30 ago 2015

Cobre

En las últimas semanas el precio del cobre ha caído a 2,3 dólares por libra, exactamente la mitad de su máximo histórico alcanzado a principios del año 2011.

Lamentablemente, si la economía mundial repite el curso de su evolución en el pasado, que de seguro no será igual pero probablemente tampoco será muy diferente esta vez, cabe esperar que el “súper ciclo” del precio del cobre siga oscilando hacia abajo, hasta caer sostenidamente por debajo de su promedio de largo plazo de dos dólares por libra en algún momento del próximo quinquenio.

Luego debería continuar bajando hasta rozar sus mínimos históricos de un dólar por libra en el quinquenio siguiente, antes de recobrar su curso alcista de largo plazo.

El cobre no se mueve solo, puesto que los catorce principales recursos naturales encabezados por el petróleo y el gas, siguen casi la misma trayectoria de largo plazo. ¡Nadando todos contra de la corriente, moviéndose exactamente al revés de las economías desarrolladas!

Los precios de aquellos se dispararon cuando éstas atravesaron períodos de turbulencias y crisis secular en las décadas de 1970 y 2000. En cambio, los precios caen a piso cuando las economías desarrolladas se recuperan y alcanzan un auge en las décadas de 1980 y 1990, y ahora nuevamente, cuando inician por fin, aunque a tropezones, su recuperación secular tras la crisis iniciada el 2000.

Para entender este comportamiento contradictorio de sus precios, es necesario recordar el ABC de la economía de recursos naturales: su oferta está sujeta a restricciones y no puede ajustarse elásticamente a las constantes variaciones de la demanda, como sí ocurre con los productos y servicios industriales normales, por lo cual el precio de estos es determinado exclusivamente por la oferta, siendo igual al costo promedio de producción.

El precio de las materias primas, en cambio, es determinado exclusivamente por la demanda y cambia todos los días, a cada minuto, a cada segundo y milésima de segundo. Por este motivo, es propenso a la especulación y su demanda tiene dos componentes: producción y especulación.

La evidencia antes señalada demuestra que lo que determina el precio de largo plazo de las materias primas es precisamente la componente especulativa, que más que compensa la baja en la demanda productiva durante los periodos de crisis secular y anula el crecimiento de esta durante las recuperaciones económicas de los países desarrollados.

Los capitales especulativos abundan por cierto durante los periodos de crisis secular, puesto que en tiempos como éstos se reducen las oportunidades de inversión productiva en las economías desarrolladas.

¡Hic rodus, hic salta! Misterio develado, pero mala cosa para la economía chilena, que depende absolutamente del precio del metal y cuyo ritmo de crecimiento ha caído a la tercera parte desde el 2011, aunque todavía logra mantener una tasa nada despreciable de 2,4 por ciento por año.

Lo único bueno de todo este asunto es que hará caer a los chilenos que la economía no puede depender de las veleidades especulativas del precio del cobre y su renta, sino que tiene que basarse en el valor agregado por el trabajo de los chilenos y chilenas aplicado a la producción competitiva de bienes y servicios que se vendan en el mercado.

Para eso es necesario re nacionalizar el cobre para terminar con la hegemonía rentista en la élite empresarial chilena.

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30 ago 2015

Un Congreso crítico y propositivo

Ha sido convocado el Congreso General de nuestro Partido Socialista para el próximo mes de enero; se trata de un periodo marcado por la deliberación política, el intercambio de criterios y la reflexión acerca de las tareas y del horizonte de las luchas del socialismo chileno.

En primerísimo lugar, el Congreso deberá definir la línea política que permita derrotar el permanente afán de la derecha política y económica de tener una posición preponderante, ayer brutalmente con la dictadura y ahora, en democracia, manipulando la voluntad del sistema político con prebendas o lisonjas. El episodio de las boletas fraudulentas que financian ilegalmente campañas electorales, refleja una derecha resuelta a corromper conductas oportunistas para imponer sus designios.

Ese es el factor clave que se cruza en la lucha contra la desigualdad, la derecha que pretende anular los avances logrados en este periodo. En particular, en la UDI, han sido categóricos en su propósito de revertir la reforma tributaria. Además, los ultras de derecha, entre ellos algunos detrás de la marcha de los camioneros, azuzan un clima desestabilizador usando métodos de presión totalmente deplorables.

En este contexto, el desafío de las reformas debe encararse afianzando la unidad en nuestras filas. En un momento político como el actual, lleno de tensiones y dificultades, cerrar filas es fundamental.

Pero no basta, esa voluntad de cohesión es primordial; sin embargo, debe ser encauzada en una perspectiva más amplia, pues lo que se requiere de este Congreso General es claridad y una nítida resolución de hacia donde se orientará la acción política socialista en los próximos años, en lo que queda de este gobierno y en como orientaremos nuestra conducta ante la elección de un nuevo gobierno, con todas las consecuencias que ello implica.

La estabilidad  forjada desde los gobiernos democráticos fue decisiva para hacer fracasar el plan pinochetista de regresar al poder. Tal conquista no era conservadurismo como es la crítica del sector refundacional. Lejos de ello la estabilidad institucional constituye la base que hace posible el proyecto de reformas propuesto a Chile. De modo que hay que cuidarla, revalorar su importancia y fortalecerla.

Ahora se deben superar las prácticas parasitarias, de tantos que se aprovechan con fines personales de una lucha tan justa, como es la consolidación democrática. Reponer la voluntad colectiva y el sentido de país, es una cuestión crucial que tendrá este Congreso Socialista.

Con vistas a nuestro Congreso, se pueden distinguir tres grandes tipos de conducta.

a) Pensar con un exclusivo criterio de reafirmación y chovinismo partidario; ir al Congreso para aplaudirnos mutuamente, proclamar lo magnífico que somos y dar una ovación cerrada a los discursos de inauguración.

b) Adoptar una posición contestataria encontrando todo malo y rechazar cualquier idea constructiva que se sugiera, es decir, asociarse con los aires de antipartidismo anarquizante que se han hecho presente, desde la llegada de los llamados “díscolos”.

c) Asumir la responsabilidad que nos corresponde como socialistas y participar con el ánimo de reflexionar, de hacer de este momento una gran ocasión para la deliberación política, para contribuir a clarificar el rumbo del próximo periodo.

Si conseguimos esto último, vale decir, que desde una posición de lealtad sin conformismo, tanto de apoyo al gobierno de la Presidenta Bachelet como de fortalecimiento del pensamiento político del socialismo, para dar continuidad en el nuevo periodo a  la brega contra la desigualdad y para reimpulsar la profundización democrática en Chile, el Partido Socialista podrá hacer de este evento, que algunos miran con escepticismo, un gran Congreso de los socialistas chilenos.

Entonces, la misión es instalar las reformas con gradualidad y enfrentar la corrupción, dando respuesta a las exigencias que hoy la situación nacional demanda y ser capaces de proyectar, nuevamente, una opción sólida y viable para el próximo periodo.

En lo fundamental esto se refiere a:

1- La necesidad de enfrentar la crisis de legitimidad que hoy afecta al sistema político del país, de cómo los partidos populares se hacen cargo del descrédito que hoy lo afecta, que puede llegar a dañar la estabilidad democrática del país.

2- La sanción de las prácticas corruptas resulta ser una condición vital para restablecer la legitimidad de los Partidos y del sistema político.

3- A reimpulsar un crecimiento sostenido que dinamice la economía y asegure la base material de las reformas que la ciudadanía espera.

4- A poner en marcha un camino institucional que permita avanzar hacia una nueva Constitución Política del Estado.

5- A reforzar una agenda social que responda al desafío de frenar la desigualdad, cuyo pilar esencial radica en la reforma educacional que levanta el actual gobierno.

Asimismo, este Congreso Socialista, debe preocuparse con seriedad y a fondo de la situación del propio Partido; hay que reconocer que la orgánica partidaria se ha debilitado y que el distanciamiento desde la ciudadanía al sistema político, también lo afectan dañando sus lazos y vínculos con la sociedad civil.

Es la hora de rehacer la convivencia partidaria, politizando los debates internos, dejando atrás los juicios que sólo buscan las descalificaciones personales, hay que practicar el pluralismo aceptando la diversidad de opiniones y superando el encierro en los exclusivos límites de los grupos internos.

En este periodo si el partido se limita exclusivamente a un ejercicio de clientelismo electoralista, a fin de asegurar una cuota de congresistas, se estará haciendo un flaco favor a sí mismo e involuntariamente estará ayudando a acrecentar la crisis de legitimidad y de confianza que abarca al sistema de partidos.

La formulación de la alternativa para la sucesión presidencial será una tarea decisiva. Tanto en sus contenidos programáticos como en el liderazgo que encarne nuestra propuesta.

Aun cuando no es la hora de definir nombres, tampoco sirve una actitud de intolerancia hacia la presencia pública de las figuras que pueden asumir el liderazgo. Una opción presidencial no se construye de un día para otro y tampoco es válido que mientras que unas opciones puedan desplegarse públicamente se intente coartar que las demás lo hagan. En lugar de reprimir hay que respaldar nuestros liderazgos.

La tarea de la reconstrucción política de la institucionalidad del socialismo es fundamental. Hay que rectificar y reconstituir una orgánica socialista deliberativa, crítica, comprometida, que ejerza una actitud de lealtad sin conformismo en el proceso de reformas estructurales que vive Chile.

Convencimos al país que el destino de la democracia chilena estaba unido inseparablemente a la lucha contra la desigualdad. Por eso, la candidatura de Michelle Bachelet logró el 62% de respaldo electoral. Fue una victoria potente.

Sin embargo, ciertas ideas tendientes a hacerlo todo de una sola vez, que coincidieron con el financiamiento irregular de las campañas, han creado una situación desfavorable, al no contar las reformas con la mayoría requerida para sustentarlas sólida y perdurablemente en el tiempo. La tarea es reconstituir esa mayoría.

Algunos quieren insistir y sugieren seguir adelante no importando como, incluso aunque se agraven los problemas de impopularidad del gobierno. Parece increíble que haya actores en la Nueva Mayoría para los cuales sea indiferente si las reformas tienen apoyo social o no. Tal es su voluntarismo que empujan hacia una actitud temeraria: intentar imponer las reformas independientemente de sí contamos o no con la mayoría para ese propósito.

Otros quieren renunciar a todo y caen en el mayor escepticismo. Hay que reagrupar las fuerzas y reponer, paso a paso, las mayorías necesarias para que las reformas no se detengan y se enfrente la desigualdad. No obstante, no habrá simultaneidad en el proceso y  es un error intentar hacerlo todo de una vez y en condición de minoría.

Avanzar paso a paso, gradualmente, es el camino que propuse hace ya varios meses. Las cosas no se hacen todas de una sola vez. El Estado democrático debe hacerse cargo de la sociedad en que actúa, por que la política tiene límites éticos y políticos, no se puede pensar en acciones cuyo alcance no tenga fronteras, aunque sea ingrato para algunos reconocerlo. El concepto de las condiciones objetivas para avanzar, no surgió porque sí en las filas de la izquierda, es una constatación de las limitaciones históricas del accionar de las fuerzas políticas, en sus respectivas realidades.

La experiencia del PS es vital para la solución de los retos de esta encrucijada. Para ello, los militantes deben ser respetados y reconocidos en sus derechos y el Congreso deberá ser participativo, unitario y sin cortapisas para que el debate sea profundo y la reflexión fecunda.

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30 ago 2015

Los países sin “bloqueo” ¿cómo están?

Ahora que está de moda el posible desbloqueo de Cuba por parte de EEUU se ha levantado la extraña tesis de que sin bloqueo ese pobre país comunista caminará sin duda por la senda del brillante desarrollo ofrecido por el capitalismo.

Se trataría de incorporarse al sistema capitalista mundial, a sus inversiones, a su sistema de producción con capital extranjero “occidental” (como si el capital tuviera nacionalidad), a su comercio, y listo. Lo demás vendría por añadidura en un mundo tan globalizado como el actual.

Como de un breve artículo periodístico se trata, tomemos por ejemplo al país más pobre del mundo: Níger.

Níger está ubicado en el corazón de África. Tiene 14,5 millones de habitantes, en una extensión de 1.270.000 kilómetros cuadrados (bastante más que Chile, algo así como Perú). Vive en permanentes luchas étnicas y socio-económicas; tiene un sistema político muy inestable, desde inicios del siglo XX, cuando fue objeto de luchas entre los colonialismos europeos y terminó siendo una colonia francesa.

Francia era ya una potencia capitalista mundial y “adoptó” a Níger. La adopción –todo lo contrario al bloqueo- duró hasta ahora en lo económico y hasta 1960, fecha de su independencia, en lo político-institucional. El país recibe fuerte inversión extranjera en la minería (es rico en petróleo, oro y especialmente uranio), y es el tercer exportador de uranio en el mundo. Tiene una expectativa de vida de 45 años y dos tercios de su población sobreviven bajo el índice de extrema pobreza. Figura sostenidamente en el último lugar del mundo en IDH (Índice de Desarrollo Humano). Níger no ha sido nunca bloqueado, por el contrario fue muy integrado, íntimamente integrado al capitalismo occidental desde inicios del siglo pasado.

Veamos otros ejemplos, éstos de países latinoamericanos no bloqueados, con sistemas económicos abiertos y propiedad privada en los bienes de producción, medidos con el mismo IDH con que se mide, por ejemplo, a Níger.

Niger: IDH 337… y Haití: IDH 470; Nicaragua: 614; Honduras: 617; Guatemala: 628; Bolivia: 667; Paraguay: 676; El Salvador: 680; Rep. Dominicana: 700. Son los más bajos de América Latina.

Los con IDH más altos en América Latina son Chile: 822; Cuba: 815; Argentina: 808; Uruguay: 790; Panamá: 765, y Venezuela: 764. México, Brasil, Perú y Colombia están más abajo.

Como notas interesantes digamos que Rusia tiene un IDH de 778, poco más que el de Panamá; que China tiene un IDH de 719, poco más que el de Colombia; que el de Sudáfrica es de 658, menos que el de Bolivia; y que el de Vietnam (ya por décadas incorporado, como China, “al mundo”, y abierto a reformas capitalistas) es de 638 (parecido al de Guatemala).

El país con más alto desarrollo humano es Noruega (994).

EEUU ocupa el puesto 28, si se considera dentro del desarrollo humano la desigualdad en el ingreso.

Canadá está por sobre Reino Unido.

El IDH considera el per cápita, los índices de mortalidad, la expectativa de vida, los servicios de salud y educación, y es el más global de los índices que miden el desarrollo humano de un país.

Todas las cifras aquí anotadas son las dadas a conocer por Naciones Unidas en sus últimos balances.

Cuba podrá progresar más sin el bloqueo yanqui y, sin duda, tiene derecho a reclamar cuantiosa indemnización por el bloqueo de tantos años, pero, como el mundo lo demuestra, nada asegura que un cambio de sistema o una reinserción en el capitalismo planetario podría mejorar su calidad de vida.

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29 ago 2015

El Sí a las hipotecas de las casas de adultos mayores

“Es una aberración, que tú, una socialista de toda la vida y que luchó contra la dictadura desde tu trinchera, me salgas ahora con que no es tan malo, que le quiten las casa a los viejos y se enriquezcan más los poderosos “decía muy enojada una amiga del alma cuando el tema salió a relucir.

Se trata o se trataba de un proyecto, que permitiría a los adultos mayores pensionados y que reciben baja jubilación, hipotecar sus casas y el dinero se le daría mensualmente como una suerte de adicional a la pensión.

Lo he reflexionado mucho  y me convenzo mucho más, que es una solución a corto plazo y antes, que los brillantes cerebros de nuestros compatriotas políticos y de los otros, se les ocurra algo, que dicho sea de paso, no ha sucedido en décadas, que muchos de nuestros adultos mayores pasen a mejor vida.

Por muchos años trabajé visitando a personas, que al jubilarse tenían pensiones de miseria y su único activo y pasivo de patrimonio era su casa.Dentro de esas humildes moradas en varias ocasiones encontré la luz cortada, el teléfono, el agua y nada dentro del refrigerador. En el invierno, sin estufa (no había para gas ).

Esa visión terrible y actual me llevó a pensar, partiendo de la premisa que lo único de importancia para la gran mayoría de nuestros viejos, es su casa. Modesta pero sin deuda ya. Es el único patrimonio. Ese patrimonio que lo adquirieron con esfuerzo, sacrificio y mucha paciencia, se fue forjando a medida, que los hijos crecían y se les daba una educación. Se fue forjando a medida, que los hijos se casaban para que finalmente, los “viejos” están solos y pasando penurias.

Las casas, que me tocaba visitar, en Cerro Navia, Pudahuel, Lo Prado, Quinta Normal, Renca son casitas, que hoy valen un poco más de 20 millones. Hice unos cálculos, que no sé si serán errados, pero reales lo son, que por 15 o 20 años tendrían una pensión “ extra” de 110.000 pesitos, que les daría a esos viejos una mucho y mejor calidad de vida. Esa plata sería la diferencia entre tener para sus remedios, para pagar la luz, el teléfono, el agua, el gas, para comer mejor.

Me detiene una poderosa idiosincrasia chilensis, que es, “que nuestra casita se la dejamos a los hijos”. Es una gran valla ancestral. Con la cual no estoy para nada de acuerdo.

Ahora vienen las cuatro preguntas fundamentales.

¿Hasta cuándo duraría?

¿Si queda solo un conyugue?

¿Si se quisiera rescatar al morir prematuramente los dos ?

¿A cuánto se tasaría el valor del préstamo?

Duraría, según cláusula, hasta que ambos fallecieran; si queda solo un cónyuge, se le paga lo mismo al que sobreviva; si se quiere rescatar por sus herederos, que lo puedan hacer; se tasaría al valor comercial.

Sé, que queda lo  más pesado en preguntar ¿quién se enriquecerá con esos negocios? A lo que no tengo respuesta, porque no me interesa a quien irá el dinero, mientras que a esos dos ancianos se les devuelve la dignidad de un término de vida, que se lo merecen.

Y mientras, que a nuestros brillantes cerebros politiqueros se les ocurra de alguna manera, devolver la tranquilidad a los que se pensionan por debajo de la mitad del salario  mínimo vigente. Lo que es hoy, urge hacer algo. Es mi modesta opinión.

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29 ago 2015

Renuncia a la realidad

El fomento forestal, que consistió en subsidiar el establecimiento de plantaciones principalmente de especies de rápido crecimiento, se inició en 1974 (D.L. 701). El año 2012 dejó de estar vigente como fuente de subsidio a la forestación. Luego de más de 40 años del inicio de esta política de fomento, el sector de plantaciones se concentra en dos conglomerados el grupo Arauco (Angelini) y el grupo CMPC (Matte), y presenta un favorable resultado económico con exportaciones del sector de plantaciones superiores a seis mil millones de dólares el año 2014.

Sin embargo, diferentes actores han constatado y denunciado el gran pasivo ambiental, social y económico, que ha producido este modelo de desarrollo basado en extensos monocultivos con fines industriales (celulosa). Dentro de los principales pasivos, se destacan la pérdida de biodiversidad, reducción de los caudales en las zonas con plantaciones, fragmentación del paisaje, escaso aporte de la gran industria forestal al desarrollo local, territorios con comunidades en conflicto con las empresas, y una reducción de la pequeña y mediana industria forestal ante el duopolio de estos conglomerados.

El gobierno anterior, presentó el año 2012 un proyecto de nueva ley de fomento forestal, con algunos perfeccionamientos respecto a los posibles beneficiarios y protección ambiental, en relación al actualmente vigente.

Sin embargo, persistía una visión añeja de desarrollo económico y el proyecto fue fuertemente resistido y rechazado por comunidades rurales y organizaciones ambientales, quienes tuvieron el apoyo de múltiples parlamentarios de la actual Nueva Mayoría. Debido a ello, ese proyecto, no fue promulgado. Con la entrada del nuevo gobierno, las diferentes organizaciones esperaban la formulación de un nuevo proyecto, que considerara una visión renovada y moderna de la protección del medio ambiente y un desarrollo equilibrado, con un especial énfasis en el apoyo a las comunidades locales y pequeños propietarios forestales.

Paradójicamente, el actual gobierno está impulsando, prorrogar hasta el año 2018 el mismo subsidio forestal que estuvo vigente hasta el 2012, sin ninguna modificación que permita atenuar o eliminar los defectos detectados. La prorroga ya fue aprobada en la comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados.

Con este tipo acciones se vuelve incomprensible el actuar del gobierno y es un ejemplo palpable, de la inconsecuencia y de su renuncia a la realidad. Ello no hace más que incrementar la desconfianza hacia los legisladores y gobierno.

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29 ago 2015

Un futuro con nosotros, incluidos

La relación entre Pueblos Indígenas, Estado y Sociedad mantiene latente un clima de tensión que recorre toda América Latina, desde México en el norte, hasta los pueblos originarios del cono sur. No hay país, en este período del siglo XXI, en donde no se esté viviendo una señal de parto.  En consecuencia, nada de lo que ocurra en nuestros países puede ser extraño, paradojal o sorprendente en su relación con los indígenas.  Desde 1492 hasta la fecha, nuestros Pueblos Originarios han transitado, a lo largo de 523 años de historia, por una senda llena de piedras y este caminar seguirá siendo así por un tiempo más.

La relación histórica entre Pueblos Originarios y Estado ha sido crónicamente difícil. No nos detendremos en los diagnósticos de muchísimos informes que relatan y destacan las injusticias cometidas por los Estados en contra de sus comunidades nativas.

La mirada tiene que ser puesta hoy, sin embargo, en un futuro que es inevitable para nuestras sociedades y que será igualmente crítico construirlo: el destino de América Latina, el futuro de nuestros Estados, el porvenir de nuestras sociedades, avanza hacia el reconocimiento y construcción de pueblos y países pluriculturales y plurinacionales.

Unos más, otros menos, los Estados se irán sumando –lenta e inexorablemente- en esta perspectiva. Y este es el verdadero curso de la historia presente y futura. Y los Gobiernos y los Parlamentos, y los distintos poderes del Estado no tendrán más alternativa que ir abriendo paso al reconocimiento integral de Derechos Indígenas, a la inclusión de estos derechos en nuevas Constituciones y a la valoración sin igual de nuestra cultura y de nuestro compromiso con el medio ambiente y un desarrollo social y económico inspirado en el “buen vivir” (kiwün) que, en el caso del Pueblo Mapuche, representa una mirada más que centenaria.

¿Qué impide que estos logros se puedan concretar con más rapidez?. La discriminación y el racismo, velado y abierto, que todavía impera en nuestras sociedades en el continente. La invisibilidad de muchos indígenas en Centroamérica. La mayor demanda de espacios políticos en México. Los desafíos de construir un Estado plurinacional en Ecuador y Bolivia. Los compromisos culturales para comprender la importancia de la emancipación de comunidades mapuches en Argentina.

Los temas territoriales de pueblos amazónicos en Brasil y Perú. Los límites del protagonismo indígena en Nicaragua y Venezuela. Las tensiones y conflictos existentes en diversas regiones de Chile: del pueblo Rapa Nui y de su lucha por el principio de autodeterminación; del Pueblo mapuche y las tensiones descritas por el “Informe de la Comisión de Verdad y Nuevo Trato” (2004); de comunidades Aymaras en la defensa de su patrimonio arqueológico en el norte… No son tiempos fáciles para los Pueblos Indígenas del continente. Nunca lo han sido, en realidad, y no lo serán en el corto plazo.

¿Porqué, entonces, a pesar de tantas dificultades, los Pueblos Indígenas existen, han sobrevivido sus tradiciones y valores por siglos, y emergen hoy como una promesa de desarrollo y de bienestar, con ideas, experiencias y sabidurías diferentes a la tradición colonial y consumista del modelo occidental?

Tales pueblos existen por su acendrada tradición cultural; por su cosmovisión religiosa y de vida; por su organización auténticamente democrática y participativa, desde mucho tiempo antes que surgiera en nuestra civilización, la teoría de la democracia.   Nuestros pueblos sobreviven por su rica diversidad cultural, por su arqueología sin igual.

En Guatemala, Tikal, en la zona de Petén,  están presentes los más impresionantes testimonios de pirámides y construcciones, vinculadas a la naturaleza del sol y de la luna, que fueron levantadas prácticamente de manera simultáneas con las grandes edificaciones de la civilización egipcia y se trató de continentes absolutamente separados y distantes.

¿Alguien puede desconocer que la civilización Maya, predominante entre las culturas de Centroamérica, fue lejos una de las civilizaciones más cultas de Mesoamérica y una de las primeras, antes que en Europa, en donde sus sabios ya podían leer el “lenguaje de las estrellas”. América fue poblada hace más de 10.000 años por pueblos y culturas diversas, ricas en conocimiento.

Pero claro, los españoles conquistadores del siglo XV no podían saber que ellos no eran los únicos “civilizados” en el mundo, y amparados en la fuerza y la religión desconocieron el valor de estas culturas y arrasaron con nuestros Pueblos. Y luego continuó el Estado colonial… Y luego continuaron las nacientes Repúblicas de criollos… Y luego, los Estados modernos… Y luego los Estados del siglo XX y parte del siglo XXI… Y los Pueblos Indígenas siguen sobreviviendo.

No debiera ser extraño, entonces, que las relaciones entre Pueblos Originarios y Estados sea tensa. Esto es así porque nuestras sociedades, blancas, católicas, “republicanas”, unilingües, centralistas y consumistas, vieron primero a los indígenas como algo marginal, luego los miraron con curiosidad folklórica. Posteriormente, los emplearon como mano de obra barata. Finalmente, los asimilan a diversas formas de rebeldías. Chile acaba de poner en pantalla la primera serie de televisión (en muchos años) que intentó entrar en la profundidad de un drama histórico, con “Sitiados”.  Y se logró con ello, que millones de chilenos –siguiendo cada capítulo dominical- aprendieran, precisamente, de aquello que el sistema educacional tradicional y conservador nunca enseñó en las aulas: la existencia de dos pueblos confrontados: chilenos y mapuche.

¿Ha terminado la confrontación? No. El Informe oficial del Estado de Chile, en el 2004, sobre Verdad y Nuevo Trato lo dejó meridianamente claro: Chile reconoce y tiene una deuda de justicia con sus Pueblos Originarios. El Papa Francisco, en su reciente visita a Bolivia remarcó el tema de las injusticias con los indígenas,  con mucha fuerza. 

¿Se podrán resolver las tensiones existentes entre Pueblos Originarios y Estado en el continente? Sí. Ha habido avances, limitados, pero la experiencia histórica reciente está demostrando que se puede avanzar. De partida, ha emergido en el continente una nueva generación de liderazgos indígenas, ilustrados, preparados, educados y formados –contradictoriamente- en el seno mismo de la sociedad que los ha discriminado.  Esa generación tiene en sus manos el proceso político, cultural y social definitivo para abrir nuevos caminos y esto es sin retroceso.

Los Estados también comprenden, a pesar de la pesadez formal y estructural de sus propias limitaciones, que tendrán que abrir espacio,  si o si,  a la pluriculturalidad y plurinacionalidad de nuestros países. Esto es tan sólo hoy, un problema de tiempo.  La sociedad, por su parte, soberbia y orgullosa de su racismo y discriminación histórica, comienza a ceder en su reconocimiento de lo indígena e incluso hoy ya admira el hecho de que muchas de las esperanzas ciudadanas, en una mejor calidad de vida, en el cuidado de nuestros bosques y de nuestros ríos, en el respeto a la tierra y a la naturaleza, tiene en los Pueblos Indígenas sus mejores pedagogos.

Las sociedades comienzan a mirar y a percibir a los indígenas como pueblos aliados para un mejor modelo de desarrollo, menos extractivo y menos depredador, y comienzan a comprender que la cosmovisión indígena es una fuente de esperanza.

Mientras estos valores se desarrollan y se amplían lentamente, es inevitable que fuerzas y movimientos conservadores, culturalmente hablando, pugnen en el continente por mantener a los indígenas en el oscurantismo o que los limiten o reduzcan a categorías menores o, en el peor de los casos, que los combatan con la fuerza y la violencia.   

Pero ya sabemos, luego de 523 años, que no hay fuerza suficiente por parte de los Estados y de las sociedades que puedan disminuir o liquidar el protagonismo indígena. Esa es la principal derrota presente y futura de los Estados, sociedades y de actores políticos que no comprenden que el camino es reconocer, valorar e incluir a los Pueblos Indígenas en su desarrollo, como iguales.

Ese es el futuro de Chile: un futuro con nosotros. Incluidos.

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28 ago 2015

¿Manos al fuego y mujeres feas?

La crisis valórica del país ha llegado a límites insospechados pues la creencia falsa en que el televisor, un auto o el celular son signos de bienestar básico, contrastan con las necesidades o anhelos más sentidos cuales son la felicidad, tranquilidad, estabilidad integral, en última, la equidad.

Por dicha razón, programas televisivos como “Manos al fuego” tienen un éxito indiscutido y congregan a miles de niños, jóvenes y adultos frente a una pantalla, sacudiendo las redes sociales al hablar de este evento.

De igual modo, las “declaraciones” de un personaje desconocido respecto a que de cada diez chilenas 9 son feas, se convierte en un “tema país”, similar a la caída de una “famosa”.

En el primer caso, el objetivo supuesto es capturar a la persona infiel a través de una posible trampa donde caiga en la tentación y, luego, exponer su imagen a nivel nacional para que sea castigado…reivindicando la castidad que denota él o la mujer violentada por este terrible acto.

Lo que no se ha analizado aún en Chile son los objetivos ocultos y los principios que proyecta a la sociedad, usualmente falseados, plenos de hipocresía y atentatorios del género humano.No sin razón, se establece el pololeo como una relación de ataduras sin libertad, donde mirar a otro, dar de comer en la boca o darse un micro beso se convierten en pecado mortales que autoriza para el escarnio social.

Aún más, la adopción de un perverso-que ejecuta con brillantez su papel- haciendo sufrir al espectador-cliente que desea ver cómo se cae en la trampa, indica el grado de insalud mental de la población que sufre y, a la vez, goza en un acto descarnado: es el masoquismo en su alta escena. Junto a ello, se agrega la búsqueda de entregar recreación que incremente el rating lo que se ha logrado dada la preparación de la mentalidad cultural del pueblo, limitado por la falta del análisis serio de su realidad.

Si se convierte en tema obligado opinar lo que se venga en gana para atacar a quien deja a la belleza como deficitaria en la nación, tenemos que comprender la inmensa alegría que sienten las élites manteniendo a la ciudadanía ocupada en descifrar que ocurrirá en el próximo capítulo. Mientras las alarmas sobre las condiciones laborales y la entrega del territorio sigan apagadas, agigantando lo banal hay respiración normal en las clases dominantes.

Posiblemente el camino de la liberación a través de sueños por una sociedad mejor, por la existencia de pensiones de jubilación y no meras cuentas de ahorro individuales o simplemente una educación como derecho y no establecida en forma de garantía o bien, requerirá un tiempo mayor debido a esta mentalidad especial que atrasa las conciencias autonómicas y soberanas.

No obstante, como la historia lo indica, los procesos tendrán que acelerarse pues el deber ético con esta generación exige un compromiso decidido y pronto.

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28 ago 2015

Vergüenza ajena

Eso es lo que me genera la reaparición de los señores dueños de camiones, pretendiendo ser ellos las únicas  las víctimas y además, descalificando a los eventuales responsables de entrada al tratarlos desde ya, como “terroristas”.  Nunca les ha interesado que se sepa aquello que llaman “diálogo”.

Ellos, o buena parte de esos dueños,  fueron co-responsables y agitadores del golpe de Estado del 73, financiados por manos oscuras.  ¿Vamos a olvidarlo? ¿Qué desean ahora? ¿Dialogar? ¿Con quiénes? ¿Les interesa entender la situación en la Araucanía? ¿Comprender  la historia de esa región y sus pueblos protagonistas?

No se trata de justificar cualquier acción y cualquier cosa. Pero sí les cabe a esos actores más responsabilidad y sabiduría histórica. No se sabe que ese gremio haya hecho un mea culpa por su compromiso en la creación de condiciones para el golpe de Estado.

Por lo demás, están siendo alentados, como no, por una derecha política y comunicacional y por el gremio de agricultores, obviamente, pertenecientes a la recordada SNA.Ellos, lo único que desean  es que no se le haga ninguna reforma a su modelo neoliberal impuesto en los años del dictador Pinochet.

Dígame, ¿mire que extraño no? Qué casualidad. Otra vez ellos y otra vez aliados con la  derecha chilena.¿Qué quieren? Obviamente, lo que llaman “mano dura” en la región.  Olvidan  la represión y acoso que sufren  los mapuche y sus comunidades? ¿Sus muertos? Por siglos.

Imbuidos del interés propio de sus negocios, eso no les importa mucho.La vida de  esas comunidades no es importante. Lo importante es la propiedad  y el orden por la fuerza. Punto. Lo demás, otra actitud y mirada es ser blando, complaciente, socio de “terroristas” y “comunistas” y un largo etc.  Qué casualidad, lo mismo se decía antes del 11.Y qué novedoso: el alto mando de Carabineros haciendo de mediador de esos dueños de camiones.Esto sí que es algo inédito.

¿Se habrán enterado esos dueños – de tierras o camiones-, de que hay también terrorismo de Estado?  De que lo hubo en Chile en su peor formato después del 11 de septiembre?  Por casualidad, reclamaron en su momento esos dueños por los torturados, ejecutados, desaparecidos, exiliados, poscritos,  tan chilenos como ellos? Dijeron algo? Que se sepa, nada en particular. De nuevo, claro, las vidas humanas valen menos que sus propiedades y el orden que les conviene mantener.

No hay Estado “fallido” en la Araucanía. Allí actúan las policías y las autoridades día a día. Otra cosa es la evaluación que podamos hacer de la forma en la cual los gobiernos  han abordado la situación y demandas históricas de pueblos originarios,  en particular, del pueblo mapuche.  Podemos diferir sobre esas políticas contingentes. Pero, al parecer, hay un acuerdo amplio sobre la   deuda histórica con ellos.

Por lo demás, así  fue establecido  y reconocido por un grupo de personalidades de distintas tendencias y visiones –presidida, si no me equivoco-, por el mismo ex Presidente Aylwin, en el  Informe de la  Comisión de Verdad Histórica y Nuevo Trato, en los primeros años de posdictadura.  Sería quizá  útil que el gobierno y los  dueños de camiones y aliados  de la SNA  pudieran –antes de sentarse a conversar-,  releer  ese Informe y el Convenio 169 de la OIT, firmado por el propio Estado chileno.

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28 ago 2015

¿Por qué la educación necesita una nueva Constitución?

La violencia ejercida por la Dictadura Militar no sólo significó la inauguración de un proceso de destrucción de la institucionalidad educativa heredada de la historia republicana del país, sino también la generación de las condiciones que permitieron la creación de una nueva institucionalidad, basada en los principios del mercado y el lucro. Hoy, si bien se ha avanzado en la recuperación de los principios de la educación pública en el sistema educativo, es necesario seguir profundizando ese camino por la vía de una nueva Constitución.

La institucionalidad impuesta en Dictadura comenzó en la educación superior con la Ley General de Universidades de 1981 y en la educación escolar con la municipalización, siendo la LOCE de 1989 –cuya  continuidad se advierte en la LGE de 2006– la piedra angular de la mercantilización del sistema educativo en su conjunto.

A más de treinta años de la aplicación de la Ley General de Universidades y de la municipalización de la educación escolar, es preciso afirmar que el programa de descentralización de la Dictadura –que no fue sino una estrategia de privatización– significó un verdadero golpe en contra de la educación pública.

Esta afirmación se sustenta en el hecho de que tanto el autofinanciamiento que se impuso a las universidades del Estado –por el cual las instituciones debieron “arancelizar” sus carreras–, como la definición del financiamiento de la educación escolar a través de vouchers, corrompieron el carácter público del sistema educativo, ya que, en primer lugar, transformaron a las instituciones estatales en agentes del mercado; luego, impusieron lógicas de la administración privada a las instituciones públicas y, finalmente, obligaron al Estado a comportarse subsidiariamente respecto de sí mismo, en la medida en que el establecimiento de un trato preferente por parte del Estado hacia las instituciones de su propiedad se conceptualizó como una acción de suyo ilegítima.

Sin embargo, la discontinuidad más clara que inicia la Dictadura respecto de la tradición republicana de la educación chilena, se inició antes, con la Constitución Política de 1980.

En ella puede observarse que el Estado no reconoce en todos los niveles de la educación un interés nacional y, por tanto, no garantiza desde sus propios organismos la necesidad que la población tiene de educarse.

En base a ello, el Estado transfirió paulatinamente su función educadora a los “particulares”, lo que significó reducir la responsabilidad estatal en materia educativa a la entrega de un servicio de “última instancia”, tal como aconseja el principio de subsidiariedad. Fue a través de este principio que el régimen  cívico militar consolidó la pretensión neoliberal de transformar a los individuos (eufemismo para designar a los capitalistas) en el motor del desarrollo educacional del país, quitándole ese rol al Estado.

Adicionalmente, en la Constitución Política de 1980 el régimen de Pinochet tradujo a una clave neoliberal la idea de libertad de enseñanza presente en buena parte de la historia de la educación chilena, interpretándola nada más que como la libertad de vender y comprar educación.

Así definida y fundamentada la libertad de enseñanza, se obligó al Estado a dejar espacio para la expresión de la llamada iniciativa privada, lo que es posible sólo a partir de su repliegue. De ahí que, sometido a los principios que la actual Constitución Política le impone, el Estado no aliente ni se proponga la creación de un Sistema Nacional de Educación de carácter gratuito y financiamiento fiscal, y que se empeñe además en subordinar la educación pública a la privada.

Considerando estas consecuencias de la mercantilización de la educación y teniendo presente el actual proceso de reformas, no podemos dejar de plantear que la educación debe ser reconocida por la nueva Constitución Política como una necesidad de interés nacional, cuya satisfacción ha de ser una responsabilidad eminentemente estatal.

Para ello el Estado necesita contar con una educación pública vigorosa y que sea referente del sistema educacional. Esta pretensión, a pesar de la Constitución Política que nos rige, ha logrado expresarse gracias a la reciente Ley de Inclusión, ya que a través de ella se han comenzado a extender en todo el sector privado subvencionado tres características fundamentales de la educación pública, como son el no lucrar, no seleccionar y no cobrar.

Profundizando este camino por la vía de la nueva Constitución y, por lo tanto de la definición de un nuevo Estado, se abre una posibilidad cierta de que la educación en su conjunto represente los intereses y necesidades de la inmensa mayoría de la población. De lo contrario, si no logramos que el nuevo Estado se ponga al servicio de dichos intereses y necesidades, manteniendo una institucionalidad educativa cuyo referente siga siendo la educación privada, los intereses que tanto en el sistema educacional como en la sociedad predominen serán también privados.

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28 ago 2015

Bases PDC, levantemos la voz

Humberto Burotto Guevara
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La Falange hoy está pintada con un signo de interrogación entre sus puntas. ¿Hacia dónde va la Democracia Cristiana?, ¿Dónde está la voz de sus militantes de Base?, ¿el silencio y la inacción llegaron para quedarse frente a los enclaves elitistas y autoritarios?

La respuesta es no, fuerte y claro, no.  El caudillismo vacío, el nepotismo, la ambición sin fundamento, el fraccionalismo o la partidocracia miope, el egoísmo convertido en el ídolo de un progreso que no es tal,  son las enfermedades que impiden el surgimiento de liderazgos y de la profundización democrática que enfrente las actuales demandas de la sociedad.

Asistimos a la preciada oportunidad de ruptura entre los desafíos de profundizar la democracia y dejar atrás los fantasmas del autoritarismo. Participamos de un Programa de Gobierno, que al igual como se hizo con la Revolución en Libertad,  busca cambiar las bases de la desigualdad a través de Reformas históricas que tocan los pilares de esta sociedad mal construida en principios del neoliberalismo heredado de la dictadura.

Los y las demócratas cristianos de base, lamentamos el silencio y a veces hasta la complicidad corporativa en el escándalo nacional de confianza, transparencia y legitimidad.Lamentamos la pasividad de nuestras autoridades  e  instituciones partidarias, que pudiendo actuar de oficio permanecen en silencio.

Lamentamos que discusiones y propuestas sobre una nueva Constitución, sobre la Ley de Despenalización del Aborto por tres causales, Ley de Pesca, anotaciones y observaciones varias a las Reformas tributaria, educacional y laboral, sean comunicadas por la prensa, incluso votadas en el Parlamento, antes de ser sociabilizadas y discutidas por los militantes de base, el activo más importante de la Democracia Cristiana, el que da la cara en la calle. No más, las bases del PDC exigen diálogo, por eso nos reunimos este sábado 29 de agosto en la sede nacional del PDC.

La Democracia Cristiana nunca le ha temido a las diferencias, sin embargo la deliberación democrática de las bases militantes está siendo arrebatada de la soberanía partidaria.No pretendemos dificultar la conducción, estamos realizando un llamado abierto y público a la inclusión partidaria de las bases.

Como Partido estamos comprometidos con el Gobierno de Michelle Bachelet, y reiteramos nuestra vocación de honrar dicho compromiso, respaldamos al gobierno y rechazamos toda práctica que enlode la legitimidad y voz del PDC.En esta materia no puede haber dos voces en la Democracia Cristiana. Que nadie se llame a engaño, apoyamos y apoyaremos a este gobierno hasta el último día.

Rechazamos la caricatura que se pretende hacer del PDC como el factor de lastre a los cambios y a las reformas. Nuestra definición es que las reformas se hacen con la gente y no contra la gente.

En el 2do Encuentro de Bases PDC convocamos además a reiterar la necesidad imperiosa de esclarecer el homicidio del Presidente Eduardo Frei Montalva por agentes de la dictadura del General Pinochet. Creemos que es la hora de levantar nuestra justa indignación y reclamar esta herida profunda en el corazón de Chile y que afecta a muchos otros camaradas y compañeros víctimas de la represión.

La Democracia Cristiana tiene la obligación de levantar sus banderas y a sus militantes en esta causa que finalmente es la causa del futuro de Chile. Las bases del PDC, exigen dialogo, ahora.

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