28 oct 2015

Los dilemas de la primaria de la Nueva Mayoría en Ñuñoa

En análisis anteriores he venido insistiendo en que la política local ha cambiado de manera profunda en las últimas semanas. La debilidad de la derecha y el auge progresista son los dos hechos que definen el cambio en la política de la comuna. Este hecho ha generado las condiciones para que el apetito por dirigir el municipio aumente y la lucha por el objetivo se intensifique.

Esta situación explica, sin duda, lo que ocurrió al interior de la Nueva Mayoría semanas atrás cuando hubo que negociar y concordar un nombre para competir por el sillón municipal en el concejo. Sabemos que no hubo consenso y que la “unidad” de votar todos por si mismos se parece más a un tongo que a un ejercicio unitario: una salida política a un nudo político.

Si nos introducimos en las tinieblas del poder observamos que esto se explica simple y complejamente  porque las primarias de la Nueva Mayoría en Ñuñoa comenzaron. Evidente, ningún aspirante –porque, al menos tres los son- estaba dispuesto a visibilizar al otro. Esto es política y nada se regala. Se abre, por tanto, una nueva fase en la política local. Será, sin duda, un largo período que debe culminar con un candidato oficialista surgido de una primaria o una negociación. Hoy, todo es posible.

Pero, para llegar a ese candidato hay muchas situaciones y coyunturas que hay que resolver. La primera, tiene que ver con las negociaciones nacionales y el rol que la comuna va jugar en ellas. Seamos claros, no se puede hacer nada en el plano local sin que los niveles nacionales hayan decidido y negociado con los otros partidos del bloque que se va hacer en tal o cual comuna. En una negociación municipal el movimiento de las fichas es muy complejo. Todos los aspirantes pueden ser eventualmente piezas de canje.

De hecho, no es extraño escuchar que el candidato de la Nueva Mayoría de la comuna sería impuesto por las cúpulas nacionales. Se ha dicho, que Navarrete busca esa nominación y ha comenzado a sonar Soledad Alvear en la DC. A mi entender, hay poco espacio para una solución de ese tipo. Por ello, lo más probable es que el asunto se resuelva en una primaria. Aquí, surgen otros problemas.

Lo primero que se debe resolver es si la Nueva Mayoría va competir en las “potenciales” primarias del 123 Ñuñoa. Hoy, oficialmente ningún partido lo tiene resuelto.

Si decide no competir al interior 123 Ñuñoa, todo es más fácil y directo. Las tensiones se reducen y las lealtades se conservan. No obstante, no todo está resuelto ni definido; por ejemplo, no sólo hay un nudo de tensión en torno al padrón de la primaria, sino también surge el problema de que la DC quiere nominar al candidato vía negociación. Insisto, hoy las negociaciones de ese tipo son inviables.

En este escenario, se realizarían primarias en junio probablemente en el marco de la ley. A la fecha cuatro son los aspirantes: Navarrete PPD, Mendoza PS, PlacenciaPC y CastilloDC. Ya sabemos, que los radicales han dicho que no llevaran candidato a esta instancia. Como esto es política se pueden producir cambios y el escenario sufrir modificaciones.

Si decide competir al interior del 123 Ñuñoa, surgen dos problemas. El primero, en torno a si va la DC o no va y el segundo, en torno a si compiten en esa primaria con candidato único o todos compitiendo al interior de la plataforma con los sectores autodenominados “no duopólicos”.

Voy a insistir, en que si la DC local no participa de esa plataforma ciudadana, la NM no puede dejar a la DC en el aislamiento. Ese mismo hecho, implica no sólo un quiebre del oficialismo a nivel local con sus costos correlativos, sino también que la DC lleve candidato propio a la elección de Alcalde. Es evidente, que en ese escenario no hay unidad opositora.

Participar de la primaria del 123 Ñuñoa sin la DC, implica que vaya por fuera. Seamos claros, hoy la DC no va participar de esa instancia. Desde el punto de vista electoral y del cálculo político este escenario es el peor para la Nueva Mayoría. No sólo pierde políticamente, sino también tiene suma cero en votos. En efecto, lo que gana con los 8.000 votos que aportan los “no duopólicos”, los pierde con la DC fuera del pacto. Sin duda, pierde harto más votos que esa cifra. Por todos lados, mal negocio.

Ahora, si la DC decide competir en esta plataforma hay que resolver si se va competir en esa primaria con candidato único o con todos sus aspirantes. En rigor, con la DC afuera o adentro el escenario es el mismo y la pregunta válida.

Para el primer caso, candidato único, hay que resolver cómo se elige ese candidato.

Las opciones son dos: primarias o negociación. La negociación en torno a un candidato, como se ha hecho desde el 2004, es poco viable.

Por tanto, ese candidato saldría de una primaria en que la DC está dentro o fuera. En ese escenario, ya vimos que hay cuatro opciones, eventualmente tres. Surgen, nuevamente algunas interrogantes: ¿en qué fechas serían esas primarias, si las legales serían en junio del próximo año? acaso, ¿se harían entre marzo y mayo? ¿es viable tener dos primarias entre marzo y junio, para luego, ir a una municipal en octubre? y ¿quién va financiar esas primarias?

La otra opción, es que la Nueva Mayoría compita con todos sus candidatos en la primaria del 123 Ñuñoa. El escenario, también parece inviable no sólo porque la fragmentación de los votos puede hacer que terminen ganando las fuerzas “no duopólicas”, sino también porque la DC local no va participar en ese proceso. Todo indica, que si la NM va a la “primaria del 123” no lo hará compitiendo con todos sus candidatos. De lo contrario, tendríamos dispersión de votos, una DC aislada e incómoda, un PC potenciado y un PS con resultado incierto. Este es, el escenario más inviable políticamente.

El análisis anterior, en consecuencia, nos conduce a una primaria de la Nueva Mayoría en junio del próximo año. Es decir, a un escenario en que el oficialismo no participa de las primarias del 123 Ñuñoa por una cuestión de tiempo político, de compromisos políticos y de estrategia política. Sólo se han planteado preguntas que otros deben resolver. La política cambia realidades combinando voluntarismo y realismo.

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28 oct 2015

La magia y necesidad de convivir con los océanos

En la pasada Conferencia Internacional Nuestro Océano 2015, realizada en Valparaíso, la Presidenta Michelle Bachelet se comprometió a crear el Parque Marino Nazca-Desventuradas, en las islas San Ambrosio y San Félix. Con ello, la superficie marina protegida del país abarcará cerca de un millón de kilómetros cuadrados, convirtiéndose, en su conjunto, en uno de los espacios de protección marina más grande del mundo.

La finalidad de estas áreas de protección es conservar el estado prístino de la biodiversidad única, prohibiéndose la pesca o extracción de recursos. Además, buscan proteger los montes submarinos y sus ecosistemas vulnerables, y contribuir al desarrollo del conocimiento científico de los ecosistemas de aguas profundas.

Estas reservas marinas se encuentran bajo la tuición del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca), y en ellos no puede efectuarse ningún tipo de actividad, salvo aquellas que se autoricen con propósitos de observación, investigación o estudio.

Nuestra región, Magallanes, no está ajena a esta realidad. Fue en el año 2003 que se creó el parque marino “Francisco Coloane”, y si bien es cierto que nuestros pueblos canoeros ya no se pueden beneficiar de el, por la cercanía con la total extinción de su raza, fue el primero en el país, y comprende un total de 67.000 hectáreas entre costa y mar.

Recuerdo que era Alcalde de Punta Arenas, cuando se iniciaron los esfuerzos que hicimos muchos, para que se creara el parque marino, que se encuentra en la Isla Carlos III, entre las Islas Santa Inés, Isla Riesco y la península de Brunswick, con el fin de proteger a ballenas jorobadas, el pingüino magallánico, el delfín austral, el lobo marino, entre otros.

Lo anterior se debe a que un conjunto de científicos descubrió que un grupo de ejemplares de ballena jorobada migraban por el Pacífico desde las aguas cálidas de Centroamérica, donde se reproducen, hasta las gélidas aguas antárticas, especialmente las aguas de la Isla Carlos III, donde cada verano se alimentan. Es decir, migran juntas desde la línea del Ecuador, pero por alguna razón aún desconocida, algunas deciden quedarse en el Estrecho de Magallanes y otras siguen hasta la Antártica, suceso que convierte esta zona en el único sitio del hemisferio sur donde se alimentan ballenas jorobadas, fuera del continente blanco.

En este lugar se han registrado más de 100 ballenas jorobadas, que son bastante fáciles de avistar y ver, en verdaderas familias, levantando del agua su majestuoso cuerpo de hasta 17 metros de largo y 40 toneladas de peso, dejando atónito y maravillado a cualquier espectador. Los invitamos a ver este maravilloso hecho en nuestro territorio subantártico.

Es por esto que celebro la decisión de la Presidenta Bachelet de ampliar la superficie marina protegida de nuestro país, y además hago un llamado a recordar nuestro mar no sólo durante el mes de mayo. En Chile y Magallanes somos riquísimos en mares  y costas, y debemos ser capaces de convivir con los Océanos, gozarlos y disfrutarlos, pero sin agotarlos ni destruirlos.

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28 oct 2015

Habrá que curar las heridas

Ha concluido el Sínodo de la Familia en Roma. El sábado 24 de octubre se sometió a votación el documento final, aprobado íntegramente por la mayoría de los 265 padres sinodales asistentes.

La prensa ha calificado al sínodo como un triunfo del Papa, llegando algunos medios a señalar que el sucesor de Pedro salió fortalecido. La verdad es que la tarea pastoral recién comienza y que a buena hora llega el Año de la Misericordia, para sanar las profundas heridas provocadas en el proceso sinodal.

A juzgar por las expectativas, la vara había sido elevada exigentemente. Se esperaba algo más que un cambio de lenguaje para acoger situaciones familiares dolorosas, como la de personas separadas o divorciadas vueltas a casar, o respecto al trato de las personas homosexuales. También se esperaba mayor sintonía con el sentir de los fieles, por ejemplo ante al rechazo práctico de la encíclica Humanae Vitae de Paulo VI, en materia de fertilidad y contracepción.

Las expectativas apuntaban a que se impusiera la misericordia como criterio pastoral y que se avanzara en el respeto a la conciencia de los fieles, incluyendo la acogida a la vida sacramental. El documento recogió tímidamente aquello, pero sin concederle fuerza moral para no opacar el imperio de la doctrina.

Paralelamente, si se considera que la palabra Sínodo significa “caminar juntos”, la verdad es que éste, a diferencia de otros sínodos, fue precedido y desarrollado en un ambiente inéditamente belicoso contra el Papa, dejando al descubierto profundas divisiones.

Esta vez, la oposición al Papa se organizó férreamente, con documentos, seminarios, recolección de casi un millón de firmas, así como con volantes y cartas difundidas al interior de la asamblea, que criticaron la metodología sinodal para desligitimar el proceso. Más grotescos fueron los corrillos que pretendieron sembrar dudas acerca de la salud del Papa, así como los escándalos externos provocados para llamar la atención de los padres sinodales. La pérdida de la disciplina eclesial alcanzó a tal nivel, que el mismo Francisco intervino, fuera de programa, previniendo a la asamblea contra la “hermenéutica de la conspiración”.

Sus adversarios activaron una campaña hostil, con la que intentaron presionar a los padres sinodales, infiltrando la idea de que el futuro de la Iglesia estaba en peligro al alejarse de la doctrina. La amenaza se hizo sentir tocando la fibra más sensible para un Papa: el riesgo de la división eclesial, representada en la posibilidad de un cisma.

En ese contexto la abrumadora aprobación del documento conclusivo, aprobado holgadamente con los quórums necesarios, más de dos tercios de los votos, es ante todo una paradoja aparente.

En efecto, la comisión redactora tuvo la sagacidad de darle al documento una redacción neutra, destacando los principios universales de aceptación general, y omitiendo cuestiones prácticas divergentes. La audacia sólo alcanzó para sentar los principios generales de la misericordia y del respeto a la conciencia, pero sin darle fuerza imperativa respecto de la doctrina.

De esta manera, la comisión redactora intentó, con medios efectivos, ahorrar un precedente eclesial impensado, como hubiera sido el rechazo de la Asamblea del Sínodo a los anhelos reformistas de Francisco.Dicha comisión tuvo el acierto de dejar la solución de los temas discutidos a su decisión personal, con lo que queda, en cierto modo, lanzada la perspectiva de los futuros dilemas pastorales de la Iglesia para este Papa y sus sucesores.

El Sínodo de la Familia ha concluido.El Papa ha conseguido que temas cosiderados tabúes fueran abordados con libertad. Para lograr aquello ha tenido que exponer su integridad y su autoridad moral. Los costos están a la vista y sus responsables son conocidos.

Siguiendo las huelas de Jesucristo, optó por asumir los costos personalmente, para no endosarlos a la Iglesia. Para ello, echó la cruz de la Iglesia a sus espaldas, tal vez con la esperanza que la vergüenza y el arrepentimiento de algunos consiga doblegar la dureza de los corazones de quienes“atan cargas pesadas, imposibles de soportar, y las echan sobre los hombros de los demás, mientras que ellos mismos no quieren tocarlas ni siquiera con un dedo.” Mt 23, 4.

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27 oct 2015

Proceso constitucional, todos podrán aportar

Escucho críticas altisonantes, enfurecidas, de diputados de la UDI y algunos de RN: que el proceso de generación de una nueva Constitución es ideológico y que como no se dicen qué contiene, ellos votarán en contra del presupuesto en el Congreso. ¿Inconsistencia intelectual? Por decir lo menos.

En efecto, si no se conocen los contenidos mal puede acusarse de ideologismo. Y si se dice que se quiere iniciar un proceso, ¿por qué querer anticipar contenidos?

Chile nunca ha tenido una Constitución verdaderamente mayoritaria. Después de las imposiciones militares u oligárquicas del siglo XIX, en el siglo XX ha habido dos intentos fundacionales, ambos militaristas y oligárquicos, refrendados por plebiscitos claramente fraudulentos. Por supuesto en ninguna de estas constituciones es todo malo, salvo el proceso de generación. Hay aspectos positivos y otros inadecuados.

Hoy, por primera vez se dan ciertas condiciones para generar una Constitución Política con respaldo democrático desde su discusión y hasta su aprobación y puesta en marcha. Entre otras, que un 70% de los chilenos considera que es conveniente o necesaria una nueva carta fundamental.

Si el gobierno de Bachelet hubiese dicho los contenidos que quiere para la nueva Constitución, ¿para qué preguntar al pueblo? El énfasis que se ha puesto es en el amplio proceso de discusión, buscando qué es lo que quieren las personas. No se trata de escuchar sólo a los ilustrados, a los profesores universitarios (ya sesgados) o a los partidos. Tampoco se quiere preguntar sólo a los grupos de interés o a los que están organizados como minorías con opinión.

Se trata de generar entusiasmo en la idea de que todos, desde sus pensamientos, desde sus intereses, desde sus carencias, desde sus conocimientos y desde sus ignorancias, desde sus miedos y desde sus deseos, sean capaces de decir qué es lo que quieren y qué es lo que no quieren de una nueva carta política.

Por eso el proceso es importante, pues todos podremos ser oídos por todos. Cada uno en su territorio podrá ir aportando ideas. Para eso es la educación cívica, precisar qué es una Constitución, qué puede contener, qué no debe contener. Sabiendo eso, se irán expresando las propuestas en un proceso creciente que permitirá decantar lo fundamental.

Todos tenemos derecho a proponer  y  sugerir cuestiones de fondo. Nadie, por otra parte, puede pretender que todas sus ideas sean consensuadas o que tengan apoyo mayoritario.Tampoco se puede pensar en una Constitución Política que guste a todos. No, de lo que se trata es que surja una carta fundamental que reúna un apoyo verdaderamente mayoritario de la sociedad. La democracia ejercida con conocimiento y participación asegurará que el texto tenga un respaldo que le dé cierta estabilidad, sin pretender que sea un texto para siempre.

Por cierto que las ideologías saldrán al tapete. Lo malo no son las ideologías, sino que el intento de imponerlas mediante malas artes. La búsqueda debe ser la mayor concordia de ideas, el más amplio encuentro ciudadano, la mejor discusión de puntos de vista.

Por eso se requiere respeto, difusión, amplitud de miras y mucha gente trabajando en el esfuerzo, pese a todos los problemas que un proceso así puede traer.

Es urgente iniciar el proceso constitucional democrático. Pero es importante hacerlo bien y generar un compromiso claramente mayoritario.

La derecha tiene una gran posibilidad: dejar de cerrar caminos y ponerse a trabajar por una mejor forma de vivir entre todos los habitantes del país, donde las decisiones se tomen con respeto y valoración de las personas.

Recuerdo la frase de un viejo dirigente, que se convirtió en eslogan para los demócrata cristianos en la época de la dictadura: “Queremos una patria para todos, incluso para los que no quieren una patria para todos”.

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27 oct 2015

Plebiscito, el feliz camino sin retorno

Hay invitaciones convocantes y seductoras, invitaciones a las que asistimos convencidos que se tratará de una inolvidable experiencia.

Y, hoy estamos frente a una de ellas. Es que construir, entre todos, una nueva Constitución no es menor. Es , sin duda, un momento histórico, donde la voz de todas y todos debe ser escuchada, donde el espacio debe ser generoso y amplio para instalar las opiniones y demandas de todos los sectores, avanzando luego en el diseño final, concordando aquéllos ejes que, como colectivo, añoramos sean los pilares de nuestra Carta Fundamental. Esa que sin duda se asoma al debate y a la agenda pública en un camino, felizmente, sin retorno.

Es por eso que aunque la actividad política se encuentre desprestigiada, todos y todas estamos llamados  a participar. Con esto, no sólo se derriban los mitos, sino que además comenzamos a avanzar en los contenidos de lo que debería ser esta nueva Constitución. Y si bien hay que aclarar que esto no será resuelto en este periodo presidencial, sí se sentarán las bases para que el próximo Congreso, que será electo en 2017, sin el sistema binominal, adopte el camino que mejor nos conduzca a buen puerto, a un nuevo texto constitucional, que a diferencia del actual, nacerá en democracia.

Sabemos que la modificación no será fácil, por eso valoro que el gobierno comience este cambio con un periodo de generación de conciencia ciudadana, a través de un proceso de educación cívica, que permita que la comunidad sepa cómo avanzamos hacia un país que tenga un Estado de derechos sociales garantizados en su carta magna, para que todas las personas puedan llegar tan alto y tan lejos como su capacidad le permita, sin obstáculos de ningún tipo; sin desigualdades y sin abusos.

La tarea que tendrá el actual Congreso, del cual soy parte, es habilitar al próximo Congreso. Luego vendrá el momento de elegir, tal como lo dijo la Presidenta, entre  una comisión de senadores y diputados; una Asamblea Constituyente, un grupo de parlamentarios y representantes sociales elegidos por la comunidad, o un plebiscito.

Desde mi punto de vista, me parece que la mejor forma de validación final es un plebiscito informado, documentado, para que sean los propios ciudadanos los protagonistas de este cambio. De ahí la necesidad de participar de este proceso y no restarse, pues Chile se merece una nueva Constitución.

Estamos en democracia, por eso no podemos negarnos a la posibilidad de que sea la comunidad informada la que participe activamente en la redacción de nuestra carta magna.

Eso no es adoctrinar, como han dicho personeros de oposición, sino que es respetar a nuestra comunidad, sus puntos de vista, y entregarles todas las herramientas para que, cuando sea el momento pertinente, puedan hacerse parte de la conformación de un país más justo e igualitario, y eso debe expresarse explícitamente en el contenido de esta nueva Constitución, que según reciente encuesta, el 71% de los chilenos apoya y valora.

Frente a esta invitación, ¡sólo sumarnos!

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27 oct 2015

Descentralización, ya no basta con llorar

Desde distintos frentes ciudadanos y sociales se brega por mantener vivo el debate sobre la descentralización.  Retener la bandera en alto, como acto político y comunicacional que no dé piso a quienes pretendan arriar la demanda.

La Fundación “Chile Descentralizado… Desarrollado”, sucesora de la Conarede, ha reimpulsado la discusión luego de la presentación de las 70 propuestas que se entregaran a Michelle Bachelet hace más de un año.Nacieron del trabajo de la Comisión Asesora Presidencial para la Descentralización y el Desarrollo Regional que presidieron Esteban Valenzuela y Heinrich von Baer.

Descentralización es una palabra poco cercana, hay que reconocer, y que algunos ligan a tecnocratismo ininteligible y a enmarañados procedimientos del Estado.  Que otros asocian a una especie de voluntarismo por avanzar hacia un regionalismo y localismo extremista, limítrofe con ideologismos chovinistas.  Y no falta el que habla del egoísmo y la falta de reciprocidad de cualquier territorio que pretenda acceder a los beneficios de pertenecer a una comunidad país, más no a sus costos.

Distintas miradas para un concepto anclado en el propio origen del vivir en sociedad.  Ya lo dijéramos hace un par de meses en forma simplificada: “Desde que dos hombres (o mujeres si se quiere) se juntaron y decidieron caminar juntos (en sociedad) y decidir sobre aspectos que a ambos les afectarían, debieron buscar mecanismos para actuar en propiedad.  ‘Un día decides tú, al otro yo’, ‘yo soy más fuerte que tú, así es que decido yo’ y ‘veamos caso a caso y sobre la base de quién convence al otro resolvemos’ me imagino fue ese inicial y caricaturizado diálogo.  Porque descentralizar, al igual que la discusión sobre los sistemas electorales, la asamblea constituyente y la propia democracia, no es nada más que el debate sobre el ejercicio del poder.Una reflexión clásica que nos ha acompañado desde nuestros inicios como ser social”.

Bien dice la sabiduría popular que el poder no se entrega, sino que se conquista. Y como la discusión sobre la descentralización apunta al poder, preciso es copar todos los espacios con la demanda. Que haga sentido en los ámbitos social, político, ciudadano e institucional.

Hoy hay que pasar al activismo por una causa que no es más que la redistribución del poder. Donde los que viven en el día a día los efectos de las decisiones que otros toman puedan ser protagonistas de estas y no solo clientes, usuarios, beneficiarios (o, si me permiten, perjudiciarios).

Porque ya no basta con quejarse, paso siguiente al de darse cuenta de que algo está mal.Tampoco con reclamar, que no es más que demandar luego de visibilizar el problema.

Tales son acciones necesarias, por cierto, pero que deben confluir en el camino de la transformación.  De recuperar el control de lo que nos atañe, de ser protagonistas de nuestro presente y orientadores de nuestro futuro.

Y para todo ello es preciso informarse, participar y ser coherente entre el decir el actuar.Aunque cueste.  Aunque sea difícil. Aunque signifique ciertos costos que cada uno sopesará.

Tal es válido no solo para los ciudadanos. También para las comunidades, las organizaciones, las regiones.

La lucha por el poder es un clásico de la humanidad. No terminó con un nuevo sistema electoral, ni lo hará con una nueva Constitución.  Tampoco con una Asamblea Constituyente.  Pero tal certeza no debe ser argumento para dejar de construir una sociedad más democrática.  Es más, debe ser el incentivo para hacerlo.

Porque como dijera alguna vez Galeano recordando al cineasta argentino Fernando Birri, los ideales (utopías, causas, sueños) están allá como el horizonte y su objetivo no es hacernos llegar.

Es, afortunadamente, hacernos avanzar.

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26 oct 2015

La actual crisis política no carece de salidas

Uno de los problemas mayores de los sistemas políticos latinoamericanos ha sido la precarización de los partidos como vehículos para el acceso al poder. Dada la debilidad del vínculo entre estas fuerzas políticas y los movimientos sociales, la ciudadanía y los electores lo anterior no es sorprendente.

En muchos de dichos sistemas políticos, los partidos han sido por décadas, meras etiquetas, rótulos formales, vacíos de legitimidad y apoyo.

Afortunadamente, Chile ha sido desde el siglo XIX, una de las tres o cuatro excepciones a esta situación que inviabiliza la democracia política, la hace débil e inestable o sólo la posibilita bajo movimientos populistas o neopopulistas, donde la identificación del votantes es con una persona -con un caudillo- y no con ideas y programas, expresados en estructuras estables que compitan por el sufragio de manera mínimamente previsible. El grado de fortaleza del vínculo entre actores, reglas y votantes se conoce como la Institucionalización del sistema de partidos.

Las causas que han llevado a institucionalizaciones débiles –o a desinstitucionalizaciones en países que otrora contaron con partidos sólidos son históricamente complejas. Pero en las últimas tres décadas destacan cuatro: profundas crisis económicas; cambios en los planteamientos programáticos que dejan sin representación política a las bases tradicionales  de los partidos, generando un problema de agenda; diseños institucionales inadecuados y la corrupción sistémica de actores e instituciones.

Esto último ha sido devastador para la legitimidad, confianza y apoyo de los partidos en muchas democracias, y no sólo en América Latina.

Por ello es tan preocupante lo ocurrido durante los últimos años en nuestro país: un sistema aún institucionalizado está crecientemente deslegitimado y la indignación y el repudio ciudadano hacia éste aumenta.

Sin perjuicio de la necesidad de cambios institucionales que también han incidido en dicha pérdida de apoyo y valoración, caben pocas dudas que la radicalización del rechazo se vincula directamente a la sospecha creciente de que actores e instituciones políticas carecen de autonomía frente a los grandes poderes económicos que controlan, además, parte importante de los recursos de poder social y mediático de nuestra sociedad.

De esta forma, muchos políticos y grandes empresarios son vistos como coautores reiterados de abusos y perpetuación de privilegios, obviamente inaceptables para las mayorías populares cuya existencia cotidiana es insegura, precaria y exigente. Los casos que investiga el Ministerio Público son de sobra conocidos y sus efectos políticos, previsibles, fáciles de anticipar, si es que no hay transparencia y justicia.

Por todo lo anterior, lo mínimo que se le puede exigir a políticos conscientes es que colaboren con el Ejecutivo en la búsqueda de soluciones que permitan al país seguir contando con una representación política que se realice vía partidos y no vía caudillos o grupos corporativos que sólo expresan el poder de lo fáctico. Alternativas que pueden facilitar una salida existen e iniciativas potentes en esa línea también. Aquí sólo mencionaremos cuatro.

1.- El programa de gobierno de la Presidenta Bachelet contempló importantes compromisos en materia de cambio institucional. Por ejemplo, fin al binominal, nueva ley de partidos y cambio constitucional. Concretar el conjunto de estos compromisos parece hoy, incluso, más urgente que ayer.

2.- El Consejo asesor presidencial  contra los conflictos de interés, el tráfico de influencias y la corrupción. Mandatado por la Presidenta Bachelet, este consejo trabajó durante 45 días para finalmente cumplir con el plazo solicitado por el Ejecutivo debido a la gravedad de los hechos, su impacto en la ciudadanía y la urgencia de presentar propuestas que se concretaran en proyectos de ley que lleven al “fortalecimiento de nuestra democracia sobre la base de partidos políticos sólidos, de una nueva regulación del financiamiento de la política y de un fortalecimiento de la transparencia de la función pública y de los mecanismos de control ciudadana, así como de la eficacia de la regulación y fiscalización del sector privado”.

Entre dichas propuestas, destaca la reinscripción de todos los militantes de los partidos políticos, condición fundamental para contar con financiamiento público; creación de un fondo público de financiamiento de los partidos; fijar tope a los aportes de personas naturales, junto con la prohibición de los aportes de personas jurídicas a los partidos; reducir el gasto electoral; persecución y sanción penal a la corrupción; nuevas reglas para la participación de familiares directos -de quienes están ejerciendo cargos de elección popular- en elecciones o cargos públicos; reformas al Servel y al Sistema de Alta Dirección Pública y el establecimiento de restricciones para quienes dejan cargos públicos antes de mantener relaciones comerciales con empresas del sector privado con las que se relacionaban en dicho cargo, entre otras.

3.- El debate sobre el cambio constitucional, vinculado además a procesos electorales, si se lleva adecuadamente puede ser decisivo para una revalorización de la política y los debates cívicos por la ciudadanía.

Existen pocas cosas peores para la dignificación de la política que elecciones donde no existen temas relevantes para la vida social, y donde la agenda la copa la farándula y la banalización. Es en las elecciones presidenciales y parlamentarias, donde las democracias discuten su carga tributaria, su régimen laboral, la calidad de su educación y de su asistencia sanitaria y, obviamente, las reformas a las reglas fundamentales que se expresan en la Constitución. El color del que se pinten los palacios de gobierno no convoca mayorías ciudadanas a las urnas, menos cuando –torpemente- se ha optado por el voto voluntario.

4.- La iniciativa generada al alero de la Fundación Alberto Hurtado, que –aunando el trabajo y propuestas de parlamentarios y ex dirigentes- plantea la necesidad de realizar autocríticas sinceras que se expresen en  cambios de conductas, haciendo efectiva la responsabilidad política más allá de lo penal.

Según información de prensa, básicamente el documento surgido de este trabajo se refiere a la suscripción voluntaria por parte de los partidos políticos de un acuerdo en el que se comprometen a “no postular ni repostular  a cargos de elección popular a nadie que haya utilizado un mecanismo irregular o indebido para el financiamiento de sus campañas y/o trabajo político”. Se ha publicado además que incluso, el Gabinete presidencial de Michelle Bachelet “enviaba señales positivas del interés de la Mandataria… por sumarse a la actividad”.

Pese a ello, lamentablemente, lo que en un principio parecía contar con la adhesión de los partidos políticos dispuestos a dar una “señal de nueva ética política”, paulatinamente comenzó a llenarse de  cuestionamientos que, al parecer, acabaron por frustar esta iniciativa. Ella habría sido una señal muy necesaria y potente en el sentido de la renovación de la política y de su vínculo y respeto hacia la ciudadanía.

Terminamos expresando nuestra esperanza en que el grueso de estas propuestas y medidas para salir de la crisis llegue a buen puerto. No hay nada peor cuando se enfrenta una patología severa que parte de quienes la sufren no se dejen auxiliar.

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26 oct 2015

Las consecuencias de las elecciones argentinas

Las recientes elecciones en Argentina indican que Mauricio Macri será el nuevo Presidente de la Nación y una de las mayores derrotas en la historia del peronismo . Se termina un largo ciclo político  y comienza otro marcado por tendencias de apoyo a la empresa privada y a una reducción del papel del Estado. En otras palabras un acercamiento a las estrategias de desarrollo vigentes en México, Colombia, Perú y Chile.

Y esto va indicando un nuevo panorama en América Latina. Es previsible que en los próximos comicios de Venezuela y Brasil las coaliciones de gobierno sean derrotadas y que ganen las oposiciones con tendencias neoliberales.

En otras palabras. La crisis mundial lleva a un robustecimiento de las políticas más conservadoras y de apoyo al sector empresarial y en desmedro de aquellas que preconizaban el combate a la desigualdad económica y la distribución del ingreso en beneficio de los sectores más precarios.

A ello se agrega el rechazo de las poblaciones a la corrupción y al auge de la delincuencia.

En el caso de Cuba, terminado el Alba en Venezuela la isla queda sin mayor apoyo económico y  dependerá, cada vez más, del apoyo económico de Estados Unidos y, hay que decirlo, de los cubanos de Miami. Se avizoran fuertes cambios  en esa nación, en especial cuando se termine la hegemonía de la familia Castro. Es previsible un papel decisivo de las fuerzas armadas en el sistema político cubano.

Las dificultades económicas de China limitan considerablemente su papel como financista del desarrollo económico latinoamericano. En esas condiciones son las grandes empresas privadas mundiales quienes tienen la última palabra.

Las posibilidades de algún país latinoamericano de resistir las  alternativas neoliberales son mínimas. Un aislamiento sólo lleva al endeudamiento y con ello a angustias como los que han sufrido España, Grecia o Italia.

Estamos, pues, ante un cambio en la brújula regional  que implica el fin del ALBA y de las tendencias populistas que han marcado más de una década.

En este cuadro la Alianza del Pacífico adquiere una  clara relevancia doctrinaria y estratégica.

Temas para meditar.

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26 oct 2015

Israel y Palestina, ¿hacia la tercera Intifada?

A partir del 1 de octubre de 2015, una serie de actos de violencia registrados en Israel y los territorios palestinos controlados por Israel hacen presagiar que estamos a las puertas de un nuevo levantamiento, el que podría corresponder al inicio o antecedentes de una tercera Intifada.

Aunque esta protesta alcanza a la población palestina de la Cisjordania, Gaza y Jerusalén Oriental, esta última ciudad, por todo el simbolismo que representa y la fuerte proximidad física de los respectivos barrios judío y musulmán, adquiere un foco central de discordia.

La respuesta del gobierno israelí ha sido la de endurecer los controles, la vigilancia y la construcción de nuevos muros, desconociendo que las causas de la violencia son más profundas pues están enraizadas en la falta de un acuerdo de paz, así como en la segregación política, social, económica y cultural que alcanza a gran parte de la población palestina. 

La ola de violencia asociada al conflicto israelí-palestino es un continuo que lleva años y décadas, y que, en lo que tiene que ver con masivos levantamientos del pueblo palestino, tiene dos grandes hitos: la primera Intifada que comienza en diciembre de 1987, y la segunda, que se inicia en septiembre de 2000. Estos levantamientos son en gran medida resultados de la frustración del pueblo palestino ante el bloqueo de un proceso de paz que se ha visto impedido por la polarización en ambos lados, la construcción de asentamientos, la violencia reiterada, lo que ha llevado a una creciente desconfianza mutua.

Muchas de estas protestas tienen su causa u origen en la denominada “Ciudad Vieja” de Jerusalén, cuya soberanía política la mantiene Israel desde la Guerra de los Seis Días, aunque la custodia religiosa sigue estando en manos de Jordania.  El Muro de los Lamentos, que es el lugar más sagrado para el judaísmo, es también un muro que divide el barrio judío del barrio musulmán, donde se encuentra la Explanada de las Mezquitas con la Mezquita de Al Aqsa y la Cúpula de la Roca, lugar considerado sagrado para el Islam.

Muchos de los conflictos entre judíos y palestinos se han dado históricamente en torno a Jerusalén, en especial en torno a la Ciudad Vieja y más específicamente en la Explanada de las Mezquitas, conocida por Monte del Templo por sectores judíos.

Recordemos que la segunda Intifada, también conocida como Al-Aqsa, se inicia precisamente después que Ariel Sharon, entonces líder de la oposición israelí, visitara la Explanada, lo que fue considerado por muchos palestinos como una provocación. Y esta nueva ola de violencia encuentra también en torno a Jerusalén un punto de partida considerable.

Las autoridades jordanas y palestinas han acusado a Israel de querer cambiar el status de la ciudad santa y de provocar una “judeización” de la misma. Más concretamente, en septiembre de 2015, el rey Abdalá II de Jordaniadenunció que Israel estaba llevando a cabo prácticas provocadoras en Jerusalén Oriental que podían llevar a una guerra religiosa en todo el Medio Oriente.  Esta denuncia se realizó en el marco de fuertes enfrentamientos entre policías israelíes y manifestantes palestinos en la Explanada, los que se iniciaron en julio de 2015 y se han profundizado a partir de octubre del mismo año. En respuesta, las autoridades israelíes han sostenido que mantendrán el “status quo” en Jerusalén y los lugares sagrados.

A pesar de la centralidad que adquiere Jerusalén en esta ola de violencia, ella se expande a otros sitios. Resulta emblemático el ataque realizado por algunos palestinos en contra de la tumba del patriarca José en Gaza, en el llamado “día de la ira”, el 15 de octubre de 2015, con lo cual se reafirma una dimensión religiosa del conflicto. Otros ataques se han llevado a cabo en Tel Aviv, BeerSheva y otras ciudades israelíes. Ya no se trata del lanzamiento de cohetes Qassam por parte del grupo islamista Hamas desde Gaza hacia territorio israelí, lo que ha sido respondido militarmente por Israel en varias operaciones, siendo la última la intervención en Gaza en julio y agosto de 2014. Más bien, es una violencia espontánea con cuchillos, con estrellamiento de autos en contra de personas estacionadas en paradas de buses, y contra el tranvía que cruza Jerusalén, tanto en su parte oriental como occidental. El moderno tranvía, inaugurado en agosto de 2011, aparece como un foco principal de ataque al ser considerado un  símbolo de la ocupación.

La reacción del gobierno israelí ha sido la de cerrar los barrios palestinos de la ciudad de Jerusalén, construir un muro de separación entre los barrios judío y musulmán de la Ciudad Vieja, estudiar nuevas leyes y propuestas de exclusión, como quitarle la nacionalidad a los árabes israelíes que promuevan el odio y/o la violencia.

Sin embargo, estos aspectos no lograrán acabar con la actual ola de violencia palestina, la que en gran medida se sustenta en la situación de marginalización (política, social, económica, cultural) en la que se encuentran los pueblos y ciudades palestinas.

Los muros y confinamientos no acabarán con la violencia, tal como lo demuestra el Muro de Cisjordania, sino que por el contrario profundizarán la segregación, el sentimiento de amenaza, la consideración del otro como enemigo, llevando a nuevos espirales de violencia, odio e intransigencia.

He aquí el gran dilema futuro: la mantención de líderes y coaliciones que favorezcan los nacionalismos, la construcción de asentamientos, el no reconocimiento de Palestina, la destrucción de Israel, la continuación del bloqueo, la edificación de nuevos muros, marcarán un status quo de violencia, guerra, terrorismo, contra-terrorismo y apartheid, que muy probablemente consolidarán y profundizarán una tercera, una cuarta y una quinta Intifada.

Por el contrario, la elección de nuevos líderes, que tengan la fuerza y convicción para dialogar, con llamados claros al reconocimiento de Israel y de Palestina, el fin de los asentamientos y del bloqueo, el término del terrorismo, serán el único camino  para avanzar en un nuevo proceso de paz.

El camino hacia la paz y el diálogo no se logrará solo por presiones externas, sino más bien por compromisos rotundos de líderes dispuestos a dar pasos históricos para comprometerse con el diálogo y el entendimiento, tal como lo mostraron el presidente egipcio Sadat, el rey jordano Hussein I, el presidente palestino Arafat y  los primeros ministros israelíes Begin y Rabin.

Nota del auto. Palestina es un Estado observador de la ONU, siendo reconocido por la Asamblea General de la ONU en noviembre de 2012 (138 votos a favor, 41 abstenciones y 9 en contra), cuya bandera flamea desde septiembre de 2015 frente a la sede de la Organización.

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26 oct 2015

Braden o Perón

En la campaña de Juan Domingo Perón de 1945, los partidarios del militar popular generaron una fórmula electoral donde contrastaban a la Argentina con la presencia americana en el país, mediante la fórmula: Braden o Perón. Braden era un  embajador del país del norte, que como en tantos países y durante tanto tiempo, buscaba intervenir en los asuntos internos de la Argentina especialmente el de los granos y la carne. Esta dicotomía se hizo popular y conocida para el pueblo argentino, llevando al coronel a la Presidencia con una cómoda ventaja.

Y en este nuevo capítulo de la historia argentina, conocidos los resultados de madrugada, ante un mutismo que invadió la sede de la Dirección Nacional Electoral, confluyeron dos sentimientos simultáneos. El primero, de naturaleza exclusivamente electoral y segundo, uno enteramente político y cultural.

En el ámbito electoral, es la elección con menos candidatos presidenciales desde el retorno a la democracia, que en algún momento llegaron a ser 18. Debe reconocerse también, como señalaba una cientista política argentina, es una elección de Alianzas más que de partidos, lo cual se refleja en el ámbito de candidaturas parlamentarias particularmente, representando un proceso de fuerzas centrípetas más que de dispersión, como se había caracterizado la República Argentina durante un largo tiempo.

Junto a estos fenómenos, las Primarias (PASO) representaron una primera vuelta virtual, que colabora en este proceso de concentración política, depurando la función de la primera vuelta electoral.

Esta elección irrumpe, en un contexto de la intención positiva de algunos sectores que buscaban deslegitimar el día de la votación ciudadana, teniendo como precedente los incidentes en Tucumán. Sin embargo, entregados los resultados, muchos de estos sectores trasladaron sus reclamos de la ilegitimidad a un retraso en la entrega de los cómputos por parte de la autoridad electoral, que sin duda refleja una innecesaria insatisfacción técnica, que en nada cambia el producto de la jornada.

El segundo, de naturaleza exclusivamente política, parece ser el resultado de otra dicotomía, similar a la Branden o Perón, pero en las circunstancias actuales: Mao o Perón. El frenazo en el crecimiento de la económica china, que se tradujo en una baja importante de la demanda de recursos naturales sin procesamiento alguno de parte de nuestras economías, vuelve a instalar la reflexión sobre la fragilidad de nuestros modelos de desarrollo.

Esto no significa poner en cuestión los esquemas de redistribución, que han permitido a sectores postergados obtener mayores niveles de satisfacción de sus necesidades sociales y ampliación de sus derechos fundamentales, sino poner el acento en la sustentabilidad de nuestros modelos de desarrollo social que parecen de una fragilidad insostenible ante el menor embate.

En esta jornada no solo los argentinos o vecinos próximos estaban pendiente del juicio del pueblo trasandino, sino también muchos de los países que emprendieron un camino común en la creación de un modelo de desarrollo y justicia social distinto al impuesto por el consenso de Washington, como el caso particular de Venezuela.

Venezuela enfrenta condiciones económicas difíciles y políticamente aun más desafiantes, con una elección plebiscitaria a desarrollarse a finales de este año, dado que debe renovar su poder Legislativo. En este contexto, no cabe duda alguna que la República Bolivariana debe enfrentar los mismos desafíos que la reciente elección transandina: electoral y política.

El desafío electoral consistirá en demostrar la excelencia de un sistema, aceitado y escasamente criticado, tanto en el ámbito nacional como internacional, que sin duda resiste  el análisis de cualquier observador electoral internacional.

Por otro lado, la cuestión política, debe ser radicada en el ámbito que corresponde, sin contaminar el andamiaje electoral, abriendo espacios para un diálogo renovado de las fuerzas políticas confluyentes y buscando resolver la situación de varios opositores al actual Gobierno.

En la Argentina, ninguna duda cabe que esta segunda vuelta, será decidida por el hermano peronista menor que concurrió a esta primera vuelta, pero fundamentalmente por el pueblo peronista militante, que está en un estado de disgusto importante con su Gobierno, lo cual genera un desafío particular a la Presidenta más que al candidato justicialista que debe enfrentarla.

¿Cuál es la fórmula para enfrentar esta segunda vuelta? Sin intención de querer entregar fórmulas mágicas, el Gobierno debería lograr proyectar en el pueblo argentino los logros alcanzados y que deben ser defendidos, así como el riesgo que pudiera representar un giro muy brusco al modelo.

El desafío al candidato, dar muestras de credibilidad importantes sobre la responsabilidad con la cual pretende proteger estas victorias sociales, hacerlas sostenibles y enfrentar la drástica reducción de la demanda oriental, que a todos los latinoamericanos golpea en mayor o menor grado.

No cabe duda que la fórmula Braden o Perón, se vio drásticamente sustituida por Mao o Perón.

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