13 ene 2016

Carta a un rehén

Te  vas por la puerta chica, pero antes que la cierres por fuera deja un maletín con la plata que tú te comprometiste a pagar en caso de renuncia, recuerda que los chilenos te agradecemos tus logros, pero que fueron los jugadores los que hicieron posibles los triunfos y celebraciones y en gran medida tu éxito, y que sin este país, el que te dio la oportunidad de desarrollarte profesionalmente y te entregó la mejor generación de jugadores y  del cual te quieres ir, pues no te gusta que te investiguen, no  sé dónde estarías.

En la vida, Jorge, debes ser agradecido y no tratar de andar con subterfugios y recursos emocionales bajos para convencer que eres una víctima.Llegaste y te vas mal parado.

Te recuerdo que antes de asumir la cabina técnica, le hiciste la cama a Borghi, y te reuniste con Jadue cuando el Bichi aún estaba a cargo del combinado nacional. Tu última mala práctica que se sabe, la ejerciste de manera indebida en el aeropuerto de Santiago para firmar una adecuación a tu contrato, antes de que nuestra selección viajara a Uruguay para disputar el duelo por la cuarta fecha de la clasificatorias mundialistas, so pena de no subirte al avión si no suscribían lo que tu querías.

Sin duda encontraste en la crisis que vive la ANFP, la excusa perfecta para dejar el barco a la deriva, cuestión que querías  desde que Chile volvió del Mundial Brasil 2014.

Ya en esos tiempos amenazabas de manera impropia con irte de la Selección una vez terminada la copa América, recordemos que en dichos momento decías que tu compromiso moral llegaba con nuestro país hasta la final de la Copa América.

Desde esa época y cada cierto tiempo, de manera continua y permanente, dabas a entender que tenía ofertas desde clubes extranjeros. Con esas declaraciones llegaste a mejorar sustancialmente tus emolumentos, a sabiendas que tu jefe cedería ante tus presiones, jefe que te quería-presuntamente- sólo para tapar las fechorías que hacía con otros dirigentes del fútbol internacional. Tanta fue tu ambición que buscaste fórmulas para no pagar los impuestos que debías enterar por los dineros recibidos, según se ha publicado.

Te vas de la peor manera y pensando que los chilenos somos mal agradecidos. No Jorge, los chilenos somos honrados y condenamos los abusos y abusaste de tu cargo, nos hiciste creer que eras parecido a Bielsa, pero tú no le llegas ni a los talones al rosarino.

Dices que te sientes rehén del presidente de la ANFP, cuando éste sólo te está exigiendo que cumplas con tu palabra. Lo que dice relación con que pagues una cláusula de salida en caso de renuncia. Un rehén, Jorge, es aquel que se encuentra retenido en contra de su voluntad por alguien que, en una guerra, un asalto, un secuestro, etc., exige una cantidad de dinero o el cumplimiento de unas determinadas condiciones.

Tú firmaste un contrato, voluntariamente y sin presiones,  el que te ha hecho rico y cada cláusula de dicho acto voluntario debes cumplir, cuestión que no quieres al igual que tu ayudante técnico. Solo te debo recordar que Bielsa cuando renunció pagó lo que decía su contrato y no buscó subterfugios para no cumplir con la palabra empeñada.

Eres un rehén pero de tus propias palabras, acciones y omisiones. Te llevas bastante, te lo ganaste, pero las reglas del juego cambiaron y tú no quieres jugar con reglas transparentes, claras y predeterminadas.

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13 ene 2016

Otra vez la colusión

Fue en mayo de 2008 cuando casi todos los chilenos nos enrabiamos frente al televisor, miramos con odio la pantalla y no podíamos dar crédito a lo que veíamos. No se trataba de la pelota en el travesaño de Pinilla, ni porque al malo de la teleserie otra vez algo le resultaba bien. Esta vez eran malos del mundo real, malos de cuello y corbata, empresarios que decidieron aumentar sus ganancias a costa de los que más necesitan, subiendo los precios de bienes tan necesario como los medicamentos.

No importaba si era un jarabe para la tos  o un tratamiento para el cáncer, ellos sólo querían ganar más.

No faltó el “loco lindo” que se puso en la entrada de una farmacia llamando a no comprar, un gesto casi inocente, podrías no comprar en esa, pero la de al lado, la del frente y prácticamente todas estaban coludidas.

El primer gran escándalo de colusión nos golpeó, empezamos a dudar casi de todo y el tiempo nos fue dando la razón. En diciembre de 2011 se destapó la colusión del pollo, según datos de la  Oficina de Estudios y Políticas Agrarias del ministerio de Agricultura, la carne de ave es lejos la más consumida entre los chilenos con 37,2  kilos al año por persona. Esta vez la colusión disparaba directo en nuestra mesa, entre las papas fritas y el tuto coludido a la parrilla.

Pero ninguno de estos escándalos espantó a los involucrados en el cartel del papel higiénico, los detalles parecían sacados de una película de la mafia: cartas enviadas como partes de matrimonio para no levantar sospecha, computadores flotando en el río para borrar información, teléfonos de prepago para no dejar huella. Todo calculado para sacar platita extra de nuestros bolsillos.

Muchos se revelaron y aseguraron que nunca más comprarían papel, pero con las empresas que controlan más del 90% del mercado participando de la colusión, poco se puede hacer.

Y la última gracia, no conforme con la colusión entre los productores de pollo, paralelamente los supermercados se coludían para volver a subir el precio de las carnes blancas.

La colusión está de moda y no sólo afecta nuestros bolsillos, las colusiones nos robaron la confianza, nos robaron las ganas de participar y de creer que con ideas y trabajo podíamos cambiar el mundo, ese fue su gran delito.

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13 ene 2016

Protección contra el odio

En Chile estamos muy cerca de alcanzar el umbral del desarrollo económico, en un proceso que nos distingue por sobre la mayoría de los países de la región. Sin embargo, aquel avance material no parece ir acompañado de igual manera del progreso humano y cultural que requiere en pos de alcanzar un desarrollo integral como sociedad.

En los últimos años se han dado pasos importantes en la construcción de un camino de mayor respeto y tolerancia a la diversidad en el ámbito de las ideas, religión, sexualidad,  origen étnico y racial. Pavimentar parte de esa ruta contra la discriminación y el odio ha sido posible por las lecciones que hemos extraído de experiencias dolorosas. Un ejemplo de ello fue la promulgación de la denominada Ley Zamudio, norma que se impulsó tras la muerte de Daniel Zamudio, asesinado por ser homosexual.

Si bien estos avances son significativos, aún resultan insuficientes. Las expresiones destinadas a intimidar, oprimir o incitar al odio y la violencia contra una persona o grupo por su raza, religión, nacionalidad, género, orientación sexual, discapacidad u otra característica grupal, no conocen fronteras de tiempo ni espacio.

Tras el Holocausto, y con el crecimiento de Internet y de otros medios  modernos que facilitan la divulgación de las expresiones de odio, resulta más necesario que nunca revisar el cumplimiento legislativo de las obligaciones que Chile ha asumido en diversas instancias internacionales.

Chile ha firmado  la  Convención Internacional sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Racial, el  Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y la Convención Americana, por lo tanto está obligado a  impedir y sancionar conductas que inciten al odio y la discriminación por raza, color, religión, idioma u origen nacional.

Así como Estados Unidos y Francia -entre otras naciones-  han implementado mecanismos jurídicos para proteger a las personas respecto de actos discriminatorios o que incitan el odio, en Chile nos estamos quedando rezagados. Una muestra palpable de esto es que desde 2010 duerme en el Congreso Nacional el proyecto de ley que sanciona la incitación al odio racial y religioso, proyecto que busca reforzar la mencionada ley antidiscriminación.

En el último tiempo hemos observado en nuestro país expresiones de diverso tipo que siguen promoviendo precisamente la discriminación y el odio hacia determinadas minorías de la sociedad, colocando en riego la integridad de sus miembros y la cohesión que requiere toda democracia para su estabilidad. Se trata de acciones sobre las cuales debemos estar muy alertas para evitar que tengan acogida en otros sectores de la ciudadanía.

Es evidente que cuando hechos de esta naturaleza ocurren, no basta con manifestar una condena social –que siempre es importante y necesaria-, sino que también se requiere de sanciones legales que sean ejemplificadoras para quienes están dispuestos a protagonizar actos de discriminación o incitación al odio.

En la medida que Chile refuerce el marco jurídico en estas materias, será posible ampliar una cultura de rechazo a cualquier expresión atentatoria contra la convivencia pacífica y tendremos la oportunidad de vivir en una sociedad más libre.

En la pasada fiesta judía de Janucá (o  de las luces), que se celebró en el Palacio La Moneda, la Presidenta Michelle Bachelet hizo hincapié en la necesidad que tiene el país de contar con una normativa que sancione aquellas conductas que inciten al odio y realizó un llamado a los parlamentarios a que le den prioridad al mencionado proyecto de ley.

Unos días antes, el Presidente del Senado, Patricio Walker, reconoció públicamente que hay una deuda en esta materia con la comunidad judía y con todas las minorías.

Nos parece positivo el llamado que hace la Mandataria a acelerar la tramitación de aquella iniciativa, pero hay que recordar que el gobierno juega un rol importante en este proceso, ya que es el Ejecutivo el que coloca las urgencias a las propuestas legales que ingresan al Congreso.

Resulta fundamental entonces que La Moneda acelere la tramitación de este proyecto de ley, sobre todo considerando que se aproximan dos años electorales y que la carga legislativa está siendo intensa debido a la serie de reformas que han ingresado al Parlamento en el último tiempo.

No debemos esperar que sucedan situaciones violentas para reaccionar. Tenemos que seguir siendo proactivos en la protección contra las conductas discriminatorias y que alientan el odio entre chilenos. Ese es un compromiso que le corresponde asumir no solo a las autoridades, sino que también a la sociedad civil.

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12 ene 2016

Colusión de supermercados

Durante la presente semana se conoció un nuevo caso de colusión registrado en el país y que está siendo investigado por los organismos especializados. Se trata esta vez de un acuerdo entre las tres principales cadenas de supermercados, destinado a coordinar los precios de venta de la carne de pollo, que se habría gestado y ocurrido hace algunos años.

Esta denuncia viene a sumarse a una ya larga cadena de actos del mismo tipo que han involucrado a productores de pollo, farmacias, distribuidores de asfalto, empresas navieras, comercializadoras de papel higiénico y hasta al gremio de ginecólogos en la Provincia de Ñuble.

Ellos se agregan, además, a otros escándalos comerciales de enorme connotación pública, como fueron las repactaciones ilegales realizadas por La Polar, que perjudicaron tanto a sus clientes como a inversionistas, producto del falseamiento de sus balances y estados financieros.

Las reacciones ante estos hechos son diversas. Los consumidores y usuarios se sienten, con justa razón, gravemente abusados. Cada episodio denunciado no viene sino a confirmar las sospechas por las habituales alzas masivas en muchos precios y la extraña uniformidad de éstos en diversos establecimientos. La seguidilla de casos produce un ambiente generalizado de desconfianza y molestia.

Algunos, en cambio, reaccionan acusando persecuciones o sobre reacción de las autoridades.Equivocan claramente el rumbo. Nada peor que una defensa corporativa o tratar de minimizar o negar hechos que al poco tiempo resultan confirmados por la justicia.

La empresa y el emprendimiento privado es un factor importante en el desarrollo del país.Alienta la inversión y genera empleo, al tiempo de otorgar a los ciudadanos la posibilidad de disponer de una mayor variedad de productos y servicios. Sin embargo, su desarrollo debe basarse en comportamientos éticos y legales que parecen haber caído en el olvido para sectores muy relevantes. Sólo así se explica que estos sucesos no sean aislados, sino que se abarcan un amplio abanico de sectores o actividades.

Quien afecta la competencia del modo que hemos conocido, coordinando precios o cuotas de mercado, perjudica desde luego a los usuarios y consumidores, pero, además, afecta gravemente el propio modelo económico que les ampara y al gremio y entorno al que pertenecen. A ellos debería dirigirse la indignación de empresarios, expertos y cúpulas gremiales, en lugar de apuntar a fiscalizadores y reguladores, al más puro estilo de Don Otto.

En lugar de ver un hostigamiento que no existe y de acusar populismo o estatismo cuando a consecuencia de éstos hechos se generan medidas como las farmacias populares, es tiempo reconocer que importantes sectores del empresariado nacional han venido generando una cultura de la máxima rentabilidad, a cualquier precio, sobrepasando muchas veces los márgenes y regulaciones y mermando así gravemente la confianza de la ciudadanía.      

Asimismo, es imprescindible agilizar las modificaciones legales para sancionar en forma drástica este tipo de conductas. El Senado está analizando el proyecto de ley que fortalecerá las investigaciones y repondrá las penas de cárcel para quienes las cometan.

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12 ene 2016

Un paso para incorporar a los trabajadores independientes a la Seguridad Social

Listo para su promulgación quedó el proyecto de ley que prorroga hasta el 2018 la cotización obligatoria para pensiones, salud laboral y salud en general, de los trabajadores independientes, luego de un rápido trámite en nuestro parlamento.

Agradecemos a los parlamentarios y parlamentarias haber entendido la importancia y urgencia de esta iniciativa para miles de trabajadores y trabajadoras independientes, que no cuentan con los recursos para ingresar a un sistema de pensiones.

El proyecto aprobado trasladará el descuento obligatorio a la operación renta 2019, tomando en cuenta la renta imponible del 2018, y se aplicará a los trabajadores del sector público y privado, que emitan boletas de honorarios por la prestación de sus servicios.

La iniciativa trae otra importante modificación,y es que desvincula la cotización para pensión de la de salud común y salud laboral. Esto va a permitir que los trabajadores independientes se incorporen en mayor medida a la cobertura de la seguridad social, en cuanto ellos no van a estar obligados a pagar todas las cotizaciones en conjunto.

Los trabajadores independientes cancelarán el 7% de su cotización para salud, más el 0,95% de su seguro de accidentes de trabajo, sin tener que cotizar para pensión. Eso les va a permitir estar cubiertos frente a riesgo de accidentes o de enfermedades.

Este es un proyecto importante, que representa un avance, sin perjuicio de considerar que todavía tenemos que seguir avanzando en términos de lograr una norma definitiva, que permita la incorporación real de los trabajadores independientes a la seguridad social.

Nuestro objetivo como Gobierno es ampliar decididamente la protección social de los trabajadores y trabajadoras, y en este contexto, la previsión social debe ser entendida como un derecho humano para todos y todas, sin importar los tipos de contrato que rijan nuestras relaciones laborales.

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12 ene 2016

Los riesgos y desafíos que enfrenta la minería

“Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”. Albert Einstein

Chile es el primer productor de materias primas mineras no renovables, tales como el cobre con 5,8 MT, de cobre fino al año, siendo el primer productor mundial con el 31% de participación de mercado, posee casi 1/3 de las reservas de cobre del mundo también de litio, renio, nitratos naturales y yodo. Además de destacada participación en la producción de molibdeno con el 21%, plata con el 6% y oro con 2 %. La producción por extracción de minería subterránea alcanza a 520 Ktmf/año y a cielo abierto a 5.256 Ktmf.

La minería ha sido el motor y palanca del desarrollo económico de los últimos treinta años, con un PIB que ha estado desde 25% hasta 8 %, ahora oscila entre 11 a 12 %, pero presenta severas falencias estructurales, como la de no contar con la astucia intelectual de haber creado industrias alrededor de su minería.

Se estima que si lo hubiera hecho hace veinte años, la contribución de la industrialización del cobre impactaría en tres puntos mínimo del PIB, generando empleos para al menos cinco mil personas adicionales y sustituyendo importaciones. Chile al no tener fábricasque procesen el cobre, lo recibe de vuelta hasta cinco veces más caro que su precio de venta como materia prima.

El aumento de la producción minera mundial de mineral de hierro, oro, cobre y níquel, junto con el aumento de precios de dichos metales ha triplicado el valor de la industria entre 200 mil millones a 600 mil millones dólares durante la última década. Pero debido a la disminución de la calidad del mineral, el volumen total de residuos producidos por la industria, que contiene sustancias como el arsénico, plomo y cianuro, es cada vez mayor.

La pregunta que debemos hacernos es, ¿por qué todos los países de Latinoamérica que son dueños de ricas materias primas mineras, no han logrado industrializarse?

Tenemos los casos de Chile, Perú, México, Bolivia, Ecuador, Colombia y hasta Brasil que han pasado más de cuarenta años con gobiernos de distintos signos políticos y nunca se  piensa en la creación de fábricas e industrias para sus recursos minerales; he allí el primer dilema Buridano de nuestros gobernantes.

¿A qué se le tiene miedo?, ¿por qué no confían en el capital intelectual de sus científicos y profesionales, o sencillamente hay ignorancia y rechazo a la vaca lechera que se piensa que nunca se acabará? Quizás la baja del precio del cobre por debajo de 2 U$/Lb los haga reflexionar y por fin perfeccionen las políticas públicas para fomentar la minería planetaria con industrias inteligentes.

Explotar los recursos mineros no renovables de un país exige de sus autoridades experiencia y competencias técnicas, para sacarle el máximo provecho económico, aplicando el concepto de minería planetaria con un óptimo valor agregado en base a la creación de fábricas de bienes de capital, con un irrestricto respeto con la naturaleza.

China, el gigante asiático, hace cincuenta años entendió esta problemática y aplicó la política de crear miles de fábricas en todos los sectores productivos con un amplio apoyo al sector privado,aun cuando no cuenta con todas las materias primas necesarias para alimentar su inmensa industria de bienes de capital.

La estrategia que adoptó, fue devorar las materias primas que producen los países de Latinoamérica, que según ellos, jamás entenderán el concepto de industrializar sus materias primas y de allí el éxito del gigante asiático, que actualmente domina la economía mundial gracias a su moderna industria. El consumo mundial de cobre fino alcanza la cifra de 21 millones de toneladas y la producción mundial de cobre fino alcanza solo 18,5 millones ton. siendo China el principal consumidor.

Pero ¿qué pasaría si a Chile se le termina su cobre? ¿de dónde nuestra economía sacaría aproximadamente KUS$ 60.000 millones de dólares de importaciones de productos mineros? ¿Hacia dónde se iría, y quien aprovecharía ese inmenso capital intelectual adquirido durante más de cien años de explotación minera exitosa?

Todas estas interrogantes se han transformado en los nuevos desafíos y paradigmas que deberá enfrentar la industria minera de Chile y de países de Latinoamérica para los próximos años; luego del boom de los precios, se olvidó del aumento de la productividad, y optimización de procesos para contener y disminuir los costos.

Tolerancia cero con los costos y la clave está en la Innovación y alta productividad.  Para ello debemos enfrentar los riesgos operacionales, el cambio de paradigma de retorno rápido a crecimiento.

1.  Riesgo de que “Chile y países latinoamericanos adolecen de la falta de políticas públicas y una política de estado para industrializar sus recursos minerales”.

2.  Riesgo, que se puede transformar en oportunidad, de hacer alianzas estratégicas tecnológicas.

3.  Riesgo del excesivo celo controlador que enfrenta la minería.

4.  Riesgo relacionado a los caprichos de las comunidades y pueblos originarios.

5.  Riesgos de la “corrupción.

6.  La contaminación a la naturaleza por rotura o derrames de residuos de tranques de relavesgenerando verdaderos desastres ecológicos a la flora, fauna y a la vida humana.

7.  Riesgos operacionales típicos de la minería.

8.  Riesgo de la volatilidad de precio de los commodities.

9.  Riesgo de sustitución del cobre por el grafeno.

10. Riesgo asociado a la transformación desde minería a cielo abierto a subterránea.

11. Riesgos asociados a las decisiones estratégicas para la autorización de financiamiento de carteras de proyectos de las empresas mineras estatales.

12. Riesgo por la falta de una política clara de I & D.

13. Riesgo por  aumento de los costos operacionales.

14. La tendencia a la baja productividad.

El fantasma de nacionalizar los recursos Mineros enfrenta el dilema de fomentar la Inversión privada versus buscar mayores retornos para el Estado.

En síntesis, los desafíos que enfrentará la industria minera son los cambios de paradigmas del capital intelectual y los riesgos de transformarlos en oportunidades, la necesidad de sensibilizar a la clase política de la importancia de explotar racionalmente y con sentido social y planetario nuestros recursos naturales no renovables,lo que exige de mejores autoridades, mejores políticas públicasy mineras, mayor fomento a la inversión en exploración geológica y una agresiva política de industrialización de nuestros recursos naturales.

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12 ene 2016

¿En qué cree la DC en el campo económico?

Si hiciéramos un esfuerzo serio, responsable y transparente acerca de cuál  podría ser la base de las  creencias de la DC en el área económica  en el Chile actual y para definir una conducta coherente con nuestra historia, creo que los siguientes elementos serían indispensables.

Creo que el mercado es el mejor asignador de recursos para asegurar el más alto bienestar de la población. Creo que en Chile no existe ese mercado que nos asegura la mejor asignación de recursos. La casi totalidad de los sectores económicos en Chile están dominados por 4 o menos empresas, que participan con 60% al menos de ese mercado, sectores como: financiero, retails, supermercados, farmacias, salud privada, fondos de pensiones, productos lácteos, productores de pollos seguros, etc. etc. etc.

En todos estos sectores son predominantes las fallas de mercado y no el mercado,  por lo tanto es indispensable  una reforma profunda a nuestro sistema productivo para impedir que la actividad económica se siga concentrando, ante la incapacidad de la legislación vigente para enfrentar este problema.

El tema de la equidad tiene también una vertiente económica, como lo reconocen  todos los intelectuales de prestigio. Creo que la equidad económica (definida como la diferencia entre 10% más pobre y el 10 % más rico no mayor a 20) es indispensable para el sostenimiento de la convivencia  social y política, no creo que sólo el mejoramiento de los ingresos de las personas sean suficientes para mantener nuestra democracia.

Creo que en Chile no hay equidad y que los esfuerzos realizados desde 1990 hasta ahora han sido insuficientes y no mostramos avances significativos en este campo. Por lo tanto se requiere con urgencia proponer un calendario de reformas que  efectivamente nos ponga en marcha hacia este objetivo.

Creo que un país abierto al comercio exterior en términos económicos, produce un mayor bienestar que uno que se cierra. Creo que Chile a través de los tratados de libre comercio que ha firmado y de su política  cambiaria y de aranceles se encuentra en la ruta correcta y debemos cautelar que resguardando nuestros intereses, se mantenga y profundice este camino.

En este sentido el TPP debe ser revisado  y aprobado por el Congreso Nacional con la orientación de analizar su aporte para que nuestra comunidad disponga de más y mejores productos y servicios a precios convenientes, para aumentar el bienestar de nuestra gente.

Creo que las políticas económicas que los gobiernos emprendan deben tener especial resguardo de los equilibrios macroeconómicos, y que hoy la norma del equilibrio estructural debe seguir orientando nuestro accionar macroeconómico.

Creo que Chile ha adquirido un activo relevante con su manejo macroeconómico y que debe mantenerse esa especial preocupación.

Creo que el Estado es un actor  muy relevante en nuestro modelo económico y que debe desarrollar con eficiencia  sus principales funciones, que no son otras que asignación, distribución y compensación.

Creo que el Estado no puede renunciar a la provisión de bienes  y servicios, allí donde el mercado presenta fallas y donde sea necesario para el bien común de la sociedad. En este sentido, creo que debe mantener la propiedad de nuestra principal riqueza, el cobre y debe recuperar el monopolio estatal de la explotación del litio.

Además de tener una atención directa en la provisión de los servicios básicos y en salud, educación y vivienda.

Creo en un Estado subsidiario- solidario como lo describe y desarrolla la Doctrina Social de la Iglesia. No creo el Estado subsidiario que se deriva de la doctrina liberal y se expresa en la Constitución del 80 y sus modificaciones. Comparto las críticas que la Doctrina Social de la Iglesia ha realizado a esa concepción de Estado subsidiario a secas.

Creo que el Estado tiene un rol principal en mejorar la distribución del ingreso y la riqueza, en primer lugar por una urgencia ética pero también porque el mercado funciona cuando la distribución se hace más equitativa y no funciona  cuando la distribución es demasiado desigual como el caso del Chile de hoy. Para ello se hace necesario que seamos nosotros los que impulsemos todas las reformas necesarias para avanzar en distribución.

Creo que el Estado debe ejercer con vigor la función de compensación, no creo que en Chile todos los niños nazcan con las mismas oportunidades,  el futuro de un niño de una comuna rica es infinitamente mejor que el de una comuna pobre y alejada.

Creo que sólo el Estado puede  emprender la tarea titánica de asegurar mínimos garantizados, esto es simplemente,  buscar avanzar en la homogeneización en cuanto a acceso y calidad  de la posibilidad que cada  habitante de este país tiene derecho a recibir, cualquiera sea el lugar donde resida y las capacidades que tenga. Una primera etapa debiera estar dada por la consecución de este objetivo en términos relativos es decir en relación al promedio nacional.

Creo que todos tenemos derecho a  vivir y desarrollarnos en un ambiente limpio y con el cuidado a la naturaleza que nos obliga  la inevitable herencia que dejaremos a las futuras generaciones.Creo que Chile tiene un importante déficit en esta materia que se manifiesta no sólo en contaminación y la desigual distribución respecto a cuánto pagan quienes más contaminan y cuanto pagamos todos por la contaminación, sino que además por un deficiente cuidado de nuestras riquezas  las renovables y las no renovables.

Creo que debemos impulsar un conjunto de medidas que  aseguren ahora y en el futuro la explotación razonable de recursos renovables y nuestras fuentes de aguas  no sólo en minería sino que en otras actividades como la explotación forestal. No creo que se puedan mantener las actuales condiciones de explotación de la industria minera, pesquera, forestal  y salmonera entre otras.

Creo que debemos acercar los procesos de toma de decisiones a las comunidades más cercanas, dotándolas de facultades, competencias y recursos para que puedan ejercer adecuando su función.

Creo que la desigualdad territorial  que persiste en el país es un factor que mantiene en atraso importante número de compatriota, impidiéndole desarrollar sus capacidades, perpetuando situaciones de pobreza y aislamiento.

Creo que aumentar la capacidad de las regiones y las comunas  con más competencias, recursos y procesos participativos nos permitirá tener una comunidad más integrada, solidaria y  responsable.

Creo que los trabajadores y su situación deben ocupar un lugar preponderante en nuestro quehacer. Creo que  la relación trabajadores-empresarios está desequilibrada desde la  reforma laboral de los 80 y no suficientemente equilibrada en las modificaciones posteriores al 90. No creo en los temores de los empresarios respecto a la actual reforma laboral que está en el Congreso. Nos corresponde por tradición, ser los impulsores de una reforma verdadera que satisfaga las demandas de las organizaciones de trabajadores.

Creo que el actual modelo de desarrollo a pesar de los cambios introducidos a partir de 1990, mantiene  y exacerba la ideología del consumismo, la cultura del éxito a cualquier precio, la cultura de la legalidad o el legalismo por sobre la ética de la responsabilidad tanto en lo individual como en lo colectivo y que ello se ha hecho manifiesto por el descrédito de los políticos, pero también de los empresarios y clases dirigentes en general.

Creo entonces que debemos no sólo impulsar  la creación de códigos éticos coherentes con nuestra definición de humanistas cristianos, sino que muy principalmente  recuperar nuestra  capacidad de ser modelos de vida a los que se desee imitar, como de alguna forma fueron los falangistas con nosotros cuando iniciamos la vida partidaria.Eso también genera obligaciones en el campo económico.

Creo que no nos suficiente en términos económicos  pretender alcanzar aquella situación en la cual estamos bien si no es posible mejora el bienestar de alguien sin perjudicar el de otro.

Nuestro país tiene demasiadas desigualdades y una torta extremadamente mal repartida. Creo que debiéramos seguir como pauta u orientación de nuestra acción pública la de apoyar toda medida que mejore a los que menos tienen aunque eso implique perjudicar a los que más poseen.

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12 ene 2016

¿Es ético el sueldo mínimo?

Aún no acaban los análisis sesudos sobre lo que fue el año político 2015 y lo que se proyecta para el 2016, cuando entre medio surge  el problema de la no invitación del ministro Burgos al viaje de la Presidenta a la Región de La Araucanía. Lo anterior permite interpretaciones  diversas en términos de efectos.Entre ellos, negociación municipal y proyección a parlamentarias y presidencial entre DC y PS y posible configuración de opción Presidencial útil para consolidar una primaria competitiva en el marco de la Nueva Mayoría, proveniente desde el acuerdo histórico DC/PS.

Mientras la crisis sigue su curso, se conoció, y de forma muy poco estridente, una noticia que devela una vez más la precariedad del sistema político chileno en sus logros, por lo menos en cuanto al sueldo mínimo se refiere, y que nos recuerda la ‘fortaleza argumentativa’ de un empresariado que logra gobernabilidad y desarrollo nacional a propósito de una siempre muy fundamentada razón ‘económica – productiva’, como es impedir la inflación y el desincentivo a la apertura de nuevas plazas laborales, cuestión funcional a las prácticas capitalistas, las cuales desde siempre se han entendido descarnadas en lo humano, en base a la  necesidad de lograr mayores y mejores posibilidades de competencia en un marco de economía global.

Desde ahí, una muy interesante afirmación del ayer que explica, más que la mala práctica empresarial, per sé, la dinámica del Capitalismo,‘los chupasangre’, que alguna vez existieron, existen y, que por supuesto seguirán existiendo; como muestra por estos días una nueva colusión con los pollos, ahora desde los grandes supermercados. Colusión parte 4, 5 ó 6… ¿hay más?

No han sido pocos los que se han manifestado preocupados por este tema. Uno de ellos, fue Pablo Longueira, el cual en su condición de parlamentario y posterior ministro del gobierno de Sebastián Piñera tomó la idea de Sueldo Ético, el cual aseguraba resolver los mínimos para que una familia fuese capaz de vivir de forma digna.

Lo mismo ocurrió con la Iglesia Católica, representada por Alejandro Goic,  la cual por medio de su Conferencia Episcopal se ha pronunciado en la misma línea (en el 2007, se propuso la idea de los $250.000).

En julio del 2015, se hizo público un estudio de la Fundación Sol que asegura que más de 1 millón de trabajadores chilenos percibe tal remuneración, siendo por lo tanto muchas más personas las que viven con este ingreso, a propósito de los integrantes del núcleo familiar que percibe ese ingreso.

Se indica, además, que hoy alrededor de $360.000 debiese ser el monto del sueldo mínimo para asegurar que trabajadores y sus familias se encuentren por sobre la línea de la pobreza. Si eso es así la promesa de disminuir la desigualdad se encuentra en tensión, por lo menos en este aspecto, el cual parece fundamental para impedir la desigualdad galopante que caracteriza a Chile.

En este sentido, sería recomendable que la actual crisis política que para muchos es sinónimo de disputas de poder al interior del gobierno, cuestión que ineludiblemente se proyecta al acuerdo municipal y próximas parlamentarias y presidencial, recoja este aspecto para nuclear las definiciones políticas programáticas con sentido de urgencia en un aspecto central para contribuir a disminuir la desigualdad y pobreza por medio de sueldos mínimos éticos.

Hay que hacerlo rápido, ya que si para llegar a los $250.000, debieron pasar alrededor de 8 años, para llegar a los $360.000 ¿podrá demorar la mitad?

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11 ene 2016

Promotores del entendimiento

El eje de centro-izquierda de la Nueva Mayoría está más vivo que nunca. El pacto que firmaron la DC y el PS con miras a la elección de concejales, demuestra que pese a todas las dificultades y la –a veces lamentable- pirotecnia que se ventila en los medios de comunicación, son muchas más las cosas y proyectos que nos unen que aquellas pequeñeces que nos alejan.

Esta fórmula conjunta permitirá a ambos partidos asumir con mayor sintonía lo que ha sido la agenda de transformaciones sociales impulsada por la Nueva Mayoría. No hay que perder de vista que logros como una mejor distribución de la riqueza, la gratuidad en la educación, la mejoría en la infraestructura y muchas otras materias, no son únicamente atribuibles a la gestión de una sola persona, un grupo de ministros o un único partido.

Acá ha habido la voluntad política y el trabajo honesto y sincero de los partidos y los parlamentarios. Y me atrevería a decir que el papel de la DC ha sido particularmente relevante en este punto, porque hemos aportado equilibrio y estabilidad a cambios que de otra manera no habría prosperado.

Con el PS compartimos una larga experiencia política. Es una experiencia que reúne años de responsabilidad y amistad, de esfuerzo y alegrías, de mucho trabajo, humildad y generosidad que bien valdría que fuera reconocida y replicada por otras colectividades.

Ese trabajo silencioso y sin aspavientos, ha dado estabilidad y gobernabilidad a los gobiernos que hemos encabezado. Se podrá criticar muchas de las aristas que tuvieron los distintos Gobiernos de la Concertación en los que el eje DC-PS fue esencial, pero ninguno de esos proyectos políticos careció de conducción, responsabilidad y realismo político para enfrentar los desafíos del país.

Ambos partidos hemos desempeñado un rol como promotores y articuladores de los entendimientos estratégicos de las fuerzas de centro y de izquierda, y es por eso que reafirmamos esa vocación en este pacto electoral con el claro sentido de proyectar ese rol a las tareas que se nos vienen en los años que quedan de gobierno.

Tenemos una mirada y proyecto común frente a la sociedad, que está basado en una mirada de derechos, modernidad y mucho realismo. Estamos seguros de que al final del camino habrá mejores resultados y seremos capaces de demostrar con hechos, que las reformas, los cambios y propuestas, nos dejarán un mejor Chile.

Lejos de actuar con soberbia, nuestro pacto es un testimonio de serenidad y sobriedad política que queremos seguir alimentando, por el bien de un buen gobierno a todo nivel, ya sea comunal como parlamentario y presidencial. Sabemos que habrá dificultades, pues siempre las ha habido, pero la clave está en continuar con aquellas prácticas que sí han dado resultados palpables en el pasado y que tienen que ver con la coordinación, la transparencia en las decisiones y la confianza en los partidos y su madurez política.

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11 ene 2016

La ética Sampaoli

La situación que vive hoy Jorge Sampaoli es lo opuesto de lo que vivió el protagonista del gran cuento de Eduardo Sacheri “La hipotética resurrección de Baltasar Quiñones”, un héroe futbolístico que se aburrió de la fama, los flashes y planeó su desaparición para vivir en un pueblo escondido, para ser oficinista, tener un pasar tranquilo y que nadie lo molestara.

Sampaoli sufre tal como lo hizo el personaje de Sacheri, versiones de prensa aseguran que teme por su familia, que quiere irse de Chile, que ya no quiere trabajar acá. Ahora, la duda que ronda es ¿qué quiere Jorge Sampaoli?

Baltasar Quiñones quería ser una persona normal, no quería firmar autógrafos ni besar niños y menos tener sobre sus hombros los sueños de un país. En realidad se cansó de esa vida y quiso desaparecer. La cuestión es que no creo que Sampaoli quiera volver a Casilda y quedarse viendo fútbol en su barrio, todo indica que Europa será su destino profesional, para disfrutar del reconocimiento pelotero y tiene todo el derecho a quererlo.

Sin embargo, Baltasar Quiñones, en el cuento de Sacheri, se sentía violentado por su fama, no quería vivir eso, quería tener tiempo para su familia. En tanto, Sampaoli quiere desaparecer de Chile porque está molesto por la filtración de su contrato, porque se conoció cómo maneja sus dólares. El DT se enojó porque tuvo que responder a fiscalizaciones hechas por el SII y la Dirección del Trabajo después del escándalo de Jadue en la ANFP, esto sin duda es una señal de que el argentino no entiende qué está pasando en nuestro país, está nublado, su cabeza no procesa lo que ocurre en su entorno y una señal más de que está en la vereda opuesta de Quiñones.

Sampaoli quiere ser especial, que nadie lo critique, que nadie lo moleste, pero le tocó vivir en un Chile muy particular que tiene una crisis de credibilidad tremenda y él no puede estar ajeno a eso.

Es más, lo mejor que le puede pasar es que lo investiguen y quede de manifiesto que él no hizo nada ilegal, sólo ser el entrenador de la selección más exitosa de la historia, pero bajo una de las administraciones más oscuras. Pero el de Casilda no entiende eso, cree que todos estamos en su contra.

El oriundo de Casilda ya sentenció, “no quiero trabajar, ni vivir en Chile, pero soy un rehén” y tiene toda la razón Sampaoli porque es un rehén de su propio contrato que negoció, firmó y que le significó un aumento sustancial de sus ingresos mensuales.

Ahora si se quiere ir, tiene que pasar por el mismo proceso, es decir, negociar, firmar y listo. Así funcionan los contratos en el fútbol actual y eso él lo sabe, incluso se lo dijo a Matías del Río en TVN: “El fútbol se ha transformado más en un comercio que en un deporte”. El amateurismo ya quedó en el olvido.

Los millones que ganó Sampaoli fueron bien pagados. Nadie puede debatir el nivel de nuestra selección, somos uno de los mejores equipos del mundo, campeones de América, jugaremos la copa Confederación, estamos en la lucha de ir a nuestro tercer Mundial consecutivo algo impensado hace un par de años. Dinero perdido no es y quien ponga en duda eso, sencillamente es un termocéfalo y que no merece más comentario.

A Sampaoli no le cabe en su cabeza que la gente lo odie. No puede entender que Marcelo Bielsa sea amado, idolatrado, siendo que no ganó nada y cobró tantos dólares como él. Sampaoli creyó erradamente que con el título de la Copa América, no habría nada, pero nada que hiciera tambalear su imagen. Sin embargo, no entendió el peso moral de su maestro.

Baltasar Quiñones nunca aspiró a la gloria, quería vivir como simple mortal en su pueblo, Jorge Sampaoli quiere todo lo contrario, quiere ser reconocido, que le toquen el lomo, que lo alaben y no que lo critiquen por su vida.

Sampaoli no entendió que su actitud, sus reacciones lo alejan no solo de Baltasar Quiñones, el notable personaje del cuento de Sacheri, sino también de Marcelo Bielsa, su maestro, a quién superó en los números, pero no alcanzó en el respeto.

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