19 mar 2014

Orgullo por Juegos Sudamericanos

Luego de concluidos los X Juegos Sudamericanos, tras 12 días de competencia, que culminaron la noche del 18 de marzo, con la Ceremonia de Clausura frente al Palacio de la Moneda, hay una justificada sensación de éxito en el ambiente deportivo.

La decisión tomada en el primer gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, presente en la clausura, para respaldar la solicitud del Comité Olímpico de Chile presidida por Neven Illic, de postular a Santiago a la cita subcontinental fue significativa y la organización Sudamericana lo confirmó en la oportunidad.

Posteriormente, la reiteración por parte del gobierno del Presidente Sebastián Piñera de continuar con la realización de los Juegos pese a lo que significó económicamente el terremoto de febrero de 2010 fue importante.

Es así como con simbólicamente, Piñera inaugurando los Juegos el viernes 7 de marzo y Bachelet clausurándolos este martes 18, en lo que fue la continuidad de un gran proyecto, demostró el compromiso y madurez cívica del país que nos debe enorgullecer.

Ya en la realización de los Juegos, la importante cantidad y calidad de escenarios utilizados para las diferentes competencias fue muy significativa.

Nuestro país lució recintos nuevos de nivel mundial como el Velódromo del Parque Peñalolén, con una pista de máxima calidad construida con madera de Finlandia, el Gimnasio Polideportivo del Estadio Nacional, donde brilló la Gimnasia Artística, el Centro Acuático también dentro de Estadio Nacional donde se lució la natación, el Centro de Entrenamiento Olímpico II, con los vibrantes encuentros de baloncesto, y la pista de ciclismo BMX del Parque Peñalolén, alabada por la campeona olímpica que nos visitó.

También se pudo disfrutar, entre otros, como siempre del Coliseo Central de Estadio Nacional para el atletismo, el court central de tenis del Estadio Nacional, el Centro de Alto Rendimiento CAR, el Centro de Entrenamiento Olímpico I, la cúpula del parque OHiggins, el Patinódromo y la cancha de Hockey patín, ambos enel Estadio Nacional y otros recintos tanto de Santiago como de la Quinta Región, adaptados para la circunstancia.

La extraordinaria e inesperada presencia de mas de 350 mil espectadores observando las 42 disciplinas que se desarrollaron tanto en los 34 recintos cerrados, como en los lugares públicos como las calles de Santiago par el ciclismo en ruta, las calles de Viña del Mar para el Triatlón o las playas de Concón para las competencias de vela, permitió ver a los más de 3500 deportistas de los 14 países en competencia, que dieron un gran marco humano que sorprendió positivamente

Finalmente digamos que, para muchos lo más importante es que los resultados deportivos para Chile fueron ampliamente satisfactorios.

Observando el Medallero, la cosecha de nuestros deportes fue de 27 preseas de oro, que asigna finalmente la ubicación en este, 52 medallas de plata y 50 medallas de bronce que significó para  Chile el quinto lugar en el  cómputo, único país que progresó respecto a los Juegos Sudamericanos anteriores de Medellín 2010.

Desde el punto de vista de las estadísticas importantes para un análisis, debemos decir que de los 5 países, entre los 14 participantes que se ubicaron en los primeros lugares del medallero sólo Chile mejoró en medallas de oro subiendo de 25 a 27.

Brasil ganó ahora en Santiago bajando de 129 a 110 oros, Colombia fue segundo cayendo de 145 a 52 oros, Argentina descendió de 57 a 47 oros desplazando al cuarto lugar a Venezuela que bajó de 89 a 47 oros.

En la suma de todas las medallas entregadas, oro, plata y bronce, Brasil bajó de 349 a 255, Colombia descendió de 374 a 166, Argentina disminuyó de 237 a 159 y Venezuela se redujo de 265 a 150.

Sólo Chile subió de 109 a 129 medallas, con un progreso cercano a un 25 por ciento.

La ratificación de nuestras figuras de primer nivel como Bárbara Riveros en triatlón, Felipe Miranda en esquí acuático, Kristel Kobrich en natación, Tomás González en gimnasia, Felipe Aguilar en golf, Natalia Duco en atletismo, Alberto González en la vela, Gabriela Bruna en karate y Bernardo Naveillan en equitación.

La irrupción de nuevas estrellas como Emanuelle Silva en Patín carrera, Valentina González y Fernanda Naser en Esquí acuático, Esteban Bustos y Javiera Rosas en Pentatlón Moderno, Simona Castro en Gimnasia artística, Paula Silva en Esgrima, Karen Gallardo y Víctor Aravena en atletismo, Paola Muñoz y Gonzalo Garrido en ciclismo de ruta e Ignacio Morales en Taekondo.

¿Qué viene en el futuro? Desde luego intentar no solo mantener sino fortalecer el ambiente deportivo con nuevas competencias internacionales.

Continuar con el uso permanente de todos los recintos tanto los construidos como los refaccionados. Los nuevos escenarios fueron la admiración de los deportistas extranjeros y pueden servir para competencias de nivel mundial.La juventud debe ser incentivada a la práctica de estos deportes.

Y por cierto ahora con lo realizado, el Comité Olímpico de Chile encabezado por Neven Ilic, que le cambió la cara en forma positiva a nuestro olimpismo, debe buscar con trabajo y sin arrogancia la posibilidad de organizar el año 2023 los anhelados Juegos Panamericanos en Santiago.

Competencia para la que fuimos sede en 1975, reiterada en 1987 tras nuestra primera renuncia y que luego de esta segunda deserción, todo durante la dictadura militar, provocó el repudio de la Organización Panamericana, que esperamos se pueda lograr borrar definitivamente.

1 comentario
19 mar 2014

Avancemos hacia una mayor igualdad de género

Chile es un país muy curioso. Las mujeres tenemos influencia, pero estamos sub-representadas en todos los niveles. Hoy somos dos mujeres las que ostentamos los más altos cargos del Estado de Chile: la Presidenta de la República, Michelle Bachelet vuelve por segunda vez a encabezar el Gobierno de nuestro país, y en mi caso, soy la primera mujer –después de más de 200 años de vida republicana- en asumir la Presidencia del Senado.

Esto tiene un alto sentido histórico y además simbólico para la igualdad de género.

Estoy segura que todas las mujeres de Chile, de cualquier tendencia política, se han sentido orgullosas de vernos cuando le entregué la banda presidencial a la Presidenta y nos abrazamos para felicitarnos mutuamente. Espero que sea una señal para que sigamos avanzando y abriendo pasos para ir eliminando la discriminación contra la mujer, en tantos ámbitos que hasta hoy se expresan en nuestra sociedad.

De hecho, en la primera sesión como Presidenta del Senado, tuve que indicarle a un senador que tenían que decirme “señora Presidenta”, porque es muy fuerte la impronta masculina que se impone hasta en el lenguaje diario. Sé que es un tema cultural, pero sólo si lo hacemos evidente podemos cambiar, incluso en los ámbitos cotidianos de trato y convivencia.

Nuestro país sigue siendo uno de los más retrasados en igualdad de género en América Latina.

En el Parlamento, de 38 senadores, sólo seis somos mujeres; es decir corresponde a un 15,8%. De 120 diputados, 19 son mujeres, que igualmente corresponde al 15,8%. Este porcentaje de participación política está muy por debajo de la media latinoamericana y también europea.

Hace muy poco tiempo que el Poder Judicial ha elegido ministras mujeres en la Corte Suprema.Nunca hemos tenido una Contralora General, por ejemplo.En los directorios de empresas y bancos, hay muy pocas. En el Banco Central, sólo una vez tuvimos una mujer.

En política, sucede lo mismo. No tenemos ninguna presidenta de partidos.El Partido Socialista de Chile, en su último Congreso acordó que la paridad sería completa, es decir que un 50% de representación es para las mujeres y el otro 50% para los hombres.

Esto se cumple en todos los niveles directivos: nacional, regional y comunal, siendo el primero y único partido que lo ha sancionado así. En los otros partidos, probablemente el PPD es el que más se acerca, pero no hay ningún otro que tenga establecido por reglamento la equidad de género.

Por otra parte, aunque la ocupación laboral de las mujeres ha aumentado, sigue siendo de las más bajas de América Latina, con un 48%. Los empleos son de menor calidad, la mujer sigue ganando menos, y una parte importante de los trabajos están referidos a labores domésticas, y aunque las mujeres tengan altos estudios, no se traduce necesariamente en el acceso a altos cargos y mejores remuneraciones.

El anterior gobierno retrocedió en materia de igualdad de género. Según el Informe de Igualdad de Género del Foro Económico Mundial, de un total de 136 países, Chile descendió desde el puesto 46 –que ocupaba el año 2010- al 91, en el 2013, y ello está marcado por la baja en la participación política de las mujeres, como por su participación económica.

Esto último se debe a que la participación laboral se ha concentrado en trabajos precarios y de muy bajas remuneraciones. Además, las mujeres siguen siendo las que se ocupan fundamentalmente de los cuidados de los hijos, los ancianos y los enfermos, obligando muchas veces a perder posibilidades de trabajos de tiempo completo o que requieren una dedicación que no permite la un trabajo flexible.

También mucho se ha hablado de las posibilidades de los trabajos realizados en casa, pero ello igualmente implica que, por una parte, las mujeres dispongan de ayuda doméstica, como también de uso y acceso a las tecnologías de información y comunicación, donde también las mujeres están en desventaja respecto a los hombres, en nuestro país.

Otro de los aspectos más preocupantes es el relativo a la violencia contra la mujer.

Es efectivo que este flagelo se ha visibilizado mucho más que antes, porque se mantenía muchas veces en la intimidad de los hogares, e incluso hemos detectado que es un problema transversal en las clases sociales.Hoy ostentamos una cifra muy preocupante, que es que tenemos un femicidio semanal en Chile.Esta es una cifra vergonzosa, especialmente cuando los principales victimarios son las propias parejas e incluso hijos varones que cometen estos crímenes.

Tampoco fue posible que en el gabinete de la Presidenta Bachelet se lograra la paridad, considerando la complejidad de tener representación de los siete partidos que forman parte de la Nueva Mayoría, y aún así esperamos que podamos avanzar a través del SERNAM en promover más y mejores políticas a favor de la igualdad de derechos entre hombres y mujeres.

Desde la Presidencia del Senado buscaré promover y apoyar los proyectos que beneficien y nos permitan avanzar en una real equidad de género, tales como una Ley de Cuotas que nos posibilite una más amplia participación política de las mujeres; en el aborto terapéutico para la autonomía sobre el cuerpo de cada mujer; en la promoción de mejores condiciones para el acceso laboral y en todas aquellas materias que permitan que continuemos avanzando a una senda que nos trazó la Presidenta Bachelet, desde su primer gobierno en el 2006.

2 comentarios
19 mar 2014

¿Por qué importa la desigualdad de ingresos? La batalla valórica

Chile nuevamente destaca como uno de los campeones de la desigualdad de ingresos. Esta vez fue un ranking, dentro de los países de la OECD, en la brecha entre ricos y pobres.¿Resultado?Los más desiguales.

Así y todo, la batalla valórica a favor de la lucha contra la desigualdad de este tipo no está ni de cerca ganada.

Para muchos el asunto sigue siendo la pobreza de ingresos en términos absolutos la única batalla social relevante: “si todos tienen con qué vivir, ¿qué importa que unos sean más ricos?” o, al revés, “si la lucha contra la desigualdad nos va a hacer a todos igual de pobres, ¿qué ganamos? ¡Perdemos todos!”.

En una cosa estos tienen razón, la pobreza de ingresos es un drama enorme y prioritario, y la alta desigualdad en Chile, no tiene que ver con que un grupo se dispare hacia abajo, sino con que ¡un grupo se dispara hacia arriba!

Hablar de desigualdad sin hablar de los más ricos es no hablar de desigualdad en Chile ni en el mundo entero.Por lo mismo no se soluciona con las necesarias focalizaciones en políticas sociales a favor de los más pobres.

Para otros, si se habla de desigualdad, lo relevante es la “igualdad de oportunidades”, entendida como que “todos tengamos las mismas oportunidades para acceder a la distribución de cargos y riquezas”.

El problema aquí es cuando se quiere concretizar eso de las “oportunidades” se termina usualmente hablando de “mínimos de ingresos/educación/trabajo”.A lo más, se rescata la noción de la no-discriminación como sinónimo de esa igualdad de oportunidades. Poco importa si hay distintos tipos de educación, trabajo y riquezas varias en el inicio que marcan el resultado final de la distribución.

Pero ¿por qué importa la alta desigualdad de ingresos en Chile? Básicamente porque es injusta tanto en sus orígenes como en sus consecuencias. Y esto se hace dramático en una sociedad donde el dinero cuenta tanto.

Por el lado del origen. Si la desigualdad de ingresos por lo alto fuese producto de las decisiones o responsabilidades individuales o familiares, la tolerancia sería mayor. Pero sabemos que no es así.

Si fuese producto del “talento”, también, aunque igual cabría preguntarse por el origen de el y sus consecuencias. Pero tampoco es así.

Si fuese, por último, producto de la distribución de los “aportes a la sociedad”, vale, habría que estar más satisfecho.

Pero la alta desigualdad de ingresos en Chile y en la mayor parte del mundo no tiene esos orígenes sino tiene que ver con la cuna y educación que recibiste; mercados poco competitivos con utilidades sobre normales en sectores claves; un sistema tributario que no logra sus objetivos de progresividad y, una cultura de clase, donde más allá de las competencias recibidas hay contactos, modos, “habilidades blandas”, privilegios, acceso a información que resultan decisivos a la hora de la determinación de quienes se disparan del resto.

Ahora bien, el asunto no atañe sólo a las fuentes de la desigualdad. La injusticia también se puede medir por las consecuencias de la desigualdad de ingresos.

Si lo que parece más relevante sigue siendo “el crecimiento de la torta”, la alta desigualdad de ingresos por las causas ya dichas está vinculada a la ineficiencia económica: pérdida de talentos, asimetrías de información, mercados poco competitivos, todo ello a corto plazo.

A largo plazo, no hay crecimiento económico sostenible si no hay paz social, si no hay confianza en los demás. Los economistas institucionalistas lo saben bien. Por lo mismo, no hay necesariamente un balance que hacer entre crecimiento versus igualdad.Al menos a los niveles que estamos hablando y por las causas ya dichas.

Mucho más grave en cambio, para alguno de nosotros, es la influencia en la democracia. Primero porque el sentimiento de injusticia daña el gran apoyo de ésta que es la confianza y el sentido de pertenencia.

Pero más importante aún, porque en una sociedad donde el dinero compra demasiadas cosas, la desigualdad de ingresos no sólo se transforma evidentemente en desigualdad económica, sino en desigualdad de poder, de influencia, de acción pública.

Así, la batalla contra estas consecuencias tiene una vía que es la distribución de los ingresos pero otra aún más importante como es el poner límites a lo que el dinero puede comprar. Limitar el poder del dinero.

Por último, si como a muchos, lo más importantes son los más pobres, la injusticia de la desigualdad se agudiza. Es que la situación de pobreza no es sólo carencia de ingresos. Lo es, pero es más que eso.

Es privación de capacidades en un sentido y, más de fondo, exclusión y experiencia de sentirse menos. La pobreza no es un fenómeno estadístico.Es una situación de personas que, como tales, viven, sienten y padecen en sociedad.

No da lo mismo que un porcentaje de la población viva en otro mundo, que les sobre lo que a otros les falta, no sólo bienes, sobre todo poder para decidir y actuar en la vida de ellos y de otros.

Esto puede provocar muchas reacciones, desde la rabia y la violencia, hasta la resignación y naturalización de la propia pobreza: “es lo que me tocó”. Pero, sea lo que sea, allí simplemente no hay comunidad. Es quizás lo peor de la desigualdad, la destrucción de lo común. No hay comunidad posible con alta desigualdad.

Por ello la desigualdad de ingresos importa, y mucho. Quizás debiese importar menos y debiésemos concentrarnos en la desigualdad de poder. Pero, por ahora, lamentablemente, está muy unida.

Deja un comentario
19 mar 2014

Qué bonita vecindad

El comienzo de marzo, es como dar verdaderamente inicio al año 2014 a pesar que hay dos meses que lo anteceden.Uno de los acontecimientos más importantes que ocurrió en este período, fue el cambio de mando presidencial, donde la Presidenta Michelle Bachelet se puso la banda tricolor para dar practica a sus nuevas políticas gubernamentales, cuyo eje será la equidad.

Bajo el gobierno de Piñera, la política exterior se enfocó en potenciar más acuerdos comerciales y generar alianzas con los países que tienen una visión de libre mercado, donde el claro ejemplo es la creación del nuevo organismo de integración Alianza del Pacífico, integrado por Perú, Colombia, México y Chile, buscando un mejor entendimiento comercial en correlación a facilitar la entrega de visas, compras estatales, entre otras medidas.

Por otra parte la Presidenta de la república, Michelle Bachelet ha manifestado tanto en su programa cómo en distintas entrevistas en los medios de comunicación, que su política exterior se enfocará a tener una participación más activa dentro de la región, restableciendo los lazos con países del Atlántico sur, como es el caso de Argentina, Brasil y Venezuela.

No creo que sea negativo apuntar una política exterior enfocándose en que Chile tenga una mayor participación activa, ser el “Álvaro Balero” (personaje del primer reality chileno), de la región tiene sus puntos positivos como negativos.

Podemos afianzar aún más las relaciones comerciales, que siempre es bueno, pero no es favorable avalar ciertas políticas que esos países se han caracterizado por mantener en los últimos años, como el proteccionismo económico y la sobre regulación del mercado.

Es evidente que la región se divide en dos bloques. Uno busca el camino del desarrollo mediante políticas de libre mercado, realizando tratados de libre comercio por donde se les ocurra, facilitando la entrada de todo tipo de productos.

Por otra parte tenemos a las naciones que se llenan la boca con discursos anti-imperialistas, despilfarrando promesas, que muchas veces quedan en el tintero.

Como país tenemos que cuidar lo que ya hemos logrado en los últimos 20 años, sin olvidar que hay mucho por hacer todavía, donde la desigualdad social e injusticia del mercado no es justificable.

Tengo la convicción que nuestra Presidenta encontrará el equilibrio adecuado, para mejorar aún más las relaciones con nuestra “Bonita Vecindad”.

Deja un comentario
19 mar 2014

Educación fifty/ fifty y educación 20/20

“Nos vamos Fifty-Fifty” es una expresión chilena que significa irse a medias en un negocio, en un 50% para cada socio. Ese modelo “miti-mota”, donde el Estado financia intermediarios en vez de cumplir su labor, se ha impuesto en la educación chilena por más de tres décadas.

Fue una decisión ideológica implementada por una dictadura cambiar el sistema educacional chileno para dejar pista libre a los privados; sin embargo ello no sólo se hizo para facilitar un negocio, fue además una estrategia política para intervenir la historia del país.

El antiguo modelo educacional daba muchos problemas a quienes estaban empeñados en una revolución armada de derecha. Había que destruir la escuela pública, el liceo técnico y el liceo humanístico científico, porque desde ahí surgieron las personas que lograron avances sociales durante el siglo XX.

Se abandonó presupuestariamente la educación pública y la clase media de los 80 se fue a colegios particulares subvencionados lejos de los sectores populares, llegaron los sostenedoresy se legó todo ese desastre a municipalidades pobres en el 86.

Aparecieron el colegio aspiracional con nombrecito en inglés y las Ues privadas que permitían ingresar con puntajes bajos, mientras las estatales fueron abandonadas al igual que el hospital público.

Entre 1990 y el 2010 los nuevos gobernantes profundizaron el negocio y esta estrategia política.Ello porque el modelo chileno se sustenta,entre otras cosas, en mano de obra barata, clases segregadas geográfica y educacionalmente, clase media no informada ni culta, no sindicalizada y amplios grupos sociales endeudados.

En el lapso 2011-2013 hemos escuchado a sólo dos actores por los medios, los Fifty-Fifty que se enriquecieron con el modelo educacional y a los 20/20 que desde un“Topos Uranus” de la ingeniería han accedido en menos de 5 años a una subsecretaría para la reforma que nos espera.

Los 50-50 armaron con sus redes en el congreso la LGE del 2009, que consolidó el lucro en la educación básica y media. Consiguieron en esa ley las ATE (Agencias Técnicas de Educación) y para ello esgrimieron sofisticados papers.

Las ATE vendieron sus asesorías para mejorar la enseñanza a colegios de su propiedad o de familiares.El mercado de las ATE creció y de las poco más de 100 agencias inscritas en el registro público del 2009, hoy son más de 800.

Según Jaime Retamal de la Facultad de Humanidades de la Usach, las ATE han demostrado no lograr procesos autónomos de mejoramiento en las escuelas, ni procesos sostenibles de aprendizaje y son empresas que buscan generar, al revés, dependencia en esas escuelas vulnerables para seguir usando recursos del Estado.

El nexo con el negocio de las ATE inhabilitó a la recientemente designada y renunciada subsecretaria de Educación, Claudia Peirano, fundadora y socia de una denominada Grupo Educativo.

Algo comparten la filosofía 50/50 con la 20/20. El Centro de Liderazgo Educativo (CLE) es una ATE perteneciente a la Fundación Educación 2020, que no lucra pero ya demostró tener redes políticas, considerando el nombramiento en Educación.

Recuerdo cuando los 20/20 fueron al Senado con sus poleras verdes a apoyar la LGE de la Concertación en el 2009, sabiendo que permitía consolidar el lucro en la educación básica y media, como crear los nichos comerciales hoy acaparados por las ATE.

Los recuerdo en las estradas del hemiciclo en silencio alzando sus dedos cada vez que un artículo de la LGE era aprobado y así evitaban que los expulsaran de las gradas, cosa que sí se hizo con el Colegio de Profesores.

Los que co gobiernan Chile saben que en 2012 el Primer Censo Nacional Docente constató que de los 12 mil profesores encuestados sólo un 20% está afiliado al gremio y un escuálido 8% pertenece a un sindicato.No hay costos políticos, entonces, en expulsarlos de las aposentadurías.

Nadie desconoce que el documento de 2009 de los 20/20 explica muy bien lo que podría hacerse para superar esta crisis educacional, eso es una discusión técnica, pero analizando el texto no hay ninguna palabra sobre desmontar esta ideología de más de 34 años.

Pero era de esperar, porque para lograr redes, es más fácil no quedar mal con nadie, rescato un párrafo de su manifiesto:“¿Cómo hemos llegado a esta situación en un país que ha mostrado avances en muchos otros aspectos? Hay quienes opinan que se debe al modelo económico.Hay quienes culpan a los profesores.Unos culpan al mercado, otros al Estado.Nos da igual.”

O sea les da igual, las profundas connotaciones ideológicas.Frente a la carta que muchos 50/50 firmaron para rechazar la idea de una educación gratuita, los 20/20 han demostrado solidaridad, defendieron a la ex subsecretaria Peirano por los medios.

¿Apoyarían los 20/20 una política de financiamiento a la educación chilena que contemple el costeo de todos los aspectos que involucran una educación de primer nivel, para sacar el voucher que desvía recursos a entidades privadas? ¿Les “da lo mismo” las redes partidarias y económicas que hay en las ATE?

Sería bueno saberlo, pues Chile es un país pequeño donde la elite posee los mejores empleos.

La reforma es un tema ideológico, pues si acá nos pusiéramos como meta dignificar de verdad a los profesores ellos volverán a ser esos pervertidores socráticos de la juventud y el sistema educacional se limpiaría de redes con asientos en las comisiones del Senado, útiles siempre para lograr generar agencias miti-mota.

¿Se nos vienen ahora las AHE (Agencias Holísticas Educativas), donde se entregará asesoría en I Ching, Numerología o Pilarsordismo a las escuelas más pobres para deleite 50-50? Sería bueno conocer la opinión de los 20/20.

Deja un comentario
18 mar 2014

30 años de tecnologías en Chile

Este 2014 la Asociación Chilena de Empresas de Tecnologías de la Información, ACTI, cumple 30 años desde que fuera creada, en 1984.

Treinta años que han permitido configurar una entidad que reúne a socios de grandes, medianas y pequeñas empresas empeñadas todas en apoyar el crecimiento del país y el mejoramiento en la calidad de vida de los ciudadanos a través de la aplicación en la vida diaria de todos los elementos que las tecnologías aportan al país, al gobierno, a las empresas, a las organizaciones públicas y privadas y a los hogares.

Y cómo, junto con el crecimiento orgánico de la institución, cambió la forma de vida de las personas en este período.

Si bien todos, hombres y mujeres, somos lo que somos producto del avance permanente del conocimiento y de las tecnologías, lo cierto es que estas últimas tienen un crecimiento exponencial que ha dividido las generaciones en “nativos digitales” y en “inmigrantes digitales”, y obliga a una permanente actualización de conocimientos y técnicas.

Desde el PC de escritorio, grande, imponente, con claves, que asustaba con sus mensajes de “error, error”, congelando al neófito frente al teclado, hasta el manejo con destreza de los elementos digitales que hoy la juventud y niños usan como si estuviera en su ADN.

Desde la primera transmisión por la web, entre universidades realizada en 1969, pasando por el primer correo enviado por Ray Tomlinson en el año 1972 hacia 23 computadores conectados a Arpanet, hasta la creación de la World Wide Web en la década del 90, este vehículo de comunicación cambió el mundo, creando una nueva realidad de conexiones, de redes, de trabajo, ayudó a tumbar gobiernos, fue parte de la burbuja de las punto com, pero también reflejó la inequidad al mantener la brecha en el acceso a ella a los países y personas pobres.

Siendo la comunicación el vehículo de transmisión y de adelanto, en este ámbito la introducción de los teléfonos móviles en 30 años revolucionaron todo. Y, ha sido este artefacto el que exhibe una transformación sin igual.

Desde el Motorola Dynatac lanzado en 1983, con un peso de 800 gramos a los actuales smartphones ultralivianos, que además entregan una multiplicidad de servicios y operaciones, ha pasado muy pero muy poco tiempo.

Del télex al fax, pasaron pocos años y hoy ambas tecnologías se encuentran obsoletas, a pesar de que en su momento fueron una revelación.

La televisión en estos mismos 30 años tuvo una revolución espectacular. De transmisiones que duraban sólo parte del día, en blanco y negro, pasamos a una televisión en línea, desbordante, inmediata, que nos transmitió “en vivo” y  mala calidad la Guerra del Golfo, hasta los procesos políticos que son promovidos hoy, desde un simple celular y que llegan a todo color, digital y en alta definición a nuestros hogares. Nada falta para que veamos los cambios políticos, sociales, los desastres, los matrimonios reales, en 3D.

En robótica los adelantos son vertiginosos. No sólo en la industria vemos cómo los procesos ven disminuidos sus tiempos y costos, sino que se prevé la pronta irrupción en el mercado de robots que colaborarán también en alivianar la carga del trabajo doméstico.

Así tendremos robots industriales, robots móviles con ruedas, con patas, prótesis médicas, micro-robots. Pese a estos avances, aún éstos no son capaces de tomar decisiones “inteligentes”, pero al ritmo que vamos es probable que estemos ad portas de ello.

Pero las Tics no sólo influyen en el trabajo y en el proceso de modernización, sino que también son parte importante de las actividades lúdicas. Desde el primer juego y consola, hasta lo que vemos y vivimos hoy también pasó poco tiempo. Hoy los niños ven los aparatos que volvieron locos a los niños de ayer y no pueden creer las limitaciones de movimientos, de tiempos, la gráfica ruda.

Los paradigmas con que la sociedad, las naciones, las familias, las redes se movían, conectaban y relacionaban cambiaron radicalmente con las tecnologías de la información.

Pero en este cuadro es necesario formular la siguiente interrogante ¿evolucionó la sociedad al mismo ritmo? Evidentemente que no.

No todos pueden acceder a los artefactos creándose una brecha digital que aleja aún más a los desposeídos de la posibilidad de tener una mejor vida, reflejándose incluso en la televisión: los programas pagados son de mejor calidad en contenidos y realización que los de señales abiertas.

Los celulares según sea el modelo marcan estatus, la banda ancha no es universal, en fin, la obsolescencia programada de los artefactos crean necesidades irreales, sin asidero.

Por ello, como organización gremial no podemos dejar de insistir en la necesidad de contar con una institucionalidad fuerte en tecnología que fije normas, marcos de desarrollo y de actividad con el objetivo de que estas maravillas del ingenio humano efectivamente cumplan con su rol social, contribuyan a la equidad y justicia que todos anhelamos.

Deja un comentario
18 mar 2014

La transición tardía de Lagos Weber

Entrevistado por El Mercurio (16/03/2014), Ricardo Lagos Weber, senador del PPD, sostuvo: “Hoy se han abierto espacios y podremos discutir qué tipo de sociedad queremos y lo haremos por primera vez en 25 años. Esta es nuestra tardía transición en la que se tocarán temas de fondo”. Agregó que la transición vivida bajo los gobiernos de la Concertación había sido “bien mañosa” y que los “los acuerdos empezaron a ser más importantes que el fondo de las cosas”.

No tiene nada de particular que una fuerza política que recién llega al gobierno se vea a sí misma como la novedad completa, encarnación de la luz que iluminará todos los ámbitos de la sociedad y dejará en evidencia cuán oscuro fue el pasado.Son las servidumbres del partidismo.

Lo novedoso en este caso es que ese pasado tuvo al PPD como un actor principal.El propio senador fue ministro del primer gobierno de la Presidenta Bachelet, el cual parecía digno de defenderse en aquel tiempo, pero que ahora –como han cambiado los vientos- es parte de ese pasado dudoso en el que, según él, no hubo espacios para discutir “qué tipo de sociedad queremos”.

Por eso, dice, estamos ante una transición tardía, porque antes no pudieron tocarse “temas de fondo.”Pero ahora sí podrán tocarse con el gobierno de la Nueva Mayoría.

La tarea iniciada en 1990 permitió recuperar la convivencia pacífica y el pluralismo; iniciar la reconstrucción del Estado de Derecho; restablecer el respeto de los derechos humanos; avanzar en cuanto a la verdad, la justicia y la reparación respecto de los crímenes de la dictadura: asegurar el compromiso de las FF.AA. con la democracia; y a la vez, reducir sustancialmente la pobreza y alentar el crecimiento económico.

Así, nuestro país se reintegró a la comunidad internacional y se ganó un buen nombre que dura hasta hoy. No es casual que Chile y Uruguay sobresalgan en todos los indicadores internacionales sobre América Latina.

Es lamentable que numerosos parlamentarios de centroizquierda hayan llegado a la conclusión, sobre todo por razones electorales, de que el “pensamiento correcto” es hoy juzgar desdeñosamente la experiencia de los gobiernos de la Concertación, que representó un período que no admite parangón con ningún otro de nuestra historia en cuanto a los progresos alcanzados.

¿Con qué otra etapa habría que comparar a los gobiernos de Aylwin, Frei, Lagos y Bachelet en materia de avances sociales, económicos e institucionales? Que alguien lo diga. Y eso no es conformismo, sino constatación de hechos, mínima perspectiva histórica.

Hubo temas de fondo que no se tocaron, dice el senador pepedeísta. ¿Podríamos considerar como temas de fondo el encarcelamiento de Manuel Contreras Sepúlveda, jefe de la represión pinochetista, y los procesos a muchos agentes de la dictadura gracias al apoyo de los gobiernos concertacionistas a la misión de los tribunales? ¿Y la tarea de las comisiones Rettig y Valech?

¿Temas de fondo? Vamos viendo. ¿Quizás la creación del Sernam y el conjunto de leyes que han promovido los derechos de la mujer?

¿O la reforma procesal penal, que permitió un salto modernizador del sistema de administración de justicia?

¿O la creación de la legislación medioambiental?

¿O los múltiples tratados de libre comercio?

¿O la ley de divorcio? ¿O el sistema de protección de la infancia? ¿O la reforma previsional con pilar solidario para los adultos mayores pobres?

Son sólo botones de muestra. ¿Faltó hacer esto y aquello? ¡Por supuesto! ¿Hubo cosas que no se hicieron bien? ¡Sin duda! ¿Se equivocaron los presidentes al designar a ciertas personas en determinados cargos? ¡Por cierto que sí! Pero el balance global resiste bien el juicio ciudadano.

El rumbo fue el adecuado, y pudo haber sido el de Venezuela o el de Argentina, países que hace 40 años le llevaban amplia ventaja a Chile en todos los terrenos, y que hoy, debido al populismo, sufren dificultades de toda clase.

Lagos Weber dice que en los años de la Concertación “los acuerdos empezaron a ser más importantes que el fondo de las cosas”. Su deber sería dar ejemplos. ¿Cuál de los cuatro presidentes avaló esos acuerdos de mentira? En realidad, su afirmación es una forma de competir con el discurso maximalista que abomina de los consensos pues los considera traición.

¿Y qué son los consensos? Compromisos, naturalmente. Y sucede que la política democrática se construye sobre ellos.

Hay mucho por hacer para que Chile sea mejor en todos los terrenos. Necesitamos que la prosperidad y la solidaridad vayan de la mano, que la política sea mejor, que el Congreso recupere autoridad, que la decencia prevalezca sobre las maniobras oportunistas.

El régimen democrático necesita que los partidos sean instituciones confiables, con debate interno y funcionamiento transparente, con finanzas limpias, y no máquinas clientelistas ni agencias de empleos.

Al referirse a lo que viene ahora, Lagos Weber afirmó que “como partido nos corresponde llevar a cabo el programa sin chistar”. Qué curioso es eso de “sin chistar”.

¿Dejó el PPD de ser un partido político con capacidad crítica y respeto por sí mismo, o definitivamente ya es otra cosa?

Esperemos que el nuevo gobierno represente una etapa de avance para el país.Más allá de cualquier retórica refundacional, se necesita una gestión fructífera, que fije prioridades con buen criterio, reduzca las desigualdades y encabece un esfuerzo nacional de progreso duradero.

3 comentarios
18 mar 2014

Recuperar el Estado Republicano

Los rectores de las universidades estatales, que son privadas en su financiamiento, insisten en que el Estado está entregando tanto o más fondos a universidades privadas que a las estatales, y que esos fondos no tienen ningún control del Estado; peor aún, muchos de estos fondos van a las arcas de instituciones extranjeras.

Se ataca el lucro y la falta de control que derivan de los fondos fiscales como si esto fuera lo más serio o importante.

Insistamos, lo más importante, inmoral y anti-ético es el robo al erario fiscal o estatal que proviene del bolsillo de todos los chilenos, principalmente de los pobres, a través de los impuestos, que los ricos pueden evadir de múltiples formas.

La Constitución de la Dictadura Militar y las leyes consecuentes autorizan al Gobierno para asignar fondos, como éstos, a las universidades privadas sin el consentimiento informado de los chilenos, lo que constituye un robo ético aunque no legal.

El Gobierno le mete la mano al bolsillo de los chilenos para sacarle plata y entregársela a instituciones privadas incluso extranjeras, a la vista y paciencia de todos y sin que nadie, excepto algunos pocos, reclame contra este robo, fascista, legalmente autorizado.

No sucede sólo en la educación esta expropiación, ha sucedido favoreciendo a la banca privada, empresas privadas, e incluso empresas o bienes del Estado han sido regalados al privado o vendidos a precios irrisoriamente bajos.

La República democrática chilena es decir todo el pueblo de Chile que por casi 200 años trabajó intensamente desarrollando la Educación Pública, Salud Estatal, Empresas del Estado (Corfo y otras) vio con tristeza e impotencia cómo la Dictadura Militar entregaba en bandeja todos estos logros obtenidos con sangre, sudor y lágrimas de todos los chilenos a la oligarquía criolla.

Toda esta plataforma que constituía la base de la República (la cosa pública en latín) de Chile fue expropiada para entregársela a esa oligarquía o incluso a las transnacionales.

La Concertación y la Alianza no hicieron otra cosa que profundizar esta demolición del Estado de Chile incluidos los sitios y terrenos públicos para fortalecer a esa oligarquía que ni siquiera tuvo que trabajar para que se le entregara todos estos bienes.

Ya hemos demostrado que recuperar para el Estado la educación superior, financiando los salarios académicos y el funcionamiento basal de las universidades estatales con un programa exigente de Carrera Académica a nivel nacional, bastaría sin necesidad de reforma tributaria, para restaurar la educación universitaria gratuita (mejor dicho estatal) dejando un amplio campo para el privado que puede lucrar lo que quiera.

Con esfuerzos económicos algo más bajos puede lograrse la educación estatal técnico-profesional y la capacitación artesanal pos-enseñanza media.

Luego toda la educación llamada superior puede re-instalarse en Chile sin necesidad de reforma tributaria, pero requiere de la instalación de un Estado republicano en educación, con académicos y profesionales de la enseñanza del Estado, reconocidos como tales y pagados como tales y no por el privado como es ahora.

La educación dejada al mercado se hace más y más cara, como sucede en Chile donde es una de las más onerosas del mundo, pero sacrifica su calidad que está muy lejos de ser una de las mejores del mundo y se va deteriorando cada vez más, porque no hay Carrera Académica de excelencia a nivel nacional exigible como requisito básico para la acreditación de las instituciones de Educación Superior y como base de toda la Educación.

Se necesita un Sistema de Educación del Estado independiente del ministerio de Educación que es Gobierno y por lo tanto mono-ideológico en lo político contingente.

El traslado de la educación municipal al ministerio de Educación puede ser uno de los errores más grande que puede cometer este Gobierno, pues se trata de destruir una educación estatal (municipal) en aras de una educación gubernamental ideológicamente comprometida con autoridades designadas por el Gobierno de turno y por lo tanto inestables.

Los fanáticos del modelo capitalista neo-liberal insisten en cacarear no al “estatismo”, cosa que nunca hemos planteado; para que haya estatismo debe haber Estado y en Chile no lo hay.

El Gobierno, aparato mono-ideológico del Estado, se ha dedicado a destruir al Estado desde la UP.Lo que planteamos es simplemente recuperar el Estado republicano o la estatalidad en Chile, es decir la condición de una República en que sus políticas de desarrollo y su realización correspondan a cuerpos científico-técnico- sociales independientes de los gobiernos de turno, de las empresas y empresarios de turno, de los poderes del Estado y de las ideologías o religiones.

Es decir una separación real del Estado de las Iglesias, ideologías, partidos políticos, empresarios o poderes fácticos.

No planteamos otra cosa que una República Autónoma independiente. Los que plantean el “estatismo” no se dan cuenta o no quieren hacerlo que la alternativa es el “empresarismo”, es decir que el Estado pase a ser un fundo de la oligarquía, que instala una requete-privada oligarquía nepótica como es Chile en la mayor parte de su quehacer, oligarquía que tiene mucho más poder que los poderes del Estado.

El Estado republicano es el único que puede ofrecer las bases para una equidad real si es que tiene verdadero poder político y económico.

Si los miembros de los poderes del Estado, Gobierno, Parlamento, Poder Judicial tienen intereses en las empresas pasan a ser simples funcionarios de esas empresas puesto que el conflicto de interés es inevitable y la República es imposible en esas condiciones, a no ser que se haga una nueva Constitución donde tales intereses no puedan primar sobre los del Estado republicano.

1 comentario
18 mar 2014

El pacto cultural para dar un paso en el desarrollo

Hace 25 años este país tuvo que comenzar de cero en lo que respecta a un política pública cultural. Así fue como se instaló un pequeño espacio en el Estado que reconociera a la cultura como una preocupación. Ese espacio que ha crecido sustancialmente, y ha “atendido” a creadores y artistas, hoy debe “atender“ a ciudadanas y ciudadanos, porque la cultura no es solamente el derecho a crear, sino a convivir con ella, en forma cotidiana y sobre todo vinculante.

Hoy, los desafíos son mayores, diversos y profundos porque el país debe elevar su nivel cultural.Sus logros dependerán en gran parte del trabajo que hagamos los ciudadanos y ciudadanas.Los desafíos de la cultura son desafíos de todos quienes componemos -y creamos- el tejido cultural de Chile.

La Ministra nos expuso, a través de los medios de comunicación, los principales ejes sobre la política cultural que tendrá que dirigir durante los próximos cuatro años, a modo de resumen.

• La cultura como un derecho ciudadano y ejerciendo un rol relevante en el debate de la educación.

• Una nueva institucionalidad cultural, con competencia sobre el Consejo Nacional de Televisión y un canal cultural de TV abierta.

• Mayor y mejor inversión pública para los museos, mayor apoyo a las salas de teatro y fortalecimiento en contenidos de los centros culturales.

• Cuota para la música nacional en radios y fomento a la producción nacional editorial.

Es decir, mucho por hacer. En este escenario, el componente ciudadano, a mi juicio, es y será el factor determinante en la nueva política cultural, trazada en un amplio ejercicio de participación elaborado al interior del comando de Michele Bachelet durante la pasada campaña electoral.

Ahora, es tarea de la Ministra liderar este desafío, al cual me siento convocada como ciudadana primero, pero también como creadora, representante sectorial y gestora cultural.

Para poder instalar a la cultura como un “derecho ciudadano” debemos primero fortalecer los espacios sociales que se destruyeron con la dictadura.Los espacios sociales, que nos constituyen como sociedad y nos permiten desarrollar una identidad cultural como comunidad.

Este esfuerzo, debemos hacerlo en conjunto, el Estado y la Sociedad. El Estado debe garantizar la existencia de estos espacios, tales como la sindicalización o la organización ciudadana. La Sociedad debe asumir estos espacios como herramientas de cohesión social, y ocuparlos. Es decir, si la política comprende que la cultura es un espacio social, la sociedad debe hacerse responsable de ese espacio social.

Es así que Estado y Sociedad tendrán que asociarse, para dar un paso cuantitativo hacia el desarrollo.

El Estado tendrá que diseñar mejores espacios de participación, en todos los estamentos de la cultura, tales como el rol que ejercen los consejeros sectoriales, los objetivos y alcances de las convenciones anuales de cultura y, por supuesto, la nueva institucionalidad.

Quienes trabajamos por y para la cultura de este país, en diferentes ámbitos, nos vemos convocados a ser responsables de este pacto, convocados a conseguir que se cumplan estos desafíos, convocados a darles curso pues sabemos, producto del diálogo, que son sustantivos para el desarrollo social de Chile, pero también, nos sentimos convocados a exigir que se realicen de acuerdo a lo planteado tanto por la Presidenta, como por la nueva Ministra, con participación ciudadana.

Todos los desafíos nombrados por la Ministra son relevantes, pero este es el fundamental. El encargo por tanto es a trabajar, cada uno en su lugar.

Deja un comentario
17 mar 2014

Nazismo y pinochetismo en Chiloé

Cada cierto tiempo, reaparecen en Chile iniciativas de grupos nazis locales que se destacan por su desubicación, su falta de inteligencia y su nula información sobre lo que es la propia ideología que pretenden difundir.

En las fotografías publicadas en la prensa se observa que se trata de gente joven, con rostros bastante populares y pelos suficientemente tiesos y oscuros como para haber sido serios candidatos al crematorio de haber vivido en los tiempos de gloria del nacionalsocialismo.

No hay representantes de la raza dorada que despertaba tanto entusiasmo en el Führer, sino fieles especímenes del Chile profundo, que no se ve por qué lado podrían encontrar su lugar en un pensamiento racista germano-alemán. Los nazis locales pertenecen a ese submundo en que la contradicción vital no parece ser un problema cuando se trata de definir sus posturas.

Su última aparición ha sido en estos días a través de una iniciativa bastante curiosa: una “Escuela de arte nazi general Augusto Pinochet” a realizarse, no en Nüremberg, sino en la comuna de Ancud, en Chiloé. Esta iniciativa ha sido denunciada por el ex Diputado Gabriel Ascencio y por el Diputado Gabriel Silber, ambos demócrata-cristianos.

Lo primero que llama la atención es que se trate de una “escuela artística”. Uno se pregunta, qué vueltas ha dado la vida como para que un grupo nazi aparezca propiciando una escuela artística.

Recordemos las persecuciones nazis al arte modernista y expresionista de la época y la exposición de Münich de 1937, en la que se exhibió una muestra de 650 pinturas de lo que Hitler denominó “Arte degenerado”.

Los representantes de este arte tan repudiado eran figuras como Paul Klee, Pablo Picasso, Vincent Van Gogh, Marc Chagall, Wassily Kandinsky, Max Ernst, Otto Dix y Eduard Munch, entre otros, cuyas obras condenadas por el régimen eran consideradas fruto de una “fantasía enfermiza”.

Sería interesante saber si en esta curiosa escuela se le va a recordar a los alumnos la famosa frase de Göhring “¡Cuando escucho la palabra “cultura”, saco mi revólver!”, que de manera tan directa demuestra el interés de los nazis por el arte y la cultura. Se recordará también seguramente la tristemente célebre quema de libros durante el régimen de Hitler acaecido en la Bebelplatz de Berlín, el 10 de mayo de 1933.

En segundo lugar, es muy interesante que esta “escuela artística” lleve el nombre del general Pinochet, también famoso en el mundo entero por su gran apego a la cultura y su respeto por el libre pensamiento y la libertad de creación. Ningún nombre mejor que este para presidir un evento como el que se busca llevar a cabo.

Recuérdese por ejemplo la quema de libros llevada a cabo por militares chilenos cuya foto recorrió el mundo demostrando que lo que estaba aconteciendo en Chile no era ajeno a lo que ya había tenido lugar en la Alemania nazi.

Fuera de bromas, es significativo que los nazis chilenos relacionen su ideario político con la figura de Pinochet, es algo que viene a aclarar definitivamente muchas cosas que los que hemos luchado por la democracia en Chile sabemos, pero que para muchos todavía siguen en la oscuridad.

Pinochet defendió un nacionalismo estrecho propio de militares cortos de luces, faltos de mundo y poco leídos, para quienes la patria es una especie de reglamento inconmovible en el que el pensamiento no puede penetrar. Esta idea es efectivamente muy cercana al nacionalismo de los nazis.

También lo es el moralismo fanático que lo llevó a pensar que su dictadura era el bastión de la defensa de los valores cristiano-occidentales frente a la amenaza comunista. Idea que terminó siendo muy incómoda para los verdaderos líderes del mundo que Pinochet pretendía defender y que poco a poco se fueron alejando de su régimen como de la peste, incluidos los norteamericanos que en un principio lo sostuvieron. Con horribles crímenes y torturas no se podía afirmar que se estuviera defendiendo ningún tipo de civilización existente en el mundo.

Lo interesante es que quienes hoy día reivindican su nombre desembozadamente sean estos nazis y poca gente más.

La derecha chilena, a la que le ha costado tanto deshacerse de su herencia pinochetista, esto debería servirle para darse cuenta de a qué diablo le ha estado vendiendo su alma, y cómo su consecuencia democrática tarde o temprano tendrá que pasar por un repudio nítido y sin expedientes del régimen del dictador.

Pinochet siempre fue bastante más cercano a los nazis que a cualquier tendencia democrática en el mundo. Eso es lo que aparece cada día más claro en nuestro país.

Y si verdaderamente estamos construyendo una democracia más sólida y más representativa de los intereses humanistas de nuestro pueblo, en la futura Constitución que se desea instituir debería figurar también una clara condena y prohibición de ideologías nefastas como el racismo y el nazismo.

Entonces, estos intentos de rehabilitar trasnochadas ideologías funestas estarían prohibidos por ley y no tendrían más cabida ni siquiera bajo estas formas ridículas en las que todavía intentan legitimarse.

4 comentarios