31 dic 2013

La derecha y la fragmentación de su campo político

La derecha está en crisis. No hay duda. Los datos y los hechos son elocuentes y contundentes. La crisis es múltiple: política, electoral, ideológica y cultural.

Ya lo he mencionado en otros artículos.Es política porque ha perdido credibilidad, capacidad de articular y liderar un proyecto, es electoral porque ha perdido electoralmente de manera contundente desde octubre del 2012, es ideológica porque sus ideas se han debilitado y han perdido capacidad de convocar y cultural porque el Chile del nuevo ciclo quiere, piensa y siente en una clave que no ha sintonizado con la derecha actual.

Sin entrar en lo grueso –análisis hecho en otra oportunidad- la derecha se confundió y debilitó en su propio gobierno. Sin saberlo, ni imaginarlo el gobierno de Piñera y de la Alianza trae el germen de su destrucción. Pero, no por el hecho mismo de “ser gobierno”. Lo que, por tanto, genera la confusión y debilidad es la nueve fase política y social que se instala en el país desde el gobierno de Bachelet y que se consolida en el gobierno de la derecha.

En consecuencia, el problema y el desafío político de la derecha hoy es insertarse de manera competitiva en esta nueva fase socio-política. Los movimientos para este aterrizaje empezaron hace meses.

a) lo que ocurre en torno a la bajada de Golborne.

b) en torno a la nominación de Matthei y el rol jugado por Allamand.

c) en torno a la propia campaña y d) en torno al “septiembre negro”, son sólo hitos de un proceso que tiene su propia dinámica desde hace varios meses.

Entonces, lo que sucede hoy es también parte de esa historia y proceso.No hay mucha claridad si la derecha vive hoy un proceso de refundación, adaptación, re-formulación, re-articulación y/o re-estructuración.Lo que está claro, no obstante, es que está inmersa en una “coyuntura de adaptación” a la nueva fase socio-política: la derecha va en camino hacia algo distinto a lo que ha sido hasta hoy.

Aquí, está el nudo del problema político que tiene, adaptarse al nuevo Chile para ser competitiva y seguir siendo de derecha.

En este proceso, se observa una tendencia clara y profunda, la fragmentación de su campo de acción política. Sin duda, un cambio revolucionario para el sector y para el sistema político. La derecha siempre ha competido en democracia dividida en dos grandes partidos: liberales y conservadores por un lado y Renovación Nacional y los gremialistas por otro.

La excepción, no obstante, la encontramos con el Partido Nacional que logra articular en un sólo bloque a conservadores, liberales, nacionalistas, estanqueros de Prat Echaurren y proto-gremialistas.Sin duda, el objetivo de recuperar el poder como clase es el elemento de unidad y articulación.De hecho, una vez recuperado el poder con el “golpe militar” se disuelven rápidamente.

Por primera vez, la derecha tiene hoy tres actores políticos: dos partidos –RN y la UDI- y uno en vías de serlo, Evópoli. La fragmentación del campo político se consolida cuando vemos emerger un cuarto grupo, el piñerismo.

Sigamos. Hay un quinto actor, la generación de liberales que se articulan en torno a Red Liberal y cuadros profesionales de corte tecno-liberal. Son estos, cercanos a las propuestas de Velasco. Ha llegado la hora de la diversidad. Ha llegado el momento de la modernización política y cultural de la derecha.

Aún más, al interior de ambos partidos hay fuertes pugnas internas que abren el abanico de la fragmentación. Las fugas y las amenazas de “renuncias” que han ocurrido en RN son parte de este proceso. Aquí, podría surgir otro referente, “Renovación Liberal” se ha escuchado. O bien vincularse con el piñerismo y/o entrar a Evópoli. Por otro lado, la UDI, con una cultura política distinta, también tiene dos fracturas latentes, la generacional y la popular-social.

Es más, podemos encontrar otra derecha, la independiente y de centro que en esta oportunidad se articuló en torno a la figura de Parisi. Y finalmente, una derecha también de centro vinculada al regionalismo de un Horvath, de un Cantero, del PRI o de otras fuerzas locales.

La Alianza o la Coalición por Chile, por tanto, ya no se construirá sobre dos partidos. Los llamados a la unidad –de algunos sectores- son los últimos intentos de anular esa fragmentación.

Surge dos preguntas, ¿qué efectos tiene esta fragmentación sobre el sistema político? y ¿qué tipo de derecha se va instalar desde marzo próximo?

Sobre el sistema político se insinúan tres tendencias: flexibilización de la política de alianza, mayor autonomía en el parlamento a la hora de los alineamientos y disputa por un espacio político de centro, de clase media, independiente, liberal, moderno y primo de los democratacristianos.

Desde marzo veremos qué tipo de oposición se comienza a diseñar y como se re-configura el mapa político del poder al interior de la derecha local.

Sobre la propia derecha se observan cuatro tendencias en ascenso: fuerte disputa por la hegemonía del sector –lo que los termina desangrando siempre-, mayor autonomía política y legislativa de cada partido, amplio panorama presidencial y cambio generacional.

Veremos, cómo se desencadenan estos procesos en los escenarios del futuro. Por ahora, a esperar los consejos de enero, el fin del gobierno y las elecciones internas de sus partidos. Por mientras, Piñera sigue siendo el personaje más fuerte en la derecha hoy.

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31 dic 2013

¿Por qué una nueva Constitución?

El triunfo de la Presidenta Michelle Bachelet abre el camino hacia un nuevo acuerdo constitucional, que deje atrás la Constitución nacida en dictadura, modificada con éxito en el proceso transicional, pero que no se adecua al Chile de hoy y del futuro.Necesitamos una Constitución que nos permita mirar los próximos 50 años bajo un paraguas común y compartido.

¿De qué trata esta nueva Constitución? El piso mínimo es la derogación del binominal (y su reemplazo por un sistema proporcional), de las leyes orgánicas constitucionales y del control preventivo del Tribunal Constitucional.

Ello nos permitirá tener una verdadera política de mayorías pudiendo identificar claramente a quien gobierna y quienes son la oposición, sin vetos ni condicionamientos ni confusiones, y donde la voluntad del legislador no tenga filtros contra-mayoritarios.Debemos fortalecer la política democrática y ello sólo se logra con más democracia. No más democracia a medias.

Pero igualmente la Presidenta nos invita a una nueva Constitución de contenidos. Es una propuesta programática valiente, posible y responsable. Estoy totalmente de acuerdo con ella y estimo que es lo central de la discusión política que viene.

La nueva Constitución que se enmarca en un nuevo ciclo político que nos impone la obligación de pensar y buscar acuerdos mayoritarios sobre el modelo de sociedad que queremos, y bajo que reglas básicas se desarrollaran los distintos proyectos políticos de centro izquierda y centro derecha.

La Nueva Constitución busca dar un paso hacia un modelo social y democrático de derecho, dejando atrás el actual que da demasiada preeminencia a las libertades individuales y económicas.

Una constitución de los derechos fundamentales de los niños, niñas y adolescentes, que otorgue mayor igualdad a las mujeres, que reconozca los pueblos originarios, y donde las libertades políticas permitan mayor participación de la ciudadanía.

También es indispensable avanzar en un sistema de derechos sociales propiamente tales (no bienes de consumo) de desarrollo progresivo como la salud, la educación, el trabajo, el desarrollo sustentable, el emprendimiento y otros.

Urge instituir una profundización de la democracia regional. Necesitamos regiones más autónomas en la toma de decisiones, con autoridades electas y con mayores competencias y autonomía política y financiera.

Lo anterior sólo se puede dar en un marco institucional pero participativo. La sociedad civil debe concurrir (debemos pensar los caminos) en el proceso de creación de la nueva Constitución. Hoy no es posible tener un texto de convivencia que deje de lado a los ciudadanos.Los representantes debemos comprender esto y ser verdaderos canalizadores de sus inquietudes. Este es uno de los grandes desafíos de los partidos políticos.

La invitación para la Democracia Cristiana está en ser parte de este nuevo acuerdo social y no ser simples administradores de un modelo que no es nuestro y que nos amarra desde hace décadas.

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31 dic 2013

Moda maldita

Hasta hace un tiempo comprarse zapatos de fútbol no implicaba mayor conflicto. El proceso era sencillo: ir a una tienda, buscar el modelo, pedir el número ideal y listo, ya tenías ‘chuteadores’ para ir a jugar el fin de semana.

Sin embargo, hace dos semanas que tengo la imperiosa necesidad de comprarme mis “chancletas peloteras” y no he podido, no por falta de dinero, ni menos por no encontrar el lugar ideal, tampoco porque calzo 48, sino por los colores.

¡A quién (&/((&()/$%&) se le ocurrió incorporar colores tan eléctricos a los zapatos de fútbol!Peor aún, quién fue el ejecutivo que encontró que era una buena idea dejar de producir ‘chuteadores’ de color negro.

Fucsia, fosforescente, azul eléctrico, morado, celestes, son los originales tonos que traen los modelos 2013 y, con todo respeto, yo quiero zapatos de fútbol para ir a jugar y no para pasearme en el Gay Parade.Soy un futbolista amateur y hago el ridículo cada fin de semana entrando a una cancha, para agregarle unos zapatos chillones dignos de Lady Gaga.

La cancha no es una pasarela, es un lugar sagrado donde los amateurs sudamos y pretendemos dejar atrás las injusticias vividas durante toda la semana en nuestros trabajos. Dígame conservador, pero en lo que respecta a zapatos de fútbol… sí, lo soy.

“Necesito zapatos de fútbol, pero de color negro”, es la petición que he realizado en, al menos, una docena de tiendas y nada, ya no existe el clásico modelo negro.

Me siento descontinuado, como si la gran industria del fútbol ya no nos quisiera, eso debe ser porque tenemos los pies en la tierra y sabemos que no somos Messi, Cristiano Ronaldo y menos el loco de Balotelli para vestirnos como ellos.

Yo quiero zapatos de fútbol negro y nada más. No quiero franjas fosforescentes, ni que estén acolchados en el empeine, ¿es mucho pedir?

Ustedes pensarán que soy un retrógrado, que no me he puesto acorde a los tiempos y puede ser.Pero qué quiere que haga, me crie con los ‘chuteadores’ negros, estoperoles de caucho y nada más, sin tecnología y menos grandes comerciales con partidos inverosímiles.

Quien tenga aspiraciones de estrella vaya y compre sus zapatos chillones, pero por favor, vuelvan a producir chuteadores clásicos, esos negros con una franja blanca a los costados, quienes somos peloteros clásicos lo agradeceremos.

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31 dic 2013

Pensando en todos, reafirmamos nuestro compromiso

Cada día cuando a las 6 de la madrugada, se abre el micrófono del Diario de Cooperativa, hablamos pensando en cada chileno repartido en los 750 mil kilómetros cuadrados de territorio, se nos vienen a la memoria los mineros, los pescadores, los pirquineros, los campesinos, los arrieros, los artesanos, los artistas, los intelectuales, los profesionales, los emprendedores.

Los que desde el mundo de la empresa generan puestos de trabajo.Los pequeños y grandes comerciantes.

Aquellos que en nombre de la ciudadanía ejercen desde el gobierno local hasta el nacional.

En fin , los jóvenes que están en la educación superior y aquellos que sueñan con optimizar sus vidas a través de la enseñanza.

Los que están enfermos buscando recuperación.

Aquellos que están privados de libertad, pagando sus deudas con la sociedad.

Los chilenos que viven en lugares lejanos, haciendo soberanía con la educación, la salud o la seguridad.

Todos. Sin duda todos están en nuestras mentes profesionales.Durante las 24 horas trabajamos para informar, ya que nunca olvidamos que usted tiene derecho a saber la verdad.

Somos una radio comprometida con el futuro de Chile y los chilenos.

Usted sabe de nuestro compromiso histórico, de nuestra tarea presente por representar la realidad.

Usted sabe que arrancamos de la conjetura y la especulación, preferimos comprobar los hechos, verificar los acontecimientos.

Apostamos por el periodismo de calidad.

Es que somos un equipo en acción, siempre, las 24 horas del día, los 7 días de la semana, los 365 días del año.

Y hoy, con una ventaja extraordinaria. Hace 13 años contamos con un grupo selecto de periodistas en la plataforma digital que nos proyecta a todo el mundo.www.cooperativa.cl

Mi amigo José Zepeda de radio Nederland de Holanda, me dijo hace muchos años, la radio perdió impunidad, pero ganó en extensión de su mensaje, por la permanencia del discurso.

Hoy podemos llegar a todos los públicos del mundo de habla hispana.

Mi colega y maestro de periodistas de cooperativa.cl Mario Tascón, más de alguna vez alabó en mi presencia a cooperativa.cl. Tascón, es el creador de los mayores y mejores sitios informativos de Internet, en español.

2013 ha sido gran año.Una fiesta de la democracia.

Los pesimistas dirán que votó poca gente, con la inscripción automática y el voto voluntario.Pero no es menos cierto que las primarias de la Nueva Mayoría y de la Alianza por Chile, marcaron un antes y un después.

Hubo participación ciudadana. No como quisiéramos. Pero legítima y representativa.

En la parlamentaria la Nueva Mayoría se alzó con el triunfo.Michelle Bachelet se convirtió en Presidenta de Chile, con el 62% de la votación.

2014 será el año de empezar a cumplir con el programa prometido al país.Reforma tributaria, reforma educacional y cambios estructurales a la constitución.Las nuevas generaciones tienen esperanza.Son los jóvenes que constituyen el futuro de Chile.

Las familias de esos millones de muchachos y muchachas, que esperan que sus hijos tengan oportunidades reales y una mejor calidad de vida, para hacer de Chile un país con justicia y equidad.

Presidenta Bachelet, usted está a punto de asumir por segunda vez el mando de la nación.Es un hecho histórico,una mujer que fue Presidenta y ahora fue reelegida.

Chile no es el mismo de hace cuatro años, qué duda cabe.Sin embargo los desafíos, requieren de dirigentes que piensen en los ciudadanos, frente a cada acción de su programa.

La matriz energética es un problema pendiente. El sistema de salud tiene serias deficiencias por sus costos, consultas, exámenes, remedios y por la oportunidad de atención para las familias con menos recursos.

La migración de hermanos latinoamericanos y de otras latitudes, requiere una atención especial.

Chile no puede seguir arrastrando los problemas con los pueblos originarios.

El nivel de las pensiones no resiste análisis. Un gran número de los jubilados viven un drama con ingresos miserables.

Las malas prácticas en la relación trabajadores con algunos empresarios, deben terminar, para una mejor convivencia entre los chilenos y chilenas.

Lo deseable, Presidenta Bachelet es que los habitantes de este país se sientan más seguros, frente a la delincuencia.Que podamos caminar tranquilos por las calles, a cualquier hora del día.Que las políticas de prevención y reeducación sean de verdad.

Es dable esperar que las regiones tengan más autonomía y autoridades que sean de la zona.

Que mejoren los servicios de transporte público en las ciudades y en campo. Y que termine con el abuso en el cobro de pasajes, que en las fiestas aumentan, sin razón, hasta 300 por ciento.

Los chilenos esperamos que se termine con la violencia contra la mujer y el abuso de menores.

Queremos que se multipliquen los centros deportivos, para que nuestros niños y jóvenes sean más sanos y saludables.

Nos gustaría que se abran más oportunidades para el ámbito rural y la pesca artesanal.Que se ponga atención en el manejo del agua.En medio de episodios de sequía, aparecen despilfarros del líquido elemento.

Nos gustaría una promoción fuerte de nuestra cultura, una Televisión Digital Terrestre, que sirva a los chilenos, más que a grupos de interés.

Que se termine con las prácticas monopólicas en la radiodifusión y se respete la pluralidad que ha caracterizado históricamente a la radio.

Presidenta Bachelet, usted en la campaña presidencial, representó a un sector del país, pero en marzo será presidenta de todos los chilenos.Los ciudadanos esperan que haya aquilatado la experiencia de su primer gobierno,que la alta responsabilidad en Naciones Unidas, le de las luces necesarias para elegir adecuadamente a sus colaboradores y al mismo tiempo, le permita dar los pasos certeros que los chilenos esperan.

Pero sin duda su principal desafío será superar la crisis de confianza.Que exista la seguridad, que la palabra vale. La determinación, la certidumbre, la honestidad a la hora de la verdad, traen confianza.

En 2014, en Radio Cooperativa, seguiremos trabajando para construir confianza entre los chilenos.A través de la cultura, el deporte Al Aire Libre.

Dispuestos a informar,  explicar los acontecimientos y  recoger las opiniones de todos los actores de la sociedad con  pluralismo y  respeto a la diversidad, construir más democracia ha sido, es y será nuestro norte.

Gracias por la audiencia, gracias por la confianza, que nos convierte por muchos años, líderes de la radiodifusión chilena.

Somos Cooperativa, una radio con historia, que vibra con el presente, siempre mirando al futuro.Felices fiestas.

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31 dic 2013

Educación pública para Chile

Construir una educación pública, ciudadana y de calidad demorará entre 15 y 20 años. Esa es la magnitud del desastre político y social que hoy padecemos como país, producto de la mercantilización de la educación en los colegios, los centros técnicos y las universidades, luego de tres décadas de intervención neoliberal. Esa es la profundidad de la segregación educativa que hoy tenemos.

Política y socialmente, las autoridades futuras deberán entregar señales claras y contundentes de su compromiso con esta transformación profunda del modelo educacional. Es la única forma de dar hoy gobernabilidad a los cambios estratégicos que el país requiere para el futuro.

Acabar con el lucro y establecer un cronograma transparente para la gratuidad son dos iniciativas que deben estar resueltas lo antes posible. Idealmente en 2014.

Sin embargo, ambas acciones son sólo el comienzo de las enormes transformaciones que el modelo educacional demanda y que son indispensables para construir una educación inclusiva, liberadora, que impulse el desarrollo y que sea capaz de establecer diálogos con los procesos científicos y sociales de América latina y el mundo.

Todo ello demanda una actitud activa del Estado y de las comunidades académicas y estudiantiles.Una transformación de esta índole no puede ser soportada por la tecnocracia, por cierto. El desafío es demasiado grande y exige consensos políticos y sociales, fortalecidos continuamente.

Actualmente, la educación escolar es una de las áreas más precarizadas de nuestro sistema educativo.La segregación social se expresa en ella de manera dramática y vergonzosa.

El Estado dejó de proveer educación escolar para entregarla al mercado, como si fuera un bien de consumo.Todos sabemos que los niños de los liceos municipales están casi condenados a reproducir sus niveles de pobreza y marginalidad, producto de esta operación educativa neoliberal.

Es cierto, necesitamos una educación para el desarrollo económico, pero antes que eso requerimos una educación para la democracia y la igualdad. ¿De qué nos sirve capacitar obreros calificados si no formamos ciudadanos comprometidos con su democracia, con su memoria?

Es importante recuperar la presencia del Estado en la educación escolar, eliminado en el largo plazo el negocio (lucro) de los colegios subvencionados, es importante establecer una institucionalidad que garantice el desarrollo y calidad de nuestra educación escolar. Es decir, establecer estándares mínimos obligatorios de calidad.

La dictadura, con un poder omnímodo, tardó una década en privatizar la educación escolar.Tardaremos mucho más en reconstruirla.

Para que estos procesos fructifiquen, es indispensable incorporar a los docentes activamente a estas transformaciones y, aún más, a las familias.La educación debe ser entendida como una acción colectiva, desde el propio diseño de las políticas públicas.

En la educación universitaria, es importante revitalizar el papel central del Estado y las comunidades académicas y estudiantiles.

El modelo de educación superior debe favorecer el desarrollo, la igualdad y el diálogo de nuestras universidades con los procesos políticos, sociales y académicos en curso en América latina y el mundo.

Algunas medidas básicas son devolver al Estado y las comunidades académicas la tuición sobre los procesos de acreditación en todos sus niveles, impulsar la inversión equilibrada en ciencia y tecnología abandonando las ópticas economicistas imperantes las últimas décadas, desarrollar programas de cooperación y formación de redes al interior del país y entre las universidades chilenas y sus pares globales.

Sin embargo, lo central es restituir al Estado su papel en la educación pública, como eje de la democracia y el desarrollo.

Una iniciativa interesante en el programa del futuro gobierno de Michelle Bachelet es la idea de que las universidades privadas declaren de forma expresa su manifestación pública.

A esta condición de universidades privadas con manifestación pública sólo podrían optar casas de estudios acreditadas, con altos niveles de inclusión social, que respeten los aranceles de referencia del Estado y que no lucren.Hasta ahora sólo la Universidad de Arte y Ciencias Sociales expresó públicamente su voluntad de acogerse a esta iniciativa.

Es de esperar que muchas otras lo hagan. Chile requiere reconstruir una educación pública, gratuita y de calidad. Es un esfuerzo enorme y es tarea de todos por los próximos 20 años.

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30 dic 2013

La estrategia del centro

El diputado de Renovación Nacional Cristián Monckeberg ha enviado a un millar de militantes de su partido una carta en la que propone directamente una alianza con la Democracia Cristiana.

A menos que existan conversaciones secretas en tal sentido entre las dos colectividades, no cabe sino calificar la carta como un bluff para dirigir la polémica en la Alianza en una dirección determinada y cuestionar a los actuales socios de Renovación Nacional.

A pesar de la simpleza de la treta, la trampa funcionó y el Presidente de la UDI más algunos otros personeros de esa tienda reaccionaron casi escandalizados, acusando deslealtad por parte del diputado RN, amén de cuestionar la vocación de Centro de la Democracia Cristiana.

Queda así todo servido para que, al amparo del sentimiento de ofensa, DC y RN tengan justificación para conversar posibles entendimientos ante una UDI que, pisando el palito, acepta presentarse como exclusiva representante de una Derecha a secas, sin ese pronombre de Centro-Derecha con el que se han ufanado tanto tiempo.

RN queda así perfilada para acercarse al Centro, agregando además como argumento que la UDI no entiende que el futuro de la Derecha es convertirse efectivamente en una Centro-Derecha.

El salto es grande, sin embargo, porque sin la UDI, RN se arriesga a perder gravitación política.Si rompe la Alianza, tiene que hacerlo porque se tiene la seguridad de un acuerdo alternativo y se ha calculado que serán minoritarios los militantes que prefieran entrar a la UDI o crear una RN paralela a entenderse con la Nueva Mayoría.

En privado, muchos militantes y dirigentes de la DC y de RN ven con simpatía un entendimiento.Pero eso es en privado. En público, la DC está comprometida con la Nueva Mayoría y resulta difícil pensar que los de Antonio Varas quieran entrar a este pacto sin condiciones, así como sería aún más improbable que se pueda aceptar alguna exigencia de su parte.

La apuesta tiene que considerar entonces que, más pronto que tarde, una parte importante de la DC se salga de la Nueva Mayoría en repudio por la presencia del PC o por estar en desacuerdo con el Programa de Gobierno de la Presidenta Bachelet y se fusione con RN y eventualmente el PRI bajo el nombre de alguna de las colectividades o con una denominación nueva creada para ese propósito.

Finalmente, el resultado tiene que ser atractivo en términos electorales como para que el Centro sea capaz de competir por el Gobierno en un sistema electoral binominal que es contraproducente para las posiciones moderadas.

En realidad, son muchas las condiciones y los supuestos que tendrían que darse para que la propuesta de Monckeberg se hiciera realidad en un mediano plazo, pero es una señal de voluntad que no puede descartarse como una simple idea loca que se deja volar.

En este sentido, es más sencillo pensar que se trata de una provocación para incomodar a la UDI, comunicándoles de paso a los aliados que los términos del contrato entre ambos partidos no son satisfactorios para RN y que el nivel de malestar es suficiente como para patear el tablero.

Se busca también distraer la atención respecto a las disputas internas en Renovación Nacional.¿Qué mejor que enfocar las miradas a la relación con los socios, cuando estos llevaron la candidata presidencial y no han asumido responsabilidades por la derrota?

Y si ocurriera que la apuesta de un acuerdo con la DC fructificara, la ganancia sería completa. Lo único que faltaría es un consenso respecto a lo que significa ser de Centro en los albores del S. XXI porque si todos quieren correrse hacia esa posición del espectro político hay que saber por lo menos de qué se trata, qué se propone, cuál es la visión de un dirigente de Centro sobre lo que se requiere en el país, la educación, el sistema político, la vivienda, la salud, el sistema previsional, entre las materias que aparecen como más acuciantes en el debate nacional.

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30 dic 2013

La revolución escéptica

Una de las señales más significativas del momento que estamos viviendo en Chile es la desproporción entre la oferta política del próximo Gobierno y el relativo desinterés de la ciudadanía, que en su mayoría no participó en la elección presidencial y que ahora muestra un cierto escepticismo frente a lo que se le ha prometido.

Por la magnitud de los cambios anunciados – la formulación de una nueva constitución, la educación pública gratuita y de calidad para todos, la reforma tributaria, la regionalización, etc. – los anuncios deberían haber causado un entusiasmo popular comparable al que Chile ha experimentado en épocas de grandes transformaciones, pero lamentablemente este espíritu hasta ahora está ausente.

La política sigue sin interesar mucho a la población y continúa comprometiendo a un grupo numeroso e influyente, pero que no deja por eso de ser una minoría.

Los partidos políticos desprestigiados, el parlamento con escasos índices de aprobación, el gobierno haciendo inútiles esfuerzos por levantar su apoyo.Se diría que estamos doblando la hoja para inaugurar un nuevo capítulo de nuestra historia, pero más como lectores que observan todo esto desde la distancia – y, además, un poco aburridos – que como verdaderos protagonistas.

En la derecha el descalabro ha seguido el itinerario previsto: los futuros candidatos a encabezar al sector han comenzado a darse palos unos a otros con el objeto de ubicarse en el lugar del eventual liderato.

Se dan codazos a diestra y siniestra para desplazar al contrincante y ubicarse en el primer plano de la foto, conductas que por lo demás están lejos de cumplir con su propósito, pues no hacen otra cosa que aumentar el desprestigio que ha causado la debacle.

La izquierda, por su parte, enredada en una discusión que nos transporta a los tiempos de la guerra fría, en la que se pretende dirimir si el apoyo del PC a Cuba le impide o no formar parte del nuevo gobierno.

Como si todos supiéramos que lo que viene no va a ser tan conmovedor como el programa lo haría pensar y que si las promesas realmente su cumplen, todo se hará dentro de un clima más prosaico que poético. Los tiempos de la épica política parecen por el momento dormidos y nada hace pensar que en el futuro próximo volverán a despertar.

En este clima de intenso realismo el gran peligro es que las grandes causas que los movimientos sociales lograron imponer en la agenda política se vean frustradas. Y tal vez sea precisamente eso lo que constituye la clave para comprender lo que está pasando.

La Realpolitik de la Concertación, con sus transacciones y sus acuerdos en los que los políticos de izquierda entregaron más que la oreja, fue un balde de agua fría para los entusiasmos que creó la lucha en contra de la dictadura. Esa frustración generó la desconfianza frente a la clase política, pero, al mismo tiempo, el despertar de la ciudadanía, que comprendió que el destino de sus luchas está en sus propias manos o en ninguna parte.

La calle se transformó en protagonista de la historia política de los últimos años y es la expresión de una reserva ante la democracia representativa: pareciera que el poder hubiera comenzado a desplazarse hacia los movimientos ciudadanos. La gente quiere participar directamente y no a través de supuestos representantes suyos en los que ya se hace difícil confiar como se hacía antes.

Esa es tal vez la razón de que el triunfo de Bachelet no haya sido tan celebrado como se hubiera esperado.Y es que existe la opinión generalizada de que las promesas de su gobierno podrán cumplirse o no cumplirse, pero que los movimientos ciudadanos que se han movilizado detrás de ellas, contra viento y marea, seguirán.

Ahora se sabe que la obtención de los cargos políticos, incluido el de Presidente, no asegura el cumplimiento de las reivindicaciones sociales. Lo decisivo está en la expresión directa de la voluntad ciudadana. Es divertido que en la película de Kramer el único político que se salva sea el dirigente de Aysén, Iván Fuentes, actualmente elegido Diputado por su región.

El humorista, con gran agudeza, pone de manifiesto que en ese circo en el que se ha transformado la política nacional, sólo llegan a ser creíbles los líderes que surgen del movimiento ciudadano. Por eso, en la nueva coalición que se prepara para gobernar, también se ha celebrado el apoyo de los nuevos parlamentarios venidos del movimiento estudiantil.

Algunos piensan ingenuamente que con estas inclusiones se podrá asegurar y tal vez hasta controlar el compromiso de los movimientos sociales. Por eso también se ha aceptado de tan buen grado la posible inclusión de los comunistas en el Gobierno y se ha celebrado el peligroso error cometido por Bárbara Figueroa al comprometer a la Cut en la campaña. Pero este control no ocurrirá. Los chilenos ya han hecho la experiencia de su independencia y no van a perderla ahora por un amasijo de promesas que siguen siendo inciertas.

El triunfo de Bachelet fue asegurado porque ha mostrado su independencia con respecto a los partidos que la han apoyado.Si se hubiera presentado como candidata de la Concertación, su éxito no habría sido tan seguro.

Ella ha tenido la inteligencia para demarcarse de ellos sin dejarlos de lado.Sabe que los puntos fundamentales de su programa han sido establecidos por los movimientos sociales y no por los partidos.

¿A quién finalmente se mantendrá fiel su gobierno? ¿Volveremos a caer en una versión punto dos de la Realpolitik, o vendrá verdaderamente una revolución en Chile que restablezca la unidad nacional sobre la base del compromiso de todos los ciudadanos? Eso es lo que todos nos preguntamos.

Pero todos también ya sabemos que para lograr ese objetivo el futuro no depende únicamente de la decisión de un Presidente o del éxito en unas elecciones, sino de la fuerza con que se muestre en la calle la voluntad ciudadana.

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30 dic 2013

Del gobierno de la arrogancia al gobierno de la esperanza

Chile empezará a transitar nuevamente durante 2014 desde la arrogancia a la esperanza.Ya lo hizo en 1990, sólo que ahora hay que recorrer nuevos caminos en un mundo cada vez más cambiante y desafiante y que son muchos más los nuevos caminantes.

Las expresiones, “el gobierno de los mejores y la excelencia”; “en 20 días hemos hecho más que la Concertación en 20 años”;”haremos el mejor censo de la historia”, quedarán como expresión de la soberbia y el sin sentido que impidió permanentemente la sintonía entre el gobierno y las mayorías nacionales.

Un gobierno que confundió las habilidades y los intereses de grandes empresarios y gerentes, es decir de una minoría, con el deber de realizar una política de estado democrática, participativa e integradora. Un gobierno de derecha que instaló en el mejor sentido un gobierno de “clase”.

Tenemos ahora la oportunidad de construir una nueva democracia, integradora, inclusiva, participativa, es el foco de la esperanza depositada por la mayoría de los chilenos en el gobierno de la nueva mayoría.

Desde luego la responsabilidad de nuestra Presidenta es central no sólo para ejercer su liderazgo en el cumplimiento del programa de gobierno sino que para percibir y encarnar esta nueva esperanza.

También para valorar e incorporar un rol activo de los partidos políticos en el apoyo al gobierno, en la definición de las grandes tareas, en la difusión de su obra y también en la tarea de educación cívica de nuestro pueblo que debemos retomar desde el sistema escolar pero no sólo en el aula.

La reciente experiencia frustrada del gobierno de la alianza de derecha, enseña que, en democracia, el rol de los partidos políticos resulta indispensable para gobernar.

Por su parte, la responsabilidad de los partidos políticos que integran la nueva mayoría es central, no sólo para procesar sus legítimas diferencias lo que parece obvio, sino que para sintonizar la acción del gobierno con los actores sociales cada vez más demandantes de protagonismo, sin los cuales no habrá posibilidad de cambios reales y sustentables, y para respaldar con lealtad a toda prueba a la Presidenta.

Fin a la “política entre cuatro paredes” y sí a la trasparencia y a la participación ciudadana.Aunque les moleste a algunos pocos, sí es cierto que una nueva esperanza recorre Chile.

La esperanza de una atención de salud garantizada para todos los chilenos.

La esperanza de jubilaciones dignas y claramente superiores a las actuales.

La esperanza en una educación pertinente, gratuita y de calidad para la juventud chilena pero también la capacitación técnica y profesional entendida como un proceso de actualización permanente para todos los trabajadores chilenos.

La esperanza en una nueva institucionalidad expresada en una nueva Constitución que defina los grandes valores e intereses de la sociedad chilena de manera participativa y democrática, que establezca los derechos y deberes ciudadanos sin exclusiones ni discriminaciones y que defina a todos los pueblos habitantes del bello Chile como hermanos.

La esperanza de contribuir a un mundo en paz participando activamente en la sociedad global a través de foros y organismos internacionales.

La esperanza que los chilenos podamos cambiar el eje de nuestras preocupaciones de la obsesión “del tener” al paradigma “del ser”.

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30 dic 2013

Piñera, la improvisación como filosofía

La profunda crisis que atraviesa la derecha es de ideas y de proyecto. Termina el gobierno de Sebastian Piñera sin que nadie pueda hoy decir con claridad cual ha sido el norte de su gestión, que deja de duradero, de sello propio, un gobierno más dedicado al impacto comunicacional que a la sustancia de las cosas.

Entendámonos. Como bien señala Castells la política es en gran parte, comunicación, sobretodo en la sociedad de la información. Pero para que la comunicación construya hegemonía política y cultural en la población debe haber una cierta densidad de ideas que sean parte de un proyecto de país, de una cierta visión del mundo, de lo cual este gobierno ha carecido por completo.

El episodio del Hospital de Puente Alto, denunciado por el Alcalde RN de la comuna, sería casi anecdótico sino correspondiera a un estilo de gobernar del Presidente Piñera: la improvisación.

A diez días de la instalación de la primera piedra, los vecinos estupefactos veían como la empresa encargada de la obra había retirado los camiones, la maquinaria que se hizo llegar para la ceremonia presidencial, las mallas que circundaron el antiguo basurero y hasta la primera piedra y no quedaba rastro alguno que indicara que habría un inicio de obra y, de nuevo, esos terrenos comenzaban a llenarse de desperdicios.

Ya sabemos que el mejor censo de la historia, como pomposamente le llamó el Presidente, terminó siendo un fraude y al final, contra la opinión de todos los expertos nacionales que han indicado que dichos resultados no sirven para hacer políticas públicas, el gobierno instala una comisión de expertos internacionales no para corregir sino para avalar y echar tierra a un error histórico que hará que al finalizar el gobierno Piñera los chilenos no sepamos ni siquiera cuantos somos.

Es una filosofía de gobierno, no importa la calidad de los proyectos ni la viabilidad de ellos, ni como se financian, ni si la ejecución estará en manos de los próximos gobiernos o si instituciones otrora prestigiosas se debilitan y caen en el ridículo como ha ocurrido durante este período con el SII, el INE, el Registro Civil.

Lo importante es que se anuncie, que el Presidente aparezca en la TV como el gran realizador, que el cosismo reemplace los vacíos de políticas públicas serias encaminadas a resolver los problemas de fondo de la población y encubra la incapacidad de tomar decisiones por temor a la impopularidad, la pobreza de ideas, la inexistencia de un proyecto, la ausencia de un relato de la derecha que la sitúe en el siglo XXI.

Su gobierno es culpado por gran parte de la derecha como el responsable de la derrota electoral, él mismo, como líder, es desacreditado por dirigentes y parlamentarios de los partidos de gobierno y deja una derecha más dividida que nunca, sin horizonte cultural, atada todavía al pasado heredado de la dictadura, sin comprender siquiera bien el cambio de ciclo, el rol de los movimientos sociales y sin voluntad de asumir o sumarse a los cambios que la sociedad chilena exige.

Sin duda, Sebastian Piñera tiene una responsabilidad enorme en la crisis de la derecha que deriva básicamente de su inconsistencia cultural y de gobernar para la galería sin asumir los costos que un jefe de estado debe asumir para hacer avanzar, al menos, un puñado de convicciones, sobre todo si ellas son beneficiosas para el país.

Al inicio de su mandato, su mayor aliado en el primer gabinete, el ministro del Interior Rodrigo Hinzpeter, en lo que será su más lúcida acción, plantea la necesidad de renovar el relato político de la derecha. La UDI, que hace de su origen y pasado lo que llaman “un factor de identidad “, rechaza la idea y amenaza con la estabilidad del gobierno.En RN los liberales no aparecen por ningún lado, Hinzpeter queda solo, sin el apoyo explícito del presidente, y la idea muere aún antes de ser siquiera debatida.

A partir de ese momento el Ministro abandona la jefatura política, se concentra lastimosamente en tareas de seguridad pública, donde el gobierno ha cometido sus mayores errores sobre todo frente a las enormes expectativas que creó, y termina mandando al congreso la Ley Hinzpeter que felizmente para el país y para el propio futuro del Ministro ha sido rechazada definitivamente por el Parlamento.

Hinzpeter, el gran delfín de Piñera, termina, digámoslo, abandonado por su líder, sin voz ni voto, destinado a los temas de ordinaria administración de su cartera, y con escaso peso político al interior del gobierno.

Así fracasa el tímido primer intento de renovación de la derecha chilena impulsado desde La Moneda.

En septiembre del 2013, al conmemorarse los 40 años del golpe, desde el palacio de gobierno donde murió heroicamente Salvador Allende defendiendo los valores republicanos, Piñera entiende que hay una nueva oportunidad de pasar a la historia y clavar una bandera hacia el futuro.

Habla de los “cómplices pasivos” y de la responsabilidad de colaboradores y dirigentes de la derecha en lo que ocurrió durante los años de Pinochet.

Sin duda un gesto de audacia política y, a la vez, de cálculo, teniendo presente que tendría un enorme rechazo en su sector pero una mirada positiva de la mayor parte de la población fuertemente conmocionada por los reportajes televisivos, con imágenes no vistas y realizaciones de ficción inolvidables, sobre los acontecimientos del golpe y de la secuela de crímenes cometidos por la dictadura.

Sin embargo, la inconsistencia mata a Piñera. Después de los “cómplices pasivos” el Presidente se transforma, al abandonar Longueira por enfermedad, en el principal impulsor de la candidatura de Evelyn Matthei que sin duda puede ser sindicada como un rostro emblemático de los “cómplices pasivos” de la dictadura y de los sostenedores del Sí.

Con ello, el Presidente anula el efecto de su llamado a superar el pasado, entrega la conducción de la derecha a la UDI, abandona antiguos aliados para favorecer a una enemiga acérrima y es parte de una operación política que no podía terminar de otra manera que con una portentosa derrota que daña y remece los fundamentos mismos de su gobierno y quiebra a la derecha que podía respaldarlo en una postura abierta y políticamente más liberal.

¿Que quedará del gobierno de Piñera hacia el futuro? Poco, muy poco. Mucho ruido y pocas nueces.Su futuro político, si logra reconstruirse, dependerá de la solvencia y coherencia con que propicie, desde la oposición, una política de colaboración con los cambios que mayoritariamente piden los chilenos.Para ello se requiere más que astucia, un coraje político que no claudique, construir una oferta de lo que una nueva derecha democrática puede ofrecer en el futuro al país.

¿Es aún Piñera el hombre para ese objetivo? Desde su gobierno no lo fue. Pero sería un bien para el país una derecha que llame dictadura a la dictadura, que quiera instituciones sólidas y legítimas con ciudadanos participativos y protagonistas y que esté dispuesta a revisar un modelo económico que impide resolver, por sí mismo, los problemas de inequidad y de desigualdad presentes en la sociedad chilena.

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29 dic 2013

Una nueva autopista en Santiago

En el Plan Regulador Intercomunal de Santiago (PRIS) vigente a partir del año 1960 y en el Plan Regulador Metropolitano de Santiago (PRMS) que reemplazó al anterior en el año 1994, instrumento normativo vigente hasta ahora, se proyectaron dos vialidades expresas en ambos costados del río Mapocho las que discurrirían en 40 km de extensión entre el sector alto de la comuna de Las Condes, actualmente comuna de Lo Barnechea, y la comuna de Pudahuel.

Con la implementación de la Ley de Concesiones de Obras Públicas, DFL MOP Nº 164 de 1991, en los inicios del actual régimen democrático, y tan pronto se publicó 5 años después en el Diario Oficial el Decreto Nº 900 de ese mismo ministerio, las autoridades de entonces llamaron a una licitación pública para concesionar esa vía sobre el borde norte del río y el ganador del atractivo negocio fue una empresa italiana : así se construyó la autopista conocida como Costanera Norte.

Enseguida se le asignó al ministerio de Vivienda y Urbanismo, un presupuesto de 54 millones de dólares, los que no consideraban ciertos cambios de servicios ni expropiaciones, para que este ministerio a través del Servicio de Vivienda y Urbanización (Serviu) ejecutara en el borde sur del río una avenida no tarificada que se llamaría Costanera Sur.

Esta nueva vía contemplaría conexiones con la ya construida autopista Costanera Norte, pero por diferentes motivos y no bajo la tutela del Minvu, sino del MOP, este proyecto se ha materializado solo en algunos cortos tramos, uno de los cuales fue la polémica ruta de 2 km exigida como medida de mitigación a un proyecto inmobiliario privado que se está construyendo en el área verde ex Estadio Santa Rosa de Las Condes, que le pertenecía a la Fundación del Club Deportivo de la Universidad Católica, predio localizado exactamente al costado de la Embajada de EEUU en esa comuna.

Ahora bien, hemos tomado conocimiento por casualidad de la existencia del recién firmado (13/12/13) “Protocolo de Acuerdo del Proyecto Vial Costanera Sur”, documento muy poco conocido, suscrito por Loreto Silva, ministra del MOP, su promotora, con sus colegas de Transportes y Telecomunicaciones y de Vivienda y Urbanismo, más los alcaldes de Vitacura, Lo Barnechea y Las Condes.

Como vemos, se está reviviendo esta antigua idea y para ello esas autoridades ya han convocado a tres expertos de la plaza, dos arquitectos y un ingeniero, quienes están elaborando un Plan Maestro con el propósito de buscar soluciones de conectividad peatonal, ciclovías, infraestructura pública y equipamiento urbano y según tal Protocolo esta nueva vialidad, al contrario de la autopista Costanera Norte, dispondrá al mismo tiempo de valiosos elementos de transporte, urbanismo y paisajismo.

Sus impulsores, conocedores de las crecientes congestiones vehiculares producidas por la alta importación de automóviles y similares, decidieron iniciar los estudios de prefactibilidad, sin saber todavía, según se expresa en ese documento oficial semi secreto, si esta solución vial será licitada para que la explote un concesionario o si será ejecutada con fondos públicos, como tampoco saben si será en superficie, en trinchera abierta o cubierta e incluso dentro de la caja del río.

Pero como este proyecto es un buen nicho de negocios para los inversionistas que pululan en búsqueda de buenas oportunidades, lo más seguro es que se concesionará, esperando ahora que los términos de la misma sean relativamente equilibrados.

Habrá una mesa de trabajo a la cual se invitará, según dice el Protocolo, sólo a los expertos que estén apoyando el proyecto (sic), lo cual impedirá la confrontación respetuosa de opiniones entre iguales y por ello a través de esta tribuna le decimos a Loreto Silva, Rodrigo Pérez y Pedro Pablo Errázuriz, los tres ministros salientes, que desde ya hagan valer las disposiciones de la Ley Nº 20.500 de Participación Ciudadana en la Gestión Pública, la cual es coherente con los lineamientos generales de la Política Nacional de Desarrollo Urbano (PNDU) recién firmada por el presidente Piñera.

Si se desea avanzar con legitimidad en este proyecto vial, el que ya tiene muchos detractores, se deben democratizar a partir de ahora sus estudios porque sus impactos deben ser evaluados desde un principio, más aún si el uso de los vehículos privados está cuestionado por razones de fondo por las mismas autoridades de turno y porque hay un proyecto de tranvías públicos por el mismo sector que propone Francisco de la Maza, alcalde de Las Condes.

A través de esta columna invitamos a los mencionados ministros para que realicen, inmediatamente después de las fiestas del Año Nuevo, un necesario ejercicio de transparencia invitando a las Juntas de Vecinos de todas las comunas en donde se tiene previsto la ejecución de la obra vial, para que ésta se conozca integralmente y si ello no ocurre, estamos seguros que los tres próximos ministros sectoriales que asumirán sus cargos el 11 de marzo de 2014, sí lo harán para honrar el programa de Gobierno de Michelle Bachelet.

Lo importante es democratizar las decisiones que se adoptan en el ámbito del desarrollo de las ciudades, lo que hasta ahora no sucede y por ello nos debemos esforzar para que se produzca este cambio conductual ya que así, entre otras cosas, en las próximas elecciones populares no tengamos tan alto nivel de abstención.

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