04 feb 2014

Arica, ausencia de una política de soberanía territorial en zonas extremas

Se pierde en la memoria las veces que he escuchado “la defensa de nuestra soberanía territorial”, frente a cualquier coyuntura en que ésta se ve afectada, pero transcurre un breve tiempo y frente a los cotidianos problemas, nos olvidamos y deja de ser un tema de preocupación.

Chile con sus 5.000 kilómetros de frontera siempre tendrá zonas, donde el ejercicio de la soberanía será difícil para sus habitantes, más aún cuando tienen cercano acceso a países limítrofes que les ofrecen servicios con claras ventajas de oferta.

La soberanía siempre tendrá un costo y con mayor razón en las zonas extremas.

Hoy vemos la inquietud de la ciudad de Arica, donde- incluso- una parte de la población cree que es sólo un problema de los pescadores artesanales por el mar que hemos perdido con el fallo de La Haya.

Decir que ya es hora de tener una política de Estado para todas las zonas extremas es casi cínico, porque es reconocer nuestra despreocupación por la soberanía, que no sólo es materia de un determinado gobierno, sino de toda la nación.

Aquí no caben las excusas de las reformas urgentes o cualquier otra. Esto es de sobrevivencia, el patriotismo no puede seguir siendo una palabra hueca sin contenido real.

La solución para las zonas extremas hay que construirla entre todos, en primer lugar con sus habitantes, con los que sufren el aislamiento, que conocen mejor que nadie lo que los afecta, generando políticas para la creación de actividades económicas sustentables y permanentes, ajenas al asistencialismo; habrá que generar discriminaciones positivas en lo salarial, tributario, financiero, educacional, salud y cultural.

El presidente Carlos Ibañez no dudó, con criterio geopolítico, en otorgar puertos Libres a Arica y Punta Arenas.

Los ministerios de Hacienda no pueden ver esto como una inversión que debe rentar obligadamente en términos económicos, sino como parte de una planificación de soberanía. Será necesario que nuestras autoridades dejen de ver las demandas regionales como algo ajeno para no ver banderas extranjeras ondeadas por chilenos.

Las empresas de menor tamaño (EMT) –micro, pequeñas y medianas empresas – también están llamadas a jugar un importante rol en este sentido, son las que han sostenido el desarrollo local, sin restarle relevancia a las grandes empresas, con la diferencia que estas últimas han explotado muchas veces los recursos naturales, sin que de sus ganancias- ya sea por la vía de impuestos o de aportes directos- queden en las zonas de origen.

Las EMT son administradas por los mismos dueños que viven en las zonas, pertenecen a las fuerzas vivas de las regiones y son parte de los movimientos sociales, con los cuales las autoridades políticas partidarias, gubernamentales y parlamentarias deberán trabajar en planes de desarrollo, que cuenten con la participación ciudadana.

Sin ella no existen políticas públicas, sino simples políticas de oficina destinadas a resultados mediocres o de franco fracaso.

Es de esperar que el próximo Gobierno, que tiene en su programa un capítulo especial para las zonas extremas y territorios con estatutos especiales y que están consideradas en las medidas de los primeros 100 días, logre superar estas situaciones integrando a la ciudadanía en su planificación y que- a su vez- la población pueda ejercer el control social de su ejecución.

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03 feb 2014

No sólo los estudiantes

Si Michelle Bachelet, esta vez, hubiese nombrado su primer gabinete con Pérez Yoma en Interior, Velasco en Hacienda, Brunner en Educación y hasta Francisco Vidal en la Secretaría General de Gobierno, y después hubiere nombrado a Gutenberg Martínez como embajador en La Habana y al diputado Tarud como embajador en Ginebra, todos habríamos dicho que la Presidenta electa no escuchó el mensaje y el mandato que los ciudadanos le entregaron.

El argumento de que se trataba de gente capacitada, de conocido aporte a la democracia, de excelencia, de probada militancia en la Concertación y de identificación con sus partidos, habría sido considerado una falacia.

Si estos destacados concertacionistas hubiesen sido nombrados en 1990, en el primer gobierno de la Concertación, habrían sido bienvenidos. Incluso si hubiesen sido nombrados en 1994 y hasta en el 2000.

¿Por qué no hoy?

Porque, como ha dicho la propia Presidenta electa, “el país cambió”.

Y, más, el país cambió tanto que hizo arrasar en primarias a quien personificó ese cambio –ella misma-y en la segunda vuelta ella, con un programa de cambio radical, se impuso con el más alto porcentaje de la historia de Chile: 62,7 por ciento.

Nunca el país mostró un mandato tan claro y tan mayoritario para llevar adelante un programa.

En las primarias de la Nueva Mayoría no ganaron los que consideraban errada “la gratuidad de la educación”. Perdieron. Perdió Velasco, perdió Orrego. Perdió Brunner, perdió Gutenberg Martínez y perdió esta niña que ahora fue nombrada subsecretaria de Educación.

No sólo los estudiantes, los dirigentes estudiantiles, no sólo Jackson, no sólo Boric, no sólo Camila Vallejos han sido críticos con la designación. La inmensa mayoría de ese 62,7 por ciento está creyendo que no se consideró suficientemente su voto y que hoy parece que es lo mismo – al menos en Educación- haber votado por Bachelet que haberlo hecho por Orrego o por Velasco.

Un falso concepto de democracia han llevado adelante nuestros políticos desde 1990 en adelante: ése de que los elegidos para gobernar deben hacerlo de acuerdo a los no elegidos para gobernar. Que si no se hace así los países no avanzan, chocan en su interior, se estancan y hasta retroceden.

Se afecta así el principio democrático de “la elección”, ese que nos entrega el derecho de decir “quiero esta politica” y no esa otra. Precisamente el derecho de elegir.

Y la historia, por lo demás, es clara: no se abolió la esclavitud porque todos estaban de acuerdo en ello, muy por el contrario.

En Chile muchos se opusieron al estado laico, a la ciudadanía amplia, a la Reforma Agraria y a la sindicalización campesina, a la ley de la silla, a las 8 horas, a la cédula única, en fin al avance de la democracia y de los derechos de los trabajadores, pero la mayoría de la ciudadanía – no “todos”- las aprobó y las impuso.

Es bastante serio lo ocurrido.

No se trata de que esta niña sepa mucho, sea de excelencia y sea disciplinada ni que haya sido chequeada y sus antecedentes transparentados. Tampoco se trata de que hasta hace poco haya estado casada con un empresario de la educación con fines de lucro, o que lo haya asesorado reiteradamente. Ni que…bla, bla, bla. Eso no importa.

En la Nueva Mayoría hay quienes han lucrado y lucran en la Educación y lo harán por mucho tiempo (porque les parece normal). Lo importante es que ellos no dirijan ministerios mandatados (quiere decir mandados por la gente) a avanzar rápidamente hacia una educación gratuita.

La niña nominada recibió públicamente las felicitaciones de Mariana Aylwin, J.J.Brunner y la senadora Alvear. ¿Por qué ?

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03 feb 2014

Cuatro samaritanas y un peruano

En agosto del 2013 visitó Santiago mi amigo peruano José Pedraza. Lo conocí en Lima el año 2000 y ya en ese tiempo tenía un proyecto de impulsar el turismo de chilenos al Perú y viceversa, como también, exportar “la cocina y sabores del Perú” al mundo, especialmente a Chile. Creo recordar haberle respondido que su idea era excelente, aunque un poquito soñadora, casi ingenua.

Conversamos como si los años no hubieran pasado, porque las amistades genuinas no requieren presentaciones. Mientras comíamos, coincidimos en el notorio progreso y desarrollo de nuestros países, como también, en la necesidad de superar las diferencias históricas que los separan, para lo cual se requerían nuevos textos, con una visión más integradora y común.

Recordamos también a su padre (Q.E.P.D) y a mi suegro, quien en ese momento estaba “poniendo proa al infinito”, como le gustaba a este último afirmar.

Terminamos brindando por nuestras familias, amigos y por una mejor relación bilateral chileno-peruana.

Mientras acompañaba a José a su Aparhotel, vimos en una de las esquinas de Av. Providencia con Ricardo Lyon a un hombre tirado en la calle junto a su moto.

Estaba prácticamente inmóvil y era rodeado por cuatro mujeres, quienes intentaban prestarle auxilio.

Oye negro, ¿qué pasó aquí?

Nada José, es un accidente, pero ya están ayudando al herido.

En ese instante José se detiene y me dice,pero negro, son sólo mujeres las que lo están ayudando y es de noche.

Ante tan perentoria afirmación, me detengo también y observo que mi amigo tenía toda la razón. Las cuatro samaritanas estaban haciendo un gran trabajo confortando al herido, pero se exponían innecesariamente. Los buses y autos pasaban muy cerca de ellas y eso era muy peligroso.

En consecuencia, acordamos rápidamente que yo pararía y desviaría el tráfico a menos de diez metros del accidente, cuál carabinero de Tránsito, para lo cual debía levantar mi mano como si efectivamente lo fuese.

Por su parte, José se puso al lado del herido, y además de darle ánimo, evitaba que los autos de la primera pista se aproximaran a éste. A su vez, las mujeres intentaban comunicarse con Carabineros y el SAMU.

Luego de una hora de espera y de provocar un “taco fenomenal” para ser un día de semana, llegó Carabineros y luego una ambulancia. Cabe consignar que algunos automovilistas se detuvieron y ofrecieron su ayuda.

Otros, pasaban cual espectadores e intentaban acercarse para observar con más detalle, pero hubo dos o tres casos que nos miraron en forma desafiante y con cara de muy pocos amigos. De todo hay en la viña del señor, me decía mi querida abuela Chela.

Recuerdo que el herido, quien apenas podía hablar y moverse, sin embargo, antes que lo subieran a la camilla, hizo un esfuerzo y estiró su mano a José para darle las gracias.Ese solo gesto valió mil palabras.

Finalmente, nos despedimos de las samaritanas y mientras caminábamos con José, nos dimos cuenta que un gesto de humanidad y caballerosidad hacia un desconocido no tiene fronteras.

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02 feb 2014

La disolución de la autoridad

Las redes sociales tienen muchos aspectos positivos que no se discuten. Le otorgan poder a la ciudadanía, fomentan la transparencia y fortalecen la circulación de la información.

Sin embargo, estas mismas virtudes tienen un lado que resulta parcialmente cuestionable, en la medida que no sean empleadas con responsabilidad o que, incluso, se las utilice con fines particulares que, como es lógico, no se declaran con la misma transparencia que se reclama.

Si se ven los hechos sin pasiones, algo de eso es lo que ha estado ocurriendo con los cuestionamientos a la designada subsecretaria de Educación Claudia Peirano, y a la que se está sumando la situación del subsecretario de Salud Pública Jaime Burrows.

Ambos son militantes DC y han expresado en el pasado opiniones o han realizado acciones que parecen ir contra el Programa de Gobierno. Peirano ha estado vinculada a colegios particulares subvencionados y Burrows ha manifestado dudas sobre el aborto terapéutico.

Las nuevas autoridades comprometieron una revisión exhaustiva de los antecedentes de los ministros y subsecretarios designados, por lo que es presumible suponer que estas situaciones eran conocidas y aceptadas por la Presidenta electa.

Cualquiera con acceso a Internet se hubiera enterado de las opiniones de ambos en las materias que tendrán que impulsar como subsecretarios.

A partir de Peirano, la explicación del nuevo Gobierno ha sido sucinta. Ella participó en la preparación del Programa de Gobierno, y por lo tanto adhiere a este.Seguramente, lo mismo se dirá de Burrows en caso que se considere necesario dar argumentos sobre su nombramiento.

El hecho es sintomático, sin embargo, desde otro punto de vista. A más de un mes que asuma la nueva administración, se cuestionan sus primeras decisiones a través de las redes sociales.

La pregunta esencial es, entonces ¿Quién realiza el cuestionamiento? Lo que aparece como visible es que el origen de las críticas viene de un periódico electrónico que ha llegado a destinar seis notas en un día solamente a Peirano. Ese sólo dato explica mucho.

A partir de estas publicaciones, el tema se ha viralizado a través de las redes sociales hasta que la Presidenta electa tuvo que instruir a su vocero designado para que definiera el asunto, advirtiendo con toda claridad que la decisión no se modificaría a pesar de los reparos de dirigentes universitarios, entre los que se incluye el propio hijo de la subsecretaria designada.

Recién en este punto, los demás periódicos comenzaron a cubrir el asunto, y sin destinarle mayor espacio a pesar que estos días son escasos de noticias en el ámbito de la política, aunque alguno ha dedicado portadas intuyendo el sabor que representa una disputa del pacto antes de asumir el Gobierno.

Es sabido que en el seno de la Nueva Mayoría conviven fuerzas políticas con posiciones diferentes, incluso contrapuestas, frente a algunos temas centrales del Programa de Gobierno pero que han concordado algunos lineamientos básicos para lograr un acuerdo.

Desde ese punto de vista, llama la atención que las dos personas que aparecen cuestionadas por opinar en el pasado -no han cometido delitos ni han dicho siquiera si mantienen sus opiniones- sean militantes de la Democracia Cristiana.

Es como para pensar que no se trata de buscar la pureza del gabinete ministerial, sino de resolver las diferencias.

Lo complicado de esta lucha política -pues eso es, como siempre lo ha sido- es que cada vez se usan más las redes sociales como armas y los usuarios de estas redes no están completamente conscientes que son empleados como soldados de infantería.

El empoderamiento ciudadano, la transparencia y la mayor libertad en la circulación de la información pasan a ser entonces bastante relativos y cuestionables, pero la responsabilidad no es de las herramientas sino de quienes las usan y al final no se sabe quién manda en realidad.

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02 feb 2014

Expoliación de área verde perteneciente a una comunidad de Conchalí

Los indignados dirigentes de la Cooperativa de Viviendas Oscar Heiremans, entidad que agrupa a 63 familias que residen en sendas viviendas construidas en el año 1968 por la constructora Habitacoop, localizadas entre las calles Barcelona, Huechuraba, Boston y Versalles, colindantes con la Avenida Américo Vespucio, comuna de Conchalí, han tomado contacto con nosotros solicitándonos asistencia ante un intento de la avasalladora administración central de ocupar irregularmente un terreno área verde de 5.100 m2, situado al costado norte de ese conjunto habitacional, predio mantenido desde su origen por los vecinos que lo ocupan solidariamente con fines recreacionales y deportivos.

Este terreno área verde, según la inscripción de dominio, a fojas 21006, número 24476, del 19 de abril de 1967 en el Conservador de Bienes Raíces de Santiago, le pertenece a la antigua Población Oscar Heiremans.

Hace un par de años el Serviu Metropolitano, con el despotismo que le es característico, se apropió fácticamente de ese terreno, sin que la municipalidad de Conchalí hiciera valer resueltamente su autoridad en defensa de sus vecinos.

Daniel Johnson, director del Serviu, para demostrar la apropiación indebida del terreno ha dicho que hace unos 40 años los vecinos se lo habían cedido gratuita y voluntariamente al Estado para transformarlo en un bien nacional de uso público.

Lo anterior ha provocado un delicado conflicto territorial, bien cubierto por los canales de televisión y medios radiales, porque el servicio público dependiente del Minvu desea construir allí viviendas sociales y las mencionadas 63 familias reclaman con documentación en la mano que el área verde de manera indefectible es de propiedad de la Población.

Apoyan la demanda de esos vecinos las Poblaciones La Granja, Punta de Diamantes y Juanita Aguirre, situadas en el barrio, en donde viven unas 450 familias. En los últimos días la municipalidad de Conchalí se ha quejado amargamente porque, deseando solucionar el impasse, el Serviu sistemáticamente se ha negado a integrar una mesa de trabajo para compatibilizar los distintos legítimos intereses en juego.

Fuimos al lugar de los hechos y constatamos cómo esas antiguas familias, con sus descendientes, hijos y nietos, defienden con plena convicción su terruño de las máquinas invasoras enviadas por el Serviu, las que recientemente ya han destruido varios añosos árboles.

Observamos con pena a muchas abuelitas que lloraban ante la impotencia de no poder enfrentarse a los poderosos bulldozers de la constructora contratada para ejecutar las obras.

Ahora vamos a explicar lo que sucede con este tipo de predios, los que pueden ser indistintamente fiscales, municipales, privados y bienes nacionales de uso público.

El Plan Regulador Metropolitano de Santiago (PRMS) establece en su Capítulo 5.2 el Sistema Metropolitano de Áreas Verdes, desagregando los Parques Metropolitanos, los Parques Intercomunales y las Áreas Verdes Complementarias, listando todos los nombres de esas tipologías a nivel comunal.

El artículo 5.2.3.4 del PRMS se llama Avenidas Parques, el que se divide en 1.- Parques Adyacentes a Cauces y 2.- Parques Adyacentes a Sistemas Viales, indicándose también sus nombres y las comunas en donde discurren.

Uno de estos últimos parques se localiza adyacente a la Avenida Américo Vespucio en la comuna de Conchalí, de tal forma que el terreno de la discordia se rige por las disposiciones reglamentarias contenidas en el PRMS.

Desde que está vigente, mayo de 1998, el Plan de Prevención y Descontaminación Atmosférica (PPDA) en esta saturada región las pocas áreas verdes que tenemos se deben preservar y el gobierno tiene la obligación de proyectar y materializar muchas más en atención al déficit existente, más aún en las comunas pobres.Las comunas del sector oriente, en donde residen aquellos que tienen el poder, tienen áreas verdes en exceso.

Pero a nuestros despistados parlamentarios en el año 2004, a pedido del Minvu, se les ocurrió modificar el artículo 59º de la Ley General de Urbanismo y Construcciones (LGUC), estableciendo una caducidad con plazos perentorios para las declaratorias de utilidad pública contenidas en los planes reguladores respecto de las calles, parques intercomunales y parque comunales.

Estos dos tipos de parques son áreas verdes necesarias para que las ciudades funcionen, pero a pesar de ello ya se han perdido, solo en esta región, como consecuencia de la aplicación de esta modificación legal, miles de hectáreas verdes en razón a la errónea caducidad la que, cuando se produce, cada municipio le solicita al Seremi de Vivienda y Urbanismo el cambio de uso de suelo para los predios favorecidos transformándolos en habitacional-mixto, con las específicas normas de edificación que tienen los terrenos adyacentes en cada Plan Regulador Comunal.

Tiempo atrás le expresamos por escrito al Minvu que revirtiera tan mal concebida política pública y para ello, encontrándonos la razón, ese ministerio envió el 11 de marzo de 2013 un mensaje presidencial (Nº 003-361) al Congreso Nacional, pero como no tenía suma urgencia el mensaje está guardado en alguna comisión parlamentaria.

Es más, creemos que no existe el más mínimo interés por parte de la casta política de restituir las cosas como estaban señaladas antes en el artículo 59º de la LGUC, ya que las plusvalías que se generan automáticamente hoy en día con los cambios de uso de suelo son muy atractivas.

Muy molestos con la situación vigente, el 21/02/13 conforme a la Ley de Transparencia, le solicitamos al Seremi de Vivienda y Urbanismo de esta región que nos entregara un listado, con los nombres de sus dueños, indicándonos la superficie de cada terreno y la fecha de la publicación del respectivo acto administrativo en el Diario Oficial, de todas aquellas áreas verdes desafectadas por la aplicación del nocivo artículo 59º de la LGUC.

Ese funcionario, como era su deber, nos respondió y en su ORD. Nº 1315 del 27/03/13 vimos que en la comuna de Conchalí se desafectaron dos parques intercomunales, adyacentes a los sistemas viales Ruta 5 y Avenida Américo Vespucio, sin revelarse el o los nombres de sus propietarios, como tampoco las superficies comprometidas.

El cambio de uso de suelo fue publicado el 02/03/11 en el Diario Oficial y por lo tanto las autoridades municipales de Conchalí conocen con exactitud cuáles fueron las áreas verdes desafectadas.

Lo anterior es gravitante para dilucidar el conflicto, ya que el director del Serviu aduce, para justificar su intervención, que el Seremi de Bienes Nacionales habría desafectado el terreno de 5.100 m2 de su condición de bien nacional de uso público (sic), el mismo que los vecinos reclaman como suyo, y que enseguida con la intermediación de una EGIS (entidad de gestión inmobiliaria social) se lo vendió al Serviu.

Esta pretensión carece de sustento porque los dirigentes de la Cooperativa Oscar Heiremans disponen de los certificados de dominio del terreno y sabemos que los Conservadores de Bienes Raíces no se equivocan.

Ante la superioridad del gobierno central y la inacción de la administración local, los vecinos perjudicados se vieron en la obligación de contratar a un abogado, el que ya interpuso un recurso de protección, ROL Nº 142053-2013 ingresado el 21 de noviembre de 2013 en la Corte de Apelaciones de Santiago.

Estamos seguros que la Corte fallará a favor de la Cooperativa y por lo tanto en contra de la arbitrariedad del Serviu.

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02 feb 2014

Educación ¿de calidad?

Todos piden educación gratuita y de calidad. Gratuidad no significa nada, ya que deben pagarse profesores, luz, agua, gas, etc. y alguien debe hacerlo,¿ pero quién?, ¿cómo?, ¿a quién?, ¿en qué condiciones, se paga?

La connotación “de calidad” es igualmente vacía.¿Qué significa? ¿Cómo se logra?¿Quién la da? ¿Basta con invertir más plata?¿Qué es educación?

Hay, en Chile dos modelos de educación, 1) inducir la autonomía intelectual, moral, estética y espiritual y 2) capacitación profesional para trabajar en o dirigir empresas. Los chilenos tenemos que elegir por plebiscito o por una nueva Constitución qué modelo queremos.

Independiente del modelo debe ser de calidad. Tomemos Enseñanza Media de calidad para empezar ¿cuál es el paso crítico para ella? Los profesores, que deben ser de calidad ¿cómo se forman?

En un programa universitario de calidad ¿cómo se garantiza este? Con académicos de calidad. ¿Cómo se forman los académicos de calidad? En un programa de formación y de carrera académica de calidad, calidad que implica competitividad universal.

Llegamos al tope de la calidad. Sólo una carrera académica exigente con competitividad universal puede garantizar una educación de calidad en Chile.

Las Universidades tradicionales existentes antes de la dictadura militar tenían y tienen carrera académica normada aceptablemente equivalente, aunque los planteles actuales aún de las estatales pueden no calificar en algún ítem.

La dictadura militar destruyó la carrera académica y permitió a cada universidad nombrar a quién quisiera, llegando a aberraciones gravísimas como nombrar a profesores de liceo como titulares universitarios o a médicos de la clínica que compró como académicos de medicina.

Acciones que son usurpaciones de cargo, estafas a los alumnos (no son académicos los que hacen la docencia) y ejercicio ilegal de la profesión (ser académico es una profesión, es una especialidad).

Es urgente reconstituir la Carrera Académica en Chile comparable a cualquier país del mundo, con el Escalafón Académico Nacional que fije salarios transparentes y reajustables como los de todo el Estado de Chile.

Salarios que pueden tasarse actualmente con un mínimo de 2 y máximo de 4 millones de pesos mensuales con los que puede solventarse una carrera académica normal, considerando que no hay gastos por parte del académico para su quehacer en la universidad.

Esta es la única manera de recuperar la calidad de la educación en Chile. Las Universidades deben acreditarse, en primer lugar por el crédito de sus académicos en las jerarquías académicas necesarias.

Así, si la carrera de medicina tiene 32 asignaturas, cada facultad de medicina tiene que tener al menos 32 profesores titulares o asociados (las dos más altas jerarquías académicas) radicados con jornadas completas en esa facultad.

Con el Escalafón Académico de Chile se soluciona en la mayor parte el pago por el Estado de la educación universitaria (gratuidad), la calidad de la educación, la acreditación universitaria y el desarrollo académico.

El proceso es directo, si el Estado de Chile tiene universidades en el país suficientes para formar los universitarios que necesita, pagando los salarios, los reajustes, el funcionamiento básico de docencia, investigación y extensión, no tan sólo se abarataría la educación sino que se podría integrar a lo largo de Chile y aprovechar al máximo todos los recursos académicos del Estado y los de infraestructura para realizar las prácticas (hospitales, minería, construcciones y empresas del Estado, más algunas privadas).

Tomemos medicina una de las profesiones más caras. Con una tasa de nacimiento que se ha mantenido cerca de 240.000 anual (ahora es menos) bastan 600 médicos al año para ir a una relación de un médico por 400 habitantes, (mundialmente aceptable) en pocos años  permite la formación de los especialistas necesarios.

Las universidades estatales actualmente forman a ese número de médicos, es cosa de implementar mejor los hospitales y laboratorios que se necesitan y exigir una carrera académica competitiva.

La carrera dura 7 años por lo que implica en plaza 4.200 estudiantes anuales, con repitentes 5.000. Calculemos su costo anual en dólares USA, como U$7.000 (realistamente); cuesta a Chile entonces U$ 35 millones anuales la formación médica que Chile necesita.

Si el número de académicos a jornada completa que se necesita para esto son 600 (uno por alumno, buena relación) a $ 3 millones es decir U$ 6.000 mensuales o U$72.000 anuales, se tiene en salarios académicos U$43.2 millones anuales, pero aquí está incluido el tiempo académico para docencia, creación y extensión.

Agreguemos el funcionamiento básico académico que puede ser 25% (U$ 12 millones) y los gastos de administración y gestión 50% (U$ 20 millones) y tenemos un total de U$ 75.2 millones para cubrir todas las necesidades académicas en la formación de 600 médicos anuales.

La formación de especialistas es casi el doble más cara pero son tres años solamente luego deberíamos agregar otros 600 médicos académicos a jornada completa es decir U$43.2 millones, un total de U$118.4 millones anuales.

Si tomamos todas las carreras de una universidad podemos usar la relación de la Universidad de Chile (no tiene pedagogías) en que es cuatro o cinco veces mayor que la Facultad de Medicina, más las pedagogías y multiplicando por 6 tenemos un gasto anual de U$710.4 millones.

Perfectamente posible sin cambiar el régimen tributario. Pero esto sería, calculando por cada estudiante de medicina incluido pos grado y pos título 20 alumnos de otras carreras (que no necesitan laboratorios de investigación complejos ni instalaciones médicas caras) un total de 24.000 estudiantes anuales lo que es el 10% de los nacidos.

Chile no necesita más que ese 10% de universitarios, un 30% sería técnico profesional (que debería tener un componente estatal importante) y el 60 % trabajadores manuales, campesinos, trabajadores del comercio y otros que sólo necesitan capacitación laboral (también parcialmente dada por el Estado) no universitaria ni técnica.

Debe notarse que se está pagando a 6.000 académicos de jornada completa (U$ 432 millones), suficiente para las necesidades de formación universitaria en Chile.

Queda un espacio enorme para que el privado si quiere dar educación universitaria, técnica-profesional y laboral lo haga y con todo el lucro que desee, pero sin un peso del Estado.

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01 feb 2014

La desigualdad, no sólo en la educación

Durante estos últimos días, la agenda noticiosa se ha copado por dos hechos principales, los cuales han afectado -o afectarán- a nuestro país. Por un lado, se encuentra el fallo de la Corte Internacional de La Haya, el cual ha traído consigo controversia en torno a los temas limítrofes que involucran a nuestro país, y también ha abierto nuevos debates acerca de nuestra relación con los países vecinos.

Por otro lado, ha estado presente en el debate público la designación de las autoridades que les tocará encauzar el próximo gobierno de Michelle Bachelet y, junto con ello, llevar a cabo el programa de la Presidenta electa.

Sin embargo, el debate público acerca de la gran problemática que afecta a nuestro país ha estado ausente en el último tiempo. Con esto me refiero a la gran enemiga: la desigualdad.

La sociedad chilena en su conjunto se ha ido convenciendo que los altos índices de desigualdad social impiden convivir con armonía y tranquilidad.Si seguimos avanzando con los índices sociales que actualmente tenemos, el país puede verse sumergido en una gran crisis social.No tiene sentido seguir creciendo económicamente -a nivel país- si la mayoría de los chilenos no están siendo parte de ese proceso.

La desigualdad social tiene muchas aristas en la cual se manifiesta. Una de las más evidentes ha sido la del sistema educacional imperante en nuestro país, que opera en función de los intereses que el mercado indica, generando una amplia desigualdad asociada a una segregación social brutal.

Esto ha llevado a juntar en un mismo colegio sólo a los “iguales”, socioeconómicamente hablando, rompiendo todo tipo de interrelación entre aquellos que pertenecen a una distinta clase social.

Sin embargo, la expresión de la desigualdad social no sólo es problemática en el ámbito de la educación. Sin duda que en el próximo periodo político se debe avanzar con fuerza a tener una educación gratuita, sin lucro y con mejor calidad para todos, en especial para aquellos que no la han tenido en muchísimos años.

Pero la desigualdad también se presenta en ámbitos donde afecta a miles de jóvenes que han estado alejados de los beneficios que ha otorgado la modernidad.

Todos aquellos jóvenes que actualmente no estudian ni trabajan, todos aquellos para quienes el problema no es “fumar marihuana” sino estar sumidos por completo en la “pasta” o que su principal problema no es la educación superior, ya que ni siquiera pueden acceder a ella.

Por cierto, también, todas aquellas jóvenes que, siendo madres solteras, aún no tienen donde tener a sus hijos -o hijas- mientras están en el trabajo o que viven día a día una extenuante jornada laboral que le agobia en su ámbito humano y personal.

La gran tarea es no agotar la reflexión social y política en torno a la problemática que embarca y que conlleva la desigualdad. Necesitamos urgente grandes reformas que apunten a acabar con todo tipo de abusos e inequidades que el sistema imperante ha conllevado. Necesitamos vivir en un Chile más justo y más igualitario.

Es por lo anterior que tenemos una nueva oportunidad, y no me cabe ninguna duda que el compromiso de Michelle Bachelet es con los que más necesitan; es por esto que ha manifestado su voluntad política para realizar las grandes reformas que nuestro país requiere.

Necesitamos un gobierno y una sociedad entera que camine y ayude a que las próximas generaciones comiencen a vivir en un país más igualitario, ya que a nosotros, los que vamos de “salida” de la educación superior, ya nos tocó estudiar en un sistema completamente injusto, en el cual importa de sobremanera la capacidad de pago más que las capacidades de cada persona.

Tenemos una gran oportunidad para dar un giro y preocuparnos de todos aquellos que han estado marginados de todos los beneficios, y así poder ir sentando las bases de un país con mayor igualdad.

Y en esto sin duda que las autoridades recién nombradas del gobierno deben enfocar todos sus esfuerzos y trabajar incansablemente para cumplir a cabalidad el programa de gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet. Es una deuda con el mundo más desposeído que debe ser zanjada.

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01 feb 2014

Desafíos del deporte

Muchos comentarios han acompañado a la designación de las nuevas autoridades del deporte.Más que referirse a las dudas de algunos por la falta de experiencia de la nueva Ministra o recoger el guante por la satisfacción de otros porque dicha autoridad no proviene del mundo del fútbol, hacemos bien en centrar el debate en los planes y programas.

El programa de la electa Presidenta Michelle Bachelet era claro en materia deportiva.Podía gustar o no, pero hacía énfasis en el deporte popular. En efecto, el plan de implementación del programa escuelas deportivas y la definición de la ubicación de 30 nuevos centros deportivos están dentro de las 50 compromisos para los primeros 100 días de gobierno como se informó en la prensa nacional.

Desde esa perspectiva, las nuevas autoridades cuentan con un perfil adecuado para llevar adelante dichas políticas.

Deporte popular es actividad deportiva con sentido y no multitudinaria transpiración. Las escuelas deportivas son extraordinarias instancias para la prevención de la delincuencia y la drogadicción, transmitir valores como el esfuerzo, perseverancia, disciplina, trabajo en equipo, colaboración, empatía y otras habilidades sociales que siendo positivas en si mismas, además, se han transformado en herramientas clave para la empleabilidad de nuestros jóvenes por potente que sea su formación en los aspectos técnicos de su respectiva profesión.

Si la juventud chilena aprende a valorar el deporte más allá del juego mismo y de sus personales aptitudes para la práctica, tendremos instalada en el país una probada herramienta de integración y cohesión social suficiente para conseguir fines públicos muy deseados por la sociedad.

Por otro lado, desarrollar la infraestructura deportiva no sólo significa construir sino también utilizar las diversas instalaciones diseminadas por todo el país.

Si las cientos de canchas de cemento, con sus típicos arcos de baby y basketball, abandonadas en nuestros barrios y poblaciones se transformaran en un amigable hito urbano, lugar de encuentro comunitario y deportivamente bien gestionadas para conseguir intenso uso en escuelas de especialidades deportivas o recreativas afines a las características y necesidades del grupo humano que efectivamente reside en el sector, tendríamos un programa de infraestructura con tanto o más impacto ciudadano que construir el mismísimo estadio nacional.

Parece majadero insistir que el deporte tiene espacio no sólo como herramienta para fomentar la práctica deportiva en la clase de gimnasia sino como legítimo instrumento para la educación cívica, el desarrollo de habilidades sociales, la instalación de hábitos de higiene, salud y alimentación, la prevención de la drogadicción, alcoholismo y violencia juvenil, la integración solidaridad y filantropía social.

Si a ese programa social le sumamos la inauguración de grandes estadios cuya construcción ya iniciara el actual gobierno como Valparaíso, Viña del Mar, Rancagua, La Serena y Concepción y la realización de grandes eventos internacionales como los Juegos Odesur de marzo próximo y la Copa América y el Mundial de Fútbol Sub 17 del año 2015 y avances en la lucha contra la violencia en los estadios, que podríamos presumir dadas las competencias en seguridad ciudadana de las nuevas autoridades del deporte, estaríamos hablando de una asignatura deportiva bien aspectada para la ciudadanía.

En este modelo de priorización del deporte popular también cabe el deporte de alto rendimiento.

El alto rendimiento tiene un efecto multiplicador, es un constructor de sueños y también generador de liderazgos sociales muy valiosos.

Sin embargo, por el mismo hecho de encontrarse en la frontera con la industria de la entretención y el contenido, la acción del Estado puede ser complementada, si no reemplazada, por los grupos intermedios principalmente las Federaciones, Asociaciones y Clubes Deportivos con o sin fines de lucro y el mundo del patrocinio y marketing deportivo.

Por lo anterior, estas organizaciones tanto o más que demandar del Estado, el Gobierno y/o el Ministerio actuaciones para ellos, debieran trabajar hacia el interior de ellas, reinventarse y hacerlo cada día mejor.

El Estado de Chile ha dispuesto numerosas herramientas al servicio del deporte competitivo y no todas ellas se utilizan a plenitud y con capilaridad geográfica e institucional por causas más relacionadas a las disputas internas que terminan haciendo del deportista una víctima de la lucha generalizada y no el objetivo de todos.

Por ello, es destacable que en los últimos años la Federación de Fútbol y sus dos Asociaciones, ANFA y ANFP, muestren progresos y contribuyan como un “gatillador” de práctica deportiva para los jóvenes que integran sus divisiones menores y para aquellos que movilizados por sus ídolos multiplican los equipos de fútbol escolar, vecinal y aficionado en todo el país, sin dejar de destacar que constituyen una legítima fuente de empleo para los miles de jóvenes futbolistas que están profesionalizados en cada vez más dignas condiciones laborales.

El deporte de alto rendimiento no debe temer a que el foco gubernamental esté en el deporte popular. Ambos, son complementarios en un escenario de coordinación, gestión y excelencia integral.

La profesionalización de sus estamentos y la apuesta por la existencia de ligas profesionales tales como la del fútbol puede ser un paso en esta aparente orfandad.

Varios deportistas chilenos aficionados, en diversas disciplinas, emigran a otros países a jugar en clubes profesionales sin perder la opción de seguir representando al país en juegos internacionales y legitimando con ello la versión profesional de deportes íntegramente amateurs en nuestro país.

Parece ser un desafío interesante que mientras se moviliza socialmente al país a través del deporte popular el alto rendimiento aumente la eficiencia de sus entidades para que todos cosechemos los frutos de un país realmente deportivo.

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01 feb 2014

Estigma y salud mental

La salud mental es un tema del cual se habla poco.Probablemente porque las injusticias en el área de salud son tantas que siempre hay otras enfermedades que dan la sensación de “merecer” más atención por parte de la prensa y la sociedad.

Sin embargo, es necesario hablar sobre el estigma que existe en Chile y en muchos otros países en torno a las enfermedades de salud mental. Según Ervin Goffman, especialista en este tema, el término estigma se define como “un atributo profundamente desacreditador”. Es decir, la persona que tiene esta característica particular siente un amplio descrédito o desvalorización por parte de sus pares.

Cuando hablamos de estigma social debemos entender que hay tres aspectos muy importantes que lo forman, los cuales se refuerzan mutuamente.

Primero están los estereotipos, entendidos como “creencias negativas sobre un grupo”. Luego tenemos los prejuicios, los cuales se definen como “conformidad con las creencias y/o reacciones emocionales.” Y en último lugar está la discriminación, la cual se explica como un “comportamiento en respuesta al prejuicio”.

Distintos estudios sobre el estigma y las enfermedades de salud mental demuestran que los estereotipos más comunes asociados a las enfermedades de salud mental grave (esquizofrenia) son peligrosidad, extrañeza, incapacidad para manejar su vida, incurabilidad e impredictibilidad, entre otros.

Por su parte, los estigmas asociados a las enfermedades de salud mental como la depresión son menos intensos pero igual son negativos. Un estudio realizado en Australia en 2006, demostró que se ve a las personas con depresión como débiles, no aptas para tomar decisiones e impredecibles.

En Chile una de cada tres personas sufre algún tipo de enfermedad mental en algún momento de su vida. Según la Encuesta Nacional de Salud de 2009, un 17% de los mayores de 15 años ha presentado síntomas depresivos.

Todo esto nos debe hacer reflexionar sobre cómo reaccionamos ante las personas que viven con algún tipo de enfermedad de salud mental. Y además de cómo nuestros servicios de salud atienden a este tipo de pacientes.

No solo son discriminados socialmente sino que la mayoría de las empresas de salud privadas solamente cubren un 30% de los gastos asociados a estas enfermedades.

Por lo mismo, es necesario educar a la población y a los prestadores de servicios de salud (privados y públicos) para cambiar la manera en que ven y tratan a pacientes con enfermedades de salud mental.

Este sería un pequeño primer paso para luego incorporar la atención psiquiátrica y psicológica como parte de una red de salud integral donde se ve al paciente de manera completa y no se le divide por partes, dándole más valor a unas que a otras.

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31 ene 2014

Hay que actuar a tiempo

Estoy consciente que abogar por una solución al tema de la salida al mar de Bolivia no resulta popular. Para muchos de mis colegas “políticos” es mucho más fácil deslizarse por el suave tobogán de decir las cosas como quieren ser escuchadas, no caer en renuncios “quemándose” con ideas o sugerencias que apuntan a decisiones impopulares.

Muchos de quienes así se comportan entienden que esa es la “política ciudadana”, es decir, estar bajo el calorcito de las frases que gustan al hombre de la calle y flotar indefinidamente, por siempre, sin mayores complicaciones gozando del status de gran señor.

Pero así no se defiende el interés nacional ni se fortalece la democracia. Así no se conducen ni orientan los grandes desafíos que enfrenta toda sociedad.

He manifestado que como país debiésemos enfrentar con resolución y claridad el tema de la salida al mar de Bolivia porque así lo aconseja la perspectiva estratégica de Chile como nación.

Mi posición arranca de un compromiso absoluto con la paz y la seguridad del país, valores esenciales con los que no se puede jugar ni tampoco improvisar.Vivimos en una sociedad global y quienes todavía lo dudan tienen en el mismísimo fallo de la Corte de la Haya una ratificación elocuente de ello.

La controversia entre Colombia y Nicaragua, las conversaciones que buscan una solución a la tragedia de Siria, la propia situación de medio oriente en su conjunto, los acuerdo con Irán de la comunidad Internacional, la realización de la reciente CELAC en la Habana, en un hecho sin precedentes indican la vitalidad del escenario global.

El país que quiera vivir aislado no podrá hacerlo, aquel que lo dude debe recordar a Sadam Hussein y si algo se pudiese conseguir con una posición estratégica de aislamiento sólo será un paréntesis por breve tiempo que prontamente acabará, como lo intentó y fracasó en ese propósito el régimen del Apartheid en Sudáfrica.

Chile si se mantiene inmóvil, si no es capaz de actuar a tiempo con una propuesta realista y constructiva irá paulatinamente debilitando su propia ascendencia y autoridad en un tema delicado y sensible para la comunidad internacional.

Es más fácil refugiarse en la arrogancia verbal que operar con realismo político. De hecho en una bencinera un señor me dijo ”na´de mar pa’ Bolivia”, muy bien le respondí, esperemos entonces un resultado que tenga un mayor costo y se tenga que acatar a regañadientes.

Chile puede fortalecer su posición internacional y “blindar” su soberanía, sobre la base de la propuesta de Charaña, es decir, de una franja territorial para Bolivia que se extienda a lo largo de la línea de la Concordia, desde la cordillera hasta el mar y que puede ser cedida, evitando que el país quede “cortado” como sería con un pasadizo en cualquier otro punto geográfico del norte.

Para ello tendría que suscribirse un pacto de amistad y alianza a perpetuidad entre ambas naciones, que entregaría a las generaciones futuras una patria con una solidez que pocos Estados pueden tener.

Avanzaríamos decisivamente en el gran objetivo de la paz y seguridad para Chile, que por sobre cualquier retórica es el gran sentido, el fundamento esencial de una política de Estado que resguarde eficientemente la defensa del país y la soberanía nacional.

Sabemos que una solución de esta naturaleza no se resuelve de un día para otro.Algunos dirán que es inviable. Para abrirle paso se necesita convicción y tenacidad, sin olvidar que por su propia fortaleza, ésta alternativa requiere tiempo para que vaya cobrando viabilidad y, además, deberá ser capaz de lograr que el propio Perú concurra a la misma, aunque se ha mostrado completamente renuente y contrario a ella.

Precisamente por lo mismo la estrategia de Chile no debe favorecer las intenciones peruanas excluyéndolo o exonerándolo de toda responsabilidad o costo frente a la comunidad internacional. Una propuesta pública, realista, de buena voluntad y con perspectiva de futuro logrará modificar la posición a la defensiva para Chile “como mal vecino” con lo que hasta la fecha se está presentando este tema en los diferentes escenarios del mundo global.

Nada más importante que dejar para el futuro una paz consolidada y una patria con una posición de una incontrovertible seguridad y con peso en la comunidad internacional que sería de una potente y decisiva legitimidad.

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