09 nov 2015

Élite

El término “Élite” designa a quienes han dirigido las sociedades a lo largo de la historia, basando su legitimidad en su capacidad de organizar la producción social de la manera más adecuada a cada época, respetando escrupulosamente la parte de la jornada que los trabajadores requieren para sostenerse ellos y sus familias y destinando parte significativa del excedente al desarrollo de la ciencia, la cultura y las artes. En Chile es una marca de papel higiénico.

El requerimiento de la Fiscalía Nacional Económica por colusión en la venta de papel y otros productos del rubro higiene, a la firma y familia que ejerce de madrina del empresariado y la élite chilena, viene a develar con precisión científica el carácter de aquello en que ésta ha devenido tras el golpe militar: una élite rentista que ha pretendido restablecer, mediante la violencia pura y sus secuelas, la hegemonía cuya legitimidad había ya perdido por completo hace medio siglo atrás.

Como siempre sucede con estos graznidos de cisne de las élites que mueren, las hegemonías sostenidas exclusivamente por la fuerza duran un tiempo históricamente muy breve. La que asumió tras el golpe militar, que un periodista talentoso bautizó como “Hijos de Pinochet”, vive su ocaso en medio de la decadencia y descomposición, a lo que este episodio agrega la bastedad y el ridículo más completos. Se lo merecen, porque lo que hicieron en el medio siglo recién pasado es imperdonable y a juzgar por lo que parlotean en sus círculos íntimos y a veces en la prensa, ellos mismos todavía no se hacen cargo de ello y probablemente no lo harán jamás.

Los “Hijos de Pinochet” no son una élite legítima porque no han sido capaces de organizar la producción social en base a la única fuente de la moderna riqueza de las naciones: el valor agregado mediante  la contratación masiva de trabajadores para producir bienes y servicios que se vendan en el mercado en condiciones competitivas.

Los “Hijos de Pinochet”, en cambio, obtienen el grueso de sus ingresos de la renta de los riquísimos recursos naturales del país, de los cuales se han apropiado casi totalmente y mayormente sin pagar un peso. La renta, como se sabe, es un excedente de precio que el mercado asigna a los bienes y servicios escasos por encima del valor agregado en su producción, el que incluye la ganancia capitalista normal.

Los monopolistas son cuasi-rentistas, que en virtud de su poder de mercado son capaces de generar escasez artificial y vender asimismo por encima de los costos de producción, que incluyen la ganancia media.

La renta se origina en un traspaso de parte de las ganancias de los capitalistas que producen y venden mercancías en mercados competitivos, cuyos precios necesariamente deben rebajarse por debajo de sus costos, a costa de una reducción en la ganancia media, para que los bienes escasos se puedan vender consistentemente por encima de los suyos. Es decir, lejos de ser lo mismo, los rentistas son parásitos de los auténticos capitalistas. Es por este motivo que en todos los países modernos, las élites auténticamente capitalistas nacionalizan los principales recursos naturales y establecen drásticas legislaciones antimonopolio.

En Chile, en cambio, la hegemonía de la élite está en manos de un puñado de grandes rentistas. No más de diez se han apropiado sin pagar un peso del 40 por ciento de las riquezas del subsuelo, dos se han apropiado del 90 por ciento de los derechos de agua, otras dos de más del 90 por ciento de las plantaciones forestales, y siete familias se apoderaron de todas las licencias de pesca industrial. Sólo en el cobre, la renta apropiada por esta vía equivale a más del 10 por ciento del producto interno bruto (PIB) del país.

Aquellos que venden en el mercado interno se han coludido para obtener cuasi rentas en casi todos los sectores económicos, lo que hasta el momento se ha demostrado y sancionado en productos de primera necesidad para el consumo popular, como medicamentos, pollos y ahora hasta en el papel higiénico.

Los “HIjos de Pinochet” no son una élite legítima porque no respetan su regla moral más esencial, que consiste en que su derecho a quedarse con los excedentes tiene como contrapartida el respeto estricto del tiempo de trabajo que los trabajadores necesitan para sostenerse ellos mismos y sus familias, incluidos sus viejos. Esta norma ha sido respetad por todas las elites legítimas a lo largo de la historia.

La respetaron los amos con sus esclavos, los señores con sus siervos y también la vieja élite latifundista chilena, que se permitía meter mano hasta las hijas de sus inquilinos, pero nunca al tiempo que ellos tenían reservado para trabajar las tierras que se les asignaban para producir lo necesario para sostenerse ellos y sus familias, incluidos sus viejos.

En la sociedad moderna, los capitalistas se apropian de los excedentes, pero saben que deben pagar salarios justos para que sus trabajadores puedan mantenerse en las condiciones que cada sociedad considera dignas según el nivel de democracia que haya logrado. Ello se garantiza mediante estrictas legislaciones laborales que aseguran un mínimo de equiparidad en las negociaciones salariales.

En Chile la dictadura abolió la legislación laboral más o menos avanzada que se había logrado a lo largo de un siglo de luchas sindicales y la élite se ha debatido como gato de espaldas para evitar que se le introduzcan mínimas reformas, lo que resulta bien evidente y vergonzoso precisamente por estos días.

Pero adicionalmente, se apropian de parte de los salarios mediante cobros abusivos en tarjetas de crédito bancarias y otras formas de créditos de consumo, usura pura, cuyos intereses ascienden a poco menos de un cinco por ciento del PIB por año.

Como si eso fuera poco, se apropian de la casi totalidad de los descuentos salariales destinados supuestamente a sostener a los trabajadores que se han acogido a un merecido retiro, mediante el sistema de AFP que es un mecanismo de ahorro forzoso mediante el cual se apropian de salarios y subsidios financiados con impuestos pagados principalmente por los trabajadores, puesto que la élite los elude sistemáticamente, lo que después del pago de pensiones, equivale a más de un cinco por ciento del PIB por año.

Los “HIjos de Pinochet” no son una élite legítima porque en su bastedad y codicia no han sido capaces de destinar una parte adecuada del excedente al desarrollo de la ciencia, la cultura y las artes y han intentado reflotar la rancia y pre moderna cultura de casta, oscurantismo religioso y segregación social.

Tras el golpe militar redujeron el presupuesto educacional a la mitad, los salarios de los profesores a la tercera parte, despedazaron el sistema nacional de educación pública y luego han venido  intentando privatizarlo y convertirlo en una fuente adicional de apropiación de fondos públicos mediante el sistema de “vouchers”.

Dicho sistema había sido creado por el Estado, dirigido por gobiernos de todas las tendencias políticas, a lo largo del medio siglo precedente, era gratuito y de una calidad admirada en la región y al momento del golpe tenía matriculados más de tres millones de alumnos de una población total de diez millones de habitantes.

Dicho número disminuyó en términos absolutos en la primera década de dictadura, especialmente en el nivel terciario y hoy, tras todo lo ocurrido después, están matriculados en todo el sistema, público y privado, en todos sus niveles, sólo cuatro millones de alumnos de una población total de más de 16 millones de habitantes.

Este brutal retroceso inicialmente obedeció a que los militares consideraban el ámbito de las cosas del espíritu como una plaza enemiga, la cual había que ocupar y destruir. Sin embargo, que se haya sostenido a lo largo de casi medio siglo sólo se explica porque los rentistas no requieren, como los auténticos capitalistas, de una fuerza de trabajo altamente calificada y una producción científica y técnica que sustente la innovación constante, única fuente del aumento legítimo de sus ganancias.

Peor aún, los “Hijos de Pinochet” pretendieron imponer en Chile una cultura de “apartheid”, versión esperpéntica de los esquemas de castas pre modernos, que algunas élites decadentes han pretendido imponer en sus vanos intentos de prolongar su ocaso gobernando por la fuerza.

Así sucedió por ejemplo en Sudáfrica, cuya minoría blanca comparte con la vieja élite agraria criolla su origen en colonos pobres arribados en el siglo XVI y convertidos en pequeños señores. Recién en 1948 tuvo que recurrir a las infames leyes de segregación racial para prolongar mediante la fuerza durante medio siglo una hegemonía que ya por entonces había perdido por completo su legitimidad.

Una de las versiones más grotescas del “Apartheid” criollo fue su deformación de la vida social de las modernas ciudades chilenas mediante erradicaciones forzadas de poblaciones populares completas en una suerte de “limpieza étnica”, en su intento de replicar el modelo de las viejas casas patronales de las haciendas, a barrios completos. Allí malviven su ocaso, aprisionados en privilegios que no alcanzan nunca la altura de los muros y alambradas, cámaras de seguridad y vigilantes, con los cuales pretenden apaciguar su terror a perderlos, aplastados bajo fanatismos religiosos y otros arcaísmos rancios simbolizados por los techos de tejas de su preferencia.

Liberada de esta costra rentista, será posible que florezca la joven, educada, bullente y promisoria nueva élite chilena, comprometida con los derechos humanos y la democracia, conformada socialmente por los cientos de miles de pequeños, medianos y algunos grandes empresarios, auténticamente capitalistas —entre ellos muchos de los hijos de los “Hijos de Pinochet”—, junto a los profesionales, científicos, artistas, sacerdotes de todas las creencias e intelectuales, y todos aquellos que se han destacado como líderes en las más diversas actividades en virtud exclusiva de su mérito personal, así como los políticos profesionales y altos funcionarios civiles y militares que conforman el aparato del Estado. Aventados los “Hijos de Pinochet”, ellos podrán asumir en plenitud el desafío de conducir a Chile con paso firme a traspasar las puertas y adentrarse en la era moderna.

Mientras tanto, los millones de trabajadores chilenos y sus familias, junto a los cientos de miles de hermanos latinoamericanos que crecientemente vendrán a asentarse en esta tierra, rejuveneciendo y acrecentando su fuerza de trabajo, multiplicarán la riqueza del país. Con sus periódicas irrupciones masivas en la vida política, como la que está cursando en estos precisos momentos, continuarán empujando desde abajo proporcionando la inmensa energía que se requiere para remover las trabas que impiden el progreso, aventar a los “Hijos de Pinochet” y exigir a su élite que se comporte en todo momento como corresponde.

Algún día, mucho más adelante, asumirán ellos mismos, directamente, los destinos de nuestra sociedad.

1 comentario
08 nov 2015

El padrinazgo

El diccionario define el padrinazgo como protección, “favor de una persona a otra”, eso es exactamente la acción que ha ejercido el ex Presidente Sebastián Piñera, en beneficio de quién fuera su  ministro de Deportes, señor Gabriel Ruiz-Tagle, este controvertido empresario conocido especialmente, por ese vínculo tan singular, que tiene con quién ahora lo cobija para guarecerlo bajo su paraguas político.

Resulta llamativa esta conducta, en un hombre como Piñera, que se ha dedicado a los negocios, con toda su crudeza, y no a socorrer a los que son arrastrados por las aguas corrientosas de riesgosas apuestas; un actor al que no importaron ni amistades ni simpatías, en la medida que dañaran aquel propósito que verdaderamente guiara su vida, tener cada día más poder, el que a su vez le dio los medios que le convirtieron en dueño y controlador de una de las mayores fortunas del país y llegar, en el periodo pasado, a la Presidencia y moverse ahora sin reparar en costos para volver a ella.

Lo que pasa es que Piñera es lo que es, uno de los principales operadores económicos nacionales que siente una irrefrenable compulsión hacia el poder; lo ha buscado y seguirá buscando, como gran concentrador y controlador, es su adicción. Uno de tantos que alaba la libre competencia cuando le conviene y la abandona apenas interfiera con sus designios.

El ex senador y ex Presidente no es un ideólogo. Lejos está de ser un sucesor del intrincado dogmatismo, aunque fuera inconsistente, que distinguió a Jaime Guzmán. No es lo suyo caer en ensoñaciones utópicas ni abstractas disquisiciones. Actúa de acuerdo al olfato que brota de la conveniencia.

Por ello, no va a dejar caer a Ruiz-Tagle. Su mensaje es sigan conmigo los fieles. Al tomar posición tan decidida, además esta diciendo que pretende agrupar, primero a los duros y que por recursos no se preocupen, que los tiene en abundancia más que suficiente para ganar la próxima campaña presidencial. Que suban a su carro, que así van a ganar, que desde el control del Estado se pueden resarcir de tantos malos ratos del último tiempo.

Piñera quiere dar certezas rotundas a un bloque que cruje por las profundas diferencias que distancian a sus componentes, que se observan con recelo y resquemor. Esa débil unidad los puede disgregar.

Siente ese como el gran peligro. Que el extremo individualismo que inculca en los suyos su propio proyecto de sociedad, termine con su sueño visceral, el de volver a la Presidencia de la República, definitivamente por el suelo. Para él, que no tiene Partido y que no representa corriente de pensamiento alguna, disgregarse puede ser la fatalidad que liquide el sueño del pibe. Su estrategia es dar una señal de poder, no transmitir un proyecto de sociedad.

Quiere lanzarse al abordaje y que lo sigan en la aventura. La pesadilla que lo desvela es caer en la cubierta a tomar sin kamikazes que lo resguarden. Sólo no podría sobrevivir. Lo suyo no es la travesía del desierto. Vamos a ver lo que consigue, si el padrinazgo le resulta y encuentra la cantidad suficiente de gente que lo secunde.

Por eso, debe convencer a sus fieles que tendrán en él un alero seguro, no un refugio espiritual, pero sí un factor de poder, dispuesto a dar una mano a los amigos que estén en apuros. En suma, envía un llamado que se apoya en la vieja idea que “París bien vale una misa”.

Deja un comentario
08 nov 2015

Sálvese quien pueda

Penta y Soquimich, involucradas en “las boletas ideológicamente falsas” para financiar las candidaturas presidenciales y parlamentarias, a costa del Fisco. Don Pollo Agrosuper,  Ariztía, con multa de US 60 millones por formar el  “cartel de los pollos”, a costa de los consumidores. Otra triangulación las de las Farmacias, Cruz Verde, Salcobrand, y Ahumada, para subir los precios de los remedios, a costa del escuálido bolsillo de  los enfermos, la gran mayoría jubilados y montepiadas.

La Polar, el bullado caso Caval- Luksic,  Corpesca  asociado a la ley pesca de Longueira, Banco Riggs y la fortuna de Pinochet, Los Buses, Las Isapres, y Afp. El Ejército de Chile con el 10% de las ventas del cobre, en compras fraudulentas, de equipamiento y armamentos. La lista es tan larga, como la avaricia de los poderosos empresarios que no trepidan en nada para hacer de las suyas al margen de la ética y la ley.

Ahora nos enfrentamos a la colusión de dos grades empresas, productoras del  papel confort, las toallas novas, servilletas, pañuelos desechables. CMPC Tissue y SCA- ex PISA.Ambas se pusieron de acuerdo en los precios y en copar el mercado nacional, utilizando todas las triquiñuelas posibles, especulando al máximo  en detrimento de los consumidores.

La mafia concertada, utilizó nombres falsos, teléfonos celulares desechables con prepago, partes de matrimonio con nombres en clave, lanzaron  al Canal San  Carlos los computadores para ocultar evidencia culposa, evitando ser investigados en profundidad, como si nadie los fuera a pillar en sus deshonestas maniobras  y prácticas indeseables.

Los altos ejecutivos, responsables de estas artimañas periódicamente se reunían en un cuartel de Bomberos de las Condes, o en el Club de Golf de las Brisas de Chicureo, operaciones secretas al más puro estilo gansteril, de las grandes Corporaciones Trasnacionales.

Toda esta estrategia acordada lleva sobre  los 10 años desde Junio del 2000 hasta 2011, cuando se comienza a destapar la olla, en las filiales que la CMPC tiene en el extranjero,  rebotando la investigación en Chile tras una ardua investigación de la Fiscalía Nacional Económica.

Como siempre el hilo se corta por lo más delgado y los dos principales dueños alegando absoluto desconocimiento y total inocencia, declaran públicamente que ellos nada sabían, que todo fue obra de sus ejecutivos los que ya están despedidos, procediendo de inmediato a la auto denuncia, acogiéndose a la delación compensada y al beneficio de no ser multado.

El dueño de CMPC se adelanta a socio del rubro de SCA entregando la información requerida por la FNE, lo que obliga  al segundo enfrentarse a la querella del Tribunal de Defensa de la Libre Competencia, solicitando una multa irrisoria de US 15,5 millones por llegar tarde al acuerdo. En un negocio coludido que factura cerca de los  US 500 millones al año.

El conocido Gabriel Ruiz Tagle, ex-presidente del Colo Colo, ex Ministro de Deporte de su amigo Piñera  renunciado postulante a la Alcaldía de Providencia, por su partido la UDI, que tiene a sus coroneles metido hasta el cuello con los dineros mal habidos de las campañas políticas,se dice que uno de los responsables directos de este nuevo escándalo empresarial.

El otro involucrado, Eliodoro Matte el poderoso Presidente de CMPC, del Centro de Estudios Políticos, (CEP) bastión de la derecha pinochetista, empresario que invita a los Presidentes de la República para darles clases de ética en los negocios, el que defiende al pedófilo de Karadima de la Parroquia del Bosque, o financia al  jefe de los Legionarios de Cristo, el condenado sacerdote por abuso sexual, John O”Raily, a quien  le quitaron  la ciudadanía chilena otorgada por desgracia y que hoy cumple condena domiciliaria.

El que dice que durante 10 años nada sabía, pero las utilidades cuantiosa obtenidas por el mayor precio de sus productos, permitieron que su fortuna ascienda, según Forbes a US 2.700 millones, una cifra nada despreciable, para un inocente y engañado empresario chileno de marca mundial.

Para  saber del clan  Matte, lea el libro del periodista Javier Rebolledo, “A la sombra de los Cuervos; los cómplices civiles de la dictadura”. No quedará indiferente a partir de esos escalofriantes relatos, que aún no son desmentidos y por los asesinatos cometidos en un fundo de la Forestal Miminco de la CMPC, donde la justicia tarda pero llega.

Deja un comentario
07 nov 2015

El fisco debe devolver sus ganancias por el papel confort

El país entero está indignado por las ganancias ilícitas obtenidas por el cartel que permitió controlar el mercado y así perjudicar, sin escrúpulos, a todo un país y en especial a los más pobres.

Jorge Awad, con valentía y argumentos irrefutables, ha desenmascarado a los autores de estos ilícitos y en especial a Eliodoro Matte por el relevante “papel” que en ellos ha jugado la CMPC, de aureola intachable, pero que en el fondo de su alma prima el fraude, las ansias de poder económico y el dinero fácil.

Sin embargo es necesario calcular las ganancias que el Estado de Chile ha obtenido como consecuencia de estos ilícitos. En efecto, si se considera que los chilenos hemos debido pagar un sobreprecio, calculado por algunos en US$800 millones , resulta fácil deducir que por ese recargo se ha cancelado el IVA respectivo, por lo que el fisco a la tasa vigente del 19%, ha percibido una cifra cercana a 150 millones de dólares.

Pero también el ilícito ha permitido a las empresas coludidas obtener ganancias adicionales, las que han repercutido en sus estados contables y financieros. Si las ganancias fueran de los 800 millones de dólares que se han calculado, entonces el fisco recaudó por este concepto otros 160  millones de dólares.

De las cifras anteriores se desprende que el fisco podría haberse beneficiado en más de 300 millones de dólares, los que debieran ser devueltos a los consumidores, legítimos  dueños de esos dineros, independientemente de las compensaciones directas que la CMPC y sus socios “acartelados” debieran llevar a cabo.

El gobierno ha condenado con firmeza la colusión que tanto daño ha causado, no tan sólo a los consumidores, sino que además a las confianzas. El país ya no tiene referentes confiables. Todos tenemos que aportar algo para la recuperación de ellas. No podemos vivir en una eterna desconfianza. El gobierno tiene una oportunidad única de demostrar que esos dineros que obtuvo como consecuencia de los ilícitos, se les devuelve a quienes efectivamente se le usurparon y que no vayan a las arcas fiscales de la nación.

Podrá existir en la mesa del rico profundas diferencias con los alimentos que consume el pobre, pero fisiológicamente el papel que requieren unos u otros para confortarse es el mismo.

Ideas para implementar lo anterior pueden haber muchas, pero lo más importante es que exista la voluntad política de llevarlo a cabo.

Deja un comentario
07 nov 2015

Despliegue de banda de 700 Mhz ¿será suficiente?

Ya se inició el desarrollo de la banda de 700 Mhz en nuestro país, la cual viene a complementar la banda de 2600 Mhz ya existente para la entrega del servicio 4G LTE por parte de las operadoras telefónicas. Pero, ¿qué hace falta para que la conectividad de cuarta generación sea aprovechada por los chilenos?

Si bien la instalación de la banda -que se llevará a cabo de manera gradual y que debiera estar operando en 2017- es un paso importante para entregar un mejor servicio a los usuarios, no es lo único que se debe revisar. Para que este servicio de telecomunicaciones funcione eficientemente, es fundamental considerar tres factores: infraestructura, modelo comercial y equipamiento.

El primer aspecto, la infraestructura,  está en camino mediante la implementación que partió en agosto y debiera funcionar en dos años más. Si bien en la actualidad se entrega 4G LTE a los usuarios, esto se hace de forma parcial, debido a que la señal no está presente en todos lados, razón por la cual las operadoras no han ajustado sus tarifas.

Esto nos lleva al siguiente punto, el modelo comercial. Una vez que la banda de 700 Mhz esté en pleno funcionamiento, ¿las compañías aumentarán sus tarifas?, ¿jugará esto en contra de la penetración del servicio, una de las principales razones por la que se implementó la banda?

Es probable que los operadores no aumenten de manera lineal sus precios, en concordancia con la velocidad de sus servicios,  ya que de incrementarlos, se jugaría en contra de la competitividad en el mercado, de los clientes y de la posibilidad de acceder a la cuarta generación en conectividad. Una opción sería apostar por la tarificación de los datos, limitando la cantidad de gigas a descargar, antes que comercializar según velocidad.

Por ende, tendríamos una infraestructura en desarrollo, un modelo comercial que esperamos sea idóneo para una adaptación satisfactoria, pero ¿el equipamiento? ¿Qué tan preparados estamos los chilenos para recibir el servicio 4G LTE?

Sólo en 2014 se comercializaron 1,7 millones de equipos con capacidad para conexión 4G LTE.Mientras que para 2015 proyectamos que esta cifra se duplique, alcanzando los 3,5 millones de dispositivos. Una cifra negativa, si consideramos que en 2014 eran 22 millones los celulares que conformaban la base instalada ¿Se podrá revertir esta situación en el futuro?

Teniendo en cuenta la inversión significativa que deberán realizar los operadores y los elevados precios de los dispositivos que funcionan en el espectro de la cuarta generación, la implementación de la banda de 700 Mhz será un proceso lento  que necesita de un incentivo que fomente la renovación de dispositivos para alcanzar esta realidad.

El desarrollo de la banda de 700 Mhz es sin duda un gran paso, pero no el único que Chile necesita para contar con un mejor servicio de conectividad móvil. Es fundamental adecuar la oferta comercial y preparar a las personas para esta nueva red.

1 comentario
07 nov 2015

Colusión del papel ¿delito de empresas o personas?

Es lamentable que se esté haciendo habitual que en Chile, cada cierto tiempo, salga a la luz un nuevo “caso” relacionado a delitos de empresas. Ejemplificar es fácil: nos hemos sorprendido e indignado como país con el “Caso Farmacias”, “Caso LaPolar”, “Caso Penta-SQM” y “Caso Pollos”. Podría seguir enumerando con el “Caso Detergentes” o “Caso Navieras”.

Y como si fuera poco, ahora se ha agregado otro “caso” más a nuestro imaginario colectivo: CMPC-SCA, y lo más probable es que éste no sea el último y sigan descubriéndose más.

Pero, ¿quiénes son los que cometen los delitos? ¿Son las personas que trabajan en las empresas?

¿De quién es la responsabilidad? En este último “caso”, la también llamada “Colusión del Confort” o “Confortgate”, una de las compañías ya cambió de dueño y serán los nuevos administradores los que tendrán que asumir una multa, por algo que compraron, aparentemente, sin defectos.

Ante los sucesos, creo que la pregunta que todos debiéramos hacernos es ¿cómo una empresa puede prevenir que sus ejecutivos comentan delitos en nombre de ella?

Lo primero que hay que esclarecer es que, pese a que las infracciones son cometidas por personas, las que se ven beneficiadas o mermadas por estas prácticas son las firmas. Y en el “Caso CMPC-SCA” hemos sabido que hubo ejecutivos de primera línea que actuaron a plena consciencia en que lo que hacían estaba mal, llegando al inverosímil y ridículo límite de lanzar computadores al Canal San Carlos.

La respuesta entonces a la pregunta planteada  es establecer protocolos y controles claros, para evitar que esto ocurra, ya que no hacer nada termina haciendo responsables a los que no estuvieron involucrados.

La primera medida, es comenzar con un proceso de contratación y selección de personal exhaustivo, hasta dejar claro a los ejecutivos qué cosas no se pueden hacer y cuáles son las sanciones si es que llegan a ocurrir. No se trata de quitar la libertad al trabajador, pero si alinearlo con los valores de las empresas.

Los ejecutivos pasan, las empresas quedan…los empresarios deben estar conscientes, que son el factor más importante para promover las buenas prácticas internamente.

Deja un comentario
06 nov 2015

Confesiones

“Si yo fuera un líder árabe, nunca firmaría un acuerdo con Israel. Es normal, nosotros hemos tomado su país. Es cierto que Dios nos lo prometió, pero ¿cómo podría interesarles esto a ellos? Nuestro Dios no es el suyo. Ha habido antisemitismo, nazis, Hitler, Auschwitz, pero ¿fue su culpa? Ellos sólo ven una cosa: nosotros hemos venido y hemos robado su país. ¿Por qué podrían aceptar eso?”. David Ben Gurion

“Esto hay que decirlo con crudeza: el Estado de Israel ha sido establecido a expensas de los árabes, y en su tierra. Nosotros no llegamos a un sitio vacío. Hemos establecido judíos en lugares donde había árabes. Estamos convirtiendo tierra árabe en tierra judía”. General Moshe Dayan

“Los jóvenes palestinos no salen a asesinar judíos por el hecho de ser judíos, sino porque somos sus ocupantes, sus torturadores, sus carceleros, los ladrones de su tierra y de su agua, los que destruyen sus hogares, los que los expulsan al exilio, los que obstruyen su horizonte.” Amira Hass

Las tres sentencias que transcribo más arriba normalmente deberían hacer acreedores a sus autores a los calificativos de “antisemitas”, “difamadores de Israel” o “incitadores al odio”, por parte de los defensores incondicionales de ese país. Y sin embargo se trata de tres judíos israelíes: el primero, Padre fundador del Estado de Israel y ex Primer Ministro; el segundo,  quien comandó el ejército israelí  en la Guerra de los 6 días contra los países árabes en 1967, y la última, periodista del diario israelí Haaretz.

En el caso de los dos primeros, sus confesiones obedecen a un rapto de sinceridad no exento de una buena cuota de cinismo, ya que el poder militar a nivel regional y el poder político a nivel mundial de que disponía Israel, al igual que hoy, les permitió emitirlas a cada uno en su momento, en la certeza de que ellas no  generarían ningún costo para ellos ni para el Estado de Israel, pese al manifiesto desprecio que dichas declaraciones reflejan respecto del  Derecho Internacional y de los árabes.

Amira Hass, en cambio, optó por  abstraerse de la prédica racista, segregacionista y difamatoria que se difunde en las escuelas israelíes respecto de los árabes y decidió hacer algo que la mayoría de sus compatriotas evita: conocer de cerca a los palestinos y convivir con ellos y especialmente con quienes (sobre)viven en la Franja de Gaza.

Y no está sola, existe hoy una legión de historiadores israelíes revisionistas que han demolido, punto por punto, el relato sionista respecto de la creación del Estado de Israel y su supuesta calidad de víctima, basándose en los archivos militares fundacionales de ese mismo Estado. Han dejado en claro que la única meta de éste ha sido, desde el siglo XIX, conquistar la mayor cantidad de territorio árabe y tolerar el mínimo de población nativa en su interior.

Ilan Pappé y Schlomo Sand constituyen el paradigma más relevante de dicha legión y deberían ser lectura obligada de quienes, desde una óptica imparcial, buscan alternativas a la propaganda israelí omnipresente.

Como se ve, ya sea desde una perspectiva netamente sionista, como la de Ben Gurion o Dayan, o desde la de los israelíes disidentes, todos coinciden acerca de la causa de la violencia que aflige desde hace más de 70 años a Palestina: el robo de la tierra palestina, sin eufemismos, y la expoliación y limpieza étnica de su pueblo por parte del sionismo israelí.

Deja un comentario
06 nov 2015

Por una educación cívica real y efectiva

En el año 1998 se erradicó de la malla curricular de enseñanza media la asignatura de Educación Cívica. Hoy, diecisiete años más tarde, el Congreso está tramitando la ley para reinsertar dicha materia de forma obligatoria en todos los establecimientos educacionales reconocidos por el Estado. Sin embargo, este proceso, que empezó a principios de mayo, todavía no se concreta.

Reconocemos que es un gran avance el hecho de que se proclame la ley que establece la obligatoriedad de incluir un plan de formación ciudadana desde la educación parvularia hasta la media para el 2016 y, de manera más específica, la exigencia de dicha asignatura en tercero y cuarto medio para el 2017. No obstante, sigue siendo poco claro la manera en cómo se va a abordar el tema.

Es decir, si bien hay consenso sobre ciertos conceptos que todo alumno tiene que manejar para poder asumir sus deberes cívicos, no se ha puesto sobre la mesa el cómo se va a realizar el proceso de una manera reflexiva con el fin de formar ciudadanos participativos, capaces de pensar por sí mismos y no dejarse seducir fácilmente por una ideología política.

La demora en la tramitación del proyecto de ley y la poca claridad respecto al cómo se implementará el programa de formación ciudadana -siendo que es un plan que deberá ser acogido por todos los colegios a partir del próximo año-hace que la rapidez con que el gobierno pretende implementar una campaña de educación cívica a nivel nacional a partir del próximo 10 de noviembre, tenga objetivos cuestionables.

En otras palabras, si todavía no hay claridad respecto a un programa que pretende educar a todos los estudiantes de los colegios del país a partir de marzo del 2016, ¿cómo es que el Gobierno tiene claridad sobre la forma en que se educará cívicamente a la población en menos de un mes?

La implementación de una asignatura sobre educación cívica, es un tema que está siendo discutido en el Congreso desde hace varios años, sin éxito. Sin embargo, la formación ciudadana solo se convirtió en una materia urgente para el Ejecutivo dentro del contexto del cambio de la Constitución propuesta por la Presidenta hace unos días.

Las prioridades del Gobierno en cuanto a la educación cívica son dudosas considerando que van a invertir $250 millones en una campaña apresurada de “educación”, dirigida por ellos mismos, a través de los medios de comunicación, cuando lo que se debería estar haciendo es concentrar los esfuerzos en clarificar la nebulosa alrededor de cómo se llevara a cabo la inserción de la educación cívica en los colegios.

¿Cuál es la verdadera intención detrás de esta campaña tan urgente por educar cívicamente a la población? Si comparamos los esfuerzos y la inmediatez con la que se está llevando a cabo la nueva iniciativa del Gobierno, con la demora en la tramitación del proyecto de ley y la poca claridad de parte del MINEDUC sobre los lineamientos a través de los cuales esta se implementará, se puede pensar que el único objetivo de la campaña es convencer a la población de la indispensabilidad del cambio constitucional.

Una población informada, educada y crítica no se logra de la noche a la mañana. La verdadera educación cívica no se reduce a una mera incorporación de conceptos traspasados gracias a una campaña propagandística del Gobierno, sino que se refiere a una toma de conciencia sobre el impacto que tienen las acciones de cada individuo en la sociedad y la responsabilidad que significa vivir en un sistema democrático.

La complejidad de este proceso es algo que se logra a través del tiempo, gracias a la incorporación de conocimientos perdurables y a la reflexión sobre estos, los cuales forman personas críticas que a la larga puedan hacer cambios basados en la comprensión profunda del sistema en el que se encuentran inmersos.

Este proceso cognitivo y social no se logra a través de una campaña mediática, sino que es el resultado de años de una educación fundamentada en lineamientos sólidos y planificados.

1 comentario
06 nov 2015

Grupo Matte, colusión con subsidio estatal

“Chile, el único país en el mundo donde el confort, en vez de limpiarte, te caga”, decía uno de los tantos memes que circularon luego de revelarse el nuevo notición de la cada vez más nutrida sección dedicada a los delitos de cuello y corbata.

La indignación rápidamente copó las redes sociales y también caló en la agenda mediática del duopolio hegemónico. Se han expresado miles y miles de kilométricos rollos de indignación.

La ácida creatividad, incluso, convirtió al papel higiénico en soporte para descargar ingeniosas consignas y enarbolar demandas emblemáticas, como la de la Nueva Constitución.

De toda nuestra historia criminal de conocidas colusiones, como los casos “Pollos” y “Farmacias”, la del #CarteDelConfort sintetiza lo irónicamente brutal y despiadada que es la súper-ambición de los peces gordos del neoliberalismo. Refleja la gula extrema del súper-rico: la búsqueda, a todo precio, de la tasa máxima de ganancia, especialmente con un artículo transversalmente de primera necesidad.

Y la historia, esa gran infame, es más brutal aún porque pone como protagonista en el ojo del huracán a los Matte, la familia que amasó fortuna gracias a las privatizaciones de Pinochet y que engordó la billetera en medio del terrorismo de Estado. El tema también ha salpicado al ex dueño de las empresas SCA (Ex Pisa) y ex ministro de Sebastián Piñera, Gabriel Ruiz-Tagle.

“Los dueños de Chile somos nosotros, los dueños del capital y del suelo; lo demás es masa influenciable y vendible; ella no pesa ni como opinión ni como prestigio”, decía hace más de un siglo Eduardo Matte Pérez, bisabuelo de Eliodoro Matte Larraín, hoy dueño de la coludida CMPC o “Papelera” y quien figura 363 en Forbes.

Otro gallo cantaría para ellos si el proyecto de ley que sanciona con cárcel la colusión y aumenta las multas estuviera completamente despachado. Se valora la urgencia legislativa que dispuso el gobierno para dotar rápidamente al Estado con dientes que muerdan y persigan este tipo de delitos cometidos por la elite económica.

Los Matte, desde la dictadura, específicamente desde 1974, se favorecen con el llamado subsidio de reforestación o Decreto Ley 701. El encargado de ponerlo en marcha fue el entonces director de Conaf y ex yerno de Pinochet, Julio Ponce Lerou.

Con la revelación del #CartelDelConfort, no es política ni éticamente aceptable que el Estado entregue este tipo de beneficios a un grupo económico que, por 10 años, lideró una gigantesca operación de defraudación en perjuicio de todos los chilenos. Eso lo convierte en un socio despreciable. Bregaremos para que las empresas coludidas compensen a los clientes y también al Estado.

El proyecto de Presupuesto 2016 asigna la entrega de $326.979.000 millones de pesos para saldar la deuda de bonificaciones entregadas años atrás vía subsidio DL 701. Ingresaremos una indicación para entregar de manera preferente el pago del beneficio a pequeños y micro empresarios junto a comunidades de pueblos originarios. Calificarán aquellas empresas que tienen una venta máxima anual de 15 mil UF.

Desde que se dictó el Decreto Ley 701, el Estado ha transferido cerca de 870 millones de dólares, beneficiando con un 70% de ese monto a grandes grupos económicos.

Otra iniciativa que impulsaremos con mucha fuerza será la recientemente aprobada Comisión Investigadora del Caso Cartel del Confort. Es una poderosa señal que da el Congreso para luchar contra la colusión y los delitos de cuello y corbata.

Esperamos que se constituya la próxima semana para obtener rápidamente nuevos antecedentes y proponer en las conclusiones una agenda que perfeccione nuestra legislación, que detenga los abusos empresariales.

Deja un comentario
06 nov 2015

Homenaje a Nelly Díaz

Las verdaderas líderes son las que conducen los cambios con coraje moral y determinación, aun cuando sean combatidas con toda clase de epítetos e insultos.

Tienen claro que están peleando por algo justo que traerá mejoras en el bien común, en este caso, defendiendo la dignidad de la gente que trabaja en los servicios públicos, en este caso, por las personas trabajadoras del  Registro Civil.

El conflicto y la negociación son partes necesarias del desarrollo, siempre que excluyan la violencia.

El problema es que no ha habido hasta ahora un liderazgo a la par en el gobierno, ni en la dirección de este servicio. Sólo ha quedado en evidencia la incapacidad global de gestión, que incluye además de velar por la satisfacción y calidad de vida laboral de los trabajadores, una cultura de buenas estrategias de resolución de conflictos.

Pero no hay que equivocarse. Este conflicto que ha sido reducido a sólo una demanda puntual económica basada al parecer en compromisos anteriores que no se cumplieron, esconde una moderna estrategia de la “pos política” que tiende a vaciar de su sentido político profundo los conflictos, reprimiendo y excluyendo la verdadera política.

En este caso, la verdadera demanda política, parece ser contra el gobierno por su incapacidad de manejar negociaciones destinadas a generar salarios dignos de acuerdo a las funciones públicas que son claves para el funcionamiento correcto del país.

Es fácil combatir estos movimientos apelando al sufrimiento y menosprecio de la “gente” (como si los trabajadores no fueran de la misma clase de gente), traducido en los daños y perjuicios en los intereses legítimos de los ciudadanos.

Pero volviendo a la pos política, lo que queda en claro, es que hoy para levantar legítimas demandas en grupos de funcionarios públicos que no tienen poder económico ni fuertemente político, no les queda otra forma de solución, que ir a una huelga, aunque entre en el marco de la “ilegalidad”.

Este es el verdadero problema político generalizado de Chile.

¡Bien por Nelly Díaz!, una mujer y líder política “a la antigua” de verdad, con las faldas bien puestas, que no se deja engañar por una “pos política” que intenta reemplazarla por el concurso de técnicos y expertos funcionales en “conflictos”, asesores que vacían la política de su fondo esencial: las ideologías del bien común, y su lucha por hacer reales los sueños y utopías de justicia y libertad.

1 comentario