18 ene 2016

Libre competencia ¿en la medida de lo posible?

Los escándalos de colusión que se han hecho públicos en los últimos años han dejado al descubierto diversas prácticas que los grupos empresariales han utilizado para violar el principio de la libre competencia, que sustenta el sistema económico impuesto en Chile bajo dictadura y profundizado en la transición democrática, sin mayores contrapesos ni modificaciones.

El debate público se ha centrado en la reposición de la pena de cárcel efectiva para el delito de colusión, como respuesta a la indignación ciudadana que surge frente a las conductas monopólicas abusivas que tienen un efecto directo sobre los consumidores para la reconstitución de confianza.

El proyecto de ley que se tramita en el Congreso, junto con reponer la sanción penal, contempla medidas para fortalecer la libre competencia como la prohibición  de la participación de directores o ejecutivos de empresas competidoras entre sí, interlocking, el control de fusiones  e  incorpora en la jurisdicción del Tribunal de la Libre Competencia la resolución de las demandas colectivas de los consumidores, entre otras.

En el actual contexto es válido preguntarse si estas normas son suficientes para desalentar las conductas monopólicas en un mercado altamente concentrado donde en Chile tres empresas controlan el 90% de la telefonía celular, tres supermercados concentran el 85% de las ventas, tres farmacias  se reparten el 94% de ese mercado, en combustible una sola empresa controla el 67% de la distribución.

Además, cinco Isapres controlan el 95% del Mercado  y en el sistema financiero 4 bancos concentran el 70% de los ingresos del sector.

La responsabilidad que tiene el Congreso es evaluar la propuesta del Ejecutivo de cara a este contexto de concentración y frente a las redes empresariales que frenan la competencia, que no permiten ni entregan garantías mínimas para el ingreso de nuevos actores que desafíen a las principales grupos empresariales que dominan los mercados, o que vulneran el principio elemental de la competencia.

El ministerio de Economía acogió las recomendaciones del Informe de la OCDE sobre el control de concentraciones en forma parcial y sólo explicitó las fusiones como figura de concentración.

El proyecto es un avance pero claramente no es suficiente para promover mayor competencia. Por ejemplo, la iniciativa no prohíbe en forma explícita las participaciones cruzadas; tampoco incorpora el control preventivo de acuerdos de cooperación y desarrollos conjuntos y no contempla el interés de los consumidores en el proceso de delación compensada, ni su incorporación como legítimos activos en los procesos no contenciosos.

El ministerio de Economía y sus expertos han argumentado que la fortaleza de la actual legislación es su carácter general, la regla del buen comportamiento en el mercado parece satisfacer a los ideólogos de la normas, criterio ratificado por  el propio Fiscal Económico en el Senado  y pueden tener razón.

Pero, el problema político que enfrenta el Gobierno y el Congreso es explicar a los ciudadanos por qué subsisten grupos empresariales que mantienen participaciones cruzadas, redes y entramados que involucran competidores que obstaculizan la libre competencia.

Desarrollos conjuntos como Transbank, que es un acuerdo entre competidores controlado por los principales bancos del país, autorizado por más de 25 años en otros países es impensable, menos aún un pronunciamiento de respaldo a esta anomalía por parte del Presidente del Tribunal de la Libre Competencia quien deberá pronunciarse sobre el expediente normativo.

Prohibir la participación de directores compartidos entre competidores es un gran avance.Desaparecerán los directores con varios sombreros que se entrecruzan en empresas competidoras designados por un pequeño club. Pero, ¿qué ocurrirá con los derechos políticos de los grupos empresariales que mantienen participaciones cruzadas en empresas competidoras y que es la motivación principal para alinear sus intereses?

Las participaciones cruzadas entre competidores en sectores específicos están prohibidas en Estados Unidos desde hace más de 100 años e Israel las prohibió el 2013. Estas figuras se desvían de su objeto inicial,  van creando redes de intereses comunes difíciles de desafiar competitivamente por otros, ya sean éstos actores existentes no partícipes de esas redes o potenciales actores entrantes al mercado.

El resultado de ello es que los precios se terminan consolidando en niveles no competitivos. Ahí aparecen las tarifas eléctricas, las tasas de los créditos, las tarifas del gas natural residencial.

El proyecto que se tramita en el Congreso es la oportunidad para abordar los desafíos políticos que tiene nuestra pequeña y concentrada economía de “libre” mercado.

Si no abordamos estas anomalías para no incomodar el reducido club que controla los grupos económicos, en los próximos años ya no bastarán las explicaciones ni las penas de cárcel, surgirán las respuestas naturales de intervención económica desde el Estado, que no serán las más competitivas pero cobran legitimidad cuando la decisión política de garantizar la libre competencia y promover mercados sanos se supedita a los criterios tecnocráticos de turno y que por cierto están lejos del programa del Gobierno.

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18 ene 2016

Soy (in) tolerante

Cosmovisión y Educación.

La pareja viaja en un vagón del tren metropolitano que no llega a estar atestado. Tienen entre 17 y 20 años de edad. Apoyados uno sobre otro,  dan rienda suelta a  su pasión erótica  haciendo caso omiso de las miradas reprobatorias de los pasajeros. Los besos y abrazos denotan urgencia pasional y el espacio íntimo entre ambos se hace virtual.  Son dos chicos varones.

Los observo y me pregunto si su audacia amatoria se esfumaría al ver que al vagón sube un grupo de  adolescentes skinheads. Si ello ocurre, sólo me queda rogar que sean skinheads anarquistas y no  neonazis… Mal que mal, mi preocupación tiene que ver con la supervivencia de esos dos enamorados, potenciales víctimas de la violencia homofóbica.

Desvío mi mirada intentando no hacerme parte de la creciente irritabilidad que va surgiendo entre los pasajeros a la par que los encendidos besos y caricias de los chicos, para encontrarme con la portada de una revista que hojea distraídamente una pasajera y en la cual  aparece una mujer musulmana luciendo un hijab o velo musulmán. Mi mente se traslada a  uno de las creencias más extendidas  respecto al hijab, la burka o el niqab:  la violencia simbólica hacia la mujer ejercida por el varón musulmán.

Finalmente he llegado a destino. Salgo a la calle y cae literalmente sobre mí  la propaganda de WOM , empresa de telecomunicaciones fundada en Chile que  estaba al bode de la quiebra en el 2014, repuntando  a mediados del 2015 cuando es comprada por el fondo de inversión británico Novator Partners, quien cambia el nombre de Telmex a WOM : Word of Mouth,  e inicia una agresiva y controvertida  estrategia de posicionamiento.

Se trata de una gigantografía  mostrando a una mujer casi desnuda con sus pechos al aire y el rostro contraído por un orgasmo.  Pienso en el hijab y mi mente entra en conflicto ¿Prefiero el recato sometido de la mujer musulmana al destape liberado de esa modelo que cree ser  eróticamente atractiva para los varones?   Planteo mi confusión a una colega, quien me responde “¡debes modernizarte!  WOM es una empresa de telefonía móvil  que dirige su estrategia de merchandising al segmento de los jóvenes, quienes se han liberado de prejuicios y son adalides de la plena libertad de pensamiento”. A esa  altura aparece en mi  mente Mafalda y su ruego existencial “paren el mundo que me quiero bajar”.  

¿Dónde termina la libertad de dos jóvenes gay besándose en un espacio público en tiempos de tolerancia?

¿Dónde comienza la ética de un grupo de skinheads probablemente homofóbicos?

¿Cuál es la semiótica tras el hijab musulmán? ¿Es la juventud un segmento proclive a aceptar gozosamente toda transgresión ética al punto de correr a “portarse” de una compañía como Movistar  a otra que asume que ese joven es un cretino por  estar en “Vomistar” y que ensalza el voyerismo sexual  como expresión de libertad?

Descubro mis debilidades en el terreno de la sociología y la antropología y no puedo bajarme del planeta. Sólo puedo defenderme desde  las neurociencias del desarrollo, mi área de experticia.

Desde  allí  concluyo que la libre expresión de lo privado en espacios públicos, la  improbable ética de la tolerancia en los jóvenes skinhead, la semiótica del hijab o de la burka y  la legitimidad de un modelo de negocios dispuesto a emplear la imagen de la mujer para llegar a los jóvenes como consumidores – tan potentes  como para determinar la suerte de una estrategia de comunicación de marca -  radica en  la fuerza de  las cosmovisiones, ese concepto general de mundo que poseemos y a partir del cual interpretamos la realidad.

En esa dimensión mental no consciente viven nuestros particulares conceptos de gay, skinhead, erotismo, velo islámico, comunista, nacionalsocialista, mujer, sexo, deseo,  ideología,  pobreza, consumo, migrantes.

La cosmovisión comienza a ser construida muy tempranamente por su familia y profesores en  la mente del niño, a través de actitudes ( conjunto de ideas, creencias, sentimientos y conductas ), opiniones, comentarios que  se colocan como una semilla en la mente infantil; el niño se apropia de esas creencias, las que inicialmente son conscientes pero que con el tiempo se instalan en la preconciencia  transformándose en filtros  que permiten ver el mundo  sin el conflicto que genera la incertidumbre.

Parte importante de  nuestra cosmovisión está conformada por sistemas de creencias que sólo podremos poner en tela de juicio una vez que los llevemos a la conciencia y los analicemos críticamente y que conviven con otras dimensiones, como los valores.

Retorno mentalmente al vagón del metro y evoco la pasión erótica de dos adolescentes gay; imagino  ese hipotético final en manos de un grupo de skinheads homofóbicos; evoco esos ojos femeninos que parecen más grandes y sugerentes desde la fantasmagoría de un rostro oculto y  los comparo con esos dos enormes pechos de mujer que se ciernen sobre el espectador en un clímax orgásmico obligándolo a un voyerismo no buscado.

Y  pienso que  toda semiótica-  representada por el destape erótico gay, la idéntica sumisión de la mujer musulmana y de la mujer occidental al brutal androcentrismo-  no puede ser  leída  sin  conocer  las  cosmovisiones y los valores de una pareja gay, de una mujer tras el hijab, de quienes diseñan un modelo de negocios para atraer a los jóvenes.

Esas cosmovisiones y valores  son un bagaje invisible pero que  permite intuir  la clase de adultos que estuvieron tras esos actores de la vida cuando todavía eran niños.

En otras palabras,  no es  la  expresión libre de la pasión erótica en un espacio público un mensaje de liberación sexual que llama a la aceptación y a la tolerancia, sino el concepto de amor, intimidad y respeto que  aprendieron esos chicos en su niñez, una ética transmitida  por  adultos que creían en el respeto  como base de toda tolerancia.  Que la mujer tras el hijab no es necesariamente una mujer sometida al brutal dominio del varón musulmán, sino que, posiblemente, es  una mujer que valora la castidad y la modestia y que huye de las miradas lascivas del hombre occidental, habituado a  autopsiar la dignidad femenina dividiendo su anatomía en partes “deseables” versus partes “eróticamente neutras”. Es una mujer que busca en el velo el respeto que no consigue la vestimenta occidental, hecha de hot pants, escotes de vértigo, colaless y transparencias.

Y que  quienes sostienen que el consumo es una dialéctica entre el potencial comprador y el que quiere vender recurriendo a las emociones más inconscientes y que ve a la juventud como una cultura que busca la ruptura con el mundo de los adultos, defiende un modelo equivocado de captura del cliente. Porque la mayoría de los jóvenes representa efectivamente una contracultura, pero que busca activamente destruir desde las ideas y las acciones los abusos de la sociedad actual; que valora  la naturalización de la vida cotidiana contra el loco consumo, que busca crear nuevos modelos de vida respetuosa del entorno y asume que sí es posible un nuevo orden social.

Esos jóvenes, que creen en el poder  transformativo y generativo del respeto, entendido como consideración irrestricta por la dignidad del otro, son quienes están cambiando desde sus bases un modelo de vida que las generaciones anteriores aceptamos  con pueril ingenuidad.

Un modelo brutal que ha logrado instalar en la sociedad  la cultura de la violencia: la violencia de género; la violencia que implica trasladar el espacio privado al espacio público con  irrespetuoso desparpajo y la violencia que significa actuar desde creencias que se asumen como verdades irrefutables, como lo fue el asesinato del joven Zamudio.

¡Bien por los jóvenes, debemos creer en ellos! Y la mejor estrategia de fe en el joven es acompañarlo desde el amor que educa cuando todavía es un niño. Los adultos de hoy podemos cambiar el mundo a través de la educación humanitaria de nuestros niños, orientada a desarrollar cosmovisiones amplias  y valores universales que no se transan, centrados en el amor y en el respeto.

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18 ene 2016

Prohibir homenajes a Allende

Con la sapiencia que da el tiempo, me atrevo a escribir acerca de la iniciativa de algunos parlamentarios de condenar jurídicamente cualquier alusión en favor de Salvador Allende.

Mi reacción inmediata fue de incredulidad, pues la leí en las redes sociales donde circula mucha noticia no real. Luego sentí curiosidad por saber de dónde habría salido la iluminada iniciativa.Finalmente, además de comprobar que era verdad, no pude sino sentirme triste ante tamaña estupidez salida de quienes se suponen gente preparada y que decide los destinos de la patria.

El asunto tiene varias aristas, de las cuales algunas tiñen de humor el día a día político y otras nos hacen recordar el nivel de personas que hemos elegido para representarnos en el parlamento (digo hemos en mi calidad de votante y no como elector de estos honorables).

Lo simpático es que habiendo tanta cosa importante que resolver, estos parlamentarios tengan tiempo de diseñar tonterías. Bueno parece que se han dado cuenta y por eso se han acortado la jornada laboral. Lo grave del asunto es que al parecer los redactores de la iniciativa verdaderamente lo creen necesario.

Intentando no mostrar mi preferencia, lo que en este asunto es casi imposible, trataré de hacer un pequeño análisis.

El señor Allende llegó a La Moneda acorde con las leyes de la época. Intentó –y sobre esto hay diferentes opiniones respecto de los mecanismos- construir un Estado socialista que resolviera de manera digna los derechos básicos de las personas. Empuñó las armas para defender su gobierno constitucional, el que finalmente fue derrocado.

Parlamentarios actuales, partidarios y detractores, ambos informados y documentados –se supone- podrán hacer los análisis que quieran, pero ambos a la vez podrán comprobar hechos, de los cuales algunos seguramente  justificarán el término del gobierno socialista de la manera que sucedió y otros seguirán reclamando a pesar de haber aprendido las pillerías que hasta hoy día los mantiene usufructuando de la vaca que les da el suculento sustento (dieta parlamentaria que le llaman).

Finalmente, un militar, Pinochet, se hizo del poder según se afirma por sus partidarios, rescatando al país del camino al socialismo marxista.

En su gobierno se implementaron campos de concentración al más puro estilo nazi. Se secuestró, asesinó, torturó y desapareció gente, desde adolecentes partidarios de Allende hasta altos oficiales militares y autoridades políticas. Se desintegró casi por completo el Estado acorde con un modelo económico aprendido en la Universidad de Chicago.

Se quebró artificialmente las empresas del Estado, las que fueron compradas al más bajo costo por partidarios del autodenominado presidente. Se obligó por ley a pagar por la administración de las futuras jubilaciones, sin que los propios inventores se incorporaran al más abusivo de los sistemas creados en el planeta.

Se desintegró el sistema de salud pública para dar cabida al más perverso de los modelos privados del mundo. Se construyó un país que –gracias al modelo económico impuesto- ostenta el top 5 de los países donde la repartición del recurso nacional es el más desigual. Se desintegró el sistema educacional del Estado para dar cabida a que los privados asumieran ese rol y por cierto cobraran por ello.

La suma es larga e incluye a la propia viuda del señor Pinochet que hasta hoy día vende el más de centenar de propiedades estatales traspasadas a su fundación CEMA-Chile en beneficio personal.

A diario se demuestra la participación de persona ligadas al gobierno de Pinochet en causas de derechos humanos y de delitos financieros (grandes delitos que van más allá que el robo del vuelto del pan, sin que robarse el vuelto del pan sea bueno por cierto).

Entonces, la vergüenza ciudadana, al menos en mi calidad votante, no es que haya afiebrados parlamentarios de derecha que presenten una propuesta para condenar las alusiones favorables a Salvador Allende. La vergüenza es que no se haya dictado una ley que condene la figura del dictador Pinochet y sus cómplices, tal como si la hay en otros países como en Alemania respecto de Hitler y en España respecto de Franco.

Finalmente, hay en el mundo cientos de calles y monumentos en homenaje a Salvador Allende, pero como dice la canción de un popular cantautor chileno “Ninguna calle llevará tu nombre” en referencia a Augusto Pinochet.

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18 ene 2016

Cóctel Macri: energizantes y somníferos en la economía

El nuevo gobierno argentino lleva adelante a toda velocidad un plan de ajuste. Las metas anunciadas recientemente por el ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay, apuntan a una inflación entre 20 y 25% para 2016, una reducción de déficit fiscal de 1% del PBI y un crecimiento de 0,5% a 1%.

Sin embargo, a pesar de ser metas modestas, ninguna parece factible de cumplir en 2016 ya que las medidas que se han tomado tienen efectos contradictorios. Unas estimulan la economía y otras la deprimen.

Por un lado, medidas que propiciarán el crecimiento: fin del cepo al dólar y eliminación de las declaraciones juradas de importación DJAJ.

Estas dos medidas eran muy necesarias y también estaban en la agenda Scioli. Tanto el cepo al dólar (2011) como las declaraciones juradas de importaciones (2012) fueron medidas destinadas a administrar la escasez de divisas en los últimos años de la administración Kirchner. Ambas disposiciones fueron llevadas adelante más allá de lo recomendable. Lo que se debió hacer no era administrar la escasez poniendo un embudo a la economía sino ampliar las exportaciones a través de una política cambiaria correcta.

Macri acierta en poner al dólar al frente de las prioridades. Sin embargo, esta medida positiva depende de que los dólares que alimenten la economía provengan de fuentes genuinas a partir de los saldos positivos de la balanza comercial y la inversión extranjera, no a través de los créditos internacionales. Eso sería solucionar un problema abriendo otro ya resuelto.

Por otro lado, la eliminación de las Declaraciones Juradas propiciará también una mejor performance de la economía. A partir de 2012, los importadores debían elevar una solicitud de importación que podía tardar en ser aprobada o rechazada. Esto dificultó el trabajo de ciertas industrias que veían trabados sus procesos productivos al ser retrasados la importación de equipos, insumos, partes y otros. Hoy podrán pagar las deudas contraídas y acumuladas con los proveedores internacionales e importar automáticamente sin controles.

Pero no todo lo que brilla es oro. Miremos las medidas recesivas.

1.- Devaluación

2.- Quita  de retenciones a exportaciones agrícolas

3.- Eliminación de subsidios a la energía

4.- Alza de tasas de interés

5.- Contracción monetaria

6.- Reducción de empleados públicos

7.- Reducción del gasto público

En primer lugar, la devaluación provocó una  carrera de precios durante diciembre que llevó la inflación a 3,9% sólo en ese mes. A diferencia de Brasil o Chile, los precios en Argentina están muy atados al dólar por lo que una devaluación del peso amenaza siempre con provocar una escalada de precios que termina por anular o aminorar el efecto que se esperaba provocar. Algunas  consultoras privadas estiman un incremento de los precios del 38% para este 2016. Macri no solo no cumpliría con la meta auto impuesta sino que se anotaría una inflación anual más alta que cualquier año del kirchnerismo.

Así como la eliminación de las retenciones incrementa los necesarios dólares, también disminuye la recaudación fiscal. Cero retenciones, cero recaudación. Para cerrar los números van a incrementar a partir de febrero los servicios de electricidad, gas y agua. Los subsidios a la energía, en la actualidad, son un importante ítem de gasto público que ahora pasarían a pagar directamente las familias. Este incremento de los costos para las familias y la inflación por debajo de los aumentos de salarios traerán consigo muy probablemente un escenario recesivo para el conjunto de la economía interna.

Ningún ajuste es inocuo. Hay programas de estabilización exitosos y otros que fracasan, dejando sin resolver los problemas originales y generando otros nuevos. El caso más claro para comparar es Brasil. El Gobierno de Dilma Rousseff, frente a los déficit en el gasto público y la alta inflación, llevó adelante cambios en el manejo económico, con un programa de reducción del gasto público y encarecimiento del crédito.

El resultado ha sido nefasto tanto económica como políticamente, al llevar a Brasil, que no creció en 2014, a caer 4 puntos el 2015. Es una auténtica destrucción de capital a toda velocidad. La inflación, en lugar de retroceder, recrudeció, llegando al 9%. Por tanto, el ajuste a la brasileña ya demostró ser parte de la alta montaña de ajustes fracasados. Los ajustes han sido exitosos en países pequeños con fuerte orientación exportadora, que pueda compensar una depresión del mercado interno.  No es el caso de Brasil, tampoco de Argentina.

El caso Brasil está en los escritorios de Macri, conscientes del riesgo de los impactos que puede generar el plan de ajuste. Sin embargo, confían en que San Dólar traiga todos los milagros. Sarcasmo aparte, quienes vivimos en Argentina estamos asistiendo a acelerados cambios en los precios relativos, cuyo saldo es imposible que favorezca a todos.

Hay reacomodamientos entre capital y trabajo, entre salarios y beneficios, entre exportadores e importadores,  consumidores y productores. La economía siempre es política, el resto es chamullo, palabra que compartimos amistosamente chilenos y argentinos.

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17 ene 2016

Metiendo miedo

Esta semana, en correspondencia con viejas prácticas, un ex ministro de Pinochet, que también posa de esotérico, el señor Melnick, una vez más, se dio el gusto de presagiar desgracias y sufrimientos a Chile en este nuevo año. No es el único que siembra pánico, entre ellos también un senador de la UDI se “sube por el chorro” y señala que se ha llegado “al desgobierno”, son anuncios amargos que no se apartan de una ideología que perpetúa la desigualdad.

Son vaticinios que desprecian el esfuerzo de los que se han dado la tarea de trabajar, independientemente de sus imperfecciones, precisamente, en búsqueda de una convivencia social que no esté amenazada por las catástrofes y tragedias que, augura este tarotista que, hay que recordar, pretendió salvar la dictadura recurriendo a las ciencias ocultas.

Hoy, la auténtica bancarrota, es el deterioro de la legitimidad del sistema político, en particular de la UDI, por las diversas causas por soborno, lavado de activos, fraude tributario y otros delitos que están en los Tribunales de Justicia.

Muy lejana a la crudeza de estos hechos, en la derecha “miran p’al techo” ante las pruebas que el Ministerio Público ha entregado sobre pagos ilegales a ex ministros, subsecretarios, senadores, diputados y alcaldes de sus filas, que indican ingresos incompatibles con las funciones políticas y de servicio público, que tales personeros tenían bajo su responsabilidad. La lógica de ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio, continúa siendo pilar central de su mirada de la realidad.

Ahora bien, a pesar de ello, haciendo pie en los desafortunados episodios que han tensionado el bloque de gobierno, la Nueva Mayoría, en la derecha ya proclaman eufóricos que esta está en descomposición, y se frotan las manos esperando que la división sea la causa de la derrota, del que ha sido un acuerdo programático, sin precedentes, entre las fuerzas reformistas, de izquierda y de centro, que hoy dirige el Estado.

Los cálculos de la derecha no son sólo imaginación o deseos, ya que se ve una distancia real en el grupo de Partidos que apoya la Presidencia de Bachelet. En los dichos de algunos de sus personeros aparecen más deseos de separarse que de unirse.

Ello exige una nueva mirada en las fuerzas de la Nueva Mayoría, que pueda ser capaz de valorar al aporte de todos y cada uno al desafío compartido de sacar las reformas adelante y de aquilatar la dimensión de la tarea que se han propuesto.

A la vez deben tener clara conciencia que su eventual dispersión sería una derrota para todas y cada una de las fuerzas que se comprometieron con un conjunto de transformaciones contra la desigualdad en el país.

Un fracaso que abra nuevamente el camino a la derecha, significaría una regresión social, que dañaría muy severamente la legitimidad de las fuerzas de la Nueva Mayoría como alternativa de gobernabilidad democrática para Chile,

Una idea muy repetida, pero errada, es que no importa lo que  pase con el centro político, de lo que se trata es de”fortalecer la izquierda”, ese propósito es tan transparente como equivocado. Hoy en el país, la fuerza que más resultaría afectada por el colapso del bloque de la Nueva Mayoría y el impacto que ello tendría sobre la marcha del gobierno, que duda cabe, sería la izquierda.

La razón es clara, no podría refugiarse en argumentos que intenten culpar a terceros por que las reformas se detengan ante la ausencia de una mayoría suficiente para sustentarlas. Frente a las dificultades responder con precipitación e inmadurez no es argumento válido.

En consecuencia, el destino de las reformas está en sus manos, en su madurez y espíritu unitario, en la capacidad de poner lo que une por encima de lo que divide. En suma, en no caer en la trampa de falsos protagonismos, que aíslen y lleven las reformas a una ruta que se torne intransitable.

A las amenazas de “desgobierno” de la derecha no hay que tenerle miedo. Ya no hay guerra fría, la excusa de la amenaza del comunismo no existe, ya no habrá golpe militar otra vez. Lo que se debe temer son las propias intolerancias y el descontrol en los juicios, que lleva el diálogo pluralista al terreno de las recriminaciones.

El problema está en nuestras propias fuerzas.

En demandas corporativas que se tornan incontrolables, y que suman y suman obligaciones al Estado, tantas que éste, simplemente,  ya no las podrá cubrir.

En la actitud de creerse poseedores de la verdad y descalificar toda la etapa histórica anterior.

En querer reducir la amplitud de la alianza o del bloque en el gobierno, para que se queden los “puros, duros y maduros”.

En suma, persiste el riesgo que se imponga una visión estrecha, sectaria, de iluminados, que nos condene a ser minoría y pavimente la vuelta de la derecha al poder.

Ante ello, asumir que en la Nueva Mayoría nadie sobra, que la amplitud es fundamental para asegurar un camino de mayorías que respalden las reformas y que la vía institucional es la clave de la transformación democrática, constituyen criterios probados por los que avanzo el pueblo de Chile.

Este camino, de la unidad en la diversidad, del cambio gradual, por vía institucional, es el mejor antídoto para derrotar a los que andan metiendo miedo.

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17 ene 2016

Renunciar a la economía del conocimiento

La renuncia de Bernabé Santelices de la presidencia del CONICYT, luego de solo dos meses en el cargo y sumando un tercer presidente renunciado en tan solo 2 años, no ha dejado indiferente a nadie.

Sin embargo, aunque la situación es crítica, parece que las fuertes voces  de científicos reclamando prioridad para su sector, que han incluido protestas de toda la comunidad científica, no han bastado para que nuestros gobiernos le den prioridad necesaria, lo que queramos o no, nos aleja de la economía del conocimiento.

Datos de 2014, indican que, en Chile, la inversión en Ciencia y Tecnología es sólo un 0,34% del PIB, muy por debajo del 2,31% del PIB que destinan en promedio susotros  miembros de la OCDE.

Pese a esta falta de financiamiento, nuestros investigadores no han dejado de dar muestras de la gran calidad con que realizan sus investigaciones, lo que se constata en las 0,56 citaciones por publicación del ranking de SCImago de 2014, donde estamos por encima depaíses como China, Rusia, India y Brasil, promediando, con sólo 1/6 del gasto, lo que logran países OCDE.

Por otro lado, la masa crítica de investigadores en nuestro país todavía es muy baja, alcanzando tan solo 0,8 investigadores por cada 1000 trabajadores, muy lejos de los 7,7 investigadores por cada 1000 trabajadores que tienen, en promedio, los países de la OCDE, según constata el reciente informe de IdeaPaís “Basta de elegir la ignorancia

Por parte de las empresas el panorama no se ve mejor. Incluso con beneficios tributarios que permiten descontar como gasto un 35% de la inversión en el área, entre 2008 y 2011, sólo 60 empresas aprovecharon este beneficio, cifra bajísima en comparación con el volumen del sector productivo del país.

A este hecho se suma que, según una encuesta realizada por el ministerio de Economía, sólo el 18,8% de las empresas realiza innovación tecnológica, hecho que a su vez, repercute en que existan escasas fuentes de trabajo para personas altamente calificadas.

No cabe duda que dicho problema genera una permanente “fuga de cerebros” que terminan aplicando sus conocimientos en otros países, con resultados que, en la gran mayoría de las veces, no logran ser aprovechados en nuestro país, ni en las empresas ni en las universidades.

Sin duda este es  un tema que requiere de una visión de Estado de largo plazo, por lo extenso de los procesos de investigación en la ciencia y tecnología, urge una institucionalidad que logre ir más allá de los gobiernos de turno, para que se genere un conocimiento aplicado que permita que las empresas logren mejorar sus procesos productivos, disminuir su impacto en el medio ambiente, aumentar su competitividad y lograr cultivar resultados que permitan un desarrollo humano más integral y sostenible en el tiempo.

Dos comisiones asesoras convocadas en los últimos gobiernos no han sido suficientes para darle prioridad política a un tema que incide en múltiples áreas de nuestra economía. Si no queremos renunciar a la economía del conocimiento, un nuevo Servicio Nacional con rango ministerial no puede esperar más.

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17 ene 2016

Necesaria probidad

Muy buena señal es  lo que indica la ministra de Justicia, Sra. Javiera Blanco, en el sentido de ampliar el curriculum estudiantil, tanto para los aspirantes a oficiales, como para los alumnos vigilantes de Gendarmería de Chile. Sin duda esta medida que se plantea podría beneficiar el trabajo, el profesionalismo, la calidad humana y espiritual de quienes tienen como tarea, atender, vigilar y custodiar al segmento de privados de libertad.

Con todo, creo que  no es  la propuesta más acertada, pues una carrera tan demandante y exigente, amerita una formación continua en el tiempo, en relación a capacitación y aggiornamento.

Vivimos en una cultura muy dinámica y los procesos delictivos, humanos y sociales cambian vertiginosamente; situación que de no advertir, nos deja atrás sin saber cómo abordar las desafiantes corrientes ideológicas que se van generando en el ámbito delictual, con metodologías atingentes y adecuadas.

En este sentido planteo la necesidad de formar en distintos tiempos a un gendarme, de manera que durante toda su carrera pueda tener instancias de capacitación en distintas materias.

Así por ejemplo una primera etapa, recién llegado a la Escuela, una introducción que le permita conocer con no más allá de 5  meses de capacitación, el trabajo real al que deberá abocarse. Con  maestros calificados, gendarmes con carrera ejemplar, tanto en lo personal, moral y espiritual.

Luego de esta introducción podrían ser enviados a una práctica profesional  durante 3 meses, para que  apliquen, conozcan   y maduren las enseñanzas adquiridas.

Al finalizar esa  experiencia sería muy conveniente una nueva  etapa de formación, de tres a cuatro meses, en donde se les introduzca en el mundo de la ética y de los valores fundamentales que harán de estos profesionales, hombres y mujeres con sabiduría, tolerancia, prudencia y atentos al dolor, a la fatiga, como también   a la desesperanza humana.

Este ir y volver del trabajo a la Escuela y viceversa hará funcionarios de gran calibre humano y ético que redundará en la excelencia y superación institucional, reconocida, señalada y señera para nuestros países vecinos

El énfasis en esta propuesta es el retorno permanente a las aulas, única manera de adentrar a estos trabajadores públicos en un esquema de servicio permanente, respeto, justicia, responsabilidad. Valores y principios que darán las herramientas necesarias para vencer un sistema que se torna a veces tan  demandante como corrupto.

Esto cambia el esquema tradicional de formación, sólo al inicio y por un período más o menos prolongado, por otro en  que mantenemos atención recurrente, por el “formando”, cuál debería ser la preocupación central.

Estoy consciente que aquello demandará sacrificio, generosidad y mayor inversión pública que en la actualidad con las debidas consecuencias positivas para una población penal por décadas maltratada, marginada y discriminada.

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16 ene 2016

La especulación en la grave crisis de la agricultura

No hay justificación económica. Ésa es la respuesta frente a la interrogante que genera la importante alza de los precios de las frutas y verduras frescas, especialmente en los supermercados, que se ha registrado en los últimos 12 meses, alcanzando un aumento del10,4% según el Instituto Nacional de Estadísticas, más del doble de la variación del IPC en el mismo, que alcanzó un 4,4%.

La creencia popular lleva a los consumidores a creer que son los agricultores quienes aprovechan los cambios de temporada, las Fiestas Patrias o las festividades de fin de año para subir los precios. Sin embargo, los datos recopilados por la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa), que monitorea de manera constante los valores de frutas y verduras a lo largo de todo Chile, indican que los precios de venta de los pequeños productores se han mantenido estables durante el último año.

Ello, sumado a que otros factores que inciden en el precio final del mercado de las hortalizas, como son la mano de obra y el gasto en combustibles por concepto de transporte incluso han disminuido su valor, hacen fijar la vista en el rol que cumplen los intermediarios y actores del retail en el manejo de los precios.

Un ejemplo claro y que en el Centro de Competitividad de la Universidad del Pacífico conocemos de cerca -en el marco de un proyecto financiado por Corfo Arica y Parinacota- es el mercado de los tomates, a través de la plataforma Isidroapp.cl  que busca potenciar la producción hortícola de la zona norte, acortando la asimetría de información entre productores y el mercado. En los supermercados de gran parte del país su precio se ha registrado hasta los $1.500, mientras que sus principales productores reciben en torno a $5.100 a $5.500 pesos por el “toro” (asi le llaman a la caja) de 18 kilos, incluyendo el precio de la caja de almacenamiento.

La especulación respecto al aumento de la demanda de tomates con motivo de las Fiestas Patrias y su efecto en el IPC de septiembre ya nos mostró que los intermediarios hacen subir su precio, sin que se considere, por ejemplo, que hoy existe un factor que aumenta de manera considerable la oferta como es el ingreso de tomate peruano, cuyo efecto debió ser una disminución de su valor para los consumidores finales.

Esta importación, sin embargo, sólo parece haber sido una excusa más para reducir el precio que se les paga a los pequeños productores, quienes incluso recurrieron a la Justicia interponiendo un recurso de protección en contra del SAG“por ejecutar el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Perú de manera arbitraria e ilegal”.

Si sumamos que muchas veces los intermediarios manejan las expectativas del mercado al retrasar su decisión de compra a los pequeños horticultores de la Región de Arica y Parinacota, generando así una sobreoferta y al mismo tiempo la idea de escasez o sobredemanda en los consumidores, el objetivo final es claro. Así logran comprar a un menor precio, perjudicando a los agricultores, y revender a un alto valor en ferias y supermercados.

Ante este escenario, es urgente tomar medidas concretas que ayuden a los pequeños emprendedores a organizarse, introducir prácticas empresariales para incrementar sus utilidades y administrar mejor sus cosechas o producción, adaptándose a través de la innovación a las reglas de las economías de mercado como la chilena, que adhieren a diversos tratados de libre comercio y acuerdos comerciales.

Si la producción peruana cumple con los requisitos fitosanitarios y el SAG no tiene reparos con la internación de sus tomates, el recurso judicial interpuesto no tiene muchas probabilidades de prosperar. También hay que considerar que Tacna es zona franca y tienen una superficie de plantación mayor a la ariqueña, por lo que los costos de producción son más baratos al igual que la mano de obra. Ello inevitablemente repercute en los precios.

¿Qué podemos hacer entonces? La respuesta es mejorar los procesos productivos, agregar valor a los cultivos para no venderlos como comodity en cajas de 18 kg , si no con empaque, con código de barras, deshidratados, productos gourmet, etc.

Adicionalmente, frente a la evidencia de que alguien está ganando al introducir factores artificiales en el mercado y matando la agricultura, es necesario que se castiguen estas malas prácticas y falta de ética.

Quizá lo ocurrido con la colusión del confort, el precio de los pollos en los supermercados y el “Caso Farmacias”, en el que sólo se obligó a los implicados a cursar un programa de capacitación sobre ética empresarial por un año para prevenir nuevos hechos de colusión y la obligación impuesta de reparar el daño provocado sea un punto de partida para que como sociedad tomemos conciencia de la necesidad de proteger nuestra agricultura, que finalmente es parte fundamental de nuestra identidad nacional.

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16 ene 2016

No a la ciencia

En balde las sociedades científicas de Chile se esfuerzan para que, no tan sólo se les de más presupuesto, sino que se tome la ciencia en serio. Solicitan más fondos a Conicyt para becas de postgrado (magister, doctorado y post-doctorado), proyectos científicos, instalación de científicos jóvenes, repatriación de jóvenes enviados al extranjero a formarse y al parecer, por sobre todo la constitución de un ministerio de Ciencia.

Estos movimientos y peticiones son erróneos desde la partida porque le piden al aparato ideológico del Estado que es el Gobierno, comprometido hasta las masas con la ideología de la Nueva Mayoría (si esta existe y no es una mera ficción voluntarista), que renuncie a su cuota de poder ideológico y la cambie por un poder no ideológico, que es profesional (ser científico es una profesión), transparente (publicaciones internacionales) y democrático (todo científico puede acceder a publicar) a nivel mundial, que tiene la ciencia en el mundo.

Se le pide que la actividad científica y el control de ella salgan del Gobierno y pasen a ser una actividad autónoma con regulación del Estado. Simplemente, que haya un organismo autónomo del Estado que construya las políticas de desarrollo científico, que tenga fondos suficientes para hacerlo, y cuyas determinaciones se rijan por cánones netamente científicos, competitivos internacionales.

Esto  es pedirle peras al olmo. Conicyt (Comisión nacional de investigación científica y tecnológica), fue un organismo semi-autónomo del Estado y se trató hace poco de darle esta connotación de independencia de los gobiernos de turno, se nombró un destacado científico del área de las ciencias físicas y matemáticas que renunció a los seis meses, se nombró a otro destacado científico de las ciencias naturales que duró menos (dos meses) y renunció porque el organismo obedecía más bien a  directivas políticas de Gobierno que a un servicio a la ciencia en Chile. Pero ¿esperaban estos directores otra cosa? Su ingenuidad y falta de formación política, así como la de las dirigencias científicas me conmueve.

Chile necesita rehacer o refundar su Estado y no hay solución para su desarrollo y crecimiento si no lo hace. Luis XIV dijo el Estado soy yo, pero con una concepción de estado paupérrima, como el que distribuía y decidía sobre fondos fiscales y bienes públicos.

Lejos de esa concepción está la del Estado como organización del bien común de un pueblo o nación. Chile hasta 1970 tenía un Estado poderoso: Codelco, Corfo (con casi mil empresas), el sistema de educación, el Servicio Nacional de Salud, los sistemas de energía y servicios basales (dentro de la Corfo); las Municipalidades, los gremios, los colegios profesionales, las juntas de vecinos, la CORA y todas las instituciones agropecuarias, y muchas otras organizaciones más.

Todas eran organizaciones o instituciones autónomas del Estado con mucho poder. Así los colegios profesionales tenían tuición ética y laboral sobre sus colegiados  que eran cerca del medio millón (hoy alcanzan el millón pero sin poder ético ni laboral).

La UP introdujo subrepticiamente (yo creo que sin darse cuenta, porque estaba implícito en su ideología y porque la maldición de la guerra fría operaba) la modalidad de control ideológico del Estado. Todas estas organizaciones fueron asoladas por el virus del control ideológico-político de ellas, es decir el Estado era el Gobierno que se apoderaba de todas las organizaciones del Estado que pudieran dar poder.

La Dictadura militar profundizó este control ideológico, entonces con la ideología fascista-neoliberal-militar. El país y todo su Estado empezaron a ser dominados, en una parte menor pero importante por el gobierno y en mayor parte por los grandes empresarios. El lema hasta la actualidad es: el Estado de Chile es o el gobierno (en menor parte) o el gran empresariado (en mayor parte). El Estado en sí mismo, independiente de los poderes fácticos, no existe.

Necesitamos re-crear el Estado de Chile. Un Servicio Nacional de Salud, un Servicio Nacional de Cultura que comprenda al de Educación, Deportes, Estética (arte), Filosofía y Humanidades, Ciencia, Tecnología, Ética y Bioética, Religiones e Ideologías, etc.

Debe recuperarse la tuición ética profesional prohibida por la Dictadura al suprimir los colegios profesionales (ley que duerme por 6 años en el Parlamento).  Deben recuperarse los cuerpos de profesionales, científicos, filósofos, tecnólogos que piensen a Chile y que generen las políticas a largo plazo, de educación, salud, energía, crecimiento y desarrollo sustentable, sistema de inversiones y que fiscalicen y actualicen esas políticas.

Estos cuerpos deben constituirse por estricta jerarquía profesional, académica o de oficio, con personas que duren en sus cargos 12 a 16 años y sean totalmente autónomos o independientes de los grupos de poder fácticos, religiosos, ideológicos, políticos, empresariales.  Estos cuerpos deberían comprender a la ONEMI, el SERVEL, el INE, SAG, Conicyt, CORFO (lo poco que va quedando), etc.

Se han opuesto principalmente las organizaciones de derecha, pero en su tiempo también se opusieron las de izquierda como fueron los Partidos Socialista y Comunista porque no quieren que las decisiones del país sean tomadas desde y con fundamentos profesionales científicos y técnicos, pero esto es inexorable dado el avance científico y tecnológico.

Un argumento es la oposición a la estatización que la homologan a la de la Unión Soviética, Cuba, China, y otros países comunistas. Esta es una ignorancia supina ya que en estos países si algo no existe es el Estado, no porque no exista como tal, sino porque el Estado es el partido. No hay en ellos cuerpos autónomos del pueblo, es decir no puede haber una crítica que está más conforme a lo que aquí exponemos.

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16 ene 2016

Santiago Cultural

A lo largo del año calendario, es habitual que los santiaguinos manifestemos nuestras más ácidas críticas a la ciudad que habitamos: que los “tacos” son insufribles, que hay aglomeraciones por todas partes, que el aire es irrespirable, que la locomoción colectiva no funciona como es debido, que las calles y avenidas no dan abasto para tanto vehículo, que el ruido es ensordecedor, que el alcantarillado está sobrepasado, que…, que…, pero llega el mes de enero y se produce un cambio que es  notoriamente percibido por quienes continuamos habitándola antes de tomar las merecidas vacaciones anuales.

Santiago se convierte en una ciudad más amable, menos congestionada, apacible y, especialmente culta, gracias a tantas iniciativas tanto públicas como privadas que ponen la cultura al alcance de un numeroso público interesado. Es lo que ocurre con el teatro, el cine y la música, por ejemplo.

Casi todas las comunas programan interesantes espectáculos, algunos de ellos en espacios abiertos para aprovechar las bondades climáticas de las tardes y anocheceres veraniegos con las que nuestra ciudad ha sido bendecida, característica que valoran todos los turistas que nos visitan en un creciente número cada año.

“Santiago a Mil” es una de estas actividades – felizmente, no la única– que hacen posible el “milagro” de convertir nuestra ciudad en un espacio más culto, menos inhóspito, en definitiva, más humano, pues logra, entre otros efectos, que quienes no han tenido la oportunidad, durante el año laboral, de nutrirse con ese alimento indispensable para el espíritu, que es el arte, puedan hacerlo en el primer mes del año.

Aunque hace mucho que ya no es “a mil”, este importante festival de teatro, que ya se ha convertido en una tradición para Santiago, continúa acelerando las conexiones neuronales de quienes no temen reflexionar sobre temas profundos de nuestra condición humana y, por eso, se puede justificar que conserve la denominación original “a mil”, que ya no se refiere al valor de la entrada, sino al bendito aceleramiento del pulso cultural que se produce en la población veraniega santiaguina.

Es necesario conocer que, junto a iniciativas culturales como la señalada precedentemente, hay muchas otras de carácter más privado que no cuentan con apoyos públicos, sino que son titánicas iniciativas particulares, a veces muy cercanas a una empresa “quijotesca”, en la que  unas pocas personas suman sus capacidades individuales y están dispuestas a arriesgar esfuerzos, tiempo y dinero con la ilusión de montar un espectáculo cultural que invite al público a reflexionar sobre sí mismos y la sociedad, que, en definitiva, es el propósito que siempre pretende lograr el buen arte y los buenos creadores.

Es lo que se puede experimentar, por ejemplo, al asistir a la representación de la obra  “Padre Pedro” que ha montado un grupo de notables teatristas en la Sala La Autora de avenida Italia.

Mediante un sencillo montaje en una minúscula sala de teatro, un director y dos actores cuyos rostros no aparecen habitualmente en la TV, logran con magistral acierto dar vida al impactante conflicto surgido entre un sacerdote y su sacristán que fue escrito por el emergente dramaturgo argentino J. Ignacio Serralunga.

A lo largo de los 70 minutos de tiempo real, durante el que se presenta, desarrolla y estalla el conflicto, el espectador se ve atrapado en un torbellino de pasiones del que le resulta imposible zafarse, lo que constituye uno de los méritos de esta obra, de esta actuación y de este montaje cuyo mayor valor radica en la inmensa capacidad actoral de ambos intérpretes.

Mientras enero avanza inexorablemente y se mantiene vigente la oferta cultural con que, en esta época el año, la ciudad de Santiago nos muestra su cara más amable y culta, quienes permanecemos en ella no debemos desperdiciar la oportunidad que se nos presenta de nutrir nuestro espíritu con el alimento que mejor le sienta: el buen arte.

Si usted acepta la invitación a invertir parte de su tiempo del mes de enero en acrecentar su formación cultural, visitando un museo, asistiendo a un concierto, a una representación teatral o al cine, se estará preparando para enfrentar con mejor disposición un nuevo año laboral en una ciudad que algunos de sus habitantes llaman despectivamente “Santiasco” y añoran abandonarla por ser, a veces, verdaderamente insufrible.

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