27 ago 2015

Sigamos aprendiendo a construir confianzas

Estamos viviendo los últimos días de agosto conocido también en Chile como el Mes de la Solidaridad en recuerdo a San Alberto Hurtado y su testimonio de vida sustentada en la justicia social.  Pero a pesar de lo que nos indica el calendario, la invitación a construir confianzas que nos hicieran distintas organizaciones de iglesia durante este mes no tiene fecha de vencimiento sino que se permanece como desafío  hermoso y necesario para el bien de todos los chilenos y chilenas.

“Reparando Confianzas Construimos Chile” fue el lema de este Mes de la Solidaridad 2015, una frase que nos hace sentido cuando como país experimentamos desde ya hace tiempo una crisis de confianza que a todos nos involucra, afecta e interpela.

Como iglesia hemos vivido muchas veces un espíritu de desconfianza por situaciones que nos duelen pero también reconocemos que son millones las personas que a través de los  años de historia de la Iglesia han confiado en ella para encontrar un espacio de acogida, comunión y  libertad. Queremos ser una iglesia  que aprendiendo  de sus errores y agradeciendo la cantidad de dones y  talentos que el Señor ha derramado en ella pueda construir confianza para ayudar a construir una mejor patria.

Vivimos también una fragilidad en las confianzas ciudadanas y políticas, necesarias para establecer un horizonte común en el que todos y todas sean respetados en su dignidad de personas.

Queremos construir juntos para aprender a tener confianzas y eso pasa por conocernos descubriendo las capacidades del prójimo sin enjuiciarlo, escuchar, respetarnos, querernos,  y reconocernos diferentes pero complementarios en un mismo país porque la inclusión implica también convicción de confiar.

Que como cristianos y como hombres y mujeres de buena voluntad podamos ayudar a crear confianza tanto en lo pequeño de las relaciones diarias y cotidianas, como también en las decisiones que orientan el rumbo de nuestra patria. Queremos bajo el amparo de San Alberto Hurtado seguir renovando nuestro compromiso de hacer de nuestra tierra un espacio de acogida, libertad y solidaridad.

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27 ago 2015

Camioneros ¿misma ruta del ’73?

Un grupo de camioneros partió desde la novena región con los restos de algunas máquinas quemadas, producto, para algunos, de “acciones terroristas” o de la “delincuencia que campea” al no haber “estado de derecho”.

Objetivo: marchar por la Alameda para entregar una carta de protesta a la presidenta.Pero ¿es realmente ese su objetivo, o es el de hacer una exhibición de fuerza y traer a la memoria, como amenaza, la imagen de los camioneros que en 1973 fueron actores principales –generosamente financiados por la CIA- para desestabilizar al gobierno de izquierda?

Para cualquiera que analiza el diario acontecer es obvio que la respuesta es esta última.Ellos representan la punta de lanza de nuevo de la derecha política y económica y por eso cuentan, además, con una prensa complaciente, afín a los intereses de los “dueños de Chile”.

Que el país tiene problemas no hay quien pueda negarlo. Hay problemas de gestión, de eficiencia, de coordinación.

Los partidos de la Nueva Mayoría creen que hacer política es entregar “cuñas” a los medios de comunicación y pasarse el tiempo respondiendo, atacando, replicando. Ganar cámara es la consigna aun cuando muchos sólo consiguen exponer sus escasas luces y precarios conocimientos.

Los camioneros marchan y afirman que no hay estado de derecho y en eso se unen a las múltiples voces que ponen como principal problema del país a la “seguridad pública”, eufemismo con el que se llama a la delincuencia pura y dura, esa del arma blanca, del revólver, del asalto, del tráfico de drogas.

¿Qué dicen las cifras de carabineros sobre lo ocurrido en el país en el primer semestre de este año? Bueno, que “los delitos de mayor connotación social a nivel nacional disminuyeron en un 1%”. Entonces, la oportunidad de la manifestación es decidora.

¿Por qué ahora y no en el período en el que se produjo la mayor cantidad de ataques, incluida su expresión más brutal con la muerte del matrimonio Luchsinger-Mackay? Tristemente, nuestra clase política vuelve a mostrarse en toda su mediocridad; por un lado de gestión, al no ser capaz de dar una salida viable y justa al conflicto en La Araucanía, y por el otro lado de mediocridad moral, al utilizar éste como punta de lanza de una campaña mediática destinada a generar un clima de inseguridad y enfrentamiento.

Estamos viviendo un período pleno de campaña de terror con un objetivo no confesado, pero evidente: la derecha no quiere modificar ni una línea del diseño político institucional que les creó Pinochet para crecer sin control, para pelear por instalarse cada vez más arriba en el ranking de la revista Forbes, pero no para retribuir a cada trabajador y trabajadora lo que con su esfuerzo mal pagado construyen día a día.

Por eso su histeria para rechazar la reforma tributaria, la posibilidad de dar educación gratuita a los más pobres, la de entregar pequeñas herramientas a los sindicatos y trabajadores para negociar mínimas condiciones laborales. Eso quieren, en eso está la UDI, RN, y los medios de comunicación afines, es decir casi todos.

Sin embargo, hay algunas diferencias respecto a lo ocurrido en 1973. Uno, el financiamiento para sus arranques sediciosos tendrá que ser interno, pero para eso tienen mucho dinero; dos, hoy tenemos redes sociales para contrarrestar la orquestación mediática y, lo más importante, tenemos una bella juventud valiente, decidida, independiente que no permitirá que el lado oscuro de la fuerza vuelva a imponerse a sangre y fuego.

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27 ago 2015

Sabat, auge y caída de un cacique

La decisión del Alcalde Sabat de no competir en las próximas municipales es un hecho político de alto impacto. No sólo se va producir una re-definición de los equilibrios político-electorales en la comuna de Ñuñoa, sino también va terminar una conducción que se prolonga por muchos años -20 años- y que está asociada a prácticas autoritarias de corte cacical.

Sabat llegó al municipio como funcionario hace alrededor de 35 años.Posteriormente, a fines de los ochenta es designado Alcalde por Pinochet. Luego, renuncia a su cargo para competir por un escaño por el distrito # 21 en las parlamentarias de 1989. En esa ocasión va como independiente y obtiene casi 15 mil votos y alcanza el 12% de las preferencias de la comuna. En esa elección es la tercera mayoría individual detrás de Gutenberg Martínez (DC) y Alberto Espina (RN).

Vuelve a la competencia electoral para las municipales del 1992. Como militante RN obtiene la primera mayoría al subir su votación a 25 mil preferencias y lograr el 24%. Desde entonces sigue su ascenso. En el ’96, sube al 31% con un poco más de 28 mil votos y se convierte en Alcalde. En el 2000, hay un alza significativa al subir a 58 mil votos (59%). No hay duda, sus números son espectaculares.

Desde el 2004, la votación de Alcaldes y de Concejales se separa definitivamente. Mientras por un lado, la votación de la derecha y de su partido a nivel de Concejales se debilita, por otro, Sabat consolida su votación con cifras similares a las de la elección anterior: 57 mil votos y el 61% de las preferencias. En la elección del 2008 hay una baja leve: 55 mil votos y el 57% de las preferencias.

Y llegó la elección del 2012. Sin duda, una sorpresa. Sabat estuvo a 30 votos de perder la elección. Su votación bajo al 45% al perder 21 mil votos. ¿Qué explica esta situación?

La explicación se encuentra –a modo de hipótesis- en que sus electores no fueron a las urnas en el marco del agotamiento del gobierno de Piñera y de un desgaste en su gestión asociada a los problemas de la clínica inconclusa, a los problemas que tuvo con la reconstrucción y por la movilización estudiantil-ciudadana ocurrida en la comuna en el 2011.

Por tanto, estos resultados no se explican por el alza de la oposición local. En las elecciones del  2004 hay tres listas para Alcaldes: la derecha, la Concertación –con la DC, Jaqueline Saintard- y el Juntos Podemos -con el Humanista Bustamante. Saintard obtiene 29.681 votos (32%) y Bustamante 6.815 votos (7.3%). En consecuencia, el progresismo local –DC incluida- es derrotado por Sabat por 20.500 votos.

En el 2008, la situación es similar: Sabat nuevamente vence a las fuerzas progresistas de la comuna en una elección a tres bandas: la derecha, la Concertación y la fuerzas no duopolicas. La Concertación con la socialista Danae Mlynarz sube su votación en 2.600 votos al llegar a las 32.279 preferencias (34.3%). A su vez, Sobarzo obtiene 6.726 votos (7.1%). En conjunto, las fuerzas “no Sabat” logran 39.000 votos equivalente al 41.4%. El cacique de Ñuñoa vuelve a imponerse ampliamente; no obstante, la distancia se reduce a 16 mil votos.

Así, llegamos a la épica del 2012. En esta elección, los progresistas de la comuna van en tres listas –y no en dos como había sido la costumbre-. La Concertación con Maya Fernández, los humanistas con Gálvez, el Partido Igualdad con Matías Mlynarz y la derecha con Sabat. Las fuerzas progresistas logran 42.083 votos (55%) y la derecha al bajar de manera significativa su votación llega a 34.247 preferencias (45%).

La Concertación con el PC incluido –lo que podríamos llamar Nueva Mayoría- obtiene 34.217 votos; superior en 1.938 y en 4.536 votos al 2008 y al 2004 respectivamente. Un alza muy leve. De hecho, la “vieja concertación” en esta elección sólo logra sostener su votación debido al apoyo de los comunistas. A su vez, los no duopolicos –sin la votación del PC- suben un poco más de mil votos al llegar a 7.866 preferencias. En rigor, son los únicos ganadores.

La salida de Sabat del municipio es la expresión de una debilidad múltiple: física, mental, electoral y política; física, porque está enfermo; mental, porque está cansado y necesita nuevos aires; electoral, porque ha perdido votos y política, porque ya no puedo convencer ni articular.

Este hecho, sin duda, va impactar de manera significativa a la derecha de Ñuñoa y en la correlación local de fuerzas. Por tanto, su resultado a nivel de alcalde es incierto no sólo porque no se sabe si podrá recuperar votación, sino también porque Sabat concentraba una importante cantidad de votos del sector y estimulaba mucho voto cruzado.

La derecha local no sabe si podrá recuperar votación. En la última elección –como hemos visto- la derecha con Sabat perdió 21 mil votos. En Concejales tuvo una baja similar. A nivel de Alcaldes la derecha está abajo del progresismo local en 8 mil votos y empatada con la Nueva Mayoría. ¿Quién está en condiciones de revertir esta situación: ¿Benavides, Zarhi, una figura nacional potente?; ¿qué rol va jugar el cacique de Ñuñoa en la próxima elección, más allá, de influir en el sucesor de corto plazo?

Sabat concentraba votos de la derecha. En efecto, en el ’92 capta el 55% de la votación; en el ’96 sube al 73% y en el 2000 al 96%. En consecuencia, sin Sabat ¿qué hará la derecha local?; ¿podrá endosar votos y transferir votación como todo cacique clásico?

Con Sabat hay voto cruzado. Desde el 2004 la elección de Concejales y Alcaldes se separa. Se observa, por tanto, que siempre la votación a nivel de Alcaldes fue mayor que la que obtiene la derecha a nivel de los concejales. En el 2004, la diferencia es de 12 mil votos; en el 2008, de 10 mil votos y en el 2012 de 5 mil votos. Este hecho, implica que hay voto progresista –principalmente, Concertación- a nivel de los concejales que vota por Sabat. Esto, ya no va ocurrir.

En consecuencia, la elección del 2012 marca un punto de inflexión: Sabat y la derecha a la baja y el progresismo local al alza.

Es más, la emergencia de la plataforma social y política del 123, la fuerza del mundo ciudadano de Ñuñoa, el trabajo político y social de Maya Fernández desde la diputación y el vínculo de algunos concejales con el mundo social, generan las condiciones políticas, sociales y electorales para derrotar a la derecha en el control que tiene hace décadas del municipio.

No hay que olvidar, finalmente, que la próxima municipal no se da en el vacío. Hay un contexto político y económico que define de manera importante sus rasgos y sus resultados.

Así, ocurrió en el 2000 y en el 2012. Es evidente, que no será un escenario favorable para las fuerzas progresistas. De hecho, esto podría anular las debilidades que presenta hoy la derecha local y, a su vez, frenar las positivas perspectivas para el progresismo local. Por ello, la unidad asegura el triunfo, la dispersión, lo pone en duda.

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27 ago 2015

¿Gobiernos de minoría o gobierno de mayoría?

Desde 1938 en adelante – y aún desde antes – la gran preocupación de la política chilena ha sido la formación de gobiernos de mayoría para darle estabilidad y ojalá la reelección para  alcanzar a  cumplir los programas ofrecido al Pueblo.

Esta preocupación no ha sido fácil a pesar de la existencia de grandes partidos porque  poco a poco y en distintos períodos, han proliferado los  Partidos o Movimientos creados de novo y/o fracturando los anteriores por distintas razones.  Debemos recordar que en la década del cincuenta llegaron a presentarse, elecciones de Diputados en el año de 1953, más de 30 partidos mas la contradictoria (Fenafui)  Federación Nacional de Fuerzas Independientes o Ibañistas.

En esas condiciones fue imposible gobernar  eficientemente o hacer un ministerio o alianzas positivas. El gobierno de Jorge Alessandri restauró un tipo de alianza más ordenado con el Partido Conservador  y liberal e Independientes del círculo cercano al Presidente y recogiendo las ideas – en parte de Carlos Ibáñez.

En el Sector político del Centro hacia la centro-Izquierda se produjo un intento frustrado hasta el golpe Militar derechista que triunfó en 1973 hasta el año 1990.  De ahí en adelante hay un intento de ampliar la izquierda  y profundizar las reformas que no pudimos concretar en la Concertación de las distintas posiciones.

Hoy estamos de nuevo en las mismas diferencias. Hace cuatro meses se planteó que la Nueva Mayoría era un acuerdo sólo programático de duración a plazo fijo y que terminaba de oficio al término del gobierno actual y 20 dirigentes del Partido lo rechazamos – además – porque el Consejo Nacional no ha expresado nunca tal posición.

Luego han habido  dirigentes de otros partidos que se sumaron a esas críticas en forma inmisericorde.  Este mes  se da por muerta  al punto de garantizarle al país que no habrá triunfo en las próximas elecciones.  Más aún, un alto dirigente de un Partido miembro de la Nueva Mayoría señala que no hay nada que nos une. Tan  inconvenientes son estas posiciones que la Alianza los aplaude  públicamente, era que no, cómo diría  don Emiliano  en respuesta a su Intendente, que lo respaldaba frente a un eventual golpe.

Quienes somos Demócrata Cristianos y nos adscribimos a nuestros ideales desde una visión humanista cristiana progresista, de avanzada social y un sistema económico solidario y comunitario, no compartimos estas decisiones, porque las consecuencias serían extremadamente  inconvenientes para Chile.

La historia ha sido para otras alternativas, lo fue en el Gobierno de Jorge Alessandri, con mucha derecha civil y mayoría parlamentaria, aunque no social. Fue difícil en el Gobierno de la Democracia Cristiana con respaldo popular pero no parlamentaria y se hizo imposible con Allende que no tuvo ni mayoría en el Congreso ni en el mundo sindical.  Lo que estuvo más cerca al éxito fue la Concertación cuyos propios éxitos, creó la necesidad  de una mayor amplitud.

Cuando los pueblos pierden la visión de lo inmediato como base para levantar la vista al futuro, se dejan llevar por peleas minúsculas y la voz de agoreros, la historia  se vuelve contra ellos, más aún cuando no representan la postura oficial de sus partidos.

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26 ago 2015

Miles bajo tierra, subcontratación en la mira

Hace algunas horas conocimos la buena noticia del término de la huelga que realizaban 69 mineros del carbón, quienes estuvieron 14 días a más de 700 metros bajo tierra, para lograr que les paguen sus sueldos y cotizaciones. Sí, es un caso extremo que afortunadamente comienza a solucionarse, gracias a la intervención del gobierno en un conflicto directo con una empresa de la región del Bío Bío. Sin embargo, no es un hecho aislado.

En diversas regiones del país, han sido varias las movilizaciones de trabajadores, quienes han salido a protestar por sus condiciones laborales. Y si bien esperamos que la reforma laboral, una vez aprobada, contribuya efectivamente a equilibrar las relaciones entre empleadores y trabajadores, con relaciones más simétricas y justas, hay otros hechos que no forman parte de esta reforma y que están sobre la mesa.

Me refiero a la subcontratación, a la externalización de servicios o proceso conocido como outsourcing; una experiencia que se ha ido multiplicado y que, en muchos casos, ha generado trabajadores de primera y segunda categoría, con una precaria condición laboral.

Empleados que,  trabajando para la misma empresa que el resto, viven cotidianamente situaciones absolutamente distintas y no sólo en materia de remuneraciones, sino de lugares de trabajo, acceso a beneficios, lugares para alimentarse y vestirse que distan mucho de la dignidad que todos aspiramos para cada uno de los trabajadores del país. Hay que recordar que las primeras demandas de los subcontratados del cobre eran, precisamente, condiciones mínimas de seguridad e higiene.

Si hemos luchado incansablemente para que no existan ciudadanos y ciudadanas de primera y segunda categoría –con importantes reformas al respecto-  no cabe duda que este desafío se extiende, también, al mundo laboral. Cosa no fácil, cuando observamos que cada vez más, las empresas tienden a externalizar muchas de sus actividades,  levantando una muralla entre las condiciones y beneficios de quienes forman parte de la empresa y los subcontratados.

Se trata, por cierto, de un fenómeno extendido en la gran mayoría de los sectores productivos del país; pero, es en la minería donde se concentra  la mayor cantidad de subcontratados a nivel nacional, con un 58,3%. Sólo en Codelco,  7 de cada 10 trabajadores son externos.

En la comisión de Trabajo hemos coincidido en  avanzar en forma paralela a la reforma.Estamos revisando varias mociones que buscan, precisamente, llenar los vacíos legales de una ley, promulgada en el 2006, que requiere de cambios. Y no se trata de estar en contra de la subcontratación; pero, ésta, debe realizarse bajo ciertos parámetros y normas que garanticen que no estaremos frente a una precarización laboral.

De hecho, hay que precisar que, hoy, las movilizaciones de los subcontratistas no cuentan con normas que protejan a los trabajadores, ni con el reconocimiento de la autoridad, invisibilizando  la legitimidad del conflicto.

Sin embargo, no basta con agilizar las leyes si no hay voluntad política ni conciencia en el empresariado. Si no comprenden que avanzar en mayor justicia laboral se traduce en beneficios directos para las empresas; mientras más modernas, transparentes y equilibradas son las relaciones, mayor es el crecimiento, la productividad y la lealtad de los trabajadores con su fuente de trabajo. Mejor, por lo tanto, para el país.

Quienes insisten en mantener los principios del Plan laboral de 1979 sólo creen en monólogos e imposiciones. La externalización no puede ser un fenómeno sin límites; menos, si Chile se propone a avanzar laboralmente con una legislación más justa y moderna.

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26 ago 2015

El paraíso desbordado

Europa se ha visto obligada a reconocer que se enfrenta a la peor crisis de refugiados desde la segunda Guerra Mundial.

Italia. Grecia y España conocen desde hace años la llegada a sus costas de miles de personas que huyen del hambre y de los conflictos.

Ahora, cuando los  miles de migrantes se amontonan  ante los controles fronterizos  de Alemania, Francia o Inglaterra  tras sobrevivir  a las mafias que cobran cantidades de dinero  exorbitadas por una incierta travesía por el Mediterráneo  es cuando el problema ha encendido  las alarmas.

Las cifras son inquietantes. En lo que va del año, unas 250 mil personas han logrado alcanzar territorio europeo con lo puesto y con la esperanza de lograr la condición de refugiado.  Las tres cuartas partes de ellos han entrado por  Grecia, país que no es precisamente hoy el mejor ejemplo de riqueza, prosperidad y abundancia.

Otros miles han perecido en el intento de llegar a un Paraíso que hace agua y que se cuida mucho de solidarizar con la avalancha de desesperados que no cesa.

Son iraquíes, sirios, afganos, kurdos, sudaneses, africanos o norteafricanos que en la mayoría de los casos son parte de los efectos colaterales de guerras y dictaduras en las que el primer mundo ha tenido  mucha responsabilidad.

Los aviones, barcos, lanchas, patrullas especiales  o perros adiestrados para impedir que los migrantes traspasen las fronteras de Europa han resultado  insuficientes. Ni  los muros ya existentes en la frontera de España con Marruecos  ni el que se construye en Hungría o  las duras medidas impuestas en el Reino Unido para impedir que a los “ilegales” se les dé trabajo  o se les arriende habitaciones, con amenaza de cárcel para el que se salte  la norma, frenan  las multitudes que claman una oportunidad para comenzar una nueva vida.

Veintitrés  países de la Unión Europea se repartirán dos mil 400 millones de euros  en los próximos cinco años para enfrentar la crisis migratoria. ¿Será suficiente? De continuar  el flujo migratorio al ritmo actual es improbable que la ayuda alcance para todos.

Los refugiados  le cuestan a Alemania 10 mil millones de dólares  y el número de solicitudes  de asilo ya alcanzan 800 mil.

Si bien es verdad que Europa no es el Paraíso que se imaginan los que viven más al sur del Mediterráneo, lo coherente es que Europa, que  ha sufrido guerras, barbaries , tiranías de todo signo y que ha conocido la amargura del exilio y el significado de la solidaridad, encare la situación actual con altura de miras.

No debe desentenderse del problema  o tratar con desprecio al que optó por la huida y que pide auxilio para subsistir con dignidad.

Alemania y Francia han tenido cuidado en no adherirse a la mano dura del Reino Unido y proponen que la Unión Europea adopte a corto plazo una política unificada de asilo e instan a los países más vulnerables, Italia y Grecia, especialmente, para que abran centros  de acogida y  censar con minuciosidad a cada uno de los refugiados.

No hay que ser un experto para interpretar este llamamiento como una estrategia de los  socios más ricos de la Unión Europea para filtrar a los emigrantes. Conocer a los que huyen de una guerra y a los que desean mejorar su situación económica.

Los  que sean considerados perseguidos políticos tendrán más posibilidades de recibir el estatuto de asilado. A los otros se les devolverá  de inmediato a sus países. Embarazosa tarea la que se le ha encomendado a italianos y griegos. Precisamente a los que les ha tocado lidiar con la peor parte del problema.

La crisis migratoria requiere de la Unión Europea que demuestre que la ayuda social es  un principio arraigado que no debe negar a los que ahora golpean a  sus puertas.

El llamado Viejo Continente tiene muchos ejemplos de emigrantes, de refugiados, que un día se vieron obligados a dejar sus hogares, rehacer sus vidas lejos de sus tierras de origen  y que contribuyeron a engrandecer allí donde se establecieron..

Hoy por ti, mañana por mí, dice el refrán que ahora algunos no quieren recordar.

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26 ago 2015

Duermo como guagua

Estoy preocupado. Veo que en nuestro país las cosas no están cambiando, veo que al clima de desconfianza y desprestigio se le suma el factor de inseguridad de la mayoría de la población, quienes literalmente ya no duermen tranquilos.

Esta situación también la estoy viviendo, todas las noches me despierto y me “largo a llorar como una guagua con hambre” y es que analizo con preocupación cuál es el rumbo que deben tomar las diferentes autoridades e instituciones para estabilizar la situación nacional.

No ha sido un año fácil, lo tenemos claro, a veces hasta me creo la broma que dice que “somos yeta”, pero en vez de lamentarnos debemos saber cómo actuar ante este tipo de situaciones. Estoy consciente de que no podemos cambiar todo de un día para otro, pero debemos tener claro cómo hacerlo. ¿Una idea? Fomentar el diálogo, puesto que si se siguen teniendo discusiones importantes a través de los medios de comunicación seguiremos estancados en materias trascendentales para el desarrollo de nuestro país.

Si analizamos este escenario desde la perspectiva del mundo empresarial, creo que quienes pertenecemos a este sector debemos recuperar el concepto originario de lo que era una Empresa: una entidad de carácter social, cuyo resultado se basa en la suma de capital financiero más capital humano. Actualmente, veo con bastante preocupación cómo ambos factores trabajan por separado, así, difícilmente encontraremos el equilibrio entre ambas partes para lograr el crecimiento y desarrollo que hemos perdido.

¿Cómo queremos avanzar en materias laborales si hemos sido incapaces de sentarnos a conversar y llegar a acuerdos que nos beneficien a todos? ¿Cómo queremos generar cambios si aún tenemos deudas históricas con muchos sectores de nuestro país? ¿Cómo vamos a lograr salir de este clima?

La tarea no es fácil, y me puse llorón en este sentido, es que creo que hemos llegado a un límite, muchos hablamos de justicia, de equidad y de paz social, pero lamentablemente, pareciera ser que estos conceptos son un factor común que cumplen la función de adornar discursos que hacen creer que todo será diferente.

Si su pareja le pide constantemente cambios y usted no los realiza, no espere que siga creyendo en usted o tenga interés por insistir en que esta relación prospere, todos tenemos un límite y cuando vemos que no hay mayores modificaciones perdemos la confianza y nos desmotivamos. Esta es la actitud que veo a nivel país: “están aburridos”

Al inicio de este escrito, confesé que me despertaba como “una guagua” en medio de la noche. Seguramente la mayoría de nosotros haría algo para evitar que el menor llore, y tratará de calmar de algún modo al recién nacido. Lo mismo debe ocurrir en Chile, la mayoría no lo está pasando bien, por lo mismo, debemos encontrar soluciones para ponernos un “chupete” de tranquilidad.

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26 ago 2015

Por el interés superior de la Nación

Nunca está de más recordar las palabras de Andrés Bello registradas en el periódico “El Araucano” del 5 al 12 de agosto donde señala: “…nunca puede ser excesivo el celo de los gobiernos en un asunto de tanta trascendencia. Fomentar los establecimientos públicos destinados a una corta porción del pueblo no es fomentar la educación, porque no basta con formar hombres hábiles en las altas profesiones; es preciso formas ciudadanos útiles, es preciso mejorar la sociedad y esto no se puede conseguir sin abrir el campo de los adelantamientos a la parte más numerosa de ella. ¿Qué haremos con tener oradores, jurisconsultos y estadistas si la masa del pueblo vive sumergida en la noche de la ignorancia y ni puede cooperar en la parte que le toca en la marcha de los negocios ni en la riqueza, ni ganar aquel bienestar a que es acreedora la gran mayoría del Estado? No fijar la vista en los medios más a propósito para educarla sería no interesarla en la prosperidad nacional”. La misión de la educación superior entonces queda claramente expresada.

Es palpable el consenso ciudadano, debemos darnos la oportunidad histórica de transitar a un modelo de derechos, como contrapunto al actual, donde la desigualdad evidencia un riesgo progresivo a nuestra democracia. Los compromisos programáticos, en esta línea, obligan en consecuencia a cambiar el actual modelo de mercado en educación.

Para nuestro país, resulta primordial el establecimiento de un Plan de Desarrollo Nacional Sostenible (y por cierto inclusivo), en el marco de la Agenda de Desarrollo pos 2015, la cual llama a adoptar un enfoque basado en políticas integradas que promuevan el desarrollo económico y social, la paz, la seguridad, y la sostenibilidad medioambiental, dentro de los márgenes de objetivos que den respuesta a las aspiraciones de todos y todas de vivir en un mundo sin miedo y sin carencias. Se hace prioritario la contribución desde el ámbito universitario al cumplimiento de los diferentes objetivos, la generación de conocimiento y el desarrollo de competencias profesionales no pueden ser lineales.

Con relación a la reforma a la educación superior, si bien una modificación sustantiva al sistema de acreditación es la base en la asignación de recursos, esta debe ser obligatoria y vinculante para todos los centros de educación superior del país, con mayores niveles de exigencia y con solo dos opciones: acreditada o no acreditada, aquellas que no cumplan con los requisitos de acreditación no debieran matricular a nuevos estudiantes. Junto con lo anterior, tal como sucede con las pedagogías y medicina, todas las carreras relacionadas con la salud deben ser de acreditación obligatoria y de exclusividad universitaria, la salud de nuestra población exige seguridad en su cuidado.

Pero no es suficiente, cabe recordar al Rector de la Pontificia Universidad Católica, Ignacio Sánchez con relación a la discusión sobre despenalización del aborto quién señaló: “No lo vamos a aplicar” “…he sido bien claro en que una cosa es la que diga la ley y otra cosa es la que a nosotros, como católicos y convencidos de esta situación, se nos vaya a obligar a hacer”, aseveró en una entrevista concedida al canal 24 Horas. “En nuestra universidad, mientras yo sea rector esto no se va a aplicar, aunque la ley lo mande”, o “Si hay profesionales que están disponibles para realizar abortos, deberán ir a trabajar a otros lugares en donde esta práctica se realice y acepte. En nuestra red UC Christus no se harán abortos, nuestros principios y valores más profundos no van a cambiar por un determinado proyecto de ley. Esto es definitivo”, enfatizó esta vez en La Tercera.

Entonces cabe la duda, ¿por qué financiar entidades que por sus profundas y respetables convicciones religiosas o ideológicas obedecen a intereses distintos que los que la Nación se entrega a si misma?

La Octava Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago, presidida por Gloria Ana Chevesich, en su momento ratificó la sentencia emitida por el Segundo Juzgado de Letras del Trabajo de Santiago, que acusó a la Universidad Católica de incurrir “en actos lesivos de la libertad sindical”. Además, los despidos del sacerdote jesuita Jorge Costadoat, como del profesor Patricio Miranda pone en entredicho la libertad de cátedra en esta universidad, se esgrimen “razones de la empresa”.

Por eso que el requisito de democratización es tan relevante, no es un mero capricho interventor del ejecutivo, es imprescindible tener centros de educación superior que respondan exclusivamente al interés superior de la Nación, los márgenes del proyecto educativo no pueden ser designados más que por el amplio acuerdo de sus distintos actores.

Es hora de asumir la tarea de contar con educación superior, que contribuya a un desarrollo sostenible, que democratice los saberes pero, sobre todo, que sean protagonista en reconfigurar un país que exige cambios de fondo.

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26 ago 2015

Convicción y contingencia, una reflexión para los DC

Hoy discutimos en Chile una ley de aborto y queremos dejar de manifiesto la vocación de la democracia cristiana desde sus principios que nos mueven e inspiran para proponer a Chile una mirada profunda sobre la vida.

Somos herederos de una doctrina nacida hace más de 70 años de historia de Chile con la Falange Nacional y a más de 50 años de la Democracia Cristiana. Nuestras raíces se fundan como respuesta a las corrientes socialistas marxista e individualistas conservadoras que corrían en el siglo XIX, inspirados por el mensaje evangélico del amor al prójimo. Somos un partido personalista, que nos obliga a respetar la vida desde la fecundación hasta la muerte natural. Todos nuestros esfuerzos y acciones deben considerar al ser humano como el fin.

Detrás de esta definición surgen varias  responsabilidades asociadas, por ser un partido que además tiene una convicción de poder, comprendiéndolo, con llevar sus principios a la práctica pública y el desarrollo del país.

La mirada del aborto sería sesgada si se mira al niño como un elemento único a considerar en este tema. La madre merece de nuestro reconocimiento, las mujeres necesitan de nuestro acompañamiento y compromiso social. El Estado y la Sociedad debemos ser responsables de llevar adelante este embarazo, por protección a ella y al niño que está por nacer.

En la actualidad y es correcto, en caso de enfermedad grave que ponga en peligro la vida de la madre embarazada, el médico debe intervenir para salvar la vida de la madre y ello no es aborto si lamentablemente se produce la muerte del feto.

La acción política de la Democracia Cristiana desde su fundación declara ser comunitarita, “comunidad es una común unidad de afectos, objetivos, tareas y valores compartidos”. Un Partido con aquella visión, no puede participar en una temática tan relevante con respuestas nacidas de una convicción personal. Debemos respetar nuestros principios a los cuales todos los militantes hemos adherido de manera voluntaria.

Por respeto a los cientos de militantes que hoy conforman nuestro partido, nuestros representantes deben estar convencidos que actuar en comunidad no significa coartar la libertad de nadie, sino que respetar los acuerdos que definimos como centrales para construir el país, por respeto a la sociedad.  Se trata de una coherencia entre lo que decimos proponer para construir Chile y como llevamos nuestras prácticas para alcanzarlo, sencilla convicción de fuerza comunitaria.

Nos hemos caracterizado por la defensa de los Derechos Humanos siempre y en todo lugar.La Convención Americana de Derechos Humanos declara que “toda persona tiene derecho a que se respete su vida” señalando que  “estará protegido por ley, a partir del momento de la concepción”. Y como somos personas llevamos adelante nuestros valores en pensamiento y acción, tenemos esperanza que al momento de la votación, nuestros parlamentarios democratacristianos tengan presente estas reflexiones por sentido de responsabilidad y coherencia.

Tenemos la convicción y confianza en tantos camaradas alrededor de Chile para que nuestra discusión sea producto de una convicción doctrinal y de principios por los cuales estamos y somos parte de nuestro partido. “Nadie es mas grande que el Partido” declaró Radomiro Tomic.

Co autor del artículo,Víctor Ramírez, Presidente de la JDC de Peñalolén. Coordinador de la Pastoral Juvenil Parroquia San Roque, de la misma comuna.

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25 ago 2015

Protección a la infancia ¿de qué derechos hablamos?

Con el anuncio de Estela Ortiz acerca del lanzamiento de un proyecto de Ley de Protección a la Infancia, parece necesario volver a revisar las condiciones en que están, desde el punto de vista socio-jurídico, los niños y niñas en nuestro país.

Si bien es cierto han existido avances legislativos que tienen como externalidad proteger los derechos de los niños, la verdad es que -desde hace 25 años- la única ley que los gobierna en el sentido de sus derechos, es la Convención Internacional de los Derechos del Niño que en virtud del artículo 5° de la Constitución Política de la República, tiene rango de ley en nuestro país.

En Chile no sólo no existe una legislación nacional dirigida a la protección de derechos, sino que tampoco ha habido un debate social abierto al respecto. Los gobiernos de la Concertación han decidido abordar este tema en comisiones de expertos que se han conformado con el “concurso de agencias” que trabajan con niños y niñas, especialistas y hasta figuras públicas. No ha sido la sociedad la que se ha abierto hacia la consideración de los niños y niñas como sujetos ni a la problematización acerca de su estatus social.

Más allá de toda consideración y buena intención, la situación de la infancia se aborda desde el sentido común más primitivo.

Hace 25 años atrás, la Convención se planteó como vía liberadora del paradigma de la situación irregular que dominaba las legislaciones de infancia en los países de la zona y en el que predominaba el control/protección de lo que fue llamada la infancia abandonada moral y materialmente, es decir, la infancia pobre.

Quizás entonces, en los 90, cuando recién empezábamos a vivir libres del yugo militar, la Convención venía a cumplir con el sueño de un país donde todos y todas estuvieran incluidos, venía a alimentar el deseo de la restitución de derechos, por tanto tiempo y tan violentamente conculcados. Pero el mundo siguió girando y las preguntas se fueron desplazando más allá de los contenidos de dicha Convención.

Las preguntas acerca del estatus de sujeto, la cuestión de la autonomía, los límites de la protección, la relación del niño y niña con la sociedad, en medio de las relaciones generacionales e intergeneracionales, familiares y no familiares, no son cuestiones resueltas, no son triviales, son preguntas vivas, contingentes hoy y que el articulado de la Convención está lejos de responder en su profundidad y complejidad.

La ratificación de la Convención de los Derechos del Niño ha tenido, a la larga,  un efecto oscurecedor, porque por la vía de reformas incompletas y en completa ausencia de debate social acerca de un nuevo marco normativo – reformar como por ejemplo la del SENAME o la creación de múltiples articulados que fragmentan la condición de los niños y niñas, como los tribunales de familia o la Ley de Responsabilidad Penal Adolescente, se ha generado la ilusión de un país que pone a los niños y niñas en el estatuto socio-jurídico de sujetos de derecho.

Pero la simple repetición de los derechos y su memorización, no es garantía de niños y niñas integrados socialmente como agentes sociales activos, creciendo protegidos. El mentado enfoque de derechos, fue instituido, sin digerir, en todas las esferas del Estado. En pleno siglo XXI, la Convención Internacional de los Derechos del Niño y su paradigma de la protección integral, se volvió un slogan vacío en los servicios y ministerios de nuestro país.

Entonces parece razonable que se nos permita, luego de un cuarto de siglo, mirar con distancia el orden normativo que provee la Convención, aún reconociendo lo que décadas atrás significó este instrumento internacional y la importancia que tiene como marco regulatorio general, en términos de posicionar una mirada de los niños y niñas como titulares de derechos.

Podemos entonces a la luz de este debate, tan largamente postergado, poner en duda su valor de parámetro universal único, observar sus limitaciones al ser un instrumento general, un ordenamiento abstracto de derechos, que surge disociado de las prácticas de los sujetos, con un carácter ahistórico y descontextualizado.

Una Ley de protección a la Infancia merece, en cambio, un debate abierto, como lo han tenido en el último tiempo el Acuerdo de Vida en Común, La ley de Aborto o la Ley de Adopción.

El peligro de  dormirse en el sueño idealizado de los derechos universales, es privarse de preguntas, dejar de pensar situadamente a los niños y niñas, no iniciar los debates necesarios acerca de qué sociedad nos imaginamos para el futuro y qué lugar ocuparían- ellos ahí.  Los niños y niñas de nuestro país, merecen ser incluidos no sólo como titulares de derecho, sino como sujetos sociales viviendo en el mundo, al menos en este pedazo de mundo que llamamos país.

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