10 dic 2015

Emprendimiento y malas prácticas

Hoy, varias empresas chilenas se jactan de ser multinacionales por estar en países como Perú y Colombia. Sin embargo, su realidad y la nuestra como ciudadanos sigue siendo latinoamericana y por lo tanto, muy local y cerrada. Un ejemplo vergonzoso de ello es que en Chile no se habla de la paz en Colombia, por ejemplo, o de la crisis de Petrobras, temas que debieran discutirse a diario como parte de la cultura colectiva.

Frente a esta realidad, es urgente entender que vivimos en un mundo globalizado, ya que hoy, gracias a la conectividad, conocemos casos de corrupción en el resto del mundo, situación que debiera servir de ejemplo para nuestra propia realidad.

Primeramente y para frenar las malas prácticas como la colusión en empresas, se torna urgente fomentar la entrada de nuevos actores al mercado, potenciar los nuevos negocios y generar así, más y mejor competencia, una tarea cuesta arriba si analizamos nuestra realidad. Es prácticamente imposible para un emprendedor entrar a un supermercado con un producto nuevo, o conseguir financiamiento para desarrollar, por ejemplo, otra marca de papel tisúe.

Asimismo, es primordial darnos cuenta que no podemos seguir produciendo todo lo que nos falta, y es necesario comenzar a abrir las barreras internacionales para fomentar la competencia extranjera.

Sin esto, es tremendamente fácil caer en problemas tan obvios como los sucedidos en Chile: las malas prácticas son evidentes en una industria donde solo hay dos competidores. ¡Abramos los ojos!

Con todo, es primordial tomar conciencia como país, desde el sector público y privado.Que las compañías tomen conciencia de que es probable caer en malas prácticas, y para evitarlo, es urgente la capacitación.

Para esto, además de incentivar la educación interna en una firma, es necesario enseñar el desincentivo de malas prácticas también en universidades y escuelas de negocios.

Hoy, los profesionales jóvenes recién egresados están un poco más a caballo de la realidad, son quienes tienen en sus manos las herramientas para trabajar y construir negocios en los que imperen las buenas prácticas. Esperemos que ellos y su conocimiento contagien de manera masiva a los empresarios chilenos.

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  • Sergio Terán

    Los monopolios y la colusión son hijas del mismo padre, el extremo neoliberalismo. Ni siquiera en USA se permiten tan pocos actores en la misma área.
    Es curiosa su afirmación de que “no podemos seguir produciendo lo que nos falta”, ya que no da cuenta de la realidad de la casi completa apertura de nuestras fronteras a los capitales extranjeros, que han destrozado a la industria nacional.