20 may 2015

¿Chile contagiado?

A veces pienso que Chile se ha envenenado.  Es decir, ha comenzado a tener niveles de descomposición e intoxicación social y un radical individualismo que pocos nos habíamos imaginado que ello podría ocurrir después de haber tenido la experiencia de 17 años de dictadura.

Pero como bien dice el dicho, el hombre es el único animal que con facilidad tropieza dos o tres veces con la misma piedra y aunque los golpes duelan y muchas veces deriven en la muerte, lo vuelve a repetir. ¿Falta de inteligencia? ¿Aprendizaje inconcluso o erróneo?  Quien sabe que podrá ser. Sencillamente los seres humanos somos así y parece que es necesario aceptarlo para poder vivir con un dierto rasgo de simplicidad e inocencia.

Los que vivimos todo el período de la dictadura, nos dimos cuenta que ésta estaba radicada fundamentalmente en las condicionantes políticas e ideológicas de nuestra convivencia. Además el mundo vivía una guerra fría que provocaba naturalmente en las nuevas generaciones una división polarizada de las miradas de la globalidad. Los buenos y los malos se levantaban como caudillos únicos del acercamiento a la mirada de la realidad.

Hoy, por el contrario, vivimos la incertidumbre  de no saber donde están los buenos y donde los malos, tal como era el estilo de los años 60, por ejemplo. Por eso hoy también se hace tan difícil entrar a un tema tan sentido y poco reflexionado en profundidad como el Chile envenenado que vivimos en la actualidad.

Si quisiéramos hacer una lista de dichos elementos  que componen nuestro veneno propio, tendríamos elementos suficientes para hacer un largo inventario de los mismos: nuevas enfermedades, polución, agresividad y violencia, guerras, disputas interraciales, movilidad migratoria, contagios culturales de muy distinto tipo,  degradación moral, etc. ¿Para que seguir con este listado, si no acabaríamos nunca?

Lo que si podemos constatar es que existe un debilitamiento de las fuerzas políticas organizadas y comienzan a verse, como “los huevos de la serpiente”, factores que nos pueden llevar hacia mundos desconocidos, intuidos, pero desconocidos, que nos producen incertidumbre y miedo tanto en nuestra vida personal como en nuestra vida social.

Por eso es mejor esconderse en la vida fácil del mundo virtual, del juego, de la superficialidad, de “la cultura de la chela”, del fin de semana sin objetivo, del trabajo sin sentido ni esperanza, del cartón de estudios (certificadocracia), de la añoranza de realidades de riquezas fáciles, de bienes suntuarios, de sensualismo y del mundo ficción, del robo (grande o pequeño), de la mentirilla, de los actos perdonados de los chiquillos inocentes, del individualismo malsano y de la competencia que intenta borrar la solidaridad y lo comunitario, etc.

Se siente el susurro larvado de la descomposición, acompañado del temor, la amenaza, los rumores malolientes, las emociones no expresadas. Nos sentimos humillados muy internamente por habernos vendido a un mundo de fantasía neoliberal.

En estas condiciones están listos los populistas y los liderazgos personales no democráticos.  Chile ya lo vivió con Carlos Ibáñez del Campo y su escoba, con la cual barrería todo lo anterior (llevado esto,  por supuesto, a su propia época). Nada de eso sucedió, sino solo las grandes marchas atiborradas de eslogan, de gritos vacíos, de hastío, de cansancio de tanto ver, escuchar y sentir mentiras. El pueblo es sabio pues percibe la mentira, pero también tropieza dos o más veces con la misma piedra.

Los Populistas están al acecho, esperando la primera oportunidad de dar los zarpazos necesarios cuando los partidos políticos y la institucionalidad estén más débiles y desgastados.

Así visto, ¿cuáles serán los pasos que debemos continuar para no caer nuevamente en un mayor desgaste de la democracia? Difícil respuesta para un no politólogo.

Simplemente  recurrir al sentido común, es decir, erradicar los factores negativos con una adecuada educación cívica, (por algo fue eliminada por la derecha chilena del sistema educacional), recordando que Jaime Guzmán era un gremialista franquista de pura sangre.Intentar llevar a cabo programas de comunicación de reforzamiento cultural democrático, educando al pueblo en estas dimensiones.

Así como se forman con facilidad mentes para la superficialidad y la farándula, desarrollar mentes para la democracia profunda. Enseñar las competencias básicas que debe dominar todo ser humano para desarrollar su potencial: competencias de desarrollo personal, de autoaprendizaje, de interrelaciones sociales, competencias técnicas con manejo ético, competencias instrumentales de preparación para la vida en el trabajo, en la familia y en la comunidad.

Quizá de este modo, para nombrar el primero que se me ocurre, más el mea culpa y el pensamiento de los políticos y los empresarios, podremos comenzar a salir del Chile quizá envenenado en el cual vivimos. Buena lección que los adultos le podríamos dar a las nuevas generaciones de jóvenes chilenos/as.

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20 may 2015

Presagios en el cine

La novela es un espejo puesto en el camino, decía Stendhal, tejiendo su proyecto de reflejar en Rojo y Negro la sociedad “moralista, grave y triste que nos legaron los jesuitas y los últimos Borbones”. Una idea literaria antigua, válida para las artes en general, esas manifestaciones libres del espíritu sin obligaciones ni intereses prácticos, según algunos comentaristas.

Para otros, éstas deben cambiar el mundo suscitando turbulencias y  rebeldía. No obstante, enriqueciendo los conceptos anteriores, la obra artística puede ser incluso premonitoria o profética. Julio Verne, Franz Kafka o Ray Bradbury son sugestivos cónsules de esta fecunda cualidad.  

En sus décadas preliminares, la cinematografía alemana también.

Después de la primera guerra mundial, Hans Janowitz y Carl Mayer, imaginaron una sorprendente historia: a un pueblo llega una feria de entretenciones. Su número principal es el doctor Caligari con su asistente Cesare, una especie de zombi; Caligari, tramitando el permiso para actuar es vejado por un funcionario municipal. Al día siguiente, el abusivo empleado aparece muerto en su habitación.

Francis y Alan –estudiantes enamorados de Jane, hija del médico local- entran en la tienda del mago y ven a Cesare salir lentamente de una caja vertical con forma de ataúd. Se anuncia que responderá preguntas sobre el futuro. Alan quiere saber cuánto vivirá. Y Cesare, visiblemente dominado por su amo, contesta: “Hasta el amanecer”.

Muy de mañana, Francis se entera de que su amigo ha sido apuñalado.

Sospechando del siniestro galeno, persuade al padre de Jane para que lo ayude en la investigación. Con una orden de allanamiento, ingresan a su aposento y le exigen cortar el trance del sirviente. En ese momento, son reclamados por la policía para asistir al interrogatorio de un individuo que asesinó a una mujer pero que niega los otros dos crímenes.

Al anochecer, Francis espía por la ventana del vagón y cree ver a Cesare en su urna. En realidad, en ese instante éste levantaba su puñal en el dormitorio de Jane, mas conmovido por su belleza arroja el arma y huye secuestrándola. Es alcanzado por el padre, y, entretanto la horrorizada muchacha es regresada a casa, el raptor muere exhausto y solitario.

Paralelamente, Francis y los guardias, intentando esclarecer el misterio, abren el cajón y sólo encuentran un muñeco en su interior. Caligari escapa refugiándose en un manicomio, seguido por el juvenil investigador. Éste exige hablar con el director y, al enfrentarlo, constata atónito que ambos eran la misma persona.

Mientras el mefistofélico administrador duerme, Francis y tres médicos enterados del caso descubren en su oficina testimonios acusatorios. Un vetusto libro sobre un tal Caligari que recorría Italia hipnotizando a su criado Cesare; durante las correrías homicidas lo reemplazaba con un fantoche de cera. Concluyente resulta su archivo; allí anotó que, obsesionado con esas fuerzas, cuando le confiaron un sonámbulo no resistió la tentación.

Se había transfigurado en Caligari.

Francis lo enfrenta con el cadáver de su autómata, y tan pronto el manipulador comprende que éste ha muerto comienza a desvariar siendo reducido con una camisa de fuerza.

La narración era una categórica condena del autoritarismo, manifiesto en la conscripción obligatoria y en las guerras de la época. Caligari encarnaba ese fetichismo del poder por el poder que, satisfaciendo inescrupulosamente su despotismo, atropella valores y derechos humanos.

Inocente víctima de una potestad ajena, Cesare es el hombre común que presionado por el servicio militar aprende a matar y morir, un instrumento. Y el sentido revolucionario de la crónica se aclaraba identificando a Caligari con el psiquiatra cuyo imperio demencial es abolido.

El suceso fue llevado al cine como El gabinete del doctor Caligari, dirigido por Robert Wiene. Éste  efectuó cambios esenciales en el cuento original; los autores protestaron en vano.

Ahora, sería una quimera urdida por el perturbado Francis que se  inicia mostrándolo en el parque de un sanatorio junto a otro enfermo. Fantasmagórica, pasa Jane. Francis dice: “Lo que me ocurrió con ella es aún más extraño que lo tuyo. Te contaré.” Y comienza el relato que culmina desenmascarando al manipulador. Luego, camina con su compañero mezclándose en un concilio de tristes figuras alienadas.

El director, de porte comprensivo, atiende a todos. Francis, perdido en sus alucinaciones, lo confunde con el protagonista de sus pesadillas acusándolo de ser un demente peligroso. Grita y lucha enfurecido con los enfermeros.

La próxima escena es en una sala. El decano se coloca anteojos que lo transforman en el viejo demiurgo. Sacándoselos, comunica a sus ayudantes que Francis cree que él es Caligari. “Ya entiendo el caso y podré curarlo”, termina diciendo.

El público podía retirarse con este tranquilizador mensaje.

Los guionistas tenían motivos para indignarse: la variante introducida pervertía sus propósitos.Si ellos denunciaban la locura inherente a la autoridad, el film la glorificaba reduciendo a su oponente a la condición de orate. Lo jacobino devenía conformista.

Con todo, la película conservó el tema central trocado en  la fantasía de un loco y fluctuando entre la tiranía y el caos desplegaría una atmósfera saturada de espanto y pavor, preludio de horizontes alarmantes: Hitler imponiendo su poder hipnótico a la voluntad de enardecidos adeptos o sobre el alma de pasmadas muchedumbres.

¿Serían esas multitudes tan inocentes como el desvalido Cesare?

El gabinete del doctor Caligari no fue la única señal del celuloide germano esbozando aquel trágico porvenir. Entre otras, El estudiante de Praga; Homunculus; Dr. Mabuse; El ángel azul; M, el vampiro de Düsseldorf –Fritz Lang quiso titularla Los asesinos están entre nosotros-,  a su modo, ilustraron similares y menospreciadas advertencias.

Más temprano que tarde, se comprobaría la veracidad de esas profecías.

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19 may 2015

Segunda Cuenta Pública

Debido a la profunda crisis política que atraviesa el país resulta evidente que la Presidenta de la República en su segunda Cuenta Pública a la Nación priorizará referir las medidas legislativas con que el Gobierno espera revertir los graves problemas de falta de probidad, corrupción y regular la relación entre dinero y política. Asimismo, atención preferente se otorgará a los anuncios sobre el proceso constituyente que se impulsará para contar con una nueva Carta Fundamental y, especialmente, la medida en que la ciudadanía participará de estas definiciones.

No obstante, la prioridad que revisten las reformas políticas para la transparencia, probidad y calidad de la política no puede excusar mantener retrasadas las numerosas obligaciones internacionales en materia de derechos humanos que el Estado de Chile ha asumido, que los organismos internacionales sistemática y reiteradamente le reprochan su tardanza y que el propio Programa de Gobierno de la Presidenta Bachelet y la Nueva Mayoría contempla.

Tras haberse presentado al Parlamento el Mensaje presidencial para la despenalización del aborto en tres causales, se espera que la Presidenta reafirme su compromiso y anuncie urgencia legislativa para acelerar el debate.

Asimismo que se impulsará la reforma a la sociedad conyugal, que el Senado no ha debatido pese a que por ocho años se mantiene incumplido el Acuerdo de Solución Amistosa alcanzado por el Estado ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos luego que se denunciara la violación de las garantías de igualdad de derechos y no discriminación (caso Sonia Arce contra Chile).

La recientemente aprobada reforma electoral aplicable a la elección de diputados/as y senadores/as (Ley Nº 20.840) que instituye mecanismos para la participación equilibrada entre hombres y mujeres debe ser complementada con nuevas propuestas para la inclusión de la paridad en el conjunto del sistema político (elección de alcaldesas/as, concejales/as, consejeros/as regionales, en los órganos de los partidos políticos y en nominación de autoridades gubernamentales, embajadores/as y representantes ante organismos internacionales y directivos de empresas públicas). Y también se espera conocer anuncios sobre legislación integral frente a la violencia contra las mujeres.

Igualmente se espera que la Presidenta reafirme su compromiso con una legislación que garantice los derechos de niños, niñas y adolescentes y un sistema de protección integral a la infancia. Y en materia de derechos humanos de personas migrantes, conocer la nueva propuesta sobre Ley de Migración y Extranjería en reemplazo de la actual normativa, vigente desde el primer año de la dictadura cívico militar.

En cuanto a la institucionalidad en derechos humanos que el país requiere, se confía conocer la propuesta sobre Defensoría de las Personas que la Presidenta ha comprometido, institución fundamental para la protección y defensa de los derechos de las personas; que se respaldará la tarea del Instituto Nacional de Derechos Humanos mediante la correspondiente asignación de recursos y que se continuará apoyando la creación de la Subsecretaría de Derechos Humanos para contar al interior del aparato gubernamental con un ente coordinador de las iniciativas sectoriales.

Pero también se requiere conocer si se impulsará el establecimiento de un mecanismo permanente para la calificación de víctimas de graves violaciones a los derechos humanos cometidas durante la dictadura, contemplando medidas especiales para el registro, calificación y reparación de mujeres que sufrieron violencia sexual.

Tras la dictación de la Ley que crea el acuerdo de unión civil (Ley Nº 20.830) que reconoce y protege la diversidad de familias en el país se requiere conocer cómo el Gobierno impulsará el debate de las mociones sobre matrimonio igualitario y la necesidad de contar en el país con un estatuto jurídico para los hijos e hijas de parejas del mismo sexo.Asimismo, el apoyo que se otorgará a la Ley de identidad de género que se debate ante el Senado.

En tanto, se espera conocer las propuestas que desde el Ejecutivo se presentarán para reformar la Justicia Militar de modo que se garantice el debido proceso y únicamente se reserve al conocimiento de delitos de función militar cometidos por militares, asegurando que jamás conozca de delitos cometidos contra civiles. Que se proseguirá apoyando el debate de la nulidad del Decreto Ley de Amnistía de 1978 y de las iniciativas para garantizar la imprescriptibilidad,  no amnistía e improcedencia de indultos y prescripción gradual respecto de los crímenes de lesa humanidad, como asimismo el debate sobre tipificación e imprescriptibilidad de la tortura que tantos años se ha retrasado.

La necesidad de legislar en estas materias ha sido persistentemente relevada por los numerosos organismos internacionales que vigilan al Estado de Chile en el cumplimiento de las obligaciones asumidas mediante la ratificación de los tratados de derechos humanos y por la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

De ahí que numerosas organizaciones de la sociedad civil –como las que se articulan en el Observatorio Parlamentario que coordina Corporación Humanas–desde hace años plantean sus demandas ciudadanas en torno al cumplimiento de las obligaciones pendientes y de los compromisos programáticos, constituyendo la Cuenta Pública Presidencial un hito crucial para conocer cuanto de ello se asume desde el Gobierno.

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19 may 2015

¿Qué nos falta para alcanzar el desarrollo?

No estamos al borde del desarrollo, como se nos desinforma  con frecuencia. Nuestro PIB por habitante aún es bajo -poco más de un tercio del de EEUU- y con gran desigualdad, dos ingredientes del desarrollo en los que somos deficientes, a pesar de los avances logrados. Sin embargo, es necesario aclarar que para mejorar, no se trata de hacer borrón y cuenta nueva, sino de realizar reformas adicionales y reformas de reformas.

Nuestra brecha con el desarrollo económico no se ubica en nuestras grandes empresas y exportadores pues, como lo sabemos, muchos son campeones en el mundo. La brecha de productividad se encuentra en los cientos de miles de PYME’s; en los trabajadores formales pero de menor calificación y en los informales en comparación con los mismos sectores de los países desarrollados. Allí están las brechas de productividad entre el 37% promedio de Chile y el 100% de EE.UU y otras economías más avanzadas.

Si queremos crecer, y si queremos  combatir la  desigualdad, es imprescindible  elevar la productividad y la empleabilidad en estos tres sectores. Es el desafío en las estructuras productivas, para crecer incluyendo.

Para un  desarrollo incluyente de las PYME’s y los trabajadores se requieren de los ingredientes para la expansión productiva. Menciono cuatro de ellos.

1. Elevar el stock de capital mucho más aceleradamente (como Chile lo hizo en 1990-98). Ahora con un sesgo progresivo pro-Pymes y emprendedores sin historia y patrimonio.

2. Elevar la capacidad de los trabajadores de menor calificación. La reforma educacional, bien hecha,  con calidad creciente, surte efectos en décadas. Por ello, ahora es necesario  aumentar la productividad de la actual fuerza de trabajo, incluidos pequeños empresarios, a los que se debe apoyar para acrecentar su capacidad de innovar. Esta tarea, que ha tenido inicios promisorios, requiere impulsos permanentes por parte del gobierno.

3. Mejorar el manejo macroeconómico, no basta sólo mantener la inflación baja, junto con ello se requiere conservar el empleo alto, evitar un precio del dólar ultra volátil y las continuas aceleradas y frenadas de la economía.

4. Financiamiento de las políticas públicas. El año 2014 fue de avances en materia tributaria. A pesar de varios traspiés, pasamos de  menos de la mitad de los países desarrollados a algo más. Esto es, un respetable 3% del PIB en régimen, similar a la reforma al inicio del retorno a la democracia en 1990. Se hace de manera  indiscutiblemente progresiva, a pesar de concesiones regresivas o errores incomprensibles. Pese a ello, es un avance respetable, con el desafío de combatir severamente, de manera efectiva y ejemplar, la evasión y la elusión.

Agreguemos a los puntos anteriores la imperiosa necesidad de dar una respuesta sólida a la pregunta, ¿cómo salir de la trampa de que la acumulación de capital involucre concentración del ingreso como en estos 15 años, muy centrado en el 1% más rico? Esto implica mayor ahorro e inversión, pues Chile necesita más de ambos, que necesariamente debe conciliarse con  la reducción de la desigualdad, en la medida que se “democratice” la propiedad del capital.

En ello entran las PYME’s en pleno: un millón de emprendedores –un octavo de la Fuerza de Trabajo- cuya participación tendría que elevarse, no solo por  justicia  o equidad, sino porque allí se encuentran  las grandes brechas entre Chile y los países desarrollados.

Esta gran apuesta  a favor de las PYME’s es la que Chile  debe hacer para acelerar el crecimiento y la equidad. Para ello, es ineludible una reforma del mercado de capitales;  la canalización de fondos de las AFP hacia el desarrollo productivo nacional (US$60 mil millones  invertidos en el exterior, dando trabajo en otros países en lugar de en Chile) y corregir  la tasa de interés, que es abrumadoramente alta para las PYME’s.

Recientemente el gobierno ha realizado muy positivos avances en este sentido, mediante el  aumento de capital de BancoEstado y otorgando prioridad para las  PYME’s, es un  primer paso sustantivo plasmado en medidas como la reducción de las tasas de interés. Tomar como  tarea urgente un gran programa de capacitación laboral, más allá del positivo paso ya dado por el ministerio del Trabajo, es otro asunto ineludible para lograr el desarrollo.

Así como hemos comenzado a avanzar en capacitación laboral y crédito para las PYMEs, también muchas veces – en estos veinticinco años de democracia- nos hemos estancado. Por ello, es fundamental dar impulso a políticas de desarrollo productivo, comenzando por los clúster definidos en el anterior gobierno de la Presidenta Bachelet, en los que se ha avanzado pero que necesitan que el esfuerzo sea permanente, evitando que la coyuntura entorpezca la construcción de una estructura productiva incluyente.

En todos estos  temas, necesitamos un remezón constructivo en las fuentes de financiamiento de la investigación, en su aplicabilidad, en la conexión con el mundo productivo y en los efectos distributivos. Todo lo anterior, en estrecha  coordinación de y entre las universidades con las políticas públicas.

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19 may 2015

El paraíso de la mentira

El  Fiscal Nacional del Ministerio Público, Sabas Chahuan, y el ex Contralor General de la República, Ramiro Mendoza, coinciden en declarar, “Chile no es un país corrupto, pero si existen corruptos a los que hay que perseguir penalmente”. “No podemos cerrar los ojos la corrupción ha llegado“tenemos fortalezas institucionales para prevenir el crecimiento  del flagelo  y detenerlo. El no atender esas señales hace que el flagelo de la corrupción comience a encontrar un espacio cómodo donde asentarse.”

Estas declaraciones de hechos delictivos avergüenzan al país entero.

La propia Presidenta Bachelet, se ha visto involucrada indirectamente por el caso Caval, donde su hijo y nuera, están comprometidos en abuso de poder e información privilegiada. Tomó el toro por las astas, lo despidió de su cargo y enfrentó con decisión los múltiples caso de corrupción, creando la Comisión  Asesora Presidencial contra los Conflictos de Interés y el Tráfico de Influencias  y Corrupción.

Eduardo Engel, fue categórico en señalar  “que las medidas propuestas dolerán, especialmente a los legisladores, que se  verán enfrentados a probar medidas que erradiquen la relación del dinero con la política, acortando sus periodos de reelección.

La Presidenta, lo ha pasado mal, su comportamiento de austeridad y transparencia personal, no está en duda. Es más, ella ha tenido que pagar, con su  capital político, por las responsabilidades  que le caben a alguno de sus Ministros y asesores en la complicidad de emitir boletas ideológicamente falsas, a distintas Empresas, coaptando a la política.

La crisis de confianza en el Parlamento, en el Gobierno  en algunas de sus autoridades, y particularmente en el sector Empresarial, se suma a la de instituciones republicanas como el Congreso Nacional, los Tribunales de Justicia y las Iglesias, que  conforman todo un cuadro peligroso, los que han sido cómplices por error u omisión de delitos flagrantes, condenados de antemano por la opinión pública.

La voz del pueblo, de esa masa ciudadana pasiva, que  hoy se siente atropellada y engañada, despertará airada,  cuya reacción  se hará palpable en las urnas, donde el voto de repudio manifestará el estado de ánimo de los chilenos y chilenas, ante tantos abusos de corrupción.

Las convocatorias,  a marchas ,  protestas  en  Santiago o en las grandes capitales regionales no serán  solamente por las legítimas demandas sectoriales , las voces que se escuchan reiteradamente por la juventud estudiantil, pobladores, artistas o trabajadores, es el grito profundo y unísono que se vayan  los corruptos , estén donde estén, sean quienes sean, definitivamente que se vayan, no se aguantan más.

El famoso y siempre recordado slogan “se podrá meter los pies, pero nunca las manos, hoy por hoy,  es una quimera, las redes de corrupción conformadas para comprar literalmente a algunos  candidatos oficialistas y de oposición por los grandes empresarios, develaron una vez más que la relación entre la política y el dinero cruza por una línea muy delgada, donde caen fácilmente los inescrupulosos.

Las mafias del poder oculto, que han operado  con total  libertad e impunidad,  haciendo y deshaciendo, con los bienes públicos, a su real antojo y amaño,  sin que nadie le ponga el cascabel al gato, no ha sido por la prolija investigación de los organismos competentes como el SII, que nadie se confunda, el destape de estos delincuentes “top ten“se debe a denuncias presentadas en los tribunales de justicias por sus propios testaferros.”

El paraíso de la mentira, tiene nombre,  aunque cueste reconocerlo,  Chile, en materia de transparencia y probidad, ha dejado de ser ejemplo al menos en América latina, del cual antaño nos sentíamos orgullosos, nos podíamos caer o equivocar  en otras materias, pero al menos la fe pública siempre fue una reserva moral intachable.

La votación del primer proyecto sobre la materia en la Cámara Baja, ya demostró todo lo contrario. Es una ilusión, que los diputados  en ejercicio, se disparen un tiro en los pies, jamás legislarán, en una sana dirección y en  una verdadera reforma constitucional que les disminuya sus históricos privilegios. El discurso presidencial del 21 de mayo, será una ocasión propicia para despejar toda duda. Así se comenzará a recuperar la credibilidad perdida.

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19 may 2015

Bachelet recupera el control de la agenda

A pesar de lo complejo que fue el primer año político del gobierno podemos destacar que al finalizar dicho período –a fines de enero-  el gobierno podía mostrar no sólo buenos resultados legislativos, sino también señales de que la economía se revitalizaba –con la tesis de los “brotes verdes”- y las encuestas mostraban un leve repunte coyuntural. En función de tales resultados la evaluación del primer año era positiva.

Sin embargo, todo viene a cambiar de manera radical cuando irrumpe el caso CAVAL a principios de febrero y las platas SQM contaminan al oficialismo. Desde ese momento el ADN del gobierno queda irremediablemente dañado y el cambio político se hace urgente.Resultado, pérdida de la agenda.

Entre principios de febrero y el anuncio de que se le habían pedido la renuncia a todo el gabinete transcurren tres meses. Un largo período en que no sólo se ve un gobierno herido que muestra problemas para “recuperar la agenda”, sino también un gobierno que aumenta sus malos resultados en las encuestas y que se muestra incapaz de recuperar el dinamismo de la economía.

No obstante, desde las profundidades del bacheletismo y en medio de una profunda crisis de confianza, la Presidenta inicia el camino de la recuperación política y emocional. Lentamente, comienza a mover las piezas del tablero y a instalar acciones políticas en la coyuntura que conducen inevitablemente a recuperar el control de la agenda.

Podríamos decir que la recuperación comenzó el 23 de febrero cuando vuelve de sus vacaciones y hace breves declaraciones. Frente a PENTA, SQM y CAVAL afirma que estos hechos hay que enfrentarlos “con claridad y decisión… es mi deber enfrentar cualquier hecho que pudiera obstaculizar o comprometer los objetivos de igualdad y justicia… y continuaremos avanzando en crear un marco institucional que sea capaz de regular de manera eficaz las relaciones…entre política y negocios”. El 25, instruye al equipo político para que elaboren un marco institucional que regula la relación entre “lo público y lo privado”.

En marzo sigue la lenta recuperación de la agenda. El mes comienza con el anuncio de que se creará una comisión presidencial para elaborar un marco regulatorio e institucional “que promueva la transparencia en el ámbito de lo público y privado.” El 07, al terminar la jornada de trabajo en Cerro Castillo, afirma al ser consultada por CAVAL que “me voy hacer cargo… vamos a tomar todas las medidas para que… nuestro país pueda tener la confianza de que se van a respetar las prácticas éticas, legales y administrativas, para el que el país pueda confiar en sus instituciones”.

El 10, nombra al Consejo Asesor contra la corrupción. En la ocasión, Bachelet afirmó que lo que estaba en juego era la salud de la democracia y “que había llegado la hora de actuar”; y que, por tanto, iba a impulsar reformas constitucionales e instructivos administrativos para avanzar en una democracia más transparente.Luego, el 19 firma el instructivo de buenas prácticas en Declaración de Intereses y Patrimonio que se hace extensiva a funcionarios del Estado y  a los ex presidentes de por vida.

Y se instala abril. Entre los hechos más relevantes se encuentra la entrevista en TVN, la firma de algunos proyectos e instructivos, la presentación del Informe Engel y la cadena nacional. Todos ellos van configurando las condiciones que harán posible que Bachelet recupere el control de la agenda.

El 12 en entrevista en TVN se refiere al caso CAVAL y se muestra más cercana y emotiva. En esa ocasión, afirmo que se enteró por la prensa del negocio CAVAL y que a propósito de la crisis de credibilidad no está “por un arreglín y eso es definitivo”.El 17, firma un proyecto de Reforma Constitucionalque define la “pérdida de cargos públicos” por no respetar la normativa de gasto y transparencia electoral. Declara, en la ocasión que se está dando otro paso en el “fortalecimiento de la democracia y su legitimidad”. Del mismo modo, informa que ha enviado diversos instructivos para la austeridad fiscal: gastos en publicidad, uso autos fiscales, difusión y gastos de representación.

El 24 la Comisión Engel entrega informe. “Estamos en deuda” afirma de modo recurrente en su intervención destacando que “hemos carecido de firmeza y rapidez para evitar que las malas prácticas corrompan nuestras prácticas políticas y económicas… dejamos que se debilite la fe pública”. Por ello, dejar “una democracia más transparente, ética y legítima será el sello de su gobierno”.

El 28, en cadena nacional destaca que “ahora, lo que tenemos que hacer es actuar y cambiar las cosas de raíz”. Basándose en las propuestas del informe Engel y “en las medidas que he venido implementando, en leyes actualmente en trámite… he definido un conjunto de medidas administrativas y proyectos de ley que impulsaran una reforma amplia e integral, para erradicar las malas prácticas en la política, en los negocios y en la relación entre ambos”. Y agrega, “son medidas severas… Esta será una de las reformas que marcará el legado de mi gobierno y la voy a conducir personalmente”.

Finalmente, pasó a describir las medidas que se van a impulsar. En esa dirección, afirma que para llevar adelante estas medidas “hemos propuesto un calendario exigente. Para las medidas administrativas nos hemos propuesto un plazo de quince días para dictarlas y para los proyectos de ley, un plazo máximo de 45 días para su ingreso al parlamento”.

Así, llega a su fin abril y se abre el decisivo mes de mayo. Dos son los hechos relevantes que marcan las dos primeras semanas: el anuncio en un programa de televisión de que le ha pedido a su gabinete la renuncia y la instalación de un gabinete con un nuevo equipo político que marca una nueva fase en el gobierno de Bachelet.

Este último hecho, finalmente, marca el control definitivo de la coyuntura política por parte de Bachelet. Aún más, hay que agregar que estamos a una semana del discurso del 21 de mayo que debería marcar el inicio político y legislativo de la nueva fase.

Entre el 23 de febrero –cuando vuelve de sus vacaciones- y el 21 de mayo hay tres meses. En este lapso, de manera lenta y no exenta de turbulencias, Bachelet no sólo asume el liderazgo de la agenda de Probidad, sino también legitima la “agenda de la igualdad” que fue la que la puso nuevamente al mando del gobierno.

Con una derecha en la UTI y con una Nueva Mayoría ignorada, Bachelet ha recuperado la agenda que controla desde la campaña presidencial. Su discurso del 21 de mayo, debería convertirse en la guinda de la torta.Veremos, no obstante, si será suficiente para el repunte en la encuestas.

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18 may 2015

Erupción

La telúrica naturaleza de Chile no termina de sorprender. La gigantesca erupción del Calbuco ha sido… ¡Silenciosa! Un fenómeno similar ha estremecido a la sociedad en semanas recientes. La crisis política en curso es la más profunda desde el fin la dictadura y a diferencia de todas las anteriores no ha sido precipitado por los así llamados “poderes fácticos”.

La indignación ciudadana contra la corrupción de la élite es lo que esta vez ha hecho tambalear todo el andamiaje institucional… ¡Sin que nadie saliera a la calle, sin un solo grito! está fluyendo una inmensa cantidad de energía que el sistema político tiene que encauzar en una dirección de progreso, profundizando la democracia. Si no reacciona de ese modo, corre un riesgo no menor que la erupción se vuelva ruidosa y lo pase a llevar.

Las tensiones que se han acumulado en el seno de la sociedad son gigantescas y una erupción grande se veía venir. Las señales se sucedían desde hace varios años, incluyendo estremecimientos regionales y nacionales de mucha intensidad, especialmente los años 2006 y 2011. Nunca se sabe cuando ni por donde empiezan estas ebulliciones.

Era posible que, como sucedió hace un par de años en Brasil, pudiese tomar la forma de una protesta contra el transporte público, quizás el aspecto más irritante de la vida cotidiana en la capital. A nadie se le hubiera ocurrido que iba a reventar por el develamiento y la acción de la justicia, en delitos de corrupción de la elite empresarial y política. Menos, que iba a estallar durante las fiestas de fin de año, en vacaciones y sin ruido alguno, en silencio. Aunque el país no termina de caer en cuenta, el estallido se ha producido y el edificio institucional de la transición está crujiendo.

Cualquiera que tenga la edad suficiente para haber vivido algunas de las erupciones sociales que se han venido sucediendo en Chile a lo largo del último siglo, con una periodicidad variable pero en promedio una cada década, sabe que éstas demoran varios años en gestarse y consisten en una creciente y luego desbordante participación de la ciudadanía en los asuntos públicos.

De ese modo se libera la enorme energía social que hace posible en tiempos como éstos avanzar en años lo que en condiciones normales demora décadas y a veces siglos, en meses lo que sucede en décadas, en semanas, días y horas lo que en años, como escribieron los clásicos de la ciencia política.

Se sabe que estos procesos no se desenvuelven de modo lineal ni en un momento único, sino a empellones, en una sucesión de avances y retrocesos, trayectoria que se extiende  durante la lenta y luego rápido fase de ascenso, continúa una vez que alcanzan su cima, período que se puede extender por bastante tiempo y también en su inevitable fase de descenso, puesto que, como la generalidad de los fenómenos, el activismo político masivo no dura para siempre.

Menos mal, puesto que quienes lo precipitan no son grupos de militantes endurecidos, sino millones de ciudadanos comunes y corrientes que tarde o temprano se cansan de un frenesí cuya prolongación indefinida haría de la vida un infierno y, una vez que han logrado sus objetivos principales, retornan a su tranquilidad cotidiana.

Las causas profundas de los fenómenos telúricos que remecen al país se han venido develando poco a poco al entendimiento humano. Hoy se sabe que este angosto territorio se ubica a lo largo del filo de proa de la placa tectónica de América del Sur, que avanza sobre su homóloga del Pacífico como un majestuoso rompehielos geológico que la encarama y resquebraja a empellones sucesivos, conformando de ese modo su temblorosa y fracturada geografía. Del mismo modo, hoy es posible apreciar que las erupciones sociales del último siglo han surgido desde y al mismo tiempo hecho posible, la gran transformación del viejo Chile agrario y señorial en una pujante sociedad urbana emergente.

En particular, los dos últimos estallidos que el país ha experimentado, en los años 1980 y el  que se encuentra en pleno curso, parecieran originarse principalmente en la necesidad de completar dicha transformación. El curso cada vez más avanzado y al mismo tiempo singularmente pacífico y democrático de medio siglo de desarrollismo estatal, se vio interrumpido violentamente por el golpe de 1973.

Este brutal intento de restaurar por la fuerza la hegemonía que la vieja oligarquía agraria había perdido irremediablemente, estaba destinado de antemano al fracaso. Ninguna élite puede dominar por mucho tiempo exclusivamente por la fuerza. Transmutada en los autoritarios y corruptos rentistas conocidos como los “Hijos de Pinochet”, la vieja elite chilena ha exhalado el graznido de su ocaso histórico durante las décadas de dictadura y transición.

Quienes inevitablemente los han de reemplazar no sustentarán su dominio en la fuerza bruta o la corrupción de una democracia maniatada, sostenida en la apropiación de la renta de recursos naturales y monopolios, lograda mediante la usurpación de bienes públicos. La nueva élite, como todas las que perduran, fundará su hegemonía en la legitimidad de la dirección de la producción social, que en el mundo moderno se basa en la contratación masiva de trabajo asalariado para agregar valor en la creación y venta de bienes y servicios en mercados competitivos.

Dejarán de ser una casta segregada, zurcida por una red de relaciones y creencias rancias, para conformarse en una élite abierta al mérito, de sinceras y cultivadas convicciones progresistas y democráticas. Esa nueva élite ya existe, en la joven generación de profesionales, intelectuales y empresarios, que surge pujante por todos los poros y rincones de la moderna ciudadanía que es el resultado de un siglo de transformaciones, y hará saltar la costra rentista que la mantiene sofocada hasta la irritación.

La porfía en el intento, de nunca acabar, por comprender las causas profundas de los fenómenos sociales, es descalificada como una manía por aquellos que Agustín Squella llama intelectuales livianos que se deslizan haciendo equilibrios oportunistas sobre la última moda conceptual, sin percatarse de la enorme ola que se levanta a sus espaldas y los empuja derecho a los arrecifes. Sin embargo, resulta tan vital para la política como lo es para la economía la comprensión de los niveles de desarrollo social o los ciclos largos y cortos que se desenvuelven en el trasfondo de cada coyuntura.

De este modo, por ejemplo, un coro de opinólogos y políticos conservadores o temerosos, azuzados por un gran empresariado miope que hace aspavientos de marchar a las trincheras, ha saludado el resultado de los recientes cambios políticos y ministeriales como el fin de una manía de profundidades y vuelta a las realidades de la política como el arte de lo posible.

Uno de los más connotados, gusta darse aires de sapiencia dejando caer aquí y allá en sus artículos nombres de grandes pensadores, especialmente Hegel, Marx y ¡Uyyyyy, al mismísimo Lenin! Seguramente considera que, salpicado con diatribas contra la iglesia católica, ello resulta de buen tono para espantar señoras burguesas en los elegantes cenáculos editoriales a los que logró acceder tras consumar la proeza acrobática de pasar de portaestandarte de la educación pública a guaripola de los “sostenedores” privados ¡en una sola noche!

Lo que olvida es que antes de citar autores resulta conveniente leerlos y tratar de entenderlos para no hacer el ridículo y, en el caso de los mencionados, que el núcleo de su manera de pensar es precisamente la dialéctica histórica, quizás el más importante descubrimiento teórico decimonónico.

Es decir, la idea que el constante devenir de las sociedades (y la naturaleza) sigue un curso determinado por sus contradicciones profundas, que no es jamás lineal sino se eleva en una trayectoria cíclica que resulta de una sucesión de períodos de lenta y luego rápida acumulación de cambios cuantitativos, jalonados de bruscos saltos cualitativos. Precisamente del tipo de los que Chile atraviesa en este momento.

Como ha observado un político más sensato y con menos pretensiones, el caballo anda harto chúcaro. En estos casos, como sabe cualquier jinete o amazona experimentada, hay que asegurarse que la cincha esté apretada y los estribos firmes, apretar las piernas con fuerza y, sobre todo, darle carrera.

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18 may 2015

Ofrezco relaciones diplomáticas aquí y ahora

La ausencia de embajadas en La Paz y Santiago, desde 1978, es una rara avis en una comunidad internacional cada vez integrada. Cualquier intento de solución bilateral a los conflictos tiene que pasar por una normalización de las representaciones diplomáticas.Consideremos otros casos.

Por ejemplo, Estados Unidos y Cuba restablecieron relaciones este año y pronto tendrán embajadores. A su vez, Argentina e Inglaterra restablecieron relaciones en 1990, apenas a ocho años de  una guerra que dejó casi mil víctimas y un reclamo argentino vigente. Dos conflictos serios que cuentan ya con canales institucionales de representación mutua, como debe ser.

El título de esta columna es una conocida frase que usó el ex Presidente Ricardo Lagos en la Cumbre Extraordinaria de las Américas en  2004, en respuesta a los planteos de la contraparte boliviana, afirmando que los temas relativos a la demanda marítima son estrictamente bilaterales. Tener relaciones diplomáticas normalizadas es conditio sine qua non del diálogo franco. Sería un avance inédito en 37 años.

Retornar al diálogo no es traicionar nuestra tradición diplomática. Vamos al grano. Chile tiene una larga tradición diplomática de diálogo y agenda bilateral respecto a la demanda histórica boliviana relativa al acceso al Pacífico. Y esa tradición chilena no es lesiva respecto de nuestros intereses nacionales. 

Nuestra práctica diplomática con Bolivia durante el siglo XX constó de dos  puntos: 1. Apego al tratado de 1904. 2. Bilateralidad del diálogo. El planteamiento histórico de Chile ha sido que el tratamiento de una agenda bilateral con Bolivia es posible, siempre en el marco del respeto a los términos del Tratado de 1904, en razón al principio internacional del pacta sunt servanda.

Esta larga tradición abarca diversos gobiernos, antes y después del definitivo Tratado de 1904. Ejemplos destacados son el tratado de 1895, que incluía una obligación de salida al mar por parte de Chile, y las conversaciones llevadas a cabo entre 1947 y 1950. Ambas gestiones fracasaron. La primera por la negativa del legislativo boliviano y la segunda por filtraciones de la prensa y el consiguiente rechazo de la opinión pública de ambos países.

No fue hasta 1975, en el marco del Acuerdo de Charaña, que se llegó al proyecto más avanzado para una salida al mar. El acuerdo no fue convalidado por Perú, que pretendía un control tripartito, en el marco de su propia agenda sobre la salida boliviana.  El resto es historia conocida: el acuerdo fracasó y los regímenes de Pinochet y Bánzer pasaron del acercamiento al congelamiento de las relaciones en 1978.

La posición de colaboración también fue llevada adelante durante el primer gobierno de la presidenta Michelle Bachelet, en el que se mantuvo una agenda formal de trece puntos con Bolivia, incluyendo aspectos como integración física, complementación económica y “tema marítimo”

Chile desmiente nuestra historia diplomática al interrumpir la agenda de los Trece Puntos, señalando que no hay temas pendientes. Sistemáticamente existió una agenda a seguir, formal o informal, en medio de  avances y retrocesos. Tanto en 1964 como en 1975 es Bolivia quien rompe relaciones con Chile. Este nuevo planteamiento diplomático solo ha conseguido aumentar la beligerancia boliviana y la exposición internacional, cuyo corolario es la demanda en Holanda.

Insisto. Negociar una agenda no atenta contra nuestra historia diplomática ni contra nuestra soberanía. Ambos países deben construir una relación de confianza para asumir  los desafíos del siglo XXI y las oportunidades que nos brinda el Océano Pacífico.

Chile debe procurar la normalización de la relaciones, siempre en el marco del Tratado de 1904 y los intereses nacionales, y desde ahí buscar soluciones a las trabas reales al desarrollo del comercio y la vinculación: revisar infraestructura, precios, inversiones, la posibilidad de un puerto boliviano de capitales propios en territorio chileno, infraestructura propia.

Si bien Chile ha insistido con una agenda similar, ha sido rechazada por Bolivia por no considerar salida soberana. A pesar de la trampa boliviana del todo o nada, hay que insistir, discutiendo a alto nivel. Actuar de buena fe. Volver a los trece puntos en un marco superador. 

Por eso, soluciones inteligentes y relaciones diplomáticas aquí y ahora.

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18 may 2015

La otra salida del clóset

Casi como fantasmas que pugnan por dejar sus oscuros laberintos, la mayoría de los países de América Latina, y el nuestro no es una excepción, están viendo como los velos que ocultaban tantas cosas se van cayendo uno a uno. Como en una trama enrevesada donde el poder se combina con la ambición y la falta de escrúpulos, los personajes que hasta ayer no más se movían en las sombras, deben salir a la luz.

Sus rostros, blancos de tanto ocultamiento, negros de alma en muchos casos, no pueden ocultar lo inevitable: los paradigmas se van rompiendo, como si fuese “su” propio Muro de Berlín. Y a su paso, lento pero inquebrantable, van quedando los trozos de historia corrompida, que busca liberarse y salir a la conquista de su más valioso tesoro: la verdad.

Las sociedades de muchos países latinoamericanos son machistas en esencia. Esto tiene múltiples manifestaciones que podemos corroborar todos los días: desde la desigualdad de género, la falta de inclusión de personas con capacidades diferentes; las dificultades para quienes eligen su objeto de amor en personas del mismo sexo, y hasta la dificultad de legisladores y gobiernos de ponerse de acuerdo en temas básicos como el uso del preservativo, o traer al presente leyes vigentes que en muchos casos tienen casi un siglo.

Por eso, hay una salida del clóset de la vida, de los individuos, del ser en esencia que busca expresarse más libremente. ¿Son acaso los nuevos medios digitales, como las redes sociales, esa barricada que facilita la expresión sin más censura que el límite de 140 caracteres?

¿Es la irrupción de lo que podríamos llamar un periodismo ciudadano, que mucho más rápidamente, multiplica sus reclamos y conflictos?

¿Existe una validación del nuevo ser humano que está emergiendo? Muchas preguntas para un puñado de respuestas.

En muchos casos, la salida es desde lo individual hacia lo comunitario. Así, el auge de las juntas de vecinos, y de todo tipo de organizaciones del tercer sector, haciendo tareas que en muchos casos corresponden a las políticas que se esperan del Estado, cubren esa brecha para hacer menos angustiante la situación de miles de conciudadanos.

En otros, las mismas fuerzas se van reconvirtiendo en proyectos más fuertes, poderosos, (“empoderados” parece ser la palabra de moda) y contundentes a la hora de fijar posiciones… lo que no gusta demasiado a los fantasmas, (perdón) a los círculos de poder tradicionales a los que no les apetecen los cambios demasiado rápidos.

Pero lo bueno de la historia, es que pese a que precipitan desenlaces no todos felices –como la muerte de seres inocentes, la caída de la reputación de muchos otrora intocables, y hasta el arrancar de raíz los viejos preceptos llenos de vicios desactualizados-, hay un sentimiento común de esperanza. Y de fe.

A diferencia de los conocidos de siempre, que existen en todo el mundo y forman parte de lo que ellos autodenominan ‘la elite del poder’, al ciudadano común le vienen bien los cambios. Por eso, no tiene mucha paciencia. Y así, no se hace esperar. Marcha, protesta, pública una carta de lectores, lleva su caso a la radio y la televisión; escribe en sus redes sociales; articula campañas de bien común, y lucha por lo que considera más justo y equilibrado, con el impulso de esa fe y esa esperanza que, a veces, son los únicos faros que iluminan el lúgubre pasado que se resiste a salir de escena.

Así las cosas, las cartas están echadas. El mundo está saliendo de su propio clóset. Y si todo resultara como la mayoría anhela, los cambios serán tan inevitables como positivos. Y para siempre. Hay un renacer del mundo globalizado que se manifiesta cada día con mayor contundencia (incluyendo las múltiples formas de la crueldad humana que tanto nos horrorizan). Hay un renacer espiritual, que va más lejos y más rápido que los dogmas.

Y entonces, llegará el día en que como sociedades, los países de esta parte del mundo, veremos un nuevo horizonte, con mayor optimismo para los niños y jóvenes  y para transitar los últimos años de los adultos y ancianos con mayor tranquilidad y equilibrio. Para, recién en aquel momento, volver a creer en que cambiar valió la pena.

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17 may 2015

Voces censuradas pero no silenciadas

Las dictaduras, independientes al extremismo que representan, tienen en común  su debilidad por poner  cerco a la música, incluso a los sonidos que  pueden interferir  sus postulados.

El director francés Laurent Cantet retrata en su última película Regreso a Itaca , excelente film, el veto a Los Beatles o a los Rolling Stones, por citar algunos, impuesto por el gobierno cubano en los años más intensos de la Revolución. Por cierto, el guión  pertenece a Leonardo Padura, escritor cubano ajeno a etiquetas ideológicas.

En Chile, desde que el golpe militar acabó con nuestra inmaculada democracia  el 11 de septiembre de 1973, la música popular y la folklórica fueron sometidas a estricta vigilancia, además de la feroz represión contra intérpretes, grupos, medios de comunicación, sellos discográficos y puntos de venta.

El asesinato de Víctor Jara  o la detención e internamiento de Ángel Parra  en un campo de concentración  demuestran la obsesión malsana y perversa de los golpistas  para  aniquilar al “enemigo” y su afán por controlar las ideas, la cultura o  la creación.

Para los defensores de la dictadura, todo aquello vinculado con la Nueva Canción Chilena contenía mensajes políticos  y era una adhesión férrea  a la Unidad  Popular, a Salvador Allende, a las barricadas, al extremismo de izquierda ,en suma, al enemigo a combatir  con  todos los medios a su alcance.

Javier Rodríguez Aedo, egresado de las Universidades de Chile y Católica de Santiago realiza  en Francia, concretamente en la Universidad Paris-Sorbonne-un doctorado que se refiere a la censura impuesta por la dictadura de Augusto Pinochet a la música.

Se trata de una investigación exhaustiva sobre el papel de los servicios secretos  en  la vigilancia y control de músicos populares y folkloristas tanto en Chile como en el extranjero.

Rodríguez Aedo participó recientemente en un congreso de musicología en Madrid y allí leyó una ponencia que es anticipo de la investigación doctoral que realiza: Sonidos bajo sospecha, presencia de la música en los archivos secretos de los organismos de inteligencia chilena en tiempos de Pinochet (1973-1990).

Los archivos de la DINA y de la  CNI han sido fundamentales en esta investigación.Especialmente la documentación  recopilada por la policía política en colaboración con la ex Colonia Dignidad. Ese archivo desclasificado por orden judicial aporta datos que reflejan los alcances de la paranoia de la dictadura por las palabras y los sonidos de la música.

En estos archivos  se identifica a  conjuntos musicales,  cantautores,  compositores, sellos discográficos,  revistas culturales y  locales de concierto. Cada uno tenía su correspondiente ficha con datos de discos, actuaciones, comentarios de prensa  nacional y extranjera. Aquellos que ya no estaban en el país eran vigilados  por las noticias que generaban sus actuaciones, entrevistas y actividades en las que denunciaban las violaciones de los derechos humanos que se producían en Chile.

A esta documentación se añaden otras fuentes.  Por ejemplo, libros sobre los años de dictadura, testimonios  y entrevistas con aquellos que sufrieron  persecución por cantar o difundir  música que no gustaba a los golpistas.

Rodríguez Aedo  da cuenta de la reunión que mantuvieron miembros del Sindicato de Folkloristas de Chile y el coronel Pedro Ewing, entonces Secretario General del nuevo Régimen Militar. Ewing les advirtió que iban a ser duros, que revisarían con lupa actitudes, canciones, instrumentos como flautas, quenas, charangos y todos aquellos sonidos  que se identificaran con la “canción social”. Es más, añadió que el folklore del Norte no era chileno y  que la Cantata Santa María  de Iquique “era un crimen histórico de lesa patria”.

Los Parra, Quilapayún, Inti Illimani, Quelentaro encabezaban la lista de los  prohibidos. Pronto se añadirían más nombres, sellos discográficos, compositores de música popular o clásica  o personas de menor rango vinculados a coros, orquestas  e incluso maestros de escuelas.

Junto con la censura surgió la autocensura. Por  propia iniciativa de los responsables de las emisoras, fueron sacados de circulación  los  discos que pudieran molestar a las autoridades. El sello discográfico Odeón retiró de la venta  discos de grupos , cantautores e intérpretes  chilenos vetados y añadió a la lista  grupos de rock y hasta orquestas bailables internacionales.

El investigador Rodríguez Aedo ha constatado la preocupación de los censores del régimen por vincular a los vetados con partidos políticos e ideologías.

Por ejemplo, de Quilapayún se escribe “que cantó a la revolución comunista, cuando todo principio de orden y autoridad era desquiciado en el mundo”. De este grupo hay un expediente de 27 fojas en las que se recoge cada uno de  sus recitales en el mundo, incluyendo una gira por Estados Unidos.

De Inti Illinmani advierten los guardianes del dictador “que no pueden ingresar al país por difundir el comunismo”.

A Illapu también se les prohíbe regresar al país  “porque son activistas marxistas que participan en campañas de desprestigio de Chile en el exterior”.

El investigador chileno  concede especial protagonismo en su trabajo a la presencia de estos grupos o intérpretes chilenos exiliados en Europa. La divulgación de su música, su evolución, la influencia  que ejercieron en otros creadores europeos, sus trabajos discográficos y el papel que desempeñaron en la denuncia de la dictadura de Augusto Pinochet en el mundo.

Un trabajo  que contribuirá a conocer detalles desconocidos  del proceder infructuoso, inútil y hasta enfermizo  de una dictadura para acallar voces que hablaban de injusticias, de las desigualdades, de hambre y de esperanzas de cambio.

Una investigación necesaria para reconstruir pedazos aún dispersos de la memoria  histórica de un país.

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