26 jun 2013

La responsabilidad de los que lucran con la educación

Durante los últimos años, se ha instalado en el debate público chileno la necesidad de acometer una profunda reforma educacional, que asuma como premisa que la educación constituye un derecho y no un bien de consumo, tema que ha sido punta de lanza de los miles de estudiantes que se han volcado a las calles exigiendo finalizar con el lucro en las universidades.

El artículo 53 de la ley general de educación (LGE) establece que las universidades que no tengan carácter estatal serán siempre corporaciones de derecho privado, sin fines de lucro para el efecto de tener reconocimiento oficial. Sin embargo, se han planteado reiteradas denuncias que demuestran cómo estas instituciones han vulnerado sistemáticamente el espíritu de la ley, a través de una serie de operaciones con personas relacionadas, convirtiendo al sistema privado de educación en un negocio altamente rentable.

Es verdad que el marco regulatorio vigente tiene imperfecciones que dificultan sobre manera perseguir la infracción a esta disposición legal.

Desde luego, no existe una definición concreta de lo que deberíamos entender como “lucro”, razón por la cual la exigencia de tipicidad propia de un Estado de Derecho para la persecución y sanción de las infracciones se encuentra ausente de nuestra legislación. Así, el “no al lucro” corre el riesgo de quedarse en una mera consigna. Por otra parte, la autoridad no cuenta con suficientes atribuciones para realizar una adecuada fiscalización del cumplimiento de la normativa.

Por esa razón, se ha propuesto avanzar hacia la creación de una Superintendencia de Educación Superior, proyecto de ley que se encuentra en pleno debate ante el Senado. Aunque claramente es una iniciativa con muchas deficiencias en materia de fiscalización y que carece de sanciones drásticas, se encamina vagamente hacia lo que esperamos: una adecuada tipificación de las infracciones de las instituciones de educación superior respecto de operaciones con personas relacionadas que vulneren la obligación legal de “no lucrar” con una institucionalidad que cuenta con algunas atribuciones fiscalizadoras y poder sancionatorio real.

No obstante el avance que esperamos en materia de fiscalización y de sanción al lucro en la educación superior, la lógica del proyecto que crea la Superintendencia de Educación Superior y, en general, la lógica de la legislación educacional descansa sobre sanciones a las instituciones infractoras.

Creo que una señal clara para el futuro, que complementa y aporta al debate que se está dando en el ámbito de la discusión de esta futura Superintendencia es derechamente, penalizar la conducta de las personas que participen en la configuración de estos hechos.

Atendidas estas razones, presenté junto al senador Camilo Escalona un proyecto de ley que esperamos pueda incorporarse en el debate que se lleva a cabo a propósito de la nueva Superintendencia de Educación Superior, que propone sancionar penalmente a directores, gerentes y administradores de Instituciones de Educación Superior que infrinjan obligaciones referidas a operaciones relacionadas, conforme a la definición que se haga en la ley que crea la referida Superintendencia.

Así, la propuesta contenida en este proyecto no puede entenderse sino vinculada a las conductas más graves que se tipifiquen en dicha ley.

En dichos casos, proponemos introducir en nuestra legislación la aplicación de penas privativas de libertad, presidio menor en su grado medio (541 días a 3 años); multa de 100 a 1.000 UTM; inhabilitación para que los condenados se desempeñen en el mismo ámbito hasta por 10 años y comiso de las ganancias ilegales.

Creemos que con esta propuesta, que esperamos se convierta prontamente en ley, estamos dando una señal clara y potente para el futuro en orden a evitar que se siga abusando de los vacíos regulatorios que existen en el ámbito de la educación superior.

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26 jun 2013

Los chilenos fuera del país deben votar

El voto de los chilenos que viven en el extranjero está claramente consagrado en la Constitución luego de la reforma del año 2005. En efecto, el artículo 13 establece que la calidad de ciudadano la adquieren los chilenos a los 18 años, siempre que la persona no haya sido condenada por delito que merezca pena aflictiva. El derecho a sufragio es una consecuencia de la calidad de ciudadano.

En el caso de los que adquieren la nacionalidad chilena habiendo nacido en el extranjero, por ser hijos de padre o madre chilenos y siempre que alguno de los ascendientes en línea recta de primer o segundo grado haya nacido en el territorio nacional o haya obtenido la nacionalidad por carta de nacionalización o por especial gracia, se exige además que hubieren estado avecindados en Chile por más de un año. Es decir, el derecho a sufragio para los chilenos nacidos fuera de Chile está supeditado a que hayan vivido en el país por más de un año. Nada dice la Constitución si debe ser seguido o no.

Después de varias discusiones durante el debate sobre la reforma al artículo 10 de la CP en el 2005, hubo acuerdo en extender el ius sanguinis como fuente de la nacionalidad con la condición que quienes nacieran en el extranjero de padre o madre chilenos tuvieran que avecindarse en el país por un año para poder sufragar.

Es la forma que la Constitución estableció para probar el vínculo que esas personas mantienen con el país. En el caso de los chilenos nacidos en el país y que residen temporal o permanentemente fuera de el, no se puso condición alguna. Salvo el caso de los chilenos no nacidos en Chile, la ciudadanía no guarda ninguna relación con la residencia de las personas.

Así lo reconoció la Corte Suprema al evacuar un Informe solicitado por el Parlamento estableciendo que no se puede establecer ninguna discriminación entre chilenos que viven fuera del país y los que residen en Chile en lo relativo a mayores exigencias para ejercer el derecho a sufragio.

Por otra parte, al establecerse un sistema de inscripción automática de todos los que tienen derecho a votar, esas personas deben aparecer en el padrón ( artículo 18 de la CP y artículo 5° Ley 18.556). Es un deber del SERVEL incorporarlos en la lista de potenciales votantes con el domicilio electoral en Chile del que conste en la última gestión oficial que haya hecho ante autoridades nacionales.

No se requiere ningún cambio constitucional para que los chilenos que viven fuera del país puedan participar de las próximas elecciones. Lo que falta es adecuar la Ley de Votaciones Populares y Escrutinios para que puedan sufragar en los consulados chilenos de los países en que residen.

Incluso más, alguien puede sostener que el Servicio Electoral podría habilitar lugares de votación en los consulados con las facultades que hoy día tiene invocando el artículo 50 inciso 2° de la Ley 18.556 que lo faculta para crear nuevas circunscripciones electorales bajo ciertas circunstancias, y el artículo 183 de la Ley 18.700 que le otorga igual potestad para crear Juntas Electorales.

Cuando el Tribunal Constitucional controló en forma preventiva la reforma a la ley electoral que consagró la inscripción automática y el voto voluntario, varios Ministros dejamos constancia de nuestra opinión en el sentido que el Servicio Electoral debía y podía legalmente habilitar mesas de votación en los consulados chilenos actualmente existentes.

Ha habido un primer recurso de protección planteado ante la Corte de Apelaciones de Santiago por parte de chilenos que se encuentran impedidos de sufragar en las próximas elecciones, que fue declarado inadmisible. Es probable que estos reclamos se repitan y habrá que ver cuál será la jurisprudencia.

Incluso se podría llegar hasta el Tribunal Constitucional alegando que ciertos artículos de la Ley 18.556 en la interpretación que le dan las autoridades producirían efectos contrarios a la Constitución al lesionar el principio de igualdad ante la ley, los derechos inherentes a la condición de ciudadanos, la participación y el carácter democrático de nuestra república.

El Presidente S. Piñera en el discurso del 21 de mayo recién pasado señaló que el Gobierno sólo exigía que las personas se inscribieran en los consulados, lo que es indispensable para que puedan aparecer en el padrón, y así poder votar. Entonces, ¿por qué no se legisla rápidamente para materializar esa idea?

Resulta, entonces, incomprensible que el país no haya dado los pasos necesarios para facilitar el ejercicio del derecho a sufragio a los compatriotas que están más allá de nuestras fronteras, como ocurre en numerosos países, incluso de América Latina.

Cuando se planteó una reforma legal en tal sentido durante el gobierno de Michelle Bachelet, los partidos de la Alianza votaron en contra. El Gobierno actual primero habló de probar un vínculo especial del chileno residente en el extranjero con el país (que se expresaba en algo material: viajar a Chile, pagar impuestos o tener una propiedad en elpaís), para luego plantear una reforma a la Constitución y, por último, Sebastián Piñera afirma que sólo bastaría con la inscripción en el consulado respectivo.

Si hay voluntad política, se puede reformar rápidamente la legislación para que los chilenos puedan votar para la próxima elección presidencial en los consulados. Más complejo es que lo puedan hacer en las otras votaciones, como por ejemplo la parlamentaria. Ese aspecto podría quedar para una segunda oportunidad.

No es justo que los chilenos fuera del país sigan siendo tratados como ciudadanos de segunda categoría en abierta contradicción con lo que dispone la Constitución.

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26 jun 2013

Brasil y Chile, el protagonismo de la gente

La imagen que teníamos de Brasil durante el gobierno del presidente Lula Da Silva era la de un país en desarrollo y paz social, la Presidenta Dilma Rousseff, ha mantenido el “modelo de desarrollo” de su antecesor. La pregunta que surge en consecuencia es ¿por qué se ha producido el estallido social que el mundo ha conocido los últimos días?, ¿por qué en el Chile de la Concertación y la Alianza, también mostrado como ejemplo de crecimiento económico y “desarrollo”, hay tanto descontento social?

El estallido social en Brasil fue gatillado por un alza de tarifa del transporte público, (¿se acuerdan del Transantiago?), sin embargo hoy día ése no es el único motivo de la manifestación, la población reclama estar cansada de la corrupción, de los privilegios de los políticos, de la ineficiencia en la educación y en la salud.

En un artículo de prensa, un entrevistado manifiesta “tenemos que cambiar un país entero, no sólo el boleto de ómnibus”. Las manifestaciones han ido expandiéndose a más personas y ciudades, aumentando los episodios de violencia.

La pregunta que ha surgido en los círculos de poder y en la academia es ¿por qué aumenta la protesta popular en un país que era presentado como modelo de progreso económico y social? y ¿ cómo se debe y puede enfrentar esta situación?

Hasta ahora ninguna de las dos preguntas tiene respuesta simple para las autoridades brasileñas.

Esta semana, en Río, Sao Paulo y otras ciudades del país se anunciaron rebajas de las tarifas de transporte colectivo. Sus alzas fueron el detonante de un estallido social que al parecer tiene causas mucho más profundas. La variedad de demandas actualmente es amplia y los propios manifestantes admiten que su resolución será más compleja que un simple replanteamiento de una medida impopular.

El común denominador de las protestas es el descontento con los gobernantes y con la clase política brasileña en general, por esa razón muchas de las últimas manifestaciones se dirigieron contra símbolos de poder. En Brasilia hacia el ministerio de Relaciones Exteriores, en Río las 300 mil personas marcharon hacia a la sede de la Alcaldía.

Si miramos a nuestro país, vemos que manifestaciones y represión son el pan nuestro de cada semana, el descontento crece y la institucionalidad política no es capaz de buscar una solución, y menos de construir un camino de diálogo y avance.

Sociólogos y politólogos brasileños advierten acerca del divorcio entre los partidos políticos y los movimientos sociales, destacan también el deterioro de la gobernabilidad en Brasil, y en esa línea postulan la importancia de una reforma política que dé cuenta de las principales demandas concretas de la gente y su expresión en el plano político.

En Chile, día a día aumentan los partidarios de romper los cerrojos de la actual Constitución que impiden cambios de fondo en la educación, salud, economía, protección de los recursos naturales, democratización de la sociedad.

Día a día se instala la necesidad de un proceso constituyente que de paso a una Asamblea Constituyente en la cual los movimientos sociales y la gente de a pie sean los principales protagonista de la generación de una nueva Constitución

Por el lado de los manifestantes, en Brasil, la falta de un liderazgo claro y de una estructura orgánica del movimiento hace difícil su conducción, la priorización de las demandas y la identificación de interlocutores válidos con la autoridad. En nuestro país, hasta ahora, muchos de los movimientos sociales han actuado sin coordinación, aun cuando cada uno de ellos tiene liderazgos definidos, hasta ahora no hay una clara convergencia orgánica entre estudiantes, trabajadores, movimientos ciudadanos, medioambientalistas, etnias, diversidad sexual, género.

El lugar común de nuestros países es un modelo de desarrollo, basado fundamentalmente en la mejora de la productividad de la gran y principalmente mega empresa privada, un Estado al servicio de esta meta y el perfeccionamiento del marco legal y económico para favorecer este proceso. Evidentemente, no se han considerado los efectos depredadores sobre los recursos naturales, la protección del medio ambiente, el aumento de los abusos contra las personas y la grave y creciente desigualdad en la distribución del ingreso de nuestra población.

En ambos países los estados se han limitado a administrar los pocos elementos reguladores disponibles de la economía, a subsidiar en muchos casos a la gran empresa y en el ámbito social a la entrega de bonos a los sectores más pobres. El resultado de esta política es la concentración de la riqueza cada vez en menos manos, regímenes políticos excluyentes y una institucionalidad completamente separada del pueblo.

De una crisis de esta naturaleza sólo pueden esperarse estallidos sociales, es necesario que la autoridad entienda que la solución no es la represión, muy por el contrario, la solución debe contemplar sentarse a conversar, acoger las principales demandas, y enmendar el rumbo antes de que sea demasiado tarde.

La presidenta Dilma Rousseff saludó las protestas como positivas para la democracia y ha anunciado un llamado a  plebiscito para iniciar un proceso Constituyente. Esta decisión sin lugar a dudas va en la dirección correcta, sin embargo, es necesario advertir que este proceso no puede ser si no a través de una Asamblea Constituyente con los movimientos sociales y la gente de a pie como sus principales actores. Pensar en soluciones generadas solo desde la actual institucionalidad tanto en Chile como en Brasil es pecar de ingenuidad

La futura presidenta Bachelet debe tomar nota de esta situación, lo más probable es que en Chile, por las mismas causas y con los mismos actores, las movilizaciones se produzcan como forma de presionar al gobierno a efectuar transformaciones más de fondo que las que planeó la concertación en sus cuatro períodos de gobierno. La necesidad de cambiar la Constitución, será entonces más que evidente, y la Asamblea Constituyente el camino para garantizar un Nuevo Orden Social que de Gobernabilidad y Desarrollo Inclusivo, Equitativo y Sustentable al país.

Las trabas están tan entrelazadas, que no se puede imaginar un cambio a la Constitución, sin cambiar el modelo económico, el sistema educacional y de salud pública, reformas tributarias y de propiedad de las riquezas básicas y recursos naturales. Los grandes intereses económicos y la derecha política que los representa y defiende así lo entienden.

Estamos frente a una situación histórica de cambios, que requiere sabiduría y la fuerza de la mayoría, la madurez para usar la unidad como la base de esa fuerza y la movilización social como la manera específica de empujar y de sostener los cambios.

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26 jun 2013

Votar por Allamand mirando a noviembre

A pocos días de las primarias, la discusión pública ha comenzado a centrarse en lo realmente importante: quién constituye, en cada una de las coaliciones, la carta más competitiva para llegar a la papeleta definitiva, en noviembre.

Esto, que nada tiene de excepcional, equivale a entender el verdadero sentido de las primarias.No son una primera vuelta escondida, sino un mecanismo que le permite a los ciudadanos -militantes e independientes- incidir en la elección de los candidatos, para evitar que este tipo de decisiones se tome entre cuatro paredes, sin preguntarle a nadie.

De nada sirve ganar el 30 de junio, si no logramos capitalizar ese primer triunfo, para ofrecerle al país un proyecto amplio, inclusivo y participativo, que tenga reales chances de ganar en las elecciones de fin de año. Y esto es válido para ambas primarias. Sin ir más lejos, el 16 de abril del presente año, Genaro Arriagada señalaba que es un error “impulsar estrategias que lleven a ganar en el propio partido, para luego perder en el país”.

A partir de entonces, cobra relevancia la teoría que busca asignarle, al voto, un sustento estratégico. Es decir, apoyar no sólo a quien representa nuestras ideas, sino que además tenga la capacidad de ganar la elección definitiva.

El caso más paradigmático de esto es, probablemente, la elección presidencial de Estados Unidos en 1964, entre el Presidente Johnson y un desafiante Barry Goldwater, quien venía de ganar las elecciones primarias del Partido Republicano, representando al sector más conservador del partido. La historia demostró que, debido a su perfil duro, Goldwater nunca logró llegar al voto más moderado y de centro. ¿Y qué pasó en la elección definitiva? Apenas logró ganar en 6 estados, mientras Johnson triunfaba en los otros 44 y en el Distrito de Columbia, con el 90% de los votos electorales. Un fracaso titánico para los Republicanos.

La lección que nos deja el caso Goldwater apunta a no descuidar el voto independiente y de centro. Nuestro actual Presidente, Sebastián Piñera, lo entendió muy bien; sin aquellos apoyos provenientes de la DC y de ciudadanos defraudados de la Concertación, no habría alcanzado la mayoría que le permitió llegar a La Moneda. Y es esta la misión que tenemos ahora por delante.

Lo obtenido este domingo será en vano, si el representante de la Alianza no logra encarnar los sueños de ese inmenso universo de ciudadanos poco ideologizados, que no se sienten ni de izquierda ni de derecha, y que en Chile representan más de la mitad del universo electoral.

Para triunfar en noviembre, necesitaremos todo el apoyo de los dirigentes, militantes y simpatizantes de la Alianza, tanto los de la UDI como los de RN. Pero debemos tener claro que con eso no basta: para ganar necesitaremos llegar al mundo independiente, y demostrarles que la senda de progreso que inició el país en estos últimos años puede continuar por otro período más.

Tal como en el año 2009, tenemos la firme convicción de que serán los votos moderados, los de centro y los independientes, los que decidirán el futuro de esta elección. Son los dejados de lado por la “Nueva Mayoría”, los que no encuentran espacio en una oposición cada vez más izquierdizada, y los que aún no pueden creer que el candidato de la Democracia Cristiana haya reconocido sin tapujos el favoritismo y preponderancia de Bachelet en las primarias de este domingo.

Pero no basta con confiar en que ese voto estará con nosotros sin más. Debemos ofrecerle un programa y un candidato que les resulte atractivo, y que no genere rechazo. Y en esto, no hay dobles lecturas.

La última encuesta CEP indica  a lo largo de múltiples mediciones, que Pablo Longueira genera el doble de rechazo y la mitad de la aprobación que Andrés Allamand, tanto a nivel general como en la submuestra de independientes. De hecho, en este grupo, no sólo preocupa la baja adhesión de Longueira (sólo concita un 16% de apoyo), sino también el alto rechazo que provoca el candidato de la UDI: el 35% de electores independientes tiene una mala opinión de Longueira, marca que no es superada por ningún otro personaje político medido.

Reproducimos estas cifras no por un afán denostador, sino como una humilde apelación a la responsabilidad. Debemos ser responsables con nuestro sector y con nuestras ideas.Pero también debemos ser responsables con la estrategia; para asegurarle a Chile el futuro que se merece, debemos comenzar por elegir a quien tenga la mejor opción para conseguir un triunfo en las elecciones definitivas.

La tarea, por tanto, consiste en votar este domingo pensando no en las primarias, sino en la elección de noviembre próximo. Debemos aspirar a contar con el mejor representante que podamos tener, para ofrecerle al país otros cuatro años de desarrollo y crecimiento económico. Cada uno sabrá, en conciencia, quién es el llamado a liderar ese proceso, que Chile tanto ansía y se merece.

Co autor de este artículo es el abogado Roberto Munita.

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26 jun 2013

Escuché palabras y pido más

Las oí. Me gustó escucharlas en una discusión real, entretenida y polémica. Andrés Velasco dijo tanques. Gómez contó de su angel de la guarda. Orrego aseguró que era no-confesional. Y Michelle opinó de universidad y ciencia.Por primera vez la palabra ciencia retumba en los debates. ¿Será tan importante?

Velasco no quiere usar el 10% de la venta del cobre para comprar tanques como lo autoriza una ley. Qué bueno que Gómez, aunque full agnóstico, tenga un ángel de la guarda propio y muy efectivo. Orrego asegura, aunque sea muy cristiano,que no le hará caso a Ezzati. Michelle, sensata, cree en los aportes con que las universidades podrían contribuir en formar un país y nótese que usó la palabra ciencia entre los objetivos a desarrollar.

Durante los últimos 7 años han ocurrido y ocurren diversas manifestaciones en las calles que con desprecio denominan políticas. Creo es el clamor de las nuevas generaciones que revelan la brecha entre los que desean otras cosas y las actuales élites políticas.

Por ser descendencias nuevas desean otro ambiente cultural, sin cultura con k, otras relaciones humanas y otro orden. Hay una derecha que se dice actualizada y decidida a continuar. El Mercurio aburre por el sesgo arbitrario y a la muy querida izquierda se le perdió un calcetín al vestirse. Sólo “The Clinic” me permite conocer otras ideas que pocos conocen y muchos evitan.

¿Tenemos libertad de información cuando los movimientos estudiantiles marchando aparecen foto-shopeados de liliputienses y los encapuchados son figuras estelares sin que las ideas alternativas ocupen igual interés?

Mi intención de saber y entender encuentra en el semanario citado cuán profundo y estructurado es el pensar de ellos y que respeto y callo. A veces el que calla miente, lo siento. Sus escritos y textos son desconocidos para la mayoría de mis correligionarios ante la abundante carga que despliegan los medios escritos y la TV nacional.

Apenas indago qué vienen pidiendo los que marchan desde el año 2006 y las bases ideológicas de sus quejas, quedo estupefacto ante las reacciones en las opiniones del gobierno y de todos los partidos políticos. No es el momento de participar contenidos. Solicito que se informen.

Existe la oportunidad de emplazar a cuanto postulante a La Moneda aparezca en las pos-primarias porque ha llegado el momento de atrevernos a confrontar candidatos.

Ante la candidatura de Longueira es la oportunidad de confrontarlo frente al tema ciencia. Longueira fue el recadero de Sebastián para industrializar CONICYT “que se investigue sólo para producir fortunas e ideas para venderlas.” Una idea muy distante de la realidad de países civilizados. Porque el concepto de investigar no asegura resultados económicos como algunos creen, nos parece importante señalar que el propósito de la investigación no es sólo aliviar el sufrimiento. Es también un intento de entendernos a nosotros mismos y al mundo en que vivimos.

Vuelvo al debate, fue notable que no incluyeran las ciclo-vías y lamento que no mencionaran a la Araucanía. Hablando de educación, sólo en las breves líneas citadas de Michelle uno avizora y se da cuenta quién conoce del impulso necesario para entrar al camino del desarrollo humano y que la educación es su acceso y la oportunidad para todos los jóvenes.

Muchos viejos ya no aprendieron, ni quieren aprender y es mejor que sólo observen sin griterío.

Nuestra experiencia desde los pingüinos [ellos reclamaban hasta no querer respirar smog disuelto en el hollín de las ciudades] con las llamadas “autoridades educacionales” ha sido una difusa exposición de cómo mezclar las cartas del dominó sin ninguna intención de plantar el chancho seis en la mesa.

Ni los medios ni los periodistas han sido capaces de oír y publicar los análisis y planteamientos de los estudiantes, con un morboso énfasis en fotos agrandadas del lumpen nacional que se han hecho intrusos encapuchados.

Por años la prensa que leemos no ha sabido distinguir el coraje que han tenido las y los jóvenes para denunciar sus quejas y los pesares de sus familias endeudadas en nuestro método comercial de la educación.

Más aun, los medios con ojos desenfocados, con la inmensa gratitud del gobierno, han sabido asimilar a los estudiantes con los delincuentes que pasan por otra puerta giratoria ahora abierta y detenida.

Estamos en un planeta donde el conocimiento es la fuerza motriz del desarrollo humano y social. Por eso habría preferido escuchar, “mi recomendación gubernamental es educar con energía a las personas de nuestro país para que ellas, verdaderamente informadas, puedan tomar decisiones acerca de cómo desean vivir.”

La ignorancia no es vergonzosa, pero imponer la ignorancia sí lo es. No podemos culpar a la gente por su propia ignorancia, pero son infractores si la trasmiten con propósito. Uno podría pensar que es tan obvio que no sería necesario sugerirlo, pero en muchos sectores existe resistencia a esto.

La gente teme ser más ignorante que sus propios hijos, especialmente y en apariencia, que sus hijas. Vamos a tener que persuadirlos que existen pocos placeres más honestos y alegres que ser instruidos por nuestros propios hijos.

Será fascinante ver qué proyectos y qué instituciones nuestros hijos van a descubrir, construyendo sobre los fundamentos que las generaciones previas han construido y preservado para ellos, para llevarnos a todos con paso seguro hacia el futuro.

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25 jun 2013

Primarias, un momento vital

El domingo 30 de junio será un momento vital para los esfuerzos de participación ciudadana destinados a generar una mayoría nacional que represente la exigencia de profundas transformaciones sociales, institucionales y económicas en nuestro país.

Concurrir a votar en las primarias presidenciales y hacerlo por Michelle Bachelet, conduce a objetivos centrales como derrotar a la derecha, respaldar un programa de gobierno progresista y avanzado y demostrar que el pueblo participa en los ejercicios democráticos necesarios para avanzar en nuestro país.

Nadie podrá desconocer que un desafío del 30 de junio es lograr una amplia participación ciudadana y reducir los porcentajes de abstencionismo o no participación que pudiera darse.

Para ello hemos convocado al pueblo a informarse sobre sus lugares de votación, tener claro que pueden votar quienes militen en un partido o quienes no tengan militancia, y que lo pueden hacer todos los mayores de 18 años aunque no hayan hecho el trámite de registro electoral (ahora el voto es voluntario). Además, los militantes y simpatizantes de los partidos de la Nueva Mayoría deben hacer un esfuerzo por constituirse como apoderados de mesa para garantizar un proceso limpio.

Quienes tengan un compromiso con las transformaciones en Chile y quienes reclamen cambios en el país, tiene el deber y la necesidad de concurrir a votar en las primarias para fortalecer las opciones de cambio.

En las primarias se libra una más de las batallas por una nueva Constitución, por la participación ciudadana para tener una nueva Carta Magna, por avanzar en reformas en Educación y Salud, por tener una reforma tributaria que permita generar los recursos para los proyectos sociales, por generar modificaciones que permitan acceder a mejores pensiones, por avanzar en la descentralización del país beneficiando a las regiones.

Como las primarias tienen un sentido de participación ciudadana y de elección democrática, y todo apunta a que la Nueva Mayoría será la gran triunfadora, la derecha hace todo por desperfilar este proceso eleccionario, empezando por el gobierno de Sebastián Piñera.

La campaña del gobierno para promover la participación en las primarias es acotada y débil.

No se trabajó con eficiencia en cuanto al proyecto de franja televisiva y se postergó su aprobación como ley; hubo contradicciones entre informaciones de la vocera de La Moneda y el ministro del Interior; no se tomaron recaudos para garantizar el transporte y mucho menos se escuchó la propuesta de dejar gratis el traslado ese día; los personeros de gobierno se pusieron en la línea de la UDI, para que no se relevaran las primarias, en otro claro ejemplo de intervencionismo electoral.

A eso hay que agregar la mala gestión del SERVEL que cambió lugares de votación, juntó otros y dio información débil y contradictoria que, claramente, desincentiva la participación.

Por lo tanto el 30 de junio hay un doble desafío: concurrir a votar en las primarias y hacerlo por la candidata Michelle Bachelet, que es votar por el programa que queremos para el pueblo y el desarrollo del país.

De esa manera se culminará de manera positiva ese ejercicio democrático que se desarrolla por primera vez en nuestro país.

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25 jun 2013

Viva el rock: Lagos, Satanás y el mercado

En unos meses se va producir en Chile algo que ninguno de los rockeros y metaleros de este país habría imaginado jamás. Ni en sus más locos sueños o pesadillas.

Tocarán en la misma semana Black Sabbath, Iron Maiden, Slayer y Megadeth. Probablemente se les una Metallica, con una semana de diferencia. Se trata de las más grandes bandas de rock pesado que quedan funcionando en el mundo.

Black Sabbath, creadores de los más clásicos riffs de heavy metal. Tal vez los creadores del concepto de rock oscuro. Una influencia en todos los grupos de rock pesado. El alma mater de Ozzy Ozbourne y Tony Iommy (quien usaba el tritono o acorde del diablo prohibido por la Inquisición).

Iron Maiden, la primera banda de rock que llenó estadios en todo el mundo, con su mascota demoníaca: la calavera Eddie aterrorizándonos.
Slayer, la banda del chileno Tom Araya, que ha liderado el metal extremo.

Metallica, líder del thrash metal desde los 80. Y Megadeth miembro de los BIG 4, los 4 grandes del metal.

Esto era impensable durante la dictadura militar. Chile estaba enclaustrado entre las leyes de Kennedy y el repudio de la comunidad internacional. Como decía Flor Motuda, nadie lo quería ver, ni lo quería recibir.

Por eso cuando a principios del 1992 se anunció la visita de Iron Maiden a Chile, los fanáticos del rock y del metal, casi enloquecimos. Todos nos frotábamos las manos para ver a un concierto que sólo habíamos podido ver en VHS piratas.

Pero ocurrió lo que nadie esperaba. Satanás y Lagos metieron sus colas y pasó lo que todos sabemos. Iron Maiden visitó Chile y no pudo tocar… ¡porque no había ningún lugar disponible para ellos! Este boicot o censura, generó una unión inquebrantable entre esta banda y el público chileno que ha quedado de manifiesto en todo el material en directo de la banda, el último DVD oficial de la banda es de su concierto en Chile.

Así con la ilustre participación de Satanás, unos meses antes del concierto, comenzó una violentísima campaña de prensa en contra de Iron Maiden. Se decía que eran un grupo satánico que envilecía y envenenaba a la juventud. Esta campaña fue iniciada por un obispo (si no recuerdo mal, el Sr. Prado de Valparaíso) y llegó al gobierno. Como el Presidente Aylwin y la Concertación estaban “a prueba” y rendían exámenes permanentes de buena conducta ante los poderes fácticos que controlaban y siguen controlando al país, se escuchó a esta demencial campaña.

Y es ahí donde apareció Lagos.

Pero no Ricardo, sino otro Lagos. Un particular personaje. Humberto Lagos. Un abogado y psicólogo, se supone experto en sectas satánicas y de las otras, que operaba como asesor religioso del Gobierno. Con la denuncia se le dio mucha publicidad al Sr. Lagos, quien fue paseado como invitado a todos los matinales y programas de la época para hablar de lo demoníaco y malvado que podía ser Iron Maiden.

Cuento corto. El recital debió suspenderse por falta de local. Y tuvo que salir Belisario Velasco a informar al país. Es tal vez una de las más grandes vergüenzas que ha pasado Chile para la prensa internacional en democracia, quedando como un país que aplicaba censura religiosa, prohibiendo o impidiendo que se llevara a cabo un espectáculo cultural que es aplaudido en todo el mundo.

Chile ha aprendido algo de esto.

Más allá de las coincidencias con otros casos. Y más allá de haber visto juntos a Satanás y a Lagos.

En primer lugar, a ninguna autoridad se le ocurriría hoy censurar un espectáculo cultural. Hay más conciencia del respeto a la libertad artística y a la libertad de expresión. A la libertad en general. De hecho, hoy actúan en Chile grupos que sí son satánicos, de verdad. La prensa muestra como en los últimos conciertos de Metallica y de Iron Maiden el 2011, la concurrencia era una masa de más de 50 mil personas, compuestas de padres con sus hijos, maridos y mujeres, jóvenes y viejos, todos unidos por la pasión del rock. Hay más respeto.

Pero ese hecho deja en evidencia otras cosas que no han cambiado. Como el enorme grado de control que ejercen en nuestra sociedad, grupos de presión con ideas retrógradas que siguen oprimiendo a una mayoría que está harta de represión. Llegando incluso a prohibir que se discutan algunos temas de interés social.

Y sobre todo de alguna forma, deja en evidencia que Satanás (ahora sin Lagos, al menos sin Humberto) ha obtenido un triunfo mayor.

Porque ahora no hay represión, ya no es posible o más bien, ya no es necesario.

Ahora han logrado meter todo en las fauces del mercado, incluso el rock más duro. Como un bien de consumo más (como la educación según el Presidente Piñera). Ni siquiera el instrumento de la rebeldía (el viejo y querido Rock and Roll) se ha logrado escapar de las garras del libre mercado y Satanás… porque, si sacas cuentas, ¿cómo comprar entradas para esos 3 conciertos, si no lo haces en cuotas y con crédito? ¿Cómo lo vas a hacer?

Sólo queda levantar tu mano derecha y alzar tu pulgar, el índice y el meñique. Arriba el rock.

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25 jun 2013

Obama, frente a Obama

El ex organizador comunitario, protector de los derechos civiles de los pobres de Chicago, Barack Hussein Obama, dice a los cuatro vientos que, frente a la polémica del espionaje del gobierno de Estados Unidos a millones de usuarios de Google, Yahoo o Facebook, no se puede tener cien por ciento de seguridad y cien por ciento de privacidad.

Pero quien pierde en esta ecuación retórica es la privacidad. Sobrepasando ampliamente a su predecesor George W. Bush, Obama -premio Nobel de la Paz 2008- ha firmado de su puño y letra más de 280 órdenes de ataques de drones solo en Pakistán, órdenes que se han transformado en ejecuciones extrajudiciales y extraterritoriales de sospechosos de terrorismo, provocando la muerte de entre 1,400 y 2,600 personas, entre ellos de 400 a 800 civiles inocentes que incluyen más de 170 niños (todas cifras que dependen de las fuentes, pero nunca sabremos cuántos realmente) alcanzados por las ondas expansivas de bombas lanzadas por los aviones a control remoto.

Quien pierde en esta ecuación es el derecho internacional, el derecho al debido proceso, el derecho a la vida y la soberanía de terceras naciones.

El ex estudiante de leyes de Harvard, brillante primer editor afro-estadounidense de la revista de su facultad de derecho, avala a una Presidencia que acepta haber interceptado decenas de líneas telefónicas de los periodistas de Associated Press, sin orden judicial alguna, para identificar las fuentes de filtraciones de denuncias contra actuaciones de la inteligencia de Estados Unidos en otras naciones.

Quien pierde en esta ecuación es el derecho universal de los periodistas a proteger sus fuentes.

¿Quién es Obama? O más allá de eso, ¿quién es Obama cuando está de pie frente a frente a Obama ante el espejo de su propia historia?

¿Qué pasa por sus mentes? ¿Quién repudia a quien? ¿Quién es el héroe, quien el traidor a sus propios principios?

¿El Obama que ha dado continuidad a la mayoría de las polémicas políticas de seguridad y militarismo de George W. Bush, o el que emocionaba en su doloroso tránsito de hijo sin padre (progenitor perdido en la Kenia de sus ilusiones frustradas) en su diario de vida pre-presidencial, publicado masivamente para conmovernos a todos, a la opinión pública que lo ungiría años después como el elegido contra la segregación política de este país?

¿Quién es Obama? O lo más importante, ¿se cuestiona a sí mismo el propio Obama?

Y la pregunta que quema, ¿cuál fue el Obama elegido en 2008? ¿Es éste que aparece sonriente y relajado con la broma sutil a flor de labios, en la última cena con los corresponsales extranjeros, mientras su administración infiltraba clandestinamente sus teléfonos?

¿Es el Obama que duerme tranquilo cada noche cuando ya han pasado más de cinco años desde su promesa de cerrar la cárcel de Guantánamo, sabiendo que Naciones Unidas, grupos de defensa de derechos humanos y la Cruz Roja vienen advirtiendo sobre las prácticas de tortura que se ejercen sistemáticamente, en retenciones de más de una década sin juicio, sin derecho a la defensa confidencial?

¿Cómo Obama puede aceptar lo que Obama hace, así, sin resquemor que le quiebre el alma?

¿Qué imagen vemos en la pantalla cuando buscamos tus ojos, querido Barack, o es solo una ilusión holográfica de nuestros propios anhelos impúberes, ingenuos, demasiado éticos para el realpolitik de los orgullosos del imperio?

El actual presidente estadounidense ha deportado a más inmigrantes indocumentados que George W. Bush, pero un poco antes de las elecciones concede una amnistía temporal a los hijos de esos mismos emigrantes.¿Quién es Obama, entonces?

El actual presidente estadounidense amplía las posibilidades de viaje a los cubano-estadounidenses, permite el envío libre de remesas a la isla, pero incluye nuevamente a Cuba en los países que apoyan al terrorismo.

Al mismo tiempo, avala y apoya las conversaciones de paz del gobierno colombiano con las FARC, que toman lugar justamente en Cuba…

Entonces, ¿quién es Obama? ¿Quién habla a través de Obama? ¿Quién sufre a través de Obama? ¿Quién ha quedado bajo esa piel morena, curtida tras años anónimos de compromiso con la humanidad pobre de barrios abandonados?

Obama es fruto de una evolución dolorosísima de lucha por los derechos civiles de los afro-estadounidenses, y él mismo luchó por años por las minorías sub-representadas de este país.

Pero al mismo tiempo, ya en el poder máximo, no ha limitado en lo más mínimo todas las herramientas que la NSA (Agencia de Seguridad Nacional) pone en práctica sin autorización de ninguna Corte para espiar las comunicaciones de los estadounidenses con ciudadanos de otros países, o cualquier grupo poblacional fuera de las fronteras.

Es tan grande el escándalo, tan amplio el poder de espionaje del gobierno a sus ciudadanos, que el pueblo estadounidense aparece noqueado, confundido, sin capacidad de sacudirse de estas aberraciones que surgen de la institucionalidad.

Entonces, ¿quién es Obama? ¿El padre de familia que ve Bob Esponja con sus hijas allí en el interior tibio de la Casa Blanca, o el que ordena violar las fronteras pakistaníes para matar al monstruo de Bin Laden?

¿El que mantiene a las esposas de los Cinco de Cuba sin poder ver a sus parejas e hijos por más de una década al negarles la visa, o el que apoya el matrimonio gay y el derecho de todo ser humano de amar y comprometerse con quien escoja?

¿El que ampara al terrorista confeso de volar un avión en los setenta, Luis Posada Carriles, que vive una tranquila jubilación en Miami, o el que apeló en Arizona contra las leyes racistas anti-inmigrantes?

¿El que mantiene aún tropas de ocupación en Irak y Afganistán o el que lucha por controlar la proliferación de armas en territorio de Estados Unidos para que éstas no sigan masacrando niños? ¿El que presiona a Irán y Corea del Norte para que detengan su programa nuclear, o el que mantiene el arsenal de ojivas atómicas del país a buen resguardo, listas para el diluvio final de infamia?

¿Es el verdadero Obama el que no rechazó ni ha renunciado al enfermizamente paradójico Premio Nobel de la Paz, ¡oh, gran ironía de la historia!, o el que se paseaba por los barrios pobres de Los Ángeles y Chicago y Nueva York, soñando un mundo mejor para todos los niños que han sido abandonados o semi-abandonados por sus padres?

¿Dónde está Obama? ¿Dónde está la esperanza de lo que se podía inventar en un futuro más justo para Estados Unidos y el resto del planeta ese histórico 2008, en que un afro-estadounidense con una historia personal inspiradora para los sedientos de esperanza ejerció un acto imposible y llegó a la Presidencia de “la nación más poderosa del planeta”?

Entonces, presidente negro, hijo de keniano y juventud bella de Kansas, lee estas líneas, respóndenos con esa sonrisa ajada que se deteriora tras cada tintineo de las cámaras, con la fuerza falsa de las canas que ya pueblan tu cabeza de cansancio presidencial, dinos, ¿quién es Obama?

O mejor dicho, ¿qué ve Obama enfrentado cara a cara a su imagen?

¿Qué pasa frente a tus ojos, Obama, enfrentado a tus propios fantasmas…?

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25 jun 2013

La explosión del interés científico

Hace ya más de un mes, la estudiante del estado de Florida, USA, Kiera Wilmon (16 años), realizó un experimento de ciencias en su colegio, fuera del horario de clases y sin supervisión de un profesor (1), en la que mezcló aluminio con un líquido de limpieza que se encuentra en muchos hogares. El resultado, una pequeña explosión de sonido, que realizada bajo los condiciones controladas o típicas, no es dañina.Debo confesar que en mi etapa escolar realicé este mismo experimento en más de alguna ocasión (y por qué no decirlo, realicé unos peores). ¿Cuál es la diferencia? Kiera fue detenida por la policía local y posteriormente expulsada de su colegio.

Sin desconocer que realizar una experiencia como ésta sin la supervisión de un adulto no es lo recomendado, hay que considerar que estamos hablando de un adolescente sin intenciones de lastimar a nadie, con excelente rendimiento académico, que sólo quería probar un experimento visto en internet.

En mi opinión, este ejemplo demuestra que no existe una falta de interés de parte de los jóvenes por la ciencia, ni sus profesiones relacionadas.Lo que sí existe es una falta de propuestas innovadoras en cómo se enseña ciencia y la causa de los bajos niveles de ingreso a carreras relacionadas (sólo un 27% de los jóvenes dedicaría su vida a la ciencia), y  la ausencia de una alfabetización científica por parte de la población.

En este punto soy crítico, los docentes y los científicos hemos sido los responsables de  echar abajo en muchas ocasiones, el interés de los jóvenes. La enseñanza de la ciencia en los últimos años se ha basado esencialmente en memorizar datos, nombres e información, cuando deberíamos estar enseñando  cómo plantearse preguntas y de qué forma proponemos una respuesta en base a resultados, lo que todo científico realiza en su profesión.

También hay que reconocer que la falta de recursos, espacios y la inexistencia de estándares mínimos de enseñanza de ciencia en los establecimientos educacionales dificulta, y en muchos casos, limita el trabajo que puede realizar el profesor con sus estudiantes.

Muchos docentes y organizaciones han visto un gran desafío al momento de trabajar con niños y jóvenes, y es posible destacar casos de éxito en donde gracias al interés del profesor y la inversión de recursos públicos y privados han creado programas de educación científica de alto impacto.

Podemos mencionar el uso de nuevas estrategias didácticas como video juegos, programas de educación no formal como el Museo Interactivo Mirador y el programa de educación antártica del Instituto Antártico Chileno. Pero la mayoría de estas iniciativas se han realizado fuera del aula, por lo cual, el gran desafío es llevar éstas innovaciones en la forma de enseñanza de ciencia a la sala de clases en todos los establecimiento del país, y a la  universidad, la cual se enfrenta a problemas similares (aunque ese tema debería ser comentado en otra columna).

Está claro, que cuando analizamos el futuro del país en materia de ciencia, tecnología e innovación, la educación científica no debe quedar desplazada, sino que debería ser uno de los pilares fundamentales en la formación de la ciudadanía y en el capital humano que permitirá guiar al país a su desarrollo en una base científica y técnica.

Es por esto que le digo a los profesores: es momento de hacer una explosión para impulsar el interés de sus estudiantes.

(1) http://blogs.scientificamerican.com/urban-scientist/2013/05/01/florida-teen-charged-with-felony-for-trying-science/

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25 jun 2013

Constitución y constituyente

Tema recurrente del proceso político electoral en curso ha sido la demanda de una nueva Constitución Política y la viabilidad de lograrla mediante mecanismos democráticos posibles, habida cuenta de la institucionalidad que nos rige y que fuera impuesta por la dictadura. Sin embargo, no todas las propuestas van acompañadas de formulaciones jurídicas que apunten a establecer ese procedimiento posible para lograr el objetivo, sin lo cual el proyecto corre el riesgo de transformarse en mera consigna.

Por otra parte, estimo necesario subrayar como punto de partida que la Constitución por sí sola no resuelve todos los problemas sociales ni garantiza la estabilidad democrática a perpetuidad. Pero al mismo tiempo hay que reiterar que, en todo caso, es un factor decisivo para lograrlo. Esto en razón de que el Estado no es sino la organización política de la sociedad del que la Constitución Política es su estatuto jurídico superior que expresa la correlación de fuerzas entre las distintas clases sociales.

Con ocasión del esfuerzo colectivo de las organizaciones políticas que sustentan la candidatura presidencial de Michelle Bachelet en cuanto a concordar un programa único, se ha conocido interesantes proposiciones de cambio institucional referidas tanto al contenido de la que debe ser la nueva carta magna como a la forma legal del curso que debiera ponerse en práctica para conseguir ese nuevo texto con respaldo pleno de la ciudadanía ; en relación a lo cual el sentimiento mayoritario es el de una asamblea constituyente, respecto de la que las diversas iniciativas muestran sus lógicas coincidencias y diferencias.

En ese contexto el Partido Comunista entregó hace pocos días sus propias propuestas al conjunto de organizaciones políticas que forman la llamada Nueva Mayoría.

Ese sólo hecho dio lugar a una serie de comentarios y reproches, la mayoría de los cuales no constituyen un aporte serio al debate. Una discusión que, por su naturaleza e importancia, ha de tener en cuenta no sólo los anhelos de la sociedad sino también el estricto apego al fundamento científico de cada proyecto.

Una revisión desapasionada de las formulaciones expuestas por los comunistas permite concluir que se trata de iniciativas que apuntan a dar solidez a una convergencia social y política que abra paso a la democratización de la sociedad y del Estado, de modo que permitan poner fin a los abusos y a la desigualdad entronizados en Chile por la dictadura y que todavía no terminan.

Por cierto se plantean las reformas político institucionales, las urgentes reformas laborales, el cambio del papel del Estado en la economía, el desarrollo regional, la protección medioambiental, el aseguramiento de los derechos fundamentales del pueblo, incluidos con fuerza los de los pueblos originarios y la revisión de nuestra política exterior apostando por su proyección latinoamericanista.

En ese contexto la idea de cambiar la actual Constitución autoritaria gestada en dictadura, por una nueva gestada democráticamente ocupa un destacado lugar.

El proyecto describe el carácter y naturaleza del Estado, su estructura clasista y explica cómo la correlación de fuerzas entre las clases sociales determina “ el tipo de Estado, vinculado al modo de producción y al sistema económico social vigente, ya sea éste transicional o más menos permanente”.

La Constitución, señala la propuesta, “ organiza la forma de ese tipo de Estado. Por consiguiente la Constitución contiene no sólo los derechos y deberes esenciales de los ciudadanos y, recíprocamente, los derechos y deberes de la autoridad, sino que además consagra las bases del modelo económico, la propiedad de los recursos naturales y la organización de los poderes públicos incluidas las Fuerzas Armadas”.

A partir de tales premisas se señala un conjunto de objetivos entre los que figura la necesidad de poner fin a toda referencia a doctrinas foráneas como la de la “seguridad nacional” que considera al pueblo como “enemigo interno” y otorga poderes inusitados a los institutos armados, la democratización de todos los poderes públicos, el fin del sistema electoral binominal, la no reelección indefinida de todo tipo de autoridades, un parlamento unicameral, la obligación de los parlamentarios de rendir cuenta periódica a sus electores y la facultad de estos para removerlos de sus funciones con determinados quórums y por causales establecidas legalmente.

Asimismo, el derecho a voto a chilenos en el extranjero y la creación de condiciones para garantizar realmente los derechos humanos y sociales, trabajo, educación, sindicalización, salud, vivienda, previsión social, medio ambiente sano, respaldados todos por el derecho constitucional extraordinario de protección, sin exclusiones.

Desde nuestra experiencia respecto de las contradicciones del proceso que busca establecer el respeto pleno a la vigencia de los derechos humanos y la condena justa a los crímenes de lesa humanidad, considero además que no debiera descartarse planteamientos como aquel consagrado en la ley de leyes alemana que prohíbe expresamente que puedan ejercer cargos en el Estado sea por designación de la autoridad o en aquellos casos de elección popular a todos los individuos e individuas que hayan sido funcionarios del régimen nazi.

Se trata de una norma cargada de contenido ético, moral, político, de justicia, que contribuye no sólo a la memoria histórica, sino también al indispensable saneamiento de la sociedad, a la depuración en todos los estamentos sociales y estatales como garantía del futuro democrático.Un proceso que, lamentablemente, en Chile todavía no se inicia.

Digamos finalmente que la propuesta que comentamos y cuyo norte claramente apunta en dirección a una nueva institucionalidad política, nueva organización económica y garantía de todos los derechos y deberes ciudadanos, nos propone además un itinerario, que juzgo como perfectamente viable, para realizar el anhelo mayoritario de una nueva constitución que surja desde la ciudadanía.

Se plantea en síntesis que mediante decreto supremo, o ley de simple mayoría, se convoque a una asamblea ciudadana, elegida a través de un sistema democrático y pluralista, para que elabore un proyecto de nueva Constitución, el que luego de ser sometido durante un tiempo determinado al conocimiento y discusión obligatoria de toda la sociedad, finalmente deba someterse a plebiscito.

Estos pasos garantizan el conocimiento y participación de la población en la creación del nuevo estatuto jurídico fundamental que tendría de este modo una raíz profundamente democrática. Daría respuesta a un país que no sólo no es el mismo de tiempos de la dictadura sino que tampoco el de cinco años atrás. Un país que anhela el fin de la transición y busca un acuerdo para democratizar a fondo la vida política y social y sustituir el actual modelo económico por uno de justicia social.

Para reafirmar ideas y despejar dudas, vuelvo a los aspectos procedimentales ya mencionados de esa propuesta y sus diferentes pasos.

El decreto, o la ley en su caso, que convoque a esa asamblea ciudadana con la que se inicia el proceso constituyente, definirán el número de componentes de y el modo de elegir esos delegados de forma democrática y pluralista a fin de asegurar la participación de todos los sectores nacionales sin exclusiones.

Como dijimos, dicha asamblea podría contar con un acotado comité asesor integrado por representantes especializados de las facultades de Derecho de las distintas universidades nacionales y de otras instituciones de los diversos poderes estatales.

De este modo, todo cuestionamiento jurídico desaparece. No se trasgrede norma legal alguna y la asamblea puede iniciar sus deliberaciones porque sus conclusiones no son todavía vinculantes. Lo importante es que se da comienzo al proceso de manera concreta y la circunstancia de contar además con una comisión técnica asesora de amplia composición no sólo tendría ventajas respecto de su rigurosidad, sino que además trasluce el carácter objetivo y amplio del proceso.

Concluida la labor de la asamblea, que tendría fecha acotada, ese texto se entregaría para la más amplia discusión ciudadana entre las diversas organizaciones : sindicatos, centros y federaciones de estudiantes y de trabajadores, la CUT, la Confech, juntas de vecinos, partidos políticos, municipios, organizaciones empresariales, instituciones armadas y de orden, etc.

De suerte que sea un documento conocido por todos y que permita no sólo instruir y educar acerca de qué es la Constitución, sino sobre todo recoger las observaciones y sugerencias de la base social. Dicho debate obligatorio concluiría con una nueva reunión de la Asamblea que, con el aporte del debate, procedería a elaborar el proyecto definitivo.

Ese proyecto – que tendría la legitimidad de haber sido la propuesta más democrática en su origen y desarrollo de toda la historia de Chile – es el que debe ser finalmente sometido a plebiscito.

Puede a este respecto cuestionarse razonablemente que nos encontraríamos de nuevo en el escenario dudoso de un acto jurídico no contemplado en la actual Constitución vigente. Pero lo que hace la diferencia sustancial es que para entonces se habrá llevado a cabo durante un tiempo suficiente un proceso democrático de discusión que, acompañado de la movilización social, instalará la propuesta con la fuerza política ciudadana que hoy no tiene.

En esas circunstancias, un plebiscito precedido de un proceso amplio y participativo como el señalado se impondrá necesariamente.

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