27 jul 2015

En La Reina, vecinos organizados contra delincuencia

Probablemente el tema que más preocupa a las familias chilenas, en la actualidad, es la inseguridad que provoca el haber sufrido actos de delincuencia, o tomar conocimiento de hechos similares en su barrio o amistades.

De igual manera, toda la experiencia conocida tiende a coincidir en la necesidad de que sea la comunidad organizada, “comunidad viva”, diríamos nosotros, el principal referente de control social, que ha ayudado, en muchos casos, a disminuir la ocurrencia de estos hechos tan deleznables.

Esto es lo que hemos iniciado, como tarea prioritaria, desde hace dos años, cuando asumiéramos la Alcaldía, creando las condiciones para que en las diversas áreas del municipio y las instituciones policiales de la comuna haya la máxima cooperación y coordinación, para prevenir y enfrentar los actos de delincuencia e inseguridad, que afectan a nuestros vecinos. Seguridad y Emergencia Municipal disponen hoy de equipamiento más adecuado y dedica toda su atención a las tareas que le son propias, coordinada eficazmente con Carabineros y la PDI.

Ello genera encuentros frecuentes de coordinación, que permiten compartir y analizan información, apoyarse recíprocamente y atender, coordinadamente, a los vecinos afectados, desarrollando, además, acciones preventivas, en diferentes barrios.

Con el incentivo del municipio, los reininos cada vez tienen mayor conciencia de la fundamental importancia de su protagonismo y se han ido organizando en comunidades y comités de barrio para conocerse, confiar entre sí, apoyarse y estar coordinados con la municipalidad y las policías.

Son ellos los que, responsablemente y de manera directa, han hecho denuncias a Carabineros y la PDI, mediante los sistemas de Denuncia Seguro y a través del Alcalde, todos los cuales hemos manejado y entregado reservadamente la información que se nos provee, que en los últimos meses ha permitido que se hagan diversos operativos en los que se ha logrado apresar delincuentes y desbaratar organizaciones delictivas.

Reiteramos nuestro reconocimiento a los detectives de la BICRIM y a los carabineros de la 16ª Comisaría de La Reina, especialmente al subteniente Oscar Muñoz por su valentía ejemplar, clara muestra del compromiso y disposición que apreciamos en todos ellos con nuestra comuna. Esperamos su más pronta y plena recuperación.

Renovamos nuestro compromiso por no decaer en el esfuerzo por lograr una comuna que viva tranquila, sabiendo que el esfuerzo de todos, a partir de su propia participación, con el municipio y las policías, pero por sobre todo con la tarea común, lograremos vecinos seguros, comunidades alertas y familias que, como siempre, reconocen en su barrio un lugar deseable para crear familia y comunidad.

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27 jul 2015

En torno a la Araucanía

Algunas opiniones sobre la cultura y el pueblo mapuche sugieren que entre ellos hay completa armonía, pese a que desde muy antiguo han tenido profundas disonancias. En El cautiverio feliz,  Pineda y Bascuñán, las peripecias del prisionero expresan notorias discordias entre caciques: unos sentían simpatía por él y otros querían eliminarlo.

Acaso por falta de unidad política diferían frente al conquistador.

Lo mismo se advierte en las guerras de la Independencia y la Reconquista: participan en ambos bandos. Memorable es el partido de palín en que dos equipos de mocetones se jugaron la vida del Obispo Marán, en Tirúa; para fortuna del prelado triunfaron sus adeptos.

En 1845, atraído por su forma de vida los visita Ignacio Domeyko. El sabio polaco anotaría: “Un país que no tiene nada de bárbaro o salvaje: casas bien hechas y espaciosas, gente trabajadora, campos bien cultivados, ganado gordo y buenos caballos, testimonios de prosperidad y paz”. “Orden, disciplina y severidad reinan al interior de las familias, hijos sumisos a sus padres, mujeres ocupadas, cuidando los niños, en la cocina o hilando y tejiendo ropa“.

Contrariamente, El Mercurio dictaminaba en 1859: “El Araucano de hoy es tan limitado, astuto, feroz y cobarde al mismo tiempo, ingrato y vengativo, como en tiempos de Ercilla; vive, come y bebe licor con exceso como antes; no han imitado, ni inventado nada, a excepción de la asimilación… del caballo, que ha favorecido y desarrollado sus costumbres salvajes”. “Pampas o araucanos son horda de fieras que urge encadenar o destruir en interés de la humanidad y de la civilización.”

Hoy, en público al menos, nadie suscribiría conceptos tan agresivos y difamatorios, pero indio no es precisamente un término amable. Por eso, este asunto exige distingos previos: en Chile hay un millón de personas de origen mapuche, la mitad habita territorios ancestrales. El resto, casi todos en la capital, reconoce sus raíces. Aún así, inventamos una nación homogénea y europeizada.

Sin embargo, “el indio” está presente. Una presencia reprimida por nuestra psicosis de blancura que niega el visible mestizaje. Acá hay más rubias que en Estocolmo, anotaba con ironía un viajero. Y de esa ilusoria unidad racial hay un paso a la estrambótica pretensión de ser los ingleses de América. Tonterías que se desmienten solas.  Ya informó Joaquín Edwards Bello, a propósito de un desfile de marinos chilenos en Londres, que los británicos creyeron ver parte de la armada japonesa. 

Admiramos a los mitológicos mapuches de Ercilla, otro cantar es la diaria realidad. No es preciso ser antropólogo para percibir que en ciudades y pueblos de la Frontera suele considerárseles “borrachos, flojos y ladrones”. Aunque muchos cruzan la cordillera buscando trabajo o, impulsados por la falta de tierras, han llegado a Santiago a cumplir tareas agotadoras y mal remuneradas.

La llamada Pacificación de la Araucanía en1861 fue despojo y colonización de la tierra y mentalidad araucana gracias a fusiles, aguardiente, razón y progreso. “Aún el país paga las consecuencias de aquella política”, sostiene el historiador Jorge Pinto, y sin duda es la raíz del conflicto con las comunidades cuya necesidad de denuncia y defensa nace al irrumpir un poder extraño, un nuevo orden dominante.

Tras las actuales reivindicaciones: devolución de tierras, autonomía, hay un movimiento con estrategias y métodos distintos. No es un sindicato, es un pueblo, dice Fernando Pairicán que, sin aprobar a Celestino Córdova, insiste en que la violencia es de los agricultores, policial y gubernamental. Se lucha por derechos políticos no por venganza.

Ahora, resulta laborioso compaginar agrupaciones tan disímiles como la CAM  y la Asociación de Empresarios Mapuches. Dicen los primeros: “Buscamos la liberación del Wallmapu destruyendo el sistema capitalista. Fuera forestales, territorio y autonomía”. Los segundos, quieren fortalecer capacidades empresariales rescatando valores de la etnia mediante un rol activo en el desarrollo de la sociedad chilena.

La tierra cuesta mil millones de dólares, sostuvo Francisco Huenchumilla, y en tiempos de realismo sin renuncia debe sonar caro en el Palacio. Mas no se trata sólo de eso, afirma Pedro Cayuqueo, implica integrar variables culturales, sociales, económicas y políticas, representación parlamentaria, autodeterminación, salud y educación multicultural, etc.. y con hidroeléctricas, forestales y pesqueras en la región, difícilmente se logrará, concluye.

Es una buena perspectiva del problema, cuya solución sólo será posible dialogando. Y la actitud mapuche a debatir existe desde los parlamentos coloniales. El Estado quebranta ese coloquio, privándolos de predios restituidos por la reforma agraria o imponiendo plantaciones forestales sin compensación ni participación en los beneficios, internacionalmente establecidos.

Por eso, el gobierno, evitando la tentación autoritaria, más policía, querellas y leyes de seguridad, debe confirmar el Ministerio de Pueblos Originarios y el Consejo Nacional de Pueblos Originarios aprobados en la Consulta Previa a los Pueblos Indígenas, diseñada en buena medida por intelectuales mapuches. Y encimar a la CONADI, que vulnera sus propias normas comprando fundos para comunidades ajenas a sus prioridades, en desmedro de otras que hacen la cola pacíficamente.

Es obvio que garantes imparciales harían más fructíferas las conversaciones. Igualmente, la explícita disposición de las partes a imaginar arreglos neutralizaría esa mezcla delirante que habita en integrantes de la CAM y en gremios de agricultores, armándose y alentando grupos como Los Húsar  para “darles una lección a los terroristas”.

Con todo, si “la lucha por hectáreas no nos sacará de la miseria” y sólo la autonomía es el camino para “la construcción nacional mapuche”, los alcances de esa antigua idea deberían precisarse con mayor rigor pues la región autónoma, plurinacional y multicultural con Parlamento propio y dos lenguas oficiales, sólo en el papel resulta fácil.

Grandes escollos aguardan a esta antigua causa surcando las heladas aguas del cálculo egoísta o enfrentando a los intereses creados. Rodeada, además, por la indiferencia de mayorías crediticias, enrieladas en códigos patronales y escasas de humanismo. Escépticas y felices, según el oráculo de las encuestas.

Con esa atmósfera social, podrían pasar muchas lunas y la situación mantenerse en la penumbra o igual por cien años más.

Confiemos en que el plazo no sea tan extendido.

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27 jul 2015

La república de la libertad

En una carta enviada a Malcolm Muggeridge en 1948, George Orwell decía que “la verdadera división no es entre conservadores y revolucionarios, sino entre autoritarios y libertarios”. Con la claridad y honestidad que siempre lo caracterizó, el autor de Rebelión en la granja y 1984, rechazaba el maniqueísmo que reinaba frente al totalitarismo, en su versión comunista y nacional socialista.

En su última columna, Agustín Squella olvida esta premisa del escritor inglés, aconsejando a quienes “quisieran vivir en la república del centro”a tomar posición clara, ya sea como de derecha o izquierda, en base a la preferencia que dan cuatro principios rectores: libertad, igualdad, orden y propiedad. Para ello, el profesor Squella plantea tensiones entre tres binomios esenciales: libertad e igualdad, orden y libertad, e igualdad y propiedad. Sin embargo, estas tensiones colocan como contrapuestos, como una suma cero y de manera más bien artificial, estos valores.

La libertad es una forma de orden. La libertad no implica desorden. Otra cosa es que se confunda la libertad con libertinaje y el orden con el autoritarismo o con el paternalismo estatal. Esto es una cuestión que confunden derechas e izquierdas en diversas dimensiones.

No es raro que de ambos lados desconfíen de la libertad y de las decisiones de las personas.Tampoco hay libertad sin igualdad y viceversa. La esclavitud es el mejor ejemplo de la falta de libertad debido al no reconocimiento del otro como un igual, a quien bajo fuerza se le somete a la voluntad de un tercero, ya sea un esclavista o el gobernante de turno.

Siguiendo esa misma idea, la propiedad privada y la igualdad no son contrapuestas. Creer eso es considerar que una sociedad sin propiedad privada y sin libre mercado por tanto, es mucho más igual que una que consagra el derecho de propiedad. Pero como decía el historiador Rudolf Rocker “una sociedad sin propiedad privada también esclaviza a un pueblo”. La experiencia del socialismo real y el totalitarismo comunista también demuestran que la ausencia de propiedad privada no genera más igualdad sino que miseria y la predominancia de ciertos grupos privilegiados, más iguales que el resto, que fundan su dominio en base a la fuerza y la coacción.

Por último, la tensión entre el cambio y la tradición, o lo conservador, también es algo artificial si aplicamos el criterio propuesto por Orwell. Los revolucionarios de hoy tienden a ser los conservadores del mañana. Basta mirar la gerontocracia cubana o la monarquía en Corea del Norte, donde el poder se transfiere de manera hereditaria.

En la actualidad, la tensión sigue siendo aquella que planteaba Orwell con claridad. Aquella entre libertarios o autoritarios, que se pueden encontrar tanto en el centro, izquierda o derecha.

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26 jul 2015

Las víctimas no descansan

Un antiguo soldado conscripto ha develado, después de casi tres décadas, como se ejecutó el crimen de Rodrigo Rojas Denegri y las gravísimas quemaduras sufridas por Carmen Gloria Quintana, las que la tuvieron al borde de la muerte durante semanas; con ello, ha dado a conocer la verdad sobre el llamado “caso quemados”, un acto brutal, cometido con el propósito de reprimir para quebrantar la protesta social que sacudía al régimen dictatorial, en el curso de 1986.

Esta revelación ha estremecido al país, al conocerse la fría decisión de asesinar a los manifestantes por el mando militar comprometido, y por la terrible versión que Pinochet y otros entregaron en declaraciones que desnudaron su miseria humana. A pesar del paso del tiempo, la verdad entrega alivio a las familias de las víctimas y es una reparación moral e histórica a los sufrimientos y a la integridad de esos jóvenes chilenos, cuya humanidad fue desgarrada por la locura represiva.

Asimismo, la sociedad chilena al rememorar tan intensamente los hechos, puede corroborar una vez más, que el camino de retorno a la democracia no fue un alegre paseo primaveral, sino que una lucha ardua, áspera, cruenta muchas veces, en la que el propio pueblo de Chile fue forjando un camino que posibilitara que la libertad se recuperara y que los derechos fundamentales de las personas se restablecieran, haciendo posible una convivencia en paz y sin aquellos hechos atroces que dañaron tan profundamente el alma nacional.

La dictadura no términó por que quiso abandonar la escena con una renuncia voluntaria. Muy por el contrario, ese régimen concluyó porque su carácter represivo resultaba incompatible con la tradición chilena, y por que fue derrotado social y políticamente por las fuerzas que exigían paz, justicia y respeto a los Derechos Humanos. La democracia no fue un regalo, es una conquista de los demócratas chilenos.

La rebeldía de Rodrigo Rojas y la fortaleza que tuvo Carmen Gloria Quintana para soportar el dolor y sobrevivir, fueron expresión de una vocación arraigada de modo inquebrantable en la médula del país, de no someterse a la sumisión que pretendía el régimen y de luchar con la fuerza de la juventud y la razón libertaria que les animaba, para acabar con ese periodo ajeno a la voluntad democrática de la nación.

Es lamentable que esa memoria histórica tan valiosa se haya ido desdibujando y se lograran implantar dos criterios unilaterales que distorsionan gravemente la transición democrática ocurrida en Chile.

Afirmaciones arrogantes como la “retroexcavadora” y que no estaban para “reformistas” se asociaron, en el hecho, a las ideas que menoscaban o que, simplemente, desconocen el duro bregar que costó devolver a Chile un Estado de derecho acorde a lo que es la civilización actual, ruta que definía un camino contradictorio, de avances y retrocesos, de aciertos y errores y, en ningún caso, una línea recta, constituida sólo de logros, porque la historia de una nación no ocurre de esa manera.

De qué fue una tarea imperfecta no cabe duda que lo fue. Algunos esperaron que todo se arreglara sin arriesgar ni aportar al gran esfuerzo nacional. Es cierto que también hubo “colaboracionistas” con el régimen, unos de cuello y corbata, como los jueces que negaban su deber de hacer justicia en los Tribunales y otros burdos y bufonescos como el grupo que intentó inscribir, a fines de los 80, un así llamado “partido socialista chileno” que fuera títere de las últimas maniobras pinochetistas, pero nada de ello pudo detener la irrevocable voluntad democrática de la nación chilena.

Esa es la razón de fondo, por la que nunca se podrá desconocer, que desde que se bombardeó el Palacio de La Moneda, el 11 de setiembre de 1973, hasta que Patricio Aylwin se terció la banda presidencial el 11 de marzo de 1990, se registró una lucha irreconciliable entre la libertad y la opresión, que tuvo amarguras y costos, pero que logró prevalecer hasta culminar con la victoria.

En esa brega, las fuerzas históricas de la izquierda y el centro político, no obstante sus diferencias, cumplieron un papel y fueron capaces de asumir una responsabilidad primordial.

Por eso, nutrir, cultivar y mantener una sana memoria histórica es fundamental. El crimen del caso “quemados” desnuda el atroz afán del poder dictatorial para eternizarse. Ante esa violenta pretensión, el país fue capaz de imponer su propio
camino, la vuelta a la democracia.

Ningún sacrificio fue en vano y su huella perdurará en el tiempo, para que nunca se olvide que un Estado de derecho no es un regalo ni es fruto del azar; no es así, es el resultado de un proceso histórico con sus aciertos y miserias, en definitiva, expresa lo que fuimos capaces de hacer y de lograr como país, como tarea y proyecto de nación, con arrojos heroicos, como el de aquella mañana de julio de 1986, en que dos jóvenes chilenos como Rodrigo y Carmen Gloria se enfrentaron a la ira irracional de una dictadura que inútilmente trató de perpetuarse en el poder.

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26 jul 2015

Jugar con fuego

Nelson Quichillao López, trabajador del cobre, murió al recibir una de la treintena de balas que carabineros reconoce haber disparado contra huelguistas movilizados en legítima defensa de sus derechos laborales. Ello es consecuencia directa de una pantomima de reacción thermidoriana, que desde hace unos meses se ha pretendido imponer a un país estremecido por la más profunda crisis política desde el retorno a la democracia, impulsada por una gigantesca movilización popular evidentemente en alza.

Su muerte se suma al asesinato de Diego Guzmán a manos de un matón fascista y las lesiones provocadas por un carro lanza agua que dejaron en estado de coma a Rodrigo Avilés, mientras ambos jóvenes participaban en manifestaciones estudiantiles en semanas recientes.

No puede esperarse algo muy diferente cuando, con el propósito explícito de frenar la acción de un gobierno y parlamento elegidos democráticamente para hacer los cambios más impostergables, éstos ahora se declaran imposibles y se busca maniatar a la Presidenta, creando un clima de desgobierno y demonizando las manifestaciones hasta el punto que un torpe responsable del orden público declaró que buena parte de los que marchan son delincuentes.

El principal pretexto esgrimido para el frenazo es la desaceleración económica, que se atribuye a la desconfianza del empresariado, supuestamente provocada por las reformas. No hay plata para realizarlas, se dice, y además contarían con el rechazo mayoritario de la ciudadanía, lo cual es raro puesto que la misma ciudadanía se manifiesta abrumadoramente por cambiar la situación actual. Frente a esto se pide realismo, moderar las expectativas, gradualidad, freno y postergación de las reformas, intentando incluso deshacer parte de los modestos cambios tributarios ya aprobados; en una palabra, se brama por “realismo político”.

La desaceleración es un hecho y se va a poner peor, especialmente si las autoridades económicas cometen el desatino de restringir el gasto público ahora. Ello se debe casi exclusivamente al fin del período de “vacas gordas” del precio del cobre,  cuya caída se inició en el mismo mes que la desaceleración chilena y desde entonces se ha reducido a la mitad y probablemente va a continuar oscilando a la baja por un par de décadas.

La falacia es que el ritmo de las reformas deba o vaya a detenerse debido a la desaceleración de la economía. Ciertamente el descontento popular que las impulsa, que ya ha alcanzado niveles explosivos, solo va a crecer con las dificultades económicas y sus consecuencias ya las experimentó Pinochet cuando se vino abajo el precio de las materias primas a principios de los años 1980. Difícilmente se puede calmar predicando moderación de las expectativas, gradualidad en las reformas y toda la palabrería que se escucha por estos días. Todo ello no hace sino acrecentar la indignación ciudadana y la deslegitimación de las instituciones políticas.

Por otra parte, las reformas en su conjunto no cuestan plata al fisco sino al revés, le reportan muchísimos recursos. Ello es evidente en el caso de la reforma tributaria que, por mala que haya salido de la cocina, le ha proporcionado al menos mil millones de dólares extra al fisco ya este año.

La muy moderada reforma laboral no cuesta plata al fisco, como ha dicho la Presidenta de la CUT. Del mismo modo, enterrar definitivamente la política de austeridad fiscal en períodos de crisis permitirá morigerar el impacto recesivo de la baja en el precio del cobre. Intentar sacarla de la tumba en este momento, como parece pretender el actual ministro de Hacienda, sería sencillamente suicida.

Es verdad que la reforma educacional cuesta dinero, pero mucho menos de lo que afirman sus detractores. La mitad de la gratuidad en educación superior se puede lograr de inmediato solo resignando los subsidios fiscales en becas y créditos, a aportes directos a la instituciones de calidad. Para eso no se necesita nueva ley ni más dinero sino sólo reasignar las partidas respectivas en la ley del presupuesto, lo que el gobierno se propone hacer en parte este año y podría haber hecho ya el pasado.

El caso más espectacular a este respecto es la reforma previsional. Terminar con las AFP y utilizar el dinero de las cotizaciones mensuales para pagar pensiones, en lugar de desviarlas a los bolsillos de “industria previsional” y los mercados financieros internacionales, se puede simultáneamente: reducir la edad efectiva de jubilación que actualmente es de 70 años, a la edad legal, jubilando a todos los que la han excedido; duplicar ahora todas las pensiones y reajustarlas anualmente en el índice de remuneraciones y simultáneamente ¡ahorrar subsidios fiscales equivalentes a más de lo adicional requerido para que las familias no paguen nada en educación superior!

Y para qué hablar de la madre de todas las reformas, la renacionalización del cobre. Ésta era difícil de llevar a cabo en los años de “vacas gordas” de precios del metal, puesto que los cantos de sirena de la industria extractiva resultaban entonces difíciles de resistir.

Sin embargo, esta reforma indispensable aparece más urgente cuando el precio cae, las inversiones privadas se detienen y los supuestos beneficios de un modelo exportador de materias primas muestra toda su fragilidad. A nadie le caben dudas que, aparte de las ventajas de pasar a un modelo de desarrollo basado en el valor agregado por el trabajo de los chilenos y chilenas, los ingresos fiscales aumentarían al menos en un 50 por ciento, puesto que a eso equivale la renta apropiada por las mineras privadas que operan en Chile, a lo largo de los últimos años.

Es fácil imaginar el impacto que reformas como las indicadas, que consideradas en conjunto no significarán un peso más de gasto al fisco sino todo lo contrario, tendrían sobre el malestar ciudadano. Ciertamente enojarían bastante a la “industria” financiera, minera, pesquera y forestal, que son las que hoy expropian todas las cotizaciones supuestamente destinadas a la previsión y la mayor parte de la renta de los recursos naturales. Sin embargo, difícilmente agudizarían la indignación ciudadana que está en el trasfondo de la crisis política actual.

Lo contrario sucedería si las reformas se desvirtúan o no se hacen. En el caso de la reforma laboral, no hay que ser brujo para avizorar que pretender “cocinarla” puede bien resultar en el primer paro nacional obrero en serio desde 1973, el horno no está para esos bollos.

El problema que aqueja a las reformas es lo que en ciencia política clásica se denomina “cretinismo político”. Este concepto se refiere a la pretensión de hacer política sin considerar el estado de ánimo prevaleciente en la gran masa de la población, el que se mueve, lentamente como todas las cosas masivas, siguiendo una trayectoria cíclica, con oscilaciones de corto plazo que se inscriben en otras más largas. En política, al igual que en economía, es indispensable saber si se trata de un momento de baja, de calma chicha o de gran actividad. El aplicar en un momento medidas que serían adecuadas a otro puede conducir a los peores errores e incluso a grandes catástrofes.

Existe el cretinismo político de izquierda, que los chilenos conocemos bien, que consiste en pretende “avanzar sin transar” en circunstancias que el ciclo subyacente de actividad política de la ciudadanía atraviesa por un momento de baja, como el que se vivió a partir de marzo del año 1973, o calma chicha como la que se vivió en las décadas de 1990 y 2000.

Al revés, el cretinismo político de derecha es pretender hacer política timorata en períodos de activismo ciudadano ascendente o desbordante. Esta forma de cretinismo político parece campear en Chile por estos meses. Hay verdaderos gurús en la materia, que sacan la voz apenas se produce un pequeño remanso en la actividad política masiva. Ellos todavía no aciertan a comprender porque han perdido casi todo el prestigio ciudadano que gozaron durante a los años 1990 y 2000 ¡Precisamente porque siguen haciendo y diciendo exactamente lo mismo que entonces!

Lo más probable es que la última moda de “realismo” dure lo que un suspiro, aventada por un rebrote aún mayor y menos silenciosa de la movilización popular. Lo que sorprende es la ceguera de quienes promueven hoy el “realismo”, el gran empresariado, los grandes medios y algunos connotados políticos que aparecieron como grandes próceres en el reciente período de calma chicha.

¿Es que acaso no se dan cuenta que la crisis actual no es como las anteriores de la transición, producto de una pataleta de los llamados poderes fácticos, ni tampoco se debe a la torpeza del actor o actriz tal o cual, sino es el resultado de la indignación ciudadana frente a la incapacidad del sistema político de ofrecer un cauce de solución a los problemas y tensiones profundos que se han acumulado a lo largo de más de dos décadas?

Felizmente, Chile cuenta con un sistema de partidos experimentados en todo el espectro político y los más progresistas han formado la coalición más amplia de la historia patria. Muchos de sus dirigentes han vivido no uno sino varios de los grandes estallidos populares que han jalonado el devenir del último siglo.

Ellos saben perfectamente que la única manera de conducir a buen puerto la inmensa cantidad de energía que fluye durante estas erupciones sociales no es intentar frenarlas, sino por el contrario ponerse a la cabeza de las mismas, elevando la puntería de las consignas y formando amplias coaliciones capaces de recoger y canalizar las esperanzas populares y traducirlas en las reformas que se pueden y deben realizar, entre las cuales están todas las mencionadas más arriba, además de varias otras.

Asimismo, estos partidos han aprendido —dolorosamente— a saber apreciar cuando ha llegado el momento de parar y consolidar lo logrado, pero es bien evidente que dicho momento se encuentra todavía bastante lejano en el ciclo actual. Por ahora, sólo cabe exigir del sistema político que se ordene un poco y retome su rumbo reformista con la decisión y audacia que se requieren para los tiempos que corren.

De manera que no haya que lamentar más muertes entre los manifestantes populares.

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26 jul 2015

¡Alerta Contraloría!

La opinión pública informada que sigue y entiende los avatares de las malas prácticas en el ámbito de Vivienda y Urbanismo ya conoce los recientes y categóricos dictámenes de la Contraloría General de la República, mediante los cuales se evidenció la caducidad de dos antiguos permisos de edificación cursados a 1.- una inmobiliaria de propiedad, en partes iguales, de Cencosud, Parque Arauco y Ripley, para que construyera un voluminoso mall en la comuna de Viña del Mar y 2.- otra inmobiliaria de Cencosud para que construyera también un mall, aunque bastante más invasivo, sobre la Av. Kennedy, comuna de Vitacura.

En ambos casos los mencionados inversionistas inmobiliarios utilizaron la habitual práctica de comprar a terceros los sitios eriazos con los permisos incluidos, con la seguridad de que nadie se iba a percatar de que tales actos administrativos estaban caducados por el imperio de la ley.

En efecto, tal como lo hemos dicho en ocasiones anteriores este tipo de permisos pierden su validez a los 3 años de concedidos si no se hubiesen iniciado las faenas descritas en la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones (OGUC). Este lucrativo negocio empleado por muchos actores del sector privado es recurrente porque, si no se detecta, como en el caso en comento, se mantienen vigentes las normas urbanísticas excesivamente permisivas contenidas en esos permisos cursados hace 15 años, los cuales fueron comprados por sus actuales poseedores hace pocos años atrás.

En estos dos casos, los actuales titulares intentaban aprovechar las disposiciones urbanísticas contenidas en los Planes Reguladores Comunales (PRC) de aquella época, pero les fallaron sus cálculos pues, a raíz de sendas denuncias presentadas en la Contraloría por la Fundación Defendamos la Ciudad, el ente fiscalizador obligó a las Direcciones de Obras de esos dos municipios que declararan las caducidades de los permisos pues se había incumplido la norma de la OGUC, con lo cual ahora estos dos negocios se deberán enmarcar en las reglas del juego vigentes en los respectivos PRC, las cuales, como se entenderá, son bastante más restrictivas.

Ahora bien,  a pesar de que tales actores privados le hicieron notar oportunamente a la Contraloría sus particulares puntos de vista para mantener sus preciados permisos y como no están dispuestos a ceñirse a la ley y a su ordenanza, ya han anunciado por la prensa de que recurrirán a los tribunales de justicia con la vana esperanza de que los jueces los acogerán.

Como estamos ante el riesgo latente de que los privados recurrirán en contra de las municipalidades y no en contra de la Contraloría, pues es más fácil enfrentar a las primeras que a los competentes abogados del Consejo de Defensa del Estado (CDE), organismo que asume esta responsabilidad por cuenta del ente fiscalizador para salvaguardar el apego a le ley, en pocas palabras relataremos un burlesco episodio reciente en el cual una constructora, coludida con una municipalidad, debido a un rudimentario fallo de la Tercera Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago, dejaron sin efecto el categórico dictamen Nº 46139 del 24/06/14 de la Contraloría, que impedía la edificación de una torre comercial en un sector protegido patrimonialmente, pues ambas instancias, vía argucias interpretativas, se las arreglaron para que los magistrados solo se abocaran a lo que ellas querían.

¿Qué había sucedido?

La Inmobiliaria Monjitas S.A. había solicitado a la Dirección de Obras de la Municipalidad (DOM) de Santiago un permiso de edificación para construir una torre de oficinas de 13 pisos, con 107 estacionamientos, sobre un terreno de 2.034 m2 de propiedad de la Compañía de Seguros de Vida BICE S.A., predio que enfrenta las calles Monjitas y Miraflores, manzana en donde se localiza, por la calle Miraflores, el Monumento Histórico Colegio de Enfermeras de Chile. El 31 de enero de 2013 la DOM le formuló a diversas objeciones a dicha solicitud.

La más importante de las observaciones al proyecto dice relación con la vigencia del artículo 27º del PRC de Santiago que limita la altura de los nuevos edificios a construirse en esa manzana a la que tiene el mencionado monumento histórico. Esta edificación patrimonial tiene una altura de 8,81 metros, que equivalen a unos 3 pisos, y para que la inmobiliaria supiera a qué atenerse con respecto a su futura inversión, la DOM le dio a conocer el dictamen Nº 63.433 del 13/11/09 de la Contraloría, en el cual, contestando una consulta de la Cámara Chilena de la Construcción, se dejó establecida la validez de la restricción aludida.

Pero, curiosidades aparte, la misma DOM, con fecha 05/06/13, aprueba a esa inmobiliaria el permiso Nº 15.346 “olvidándose” de la prohibición contemplada en su PRC y así se inician las faenas del edificio, ante lo cual los vecinos afectados denunciaron la ilegalidad en la Contraloría, la que fue prontamente acogida pues era inverosímil la práctica municipal. En su dictamen Nº 46139 dirigido a la alcaldesa se le anunció que se iba a instruir un procedimiento disciplinario en contra de los funcionarios que intervinieron en la tramitación del permiso trucho.

Para evitarse el imperio del dictamen, se ideó la ingeniosa fórmula de paralizar las obras del proyecto lo que posibilitó judicializar la situación y con este motivo el sagaz abogado Samuel Donoso, defensor de Contesse de SQM en su intento ante el TC y quien apareció en el SII como abogado del Ministerio del Interior, interpuso un recurso de protección en contra de la municipalidad (?).

En la tramitación de la causa se aludió tangencialmente al dictamen de la Contraloría, porque el municipio hacía valer una disposición de la OGUC para justificar la validez del permiso, la que en todo caso ya había sido desestimada por el ente fiscalizador. El tribunal, para salvar las apariencias, reconoció en el fallo del 15/09/14, rol 45.153-2014, que la municipalidad había solicitado una reconsideración a la Contraloría, pero sin indicar su resultado negativo y gracias a este ardid la sentencia favoreció a la inmobiliaria.

Como era obvio, este buscado fallo no fue apelado por la municipalidad y por ello el edificio de la contenta inmobiliaria está en terminaciones. En una reunión que sostuviéramos con el contralor Ramiro Mendoza, días antes de que dejara su alta función, por otras situaciones pendientes, aprovechamos de expresarle cómo en el caso relatado se había burlado su dictamen, pero ya era demasiado tarde.

Por ello y para que no se repitan estas agudas “travesuras”, es fundamental que la Contraloría se ponga alerta, ya que en general los municipios del país no tienen los estándares de probidad y apego irrestricto a la ley que sí tiene el ente fiscalizador.

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25 jul 2015

Ezzati y otras cosas

Creo que no estamos bien, opinión personal. Ha sido un año difícil, si sólo miramos apenas este calendario y el precio del cobre. Algo nos consuela lo de la Copa América y nos preocupan los seudo-hinchas que delinquen en cualquier partido como si fuera entre familias que se odian tanto.

De familias ni hablar, aunque inventen días de la madre, padre o de los niñitos. Y queremos regalarles. Tenemos buenas intenciones, es cierto, tenemos problemas económicos que han estado siempre. Es que hoy día queremos comprar más cosas, aunque ya tengamos las de antes.

Tampoco el clima nos acompaña, no mencionaré las catástrofes del Norte o las conocidas en el Sur. Pero hace mucho frío y esto no ayuda a activar lo que deseamos. Qué pasará cuando llueva, inundaciones sabidas. Desaparecieron el San Isidro labrador y el que salga el sol, que por suerte no nos abandona. No tenemos idea cómo colaboramos al calentamiento global. Inocentes, estamos convencidos que no nos afectará.

No se trata de ser pesimistas; por el lado opuesto somos unos optimistas disfrazados. Para decirlo o para serlo. Claro, la edad obliga a ser más que prudentes para que no se nos arrugue lo que llamamos alma. No es fácil, pero siempre ha sido difícil vivir y sin consuelos de la vida eterna que dicen nos espera. En lo que no creo.

Se nos vino abaja el mentado Papa Francisco poco menos que bailando la cueca chuquisaqueña con el Evo, por más que ahora trate de arreglarla. Lo perdimos. El problema deriva que inventamos las fronteras en vez de ser los Pueblos Unidos de Sudamérica.

Es consecuencia de ser pueblos invadidos por España y Portugal que tuvimos que espantarlos inventado los héroes que haya lugar. Y estos pueblitos no formaron un real Estado sino que todavía nos agarramos por una cumbre, una costa, un río o cualquier loma que por geografía nos separe.  Así divididos fuimos re-colonizados por los gringos y los yanquis. Ahora vienen los chinos a practicar las mismas artes de dependencia con el ardid que nos tienden ferrocarriles o canales.

¿No los podemos hacer nosotros mismos? No, porque somos pobres, no tenemos capital ni conocimientos. No entregamos el sub-desarrollo, se quedó aquí impidiendo el florecer del conocimiento. Entregamos las materias primas, sin refinar como el cobre y el hierro.

¿Cuándo empezaremos a surgir? Muy difícil ahora en este país que era católico con hartos santos y sólo un Cardenal Silva. Hoy no le vamos a celebrar las tropelías del clero con nuestras niñas y niños. Ni vamos a seguir al italiano Ezzati que echa el bofe por consolarnos. ¿Y seguiremos dejándolo hablar como si no nos diéramos cuenta que se opone a cuanta medida que un país republicano busca con prudencia para vivir mejor?

No, yo no lo escucho, es asunto mío. ¿Pero lo vamos a dejar predicar el día del Te Deum?Porque no nos dimos cuenta que en el 18 de septiembre donde celebramos la Primera Junta Nacional de Gobierno se nos impuso una celebración católica en vez de honrar un acto histórico poco trascendente, que tuvimos que volver a empezar con guerras anti-hispánicas. El Te Deum fue una imposición que se superpone a celebrar la independencia nacional, desde temprano.

Entonces, vamos a permitir que Ezzati vuelva a predicar el 18. Seamos serios. El así llamado pastor de los católicos no puede ni debe, con todas las tropelías de su Iglesia, volver a predicar ese día.

Sería mejor que el discurso en la Catedral lo hagan otros pastores de otras creencias en conjunto y no darle crédito a un hombre que no es querido por los chilenos. O por último, que algún otro sacerdote chileno que sea respetado por los católicos de Chile exprese una oración humilde.

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25 jul 2015

La nueva política

El domingo 19 de julio, el partido al cual con mucho orgullo pertenezco, realizó una elección complementaria para elegir al sucesor de un renunciado diputado. Como Juventud siempre estuvimos por la realización de una elección lo más abierta posible, lo mas inclusiva y transparente lograble (ya que del mundo de lo posible hay  una infinidad de atajos) es por ello que nos presentamos e institucionalizamos una elección, cosa nunca antes realizada por la JPPD.

Si bien el proceso no fue de lo más sencillo, más bien lleno de complejidades orgánicas, administrativas y políticas, siendo esta últimas siempre las más complejas de soslayar debido a la multiplicidad de factores que las componen, cuando el poder opera se nota y como jóvenes lo notamos enormemente pero  pudimos convivir con el, más no derrotarlo pero sí desnudarlo.

Esta tensión inagotable entre las practicas mas éticas y el pragmatismo político dieron paso a lo que en lo personal calificaría como nuestro gran triunfo, la confrontación de la vieja política y #laNUEVAPOLITICA.

Estas dos formas de actuar se vieron absolutamente reflejadas en la pasada elección, con una gran cantidad de candidatos a los cuales me refiero con todo el respeto posible, y los hago entender que la vieja política no es peyorativa sino una forma de actuar de la cual nos diferenciamos y tomamos una enorme distancia, intelectual y práctica.

La nueva política no solo es el antónimo de la vieja, sino que va más allá, es una postura ético-moral del actuar político, es por ello que no solo es hacer las cosas de otra forma, no solo se diferencian que un mete votos en las urnas y la otra no, sino que se diferencian que una no denuncia sino se encarga de que todas las mesas tengan apoderados generando un despliegue monumental sin importar los costos que esto implique para que así la elección y los ciudadanos se vean resguardados en el derecho soberano que tienen de decisión.

Yo me pregunto ¿el inducir a último momento el voto o el ejercer fraude electoral afecta solo a los contrincantes? Negativo, afecta a todo un proceso ya que lo vacía en su fin último, el representar la realidad.

Qué bueno que hablamos de gastos esto es un tema fundamental, la nueva política es capaz sin miedo de transparentar los aportes recibidos, la vieja tiene miedo y vive en la oscuridad del anonimato financiero, generando gasto irrisorios motivados por la falta de cercanía social, creyendo que es más eficiente otorgar dinero a dirigentes sociales, los cuales mediante este incentivo motivarán a sus pares y no me cabe duda que sea de acuerdo a sus mismas inclinaciones, mientras tanto la nueva política convive con la ciudadanía en todo momento siendo esta el principal sustento valórico.

La nueva cree en las estructuras, porque también cuenta con vocación de poder, pero la regulación es clave, no es posible que hoy los partidos estén llenos de cargos y estos a su vez generan divisiones, pero que luego son abandonados generando desolación en las estructuras internas de quienes son por definición  los vehículos entre la ciudadanía y el Estado.

Si esto es una práctica común, la nueva política no viene a erradicarla sino mas bien la viene a hacer pública, porque no es posible que en más de 1 año existan órganos técnicos elegidos de manera política, que no funcionen y se vean inundados de inoperancia, es muy claro, no permitiremos que los espacios se copen solo para coartar a otro de usarlo y activarlo, porque aquella acción es fascismo y en un partido que se define por la democracia aquello es una contradicción fundamental.

La nueva política recupera principios de universalidad,  la política en particular en singular es la que hoy hace tan voluble esta práctica, como algún día lo escribió Kant “para que una acción sea permisible debe ser posible de aplicarla a todas las personas sin resultar contradictoria”.

Esto llevado a un lenguaje más sencillo es solo buscar un sentido común, lo que la vieja política extravió en un camino sin regreso, Penta, SQM, Martelli, facturas, boletas,  son señales inequívocas de la singularidad de la política ya que no existe mas allá de mi terreno  y el sentido común no es más que la igualación de yo como político, al pensamiento común de aquellos gobernados.

¿Cómo esto va a ser posible si mi moral es mayor?, bueno, lo anterior desnuda la crisis actual en un buen chilenismo “tener los pies en la tierra”: la nueva política es la tierra, ni siquiera un cuerpo, ya que su actuación es intrínsecamente colectiva y universal- educación gratuita para todos- un buen ejemplo de una posición original, ya que no importa la formación de vida sino la persona imaginando una abstracción social donde las condiciones no operan,  es el derecho y el auxilio social el primordial.

La nueva política no es temerosa, inunda los espacios de propuestas y no transa por conveniencia, no solo es joven, sino es también aquella voz de los postergados por el poder anacrónico y que nunca bajaron sus cabezas para ser bendecidos ni goteados por un cuerpo mayor dotado de poder pero hambriento de complacencia que no crea compañeros sino servidumbre, siendo estos solo la extensión instrumental de las acciones pragmáticas del “líder” pero carentes absolutamente de decisiones personales y más aun ausentes de autocrítica.

La vieja política es esa que sin conocer a alguien son capaces de apoyarlo sin saber siquiera a quien están respaldando, sino más bien solo conociendo una orden, son lo más similar a un perro adiestrado al sonido de un silbato, en lo personal quiero que me gobiernen humanos con capacidad de razonar, dialogar, ceder, incluir y decidir .

Sumarte a la nueva política es la opción del cambio real y del pronto desarrollo social esperado, sumarte es un deber de cada uno como ciudadano, indignarte es una opción sin reacción, la nueva política es la acción más reactiva, el principio catalizador de una sociedad cansada de postergaciones, oscuridad y pixelada, es por ello que debemos valorar cada acción que por más modesta o grandiosa lleve el mensaje de #laNUEVAPOLITICA.

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24 jul 2015

Gratuidad universal

Sin duda que la tramitación de las distintas aristas de la Reforma Educacional ha estado marcada por las divergencias y algunas descoordinaciones, las cuales son entendibles y legítimas debido a la complejidad de los temas que aborda. Pero eso debe tener algunos márgenes cuando se trata de salvaguardar la coherencia de la oferta esencial que hemos hecho al país.

Particularmente, la gratuidad universal en la enseñanza superior es un asunto de principios que la Nueva Mayoría debe procurar cumplir.

Una cosa completamente entendible es la necesidad de introducir el concepto de gradualidad en la medida, lo que incluye atender de manera preferente a los segmentos más vulnerables en una primera etapa, pero eso no debiera dar pábulo a discriminaciones con los estudiantes de las entidades que no están en el Consejo de Rectores.

Muchos de los estudiantes que realizan sus estudios en las universidades y Centros de Formación Técnica que no pertenecen al CRUCH son los que más necesitan del apoyo del Estado para poder optar a una enseñanza superior que les permita un salto social.

Incluso, se puede dar la paradoja de que en una misma familia, haya una parte de los hijos que estén estudiando en universidades del Consejo de Rectores y otros en universidades que no pertenezcan al organismo. ¿Cómo funciona ahí el criterio de discriminación? Esa es la realidad día a día y el país no puede escapar a ella ni menos cerrar los ojos.

Compartimos plenamente la inquietud de la Presidenta de la República en el sentido de que hay que actuar con realismo pero sin renunciar a la esencia de la reforma. Y por lo mismo creemos que se debe hacer un esfuerzo para que una vez que la economía retome su ritmo de crecimiento y la recaudación fiscal se consolide con los ajustes a la Reforma Tributaria, se dé una señal de tranquilidad a las familias de la clase media que son las que mayoritariamente acceden a este segmento de casas de estudio.

Chile debe necesariamente replantearse la forma en que las transferencias del Estado hacen la diferencia entre mantener las discriminaciones y aportar al crecimiento de las personas y las familias. Para la DC no hay elementos de principio que justifiquen esta diferencia. Cualquier alegato en contra de la igualdad de trato entre universidades del CRUCH y las que no lo son, es completamente discutible y corregible.

Queremos ayudar a la ciudadanía, a la gente que más esfuerzos ha hecho por tener un mejor futuro para sus hijos y la gratuidad universal es uno de esos elementos.

Insisto, una vez que la economía lo permita, hay espacio para retomar la esencia de los elementos de la Reforma Educacional, pero tal vez lo más importante es que sabemos que hay espacio político en la Nueva Mayoría, para dar ese debate.

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24 jul 2015

Cirilo Vila en la memoria

Mis primeros recuerdos de Cirilo Vila se remontan al fantástico tiempo de la Nueva Canción Chilena, es decir, finales de los años 60 e inicios de los 70. Hacer música entonces era abrir un camino nunca antes explorado, y esta constatación sirve, por supuesto, para entender lo que fue la vida político-cultural y seguramente éxitos y fracasos de esas gestas. Fueron años de tiempos desbordados, de fuertes cambios de hábitos, esperanzas y entregas generosas que cuesta imaginar factibles hoy en día.

Para quienes nos asomábamos al deseo de componer -y talvez dedicar la vida a la música-surgieron algunos maestros educadores de aquello que fue, finalmente, un complemento sin el cual no hubiéramos podido caminar el trecho que llevamos.

Yo estudiaba guitarra clásica con doña Liliana Pérez y lo hacía en la Escuela Musical Vespertina, dependiente de la Facultad de Ciencias y Artes Musicales, que funcionaba en la calle Agustinas, entre San Martín y Manuel Rodríguez. En este espacio, que lo recuerdo cariñoso, asistíamos a cursos de armonía, audición dirigida, formas y, por supuesto, debate y conversaciones sobre el rol de la música y los artistas, etc. La vida era un torbellino de sucesos y descubrimientos.

Ahí estaban, en primer lugar y un poco organizando la idea de la Escuela Musical Vespertina, Gustavo Becerra. Luego aparecía Sergio Ortega, Luis Advis. También, en otro recodo del ambiente musical, se asomaba Celso Garrido-Lecca, quien fuera mi profesor tutor cuando estudié composición en el Conservatorio, y por ahí, compartiendo su semblante principesco con Celso, Fernando García, mi profesor de audición dirigida. Pero un día tuve un impacto y una confirmación del enorme poder subyugador que tiene la música: asistí a una clase de Cirilo Vila.

Allí explicaría algunas estructuras de la música barroca y la forma sonata, si mal no recuerdo. Fue una clase larga que se resistía a terminar. Al cabo de unas palabras se puso a ilustrar con notas, frases, períodos y, finalmente, obras musicales completas, que pasaban por sus atareadas y enfáticas manos con una entrega total a las exigencias de una buena y apasionada interpretación al piano. Así conocí a Cirilo y recuerdo que su entusiasmo y abandono en el empeño de educar me quedó profundamente grabado, tal vez como otro ejemplo de la fascinación, por misterio, en la que entramos cuando nos sumergimos en medio de la música, como en un océano. Por supuesto fue una clase sudorosa, como aprendí luego que así eran las suyas, tal como en un recital o concierto.

Esta imagen es la que conservaré de Cirilo Vila, maestro querido por todos. Y esa entrega suya me identifica en plenitud. Tocando como si fuera la última vez. Así es como creo que debemos enfrentar el magnífico ritual de la interpretación musical y como también debiera ser el de enseñar.

Porque, en el fondo, el tiempo que tenemos no es tanto y bien vale la pena estrujarlo, tratándose de algo tan maravilloso como fue lo que nos dijo, en música, el maestro Cirilo, aquella tarde en la Escuela Musical Vespertina.

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