09 jun 2014

La Música

A propósito de la visita a Chile del psicobiólogo mexicano José Luis Díaz, quien investiga las relaciones entre cerebro, emoción y música, es importante preguntarnos ¿qué podrían tener en común un político, escritor, médico, periodista y revolucionario con un economista, profesor universitario, investigador en el campo de la teoría monetaria y defensor del libre mercado? Aparentemente, nada.

Sin embargo, un curioso fenómeno les fue común a Ernesto “ Che” Guevara y Milton Friedman, ambos padecían de un trastorno perceptivo auditivo denominado Amusia Congénita, un déficit hereditario de percepción tonal melódica. Podían escuchar música, pero no apreciarla; tampoco podían cantar o ejecutar un instrumento musical con afinación.

La música es para muchos la forma más grande del arte; para otros es el orden puro, vale decir, la sutil energía cuántica que constituye la expresión del cosmos, desde la invisible fuerza que hace brotar una plantita hasta el ritmo estacional de la Tierra orbitando alrededor del sol.

Para los antiguos sabios hindúes, el sonido fue primario, de el nació la luz y de ésta, la materia. El sonido, es decir, particulares ondas vibratorias, podría haber dado origen al universo. Cada elemento de dicho universo vibra, “suena”, generando esa misteriosa “ música de las esferas” de la que hablaba el matemático griego Pitágoras.

En nuestro interior ocurre lo mismo, un sutil ritmo vital de naturaleza vibratoria, constantemente roto por los estímulos provenientes del exterior.Nuestro organismo también es música.

Desde el sonido surge la música como pulso, ritmo, cadencia, coloratura, timbre, intensidad, métrica. Puede haber desacuerdo en que la música constituye la expresión máxima del arte, pero nadie puede desconocer que es la expresión humana más misteriosa e inasible, esquiva a todas las miradas, desde el ojo reflexivo del filósofo, al ojo escudriñador del neurobiólogo.

La música está siempre presente en los seres humanos, acompañándole en su devenir social. Constituye uno de los indicadores más fieles de los procesos históricos y culturales; a través de ella es posible comprender los significados de la conducta humana.

El ser humano posee un cerebro dotado de un talento innato y privativo de la especie: la capacidad de percibir y apreciar melodías, de ejecutarlas tanto mediante la voz como a través de instrumentos, de bailar al ritmo de la música, de crear música, de acoplar la experiencia musical con la emoción y de incrementar sus destrezas cognitivas , socio afectivas y espirituales a partir de todas estas experiencias .

Todos los niños,con excepción de quienes son portadores del cuadro llamado Amusia Congénita, están diseñados para percibir melodías desde el nacimiento; para apreciar la belleza de la música; a partir de los dos años, para ejecutarla, crearla y bailar a su son.

Y todos ellos están diseñados para alcanzar niveles de destreza en la apreciación y ejecución musical, en la medida que el estímulo y el ejemplo familiar y la educación escolar sean propicios.

La ejecución musical temprana y sistemática incrementa la inteligencia además de desarrollar una particular sensibilidad.Lamentablemente, ella ha estado excluida de la formación integral del niño en nuestro país, relegándola a una “Educación Musical” curricular que enfatiza aspectos conceptuales y cultura musical, pero se mantiene ajena a una verdadera formación musical integral.

Colocar a la música en el lugar preeminente que le corresponde en la formación del niño es una tarea pendiente en estos tiempos en que se habla de cambios en la educación.

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08 jun 2014

Buena fotografía para Bachelet, mala para la derecha

La Encuesta ADIMARK del mes de Mayo es alentadora para la Presidenta Michelle Bachelet, para su gobierno y las principales reformas planteadas. La aprobación a Bachelet se sitúa en un sólido 56%, con un alto respaldo a sus atributos: es respetada 82%, tiene liderazgo 77%, capacidad para resolver los problemas 73%, es creíble 69%.

Ello confirma que la figura de la mandataria reúne, en todos los estratos y edades, una alta evaluación personal y la gestión de su gobierno cuenta con el apoyo del 54% de los chilenos. Más abajo, con un 44%, se ubica la aprobación a como ejerce su rol la Nueva Mayoría.

En cambio, los datos de la Encuesta son muy negativos para la Alianza y su actuar como oposición. Solo el 24% dice identificarse con ella, 13 puntos menos de los votos obtenidos por Matthei en las elecciones presidenciales, y solo un 26% está de acuerdo a como desarrolla su rol opositor perdiendo 8% respecto del mismo dato en el mes de marzo.

También son alentadoras para Bachelet el apoyo que concitan en esta medición sus principales reformas sobre todo si se tiene en cuenta el despliegue comunicacional que contra ellas ha hecho la derecha y sectores empresariales : el 51% la reforma tributaria, 58% la reforma a la educación y un 71% el cambio a la Constitución.

La Encuesta no mide ni la reforma al sistema electoral binominal, ni la despenalización del aborto en los casos propuestos y que tienen un alto apoyo en la ciudadanía.

Una primera conclusión es que el gobierno ha tenido éxito en la instalación de las reformas ante la ciudadanía que ha percibido coherencia, prontitud y eficacia en el cumplimiento del Programa prometido.

Esto, pese al clima de incertidumbre creado por la derecha y a las propias debilidades observadas en la presentación de ellas y que ha permitido que aún haya confusión, especialmente en los sectores medios, respecto de cómo les afecta la reforma tributaria.

En esta reforma clave, será necesario un trabajo comunicacional del gobierno que apunte a clarificar dichos aspectos sectorialmente y, en el debate en el Senado, a incorporar modificaciones que no tocando lo sustancial de la reforma tributaria, despejen dudas respecto de que esta reforma la pagan los que más tienen, que no perjudica tributariamente a sectores medios y que se atiendan aspectos en que ella puede ser mejorada sobre todo respecto al estímulo a la pequeña empresa y a la innovación.

Lo mismo ocurre en la reforma educacional donde en los tres aspectos que contiene en este primer paquete – copago, fin al lucro y fin a la selección – hay aún aspectos que no aparecen claros como se resuelven prácticamente y, a veces, se pierde el norte respecto de la profundidad del cambio que ellas representan en el plano de la integración social, de una mayor igualdad, de la calidad de la educación para todos y no sólo para una elite y se formulan, en el debate, juicios dispersivos que no contribuyen a focalizar ante la opinión pública, más fuertemente la reforma en sus aspectos esenciales.

El ministro Eyzaguirre ha hecho un esfuerzo de diálogo extraordinario para explicar el contenido, recoger opiniones y propuestas, pero a su enorme esfuerzo comunicacional se deben sumar más voces del propio gobierno, del parlamento, una mayor unidad de enfoque en la Nueva Mayoría y la propia Presidenta, con su enorme credibilidad y liderazgo, debe jugar un rol público aún mayor en generar consensos con diversos sectores y en liderar la comunicación a la ciudadanía, dado que esta reforma es el eje de su Programa y es cardinal para el futuro del país y de las nuevas generaciones.

Otra conclusión que se puede extraer de la Encuesta ADIMARK de mayo, es que está fracasando la estrategia de la derecha, y muy especialmente de la UDI, de oponerse a todo cambio y de aparecer como los guardianes del status quo en un país que claramente quiere transformaciones de fondo.

La UDI ha decidido una postura de trinchera : defender integralmente el modelo económico y educacional y lo que queda de las formulaciones institucionales impuestas por la dictadura, aún a costa de quedar aislados, sin propuestas y de jugar un rol puramente testimonial ante la opinión pública.

Parece contentarse con el voto duro de derecha, con ser el partido que electoralmente representa a aquella parte de los chilenos que, dominando el mercado, están en contra de las reformas porque efectivamente afectan sus intereses, privilegios y prebendas.

La nueva conducción de la UDI no parece diferenciarse de la postura más intransigente de sus mentores y claramente no reedita las actuaciones de algunos de los coroneles del pasado, pienso en Longueira, que mantuvieron abiertas las puertas al diálogo.

Ser el “partido candado” y del inmovilismo puede nuclear el apoyo de la derecha conservadora, pero corren, al menos, dos riesgos : que los empresarios , más pragmáticos y de más larga mirada, se desmarquen y los dejen solos, y , sobretodo, de jugar puramente un rol negativo en reformas que tendrán una validez histórica para Chile.

Distinta, al menos en las primeras declaraciones, parece ser la postura de la nueva conducción de RN que ha decidido participar del debate y del diálogo. Ello debiera manifestarse en términos concretos en el trámite legislativo de las reformas en el parlamento donde los nuevos dirigentes de RN tienen la oportunidad de ser parte, con sus propias visiones y propuestas, de los cambios que la mayoría de los chilenos anhelan.

Para nadie es un misterio que RN vive una situación compleja. O decide ser una fuerza de derecha liberal y se separa del ostracismo de la UDI o habrá otros, entre ellos Amplitud, que tomen estas banderas.

Es de esperar, por el bien del país, que la conducción de Monckeberg sea muy distinta a la postura conservadora de Carlos Larraín. Ello se medirá en la conducta que observen para terminar ahora con el binominal, concretar una nueva Constitución y ser parte positiva de las reformas claves que están ya en el parlamento y de otras que ingresarán y que requieren de consensos más amplios que la mayoría que el electorado entregó en ambas Cámaras a la coalición de gobierno.

Por su parte, Nueva Mayoría debe generar un punto de unidad más fino en torno a las reformas. Las polémicas públicas alientan, como vemos, a quienes están contra.

Nadie se perfila ni crece como partido buscando diferenciarse de los cambios impulsados por Bachelet o endureciendo en el lenguaje el alcance de las transformaciones.

Nueva Mayoría, y sus partidos en su conjunto, se fortalece como fuerza progresista si es el factor del cambio y si al fin del gobierno de Bachelet ésta entrega un país más igualitario, más abierto culturalmente, con instituciones sólidamente democráticas y con una ciudadanía activa y participante.

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08 jun 2014

Oración por la Paz

En un notable hecho diplomático, el Papa Francisco ha logrado reunir en Roma a rezar por la Paz, a los Jefes de Estado de Israel, Simón Pheres, y de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas, en una iniciativa moral y política sobresaliente que indica que aún en las circunstancias más difíciles, cuando aparecen cerrados todos los caminos, siempre va a ser posible y necesario la búsqueda del entendimiento y el acuerdo para hacer prevalecer la Paz, la dignidad del ser humano y los derechos fundamentales de los pueblos y las naciones.

Respaldo con entusiasmo la decisión del Papa Francisco de reimpulsar el diálogo que permita retomar el proceso de Paz. No ha pedido la sumisión de ningún protagonista, sólo una señal profunda y potente que indique una voluntad sincera, que aune los espíritus en ambos pueblos.

Apoyar esta nueva posibilidad es para mí un compromiso como socialista, debido a que se afirma con ello el núcleo fundacional del humanismo socialista y de los humanismos con el convergentes, es decir, el humanismo cristiano y el humanismo laico racionalista, cuya misión primigenia es que prevalezca la razón por sobre la sinrazón en las enormes encrucijadas que tiene ante si la civilización humana.

La confrontación en la tierra de Palestina ha constituido uno de los focos más agudos de tensión en las relaciones internacionales, ha fomentado el militarismo y la intolerancia, en diversos países del Medio Oriente crueles dictadores lo han usado como excusa para perpetuarse y, en las mismas ciudades israelíes brutales actos de represión han aplastado a decenas de miles de manifestantes.

Esa vía, la de la confrontación ha agravado la situación y alejado el acuerdo que se requiere. En el clima de guerra han ganado los halcones, el terror y el muro de la división a perpetuidad, en una misma tierra de dos pueblos que tienen una perspectiva que sólo los hará libres si son capaces de compartir.

Es la hora que se reconozcan definitivamente dos Estados, Israel y Palestina, como dos realidades inamovibles en esa parte del mundo.

La fuerza y audacia del Papa Francisco han generado un hecho de vastas proyecciones que debiese germinar en un futuro de Paz, tan esencial para el porvenir del ser humano.

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08 jun 2014

Gladys Marín ¿una nueva santa para Chile?

Fue unánime. Setenta y siete diputados, incluidos los de derecha, votaron a favor de un monumento para homenajear a Gladys Marín con monumentos a lo largo del país. El proyecto de ley aprobado en la Cámara recuerda la memoria de “una vida consagrada a luchar por la libertad, la democracia y la justicia social para su pueblo, para los trabajadores y sus familias”.

Si hubiera tenido que votar, lo habría hecho en contra.

Desde lo humano comprendo el dolor que para los familiares y amigos de Gladys Marín pudo habar significado su partida de este mundo y las injusticias que pudo sufrir por la dureza de la dictadura militar. Desde mi visión como cristiano, honestamente, espero que la Misericordia Divina sea capaz-como espero que Dios haga con todos nosotros-de apreciar sus virtudes y perdonar sus pecados.

Pero como ciudadano, desde lo político, y más allá de la emotividad de algunos y de los oportunismos de otros, creo que es adecuado cuestionarse por qué deberíamos rendirle honor y gloria a la dirigente Comunista. Y desde ahí me opongo a dicha beatificación política, porque en el intento de santificar el nombre de la fallecida dirigente, se obvian los horrores cometidos por ella, por su Partido y su ideología en la historia nacional.

Si Leon Bloy fuera chileno sin duda habría incluido en su “Exégesis de Lugares Comunes” la consecuencia de Gladys Marín. No me parece razonable sumarme al coro de quienes le destacan tal atributo. Al contrario, creo que si ha de destacarse alguna característica de la dirigente política sería su intransigencia e inconsistencia con el sentido común.

La “consecuencia” con una idea equivocada y esencialmente contraria a los derechos humanos, como lo es el marxismo leninista impuesto por la vía armada propiciado por Marín en Chile, no es una virtud. Es sólo contumacia, miopía o torpeza.

¿Exagero? No. Es sabido que el triunfo de la llamada “Rebelión Popular de las Masas” (RPM), propiciada a fines de los años ´70 por Marín sobre la base del sandinismo nicaragüense, fue la génesis del replanteamiento de la forma de lucha del Partido Comunista.

No es excesivo, pues, decir que el Frente Manuel Rodríguez, el Movimiento Juvenil Lautaro y múltiples movimientos terroristas de izquierda la reconocen como mentora.

Por lo mismo no es correcto obviar su responsabilidad política en la muerte de cientos de chilenos durante la dictadura militar y sus años subsiguientes.

Es por esto que no se puede, ni siquiera en el nombre de la unidad nacional, olvidar la obstinación de Marín de defender la vía violenta en política, superada por la naturaleza humana y caída en descrédito político, aún en el extremo de ignorar el valor de la vida humana de sus enemigos políticos.

No puedo, pues, consentir en dicha “beatificación” recordando, a la vez, a las víctimas y sus familiares del terrorismo izquierdista, el cual en virtud de la RPM obedeció, desde diciembre de 1983, órdenes del Partido Comunista. Tampoco consentirán en ella, presumo, los cientos de heridos en tales atentados, en los que sus víctimas perdieron sus piernas en las explosiones o quedaron ciegas por los ataques con ácido.

Respecto de cada uno de esos actos Marín tiene, al menos, responsabilidad política, sobre las que al parecer algunos han preferido arrojar un manto de olvido.El PC y su secretaria general, en su afán de terminar con Pinochet y su régimen, confundieron consecuencia con terror, horror y muerte.

Algunos han defendido tal medida fundados en que es bueno que en los espacios públicos todos puedan sentirse representados.

Según esa misma lógica, Manuel Contreras y, por qué no, Hitler, deberían tener estatuas en las grandes Alamedas, pues también hay quienes se sienten interpretados por ellos y consideran, para espanto de todos nosotros, que la violencia política es legítima y que poco menos que la dictadura obró bien al violar derechos humanos.

Claramente, la sola idea resultaría espantosa para las víctimas y para todos quienes tenemos convicción en la defensa de la libertad, la vida y la democracia.No comprendo por qué en este caso el horror debería ser menor.

No puedo dejar de pensar en algunas de las víctimas del extremismo propiciado por Marín. A algunos, a sus parientes, los conozco personalmente. Sé del dolor de gente inocente, común y corriente que fue víctima del terrorismo de izquierda propiciado por el Partido Comunista y su dirigenta.

Muchos viven en comunas que ya la han nombrado “hija ilustre” y deben pasar a diario por avenidas que llevan su nombre. Ahora, además, recordarán con dolor a quienes causaron la muerte de uno de los suyos, o a quienes los lisiaron, quemaron o hirieron, cada vez que vean monumentos de homenaje a la señora Marín.

Por todo ello sorprende y molesta la unánime decisión de los diputados. Espero que el Senado corrija este intento de beatificación, que más que a la unidad innecesariamente llama a la división y al odio.

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07 jun 2014

El negocio del aborto en Chile

Como organización pro-vida, creemos importante manifestar nuestro parecer sobre algunos puntos tratados en el extenso debate que ha suscitado a lo largo de estos años el aborto en Chile.

Antes que todo, nos parece que existe un grave error en la concepción que los abortistas tienen sobre el concepto de “democracia”. Al parecer, para ellos la democracia comprende la posibilidad de disponer, como sociedad, sobre cualquier clase de asunto.

Quienes abogamos por una Cultura de la Vida, creemos que esto no es así. La democracia y, en consecuencia, la deliberación pública, encuentra como límite intrínseco la dignidad del ser humano, que es su fuente.

Asimismo, cualquier “derecho a decidir” se encuentra supeditado al resguardo del “derecho a la vida”, pues quien no vive en mala hora puede participar en un debate.

Nos parece impresentable que hoy se pretenda realizar una “discusión democrática” que busca asesinar a una de las partes involucradas, sin siquiera escucharla. ¿De cuales derechos humanos hablamos, entonces?

Entrando propiamente en materia, quisiéramos referirnos al argumento de la “regulación”. Dicen los abortistas que el problema fundamental radica en que existe una “cifra negra” de abortos clandestinos, que en Chile superaría los 300.000 abortos al año, razón por la cual sería imperativo que la ley regulara el tema.La experiencia comparada, en tanto, nos demuestra la falsedad de aquellos antecedentes.

En un estudio colaborativo conducido en México por investigadores de la University of West Virginia-Charleston (EU), la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), la Universidad de Chile y el Instituto de Epidemiología Molecular de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (Chile), se muestra que antes de que se legalizara la interrupción del embarazo hasta las 12 semanas en el Distrito Federal, encuestas de opinión utilizadas por investigadores del Instituto Guttmacher sobreestimaron hasta 10 veces las cifras de aborto inducido en la capital de México; política que se ha venido reiterando consistentemente a lo largo del mundo antes de la legalización del aborto en cada país, como señala el mismo estudio.

Es decir, en Chile la “cifra negra” real de abortos debiera ascender a no más de 30.000 al año, lo que concuerda con los datos presentados por el Doctor Aníbal Faúndez, coordinador del Comité de Derechos Sexuales y Reproductivos de la Federación Internacional de Ginecólogos y Obstetras, quien señala que el número de abortos clandestinos informados en Chile es de 40.000; cifra abismalmente inferior a los más de 1.6 millones de abortos que se practican al año en Estados Unidos.

Precisamente, según el estudio de la Doctora Rachel Benson Gold, publicado por el mismo Instituto Guttmacher, de los 1.6 millones de abortos quirúrgicos que se practican al año en los Estados Unidos, sólo un 1% se llevan a cabo por violación o incesto y sólo un 7% se atribuye a peligros para la salud física o psicológica de la madre. El 92% restante se realiza por razones sociales, económicas o personales.

Además, si observamos la experiencia práctica a nivel mundial, en España, por ejemplo,la tasa abortiva se duplicó durante la ultima década y sigue aumentando año tras año, muy lejos de disminuir, como argüían antes de la legalización del aborto en 1985.

¿Pero qué subyace a estas cifras manipuladas? ¿Por qué se maquina una necesidad aparente, fundada en razones inexistentes, para justificarle? ¿Cuál es la causa de que se promueva en Chile un mal llamado aborto “terapéutico”, el cual no hace falta dada la Lex Artis médica vigente?

Es muy común cuando se divulgan estas informaciones mencionar como fuente al Instituto Allan Guttmacher, pero no se explica que este instituto pertenece a la mayor red de clínicas de aborto de Estados Unidos y fue creado con el propósito de presentar estadísticas distorsionadas sobre la materia.

El Instituto Alan Guttmacher posee sus oficinas en Nueva York y Washington y fue fundado como una sección de la Planned Parenthood Federation of America, una organización que hoy es propietaria de cerca de 20% de todas las clínicas de aborto de Estados Unidos (fuente: ONG Hazte Oir).

Sin ir más lejos y volviendo a España, el año 1992 la otrora diputada Marisa Castro funda la clínica abortiva Isadora, que es hoy una de las más populares proabortistas de Madrid, con unos ingresos que sobrepasan los 1.9 millones de euros.

Pretendemos, mediante la presente, dejar en claro que el debate sobre el aborto desarrollado en Chile el último tiempo está lejos de buscar el bienestar de la madre o, menos aún, el del niño que está por nacer.

Si realmente aquellos fueran los fines de quienes promueven legalizar este tipo de asesinato, estaríamos discutiendo sobre la adopción, el apoyo a la maternidad o la ayuda psicológica para mujeres embarazadas, entre muchísimos otros temas verdaderamente relevantes.

El aborto a nivel mundial es un negocio que busca el lucro y por eso es que observamos, con legítimo desconcierto, la ansiedad de algunos parlamentarios por aprobarle lo antes posible. Por el bien de nuestra sociedad y de nuestros niños, esperamos que no lo consigan.

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07 jun 2014

La reforma educacional da sus primeros pasos

El eje central del programa del actual Gobierno lo constituye el mejoramiento de la educación, vale decir avanzar hacia la calidad y gratuidad exigida por nuestros jóvenes y apoyada por la sociedad.

Para ello, junto con modificaciones en el ámbito propio de la enseñanza en todos los niveles, se ha propuesto una reforma tributaria que, además de corregir las notorias injusticias del actual sistema impositivo permita recaudar los recursos que financien ésta y otras necesidades sociales.

En materia de educación, las primeras medidas propuestas apuntan a enfrentar las deficiencias del sector particular subvencionado terminando con la selección de alumnos, el financiamiento compartido y el lucro de algunos sostenedores.

Se trata, en definitiva, de devolverle su propósito original. En nuestro país siempre ha existido educación particular, desde el inicio de la República. Ésta pasó a ser apoyada financieramente por el Estado en el entendido que se complementaba la oferta pública con proyectos educativos diversos, pero sin el afán de competencia y lucro que ha distorsionado completamente sus fines.

En las últimas décadas el sistema educacional chileno cambió profundamente. La incorporación de miles de colegios al sistema de financiamiento compartido creó un verdadero mercado en la educación, donde cada familia compra para sus hijos aquélla que puede pagar.

La selección de alumnos privó al sistema de la integración social que requiere y que caracterizó a Chile. Seguido a ello, muchos sostenedores dejaron de reinvertir los recursos aportados por los padres y por el fisco en la educación.

El resultado de todo esto es una profunda segregación, una baja calidad y el aumento de los costos para las familias. Hoy hay planteles para cada nivel social, más que elegir las familias el colegio para sus hijos, son los planteles los que eligen a los niños a través de dudosos procesos de selección y, en general, los padres aportan fuertes sumas que no necesariamente se traducen en calidad.

Por ello, el proyecto se propone enfrentar estas deficiencias decididamente.

Primero, terminando con el lucro al obligar a los establecimientos a transformarse en corporaciones o fundaciones, dejando sólo un margen moderado y razonable por la administración.

Segundo, se termina la selección de alumnos, creándose en su lugar un sistema único de postulación que decidirá en forma transparente, en caso que los interesados superen las vacantes, evitando todo tipo de arbitrariedades.

Por último, se propone terminar gradualmente el copago, congelando los actuales aranceles y avanzando, en los años venideros, en reemplazar lo que hoy aportan los padres por el aumento en la subvención estatal.

Son medidas que marcan el inicio de una transformación profunda en la educación chilena. Con todo, la reforma debe complementarse con el mejoramiento del sistema público, para lo cual es imprescindible terminar con la municipalización.

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06 jun 2014

Del mercado y las ciencias humanas

Otro de los rasgos propios que se dan en esta supuesta isla del éxito llamada Chile, tiene que ver con la baja consideración y aprecio por las así llamadas ciencias sociales y humanas.

En estas últimas –aunque todas a final de cuentas remiten de una forma u otra a lo humano en sus diversas facetas-, pueden incluirse, la filosofía, la literatura, la historia, el arte.

¿En qué sentido? Bueno, tanto en su valoración e impacto público, como en las posibilidades de apoyo financiero para su profundización y desarrollo. Sucede que también en el ámbito del saber, el conocimiento, la ciencia y técnica, la ideología neoliberalista ha metido su cola hace años. De nuevo hay que decirlo, no solo aquí en Chile, también dentro y fuera del continente latinoamericano.

Este reencauzamiento del saber, la enseñanza, la investigación, la creación y reflexión crítica, se han conducido estrechamente en función de criterios centrados en su rendimiento, competitividad, utilidad.

Si las universidades fueron antes un espacio propio de reproducción y transmisión del saber acumulado, y, al mismo tiempo, lugar propicio para la investigación crítica, sea en lo social o en las así llamadas ciencias “duras”, hoy su función es más bien, o de productoras de titulados en masa, o de una investigación jibarizada que tiene que justificarse por su productividad económico/mercantil en primer lugar.

Así, un exministro de Hacienda del gobierno de Piñera, propuso que Conicyt tenía que cambiar de tutela, del ministerio de Educación al de Economía. También en algunos gobiernos concertacionistas se promovió la reducción y/o eliminación de la filosofía o la disminución de las horas de historia, porque el mercado demanda instruidos en inglés y computación.

La dirección utilitaria y mercadista del saber, el arte y la creación, ha terminado por minar su propio espacio y lugar en la sociedad. Por cierto, esta es una orientación nada neutral y azarosa.

Al capitalismo mercantilista liberal y global y sus representantes, no les interesa un robustecimiento de la expresión artística, del filosofar, de la historia o de la literatura, porque todos ellos a final de cuentas son vistos como eventualmente “peligrosos” para la continuidad del propio sistema.

En la asignación de fondos públicos a través de Fondecyt por ejemplo, las asimetrías son llamativas. Más de un 60% del presupuesto para proyectos de investigación va a manos de las ciencias “duras”, el resto tienen que repartírselo las ciencias sociales y humanas.

Pero no solo eso. Esa asimetría se replica cuando nos percatamos que los criterios para aprobar los proyectos en ciencias sociales y humanas y su validación, tanto del proyecto como de sus autores, tienen que ajustarse a los que dominan en el terreno de la ciencia y la tecnología, dejando de lado y desconociendo las dinámicas propias presentes en la investigación, creación e impacto que implica el ejercicio del saber-hacer y el conocer en las ciencias sociales y humanas.

Lo que queda claro es que en el campo de las ciencias sociales y humanas, no es posible obtener apoyo para un camino investigativo que se despliegue en el horizonte y que, al mismo tiempo, tenga como primer parámetro de su importancia, la relación crítico-comprensiva con esta misma sociedad y el mundo del que forma parte.

Junto con ello ha sido modificada la valoración del aporte específico –formación, documentos, libros, artículos- escritos desde las ciencias sociales y humanas. Hemos tenido que ir mutando, como sostiene Fernando García-Quero, de ser profesores e intelectuales a buenos hacedores de “papers”.

En buena parte de los casos, como es sabido, esos “papers” no se conocen y no trascienden la frontera de un muy pequeño número de especialistas.Tampoco tienden a mejorar la propia realidad en la que viven los investigadores.

Porque lo que importa, es decir, da “puntos”, es que nuestros escritos (ponencias, artículos, libros) sean juzgados favorablemente por unos colegas ubicados en el limbo de la galaxia de los jueces llamados “ciegos”. Mientras más “ciegos”, mejor.

La política neoliberalista en esto olvida un asunto crucial: sin un adecuado desarrollo reflexivo y crítico en la cultura política pública, apoyado primordialmente en las ciencias sociales y humanas, no solo no habrá educación integradora e integral, sino que tampoco podrá obtenerse una convivencia democrática basada en un ideario de justicia e igualdad.

No solo eso. Con ello, es decir con la subordinación de las ciencias sociales y humanas a criterios mercadistas y/o cientificistas, se está impidiendo la auto comprensión crítica y reflexiva de la propia sociedad, de su presente/pasado, y los “cuellos de botella” que le impiden su real transformación hacia una vida social, política y económica emancipada de las lacras de la desigualdad, la alienación o la despolitización nihilista.

¿ Acaso una real reforma educacional no tendría que ocuparse también de estos asuntos?

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06 jun 2014

El nudo de la discusión

Entre tanto debate sobre las reformas tributaria y educacional, la despenalización del aborto o la necesidad y la manera de redactar una nueva Constitución, se suele perder de vista el asunto de fondo, es decir la razón que explica estas propuestas.

Como los árboles que no dejan ver el bosque, la profusión de propuestas legislativas no permiten ver que el propósito final es instalar en el país una visión del ordenamiento de la sociedad que viene a revertir el que fue impuesto durante toda la dictadura y que permaneció inalterado durante las primeras cuatro administraciones de la Concertación y el período de Piñera.

Durante los cuarenta años en que se implantó el modelo económico de mercado, se requería una cultura del individualismo que privilegiara el emprendimiento personal, en la que la proverbial solidaridad del chileno se limitara al ámbito de la caridad y no llegara a permitir el desarrollo de una política efectivamente transformadora ni mucho menos capaz de movilizar a la sociedad. Se trataba que la política estuviera al servicio de la economía.

La premisa era que el chorreo del crecimiento económico haría la felicidad de la persona, que la suma de las personas felices haría una sociedad satisfecha que, a su vez, podría prescindir de la política, con lo que los políticos quedarían reducidos a la mera condición de administradores del modelo económico.

Sin embargo, el mercado no resultó ser del todo eficiente –ya lo dijo Patricio Aylwin en su momento: “El mercado suele ser tremendamente cruel y favorecer a los más poderosos”- y cuando la ciudadanía comenzó a darse cuenta que la felicidad no estaba respaldada por las tarjetas de crédito se completó el círculo y se llegó a la situación actual.

En síntesis, se trata de un debate entre el individualismo del liberalismo que busca la máxima satisfacción del individuo y el intento del Estado de asegurar las condiciones para que el conjunto de la sociedad se organice bajo reglas de mayor justicia, equilibrio y equidad.Esa es la discusión de fondo.

Naturalmente, las posiciones no son rígidas y es así como hay liberales que comprenden que una cierta dosis de regulación por parte del aparato público no sólo es necesaria, sino que también resulta recomendable para salvaguardar el modelo económico. Este grupo apoya las reformas, siempre y cuando no afecten al mercado porque, para ellos, se trata de una verdad indiscutible e inamovible.

Y están los reguladores, los que creen que el Estado tiene el deber de intervenir cuando el mercado no es capaz de resolver adecuadamente las relaciones entre las personas ni asegura la ética de estas relaciones cuando la capacidad económica de unos prima sobre los derechos de los otros.

Para los reguladores, sin embargo, el modelo económico, sin tener la calidad de verdad inconmovible, no resulta del todo reprochable porque entienden que el sector privado asegura mejor que el estatismo la capacidad de generación de riqueza del país, y sin riqueza no hay beneficios que repartir.

No es un debate fácil, y mucho menos si se acepta que no hay posiciones absolutas ni puras, pero en rigor ese es el nudo de la cuestión a la que se enfrenta el país. No se trata de una materia que fuera explícitamente señalada en los programas de gobierno de los candidatos en las elecciones presidenciales pasadas, pero es lo que subyace en todas las propuestas que se formularon y respecto de las cuales se pronunció el país.

Hay que considerar, sin embargo, que las consecuencias de cuarenta años con todo el sistema cultural, educacional y comunicacional mostrando un único modelo no se pueden modificar con facilidad, por lo que es muy probable que, aunque la mayoría de los chilenos entienda, acepte y comparta la idea de modificar las reglas de la convivencia entre las personas no tendrán el mismo entusiasmo a la hora de los cambios, y menos si no se perciben los beneficios de forma más o menos inmediata.

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06 jun 2014

Incentivos a la cooperatividad energética

Hace un poco más de dos semanas el nuevo gobierno presentó al país la ruta que expone los desafíos en materia energética a seguir en un mediano plazo.

No obstante lo anterior dentro del acápite de dicha ruta referida a la participación ciudadana y ordenamiento territorial hubiese sido interesante que se abordara lo relacionado al incentivo de la creación de cooperativas energéticas sobretodo en lugares donde se concentran los mayores niveles de desempleo y vulnerabilidad de nuestro centralizado Chile, donde el costo de la energía significa un grave problema de presupuesto familiar aun cuando en dichos lugares existen fuentes de generación de energía limpias y renovables.

Los altos costos de la electricidad que sin duda generan descontento en la población hacen viable la posibilidad real de que los ciudadanos se organicen y dejen de ser clientes de las grandes empresas eléctricas generadoras y transmisoras de energía y aspiren a ser parte como socios de cooperativas energéticas, de tal modo de cambiar el actual modelo energético existente por uno más limpio, incluyente en la toma de decisiones y por cierto descentralizado, que tenga como objetivo primordial comercializar la electricidad en forma más equitativa y 100% renovable en donde se gestiones en forma más autónoma y transparente la factura de pago del consumidor y se garantice el origen limpio y renovable el suministro.

En países desarrollados como Alemania y en otros miembros de la OECD esta alternativa ha dado buenos y eficientes resultados, en virtud de que las políticas energéticas y medioambientales a nivel gubernamental incentivan a la llamada democratización de la energía en donde se apunta directamente a que los consumidores generen su propia energía estrictamente necesaria que consumen y recuperen el control sobre un bien básico como lo es la energía y que en nuestro país aún es un bien manejado extremadamente en forma centralizada, desigual, excluyente, contaminante y con altos costos.

Es por ello que el actual gobierno que pretende dejar su sello ciudadano tiene las herramientas suficientes para incentivar la creación de cooperativas energéticas donde participen socios que tienen una conciencia sobre el uso eficiente de la energía y el cuidado del medio ambiente.

De tal modo que las políticas públicas en estas temáticas sean generadas a través de una óptima participación ciudadana y se reivindique un consumo energético limpio a través de la producción y comercialización de la energía no exclusivamente a través de holdings con grandes oficinas y suculentos sueldos de sus directorios que suben los precios de la electricidad entregando un servicio muy lejos de ser realmente sustentable afectando de sobremanera a la población que está por bajo a la tan vilipendiada cota 1000.

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05 jun 2014

Grandes quemados

Cada tanto los medios impactan con la noticia de un gran quemado. Ahora es Marco Antonio Cuadra, trabajador del Transantiago que se quemó a lo bonzo.Para nosotros, los que nos hemos hecho cargo del tratamiento de estos pacientes en la Unidad de Quemados de la Posta Central, la situación nos conmueve y nos motiva a buscar nuevos caminos para optimizar la calidad de nuestra atención.

Sin embargo también nos impacta el carácter esporádico de la preocupación. Pareciera que el dramatismo de los hechos golpea en el momento pero luego deja de preocupar, se olvida y cuando se produce el desenlace casi deja de ser noticia.

Impacta también este tipo de preocupación coyuntural que no se pregunta por los temas de fondo. Marco Antonio Cuadra es sólo uno de los pacientes hospitalizados en nuestro Servicio por esta causa. Otros tres, que no aparecieron en los medios comparten, ahora en estos días, ellos y sus familias la misma tragedia.

No se suele comunicar que un porcentaje elevado de los pacientes grandes quemados son víctimas de la autoagresión. Todavía no hemos logrado generar una preocupación específica por comprender el fenómeno, entender sus causas y buscar caminos para impedir que un grupo no menor de nuestros conciudadanos llegue a tomar la dramática decisión de quemarse a lo bonzo.

No todos fallecen. La reducción sostenida de la mortalidad de los grandes quemados desde 75% a 30% y menos, que hemos venimos alcanzando desde la intervención del 2005 y la incorporación de estos pacientes a la Garantía Explícita en el 2007, los incluye.

Nosotros no hacemos distinción de etiología. Todos son grandes quemados. 200 al año, más o menos, cada vez más numerosos, más extensos, más graves, más complejos, con mayores riesgos de complicaciones y, sin duda, al superar la fase aguda, al conseguir sobrevivir, requieren todavía un enorme apoyo para alcanzar el llamado pleno reintegro psico-social.

Sobreviven pero con secuelas físicas: estéticas y funcionales, y psicológicas. No pocas veces deben superar además la discriminación.

Ayer un periodista me preguntaba ¿Tienen todos los medios necesarios? No. La aplicación de nuevos protocolos terapéuticos consiguió mejorar la sobrevida pero, cambios generan cambios.

Ahora, ya lo decía antes, tenemos pacientes más extensos, graves, complejos, de mayor edad. Nuestra mayor fortaleza está en el equipo humano y nuestra gestión clínica.Pero la infraestructura que en un momento significó un paso adelante hoy nos ha quedado chica y se convierte en un obstáculo. Hicimos el 2010 un proyecto para tener un nuevo servicio en la Torre Valech. Eso desapareció, ya no está.

Hay que repensar el problema. Se requiere otra planta física, una puesta al día del equipamiento. Desarrollar el equipo humano, formar más especialistas, destinar los recursos e incentivos necesarios.

Se entiende que la Garantía garantiza el tratamiento completo. Eso debiera incluir todo lo que va entre la superación de fase aguda con el cierre de las heridas y el reintegro. Se necesita generar las condiciones para que eso sea una realidad.

Mañana seguiremos adelante con el tratamiento de Marco Antonio. Compartimos con su familia que no conocemos el resultado. Igual que hiciéramos hace más de treinta años intentaremos lo posible. Así es como progresamos, apoyados en lo que nos enseña cada paciente. Por eso es que también hace muchos años al perder uno de ellos dijimos que “hay quienes aun falleciendo aportan vida” que se capitaliza en experiencia que ayudará a aquellos otros pacientes que desdichadamente seguirán llegando.

Quisiéramos que la preocupación por los grandes quemados y sus causas de fondo no fuera sólo esporádica. No sólo en los medios, en la opinión pública, en la ciudadanía, en los que toman las decisiones.

Eso permitiría dar sentido y capitalizar de veras los sufrimientos de los grandes quemados y tal vez conseguiría asegurar su pleno reintegro a la sociedad.

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