22 dic 2014

A propósito del fin al lucro y la gratuidad en la educación universitaria

La decisión de garantizar la gratuidad de la educación superior por parte del Estado  asegurando así  la universalidad del sistema, especialmente si se organiza como financiamiento de la oferta educativa  y no de la demanda (fin de la lógica mercantil al no continuar sosteniendo el mercado de la educación a partir del estado) y se ordena acorde a un conjunto de regulaciones que apuntan al término del objetivo de lucro asociado al funcionamiento del “mercado de la educación”, constituye una decisión política de largo alcance y moldea el futuro del país.

No cabe sino celebrar que por fin  nos encontremos frente a cambios de esta magnitud y en dirección a la constitución de condiciones estructurales de profundización de la democracia.

En este marco, al ir traduciendo estos objetivos generales  en objetivos más precisos, caben numerosas reflexiones relativas a aspectos más específicos de la lógica mercantil y de lucro que han introducido  importantes distorsiones  en la vida universitaria.

Se ha puesto ya en el debate público diversas materias, como por ejemplo, el asunto de las empresas inmobiliarias relacionadas y está en discusión el asunto de los arriendos, en especial, de tales empresas relacionadas. No obstante se requiere establecer una conversación social en relación a otros tópicos aún no planteados públicamente.

Desde luego muchos nos preguntamos si las universidades financiadas por el estado garantizarán una estructura salarial pre establecida, como ocurre en el caso de las universidades del Estado, o esto se va a dejar al arbitrio de cada institución.

Personalmente me opondría totalmente a sostener con mis impuestos los sueldos altísimos  de rectores y autoridades superiores de algunas universidades; asimismo,  resulta insostenible mantener con fondos fiscales las excesivas diferencias salariales al interior de estos mismos establecimientos de educación superior.

Como sabemos, la desigualdad se corrige no sólo incrementando los ingresos más bajos sino también disminuyendo los más altos y distribuyendo estos excesos. De lo contrario, se constituiría en una forma de financiar la desigualdad con fondos de todos los chilenos. Este tema debe ser debatido y considerado dentro de los aspectos que requieren  ser regulados en el marco de la nueva legislación que ordene el sistema de educación superior.

Por otro lado, la necesidad de autofinanciarse y poder competir en el mercado educacional ha llevado a naturalizar en los ámbitos universitarios la práctica de recibir donaciones de empresas privadas, cuestión que puede llevar a distorsionar gravemente la libertad de pensamiento imprescindible a la vida universitaria.

Así por ejemplo ¿se estudiaría, reflexionaría y pondría en el debate nacional la acrecentada concentración del capital, los procesos y aspectos estructurales que la favorecen? o ¿las implicancias para la ciudadanía y para el objetivo de profundización de la democracia – como se hizo en otras épocas[1] -, en una facultad que recibiera el financiamiento mediante donaciones de los grupos económicos más poderosos del país? 

¿Se podría mantener una visión crítica y reflexiva respecto del sistema de control del delito  y el abordaje de esta problemática en esta sociedad llamada “pos disciplinaria” o “sociedad del control”[2] en una universidad que recibiera importantes donaciones de instituciones y empresas vinculadas a la “industria de la seguridad, y/o de poderosos defensores del  control estrictamente represivo y la criminalización de los conflictos sociales?

¿O podríamos garantizar el desarrollo de la investigación biológica y la reflexión acerca de la vida, su reproducción y calidad  y los procesos vitales,  dependiendo del financiamiento de ésta por parte de la industria agro alimentaria?  

Es imprescindible regular esta introducción de los objetivos mercantiles no sólo internamente sino también desde el medio externo, como condicionantes de la vida universitaria a partir del financiamiento de tales instituciones por parte de privados,  tanto en el ámbito de la docencia como de la investigación y la creación en general, para garantizar que los efectos de la finalidad de lucro u objetivos pragmáticos inmediatos destruyan el clima de libertad y gratuidad del pensamiento que ello requiere.

Justamente las universidades representan un genial invento de la sociedad organizada en tanto constituyen un espacio único que la propia sociedad se ha dado para pensarse libremente a sí misma y en su relación con el entorno,  eso, desde sus orígenes en el siglo XII  y constituyen una herramienta para la formación de profesionales capaces de tener una visión amplia,  interrogarse y no sólo aplicar conocimientos ya existentes, una mirada innovadora, cuestionadora, asunto posible en ese clima de libertad de pensamiento y de impulso a una práctica reflexiva.

Ambos aspectos mencionados (desigualdad contenida estructuralmente a partir de la escala de sueldos e introducción de intereses particulares que distorsionan el clima de libertad en el ámbito académico) constituyen dimensiones de la incorporación de la lógica mercantil, con importantes efectos en la vida universitaria, que están tan naturalizados que no han sido considerados por los movimientos sociales ni en el actual debate público de la reforma educacional.  Parece que ha llegado el momento de referirse a ellos.

Una última reflexión a propósito de la gratuidad.  El objetivo de garantizar igualdad de oportunidades no se asegura solamente a partir de dicha gratuidad, esta garantiza acceso pero no permanencia; se requiere considerar los contextos tanto de la trayectoria de los estudiantes como durante los estudios.

Hace ya muchos años que los cientistas sociales sabemos que la pobreza, más que una realidad definible sociológicamente, constituye una categoría que refiere a situaciones socio económicas definidas desde la carencia que se expresan en una diversidad de dimensiones[3].

De este modo, el desarrollo del sistema de educación superior como una industria – que tuvo la virtud de abrir el sistema a los distintos estratos sociales y no sólo a la  élite, como sucedió históricamente -, también dio curso a una situación desconocida en el país, representada por el nuevo sujeto estudiantil, que trajo consigo nuevas problemáticas sociales.

No cabe referirse en este artículo al abierto conflicto político y la ruptura generacional cultural que estos expresan a través de sus diversas prácticas, o al conflicto entre la cultura universitaria tradicional y la cultura juvenil universitaria actual. Pero nos referiremos en esta ocasión a lo que hemos aprendido de su deserción, que no sólo obedece a dificultades académicas, asociada a deficitarios procesos educativos previos o a problemas motivacionales, sino, en una importante medida,  a los problemas estructurales que los afectan actualmente de manera directa; un importante porcentaje de ellos (en nuestro caso, más de un tercio), sostiene económicamente su familia y abandona los estudios porque no puede resolver la contradicción entre este aspecto de su vida y las exigencias de la vida universitaria.

La igualdad de oportunidades supone pues recursos del Estado no sólo para hacer gratuito el sistema, sino también para mantener un significativo  sistema de becas y otros apoyos necesarios para el autosustento del joven.

Asimismo, de otras ayudas complementarias, al menos para estudiantes de los quintiles 1 y 2., además del financiamiento de los sistemas de tutorías y nivelación de competencias que actualmente existen y su expansión.  Sólo así podríamos estar hablando de condiciones estructurales que favorecen la igualdad de oportunidades en la educación superior.

[1] “La concentración del poder económico”, Lagos escobar, Ricardo, 1962.

[2] “Conversaciones”,  Deleuze, Gilles,  1972 – 1990.

[3] “La dimensión de la pobreza en América Latina”, Altimir, Oscar; Cuadernos de la Cepal, Santiago de Chile, 1979.

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22 dic 2014

¿La retroexcavadora en Salud?

En una columna reciente el Senador Navarro plantea una urgente y necesaria “Revolución en Salud” dado que se están cerrando varias secciones de hospitales y algunos hospitales completos están amenazados con renuncias masivas en varias ciudades de regiones y en la Metropolitana.

La lista de espera en los hospitales alcanza a un millón 878 mil pacientes (sobre el 10% de la población). Esta espera ya es por más de 4 meses. Faltan muchos médicos especialistas en todo el sistema público y en las regiones. La razón del colapso es la destrucción del sistema público debido a la conversión de la salud en mercancía

Es extraño que un Senador escriba esto que se sabía que ocurriría y empezó a ocurrir desde que la Dictadura Militar se hizo cargo del país. El Servicio Nacional de Salud (SNS) la obra magna del Estado que convirtió a Chile en salud desde un país pobre y subdesarrollado en un país con indicadores  de un país desarrollado, fue destruido sistemáticamente por la Dictadura y transformado en los servicios regionales y en la salud municipal.

El SNS atendía todas las enfermedades crónicas y genéticas y las que necesitaban rehabilitación con un gasto mínimo; no se necesitaba la Teletón. Al congelar el financiamiento del SNS y dejar de invertir en los hospitales esta atención se hizo imposible: la Teletón se inaugura en 1978 y el SNS es enterrado en 1979. El Senador Navarro se ha quedado muy corto en cuanto al desastre ya que éste implica una descomposición moral mucho más profunda del sistema de salud.

Para impedir que la ética pudiere poner cortapisas al lucro desenfrenado, los constitucionalistas y los militares tramaron algo insólito en el mundo: prohibieron la ética profesional y de oficios en Chile, transformando los colegios profesionales en meras asociaciones gremiales a la par con las de jubilados y montepiadas.

¿Puede Ud. imaginar un país donde ser ético está condenado por la ley y por las empresas? En Chile el que es ético profesional y de oficio no come, lo echan del trabajo.

En los hospitales públicos, especialmente en provincia ya casi nadie se opera en la mañana donde paga Fonasa a un precio X, sino que se opera en el mismo pabellón, el mismo paciente, con el mismo equipo quirúrgico (con algunas variaciones de los que no están en las empresas privadas) pero a precio privado XX o XXX, aunque sigue pagando Fonasa ¡Es una obscenidad!

En las ciudades grandes el trasvasije de fondos del Estado  (del pueblo y sin su permiso) a fondos privados incluidos transnacionales es gigantesco.

Varias sociedades o agrupaciones de médicos se han coludido en los aranceles. Un estudiante mío que había adquirido una especialidad médica me dijo que no podía ganar menos de $10.000.000 mensuales porque así la “sociedad” lo estimaba. Este pequeño salario es 50 veces el salario mínimo ¿lo encuentra justo?

Pero estas agrupaciones y sociedades de médicos han ido más lejos. Una universidad se propuso hacer un programa de especialistas para suplir la falta de ellos en regiones y que trabajaran en horarios Fonasa. Se presentó el presidente de esa agrupación y les dijo a las autoridades de esa Universidad que si hacían ese programa ellos retiraban a los especialistas docentes. Huele a Al Capone y Pablo Escobar.

No es raro que los médicos violen todas las recomendaciones de solución armónica de los conflictos de intereses. Fuera de las consabidas invitaciones a paseos fastuosos y regalos, ha aparecido otra figura más peligrosa. Médicos que tienen también laboratorios de exámenes o servicios de los cuales son dueños (o sus familiares) y que envían a sus pacientes a exámenes a esos establecimientos que les descuentan del cobro a ellos los médicos, que hicieron la petición, un porcentaje suculento.

Hay muchos otras perversiones morales, pero termino con una guinda de torta.Connotados especialistas se pudieron de acuerdo para crear una beca de esa especialidad para sus hijos. La realizaron y desplazaron a los becados del Ministerio y de las universidades. Se salieron del Colegio Médico que nada puede hacer porque no hay tuición ética profesional aunque los tribunales de ética pueden pronunciarse en forma netamente académica o virtual.

¿Qué le va hallando? ¿Cómo arregla este pastel? El Senador Quintana planteó una retroexcavadora para el sistema neoliberal y se armó una pelotera mayúscula. Se quedó corto también, a estas alturas una retroexcavadora económica es un adminículo cosmético, unas insuflaciones de desodorante axilar para un cadáver putrefacto.

De partida el sistema chileno no es ni capitalista (está más cercano a una estructura feudal y con derecho a pernada), ni neoliberal, ni es una república democrática.

No hay libertad ni humana ni económica; entre el trabajo, que sucede de acuerdo a lo que dictan los patrones, el consumo que sucede según lo que dictan los empresarios (a menudo los mismos o emparentados con los patrones), el traslado a estos centros de trabajo o consumo nos pasamos más del 80% de nuestra vida y el 20 % tenemos que dormir, comer, sexuar y otras necesidades básicas y ¿cuándo vivimos como seres humanos integrales? Nunca.

Chile no es una República es una Reprivada y Requetecontraprivada, Oligárquica (y por lo tanto no democrática, la cota 1.000.000 es decir las 17 familias más pudientes gobiernan Chile), nepótica, feudal y anti-ética. Vivimos en una dictadura de los que tienen el poder, el capital y la propiedad. Hay que rehacer o refundar Chile.

La crisis en Salud tiene una solución parche inmediato no muy adecuada, pero la necesidad tiene cara de hereje. Pueden contratarse cientos o miles de médicos del extranjero y ya lo está haciendo el MINSAL. La apertura y distensión entre Cuba y USA es promisoria al respecto. Un amplio acuerdo de intercambio de estudiantes y profesionales de la Salud entre Cuba y Chile sería muy bienvenido.

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21 dic 2014

No, a Estados Unidos ¡no! cómo se le ocurre

El 9 de diciembre de 2014 fuentes responsables de los propios EEUU  informaron de graves atropellos a los derechos humanos cometidos por instituciones estatales (la CIA y quienes ellas contrata) en los propios EEUU y fuera de el.

Una Comisión de Inteligencia del Senado de los EEUU entregó un informe de alrededor de 500 páginas al respecto. El informe tiene cerca de 6000 páginas, y unas 5500 permanecerán “clasificadas”, es decir, ocultas hasta muchos años más, unos 40 años.

El ex Vicepresidente Dick Cheney señaló en la cadena de TV Fox News que el ex Presidente Bush conocía de las torturas (“sabía lo que tenía que saber”) y atacó a los demócratas diciendo: “Qué debíamos hacer con Jaled Sheij Mohamed ¿besarlo en ambas mejillas y decirle por favor…¿nos dices lo que sabes?”. “El informe está lleno de mierda” concluyó Cheney. Jaled Sheid Mohamed está acusado de ser el cerebro de los atentados del 11 de septiembre en Nueva York.

Por su parte, el Presidente Obama habría dicho, según La República de Uruguay, “ninguna nación es perfecta”.

La CIA habría contratado y pagado 81 millones de dólares (alrededor de 50 mil millones de pesos chilenos) a un número reducido de sicólogos para diseñar las torturas.

Las principales torturas del Informe del Senado descritas en alrededor de las 500 páginas conocidas son, según el Informe.

-Aislamiento absoluto del sospechoso detenido (en alguna parte del mundo), extraído de su entorno, su ambiente, su cultura, su país, su familia, sus posibles testigos y defensores judiciales, sus posibles médicos para constatar lesiones, sus actuales compañeros de prisión, los actuales seres humanos que lo rodean.

-Interrogatorios de 20 horas diarias por 50 días seguidos. Unas mil horas de suplicio.

-Ahogamiento. Ser víctima de “waterboarding”. Recibir, sin su control y para su daño, líquido vertido en sus vías respiratorias. Algunos murieron.

-Privación de sueño, hasta por alrededor de 150 horas seguidas, algo como seis días y noches seguidos.

-Aplicación de calores y fríos extremos.

-Carencia de alimentos, que puede producir, entre otras, impotencia.

-Enfermedades inducidas.

-Violación y “lap dance”, humillación sexual.

-Dolor extremo. Golpes contra muros (“walling”) y posturas corporales anormales que producen desgarros.

-Golpes sorpresivos al estómago y la cabeza.

-Submarinos, hasta la asfixia. Algunos murieron.

- Alimentación rectal o rehidratación rectal, con espantosos enemas.

-Encierro con insectos. Se encierra a los presos en cajones con huecos para la cabeza y las extremidades y se unta el cuerpo con dulces que atraigan insectos.

Todo bien calculado para buscar que entregaran la información necesaria, aún al riesgo de que murieran y no considerando para nada los límites humanistas pactados por los Estados.

El estudio que sirvió de base al informe se realizó en la última década y cubrió el gobierno de George Bush hijo.

Los principales centros de tortura han sido Guantánamo, territorio dominado por EEUU en Cuba, Abu Ghraib en Irak y Salt Pit en Afganistán.

Habría otros centros de tortura secretos de los EEUU en países europeos como Polonia y Lituania.

Cuando el Jefe de Estado de los EEUU era George Bush y el Vicepresidente Dick Cheney, el Jefe de la CIA era Michael Hayden y el Jefe de Contraterrorismo era José Rodríguez, los cuatro con domicilio conocido en los EEUU.

Esta confirmación (las torturas ya habían sido denunciadas por diversas agrupaciones defensoras de los derechos humanos) se suma a otras denuncias sobre torturas realizadas por soldados norteamericanos.

Chile debería reaccionar condenando los atropellos a los derechos humanos en ese país.¿Lo hará? Han pasado varios días desde el Informe del Senado y aquí nada ha pasado.

¿Lo hará el mundo? ¿Los que han condenado a los nazis por sus campos de concentración, lo harán ahora? ¿Los que han condenado a Stalin por sus gulags, lo harán ahora?

¿Los que han condenado a ISIS por torturas y ejecuciones brutales, lo harán ahora, con el argumento de que hay que defender los derechos humanos en cualquier parte del mundo?

¿Los que han criticado a Corea del Norte, China, Cuba, Vietnam, Venezuela, lo harán ahora?

¿Pasará la CIA, ahora, a ser considerada como la KGB, la Stasi, la DINA y la CNI chilenas?

¿Se pedirá su disolución y el juzgamiento de los responsables? ¿Se creará en los EEUU una Comisión de Verdad? ¿La Corte Suprema de ese país decidirá investigar y sancionar?

En el mundo han reaccionado Amnistía Internacional y Human Rights Watch, pidiendo juicio criminal contra los culpables. También han sido duramente críticos la Unión Europea y el gobierno de Alemania.

¿Acá se seguirá callando? Hay silencio en la derecha, el centro y la izquierda chilena después de conocido el informe del Senado norteamericano.

¿O se dirá que estos juicios sin juicio y estos apremios y muertes por tortura se realizaron en “tiempos de guerra”, contra posibles “terroristas”, sin conocimiento de las autoridades, por subalternos desquiciados que se arrancaron por su cuenta?

¿No le suenan a Ud. conocidos y huecos esos posibles tardíos argumentos?

Acuérdese que Piñera llamó a los que callaron en Chile “cómplices pasivos”.

A pesar de todas las declaraciones internacionales, las constituciones, las convenciones contra la tortura, los convenios de tratamiento de prisioneros en tiempos de guerra, la OEA, el Papa Francisco y el Vaticano, y las instituciones democráticas chilenas que dicen estar por el respeto a los derechos humanos ¿EEUU será eximido de ser tratado como los otros Estados y permanecerá en el ámbito de no aplicación del derecho y de las prácticas civilizadas de la humanidad?

Apuesto que sí.

A EEUU no le pasará nada.

Parece ser que  así como por encima de la democracia está el poder financiero (lo hemos visto en el caso de Grecia y España), por encima de los derechos humanos está el poder de quien tiene más poder.

¡A Estados Unidos no, cómo se le ocurre!

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21 dic 2014

Un seguro de cesantía fortalecido

La Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados acaba de aprobar, por unanimidad, la indicación sustitutiva que envió la Presidenta de la República cuyo propósito es fortalecer significativamente el Seguro de Cesantía. Esta es una muy buena noticia para Chile.

Las políticas del mercado del trabajo y las relaciones laborales modernas se basan en la generación de empleos de calidad, bajo el ideal normativo del trabajo decente promovido por la OIT, lo que tiene como componente ineludible el acceso a políticas de seguridad social que otorguen protección, tanto cuando el trabajador o la trabajadora están empleados como cuando enfrentan períodos de cesantía.

Desde esa perspectiva, la creación del Seguro de Cesantía, hace ya más de una década, representó para el país un avance importante que constituye un ejemplo de política pública efectiva y sostenible financieramente.

Una de las características relevantes de este seguro es que constituye un muy buen ejemplo de políticas de complementariedad, combinando la lógica de aportes individuales  (que se acumulan en una cuenta de capitalización personal) con la lógica solidaria, lo que en este último caso permite al trabajador contar con beneficios basados aportes de los empleadores y del Estado.

Desde el punto de vista conceptual, además, este instrumento demuestra que las políticas de seguridad social fundadas en aportes tripartitos no sólo son posibles sino también deseables, en la medida que se incrementan sus niveles de legitimidad y hacen converger a las tres partes para el fortalecimiento de la cohesión social.

Ahora bien, partiendo de esta buena plataforma de base, se presentó la aludida indicación sustitutiva al Proyecto de Ley que modifica el Seguro de Cesantía, que había sido enviado al Congreso por la administración anterior y contenía aspectos positivos pero también insuficiencias, indicación que busca reforzar el seguro, aumentar sus beneficios y el acceso a sus prestaciones. A continuación expongo los principales aspectos de esta iniciativa presidencial.

En primer lugar, con el propósito de impedir que la caída de ingresos que provoca la cesantía afecte bruscamente a los trabajadores y sus familias, acercándolos a condiciones de vulnerabilidad o pobreza, se incrementan los montos que el trabajador con contrato indefinido recibe del seguro al perder su empleo.

Así, el primer mes este trabajador o trabajadora recibirá un 70% del promedio de sus remuneraciones de los últimos doce meses (hoy es 50%), el segundo mes un 55% (hoy es 45%), el tercero un 45% (hoy es 40%), descendiendo progresivamente hasta llegar a un 30% en el séptimo mes (habitualmente, la condición de desempleo no se prolonga tantos meses).

En consecuencia, una transición más suave en la disminución de ingresos mejora la protección, entrega más certezas y otorga un colchón que facilita la búsqueda laboral, disminuyendo las posibilidades de que las personas, con tal de reinsertarse rápidamente, opten por empleos desprotegidos, de bajos ingresos y productividad, o puedan caer en situaciones de riesgo social.

Adicionalmente, los recursos del Fondo de Cesantía Solidario podrán ser utilizados hasta diez veces continuas o discontinuas en cinco años, lo que representa un avance en relación al proyecto que estaba en discusión, el que contemplaba un uso de diez veces en seis años, y también respecto de la situación actual, que permite sólo dos eventos de pagos en cinco años. Esta medida es importante porque permite que los fondos de la cuenta individual que ha acumulado el trabajador se vayan consumiendo sólo en el evento que sus períodos de cesantía se repitan muchas veces.

Considerando que la economía es cíclica, la indicación sustitutiva prevé también medidas adicionales en situaciones de mayor desempleo, con cargo al Fondo de Cesantía Solidario. Esto implica extender por un sexto y un séptimo mes los pagos del seguro, por un monto del 30% del salario de referencia.

Por otro lado, se incorpora una medida de protección para un segmento de trabajadores y trabajadoras que presentan mayor precariedad laboral. Se trata de aquellos trabajadores que están empleados con contratos a plazo fijo o por obra, trabajo o servicio determinado. Ellos recibirán un tercer pago con cargo al Fondo de Cesantía Solidario, aumentando los montos hasta el 50% del salario de referencia en el primer mes de cesantía, el 40% en el segundo y el 35% en el tercero. Actualmente este tipo de trabajadores recibe sólo dos pagos, por un tercio del salario de referencia.

Hay otro aspecto de la reforma al Seguro de Cesantía que es especialmente destacable.Fundándose en una lógica de integración sistémica de la protección social, la indicación sustitutiva plantea financiar un aporte equivalente al 10% de las prestaciones, cuyo destino será la cuenta de capitalización individual obligatoria que cada trabajador tiene en el sistema de AFP, lo que se hará durante los meses que el trabajador opte por el Fondo de Cesantía Solidario. Este aporte no estará afecto al cobro de comisiones por parte de la Administradora de Fondos de Pensiones correspondiente.

Mantener las cotizaciones previsionales de los trabajadores desempleados es fundamental, porque evita las temidas lagunas previsionales que afectan la calidad de la futura pensión de retiro. Además, esta medida refuerza el carácter solidario del sistema, porque suelen ser los trabajadores de menores ingresos los que presentan más lagunas, y por lo tanto este aporte fortalece la protección social hacia ellos.

Ahora bien, como el recurso al Fondo Solidario –constituido con aportes del empleador y del Estado– demanda un equilibrio entre obligaciones y derechos, la iniciativa del Ejecutivo contempla que las personas busquen empleo de manera activa a través de la Bolsa Nacional de Empleo y/o usen las becas de capacitación ofrecidas y financiadas por el SENCE. Esto además es consistente con los enfoques más modernos de políticas activas del mercado del trabajo predominantes en el mundo desarrollado.

Por último, como una manera de fomentar el empleo entre todos los segmentos de la fuerza de trabajo, se ampliará el acceso a la Bolsa Nacional de Empleo a todos los trabajadores y trabajadoras cesantes que no son beneficiarios del Seguro de Cesantía, fortaleciendo los servicios de información e intermediación laboral.

En definitiva, reforzar este instrumento, respondiendo a una lógica de mejora continua de las políticas públicas exitosas, permitirá al país adaptarse a las exigencias de una economía moderna y dinámica, y conciliar mejoras de productividad con una seguridad social más sofisticada y sustantiva en los beneficios que entrega a sus trabajadores.

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21 dic 2014

Sucedió lo que no podía ser

Hace pocos años era imposible pensar que una persona de raza negra iba a ejercer la Presidencia de los Estados Unidos, hecho que ya tuvo lugar con el ciudadano, de familiares de origen africano, Barack Obama, quién fuera además reelecto por la ciudadanía de su país, para cumplir tan decisivas responsabilidades.

También resultaba inviable, poco tiempo atrás, la posibilidad que se normalizaran los lazos bilaterales entre Cuba y los Estados Unidos; ahora, en esta semana, los Presidentes de ambos países, Raúl Castro y Barack Obama, anunciaron un acuerdo político dirigido al restablecimiento de las relaciones diplomáticas y hacia los primeros pasos de cooperación, en asuntos de inmigración y otros, después de medio siglo de aguda confrontación entre ambas naciones.

Lo que no podía ser, sucedió.

En los años sesenta, los llamados halcones que regían la política norteamericana hacia Cuba, impusieron una conducta extremadamente agresiva a su propio país, la que condujo a un intento imperialista de pretender una solución militar, a través de la cruenta invasión de una fuerza de intervención armada, preparada y financiada por los Estados Unidos.

Esta estrategia se concretó en abril de 1961, en las costas cubanas, en el sector de Playa Girón, lugar en el que una columna invasora fue completamente derrotada.

Desde entonces, el nombre de Playa Girón se inscribió en la épica de la izquierda latinoamericana, y en Estados Unidos ese hecho está asociado a un humillante fracaso.

Tampoco la idea que surgió luego de esta gesta en Cuba, de una inminente revolución socialista, a lo largo y ancho de todo el continente, se hizo realidad. Con esa esperanza miles de jóvenes, decidieron ser los combatientes armados de una epopeya que surgía como posible.

El guerrillero heroico, Ernesto “Che” Guevara, luchó y se inmoló en la selva boliviana intentando, con su ejemplo, generar focos guerrilleros que cercaran al imperialismo y empujaran su derrumbe definitivo.

En América Latina,  en ese periodo, sólo Salvador Allende logró vertebrar y desarrollar un camino político distinto, el de avanzar al socialismo en democracia, pluralismo y libertad.

Los pueblos buscaron diversidad de opciones para abrir paso al progreso social.Sin embargo, la reacción interna respaldada por el poderío norteamericano logró imponer crueles dictaduras que, desde 1964 en Brasil, se extendieron a lo largo del continente, cercenando las libertades, conculcando derechos, violentando la cultura y pisoteando las raíces democráticas de pueblos y naciones.

Se  configuró un escenario en que las dictaduras parecían inamovibles. A pesar de ello, en cada país, luego de arduas luchas se fue recuperando el derecho a la soberanía nacional, a elegir los gobernantes y a vivir libres de esos gobiernos oprobiosos. Fue duro y largo ese esfuerzo. Recién en los años noventa se acabó la dictadura más antigua y corrupta, la de Stroessner en Paraguay.

De manera que la democracia es fruto de la lucha de los pueblos de América Latina. Nadie se la otorgó a nuestros países, por cortesía o condescendencia. Fuimos capaces de conquistarla. Pero, es una tarea inacabada. Cada día que pasa se debe afrontar el desafío de luchar contra la desigualdad que el régimen económico-social reproduce a diario.

Sin embargo, es un grave error la descalificación de la institucionalidad democrática que se reinstala trabajosamente, como ocurriera en los años sesenta, cuando intelectualmente se le tachara despectivamente como “burguesa”.

Ahora hay quienes menoscaban el esfuerzo de varias generaciones de luchadores de la izquierda en Chile y otras naciones al caricaturizar el régimen democrático como “neoliberal”, mezclando en una grave confusión dos niveles conceptuales diversos: la institucionalidad política con el sistema económico.

Para quienes piensan así, todo lo que se haga para avanzar hacia un Estado social es insatisfactorio, sin aceptar  que por un largo periodo la consolidación de la democracia será la tarea esencial para defender los intereses populares en el continente.

En esta perspectiva, el acuerdo entre Cuba y Estados Unidos favorece nuestra lucha por la justicia social en democracia. Su impacto debilita a los grupos más retardatarios, aquellos que añoran el tiempo de la guerra fría para intervenir brutalmente en los asuntos internos de nuestras naciones. En especial, se reconoce que existe una realidad en América Latina que no se puede modificar con el uso de la fuerza ni con la amenaza de hacerlo.

Queda claro, en consecuencia, que hay asuntos que se deben resolver mediante el empleo de métodos políticos, desechando la confrontación y asumiendo que dar la espalda a la configuración del escenario latinoamericano tal cual es, resulta a la postre un soberano despropósito para los que así se comportan.

Bien por Raúl Castro y Barack Obama, el pueblo cubano y un hombre de raza negra han sido capaces de cambiar la historia.

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21 dic 2014

El valor intangible del tiempo

“De cuando en cuando

Las horas maduras

Caen sobre la vida.”  Vicente Huidobro

Todos los días la gente habla sobre el tiempo. No me refiero al clima sino a las horas, minutos y segundos que llenan nuestros días. A la mayoría les parece que el tiempo pasa muy rápido pero hay otros que se pierden en el paso de las horas y un minuto les parece eterno.

Conozco a muchas personas que luchan con el tiempo. Nunca les alcanza para hacer todo lo que quieren. Nunca es suficiente y pareciera que el tiempo les debe más. No hay tiempo para descansar, comer, salir a pasear, disfrutar en familia o pensar en la inmortalidad del cangrejo. “El tiempo es oro”. Al final lo valoramos sólo si significa plata, dinero, algo monetario.

Por eso, el verdadero valor del tiempo no es algo que tengamos presente. Si no se traduce en producción y productividad entonces no tiene espacio en la agenda. Aparte de los problemas financieros, me atrevería a decir que la segunda o tercera causa porque las parejas se divorcian es porque dejaron de pasar tiempo  juntos. No fue una prioridad y terminó por afectar todas las demás áreas de la relación.

Tener tiempo es una decisión. Es algo que se hace de manera intencional y planificada. No sucede al azar o por arte de magia. Tener tiempo para lo que en realidad importa debe ser una prioridad sino seguiremos convirtiéndonos en una sociedad obsesionada con el dinero, estresados por ser los primeros, por llegar más rápido y hacer más en menos tiempo. Pero perderemos todo lo demás que nos hace humanos.

Al final creo que si no tenemos alguien con quien compartir todo lo que hemos logrado entonces no habrá valido de mucho gastar tanto tiempo en producir. Tendremos muchos bienes materiales y premios por ser los primeros, pero no tendremos con quien disfrutar de nada de esto. Todos se habrán aburrido de esperarnos. De quedar en segundo plano. De sentir que no los valoramos. ¿Por qué? Porque no nos hicimos el tiempo.

Y llegará un día en donde nos daremos cuenta que el valor del tiempo era mucho más importante de lo que pensamos. Ese día ya no tendremos excusas para no jugar con nuestros hijos, para quedarnos hasta tarde en el trabajo, para salir con otras personas mientras alguien nos espera en casa. No habrá excusas ni justificaciones que valgan. En un pestañear de ojos habrán pasado años. Quizás para ese entonces ya sea muy tarde y nos habremos perdido muchos momentos irrepetibles.

Por lo mismo, para evitar arrepentirnos de haber malgastado nuestro tiempo necesitamos aprender a manejarlo y equilibrarlo mejor. A veces eso significa reducir la cantidad de compromisos, reuniones o actividades diarias.

También, tendremos que evaluar nuestras prioridades. Y sobre todo tratemos de vivir en el ahora. No recordando el pasado a cada rato ni preocupándonos por lo que no podemos controlar.

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20 dic 2014

Es tiempo de Navidad

Estamos en tiempos de Navidad, época del año que por la tradición cristiana, invita a detenernos un poco en nuestras aceleradas vidas para compartir con otros y hacer algunas actividades diferentes a las de la rutina diaria, cuyo contenido varía según las creencias religiosas o culturales de cada persona.

Nuevamente a pesar de lo reiterado que son los llamados a tener momentos de convivencia, espiritualidad, sencillez y práctica de nuestras costumbres, el brillo de los globos, la nieve artificial y los abrigados “Papás Noel” serán parte de nuestro paisaje diario junto a Rodolfo el reno y su roja nariz.

En contraste, evocaremos las navidades a la chilena con el sencillo pesebre donde se le ofrece al niño “Manuelito” espigas de trigo y frutas de la estación; cerezas y peritas al unísono de villancicos tradicionales de nuestros campos.

Navidad, este  término que viene del latín: “Nativitate” y que significa “nacimiento de la vida para ti”, debería llevarnos a reflexionar sobre nuestra existencia y los cambios necesarios que debemos hacer para tener una mejor vida, independiente si se comparte o no su sentido religioso.

Frente a lo mismo, y por ser esta una columna dedicada a la educación de los niños y niñas pequeños, no podemos dejar de preguntarnos sobre lo que quisieran ellos de nosotros en estos cambios que implica la navidad.

En una imaginaria encuesta, pondrían sin dudas en primer lugar,  tiempo y amor por parte de su familia. Tiempo para jugar, para hacer actividades en común, para ver cosas interesantes, para cantar, para reír.  Son tan sencillas las situaciones que hacen felices a los niños y niñas, que cuando se ve la profusión de objetos caros con lo que se espera darles felicidad, indudablemente surge la pregunta, ¿cuándo se perdió el norte sobre lo que es realmente vivir? Parece que la sociedad de consumo es realmente poderosa.

Por eso, en estas fechas de cambios de vida tratemos de hacer algo distinto como salir a pasear a la naturaleza, llevar a los niños a un museo o biblioteca, hojear un libro con bonitas imágenes o con fotos familiares, contar un cuento o una rima de nunca acabar, cantar juntos, regalonearlos permanentemente y volver a hacerlo para que sea un continuum de todos los días y de todo el año.

No sólo será el mejor regalo para los párvulos, sino para nuestras propias vidas, el renovar el sentido de ella y retomar el rol afectivo y formador insustituible que tiene la familia con su descendencia.

¡Feliz Navidad!  Que ustedes y los niños y niñas, lo pasen muy bien ahora y siempre.

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20 dic 2014

Derecho versus bien de consumo

Aprobado en general el proyecto de la reforma educacional sobre el fin del lucro y  la selección de estudiantes, es conveniente volver al foco de esta propuesta que la Nueva Mayoría hizo al país y que tiene tres enunciados bien claros: la educación es un derecho social y no un bien de consumo, la educación pública debe ser de calidad para dar igualdad de oportunidades a quienes no tienen recursos para pagar una educación de élite, no se puede lucrar de manera privada con recursos del Estado y que son de todos los chilenos.

Ese es el objetivo, el centro de esta propuesta, todo lo demás, toda la campaña del terror de la derecha, toda otra interpretación, está fuera de lugar. Hay que insistir hasta el cansancio en cuál es nuestro mensaje al país: la educación en Chile debe ser un derecho y debe tener una sola línea base, la calidad.

Es tan clave este punto, que el debate en particular de esta parte de la reforma debiera llevarnos a avanzar en aquellos problemas que son la evidencia de nuestro sistema educacional fracasado, segregador e injusto.

Es insostenible que se siga defendiendo un modelo que ha cristalizado la discriminación, la falta de igualdad y la mala calidad.

¡Si en Chile hay educación para ricos, pobres y menos pobres! Y más encima, la derecha tilda esta terrible realidad con esta falacia de que la gente tiene derecho a elegir. ¿Elegir qué? Si te tiene suficientes recursos, se puede elegir y esperar que el colegio elija a su hijo o hija también. Este incentivo perverso de “elección” se basa únicamente en criterios de segregación y de selección de pares.

Esto no le hace bien a la sociedad y al menos para mí, no es la sociedad que quisiera para las nuevas generaciones. La integración es el sello de aquellas sociedades que hoy viven en armonía y que tienen –coincidentemente- sistemas educacionales más inclusivos, democráticos, gratuitos y no discriminadores. Porque seguir defendiendo con uñas y dientes el actual modelo, sólo nos hace pensar que la oposición quiere mantener la distancia que hay entre ricos y pobres, en todos los ámbitos: salud, educación, trabajo, urbanización, seguridad ciudadana, etc.

Hoy, ni los segmentos subvencionados ni municipales son capaces de generar estándares de calidad educativa generalizados (hay excepciones, obvio). Incluso más, tampoco todos los colegios privados pueden asegurar que las abultadas mensualidades que pagan los padres, tengan un correlato incuestionable en la calidad de su enseñanza.

De eso estamos hablando. El Estado debe hacerse cargo de que al menos la educación pública, aquella que se financia con los recursos de los impuestos de todos los chilenos y chilenas, ofrezca reales oportunidades de desarrollo humano a sus hijos e hijas.

Puesto en otras palabras, es el Estado el que debe garantizar que la educación de un chileno de regiones, otro de Santiago, otro de una comuna pobre, de clase media o acomodada, sea de la misma calidad, que ofrezca las mismas posibilidades de crecimiento y que el resultado final de éxito o fracaso, dependa no de la billetera de la familia, sino del esfuerzo y perseverancia personal.

Ese es el Chile justo, integrado y generoso que queremos.

Es legítimo que haya quienes crean que esto no es correcto y que lo mejor es ver a la educación como un bien de consumo, que segregue, que discrimine y que “ponga a la gente en su lugar” dependiendo de su capacidad de pago. Pero al menos, que esos sectores sean bien transparentes y lo digan con todas sus letras.

Al menos muchos otros, seguiremos trabajando en pos de una educación que sea herramienta de salto social, de crecimiento y desarrollo para todos y no para pocos.

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20 dic 2014

Nueva ONEMI, la segunda oportunidad

Todos hemos vivido algún hecho traumático o cometido errores donde nuestra reflexión posterior nos lleva a desear una segunda oportunidad, a fantasear con la posibilidad de vivir el momento de nuevo y  hacer las cosas de manera diferente.

¿Cuántos de nosotros luego del 27F no pensamos en algún momento, qué pudimos hacer de manera diferente?

Esto probablemente también ha sido parte del sentimiento y vivencia íntima de muchos de los que en ese momento gobernaban, y por qué no decirlo, especialmente de la Presidenta Bachelet.

Por su parte, el gobierno del Presidente Piñera no enfrentaba este momento amargo y de frustración, sino que todo era oportunidad en materia de gestión de emergencias.

Sin embargo, su gobierno desaprovechó, con cierto grado de torpeza, un momento que pudo ser parte de su legado histórico y que terminó por tener tres directores de ONEMI en cuatro años – incluyendo al actual que continuó en sus funciones pos cambio de administración-,  donde cada uno de ellos defendió un proyecto de ley que diciendo que cambiaba el sistema de emergencias, simplemente replicaba un modelo que en algunas áreas presenta décadas de atraso.

Pero eso no fue todo. Al momento de asumir el Presidente Piñera su mandato,  existía un proceso de compra en curso de instrumentos para el fortalecimiento de la red sismológica nacional que implicaría establecer el crecimiento más importante desde su creación a principios del siglo pasado, pero una fiscalización parlamentaria terminó por develar a fines de 2012 que los equipos se encontraban bajo llave en bodegas de ONEMI.

Imagino que más de algún directivo del gobierno anterior, y en especial ante los resultados electorales, desearía una segunda oportunidad. Pero por el momento eso deberá esperar.

Esta semana la Presidenta Bachelet anunció una indicación sustitutiva que modifica el proyecto de ley presentado por el gobierno pasado, y que pretende crear el Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias, un nombre que consumirá parte importante de los 140 caracteres de twitter, y que reemplazará a la ONEMI.

Claramente este escenario era el menos esperado pos terremoto. La Presidenta Bachelet y un gobierno duramente cuestionado, hoy tiene la posibilidad de modernizar una institucionalidad que como ella misma lo señaló en su Mensaje, posee estructuras de hace 40 años que requieren urgente modernización, y en esto último no puedo estar más de acuerdo.

Una estructura y enfoque con 40 años de atraso no es mera coincidencia, y a lo menos se puede deducir la existencia de resistencias al cambio, inercias e incluso el mero deseo de defender por razones políticas un mal proyecto del gobierno anterior, por lo cual se requerirá de liderazgo y autoridad para realizar las modificaciones que se necesitan, algo que en muchas naciones desarrolladas fue clave al momento de provocar este punto de quiebre, aunque aquello haya sido hace varias décadas.

También es necesario que el gobierno incorpore mejoras al proyecto que ya se observan tan esenciales como necesarias, así como estar dispuestos a trabajar con los parlamentarios en el proceso legislativo para dotar al país de una institucionalidad que esté acorde a los tiempos, a las necesidades y al nivel de desarrollo que con tanto esfuerzo hemos logrado, recogiendo el amplio debate que se dio en el marco de la discusión del cuestionado proyecto durante la administración anterior y también la actual. Pues en esto no se parte de cero.

El proyecto ingresado al Congreso parte con un buen discurso, una buena orientación e introducción en materia de enfoque, recogiendo parte importante de las críticas y propuestas en lo conceptual, pero eso no es suficiente. Se requiere coherencia entre lo que se pretende en el discurso y lo que se establece en lo estructural, de lo contrario se puede cometer el error de comenzar con un buen prólogo y terminar con un mal libro.

El mejor escenario, sin duda es beneficio para todos. En lo que se refiere a las personas, contar con un sistema de emergencias moderno que fortalezca su seguridad, y en lo político, el merecido reconocimiento y por cierto un legado en materia de seguridad pública.

El peor escenario, terminar con una institucionalidad que no represente la modernización que se requiere, donde se reinvente la rueda, terminemos con un híbrido o peor aún con algo similar a lo que precisamente se debe cambiar.

Es el desafío de la Nueva Mayoría, pero en especial de la actual administración. Al final del proceso veremos si se aprovechó esta segunda oportunidad.

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19 dic 2014

La Habana / Washington: la operación

Entre el martes y el miércoles recién pasados, fue vertiginoso el ajetreo en un triángulo formado en La Habana entre el Palacio de la Revolución, en la avenida Rancho Boyeros, el ministerio de Relaciones Exteriores (MINREX) en El Vedado y la Oficina de Intereses de Estados Unidos en Cuba, frente al malecón habanero. En tanto en Washington,  se trabajaba a toda prisa en las oficinas del Departamento de Estado y en la Casa Blanca.

Era la primera vez en medio siglo que altos funcionarios de Cuba y Estados Unidos, hablando en español e inglés, organizaban de manera conjunta una operación diplomática y política de envergadura.

Se trataba de concretar la liberación/intercambio de presos en ambos territorios, todos vinculados a casos de Inteligencia, efectuar el ajuste técnico y de horario para una conversación telefónica entre los presidentes Raúl Castro y Barack Obama, definir anuncios como la reanudación de relaciones diplomáticas (hoy existen a nivel de Oficinas de Intereses de cada país) y materializar intervenciones de ambos jefes de Estado ante medios de comunicación.

Todo culminó en lo que el mundo supo el miércoles 17 de diciembre. Tres ciudadanos cubanos que realizaron acciones antiterroristas en Miami, que llevaban 17 años presos en Estados Unidos acusados de espionaje, fueron devueltos a Cuba. Un ciudadano estadounidense y otro cubano, condenados y encarcelados en territorio isleño por actividades de Inteligencia y tendientes a desestabilizar al régimen socialista, partieron hacia Estados Unidos.

Castro y Obama anunciaron que se abrían las puertas a plenas relaciones diplomáticas. Y se extenderían acuerdos en ámbitos comerciales, financieros, científicos, migratorios, salud y lucha antidrogas.

La operación de La Habana y Washington, más allá de las persistentes miradas conservadoras encapsuladas en el marco de la Guerra Fría y tesis derechistas con “enfoques anticuados” como lo definió el Presidente estadounidense, significó el final de una política anquilosada, inútil, agresiva y hostil.

Ahora la relación cubano/estadounidense se instala en el diálogo, la diplomacia abierta, el derecho internacional y respeto a las soberanías, la tolerancia y el ceder, la colaboración y los acuerdos que contribuyen a ambos pueblos. La definición del nuevo tiempo entre la isla y la potencia, la definió Raúl Castro: “Debemos aprender el arte de convivir, de forma civilizada, con nuestras diferencias”.

Fue la respuesta contemporánea a un tema antiguo.

Por eso llamó la atención que en Chile se produjeran declaraciones y comentarios periodísticos en una insistente línea mediática agotada, anquilosada e inoperante que parece más dar cuenta de consignas del pasado que de procesos vivos del presente. Dichos de personeros de la derecha y conservadores, aparecieron alineados con segmentos de los republicanos estadounidenses y los anticomunistas de Miami.

Como sea, es un tema que no termina. Después de esta operación, que fue el colofón de 18 meses de tratativas confidenciales, algunas realizadas en Ottawa (Canadá) y en Roma (Vaticano), viene una posible visita del Secretario de Estado estadounidense, John Kerry, a La Habana, la Cumbre de las Américas en Panamá, donde por primera vez llegará Cuba (antes, vetada por EE.UU.), probablemente representada por Raúl Castro o el Primer vicepresidente, Mario Díaz-Canel, y las negociaciones de equipos de ambos países para ir concretando los pasos de reanimación diplomática, extensión comercial, condiciones migratorias, entre otros ámbitos.

En ese proceso chocarán, probablemente, dos posiciones ya establecidas ante este proceso. Quienes respaldan las acciones y los argumentos de Castro y Obama de actualizar los vínculos dando cuenta de una diplomacia desprejuiciada, contemporánea, constructiva, creativa y dinámica, y quienes se opondrán insistiendo en posturas conservadoras, rígidas, estructuradas, estáticas y repetitivas, que son las que se mantuvieron en las últimas décadas.

De alguna manera, en todo esto no sólo estará a prueba la audacia y las convicciones de los gobiernos cubano y estadounidense, sino también la tesis de que en América Latina se pueden alcanzar logros en las relaciones bilaterales con flexibilidad, diálogo, propuestas certeras y espacios para ceder.

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