos irresponsables o poco pertinentes asuntos relevantes, es atentar en contra principios básicos del orden democrático.

En una cultura democrática como la nuestra, la soberanía debe poder expresarse de forma vinculante tanto en la fase de elaboración del texto como en su ratificación.

El mecanismo de implementación de una Asamblea Constituyente también es un aspecto de incertidumbre. Cómo se eligen los constituyentes, cuál sería su periodo de sesión, donde lo harán, con qué asesoría contarán, bajo qué normas se regulara la Asamblea etc. Este es un tema abierto que puede ser definido una vez que se tome la determinación de utilizar este mecanismo.

Existen experiencias internacionales muy diversas que nos pueden ayudar a encontrar una solución a todas las dudas procedimentales de una Asamblea Constituyente. Lo importante es salvaguardar que la elección de los constituyentes sea realizada a partir de un proceso democrático en que el voto de cada ciudadano tenga el mismo peso y los procesos de deliberación sean transparentes.

Finalmente, la certeza y seguridad jurídica en el proceso de elaboración es otro elemento que es importante salvaguardar. El proceso de elaboración de una nueva Constitución mediante una Asamblea no atenta contra la estabilidad de las instituciones republicanas y los derechos fundamentales de las personas.

Los constituyentes son soberanos pero tienen el límite del respeto a los derechos fundamentales que están avalados en los tratados internacionales y en la Constitución vigente. El proceso de elaboración democrática justamente asegura que éstos serán respetados, el cuerpo constituyente no estará compuesto por personas que vienen a realizar un proceso de elaboración sobre una hoja en blanco, serán ciudadanos y ciudadanas de nuestra patria que reflejarán nuestra tradición republicana y democrática.

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03 nov 2014

Trastornos y dificultades para aprender

Las diputadas UDI Marisol Turres y Claudia Nogueira citarán a la Cámara a la ministra de Salud, Dra.  Helia Molina, para abordar el aumento en el número de escolares que son derivados a especialistas por problemas en el aprendizaje, señalando  que se trata de “tomar conocimiento si hay estadísticas o estudios en la materia y si realmente en la población de niños chilenos existe este tipo de problemas”.

Las parlamentarias plantearon que en la actualidad, numerosos son los casos de establecimientos educacionales pagados que exigen a los padres que lleven a sus hijos a fonoaudiólogos, neurólogos, psicopedagogos y otros especialistas con el fin de mejorar o solucionar algunos problemas de aprendizaje en los niños y niñas.  “Estamos en presencia de un grave y oculto problema de salud pública, donde nuestros hijos están siendo derivados en un gran porcentaje a neurólogos por hiperactividad y desconcentración, siendo casi todos diagnosticados con déficit atencional, lo que implica en la mayoría de los casos el suministro de químicos que no sabemos cuáles serán sus efectos a futuro” sostuvieron.

En efecto,  no sólo estamos frente  a un aumento de niños diagnosticados como Trastorno por Déficit de Atención, sino también a un explosivo incremento de niños que  requieren de clases de reforzamiento pedagógico en casa  y de apoyo en la realización  de  sus tareas y preparación  de  pruebas.  Este  fenómeno refleja una  realidad nacional compleja y de muy difícil solución.

Por una parte,  es  preciso  separar  las dificultades para  aprender  de  los trastornos  de aprendizaje. Las dificultades para  aprender  son consecuencia de factores ajenos al niño  y  hoy día  afectan a más  del 30%  de  los escolares, mientras que los trastornos de  aprendizaje , divididos en trastornos específicos de aprendizaje de la lectura y/o de las matemáticas  y trastornos globales para aprender,  están presentes  en un  7%  a  10%  de los escolares.

Ambos  tipos de trastornos para  aprender  deben ser  diagnosticados por  un equipo multiprofesional en el cual no puede estar ausente el profesional de la psicopedagogía. La inmensa mayoría de los   especialistas en  neurología y psiquiatría infantil no posee  las pericias para evaluar y diagnosticar estos trastornos sin el apoyo de un equipo multidisciplinario.

No todos los niños  con trastornos de aprendizaje  presentan déficit de concentración, y  apenas una minoría – no superior al 2 a 3 % en alumnos de  colegios pagados -  es hiperactivo.   Cuando el trastorno de aprendizaje  es secundario a un Trastorno por Déficit de Atención, existen fármacos específicos  que son de gran ayuda para el niño  y no  tienen  consecuencias  adversas a futuro si el diagnóstico ha sido acertado.

El verdadero problema radica en que las dificultades para  aprender  se  confunden con los trastornos  de aprendizaje  cuando  no  se dispone  del tiempo indispensable  para realizar una evaluación rigurosa de la situación. Y el actual modelo de atención de  salud en  especialidades atenta contra la rigurosidad diagnóstica, por cuanto en 1 hora profesional han de ser atendidos al menos  4  niños, realizando una evaluación somera y de superficie.

No hay tiempo para profundizar en la vida cotidiana de ese niño: a qué hora se duerme, cuántas horas  de videojuegos  al día,  cuánta gaseosa consume, etc.  Las  dificultades  para  aprender  son multifactoriales,  las  experimenta el niño pero  los  factores responsables  son  ajenos a él.

En primer lugar  debemos  señalar   como responsable  a un currículo  extraordinariamente abultado en contenidos desde   primero básico, que impide que los alumnos  puedan practicar lo aprendido y comprenderlo para poder aplicarlo. La mayoría de estos contenidos es memorizado “para la prueba” y  las calificaciones  van  siendo cada año más bajas  porque  la memoria se fatiga y se confunde.  

En segundo lugar,  los contenidos curriculares  se  han ido adelantando progresivamente, produciéndose un desfase  entre la  maduración cognitiva  del alumno  para  comprender  información altamente conceptual  a  edades en las cuales  lo natural es aprender desde  la experiencia  del hacer.

Todos  los  profesores  saben que  los niños  durante los primeros años de escuela  se ven agobiados con materias áridas, excesivamente abstractas y descontextualizadas, pero poco pueden hacer  en un sistema  en el cual se les fiscaliza de manera estricta y se les mide por  “materia pasada”.

Un tercer  factor responsable de tales dificultades para  aprender  es  una jornada escolar extendida  dedicada prácticamente en su totalidad a  enseñar contenidos, lo cual  impide  que  los  alumnos puedan  disponer de tiempo para asimilar  lo que aprenden y contribuye a una creciente fatiga mental y física ( estar sentados escribiendo es  muy agotador).

A menudo  a esta cansadora jornada  se  suman  horas en casa realizando tareas, que impiden  que los alumnos puedan estudiar los contenidos  vistos ese día.  El resultado es un  chico/a agotado ansioso de “desconectarse” a través de  la  entretención tecnológica y las redes sociales, grandes consumidoras de  tiempo.

Y hay más factores:  metodologías  de enseñanza  superadas por los tiempos, con escasa innovación  por parte de  quienes  son responsables de la gestión del colegio, niños con  cerebros y mentes muy diferentes a lo que los adultos  creen y   padres  que han perdido el norte de lo que  es  aprender, centrando en forma obsesiva  el éxito académico de sus hijos  en la competencia por las mejores calificaciones (  hemos conocido padres de  chicos de  9  años  que están inquietos por el NEM de  su hijo, es decir, el promedio de calificaciones  para ingresar a la universidad).

En síntesis, esta situación no es un problema de salud pública (no se trata de  sobrediagnósticos y sobremedicación solamente), sino que es la expresión de un complejo problema educacional que será arduo abordar y solucionar.

Tanto los trastornos de aprendizaje como las dificultades para  aprender  exigen  de  la comunidad   no sólo  una mirada atenta, sino aunar voluntades para  aprovechar  esta ventana de oportunidades  llamada reforma educacional  y  buscar soluciones  que irán en beneficio de  todos los niños.

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02 nov 2014

El abuso del conservadurismo

El Día Nacional de las Iglesias Evangélicas es un avance del país, del reconocimiento que se ha hecho en democracia al protestantismo por su contribución a la libertad en el ejercicio de la fe que se debe garantizar a todo creyente, así como, de su labor abnegada y tesonera para rescatar a muchas personas de la delincuencia, la drogadicción o el alcoholismo. Así el país lo ha dejado de manifiesto en muchas ceremonias este último 31 de octubre.

Sin embargo, en el marco de esta festividad se ha desbordado, una vez más, la intolerancia de expresiones de un extremo conservadurismo que protagonizadas por el vocero de estos sectores, Hedito Espinoza, ha dado rienda suelta a su homofobia, recurriendo por enésima ocasión a la amenaza de que se va a “destruir la familia” si se avanza en legislar en el Acuerdo de Vida en Pareja que apunta a resolver problemas insolubles que convivientes, sean o no del mismo sexo, que luego de una larga vida en común sufren graves daños patrimoniales en el caso de no estar formalmente casados.

Sus dichos no son sorpresivos ni casuales; no cabe duda que siguen una conducta y un estilo de expresión ya usado muchas veces.

Se podría hacer un larguísimo recuento de sus salidas de madre y, sin embargo, continúa diciendo lo que realmente se le viene en gana; en especial, en el tema tan delicado de la opción sexual de cada persona que, después de muchos años de discriminación y abuso hacia los homosexuales , ha comenzado a ser tratado en nuestro país con altura de miras y madurez.

Una  vez restablecida la democracia, siendo diputado participé activamente, en un esfuerzo por la tolerancia y la no discriminacion, presentando uno de los primeros proyectos de ley utilizados en el trabajo legislativo que concluyó con la aprobación del texto legal sobre libertad de culto en nuestro país.

Pude tomar nota de la discriminación sufrida por tantos obispos y pastores evangélicos, que con sus familias, padecieron fuertes expresiones de abusos discriminatorios durante muchos años.Ellos dieron una lucha muy dura contra la intolerancia, con su coraje se ganaron mi admiración y la de muchas personas, que valoramos su firme conducta, su devoción religiosa y su amor al prójimo.

Por eso que viene a resultar profundamente decepcionante que en un Acto de Fe, como es el Día de los evangélicos, se vuelven a reiterar estereotipos y afirmaciones que rayan en la caricatura y, en desbordes verbales, que indican la presencia de un encono persistente y arraigado hacia una parte de nuestros semejantes. No es lo que debiera caracterizar el ánimo de personas que sufrieron en carne propia tales odiosidades.

En la sociedad global estas expresiones son inaceptables, se está cayendo en un periodo que a la postre puede resultar funesto para la humanidad, en que el integrismo de diverso signo y el fanatismo religioso, están provocando enfrentamientos de alcances inimaginables para muchos pueblos en el planeta.

Es cosa de mirar lo que ocurre con el terrorismo militarizado del llamado Estado Islámico, para que reflexionemos seriamente acerca del oscuro sendero al que conduce un ejercicio enceguecido de las creencias en el mundo de hoy.

La clave de la civilización humana del próximo tiempo depende directamente de la capacidad que tengamos de tolerarnos unos a otros, de aceptar profundamente que la diversidad es consustancial al ser humano y que jamás seremos todos y todas exactamente iguales; hay que saber asumir la identidad y la fisonomía de cada cual y abandonar las huellas de siglos de ofensas mutuas, de soberbia y engreimiento, que no hacen más que retardar y obstruir el avance en que la libertad no sufra de las amenazas que siembran las convicciones fanáticas que aún nublan la sociedad en el planeta.

Esperemos que pronto sea el día que estos enconos no sean entregados desde tribunas desde las que se añora fraternidad y no soberbia, unidad y no división, en bien de Chile.

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02 nov 2014

Teletón ¡un mensaje al Estado!

La empresa privada hace negocio con todo aquello que proporcione ganancia y procurando satisfacer una necesidad, es decir, gana entregando algún beneficio que se requiere obligatoriamente. Esa es la Teletón, por lo cual la crítica no puede ir a la rentabilidad pues las leyes que las transnacionales han impuesto se imponen a su vez en Chile. La falta de coraje nacional o comprensión de la realidad para organizarse impide que se logre lo esencial.

Por tanto, lo cierto es que este proyecto de marketing organizado por “Don Francisco” da a un sector reducido y necesitado efectivamente, de un tratamiento que no lo puede obtener por otro mecanismo que no sea éste, pues sus recursos económicos lo impiden: es la opción actual a su alta dificultad y la satisface.

De allí que el show permite mostrar la caridad (valor que degrada al ser pues lo pone en su condición de inferioridad), exhibida por personajes de los Medios, empresarios y marcas, entre otros, aportando un pago por la propaganda que les otorga la publicidad, es decir, existe un costo para la difusión del producto. Así es y está legalizado.

Sin embargo, el mensaje debe ser otro pues se demuestra que lo anterior satisface a personas que darían todo por recuperar su bienestar y ello es legítimo. La crítica no está centrada, entonces, en el negocio pues, aunque sea incorrecto aprovechar las debilidades, existe y es permitido por las autoridades. Para ello, debería proponerse un modelo de sociedad donde lo comunitario sea la respuesta y Chile dista mucho de esa proyección, por lo que debe luchar por conseguirla prontamente.

La propuesta es responsabilizar al Estado integralmente de sus ciudadanos en términos de patria: ser patriota es defender los derechos fundamentales de los chilenos. No defenderlos está vinculado con un desprecio a la esencia humana…lo que muchas veces ocurre tanto con las clases políticas, las élites y sectores sociales.

La conclusión es clara: la Teletón realizará su negocio mientras no se cree otra alternativa.Lo ético es que  sea fiscalizada directamente por el gobierno de tal modo que sus ingresos vayan exclusivamente para el fin que se dice proponer, evitando los pagos personales, las dádivas y descuentos por impuestos, de tal modo que la intención pueda tener una ligazón, aunque distante, con lo  transparente y solidario.

Exigir que las empresas participantes adopten leyes que establezcan oportunidades laborales efectivas para la discapacidad, como requisito para participar, es inexcusable.

Lo correcto es que el gobierno no entregue recursos del Estado a organizaciones privadas sino que las invierta en un sistema de salud completo que integre a todos los sectores, superando la medicina que discrimina y sanciona a los sectores medios y de menores recursos. Esa es la verdadera opción que un gobernante con idoneidad social haría y sus ciudadanos conscientes reclamarían con inmediata urgencia.

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