09 dic 2014

Crisis de conducción

Se ve lejano el momento en que Michelle Bachelet obtuvo el 62% de los votos en la elección presidencial y los partidos de la Nueva Mayoría lograron el control del Congreso. Parecía pavimentado el camino para gobernar casi sin tomar en cuenta a la oposición, como pedían algunos dirigentes embriagados por la victoria.

Al cabo de 9 meses, el cuadro es muy distinto. Las encuestas del CEP y de Adimark han confirmado que la mayoría del país desaprueba la gestión de la Presidenta y su gobierno.

El acelerado deterioro del capital de confianza del oficialismo se debe, en primer lugar, al diagnóstico equivocado que hicieron los partidos de la NM en 2013, punto de partida de la elaboración de un programa que buscó satisfacer el supuesto reclamo nacional de un gran viraje, en la línea de lo pedía “la calle”.

Era lo que algunos académicos llamaron “el otro modelo”. Tal perspectiva calzó con la visión con la que Michelle Bachelet regresó a Chile después de su permanencia en la ONU. “No más de lo mismo”, fue su voz de orden en el comando de campaña, y eso tenía un solo significado: no más políticas como las de los gobiernos de la Concertación. Así, los equipos técnicos elaboraron un programa con el que la candidata tenía que sentirse cómoda, y que resultó sobreabundante e incluyó no pocas generalidades.

Con una coalición supuestamente “más avanzada”, Bachelet materializó el giro a la izquierda.Innecesariamente, dio al programa el carácter de contrato que debía cumplirse a cualquier precio, aunque ella no fue elegida por representar “ese” programa, sino por inspirar confianza en quienes tenían un recuerdo positivo de su primer gobierno, lo que también explica el buen trato que recibe al visitar otras naciones.

No obstante que la impronta del programa era el propósito de reducir la desigualdad, los proyectos destinados a concretarlo han generado incertidumbre y desconfianza, sobre todo en la clase media emergente y, llamativamente, en las mujeres.

Es muy raro que un gobierno propicie un alza de impuestos cuando la economía va en declive: pues bien, como estaba en el programa, este gobierno lo hizo. La reforma tributaria ya es ley, pero no cesa de crecer el rechazo hacia sus intrincadas disposiciones. La reforma educacional, que aún se discute en el Senado, ha provocado un amplísimo movimiento de oposición. Es evidente que la ruta escogida por el gobierno no coincide con el sentir de la mayoría de la población.

En la pérdida de apoyo ciudadano ha influido sin duda el discurso sectario y amenazante de ciertos dirigentes de la NM, y desde luego las orientaciones “combativas” de los responsables del aparato de comunicaciones de La Moneda, que entendieron que la tarea del gobierno era cambiar los ejes sobre los cuales funcionaba el país. Cambio contracultural, han dicho algunos.

Es preferible que el gobierno no siga dando explicaciones insostenibles sobre su desgaste.“Tenemos que comunicar mejor el alcance de las reformas”, dijo el ministro Peñailillo, como si el problema se redujera a mejorar la propaganda.

La peor alternativa sería sin duda la “fuga hacia adelante”, o sea la opción de doblar la apuesta y radicalizar la acción gubernativa. “Las reformas que impulsa el gobierno son ambiciosas –dijo la Presidenta en la conferencia del FMI la semana pasada-, porque alteran grandes inercias, por lo que es natural que generen incertidumbre”. Tal razonamiento puede acarrear dificultades todavía mayores.

Se ha demostrado que no bastan las buenas intenciones para definir políticas públicas de sello progresista. No basta con presentar las reformas como “estructurales” e inspiradas en sentimientos de justicia para demostrar que están bien concebidas. Si parten de criterios equivocados, pueden provocar efectos opuestos a los buscados.

Particularmente corrosiva ha sido la ambigüedad respecto de la Constitución. A propósito de ello, la Presidenta ha dicho que los chilenos deben pronunciarse sobre “el tipo de país en el que quieren vivir”. ¿Qué es exactamente eso? ¿Declarar el estado de asamblea y discutirlo todo? Las bases del Estado de Derecho no pueden convertirse en terreno fangoso.

¿Cambio de gabinete? El gobierno será finalmente lo que la Presidenta quiera que sea.Reemplazar a tal o cual ministro solo tendrá sentido si ello responde a la definición de una línea coherente, que establezca prioridades realistas y genere un clima de confianza.

Es absolutamente crucial la reactivación de la economía. Ello implica alentar un ambiente propicio para la inversión, el ahorro y el crecimiento. O sea, asegurar que la asociación público-privada opere en los hechos. Si aumenta el desempleo, aumentará el descontento. Si la economía no crece a buen ritmo, el juicio ciudadano será muy duro.

El cambio de dirección de los vientos probablemente acentuará las diferencias dentro de la NM.¿Se proyectará más allá de este gobierno? En realidad, sin el factor de cohesión que representa Bachelet, es difícil que se mantenga una alianza de fuerzas tan heterogéneas. El resto lo hará el sistema electoral proporcional, que estimulará el perfilamiento de cada partido.

Chile no logrará convertirse en una nación desarrollada si pierde el norte y se deja tentar por el populismo en cualquiera de sus variantes. Hay que combatir tanto los abusos del mercado como los del Estado. Y no olvidar que el aparato público puede ser capturado por partidos, gremios, redes parlamentarias, empresas de lobby, etc. No podemos aceptar que los recursos públicos se dilapiden, como a veces ocurre.

Por el bien de Chile, es deseable que la Presidenta Bachelet cumpla su período en las mejores condiciones posibles. Ello demanda acotar las metas y cuidar la gobernabilidad. Es preferible hacer menos cosas, pero hacerlas bien. Se trata de concentrar los esfuerzos en mejorar las condiciones de vida de la población, o sea, alentar la creación de empleos, elevar la calidad de la educación estatal, combatir la delincuencia, mejorar la salud pública, resolver los problemas del transporte, etc.

No hay espacio para experimentos de resultado incierto. La vía probada del progreso de nuestro país ha sido la conjunción de políticas pro mercado y pro solidaridad. Hay que perseverar en esa dirección para derrotar definitivamente la pobreza y potenciar la igualdad de oportunidades.

El Estado debe focalizar sus recursos en las carencias principales y apoyar en primer término a los sectores postergados. Se requiere dar seguridades a la clase media emergente de que no perderá lo ganado y podrá seguir tomando decisiones sobre su futuro.

Para que Chile progrese de manera sostenible, necesitamos reivindicar el diálogo democrático y la búsqueda de grandes acuerdos.

8 comentarios
09 dic 2014

El Doctor Zhivago y los Bolcheviques

La película “Doctor Zhivago”, en su versión original, es considerada por los críticos como una de las mejores de todos los tiempos. Por su parte, la canción Lara(“Some where my love”) se transformó también en un ícono de la música popular, a nivel global, a fines de los cincuenta.

Recuerdo que una conversación familiar me motivó, durante mi adolescencia, a ver esta película.Mi madre alababa la actuación de Omar Sharif y mi padre, a Julie Christie ¿Era que no? Posteriormente, ya casado, la vería nuevamente en compañía de mi mujer y suegra, y comprendí nuevamente el por qué es un clásico que perdura, pues su trama supera a una simple historia de amor.

Meses atrás, una noticia local norteamericana me sorprendió. Según dicho artículo, cuando la Central Intelligence Agency -CIA-, por intermediación del Servicio de Inteligencia Británico, recibió copia de un ejemplar de la novela Doctor Zhivago, del autor ruso Boris Pasternak, decidió difundirla como una suerte de arma cultural secreta, por ser crítica del régimen comunista.

Cabe agregar que esta obra estaba censurada o prohibida en la Unión de Repúblicaa Socialistas Soviética, por lo que fue un motivo adicional paraque la CIA ordenara su impresión y publicación, en ruso y en otros idiomas.

Asimismo, cabe tener presente la situación imperante en ese momento. Se estaba en plena Guerra Fría, en un mundo bipolar. Por ello, los analistas de la CIA decidieron promover esta novela, ya que es muy difícil permanecer indiferente a su relato, tanto en lo relativo a su trama sentimental como en el marco político-social que rodea su historia.

Por lo mismo, algunos incluso especulan que el Premio Nobel que recibió Boris Pasternak por su obra fue consecuencia de la influencia de la CIA. Quizás por ello, éste debió renunciar a tan homenajeado Premio, derivado de las presiones del Gobierno ruso de la época.

De la novela a la película, transcurrieron pocos años, siendo ambas expresiones artísticas aclamadas por la opinión pública mundial, al menos, en el hemisferio occidental.

En lo personal, nunca olvidaré las escenas de la represión de los cosacos de una protesta ciudadana de la época; o aquella cuando los bolcheviques se apoderan de la casa del doctor Zhivago, y lo obligan a vivir “en comunidad” – en su propia casa- con sus nuevos ocupantes, (una suerte de Okupas en Chile) ni menos, el inesperado final de la película. Son escenas memorables, imborrables y que explican, entre otros motivos, el reconocimiento del público por esta obra.

Finalmente, lo mágico del Séptimo Arte es que Omar Sharif, Julie Christie, Geraldine Chapline, y todo el reparto de esta película-novela, siempre nos acompañarán como se presentan en la pantalla, con sus virtudes y defectos, pese a que nosotros, como simples mortales espectadores, envejezcamos, inexorablemente, con el paso del tiempo.

3 comentarios
08 dic 2014

Cronista maldita de la revolución

“Era el mejor y el peor de los tiempos; la edad de la sabiduría y de la estupidez; la época de la fe y de la incredulidad; la estación de la luz y de las tinieblas; la primavera de la esperanza y el invierno de la desesperación. En el porvenir lo tendríamos todo y no tendríamos nada, todos íbamos directamente al cielo y directamente al lado opuesto.”

Así comienza Historia en dos ciudades, novela dickensiana ambientada en París y Londres, en análogo período al que Olympe de Gouges (1748 – 1793) sobrelleva los últimos pasajes de su azarosa existencia. Nacida en Montauban, de las bodas de un carnicero con la heredera de un negociante de telas; aunque según cierta cursilona maledicencia, habría sido fruto impropio  de un aristócrata y la esposa del  mencionado charcutero.

Viuda y convencida de que el matrimonio es la “tumba de la confianza y del amor” se traslada a París buscando una mejor educación para su hijo. Allí, en los salones literarios conoce a la crème intellectuelle y pronto figurará en el Almanaque, especie de Who’s who parisino. Monta una compañía de teatro itinerante que recorre Francia con sus creaciones.  

No obstante, La esclavitud de los negros, grito liberal sobre aquella abyecta realidad, sería rechazado por la Comédie Française, dependiente de la Corte de Versalles, confortable hábitat de  florecientes esclavistas. Y antes de que la Revolución le permitiera ser representada por esos mismos actores, Olympe pasó una temporada en la Bastilla. Igualmente, soslayando el encumbrado lobby colonial, mantuvo la actitud abolicionista y comenzó a diseñar ambiciosos proyectos de reforma social.

Si bien en los inicios preconiza la monarquía constitucional –San Martín y otros próceres sudamericanos lo harían más tarde- pronto se declaró republicana. Combatió el Terror con energía suicida e impugnaba la condena a muerte de Luis XVI; consumado el magnicidio, envió a Robespierre una carta injuriosa. Sin duda, criticar al Incorruptible y manifestarse solidaria con los desplazados girondinos fueron agravantes en su tragedia personal.

Atrapada por la maquinaria de dogmas autoritarios de una revolución olvidadiza con las mujeres, pronto estaría ante el inapelable Tribunal Revolucionario que, cual Reina de Corazones de Lewis Carroll, ordenaba a diestra y siniestra perentorios cortes de cabeza. Sola enfrentó a esa docta corporación y resultaría convicta por “aspirar a un Estado federado”.

En medio del homenaje de airadas trabajadoras ascendió al patíbulo, y honraría su martirio con estas palabras: “Si tenemos el derecho de subir al cadalso, debemos tener también el de subir a la Tribuna.”  

Pierre Aubry, el hijo adorado, públicamente y ligero como un alguacil abjuraría de ella. Por cierto, no es un símbolo del amor filial; el buen Pierre sólo trataba de mantener su testa en el lugar habitual.

En cuanto a Dickens, suele atribuirse a Historia en dos ciudades una visión escéptica o frívola frente a la Revolución, quizá por las reiteradas ironías en torno a la guillotina: “la mejor cura para el dolor de cabeza”; “preventivo infalible contra las canas, que imparte una delicada palidez al cutis”; “signo de la regeneración del género humano”.

Su Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana, partitura clave para comprender el feminismo moderno, Olympe  de Gouges la inicia con esta demanda: “Hombre, ¿eres capaz de ser justo? Una mujer te hace esta pregunta”. En seguida, intercede  explícitamente por la supresión del matrimonio, por el divorcio, por la firma de contratos anuales entre concubinos, y un sistema de protección materno-infantil. La creación de talleres nacionales para cesantes y de hogares para mendigos.

Sin excepciones, mujeres y hombres, nacemos libres e iguales en derechos: propiedad, seguridad y  resistencia a la opresión; la universalidad de la ley expresa la voluntad general.

Ciudadanas y ciudadanos deben acceder a las dignidades, puestos y empleos públicos, de acuerdo con sus capacidades, virtudes y talentos; la libertad de pensamiento y de opinión es uno de más los preciados derechos humanos.

Olympe estableció una premisa mayor indiscutible para medir la validez de cualquier Constitución: son  nulas aquellas donde la mayoría de los habitantes del país no ha cooperado en su redacción. Propicio argumento para recordar lo que “no hicimos y pudimos y debimos y quisimos hacer” acerca de la asignatura pendiente que todavía tenemos.

Curiosamente esta notable deslegitimadora de jerarquías patriarcales y activista del ciclo revolucionario, es una de las más ignoradas históricamente. Acaso por desafiar la falocrática negación de las capacidades femeninas para la esfera pública.

Basureada por sus contemporáneos sufrió además la misoginia del siglo XIX, cuando la gentil descortesía de esos “descubridores” la tilda de enferma de “paranoia reformataria”, “chalada en sus muchísimos días malos, y perdedora en los buenos” o “plagiaria de dudosa capacidad”. Esa intelectualidad, naturalmente, rebatía la mera noción de  ideólogas o revolucionarias.

Las mismas huestes feministas, ariscas en el registro de esta adelantada, tardíamente reconocen su aporte a la reflexión política y a la causa de las minorías. Flora Tristán, por ejemplo, con lego egocentrismo se autoproclamaba en 1848: “La primera que ha establecido el principio de los derechos femeninos”.

Por las féminas tuvo empatía sin indulgencia; en alguna medida, las juzgaba responsables y solamente unidas podrían liberarse de la “administración nocturna” de los hombres.

Terminada la Segunda Guerra Mundial, Olympe dejaría de ser caricatura convirtiéndose en acreditada librepensadora y humanista, estudiada en Estados Unidos, Alemania y Japón.

Durante el bicentenario de la Revolución Francesa profusos homenajes resaltaron su persona, pensamiento y obra. El teatro y escritos suyos reviven, pero fallarían las peticiones a Jacques Chirac para trasladar sus restos al Panteón de París. 

En Francia, colegios, institutos, teatros, plazas y calles aseguran su memoria.

1 comentario
08 dic 2014

Hay que superar las dificultades

Se han constatado dificultades en el avance del proceso de reformas que vive el país, aquellas que fueran respaldadas electoralmente hace un año, por una clara mayoría de chilenas y chilenos, y que desde marzo han sido impulsadas por el gobierno liderado por la Presidenta Bachelet.

Asimismo, las fuerzas políticas adolecen de un respaldo ciudadano que sea significativo, según las mismas encuestas que registran una baja en la popularidad gubernamental.

Es decir, estamos en un cuadro de una mirada severamente crítica a los diferentes actores y partidos políticos que actúan en el escenario nacional.

Surge de inmediato la pregunta, ¿qué hacer ante las dificultades?

No me cabe duda que el criterio ordenador de cualquier Carta de Navegación, Hoja de Ruta o como se quiera llamar al Plan político que se formule es la lealtad irrestricta con los   compromisos programáticos suscritos con el país, con la acción del gobierno de Michelle Bachelet y con la gobernabilidad democrática de la nación chilena, tarea en la cual ya nos hemos empeñado a lo largo de cinco gobiernos, luego del término de la dictadura.

Esta es la labor que al conjunto de los demócratas chilenos les ha granjeado la confianza de la mayoría nacional necesaria para asumir la tarea de gobernar el país.

La lealtad nos convoca a contener las  Agendas individuales que inevitablemente surgen cuando hay problemas; es casi una ley biológica, la idea de salvarse solo, de evitar los costos que se asumen cuando se es parte de una empresa que tiene objetivos comunes, ineludibles para sus participantes. Un hipotético escenario de recriminaciones mutuas, relativas a quien tiene mayores culpas en lo sucedido, sería un ejercicio enormemente desafortunado.

No obstante, ello no se debe confundir con la falta de diálogo, esencial e indispensable para clarificar el rumbo y resolver las dificultades. La intolerancia hacia puntos de vista diversos también puede ser de efectos muy lamentables.

El gobierno necesita el tiempo y el espacio político que le permitan concretar sus objetivos principales, de allí que en lo personal siga insistiendo en que las reformas son sucesivas y no simultáneas, articuladas en un Plan que ordene las tareas y determine lo urgente separándolo de lo que no lo es.

Se trata de fortalecer la estabilidad con las reformas y que aquella permita sostener estas últimas.En tal sentido, no se debiera caer en el juego del lenguaje confrontacional de la derecha más dura que sólo quiere generar incertidumbre.

Hay que unir y no dividir, agruparse y no separarse. En esa dirección es una tarea clave concentrar la Agenda política en las Reformas fundamentales y en las tareas esenciales, que indican que el gobierno mantiene firme el timón del país. Luego de las encuestas se amplificaron sus efectos con toda suerte de filtraciones y trascendidos que mostraban un Ejecutivo sin respuesta clara al clima generado en el país.

De lo que se trata es de retomar el control de la Agenda, evitando que sea recargada por múltiples peticiones y demandas de los mismos adherentes que presionan en su propio interés, desdibujando la tarea del gobierno, cercándolo con innumerables demandas que, finalmente, no se pueden resolver ni solucionar adecuadamente.

El fenómeno de tomar como válida toda petición para el protagonismo personal, coloca a los actores que deben orientar y encauzar la ciudadanía, permanentemente del lado de la demanda creando una situación que llega a sobrepasar el gobierno y desdibuja su Agenda.

Chile requiere las reformas estructurales y necesita crecer; en esa perspectiva el gran esfuerzo es afianzar la base de apoyo social del gobierno, enfrentando los abusos que padecen las personas, creando institucionalidad pública con ese objeto o fortaleciéndola donde exista, teniendo como Norte la derrota de la desigualdad y no las consignas de cada protagonista por separado.

El gobierno no se puede diluir en innumerables solicitudes específicas, sino que debe reinstalar los grandes propósitos nacionales que lo animan.

El desafío es de alta exigencia, pero es la tarea que beneficia a Chile.

Deja un comentario
07 dic 2014

COP20, MAPS Chile y forestación

A raíz de la realización de la vigésima Conferencia de las Partes (COP) sobre Cambio Climático en Lima, desde el 1 al 12 de diciembre, la Oficina de Cambio Climático del ministerio del Medio Ambiente en Chile se ha esforzado en destacar los positivos resultados que el país puede mostrar en dicha conferencia (COP20) en materia de  acciones concretas para enfrentar la amenaza del cambio climático.

Las acciones existen, son reales y constituyen un avance, tanto en adaptación como en mitigación. Conviene recordar que la mitigación consiste en disminuir las emisiones de los gases de efecto invernadero (GEI) y/o incrementar la absorción de dióxido de carbono de la atmósfera mediante sumideros (por ejemplo bosques). La adaptación en cambio se refiere a actividades realizadas por individuos o sistemas, para evitar, resistir o aprovechar los cambios y los efectos del clima, actuales o previstos.

En materia de adaptación ha sido aprobado esta semana por el Consejo de Ministros para la Sustentabilidad, el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático. Con anterioridad ya habían sido elaborados y publicados los planes de adaptación para los sectores Silvoagropecuario y Biodiversidad. En materia de mitigación,  fueron presentados en octubre los resultados de la Fase 2 del proyecto MAPS (acrónimo que en inglés se refiere a Mitigation Action Plans and Scenarios), proyecto que busca modelar y discutir escenarios posibles de mitigación de gases de efecto invernadero en Chile.

El proyecto MAPS identificó 96 posibles medidas de mitigación de emisiones de GEI, de ellas destacó 29 que presentan el mayor potencial de abatimiento, divididas en siete sectores: energía eléctrica, transporte, industria y minería, forestal, sector comercial, público y residencial (CPR), residuos y agropecuario.

El estudio señala que el fomento a la forestación es una de las principales medidas que mitiga GEI, con un potencial de 4,4 millones de tCO2eq al año, sólo superada por medidas más polémicas como una expansión hidroeléctrica en Aysén (12 millones de tCO2eq anuales) o de difícil implementación como es la interconexión energética regional con otros países (6,6 millones de tCO2eq anuales).

La forestación, en cambio, es una medida costo efectiva y de más fácil implementación, ya que llevamos cuarenta años de experiencia en esta materia a través del D.L. 701 y que tiene una demanda asegurada de pequeños y medianos propietarios que poseen cerca de dos millones de hectáreas desnudas que pueden ser forestadas. Ninguna medida en los sectores industrial, minero, agropecuario o de transporte ni siquiera se acerca al potencial de mitigación de la forestación.

Lamentablemente, la disminución de las tasas de forestación anual ha hecho que el aporte de las plantaciones a la captura de carbono se reduzca en los últimos años. La bonificación forestal expiró el año 2012 y se han cumplido dos años sin apoyo del Estado, lo que ha significado caídas históricas en las tasas de forestación. De hecho el año 2013 se plantaron 6.600 hectáreas en todo el país, la cifra más baja de la que se tenga registro.

Por otra parte, la cosecha de biomasa de dichas plantaciones está tendiendo a igualarse con el crecimiento de la masa forestal plantada, llevando a un balance cero en término de emisiones y capturas. Esto significa que solo el establecimiento de una superficie incremental de plantaciones, podrá revertir el descenso en las capturas de GEI.

En el caso del bosque nativo, los bosques secundarios o renovales son quienes generan la mayor captura de carbono, sin embargo estas formaciones vegetales en algunos años también entrarán en un régimen de balance cero entre capturas y emisiones. El escenario para los próximos años es pesimista en cuanto al potencial de reducción de emisiones por partes de bosques y plantaciones.

Resulta difícil de entender entonces que no haya una política más decidida de fomento a la forestación de suelos desnudos, cualquiera sea la especie que se utilice, nativa o exótica, por parte del Estado.

Lamentablemente la crítica que han sufrido los cultivos forestales por parte de grupos que desconocen o niegan el valioso papel que juegan las plantaciones en la provisión de bienes y servicios indispensables para el bienestar humano ha permeado a la autoridad y ha debilitado la convicción que debiera tener el Estado respecto al aporte económico, ambiental y social que produce la forestación de suelos desnudos.

Ha faltado por parte de nuestras autoridades una mirada estratégica para reconocer en la forestación la principal herramienta para cumplir nuestros compromisos internacionales de reducción de emisiones, para detener la desertificación que avanza desde el norte, para generar mayor superficie plantada y revertir la concentración del patrimonio forestal en pocas manos, para lograr algún grado de autonomía de materia prima por parte de las pymes forestales, para evitar la pérdida de suelo y dejar de regalarlo a los ríos.

Sin embargo, y  pese a los evidentes beneficios de cubrir suelos desnudos, la probabilidad de que el fomento a la forestación sea descontinuado indefinidamente es muy alta. ¿Por qué? Porque nuestras autoridades han perdido la convicción de que plantar es bueno para el país.

¿Mencionarán esto en la COP20?

Deja un comentario
07 dic 2014

Corregir para avanzar

Los datos de la Encuesta CEP son negativos, en primer lugar, para la Presidenta Bachelet y para su gobierno. Es verdad que no se puede gobernar para las encuestas, pero es también evidente que hay que escuchar estos resultados, analizarlos y sacar conclusiones para corregir errores e implementar las reformas estructurales en un contexto de apoyo de la ciudadanía.

En la baja del porcentaje de adhesión a Bachelet y en el aumento del rechazo, que se produce , en diversa dimensión, en todos los estratos, identidades políticas y especialmente en las mujeres, cuenta el bajo crecimiento económico de este año producto esencialmente de la desaceleración de la economía mundial que golpea a una de las economías más abiertas del mundo, la inflación y una crisis de expectativas que reduce el consumo de la población, retrasa inversiones y crea desconfianza en un país ya habituado a ritmos de crecimientos mayores.

Es evidente que la incertidumbre se ha instalado como un factor del desgaste del gobierno y de la Presidenta. Ello no solo ocurre en los grandes grupos empresariales sino también en las pequeñas empresas, en sectores medios y en la ciudadanía en general que no comprende a cabalidad cuáles serán los beneficios que para la población traerán las reformas.

Este no es solo un tema de debilidad comunicacional o de la necesidad de un mayor despliegue del gobierno en terreno, o de la falta de cercanía con la gente o de peso político de un gabinete donde buena parte de los ministros son aún conocidos por menos del 40% de la población.

Algo ocurre, en la manera de gobernar, o tal vez la agenda de los cambios sustantivos copa todo el escenario, en que los Ministros no salen suficientemente en los medios explicando pedagógicamente los objetivos, proyectos y realizaciones en su sector.

Por dar solo un ejemplo, no único, y que me perdone esta autoridad, pero nunca he visto al ministro de Bienes Nacionales, que paradojalmente es un muy buen periodista, en los medios hablando sobre lo que realiza en su cartera y, tal vez, ello explique que sea conocido solo por el 15% de los encuestados.

Todos estos hechos son ciertamente deficitarios y concentran en la Presidenta Bachelet – sin más blindaje que el del Ministro Peñailillo, que se ha posicionado con identidad propia en muchos temas, y de los demásintegrantes del Comité Político – la atención de las críticas dado que ella ha debido colocar su capital político y su empatía en la defensa de reformas fundamentales pero que adolecen de una adecuada formulación o que son incompletas y, por tanto, no son comprendidas a cabalidad, no logran dar ante todos los chilenos el sentido positivo del cambio que se impulsa, generando incertidumbre y rechazo incluso en un porcentaje de personas que votó por Bachelet, en medio, de una dura campaña comunicacional de una derecha y de un mundo empresarial que no desea cambio alguno.

Un ejemplo son las reformas educacionales. El fin del copago, del lucro privado con fondos del Estado y de la selección discriminatoria son ejes de esta reforma. Pero debieron haber sido acompañados por la propuesta de reforma de la educación pública porque de lo contrario no aparece claro el norte y ello confunde a la población que en la Encuesta CEP estima, en un porcentaje mayor al pasado, que esta reforma no los favorece y que teme, especialmente en las capas medias, perder lo que consideran un logro de calidad y de status en la educación de sus hijos.

Falta al gobierno rodear a la Presidenta de ese pulmón de oxígeno que entregaría el que los Ministros sectoriales, que están a cargo de temas que le interesan a la población en su vida cotidiana, aparecieran no solo cuando se cometen errores o hay alguna catástrofe, sino también informando de los avances, de los hechos positivos, de las medidas que cada cual está llevando a cabo para mejorar la calidad de vida, no solo material, de la población. Se necesita de mayor protagonismo político y comunicacional de todo el gabinete para mostrar globalmente lo que el gobierno realiza en beneficio del país.

Sin embargo, lo de fondo, tiene que ver, en primer lugar, con la falta de un relato político y social coherente que oriente el significado histórico, la meta de país que nos proponemos construir y que mantenga la épica de los cambios.

No hay cambios profundos sin contradicciones, sin rechazo de los sectores afectados en sus intereses, sin posibilidad de disminuir en las encuestas o tener bajas electorales en un  período de maduración de estos.

Pero no los hay tampoco sin que se cree en torno a cada uno de ellos, una fuerte subjetividad, una mayoría social que permanentemente los acompañe, un debate donde se escuche a los partidos y a las organizaciones sociales, un diálogo político que permita aprobarlos en el parlamento con fuerzas mayores a las propias. Hay una dialéctica entre apoyo ciudadano y diálogo político que es necesario recomponer.

Tal vez lo más preocupante de la Encuesta CEP para Bachelet y el gobierno no es la baja de adhesión y el aumento del rechazo, la Presidenta ya lo vivió en su primer período y terminó su gobierno con el 80% de adhesión ciudadana. Lo más preocupante es la baja en su credibilidad, en la confianza y en la cercanía que muestra la Encuesta dado que son atributos esenciales de Bachelet, que la hacen diferente, que le otorgan el liderazgo que ella ha tenido en estos años y que mantiene, pese a disminuir en porcentaje, como la figura con mayor apoyo en la política nacional.

La gente que se alejó de Bachelet, en esta Encuesta,  respecto de la valoración de sus atributos, siente que su gobierno no está dando solución a los temas del transporte en la región metropolitana, sobre todo con la crisis que ha vivido el metro en los últimos meses, que no se está abordando con energía el tema de la delincuencia y que no se mejora en el tema de la salud, que son grandes preocupaciones de la población.

Bachelet tiene la capacidad, la inteligencia, una gran experiencia, la enorme capacidad para ser naturalmente cercana a las personas y sus anhelos, y un capital político importante como para revertir estos sentimientos expresados por la población y que constituyen un mensaje de una mayoría que quiere cambios, pero que teme a la incertidumbre y que rechaza los signos de arrogancia y soberbia que por momentos envuelve la gestión del gobierno.

Ciertamente la derecha no puede sacar cuentas alegres de los datos de la encuesta. No solo no  logra canalizar la baja de adhesión de Bachelet y del gobierno sino que la población la castiga por la falta de ideas y de propuestas propositivas, por una política de enfrentamiento duro, por la incapacidad de   dialogar para hacer avanzar reformas, porque apoya todo lo que la población en su mayoría rechaza y aparece mezclada en los abusos y escándalos de las grandes empresas.

Por el contrario, al menos en esta Encuesta CEP, la baja presidencial es canalizada por liderazgos progresistas como el de Enríquez Ominami, que ha moderado su discurso y su irascibilidad, el de Isabel Allende y Lagos Weber, que son los que más avanzan, y que la gente reconoce por un discurso de sólido apoyo a la Presidenta, pero a la vez, como personajes que abren espacio al diálogo y al entendimiento en las reformas.

La Encuesta muestra que el político con más proyección en la derecha es José Manuel Ossandón, por encima del ex Presidente Piñera, que todos reconocen como un díscolo que se disocia de la política del terror de la UDI frente al gobierno. La Encuesta castiga duramente a Evelyn Matthei y a sus denostaciones en contra de Bachelet y rechaza la política de enfrentamiento provenga desde donde provenga.

La Nueva Mayoría tampoco puede estar satisfecha. Baja su adhesión y aumenta su rechazo y ello era esperable frente a la interminable cantidad de disputas, veleidades, frases altisonantes, lucha denodada por los espacios comunicacionales, falta de conducción política y de unidad de objetivos, que es esencial en un bloque que gobierna el país.

Hay que corregir para avanzar y escuchar las preocupaciones de la población en la cual aumenta el grado de desconfianza hacia los políticos y de interés en la política. Ello, sin duda,  es el mayor riesgo para la democracia.

Deja un comentario
07 dic 2014

Memorias del subdesarrollo

Evoco el nombre de una película cubana que vi en los primeros setenta para permitirme,  cuarenta años después, ilustrar  algo que aprendí  en el curso de mi vida: que el  subdesarrollo  es una cuestión de mentalidad. Que la diferencia entre el subdesarrollo y el desarrollo tiene, antes que nada, que ver con actitudes.

Hace muchos años el economista Aníbal Pinto habló de “Chile, un caso de desarrollo frustrado” mientras antes, en 1912, F. Antonio Encina nos trataba de explicar  “Nuestra Inferioridad Económica”. Hemos progresado desde entonces pero mientras más vamos para allá, más se aleja la meta del desarrollo. Algo nos retaca. Se me ocurren ejemplos domésticos y a nivel  macro para explicarnos algo de lo que nos ocurre.

Cada vez que paseo a pié o en bicicleta  por las calles de mi  comuna, que no es ni con mucho una comuna pobre, veo las veredas y calles hechas pedazos,  hoyos por doquier en las aceras, calles plagadas de polvo, antejardines llenos  de maleza y de basura. No puedo dejar de decirme entonces “alguien no está haciendo bien la pega”.

¿Qué puede explicar tanta desidia? Es probable que si uno lograse reclamarle al alcalde, comenzará su letanía de explicaciones con un “es que…”. Cuando alguien le diga a usted “es que…” le estará dando una excusa, le estará comunicando que no tiene el poder para arreglar las cosas, que la culpa es del otro.

Me cortan intempestivamente  el servicio  del celular, sin  siquiera un  mensaje de texto que me lo anunciase. Como tenía contratado un Pago Automático, estuvieron dos semanas entre el banco y la empresa jugando conmigo al “compra huevos”. Cuando pagué me prometieron arreglar el problema en una hora. Estuvieron siete días. Al reclamar, el empleado me dijo “¿y quien le informó tal mentira?” Se sacó el pillo, como si el cliente fuera quien tuviera que responder esa pregunta estúpida.

En el  aeropuerto de Tepual de Puerto Montt que tiene 7 salidas, mi baucher dice que  el destino a Santiago es por la puerta 6, pero al llegar  a ella el letrero dice: destino Punta Arenas. Me preocupo y alguien me asegura que  es el aviso el que está mal. Pasan los minutos y, como el aviso seguía allí mal informando, reclamo  que cambien el anuncio. “No es mi problema”, me contestan.

Trate usted de salir de Machalí con destino a Santiago y no encontrará letrero alguno, tendrá que ir por huellas de tierra, adivinando, preguntando.

Hace algún tiempo fuimos con unos amigos del colegio a pasar un fin de semana en un hotel bastante caro en Puerto Varas. Como teníamos tiempo antes de emprender el regreso, decidimos bañarnos en la piscina temperada. No nos dejaron. Se nos informó que el “día domingo el uso de la piscina temperada  correspondía exclusivamente al gerente y su familia”.

En un restaurante del Parque Arauco pregunto por mesas y recibo una especie de orden seca, “va a tener que esperar porque no hay espacio”. Me siento finalmente, y otro mozo  me toma mal el pedido. El me alega que yo estoy equivocado. Le digo que no esperé media hora para sentarme y pedir algo que no me gusta. Finalmente llega con un plato frío que me arroja sobre la mesa.

Durante años fui periódicamente a Lima. Amén de la buena cocina, la atención al cliente  es de país desarrollado. Sonrisas y excelente trato. Ante el menor  asomo de reclamo, le cambian  a uno el plato o el trago.

Resulta que queremos ser un país “de servicios”, pero  ese objetivo “no cuadra” con la ausencia de una cultura de impecabilidad y de compromiso.

Vinculo lo anterior con los fallos en el otrora impecable Metro.  Ya faltan los dedos de las manos para contar las chapuzas y uno no puede dejar de relacionar este deterioro con un Estado que no tiene a la gestión impecable dentro de sus prioridades. Gerentes que no se nombran, despido indiscriminado de técnicos, maltrato a profesionales y trabajadores.Resultado: lo que vemos.

Converso en un restaurante  con una mesera de tono caribeño. Era colombiana. ¡Qué atención! Al pagar y darle su merecida  propina me confidencia que según ella “los chilenos no tienen compromiso con lo que hacen”. Por ahí parece que va la cosa.

En nuestro medio  abundan los  que se defienden con explicaciones, los que no se sienten responsables ; aquellos directivos  que ajustan sus estándares  al nivel medio de su grey, los que quieren caerle bien a todos  y no hacerse problemas.

Parafrasean a Serrat: “A mis subordinados sé tratarlos, con mano izquierda les llamo camaradas”. Creo que si no hay conciencia de que estamos “achanchados” en el empeño de que las cosas salgan “a la primera”, seguiremos esperando a la vera del camino del desarrollo y no dejaremos nunca de depender del precio del cobre, la madera y la fruta.

La actitud que se ve por doquier no es compatible con  un  país de servicios. Algo tiene que ver con la buena educación, la gran promesa de este Gobierno.

Mientras ella  se cumple, a lo mejor sería preciso,  a todo nivel, seguir  el ejemplo de esa mesera colombiana “jugada” con lo que hace.

3 comentarios
06 dic 2014

El oasis del tenis en Providencia

Las canchas de tenis del Club Providencia, durante toda esta cálida primera semana de diciembre,  hasta el sábado 6, fueron el recinto ideal para presenciar una competencia de tenis femenino de alto nivel a través del Campeonato Internacional Challenge, con una bolsa a repartir de 25 mil dólares y una cantidad significativa de puntos para el ranking de la WTA.

El esfuerzo de la organización encabezado por la ex jugadora internacional, la periodista  Macarena Miranda, con su serio trabajo profesional y el apoyo de la Municipalidad de Providencia encabezada por su alcaldesa Josefa Errazuriz, que incluso se dio el tiempo, para inaugurar la competencia y raquetear con el capitán chileno Nicolás Massú, se notó claramente.

Este campeonato, que existe hace 27 años, en el recinto de Avenida Pocuro, sede del Club Providencia, donde otrora estuvieran las canchas de fútbol de Pocuro, es desde 1987 el campeonato  internacional de tenis chileno, con puntos para el ranking, más importante y antiguo y busca fomentar el desarrollo de nuestro tenis femenino, que en el pasado tuviera una Anita Lizana, Carmen Ibarra o Leyla Musalem, destacando internacionalmente.

Esta competencia que fue incluso alabada por las jugadoras extranjeras por su organización y el marco de público sorprendente para la poca difusión que tiene el tenis femenino en nuestros Medios de Comunicación, año a año sigue existiendo y actualmente detrás de campeonatos de Colombia, Paraguay que poseen tenistas mujeres destacadas en el ranking mundial, se da el lujo de organizar esta competencia de 25 mil dólares igual que Brasil y Venezuela.

Todos quienes asistieron durante esta semana, incluyendo la final de individuales de este sábado, han disfrutado de un tenis de muy buen nivel con jugadoras como Florencia Molinero de Argentina y Bianca Botto de Perú, las máximas favoritas con rankings  bordeando el lugar 200 del mundo  y otras tenistas venidas de países habitualmente distantes para nuestro tenis, como Lauren Albanesse de Estados Unidos, Dalila Jakupovic, de Eslovenia, o Gaia Sanesi de Italia.

También los aficionados que concurrieron a la competencia, pudieron ver a las mejores jugadoras locales como Andrea Koch, Daniela Seguel, Fernanda Brito, Cecilia Costa  y la juvenil debutante a nivel internacional Bárbara Gatica que obtuvo sus primeros puntos para ingresar al ranking mundial dando un aire fresco al tenis femenino chileno.

El título en un apasionante encuentro en 3 disputados sets de más de 2 horas de juego,  fue para la joven estrella peruana Bianca Botto por 3-6 7-5 y 6-1 quien completó su cuarto título consecutivo en un periplo por Sudamérica.  Esta jugadora 250 en el mundo con sus 50 puntos logrados para el ranking  y la  bolsa de 3.919 dólares,este lunes ingresará a las 200 mejores del circuito internacional, hito que estuvo a punto de lograr el año pasado.

Curiosamente para quienes les interesa la historia, la primera campeona de esta competencia el año 1987 fue otra raqueta peruana, Karen Stromeier,  y la estrella más importante que ha venido en los 27 años de historia fue otra gran jugadora peruana, Laura Arraya, que es esa época vino a Chile cuando se encontraba ubicada en el selectivo grupo de las “top ten”del mundo.

El Club de Tenis Providencia que abrió sus puertas a toda la comunidad en forma liberada para presenciar esta competencia de alto nivel, sin duda cumple una gran labor de fomentar el tenis.Se efectuaron durante el campeonato clínicas tenísticas para los niños que concurrieron a la competencia pudiendo compartir con nuestras figuras femeninas máximas Koch y Seguel.

Adicionalmente el Canal de Televisión del Comité Olímpico de Chile, CEO, que cumple con la notable labor de llevar semana a semana  a los hogares nacionales, los deportes poco difundidos de nuestro país, entregó el desenlace a todo Chile a través de su señal.

Al término del campeonato además entre quienes asistieron hubo sorteo de elementos claves para la práctica del tenis como raquetas, pelotas, zapatillas y otros elementos.Los ganadores fueron fundamentalmente niños que recibieron un regalo de pascua adelantado que disfrutarán.

El público que además fue atendido con refrescos para apagar la sed durante las calurosas jornadas, en un verdadero oasis deportivo, en medio del ajetreo de fin de año,  vivió sin duda una semana esplendida viendo una competencia de  deporte con historia que con esfuerzos como este  volverá a los lugares altos que ha tenido en el pasado reciente.

El Campeonato Internacional de Tenis del Club Providencia es un ejemplo de como difundir con los mejores elementos, la práctica deportiva. Esperamos que este esfuerzo de casi ya 3 décadas continúe siempre con el apoyo de sus máximas autoridades, el entusiasmo de sus organizadores, con el trabajo de sus funcionarios y el significativo apoyo de los auspiciadores.

Creemos que si todos los deportes tuvieran el marco que ha tenido la Copa Providencia, durante estos 8 días, nuestra realidad deportiva sería sin duda muy diferentes y muy exitosa.

Deja un comentario
06 dic 2014

Niños que no viven con sus familias

Durante el mes de noviembre se conmemoraron los 25 años de la redacción de la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño, ratificada por nuestro país en el año 1990. Si bien desde aquella época hasta la fecha ha habido avances en Chile respecto del cumplimiento de dicho tratado, es evidente que aún nos queda mucho por hacer en pos del reconocimiento de nuestros niños, niñas y adolescentes como sujetos plenos de derecho.

En este sentido, una de las deudas más grandes que tenemos como sociedad recae específicamente en los menores que por distintos motivos son separados de sus familias de origen y derivados a un ambiente alternativo.

Existen en nuestro país diferentes caminos para resolver esta problemática. Una posibilidad es que estos niños se inserten en un sistema familiar dentro de su familia extensa (abuelos, tíos, primos, etc.), o dentro de una familia externa a su núcleo. Otra alternativa son las Residencias, más conocidas como “hogares”.

Cualquiera sea el sistema alternativo a la familia de origen, éste debe cumplir con requisitos y características que aseguren la efectiva restitución y reparación de los derechos vulnerados. Debe ser un espacio protector, que en su dinámica cotidiana se asemeje lo más posible a un sano ambiente familiar.

En muchas ocasiones se da el caso de que no hay familias que dispongan de la posibilidad de acoger a niños que vienen de situaciones complejas, y para ellos las Residencias –las cuales siempre deben ser la última opción a considerar- se transforman en un lugar necesario, ojalá transitorio, que debe responder de la mejor manera posible ante las necesidades particulares de cada niño.

Las Residencias deben centrarse en reparar los daños, involucrando desde el primer momento a la familia de origen del niño, de manera que ambos actores (niño-familia) puedan contar con todo el apoyo que se requiera para mejorar la situación que originó su ingreso al programa. El sistema residencial debe partir de la base que la familia es una parte central en la vida de todo niño y desde ahí intervenir, idealmente debe ser una etapa dentro de su trayectoria y no el lugar en donde se desarrolle hasta la vida adulta.

Sabemos de todas maneras, que pese a todos los esfuerzos desplegados, lamentablemente hay un grupo de niños que no logrará una revinculación familiar positiva. Para ellos es fundamental que la residencia sume al rol de protección y reparación la tarea de prepararlos para la vida independiente.

Que un niño no pueda vivir con su familia ya es una situación extremadamente dolorosa, por lo cual es prioritario que cualquier sistema alternativo resguarde todas las variables de calidad, como son infraestructura, alimentación, educación, salud, etc. Especialmente importante es el valor de los profesionales y técnicos que entregan contención emocional, cariño y reconocen en cada uno de los niños y niñas, a personas con necesidades e intereses individuales.

Todo lo anterior requiere que prioricemos a estos niños y niñas; es urgente un marco legal, institucionalidad, recursos, programas y profesionales adecuados, suficientes y especializados.

Deja un comentario
06 dic 2014

El Quijote del Norte

Cervantes se posó con toda la magnitud de su humanidad en Antofagasta, esa tierra nortina polvorienta y reseca, de espumantes granos de arena, que penetran en el corazón de  todos los que pretenden ser amables con esa  agresiva naturaleza, conquistándolos para siempre, como un amor imposible de olvidar.

Allí  mismo nace otro Quijote, el fiel reflejo del gentilhombre, de lúcida armadura, que sólo tiene como lanza una pluma y un papel, para defenderse de los gigantes remolinos que envuelven la supina inopia cultural, de negarse a reconocer que no solo la explotación “del hombre por el hombre”, es el pan nuestro de cada día, como única subsistencia del espíritu, que hay algo más en la profundidad de esa mina que nos conmueve a conocer.

Aparece esa esmirriada figura de Sergio Gaytan, un ´pequeño gigante de las letras’, un enamorado de las palabras,  un inagotable investigador de cuánto libro cae en sus manos, de sus coterráneos creadores como él, de múltiples ilusiones poéticas, de cuentos, ensayos, novelas y artículos de su agreste tierra natal y desde donde su pluma y su ácido, pero agudo comentario, lo requiera.

La Academia Chilena de la Lengua lo enviste como un  destacado Miembro, aunque  un poco tarde.La justicia llega para ennoblecer a la institución que lo cobijara de por vida.

Ceremonia inolvidable para todos aquellos que tuvimos el privilegio de acompañarlo, en tan magnífica ocasión, especialmente por lo que significa representar la creación literaria de los hombres y mujeres nortinos que hacen historia, que ganan batallas, que luchan contra la ignominia de la ignorancia, la enquistada parafernalia, el mal uso del lenguaje , la falta de lectura y comprensión de la misma,  desafiando al resto del país, con una insolencia insoportable que lo hace crecer hasta el infinito, cuando grita a todo pulmón, que también en las regiones ellos existen.

Como destacado profesor de lenguaje, cultivó la amistad de sus maestros como los poetas y hombres de gran valía intelectual: Mario Bahamonde, Osvaldo Maya, Andrés Sabella, los tres mosqueteros de las letras nortinas que junto a tantos otros, defienden férreamente la idiosincrasia e identidad  de Antofagasta, un paisaje único, que solo se da en medio del  desierto más árido del mudo, en cuyos lejanos parajes se esconden fantasiosas historias de huellas y derroteros ocultos, que aun son buscados con afán por los espíritus de mineros muertos, golpeando las entrañas de la tierra  con el pico y la pala inútiles.

Gaytán tiene a su haber una larga lista de obras que relatan con un venerado respeto los acontecimientos, hechos y quebrantos de lugares y personajes con una  vitalidad única por la fuerza del  carácter de los personajes que descubre en sus escritos, lo que permite emocionarse  y admirar al hombre, al escritor, sobre todo al humanista de las cosas simples.

Imposible no señalar algunos de sus libros que reflejan  un perfil auténtico del amor  por su zona. Urgencias (1988) breve compilación de poetas regionales; Aproximación a AndrésSabella (1990), revisión monográfica y bibliográfica; Con Voz de Mujer (1990) reseña literaria sobre el trabajo creador de las poetas de la región; Poesía de la educación o educación de la poesía (1992);  14 Autores Nortinos, Ensayo sobre 14 autores y un prólogo que justifica la existencia de 100 años de la literatura del Norte Grande…

En fin, larga y variada es la bibliografía, trayectoria y reconocimientos de Gaytán, por eso nos alegramos que la Academia haya puesto los ojos en ese Norte Grande (término acuñado por Sabella) y en su laborioso e incansable obrero del rescate del patrimonio cultural de la zona.

El reclamo permanente que hace, y lo comparto, se refiere  a la falta de conocimiento que se tiene de la gente del norte. Muchos  escarbaron  la tierra con sus manos para extraer la riqueza minera sepultada, sufrieron hambre, explotación, miserias, enfermedades, persecuciones y matanzas para darle el sueldo de Chile a los del sur y también a los países que aun son ricos y poderosos.

Chilenos y emigrantes de distintas nacionalidades formaron ciudades a partir de las riquezas extraídas de las oficinas salitreras, a costas del explotado que viviendo con sus mujeres e hijos en precarias condiciones, hacinados y maltratados, mientras el oligarca disfrutaba de la vida en medio de un lujo asiático.

Así y todo, la vida y la creación se abren paso, la cultura traducida en bellos relatos y sublime poesía, aun está por descubrirse, siendo este el trabajo literario que don Miguel de Cervantes les dejó como herencia eterna.

A  Sergio Gaytán le queda cuerda para rato, toda vez que la palabra no morirá jamás.

Deja un comentario