29 ago 2014

Una nueva institucionalidad para el agua en Chile

Estamos enfrentando una crisis del agua en gran parte de Chile –así como en varios países de nuestro continente- como lo muestran innumerables diagnósticos. Es un hecho que la larga sequía que ha afectado por años a una extensa parte del territorio nacional, ha agudizado la crisis hídrica a la que nos vemos enfrentados hoy y que seguramente seguirá en el futuro.

Si bien nuestro país ha sido pionero en Latinoamérica en la cobertura de agua potable y saneamiento en zonas urbanas y rurales, aún hay cientos de miles de compatriotas que no cuentan con estos servicios básicos.

Las estadísticas de la Subdere grafican que para las zonas rurales el déficit de agua potable y saneamiento alcanza un número importante de viviendas y personas. A modo de ejemplo, para el 2011, en el caso del agua potable 117.228 viviendas -correspondientes al 13,27% de las rurales- no contaban con este servicio, mientras que 266.638 viviendas, un 30,19% del total no tenían alcantarillado.

Los problemas se han transformado también en situaciones de conflicto entre actividades productivas, entre usuarios y comunidades. Aunque el escenario no es el más alentador, esta crisis también es una oportunidad, para tomar distancia de los viejos paradigmas con los cuales hemos abordado esta problemática e impulsar un “nuevo trato” en la materia.

La prioridad que tiene el tema hídrico para el gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet es un hecho, considerando el nombramiento de un Delegado Presidencial del Agua, para desarrollar un conjunto de propuestas que deberán orientar las decisiones trascendentales que debemos tomar como país.

Desde la mirada pública, el uso sustentable de los recursos hídricos, es un imperativo ético y a su vez un asunto de estrategia nacional, ¡sin agua no hay vida!

En ese sentido, la institucionalidad pública que administre los temas de agua debe tener como prioridad absoluta garantizar el abastecimiento para el consumo humano.

Además, el agua es un bien público, cuyo uso no puede depender solo de las fuerzas del mercado, sino también sobre el cual el Estado debe tener una participación activa, en un sentido estratégico del desarrollo.

Debemos avanzar decididamente a un manejo integrado de la administración de cuencas, que garantice la coexistencia de todas las actividades productivas y recreativas que constituyen las diversas esencias y vocaciones territoriales. Es decir, una vez garantizado el consumo humano, se debe procurar el abastecimiento para la agricultura y la minería, entre otras actividades.

Es por esto, que en el ejercicio de nuestras facultades legislativas, he promovido en conjunto con otros senadores un Proyecto de Reforma Constitucional, que declara a las aguas bienes nacionales de uso público y que reserva a la ley, la constitución, reconocimiento, ejercicio y extinción de los derechos de los particulares sobre aquellas, así como la determinación de los caudales que aseguren su disponibilidad para el consumo humano y la preservación ecológica.

Es hora de adecuar los términos de nuestra Constitución no sólo a la regla general de derecho privado, que considera que las aguas son bienes nacionales de uso público, sino que también a los instrumentos internacionales vigentes y ratificados por Chile y que, por ende, se encuentran incorporados en el derecho interno.

Desde el punto de vista económico, el bloque regulatorio dado por la Constitución Política y el Código de Aguas vigente considera al agua como un bien de consumo de similar tratamiento a cualquier recurso económico, donde el mercado es el único actor legítimo en la asignación de la cantidad, las modalidades y los plazos asociados a estos derechos, sin intervención alguna del Estado.

El agua finalmente se ha cosificado, y el Estado chileno no tiene facultades de gestión ni administración del agua, sólo tiene potestades menores de intervención en el marco del principio de subsidiariedad que le asigna la actual Constitución, por ello es fundamental avanzar en mayores atribuciones y recursos para la administración y fiscalización por parte de la Dirección General de Aguas (DGA).

En esta línea he planteado la necesidad de crear una Subsecretaría de Recursos Hídricos, que coordine las más de 100 atribuciones y funciones que hoy se distribuyen entre más de 42 organismos públicos vinculados con los temas de agua. Esta subsecretaría debiera estar radicada administrativamente en el ministerio de Obras Públicas, ya que cuenta con la experiencia necesaria en temas de agua y no está vinculado al fomento de ningún sector productivo en particular.

Esta nueva subsecretaría deberá hacer frente a los desafíos que nos impone la desalación de agua de mar, que hoy aparece como una opción real para resolver los problemas estructurales que afectan a diversos territorios, en particular a la Región de Atacama, que yo represento en el Senado de la República.

Esta solución, que permite garantizar el consumo humano y el desarrollo de actividades productivas, vitales para el país como la minería y la agricultura, supone también una articulación público-privada, capaz de abordar los desafíos energéticos y medioambientales, de una forma innovadora y que no descanse simplemente en triplicar la cuenta para los ciudadanos.

Sin embargo, un nuevo marco jurídico, y una nueva institucionalidad administrativa no son suficientes si no vienen acompañados de una Política Nacional del Agua.

Una Política Nacional del Agua debe propender a la sustentabilidad de ésta, a garantizar el consumo humano con dignidad, y a generar un conocimiento mayor de la realidad de nuestras fuentes de agua –glaciares, lagos y aguas subterráneas- y su distribución en las cuencas; a una mayor educación, control social y estatal de la gestión del agua con una institucionalidad capaz de orientar estratégicamente el uso de este recurso; a una gestión ordenada e integrada del agua en el territorio; a organizaciones de usuarios con mayor capacidad y competencias y a un uso más eficiente por parte del conjunto de actividades productivas.

Además, en el Senado hemos constituido una Comisión Especial –presidida por la Senadora Adriana Muñoz- de la cual soy parte y que es la encargada de conocer las iniciativas sobre Recursos Hídricos que se discuten en el Parlamento.

Este es un tema país, que hay que enfrentar sin complejos ni sesgos. Con altura de miras y con la convicción de que lo que hagamos hoy, será decisivo para el presente y sobre todo para el futuro de las próximas generaciones de chilenos y chilenas.

En definitiva, debemos generar las condiciones para un cambio cultural de los chilenos y chilenas en nuestra relación con el agua.

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29 ago 2014

Un notable paso

El caso del marino Mauricio Ruiz representa uno de los cambios culturales más trascendentes acaecidos en el último tiempo: que una persona reconozca su homosexualidad, perteneciendo a una de las ramas de las Fuerzas Armadas.

Esto era imposible hace muy poco tiempo atrás.Ambas cosas.Una persona que se considerase gay no lo podía decir, menos si formaba parte de una institución castrense.

No ha desaparecido la homofobia, pero estos temas han pasado a ocupar un sitio totalmente diferente en las relaciones sociales en Chile.

Ello no quiere decir que no existan visiones enteramente anacrónicas, como la de aquel parlamentario ultraconservador que intentó deslegitimar la situación elevando una protesta a que hubiese “batallones de gays”, en un absurdo esfuerzo de ridiculizar la nueva perspectiva que se ha ido abriendo paso en nuestro país.

Cabe hacer notar el tino con el cual la Armada de Chile ha enfocado lo ocurrido, aceptando la situación y autorizando a uno de sus miembros a dar el paso de hacerlo público.

Este criterio ha denotado flexibilidad y tolerancia en un ámbito que desde que Chile existe como nación independiente era tabú, hermético y prohibido para un uniformado, enmarcada su individualidad y condición sexual en el estereotipo machista que presuponía que la valentía era parte del carácter belicista y propia de hombres superiores, que no eran por cierto ni civiles, ni de izquierda, ni gays.

De manera que estamos ante un hecho notable, en el cual Mauricio Ruiz ha demostrado que sí es valiente, contribuyendo a un cambio muy de fondo en la cultura nacional,aceptar la diversidad como una clave esencial del ejercicio democrático de formar parte de una misma comunidad, con un sentido de país compartido.

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29 ago 2014

¿Cuánto vale una lechuga en Punta Arenas?

Quienes hemos tenido el privilegio de recorrer Chile sabemos muy bien que no sólo la geografía es la que va cambiando de norte a sur.

La verdad es que las realidades locales reflejan, además, diferencias en modismos, costumbres, fiestas populares y, por supuesto, notables cambios en lo que a precios y mercados respecta. El costo de la vida varía, pero no así el salario mínimo u otros índices que se aplican con la misma vara en todas partes.

¿Cuánto vale, por ejemplo, una lechuga en Punta Arenas? ¿Cuánto cuestan los taxis en el norte o en Valparaíso? ¿Cuánto cuesta el agua potable en el norte del país? Las preguntas son interminables y las respuestas también.

Porque Santiago no es Chile y no se trata de un eslogan regionalista, sino de una frase con contenido, que refleja la demanda permanente de los habitantes de regiones por impulsos e incentivos reales para descentralizar y fortalecer la autonomía de cada región.

Hace algunos unos días constituimos en la Cámara de Diputados una bancada regionalista, con más de 40 diputados y, ojo, no se trata de una bandera más que se levanta en pro de la descentralización. Esta vez, puedo asegurar que quienes representamos a las regiones del país pondremos en la mesa propuestas concretas que esperamos sean acogidas por el gobierno en el marco de las reformas que se tramitan y del próximo Presupuesto.

Así se los hemos dicho al ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, con quien nos reunimos en el Congreso y, bien lo sabe también el ministro de Hacienda, a quien, a través de todos los medios, le hemos manifestado que las regiones tienen un peso específico y que deben ser consideradas en las reformas y, con especial importancia y detención, en lo que será el Presupuesto de la nación que comenzaremos a tramitar dentro de muy poco en el parlamento.

Y, para adelantar, ya hemos pedido leyes descentralizadoras, que esperamos tener durante este semestre en el Congreso; y, la discusión de una Ley de Rentas Regionales, que deberá considerar la dimensión local con el objeto de incorporar nuevos componentes al patrimonio propio y de entidades como los municipios.

También se ha propuesto formalizar la existencia del Presupuesto Regional integrado en el proceso de elaboración del Presupuesto de la Nación, donde los sectores puedan concordar con las regiones, las prioridades y proyectos de inversión, estableciendo el principio de distribución y coparticipación de las regiones en los tributos recaudados nacionalmente a fin de duplicar, en forma gradual, el actual gasto realizado a través de instancias sub nacionales del año 2020.

Interesante propuesta que viene a modernizar la distribución de recursos a nivel nacional, considerando que la Reforma Tributada tiene, entre sus objetivos centrales, disminuir las brechas de desigualdad existentes en el país.

Por último, es prioridad generar una Reforma Constitucional que sancione el establecimiento de tributos regionales, permitiendo que las regiones puedan endeudarse estableciendo limites y condiciones razonables, además de autorizar que actividades productivas de clara identificación regional generadoras de tributos dejen parte de la tributación en la región y/o comuna correspondiente (puertos, forestales, mineras).

Porque , así las cosas, si logramos avanzar en esta tarea regionalista, no importará que las lechugas tengan un valor distinto en Punta Arenas, siempre y cuando, los habitantes de las zonas extremas y de otras regiones del país, cuenten con salarios diferenciados y con incentivos descentralizadores para asumir esta loca y variada geografía.

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29 ago 2014

El nacionalismo peruano

Sorpresivamente, el Presidente del Perú ha dado a conocer un mapa limítrofe con Chile, donde con el pretexto de dar a conocer los acuerdos de la Corte de la Haya, al mismo tiempo los tergiversa.Lo que constituye una nueva controversia entre ambos Estados, cuando en sus pueblos se pensaba que la Corte había sentenciado definitivamente el último de los contenciosos.

Ahora se trata del Punto de Concordia. El Punto de Concordia no lo inventaron los peruanos, fue establecido por ambas parte en el Tratado de 1929, entre ambos Estados.“Concordia” se denomina a un punto de la costa donde comienza la división territorial y está mencionado en el Artículo 2° del Tratado.

Lo que sucede, es que en el Artículo 3° señala que lo mencionado en el Artículo 2° “será fijado y señalado en el territorio con hitos, por una Comisión Mixta”, la que efectivamente fue compuesta por un miembro peruano y otro chileno. De hecho, la frontera común denominada “Línea de la Concordia” fue señalada con estos hitos a plena conformidad de ambas partes. El Hito 1 se estableció de común acuerdo por la imposibilidad física de fijar el punto de Concordia en la playa.

Perú defendió el Punto de la Concordia -como un lugar en la playa metros más al sur que el Hito 1- para establecer el límite marítimo que no tuvo acogida en el Tribunal. Así lo sentenció la Corte Internacional de la Haya, que estableció como línea divisoria marítima una línea paralela de 80 millas, que comienza precisamente en el Hito 1, el único punto terrestre mencionado por la Corte.

De esta manera, el fallo que determinó un límite marítimo, terminó sepultando la idea de Punto de Concordia, reemplazándola por el Hito 1. Perú ganó aguas oceánicas para su patrimonio económico y Chile legitimó el Hito 1 como el comienzo de la división terrestre.

Si esto no es así, se debiera someter al arbitraje de Estados Unidos la adecuación del Tratado Bilateral al fallo de La Haya. Mientras tanto, es lógica que la implementación del fallo debiera ser suspendida, porque el límite marítimo con Perú requiere de un punto terrestre donde comenzar la paralela de 80 millas.

Al parecer, el gobierno chileno espera llegar a una implementación del fallo donde los términos solo se refieran a la implementación del límite marítimo que comienza en el Hito 1, como manda el fallo y quiere Chile. Pero si el objetivo era que Perú cumpliera el fallo a cabalidad, estableciendo una solución de continuidad con el límite terrestre, su concreción ahora está en serias dudas. Puede más su fuerte nacionalismo.

El nacionalismo es una ideología que profesa abiertamente Ollanta Humala. Militar de formación, fue llamado precipitadamente a retiro con el grado de Teniente Coronel. Una carrera similar a la del ex –presidente Chávez, ya que también protagonizó junto a un hermano, un levantamiento militar contra Fujimori el 29 de octubre del 2000. Su abogado solicitó una amnistía en el Congreso argumentando que “había ejercido el derecho a insurrección contra un gobierno ilegítimo y totalitario”. En diciembre del mismo año el Congreso concedió amnistía a todos los involucrados.

Luego, fundó el Partido Nacionalista Peruano (PNP) y el 2006 se presentó candidato a Presidente de la República. Debido a que su pequeño partido no estaba inscrito oficialmente, se presenta por la Unión del Perú, una fuerza política fundada por Javier Pérez de Cuellar, ex – Secretario General de Naciones Unidas, de gran prestigio en ese país. Aún perdiendo, los nacionalistas ganan una relevante representación electoral.

El 2010, crean una nueva coalición política “Gana Perú” -en torno al existente PNP- y conforman una plataforma electoral con partidos de izquierda, logrando ganar las elecciones y convertirse en el partido mayoritario en el Congreso.

Sin embargo, en tres años de gobierno, Humala ha tenido seis Presidentes del Consejo de Ministros. Su discurso se ha desplazado de la izquierda a la derecha y, ha llamado a antiguos camaradas de armas como ministros. La figura presidencial que tenía un 57,3% de aprobación en agosto del 2011, se había desplomado hasta el 22% en julio del 2014.

Actualmente, la presidenta del Partido Nacionalista Peruano es la señora del Presidente de la República.

¿Qué debemos concluir de una biografía que ha hecho del nacionalismo su razón de ser?

Puede que para gente como los Varga Llosa, el nacionalismo haya sido el único antídoto para conjurar el Fujimorismo, ese fenómeno político peruano donde al líder le llamaban popularmente “Chinochet”. Una especie de copia del autoritarismo neoliberal chileno, actualmente liderado por la hija del caudillo samurái preso y convertido en el segundo partido en el Congreso.

Pero hoy día, el nacionalismo en mengua está siendo revitalizado en contra de Chile.

Un nuevo litigio internacional los pone a la cabeza de una nueva cruzada, aunque sea por unos metros esta vez. Un nacionalismo de un cariz irrendentista, siempre insatisfecho. Son los mismos que marchan hasta la frontera y con los cuales no será posible un acuerdo duradero.

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28 ago 2014

Acuerdo del Hospital Salvador, logro de unidad y movilización

Con el acuerdo firmado entre los trabajadores del Hospital Salvador y el Gobierno se ha dado un paso fundamental, pero no sólo porque hemos logrado limitar la concesión a la construcción del Hospital y con esto proteger el sentido público de la salud, sino porque hemos demostrado en la acción concreta lo que se logra con un sindicalismo fuerte, unido y activo.

La movilización que enfrentamos los funcionarios del Hospital Salvador por 28 días despertó gran solidaridad y apoyo por parte del mundo social. Dirigentes sindicales, de estudiantes, parlamentarios, concejales y muchos más manifestaron su apoyo a nuestra movilización, no solo porque esta tenía en el centro la defensa de la salud pública, sino que también por la muestra de unidad de los trabajadores, la que sobrepasó las diferencias de los distintos gremios del hospital y que llevó a lograr poner tras esta gran demanda a toda la comunidad hospitalaria, incluyendo a los médicos.

El movimiento por el fin de la concesión amarrada por el Gobierno de Piñera y que de manera encubierta privatizaba el Hospital Salvador, siempre se planteó con tres objetivos que sentíamos que la concesionaria amenazaba: fortalecer la salud pública, proteger las condiciones laborales y cuidar la dignidad de los pacientes.

En nuestro movimiento siempre estuvo en el centro profundizar la discusión sobre el modelo de salud que queremos para Chile: un sistema público robusto, que resuelva las necesidades de sus usuarios y que respete y valore a sus trabajadores, y que esto se transformara en un objetivo país.

En el camino, a través del paro, marchas y el acuerdo final, los trabajadores y trabajadoras del Hospital Salvador, consiguieron que hoy estos se constituyan en sujetos de opinión y participantes en la toma de decisiones, lo que se expresa en una participación real, donde la comunidad hospitalaria tiene opinión respecto de este gran proyecto de salud.

Es decir, en la práctica hemos recuperado aquello que el Plan Laboral de José Piñera nos arrebató: la posibilidad de que el sindicalismo hable y opine más allá de sus justas demandas económicas, y que entregue su mirada política y sindical sobre los destinos del país.

Con nuestra acción, trabajadoras y trabajadores del Hospital Salvador y del sistema de salud en general que se sumaron a este movimiento, le enrostramos a los que quisieron hacer desaparecer el sindicalismo, que seguimos presentes, fuertes y consolidados.

Sin duda, aún queda mucho por avanzar. El modelo de mercado que ha permeado todos los derechos sociales de nuestro país- salud, educación, previsión social por mencionar algunos- sigue presente en la salud.

Para detener el modelo de concesiones, que encarna la mayor forma de privatización de la salud pública y que es solo la punta del iceberg, debemos propiciar el camino para que avancemos de forma real en el fortalecimiento de la salud pública, consiguiendo la unidad orgánica bajo demandas que hoy son transversales, teniendo como un claro ejemplo de unidad a los trabajadores del Hospital Salvador

Al mismo tiempo, dentro de este proceso hemos demostrado la importancia del sindicalismo y de recuperar el poder de los trabajadores y que esa recuperación no será solo para beneficio de los trabajadores, sino que es un aporte a la democracia y al país.

Así lo demuestra la mesa técnica que trabajó durante 14 días, donde los representantes de los trabajadores expusieron los temas centrales frente a la concesión del hospital, contribuyendo en la construcción de un documento que refleja las distintas miradas.

La movilización por el fin de las concesiones del Hospital Salvador y por la defensa de la salud pública ha mostrado que un movimiento sindical fuerte es un aporte significativo para los destinos de su país. Chile ha ingresado en un proceso de cambios.

Ya no somos los mismos y en este camino por avanzar hacia un nuevo ciclo político se requiere de un sindicalismo fuerte, que fortalezca la democracia y profundice los espacios de participación.

Las reformas laborales que se debatirán desde octubre y por las que la CUT ha convocado a marcha el próximo jueves 4 de septiembre, son fundamentales para que el rico debate y aporte de un movimiento como el del Hospital Salvador, que puso en el centro el bien común por sobre cualquier tipo de diferencias, no se pierda.

Hoy estamos contentos, esto es un triunfo de la salud pública y del sindicalismo.Esto nos da impulso para seguir soñando en que a través de un movimiento sindical fuerte podemos construir un nuevo Chile sin desigualdad e inequidad social.

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28 ago 2014

A 50 años, Chile tiene urgencia de equidad

Crecí escuchando historias y anhelos de muchos.

Tuve la oportunidad de ingresar, siendo estudiante, a la Democracia Cristiana.

De niño, como muchos, acompañé a mis familiares, a escuchar los testimonios de líderes como Radomiro Tomic y a quien la próxima semana recordaremos con especial detención: el ex presidente Eduardo Frei Montalva, al recordarse los 50 años desde que asumiera, como presidente de Chile.

Su programa de gobierno, la Revolución en Libertad, la mística y la convicción de aquellos años forman parte de la historia, están registrados en diversos formatos y existe abundante literatura al respecto. Pero, sin duda, lo más importante es que permanecen en el espíritu de la Democracia Cristiana y en la esperanza de millones de chilenos y chilenas que creen en un país más justo e inclusivo.

Ello, porque si bien las condiciones sociales e históricas no son las mismas, tal como en los tiempos de Frei, Chile siente otra vez la urgencia de la equidad; esa urgencia que se expresa a diario en todos los barrios y localidades del país. Equidad sin apellidos, equidad de verdad, desterrando los abusos, las injusticias y la discriminación.

Recordamos esta fecha, entonces, con dos miradas. Primero, porque quienes pertenecemos a la Democracia Cristiana recordamos aquel periodo como inspiración y volvemos a comprometernos con la vocación de servicio de la que tanto hablaba Frei Montalva y en la que creía y practicaba.

Segundo, porque es imposible no encontrar similitudes entre su gobierno y los cambios que hoy buscamos generar. El paso del tiempo, sin duda, no ha logrado apagar los ecos de las multitudes que en aquella época recorrieron Chile, en la Marcha de la Patria Joven, cantando Brilla el Sol.

La presidenta Bachelet señaló, hace algunos días, que “hoy Chile vuelve a estar al inicio de un camino de transformaciones necesarias”, agregando que la sociedad “siente otra vez la urgencia de la equidad, de la solidaridad, de la justicia, la participación y el debate”.

Estoy seguro que la mayoría de los ciudadanos y ciudadanas chilenos mantienen la esperanza y creen en los cambios anunciados y en las iniciativas que permitirán disminuir las desigualdades.

Claro está que nada de ello es fácil, porque además de encontrarnos con el frontón de una derecha que insiste en proteger sus intereses particulares, colocando freno de mano a cada iniciativa, los desaciertos de algunos o las improvisaciones de otros, contribuyen a abrir espacio para las dudas y las críticas, sumando incluso al ex presidente Piñera, que se ha dedicado a desinformar y a actuar como activista en contra de las reformas.

Hoy, que duda cabe, todo Chile clama por un sistema educativo que no se base en el lucro y la segregación y por una nueva Constitución nacida en democracia y que sea producto de la deliberación común, donde los derechos esenciales estén garantizados y donde los temas que hoy preocupan a los chilenos tengan el espacio que merecen.

Han pasado cincuenta años, y la invitación es a renovar ese compromiso fraterno por un Chile realmente inclusivo, diverso y respetuoso de la vida de todos. Un Chile sin desigualdades y donde la equidad a la hora de garantizar los derechos civiles y humanos sea clave para construir una sociedad moderna, pero profundamente humana.

En este contexto, la Democracia Cristiana debe jugar, tal como lo hizo en el pasado, un rol fundamental, levantando la voz para representar a quienes, de norte a sur, marchan en su imaginario en busca de un futuro mejor.

El espíritu esencial de la Democracia Cristiana, el que vimos en la Marcha de la Patria Joven, después de 50 años, sigue siendo la médula y el eje principal de nuestro proyecto político. Y me refiero, en concreto, a impulsar los cambios sociales, políticos y económicos para que en nuestra patria brille el Sol pero para todos y todas.

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28 ago 2014

La Revolución en Libertad a 50 años

La historia de los países no es plana, y no todos los eventos que la construyen en el tiempo tienen la misma significación. Esto es obvio, pero lo que hace la diferencia entre ellos es la memoria histórica, transmitida de generación en generación y acumulada como parte de la cultura nacional en la definición de Ortega.

Estas líneas son un reconocimiento a ese movimiento político, social, cultural, humano, masivo y triunfante que constituyó la asunción de Eduardo Frei Montalva al poder, el logro máximo del Humanismo Cristiano chileno, la exaltación espiritual de una utopía y el protagonismo juvenil nunca visto en ese entonces y repetido en los decenios posteriores.

No es un recordatorio chauvinista de un partido político y ni siquiera de una ideología el que intento hacer. Sería una pretensión pueril y disminuiría su fuerza como una inflexión histórica y paradigmática del Chile independiente.

Tampoco podría caer en el sectarismo ridículo de insinuar o afirmar que es el único hecho de esta dimensión, porque ciertamente hubo otros que también presentaron la cima del triunfo que conmovió a Chile. Como hubo también otros que fueron la sima del honor y el terror que también conmovieron las entrañas de Chile.

Lo que quiero expresar es que en mis años de vida pública no hubo otro movimiento que lograse el recuerdo que de el tiene el pueblo y la ciudadanía nacional, ni el respeto y adhesión que los jóvenes aún le expresan y la vigencia de sus postulados fundamentales.

Tal vez porque expresó una rotunda mayoría transversal de chilenas y chilenos.

Tal vez porque la revolución es un estado de ánimo que va más allá de los éxitos o fracasos.

Tal vez porque se hizo con EL PUEBLO, POR EL PUEBLO Y PARA EL PUEBLO.

Tal vez porque fue transparente, limpia, veraz, consecuente, preñada de vitalidad y fraternal amistad.

O tal vez porque fue la suma de todas ellas.

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28 ago 2014

El futuro de Codelco en manos de la capitalización

Por lo general, existe un grado de capitalización en toda compañía. Esta acción es conducente a enfrentar los peligros que subyacen en términos operacionales y económicos. Si se opta por una capitalización más alta, los riesgos que se corren a futuro son menores, ya que esta acción establece una provisión toda vez que el flujo operacional de la compañía no tenga la capacidad para cubrir el servicio de la deuda o bien, para enfrentar posibles variaciones en el nivel de la actividad.

Así mismo, la creación de nuevos proyectos o la ejecución de inversiones para el crecimiento necesitan algunas veces de inducciones de capital fresco con el objetivo de no cargar excesivamente el área financiera dela empresa.

La cuprífera Codelco, al ser de propiedad del Estado de Chile, dona la totalidad de los recursos que produce al gobierno y éstos se transforman en ingresos en pro de subvencionar el gasto público. En promedio, una empresa privada sólo tiene un dividendo de un 30% de lo que produce a sus dueños.Dicho de otra manera, se sub-entiende que Codelco es “vaciada” todos los años.

Además, Codelco maneja un portafolio de nuevos proyectos por un valor de MMUSD 23,500. Algunos de ellos son llamados estructurales, ya que tienen que ver con “reemplazar” producción que por procesos naturales va disminuyendo en el tiempo, ya sea por extenuación de reservas o por menores regulaciones legislativas.

Uno de los usos específicos que se les dará a los fondos para la capitalización anunciada de MMUS 4,000 para los próximos 4 años, es justamente, el financiamiento de estos proyectos.

Regla de oro, toda empresa que quiera conservarse en el tiempo, ha de ser capaz de arrastrar su propio peso. Dicho de otra manera, para mantener su actual tamaño, ya sea en facturación y utilidades, los flujos de la operación han de ser suficientes descontando los dividendos. Si los recursos no alcanzan, se debe disminuir el dividendo hasta que la fórmula sea sustentable.

También está muy ligado el tópico del nivel de productividad, eficiencia o costos con el que se ejecuta. Si los costos son altos, dos cosas de seguro suceden: el flujo operacional disminuye y por ende, el hecho de una capitalización se hace necesario o bien aumenta, ó, se contaminan los nuevos proyectos con una cultura de altos costos.

Creo que se pueden obtener los mismos recursos provenientes de la capitalización anunciada, llevando a cabo un esfuerzo serio y real de reducción de costos, lo que por supuesto, requiere una negociación apropiada con los sindicatos respectivos para llegar a puerto.

De esta manera, la capitalización que se alza como “histórica”, se transforma en el síntoma de un problema “histórico” -no siendo eso una gran noticia- que se compone de dos factores al mismo tiempo: alto nivel de dividendos y alto nivel de costos, con el agravante de la posible “contaminación” de esta cultura de alto costo de operación a los nuevos proyectos, perpetuando el círculo.

Resumen ejecutivo, desde toda óptica es más sencillo ir al rescate y pagar la cuenta.

Un ejemplo más doméstico para entender mejor la situación. Esto es como cuando la Sra. se excede en su gasto y el marido se encuentra con la cartola de la tarjeta de crédito. En ese caso,¿qué haría Ud.? ¿pagar la cuenta o hablar con su Sra.? En este caso pagar la cuenta es lo mismo que una capitalización histórica.

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27 ago 2014

¡No más binominal, ni predominio del dinero en la política!

El auspicioso avance del proyecto que reemplazará el sistema electoral binominal por uno de carácter proporcional, con sus virtudes y defectos, constituye un progreso cualitativo para nuestra restringida democracia, la de la transición interminable.

Por supuesto que la propuesta es perfectible –abogaremos porque ello ocurra- pero es indudable que de aprobarse, habremos dado un paso para terminar con la crisis de representación de nuestro sistema político y, como resultado de ello, podremos avanzar en acabar con las injusticias del modelo neoliberal instaurado en dictadura y que tiene tan hastiada a la gente.

Expresión de este descontento social son las protestas que crecen y se diversifican mientras el sistema político se muestra incapaz de resolver los motivos que las alimentan.

Sin embargo, el sólo reemplazo del sistema electoral no basta para que nuestra democracia obtenga una mejoría realmente sustantiva. Para que esto suceda necesariamente debemos limitar la injerencia del poder económico en la política.

En este sentido cobra un alto valor el hecho que, en el marco de la discusión de la Cámara de Diputados del proyecto que reemplazará el actual sistema electoral, se haya introducido una indicación –realizada por los diputados Vlado Mirosevic y Giorgio Jackson- que apunta a terminar con los aportes reservados de campañas y los aportes a éstas de personas jurídicas.

Cabe señalar que ya hubo proyectos de este tipo, pero no tuvieron el apoyo necesario para convertirse en ley. Es lo que ocurrió -en 2012- con el proyecto que presentamos con los senadores José Antonio Gómez y Pedro Muñoz Aburto, el que pretendía suprimir las donaciones reservadas a campañas electorales y reducir el límite de gasto electoral. Todo esto, con el fin de desvincular las decisiones públicas de los intereses privados (Boletín 8.848-06).

En la fundamentación de esa propuesta de ley señalamos: “la posibilidad de hacer donaciones de carácter reservado y anónimo consagra la asimetría de información sobre la identidad del donante, quien podría (…) donar transversalmente a distintos candidatos de un mismo proceso eleccionario. Esto afecta al Estado al ser demandante de bienes y servicios que le pueden proveer los mismos privados, vulnerándose de esta manera la norma que prohíbe efectuar donaciones a quienes tengan contratos con el Estado, produciéndose una contradicción evidente”.

Pusimos como ejemplo de las distorsiones que se derivan de los aportes reservados el que en la campaña senatorial de 2009, en la que se eligieron a 18 de 38 senadores, se gastaron en todas las campañas cinco mil setecientos millones de pesos, de los cuales un 61,9% se recaudó por la vía del aporte reservado.

En la elección de diputados del mismo año, un 41% de los gastos de campaña se financiaron mediante dicho mecanismo. El hecho que más de la mitad de los gastos de campaña provengan de donantes reservados muestra por sí solo lo poco o nada de transparente del actual sistema.

En la investigación periodística Los secretos de las empresas que financian la política: ¿Quiénes son y cuánto gastan? (Ciper, noviembre de 2013) se informó que sólo el conglomerado Endesa-Enersis gastó 3,5 millones de dólares en las elecciones presidenciales y parlamentarias de 2013. En dicho reportaje se especificó que este y otros grandes grupos económicos que aportan a las campañas, para evadir los topes legales, “suelen dividir sus aportes entre distintas empresas”.

En dicha investigación se hace mención a un estudio econométrico del economista Claudio Agostini en donde “demostró que en Chile la influencia del gasto electoral en la votación de un candidato es aún mayor que en Estados Unidos” por lo que los aportes resultarían “clave para grandes compañías, como el grupo Enersis, que tienen pendientes millonarios proyectos”.

En noviembre de 2013 el vespertino La Segunda dio a conocer que, entre 2004 y 2010, las empresas que hicieron aportes a la actividad política solicitaron “un total de $36 mil 428 millones en beneficios tributarios”.

El peso del dinero en la política genera un problema conocido hace tiempo pero que se ha mantenido vigente: el dinero allana –aunque no asegura- el camino a ser elegido.Con la propaganda con éste comprada se consigue instalar en el inconsciente de la gente a ciertos candidatos, aumentar el nivel de conocimiento de ellos, variables que son claves para alcanzar un cargo por elección popular.

Este modelo de elecciones, que pone en el centro el poder de los dueños del dinero, hace, en la práctica, que el actual sistema político chileno tenga más de plutocracia que de democracia. Por lo mismo, cambiar el sistema de elecciones equivale a quitar el combustible al motor que corrompe todo el sistema político y económico. De ahí que, tan importante como eliminar el sistema electoral binominal, sea impedir los aportes reservados a las campañas.

No es todo, en el actual debate legislativo del proyecto que sustituye el sistema electoral binominal ha quedado excluido otro aspecto relevante. Se trata del relativo a las sanciones a quienes sobrepasen el tope legal de gastos en campaña. Actualmente quienes hacen esto, sólo deben pagar una multa.

Esto es una burla al país y supone la instalación del dinero –o mejor dicho de sus poseedores- por sobre la ley.

En relación con esto es necesario decir que en casi todas las materias, cuando se infringe la ley el hecho se sanciona con cárcel o al menos con un castigo que no implique un estímulo a una nueva comisión del mismo ilícito. Pero en este tema tan importante para la democracia y para la existencia misma de nuestra república como es la elección de quienes dirigirán el Estado, ocurre que si se infringe la ley sólo se castiga con una multa. Este es el peor de los mundos y en ese mundo vivimos. Siento tener que decirlo pero es mi obligación.

¿Cómo va a ser posible que alguien que va a ser legislador pueda elegirse infringiendo la ley? Es absurdo tener una ley que permite transgredirla y, además, que permite ser elegido en virtud de esa mala norma.

Para resolver este despropósito propondremos que se establezca que la vulneración del tope de gasto electoral sea castigada con la imposibilidad de asumir el cargo al que fue ilegalmente elegido, más la multa respectiva.

De mantenerse el predominio del dinero en las elecciones no habremos sacado mucho con haber modificado los distritos y circunscripciones; con haber aumentado el número de parlamentarios electos y, en definitiva, con haber puesto fin al binominal.

Esto, porque a la larga “los dueños de Chile” (como definió a su clase o sector social Eduardo Matte Pérez) seguirán encontrando el camino para comprar elecciones, requisito sine qua non para la mantención de su avasallador poder.

Una tarea fundamental del presente político es acabar con el binominal y con el predominio del dinero en la política. En esto también se juega la viabilidad y credibilidad del espíritu reformador que inspira el programa de la Nueva Mayoría.

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27 ago 2014

Inauguración simbólica y desafío para todos

En presencia de ministros, el intendente de la región Metropolitana y un grupo representativo de alcaldes, la presidenta Michelle Bachelet inauguró en San Joaquín el Programa de Seguridad Ciudadana de la Subsecretaría de Prevención del Delito, para 74 municipios. Es la primera vez que un gobierno chileno inicia un programa de prevención de la criminalidad que constituye una doble innovación: dar a la prevención la importancia que merece y descentralizarla a nivel de municipios.

El lugar de la inauguración es simbólico, San Joaquín, donde el énfasis en la prevención dirigida a barrios críticos ha sido una política permanentemente desarrollada por el alcalde en colaboración con los gobiernos.

Esta iniciativa coherente con el programa de la Nueva Mayoría, que involucrará este año a 19 municipios y en los dos años sucesivos al resto de las 74 comunas beneficiadas, empieza a llenar uno de los mayores vacíos de la política de seguridad del país: la ausencia de una política preventiva de gran escala.

El programa capitaliza las lecciones de los intentos de contención de la delincuencia y la violencia que en los últimos diez años, se han promovido en Chile.De hecho el país ha aprendido en este período de sus errores y ensayos.

La primera lección aprendida es que no se puede realizar un programa de prevención sin que las autoridades locales se apropien de ello. Un gobierno central puede generar políticas preventivas, financiarlas, monitorearlas pero no implementarlas porque solo quién conoce y puede modificar el tejido social local está en condición de hacerlo.

Ejemplos notables que hoy logran “exportar” internacionalmente prácticas de prevención, como es el caso de Peñalolén, ilustran esta evidencia. Lo que significa también que las políticas de prevención van a tener características y ritmos distintos según las comunas. El respeto de estas diferencias es condición de éxito.

La segunda lección es que sin equipos técnicos municipales competentes, es decir, en formación permanente, no se desarrolla eficazmente ni se consolida una política de prevención. Los municipios exitosos en los países de la región tienen entre 20 y 60 agentes de planta o financiados por proyectos. Ellos cubren múltiples aspectos de la prevención y son capaces de adaptar programas a su realidad social.

Hoy la principal tarea es formar a estos agentes y facilitarles el intercambio de experiencias. El presupuesto actual de la subsecretaría a cargo permite cumplir con esta exigencia.

La tercera lección es que hay que involucrar a todos los actores locales relevantes en la coproducción de seguridad: el conjunto de departamentos interesados de los municipios, pero también escuelas, iglesias, empresarios, líderes vecinales, comerciantes, asociaciones locales, policías, grupos juveniles, medios de comunicación, etc.

Hay que hacer alianzas y lograr consensos. La sola focalización no basta, se requiere de acuerdos que permitan generar una cultura de la prevención para cambiar progresivamente la calidad de vida de los habitantes y contribuir a la cohesión social.

La cuarta lección es que hay que dejar tiempo al tiempo, como lo demuestran las experiencias internacionales.Los cambios y la adquisición de una cultura de la prevención y la disminución significativa de las tasas de delincuencia no se dan en pocos meses.

Hay una fase de aprendizaje, que dura varios años, que permite a los actores locales apropiarse de los instrumentos de la prevención y de desarrollar habilidades antes que se consolide una cultura.

Por ende, hay que asegurar la continuidad de estas prácticas que son políticas de Estado y no de gobierno y disponer de instrumentos que permitan monitorear, evaluar y corregir los inevitables errores. Si la Reforma Procesal Penal se instaló en 8 años como política de Estado, no hay razón para creer que una política de prevención pionera a escala nacional demore menos en consolidarse.

La inauguración en San Joaquín debe marcar una fecha histórica: el inicio de la vía chilena de la prevención. Esta rompe con la tradición del énfasis exclusivo en el control social y la disuasión. También reconoce la complejidad de la construcción de la seguridad ysu necesaria descentralización.

El gobierno ha asumido esta nueva política como una gran tarea de Estado en la cual municipios, actores locales, medios de comunicación, academia, empresarios, iglesias son llamados a asumir un rol activo.

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