01 jun 2015

Manifestaciones y cobardía

Como un ciudadano más de este país, no puedo dejar de manifestar mi mayor indignación por los hechos de violencia con los que terminan todas las legítimas manifestaciones públicas.

Es una realidad que nos viene golpeando desde hace años, pero no pasa nada, absolutamente nada. Al parecer es un tema que políticamente no se aborda como corresponde y creo que ello ocurre por simple y clara cobardía.

Cobardía de parte de quienes convocan. En efecto ellos no son responsables directos de los actos pero sí lo son de forma indirecta. No pueden señalar que no tienen responsabilidad alguna porque es tarea de las fuerzas de carabineros por estar en la vía pública. Es cierto en alguna medida. Pero quienes reclaman derechos tienen también que asumir los deberes.

Primero, a su vista y paciencia  tratan de pasar los límites del área acordada con las autoridades. Ellos lo están viendo y por lo mismo tienen toda la obligación de poner las cosas en su lugar, pero prefieren mirar para el lado. Lo mismo hacen cuando comienzan los desmanes.

¿Porque no intervienen los dirigentes con la misma fuerza con la que levantan sus banderas de lucha? ¿Por qué no se organizan para enfrentar o aislar al lumpen que termina desvirtuando toda su manifestación? También se mira para el lado y se ataca a Carabineros, por la manera cómo actúan, como si ellos hubiesen generado las condiciones o iniciado este enfrentamiento.

¿Quién le responde a los dueños de locales comerciales que son destruidos o saqueados? ¿A la gente que trabaja o vive en el entorno?  ¿Quién responde a los miles de ciudadanos que no pueden llegar a sus casas o al trabajo a la hora que corresponde? ¿A los niños afectados en los jardines infantiles? ¿A las personas de tercera edad que se ven significativamente afectados con las lacrimógenas?

Cobardía del Gobierno. Que no es capaz de poner las cosas en su lugar. Tiene la responsabilidad de velar por los derechos de todos y en definitiva deja que los de unos pasen a llevar los del resto.Discúlpenme pero los derechos son para todos y no solo para algunos.Profitamos de la palabra discriminación y aquí se está discriminando a favor de una minoría en contra de la gran mayoría de la población que no quiere y no merece vivir esta violencia.

Tiene en sus manos la posibilidad de autorizar o no estas marchas. Con un gran descriterio aprueban marchas nocturnas, cosa que todo el mundo sabe que con ello se está amparando para que actúen estos delincuentes que cobardemente no son capaces de dar la cara.

Por otra parte hay marchas no autorizadas que lamentablemente no se disuelven antes de partir. ¿Qué pasa en este caso con la planificación policial? ¿Están atados de manos para intervenir cuando se sabe que están frente a una ilegalidad? Me imagino que la policía tiene personal suficientemente capacitado para establecer distintas estrategias de acción, envolventes y efectivas para capturar a estos antisociales

Cobardía de otros organismos del Estado. Parece sorprendente que a vista y paciencia de todos haya personas que tiren bombas molotov a destajo, sean tomados por cámara de los canales de televisión, lo vemos todos en los noticieros en nuestras casas y al final pasa poco o nada. ¿Los organismos policiales y el ministerio público dónde están?

No es posible seguir sosteniendo esta situación. Más allá de las justificaciones sociopolíticas que se puedan hacer al considerar que responden así a causa de la violencia que la sociedad les ejerce a ellos. No podemos negar que hay algo de eso en la desigualdad y la injusticia.

Sin embargo, los damnificados son otros que sufren la misma violencia y que se levantan todos los días con esfuerzo para atender a las necesidades de su familia. En ningún caso son los que podrían ejercerla. ¿O algún desubicado podría pensar que el responsable de esta violencia de la sociedad es el dueño del Kiosco que destruyen cada evento, o los dependientes de la farmacia o los locales comerciales, o las personas de tercera edad que se ven afectadas o la gente que no puede llegar a su casa para atender a su familia?

Creo que hay una tremenda cobardía para decir las verdades por su nombre. Nunca tendremos una sociedad perfecta, porque no existe. Nunca tendremos instituciones y personas perfectas porque no hay en el mundo. Tenemos que asumir la realidad del diálogo, el debate de ideas, la discusión política y con esfuerzo y dedicación construir todos unidos una sociedad más justa.

Hay cobardía para señalarles a los manifestantes que valoramos y respetamos sus legítimas opiniones, pero por más que griten y reclamen y por muchos que sean, no pueden arrogarse la representación de la mayoría. Existe instituciones, buenas o regulares, pero son las que nos hemos dado para vivir en paz y en democracia.

Podrán existir otras, podrán generarse nuevas institucionalidades, pero ello con la aprobación de todos los chilenos y no solo de quienes se manifiestan públicamente. Si quieren lograr cambios háganse también presentes en las urnas, de lo contrario, con su silencio, el que calla otorga, y no tienen ningún derecho después a reclamar. Esa es también otra forma de cobardía.

Señalé que no existen instituciones perfectas. Por lo mismo, Carabineros no es perfecto y por lo tanto comete errores, como lo ocurrido con Rodrigo Avilés. Es cierto que su profesionalismo debe asegurar y resguardar el adecuado uso de la fuerza. Sin embargo por más que se hagan protocolos, los errores son propio de nuestra naturaleza y debemos cuidar no ahogar a esta institución quitándole su base de sustentación.

Hay funcionarios públicos que cometen errores a diario con una mala atención, con realizar procedimientos equivocados. Carabineros en esta lucha absurda en las calles está puesto en una situación que con mayor facilidad puede inducirse a errores. Por un momento coloquémonos en el lugar de ese miembro de Fuerzas Especiales.Hay muchos que tiran piedras y molotov, pero después con cobardía lloran y reclaman cuando son detenidos.

Estamos conscientes que hay mucho que cambiar para lograr una sociedad más justa y más equitativa para todos. Sin embargo por este camino no lo lograremos. La violencia solo genera más violencia. Eso ya lo conocimos y lo hemos experimentado como país.

Es también urgente de reflexionar, es que después de la vuelta a la democracia, hemos construido una sociedad que se juega noble y justamente por los derechos, pero también por cobardía hemos olvidado dramáticamente los deberes y estas son sus consecuencias.

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01 jun 2015

La politización y lo relacional

Interpretación a partir de los resultados del informe de Desarrollo Humano

El Chile de hoy en día es innegablemente distinto al que se recibió una vez terminado el período de la dictadura militar. Esto uno lo puede observar en el crecimiento mantenido del PIB per cápita, disminución de la pobreza, mayores accesos a educación superior, evolución en el Índice de Desarrollo Humano, etc.

A pesar de lo anterior, aún no ha podido solucionar uno de los mayores problemas que posee desde tiempos de la Colonia: la brutal desigualdad existente. Sin ahondar en demasía, y tomando los casos ocurridos hasta la fecha (caso farmacias, pollos, la polar, financiamiento de la política, lucro en la educación, etc.), podríamos decir que la sociedad chilena ha demostrado su malestar en el abuso cotidiano que se vive a diario, en la codicia y usura de las élites gobernantes, en que no todos somos iguales ante la ley, y en otros casos.

Sobre estos temas, el último informe de desarrollo humano se hace cargo señalando que, fundamentalmente a partir de las protestas de año 2011 se ha configurado en Chile un proceso de politización, en donde es innegable que actualmente se cuestionen ciertos elementos, acuerdos básicos que se encontraban naturalizados.

La discusión en la vida cotidiana de las personas sobre el cómo, cuando y que cambiar o cuestionar, se ha vuelto relevante. Esto es lo que el informe de desarrollo humano llama como “proceso de politización”, es decir, transformar en una discusión política, cotidiana y pública, algo que antes no lo era, cuestionando elementos o consensos naturalizados.

Esto se traduce en datos relevantes como que el 61% de los chilenos considera que hay que realizar los cambios de manera inmediata, mientras que para el año 2004 esta afirmación congregaba tan solo un 37% de las respuestas, o que ante la pregunta ¿qué es más importante para Chile? un 56% señala que hay que cambiar las cosas existentes y solo un 21% piensa que hay que cuidar las cosas buenas que se tienen.

Es decir, estamos ante una ciudadanía que se siente pasada llevar por las clases más privilegiadas, pero que está abierta a la discusión de cambios estructurales (incluyendo la posibilidad de disputar el poder a las élites) ya que considera que el momento en el que estamos es un tiempo de oportunidades.

Ahora bien, si en Chile existe una mayor disposición a cuestionar ciertas estructuras y consensos que antes eran incuestionables, el informe de Desarrollo Humano también señala que se observa una dificultad para llevar a cabo un vinculamiento activo con las demandas que ellos identifican; es decir, se observa un quiebre en la discusión y la identificación de la necesidad de cambio con realizar acciones específicas (organizarse, asistir a manifestaciones, militar en partidos políticos, asistir a votar, etc.), tanto a un nivel ciudadano o no institucional, como a un nivel institucionalizado.

Esto se evidencia en que solo un 35% estaría dispuesto a participar de una organización, un 45%  ir a votar, y tan solo un 20% a pagar más impuestos. Hay que ser claros, en el informe se muestra que la forma en que se vincula esta nueva politización es por medio del “estar informado” o adhesión a causas pero que no necesariamente esto se traduce en un acción política propiamente tal.

Ante este panorama problemático y contradictorio el informe no entrega una reflexión clara, y es hacia donde quiero apuntar con esta columna.

Esta escisión entre una creciente politización y la disposición a la actividad política (realizar las acciones políticas) tiene que ver con tres factores.

1) Las condiciones materiales para llevar a cabo una actividad política en estos momentos no se encuentran, es decir, la falta de tiempo producto del trabajo (u otras acciones e intereses), sumado a la percepción de ausencia de instancias democráticas (aspecto que da cuenta el informe); ambas dimensiones imposibilitan a las personas a tener una disposición a la actividad política.

2) Es importante considerar que lo social es relacional, y que por ende, actualmente la política es un aspecto más dentro de un “mercado” de posibles acciones para las personas. El informe, observa el tema de la politización sin relacionarlo con otras esferas que la sociedad chilena puede valorar mucho más; un claro ejemplo de esto son los datos sobre las valoraciones de los jóvenes que entrega la séptima encuesta nacional de juventud, en donde sólo un 19%  valoran  la política como un aspecto importante en sus vidas, mientras que el 98% considera vital a la familia, el 93,6% el tiempo libre, y el 88,1% a sus amigos.

Si bien esta es una encuesta para jóvenes, no deja de ser puesta en el análisis a la hora de intentar entender los motivos de la contradicción evidenciada en el informe de desarrollo humano.

3) El desprestigio de lo institucional y de las organizaciones en Chile claramente ha de tener un impacto en la disposición a participar en la actividad política. Esto último sí es abordado por el informe pero no en relación con la contradicción que abordo en esta columna. El desprestigio de la política viene a ser producto del abandono de ésta (la institucionalidad política: gobierno, partidos políticos, empresarios) con la gente, y ahora aún más cuando se constituyen como una imagen más del abuso de las élites hacia la ciudadanía.

Entonces, para entender la contradicción que da a conocer en el informe de desarrollo humano entre el proceso de politización y la acción política (es decir, pasar de las palabras a los hechos como se dice popularmente), se hace necesario tener en cuenta estos tres factores mencionados anteriormente.

A su vez, esto plantea un desafío como sociedad, ¿podemos como país generar condiciones materiales para la práctica de la acción política?

¿De qué manera podemos re-valorar la política y que ésta pueda tener una mayor valoración en la vida de los chilenos?

¿Cómo se vuelve a prestigiar a la vía institucional u organizacional para que la gente tenga disposición a participar?

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31 may 2015

El corazón del fútbol al sur del mundo, woo-ooh

La canción oficial de la Copa América 2015, por el grupo Noche de Brujas, ha recibido varias críticas negativas. También me di el trabajo de escucharla, pero no quisiera sumarme a las críticas porque lo primero que pensé tras sus últimas notas fue ¿por qué? ¿Por qué un tema que abarca tantas emociones humanas no ha podido ser captado por este y otros músicos locales?

La respuesta está (en nuestra humilde opinión) en que se comete un error al creer que las canciones de fútbol hablen solo de euforia (el tema que nos ocupa utiliza repetidas veces la palabra “fiesta”). Generalmente ésta, la euforia, se queda en los gritos vacíos de barrabravas o hinchas del asado y poco tiene que ver con la pasión. El fanático que vocifera ya sea desde su living contra el plasma de veinte mil pulgadas comprado en veinte mil cuotas o desde la galería del estadio, y que en cuanto el equipo que apoya queda dos goles abajo se pone a pifiar, apaga la tele o se va reclamando del estadio, quizá sabe un poco de fútbol pero poco de pasión.

Porque pasión no es gritar como poseso.También es sufrir. Como dijo el escritor argentino Eduardo Sacheri, uno no es hincha de un equipo hasta que llora por el.Y las buenas canciones sobre el fútbol tienen que ver, sí, con la euforia y el triunfo, pero también con la pena por viejas glorias inalcanzables, la saudade de un título perdido injustamente hace décadas o derrotas que no se pueden borrar.

Es por eso que la canción de Noche de Brujas, el tema de Shakira para Sudáfrica 2010 o el de Ricky Martin para Francia 1998 son olvidados rápidamente. Apuntan solamente a una parte de lo que son los sentimientos por el fútbol. Podrán decirnos que son himnos compuestos para un evento específico, pero “Un Verano Italiano”, el himno para Italia 1990 nos demuestra lo contrario.

Se puede hacer un himno bonito: ‘Y el mundo en una pelea de colores/ y el viento acaricia las banderas/ llega un escalofrío y te arrastra/y se desata en una abrazo la alegría. // Noches mágicas/ siguiendo un gol/ bajo el cielo/ de un verano italiano’.

Quizá el único tema fiestero-eufórico-barrabravero que ha trascendido ha sido “Santa Maradona” de Manu Chao, pero en realidad es una canción cuya letra se burla de los energúmenos futboleros y políticos que usan al fútbol para sus negocios, lavado de imagen y distracción de las masas. ‘Santa Maradona ruega por nosotros’ dice el estribillo.

Chile ha entregado muy poco en cuanto a la esquiva y escasa relación del fútbol con la música, debido en gran parte al olímpico desprecio que muchos de nuestros artistas profesan por todo lo que huela a sánguche de pernil y micro llena. El tema “Chileno de Corazón” no pasa de ser un cántico de barrabrava y “Vamos Chile”, de Alberto Plaza, carece hasta de euforia. Y mejor olvidar la marcha militar “Chile Busca el Gol”, para el mundial de 1982.

El ejemplo más digno sería “El Crack”, de Los Miserables. ‘Sueños de niñez/ pichangas de barrio/ cara sucia/ sudor y barro’ dice su estribillo. Nada de gritos triunfalistas o fiestas deportivas. Detrás, pero más por un tema histórico-patrimonial vendría “El Rock del Mundial”, una canción simpática y que tuvo la suerte de estar en el lugar y momento adecuado. Pero a nadie se le ocurriría bailar rocanrol tras un gol de Chile.

‘En un picado cualquiera/ mi alma se echa a rodar,/ este es el juego que siento y no pienso parar/ yo pongo el cuerpo hasta el final/ en una cancha o en un bar…’ Cantan, del otro lado de la cordillera, los Bersuit Vergarabat en “Toco y Me Voy”.

Como en muchas otras cosas, hay que empinarse a mirar hacia el Atlántico para encontrar reflexiones interesantes al respecto. ‘Vamo’, vamo’ arriba la celeste, /vamo’ la de ayer y la de hoy/ vamo’ los championes de los pibes/ los botines del ’50/ rocanrol y bandoneón’ nos dice el uruguayo Jaime Roos en el emocionante “Cuando Juega Uruguay”.

Este cantante ha dedicado otro par de miradas muy interesantes a la temática del fútbol: ‘Allá en el viento te están buscando/ y en una de esas anunciaran/ qué jugador seguirá en el campo/ aunque sus alas no quieran más’ vaticina en “Tal Vez Cheché”, dedicada al club Fénix de Montevideo.

Por la forma de pararse/ en el medio de la cancha/ de matarla con el pecho/ de volar hasta la raya/ no se sabe con qué pie/se les va a ir otra vez/ con una moña fugaz/ o sirviendo una pared. // Por la forma de pararla/ de apretarla contra el piso/ levantando la cabeza/ ganando el pique cortito/ no se sabe con qué pie/los desbordará otra vez/ al zaguero lateral/ a mis ojos que no creen. // Como quiebra la cintura y la razón/ se acomoda en el aire, pájaro/ para pintar ese gol al domingo’. Esta es parte de “Al Fondo de la Red”, del también uruguayo Mario Ubal, el tema más bello que he escuchado sobre el deporte que nos ocupa, paradójicamente de ritmo muy pausado y muy melódico. Pero ciento por ciento fútbol.

En “O Futebol”, de Chico Buarque, el autor compara la perfección de las obras de arte con las jugadas del fútbol, y dice que desearía tener la belleza de ‘Um chute a gol/ com precisão/ de flecha e folha seca’. Esto también con un bossa muy tranquilo, sin echar mano a las batucadas tan propias de su país.

Porque no es necesaria la estridencia, las imitaciones de plástico de un haka neozelandés ni repetir cuarenta veces las palabras “fútbol”, “fiesta” o “gol” para lograr reflejar lo que es este deporte: una metáfora de la vida (Camus) o la vida una metáfora del fútbol (Passolini).

Si bien los temas reseñados acá no son como para corear en un estadio, tienen una aproximación más valiosa y trascendente, si se permite la expresión, al tema del fútbol. Tan trascendente como un gol en una final o el llanto tras una derrota épica.

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31 may 2015

Hay que levantar la mirada

Definitivamente no es buen momento el que atraviesa la así llamada “clase política” del país; en el curso de la última semana las manifestaciones estudiantiles, reimpulsadas por el grave estado de salud de Rodrigo Avilés que lucha por su vida desde el 21 de mayo, así como, las largas horas de Giorgio Martelli declarando ante el Ministerio Público y diversas movilizaciones gremiales crearon, nuevamente, una situación política en que el malestar social y el descrédito del sistema político vuelven a predominar.

Como si de malas prácticas no se conociera ya más que suficiente, una última noticia viene a colmar el vaso, se ha hecho público que, ni más ni menos que el ex Presidente Piñera, al vender algunas “propiedades” en centenares de millones de dólares, hizo una donación de 2000 millones de pesos al partido Renovación Nacional, que este hubo de restituirle como pago por deudas impagas. De ese modo, cualquiera es generoso.

En este ambiente enrarecido, los frutos positivos del mensaje presidencial del 21 de mayo, de modo especial, su contenido social, parecen ser superados por reconcomios no exteriorizados que cruzan el alma nacional.

Las fuerzas políticas se ven desorientadas ante los sucesos que se mueven y fluyen desde las profundidades de la nación. Tampoco los llamados “opinólogos” y otros extrovertidos comentaristas se distinguen por su lucidez y claridad. En todos y todas hace falta más humildad.

Definitivamente hay que levantar la mirada, se requiere una reflexión más de fondo acerca de los desafíos y de las tareas políticas del próximo periodo. No es posible la actitud de seguir actuando como si nada pasara, muy por el contrario, en el momento político que se vive, esa inercia puede ser temeraria.

Hay que asumir crudamente que la imagen de negociados y corruptela, esté intencionalmente exagerada o no, ha pasado a ser un factor que hiere agudamente el sentido mismo, el ser constitutivo, del conglomerado de fuerzas que ha llevado adelante la reinstalación de la democracia.

En consecuencia, insisto una vez más en señalar que el primer paso es dignificar la política, generar un espacio que abra definitivamente la conciencia sobre la necesidad de superar las malas prácticas y los brotes de corrupción. La política empapada de dinero mal habido se desnaturaliza y pasa a jugar un rol definitivamente perverso.

Por cierto que, sacar ese vicio de las prácticas instaladas hace ya tiempo, no se consigue justificando el financiamiento irregular de las campañas electorales, recurriendo al falaz argumento que “todos” lo hacían. Esa generalización denigra al conjunto de los actores partidarios y mete en un mismo saco a las personas honradas con aquellas que no lo son, debilitando aún más la legitimidad y la fortaleza institucional del sistema político.

Luego, viene la tarea de interpretar lo que “quiere” la gente, cuestión que no es tan simple ni tan fácil como piensan algunos. El clientelismo puede ser fatal. En mi opinión, las personas de “a pie” quieren honradez y cambios con estabilidad; es notoria la distancia que se ha producido con aquel “discurso” rimbombante pero vacío, resumido en la idea de la retroexcavadora; la gente necesita ser apreciada por lo que hace, es decir, requiere que su trabajo sea valorado como parte del esfuerzo del país para crecer y progresar.

Por el contrario, la sociedad mediática en que vivimos premia al que figura, no importando como lo haga. El ansia extrema de figuración radica ahora en ser parte de las tomas televisivas de asaltos o saqueos a farmacias, supermercados o bancos. Hay que promover un cambio de mentalidad y entregar valor al trabajo de las personas,  esfuerzo que adquiere una dimensión ética y un sentido cultural de relevante trascendencia.

Otro propósito debiese ser el respeto a uno mismo y a la tarea de las fuerzas sociales y partidarias. Se ha creado la ansiedad por aparecer, lo que en la política ha conducido a una creciente superficialidad en el mensaje, a una vulgarización de las expresiones y un empobrecimiento del lenguaje que han ido debilitando el ascendiente de los actores políticos; y a la postre, se fue configurando un circuito en que predominan intereses subalternos o de grupo, incitadas por pequeños afanes y apetitos de corto alcance, se arman camarillas que muestran un panorama mediocre y de techo bajo.

Además, se ha producido una dramática confusión entre la necesidad que tiene la acción política de realizarse desde firmes convicciones con la vana pretensión de muchos de sentirse “iluminados”, como los portadores de una nueva verdad, que los lleva a un doble error, a sentirse “refundadores” de la nación e intolerantes hacia quienes piensan distinto.

Promover el carácter universal de los derechos sociales no puede significar
caer en un burdo y equivoco clientelismo, en que se concibe el Estado como un saco sin fondos, que debe proveer de manera inmediata la totalidad de requerimientos,  de la más variada naturaleza, que se le formulan. Esa desviación paternalista y, al mismo tiempo, ese aprovechamiento oportunista de las políticas sociales, lleva a la ruina cualquier pretensión de edificar un Estado social y democrático de derechos en nuestro país.

En definitiva, sostengo que ante las diversas fuerzas políticas lo que está planteado es un desafío ético. Se trata de la derrota de la cultura del “como voy ahí”,  de bloquear y hacer retroceder el uso de la función pública con fines exclusivamente personales, que concibe la política como simple instrumento de arribismo social, para escalar peldaños y obtener privilegios que de otra manera jamás se podrían obtener.

No soy ingenuo, cuando se toma el gusto del poder y de las prebendas, esos hábitos se enraízan profundamente; sin embargo, en una sociedad democrática deben ser posibles de abandonar: es lo que corresponde ahora, ya que lo que está en juego es la propia gobernabilidad democrática de la nación chilena.

Nada de ello se consigue arrastrando una actitud soberbia, lo que hoy debe prevalecer, por encima de cualquier otra consideración, es la humildad y el diálogo, para retomar el camino de las reformas que permitan el pleno ejercicio de los derechos democráticos en nuestro país.

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31 may 2015

Aportes monetarios de Eurocorp a Zalaquett

Desde hace algún tiempo se están conociendo infinidad de pillerías para el financiamiento de la política, lacra que ha indignado a la ciudadanía, motivo por el cual la presidenta Bachelet creó un Consejo Asesor contra la corrupción. Inicialmente los malos de la película eran de la derecha y después se supo que los de la Concertación también se tentaron con las prácticas de solicitar dineros para acceder al poder, con el agravante de que fueron pedigüeños con la empresa SQM, privatizada por la férrea dictadura de Pinochet, ex suegro de Ponce Lerou, su permanente controlador hasta estos días.

Pues bien, el reciente sábado 30 de mayo se publicó en El Mercurio una nota periodística titulada “Gerente de Eurocorp reconoce pago para campaña de Pablo Zalaquett” en la cual se informa que, dentro del caso Penta, esa empresa inmobiliaria le entregó al ex alcalde de Santiago 5 millones de pesos, suma solicitada por el interesado a su generoso donante en el período que intentaba ser senador por Santiago.

Precisamos que esta noticia salió a la luz pública sólo porque así lo reconoció el 26 de mayo en la Fiscalía el representante legal de Eurocorp, quien en todo caso, deslindó toda responsabilidad personal en la operación trucha de las dos facturas “ideológicamente” falsas por el monto indicado y en el pago de las mismas, aunque reconoció que, al decidir como superior autoridad ejecutiva el aporte empresarial al candidato UDI, procedió con negligencia. A la fiscal le dijo que la tramitación administrativa de la colaboración voluntaria estuvo a cargo de un gerente de menor rango.

Este asunto fue resuelto con una rectificación (sic) de su declaración del año 2014 que hizo Eurocorp ante el Servicio de Impuestos Internos, por la cual pagó al fisco unos 2 millones de pesos, según lo consigna ese diario de circulación nacional.

Curiosamente el mismo día sábado 30 de mayo se publicó, por cuenta de Eurocorp, un destacado y colorido aviso publicitario a página completa en el diario de la familia Edwards, propaganda que en todo caso tiene un precio de mercado muy superior a los 5 millones proporcionados por esa empresa a Zalaquett.

En esta difusión comercial Eurocorp habla maravillas de sí misma, informándole a los lectores que a la fecha ha construido más de 20.000 departamentos de óptima calidad porque sus desarrollos inmobiliarios, aparte de ser innovadores, responden satisfactoriamente a las necesidades de miles de chilenos de la región metropolitana de Santiago y de la cuarta y quinta regiones del país.

Buscamos en internet para saber quiénes son los dueños de esta espectacular y bienhechora empresa, pero de la información disponible no resulta fácil conocer los nombres de tan egregios empresarios de la construcción, pero sí queda en evidencia que la noticia de sus aportes irregulares al ex candidato Zalaquett perdió toda importancia si la comparamos con el fuerte impacto positivo del aviso propagandístico aludido.

Esta movida, algunos le llaman lavado de imagen, es el resultado de la iniciativa de aquellos que se desenvuelven en el campo de las comunicaciones estratégicas empresariales y por ello reconocemos el genial talento desplegado por esos profesionales del marketing, pues así Eurocorp queda como una constructora e inmobiliaria que se rige por los altos estándares de lo que se llama pomposamente en las páginas de negocios de los medios ad hoc Responsabilidad Social Empresarial.

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30 may 2015

Revisar la ley de pesca

El Ejecutivo ha anunciado que encomendó un análisis técnico de la ley de pesca a la FAO, organización de las Naciones Unidas para la alimentación y la agricultura. Ello busca dar cumplimiento al compromiso contenido en el programa de gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, que incluye revisar la actual normativa.

Este texto, aprobado el 2012, con un fuerte impulso de la administración anterior y del entonces Ministro de Economía, Pablo Longueira, incluyó, en lo sustantivo, la renovación de las cuotas, aprobadas el 2002 por un plazo de 10 años, las que se transformaron en licencias renovables de 20 años de duración.

Adicionalmente, se modificaron los procesos de definición de los límites de extracción, buscando la constitución de organismos asesores más especializados y cuyos informes rigurosos -y no los criterios políticos- fueran los que orientaran las decisiones de las autoridades.

Muchos parlamentarios nos opusimos decididamente a este proyecto, señalando la necesidad de que se expresara de un modo más categórico el carácter público de los recursos del mar, rechazando esta entrega por tanto tiempo y escasas exigencias a unas cuantas empresas y buscando una distribución que mejorara la participación de la pesca artesanal. Lamentablemente, nuestra visión no prosperó.

Como lo advertimos, la situación de los recursos marinos es hoy extraordinariamente preocupante, como también, consecuentemente, la de los miles de pescadores artesanales del país, principales afectados por el estado de colapso de las principales pesquerías.

Ello es lo que desde ya ameritaba una revisión de la normativa. Necesitamos normas que aseguren la sustentabilidad de los recursos y que resguarden que ellos se distribuyan adecuadamente. Investigaciones judiciales en curso la han hecho aún más necesaria al mostrar influencias indebidas en la discusión legislativa. Requerimos mejores normas y también más legitimidad.

Sin embargo, nos parece que esta revisión debe ser tan amplia como sea posible. La FAO es un organismo serio y riguroso, pero debemos incorporar también a la sociedad civil, a los pescadores artesanales, a organismos no gubernamentales y entidades académicas y científicas que puedan efectuar diagnósticos y proposiciones.

Es muy relevante generar condiciones que apunten a una explotación más racional y sustentable de estos recursos. También debemos avanzar paralelamente en aspectos que quedaron postergados como la investigación, la fiscalización y el fomento, para agregar valor agregado a estos productos.

El modelo de mera extracción de recursos naturales en beneficio de unas cuantas empresas  está agotado en muchos sectores de la economía nacional y también en la pesca, por lo que una revisión integral debe procurar su explotación sostenible y, además, que permita el mayor provecho para toda la comunidad y especialmente para la pesca artesanal.

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30 may 2015

Empleo formal, clave para la inclusión social

En 2014 Rimisp – Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural, publicó el Informe Latinoamericano sobre Pobreza y Desigualdad 2013, cuyo tema central fue “Empleo de Calidad y Territorio”.

El Informe muestra que trabajos bien remunerados, formalizados y con protección social permiten a las sociedades avanzar en seguridad y bienestar de su población, en tanto que la informalidad es un factor determinante de la pobreza y las desigualdades de ingresos en muchos países. De ahí que reducir la informalidad es un tema tan central en las políticas nacionales y también que sea importante mirar qué ocurre en Chile con aquellas personas que se encuentran trabajando, pero que no tienen contratos de trabajo o bien, no cuentan con protección social.

En Chile, entre quienes se encuentran ocupados existen muchos que aún no cotizan en el sistema de seguridad social, entendido por tal la cotización en algún sistema de salud (FONASA, Fuerzas Armadas, ISAPRES u otro) y la cotización en algún sistema de ahorro previsional (AFP). La situación es más preocupante en zonas rurales y en los quintiles más bajos, sobre todo en cuanto a sistemas de ahorro previsional. Además, según si cotizan o no hay diferencias importantes a nivel de salarios, y también se evidencian importantes diferencias en cuanto a los contratos de trabajo.

De acuerdo a los datos de CASEN 2013, existen 1.067.429 personas que a pesar de estar ocupadas no cotizan en la seguridad social, lo que corresponde a un 14.7% de los ocupados del país. Estos se distribuyen en 222.266 (3.12%) que no cotizan en ningún sistema de salud y 944.550 (13.18%) que no están afiliados a ningún sistema de ahorro previsional.

Si analizamos solo los datos respecto a zonas urbanas, tenemos que 893.651 (13.91%) no cotizan en el sistema de seguridad social, 192.685 (3.05%) corresponden solo a sistemas de salud y 784.021(12.36%) solo a AFP’s. Es decir, las zonas urbanas están bastante bien representadas en los promedios nacionales.

No ocurre lo mismo con las zonas rurales, al menos en lo que refiere a participación en el sistema previsional: un 20.81% de los ocupados rurales no participan de la seguridad social (173.778 ocupados), donde 29.581 (3.63%) no lo hacen en ningún sistema de salud, lo cual es bastante cercano al promedio nacional, y 19.53% no cotiza en ningún sistema de ahorro previsional. Si en el campo es menor el acceso a sistemas de ahorro previsional, entonces es de esperar una vejez más precaria que la de las personas en zonas urbanas.

Ahora bien, al analizar la relación entre nivel socioeconómico de la población y formalidad laboral, medida a través de su participación en los sistemas de seguridad social, observamos que a mayor nivel de ingreso mayor formalidad, con brechas más pronunciadas en lo que corresponde a participación en el sistema previsional que en materia de afiliación algún sistema de salud.

Mientras que 24.49% de los ocupados del primer quintil de ingreso no cotiza en el sistema previsional, sólo un 8.24% de los ocupados del quinto quintil, no lo hace (en el segundo un 16.46%, en el tercero un 12.25% y en el cuarto 10.76%).

El ingreso promedio de la ocupación principal también difiere según si cotizan o no los ocupados en el sistema de seguridad social. El salario promedio de aquellos que cotizan es significativamente mayor al de quienes no cotizan: $443.545 contra $257.270, es decir, quienes cotizan perciben salarios casi 2 veces mayores a quienes no lo hacen.

Esta misma relación se da en zonas urbanas (donde quienes no cotizan perciben salarios promedio de ocupación principal de $265.124 contra los $461.453 de quienes cotizan), pero se desvanece en las zonas rurales, en un contexto en que los ingresos promedio son mucho menores, tanto entre quienes cotizan ($288.110 de salario promedio de ocupación principal) como entre quienes no lo hacen ($213.623 promedio).

Este conjunto de antecedentes no hace sino reforzar el argumento que sitúa al empleo formal como el factor clave para la inclusión social, al tiempo que muestra cómo ingresos precarios e informalidad se refuerzan mutuamente, sobre todo en sectores rurales. El principal déficit es, sin duda, previsional.

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30 may 2015

Orquesta Sinfónica de Copiapó

He leído en las redes sociales, y con mucha pena, un mensaje del Director de la Orquesta Sinfónica de Copiapó anunciando el término de las actividades. Esto dado que la Municipalidad de esa ciudad está destinando los recursos que hasta ahora permitían el funcionamiento de la orquesta a otros menesteres, a saber por la tragedia climática recientemente vivida en la zona.

Sobre esto quisiera hacer algunas reflexiones

Si bien es cierto que es razonable redestinar recursos para reconstruir ciudades y poblados, no lo es cuando esto es a costa de otras personas. Los músicos son profesionales que han estudiado muchos años para poder estar en una orquesta y que por cierto esta actividad es su fuente laboral. En este caso el tradicional dicho “no se puede desvestir a un santo para vestir a otro” es evidente.

La Orquesta Sinfónica de Copiapó es una institución de larga data que ha entregado arte, cultura y entretención a la comunidad por décadas, siendo el arte, la cultura y la entretención, y ya en nuestros días debiéramos entenderlo, pilares fundamentales en el crecimiento cultural y espiritual de la actividad humana.

Los aportes del gobierno central en épocas de emergencia deben contemplar a todos los afectados y por cierto hacer saber al gobierno local que no es el camino adecuado redestinar presupuestos ya asignados para la actividad profesional. Sin saber de detalles me imagino que habrá otras actividades suntuarias a las cuales se les puede reducir recursos en tiempos de tragedia sin poner en riesgo la continuidad laboral de más de treinta profesionales de una sola repartición y menos la de una que afecta positivamente a la población.

Hago un llamado a las autoridades centrales, especialmente al Consejo Nacional de la Cultura y las Artes en las personas de su nuevo Ministro e integrantes del Consejo de Fomento de la Música Nacional para intervenir en esta situación, pues el asunto es de suyo delicado y por lo mismo hay que tomar cartas en el asunto.

Cuando el último gran terremoto afectó a Talca, Concepción y Valdivia, las orquestas locales si es que vieron disminuidos sus presupuestos, esto no puso en riesgo la continuidad de la actividad profesional de las mismas.

Cuando el terremoto del año `85 afectó a Santiago, las orquestas locales tampoco peligraron en su continuidad. Es más, el CNCA en algunas oportunidades ha hecho aportes especiales por razones de fuerza mayor, por ejemplo al Teatro Municipal de Santiago.

Ya es hora que nuestra sociedad entienda que las orquestas son un bien social y patrimonial. Ellas no sólo albergar a músicos profesionales (que viven de su profesión) sino que contribuyen a la cadena alimenticia del espíritu y la cultura, y que por lo mismo debemos cuidarlas y preservarlas.

Esto último lo deben tomar en consideración todas las autoridades, especialmente las centrales, pues, como ya he dicho en otros escritos, las orquestas regionales son tan importantes como las capitalinas y por lo mismo se merecen el mismo trato, al menos en la asignación de recursos.

Llamo también al legislador para que de una pronta vez otorgue por la vía del presupuesto nacional los aportes necesarios para que en cada región haya al menos una orquesta profesional con asignaciones presupuestarias similares a las recibidas por las dos orquestas más importantes de Santiago.

Finalmente hago un llamado a la comunidad local de la tercera región así como a la comunidad musical nacional para que levantemos la voz y logremos que no se permita el cese de las actividades de la Orquesta Sinfónica de Copiapó.

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29 may 2015

Carta abierta a la Presidenta Bachelet

Querida Michelle: No se moleste por tratarla de esta manera. En verdad yo la quiero, tanto por su historia, como por sus padres, sus sufrimientos, su testimonio de vida, su exilio, su manera sincera y franca de enfrentar la vida, su corazón abierto a buscar con inteligencia y verdad lo mejor para los chilenos, su carácter dulce, sencillo y afable; en fin por ser como usted es, ya sea desayunando con los pobres en una población o al lado de las personas más influyentes y poderosas de la tierra.

He votado siempre por usted con entusiasmo y de todo corazón, teniendo el más pleno convencimiento de que usted desea conducir a los chilenos por los caminos de la paz, la igualdad de oportunidades, el desarrollo y la justicia.

He estado junto a usted en diversas oportunidades. Una de ellas en La Moneda en su periodo anterior, cuando fuimos a  agradecerle su apoyo para que una parte de los fondos asignados a la ex Cema Chile a través de la Polla Chilena de Beneficencia, se canalizaran a una de las obras  sociales más queridas del Cardenal Raúl Silva Henríquez.Usted nos manifestó su infinita admiración por este  pastor excepcional que Dios le regaló a Chile.

Posteriormente con motivo de la presentación  de Las Memorias de don Raúl, la invité para rendirle un homenaje en la Pontificia Universidad Católica, donde los cuatro Presidentes de Chile en democracia, tuvieron expresiones de gratitud por su acción solidaria para los que sufrieron los embates de una dictadura implacable, por su lucha denodada para que en Chile se erradique la extrema pobreza, para influir con toda su estatura y consecuencia moral para que impere en nuestra patria la verdad y la paz como fruto de la justicia.

En esa oportunidad usted nos dijo que su corazón, el de usted, sigue sintiendo al igual que el de don Raúl una profunda rebeldía ante la mentira, la violencia, la injusticia, la prepotencia y la falta de respeto de los derechos humanos.

Posteriormente en un acto que habíamos convenido para el centenario del natalicio de don Raúl en el año 2007, frente a la catedral, siendo usted presidenta de Chile, nos envió un mensaje que en una de sus partes decía: “Este es el momento de darle  gracias al vida  a quien tanto amó a la vida.  Por eso oro ahora junto a todos ustedes sin distingo ni diferencias, como Presidenta de Chile alzo mi voz para decir la más sencilla y la más grande de las palabras:  Gracias Cardenal. Gracias don Raúl, Gracias pastor”.

He querido recordar esas instancias, para reflexionar acerca de algunos acápites de su último discurso del 21 de mayo. Usted, una vez más, le rinde homenaje al cardenal Silva. Con motivo de la exigente necesidad de la igualdad de oportunidades que  muchos chilenos junto a usted anhelamos. Para ello decidió utilizar expresiones de don Raúl  cuando nos dijo: “Todos entendemos que en nuestra mesa común no puede haber privilegiados ni marginados, todos queremos que esta tierra de todos la disfruten todos, con los mismos derechos y las mismas oportunidades”.

Sin embargo, en ese mismo discurso, ese mismo día, usted anuncia que la gratuidad universitaria se iniciaría solamente para los estudiantes de las universidades del Consejo de Rectores.

Percibí una clara asimetría entre las expresiones de don Raúl, que yo sé que usted comparte de verdad, con un anuncio que va en la dirección opuesta. Que discrimina en donde no todos los estudiantes universitarios tengan los mismos derechos y  las mismas oportunidades como nos decía don Raúl.

Yo soy profesor de la Universidad de Chile. Mi educación la pagó el Estado. Cuando me matriculé en la Escuela de Economía leí con emoción un lienzo que decía: “Devolved con generosidad lo que recibiréis con sacrificio”.

Mi padre, un emigrante sirio, sin mayor educación, que se dedicó inicialmente al comercio ambulante recibió la ayuda generosa de un país que lo acogió y que me permitió recibir una educación de excelencia que me ha permitido lograr grandes objetivos en mi vida.

Mi alma se forjó en el espíritu de intentar ser un servidor. Usted también estudió en la Universidad de Chile y tengo la certeza que su enorme vocación de servicio surge en buena medida como consecuencia de una política de financiamiento  a la educación superior en la que todos éramos iguales y todos nos sentíamos iguales.

Tiene razón el padre Fernando Montes de alzar su voz, al igual como la alzó don Raúl, para implorar por la justicia, la eliminación de privilegios y las  discriminaciones que irritan la conciencia.

Sé también que usted tiene la capacidad de reconocer los errores con humildad. Lo que se ha propuesto es, a mi juicio, un error que aún es posible de rectificar.

Reconocer que esa medida anunciada divide y no procura el bien común y así proponer cambios para intentar eliminar los privilegios, constituiría de parte suya un acto de coraje y valentía, la misma que demostró el querido cardenal Raúl en los difíciles tiempos de la dictadura.  Con cariño.

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29 may 2015

¿Y dónde está la novedad?

El escándalo que afecta a la FIFA y a la organización sudamericana de COMEBOL, entre otros no es más que la expresión ahora transparentada de una verdad largamente sabida, y jamás asumida en su plenitud por la “familia del fútbol”.

Fueron contados los periodistas deportivos que al menos expresaron su voz ante una situación que no había que ser muy letrado para darse cuenta que en los negocios del fútbol sudamericano y mundial campeaba la corruptela generalizada.

Un poco de memoria: en Chile la elección del actual presidente de la ANFP, provocó una alianza transversal, desde el mandamás de la UC el socialista Estévez hasta los UDI de la U y Colo Colo, Valdés y Ruiz Tagle respectivamente, todos apoyaron en principio  a un corrupto como Segovia el español dueño de una universidad y  que arrancó de Chile cuando el escándalo de las coimas de los procesos de acreditación universitaria. El Sr. Segovia no ha vuelto a Chile donde seguramente sería encarcelado y maneja su negocio desde Madrid.

Como Mayne Nicholls no repartía las platas del fútbol entre los ineptos, sino que se dedicaba a efectuar una gestión en bien del deporte y no de sus dirigentes concitó un mínimo apoyo y perdió la elección. Como Segovia no podía asumir y ya sabiendo que el gran Marcelo Bielsa había renunciado denunciando incompatibilidad de proyectos con los ganadores, decidieron poner un personaje de segunda categoría como el Sr. Jadue.

Jadue se ha mantenido repartiendo harto billete y malgastando harto también, pero eso no importa para estos dirigentes que siguen la máxima cuando llueve todos se mojan.

En Argentina el difunto Grondona   fue el icono de los manejos sucios, en Comebol  Nicolás Leoz y antes Teófilo Salinas  callaron con plata viajes y cargos menores, toda posibilidad de disidencia y así Boca Juniors es “castigado” con cuatro partidos sin público, por lanzar gas mostaza o algo similar a los jugadores rivales y Chile debe salir a jugar a Mendoza cuando se ha puesto en peligro la clasificación de Brasil, ¿se acuerda?

El fútbol ha sido casi siempre oscuro y lamentablemente las sociedades anónimas en Chile, han intentado  transparentar  los temas económicos pero a costa de sacrificar los lazos de los hinchas y antiguos socios, o sea de aquellos que vibran más  de cerca con las instituciones deportivas, hoy ellos no tienen pito que tocar y se les trata como simples consumidores  de una actividad que se encuentra brutalmente concentrada en una pocas manos de los poderosos de siempre.

Lamentablemente lo que rige para las sociedades anónimas deportivas no  se expresa en el organismo que asocia a sus Presidentes. Allí la oscuridad persisten.

Para los que llevamos tantos años de interés permanente por el fútbol, créannos que esto de nuevo no tiene nada.

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