01 sep 2014

Trata de personas, urgencia legal y desafío moral

La expansión de los mercados, la apertura de fronteras, el aumento de flujos de viajes, así como el incremento de los intercambios culturales, científicos, comunicacionales y de pensamiento, han sido solo una parte de los grandes frutos del fenómeno conocido como globalización o “mundialización”.

Como nunca antes en la historia de la humanidad, el planeta está más al alcance de todos.Las informaciones que ocurren en rincones del mundo opuestos al nuestro se reciben en tiempo real y todo indica que ya no hay regiones que puedan quedar al margen del conocimiento global. Tal como señalaba el profesor Jorge Larraín, en su libro la “Identidad chilena”, la distinción entre lo local y lo global se ha vuelto cada vez más difusa.

Sin embargo, la globalización ha generado a su vez un lado oscuro. Uno de estos aspectos negativos está estrechamente relacionado con la criminalidad, por cuanto ésta también se ha globalizado, siendo hoy capaz no sólo de actuar simultáneamente en varias partes del mundo, sino que además tiene el potencial de involucrar a personas de distintas nacionalidades. La actuación de las organizaciones criminales transnacionales es el típico ejemplo de la existencia de una nueva realidad global, donde se han superado las fronteras nacionales.

En medio de este escenario, algunas expresiones delictuales se han presentado con mayor fuerza, como es el caso de la “trata de personas”. No es que este delito no haya existido antes, sino que en las actuales circunstancias – de mayor apertura e información – se ha transformado en una expresión más recurrente por sus facilidades de operación, por sus enormes ganancias y por las posibilidades de éxito en sus planificaciones.

Este delito es sin duda una de las manifestaciones más deleznables de la realidad criminal actual, ya que impacta directamente en el núcleo de la dignidad humana. Por lo general, sus víctimas son personas vulnerables, como niños y mujeres, de escasos recursos y dispuestas a grandes sacrificios en favor de un futuro mejor. Sus victimarios juegan y destruyen las esperanzas y expectativas de sus víctimas, se aprovechan de sus vulnerabilidades y pretenden desconocer el valor más propio e íntimo de todo ser humano.

Es por ello que la trata de personas no es solo un fenómeno criminal de orden transnacional, es también y al mismo tiempo uno de los actos que más rechazo provoca en la conciencia moral.

Reducir a una persona a la condición de mercancía transable en el mercado, constituyéndose por lo mismo en la forma moderna de la esclavitud, repugna a una recta conciencia y, por ende, es motivo de reflexión y análisis desde la perspectiva legal, ética y del Derecho Internacional de los Derechos Humanos.

Tanto es así que el Protocolo para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas, especialmente mujeres y niños, que complementa la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional”, define este delito de la siguiente manera.

“Por trata de personas se entenderá la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación. Esa explotación incluirá, como mínimo, la explotación de la prostitución ajena u otras formas de explotación sexual, los trabajos o servicios forzados, la esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, la servidumbre o la extracción de órganos”.

Conforme la definición antes descrita, existen tres formas principales en que se expresa este delito.Una tiene como finalidad someter a las personas a trabajos forzados, y las dos restantes tienen por propósito la explotación sexual y el tráfico de órganos.

Por lo tanto, esta expresión criminal tiene una estrecha relación con otro ilícito relacionado, pero conceptualmente distinto, como es el tráfico de personas. Según INTERPOL, “en este caso los traficantes posibilitan la entrada ilegal en un país a quienes no son ni ciudadanos ni residentes permanentes del mismo. Por lo general, una vez que el inmigrante clandestino paga su deuda, acaba la relación entre éste y el traficante”.

En rigor, la trata de personas es una manifestación de la criminalidad organizada transnacional y sus ganancias a nivel mundial son francamente millonarias.

Por tal motivo, INTERPOL ha adoptado una moderna estrategia para enfrentar este delito en distintos niveles que abarcan iniciativas tales como: “Operaciones y proyectos” (Implementación de medidas para desmantelar las redes dedicadas a este ilícito), “Instrumentos” (Establecimiento de sistemas técnicos de intercambio de información a escala mundial), Generación de “alianzas” (Colaboración con distintos sectores), y “Conferencias y otros actos” (Coordinación entre especialistas de todo el mundo).(1)

A nivel nacional, la trata de personas también se ha transformado en motivo de preocupación y ocupación. Al respecto, cabe precisar que Chile se ha convertido en un receptor de migrantes, situación altamente positiva para el país, pues da cuenta de un ethos nacional cada vez más abierto a la riqueza intercultural y a la solidaridad internacional.

Sin embargo, esto ha despertado la atención de organizaciones criminales dedicadas a la trata de personas, hecho que ha impulsado a la Policía de Investigaciones de Chile a implementar una unidad especializada en la investigación de este delito, como la Brigada Investigadora de Trata de Personas, creada el año 2012, con el propósito no solo de apoyar a los sistemas de persecución penal y de administración de justicia, sino que también para contribuir con el pleno respeto de los derechos humanos, particularmente los derechos fundamentales de mujeres, niños y niñas.

Es así que la trata de personas es un fenómeno de creciente preocupación. Analizar sus causas, enfrentar sus operaciones, y prevenir y remediar sus consecuencias son – a la vez – obligaciones de orden jurídico-estatal y moral. En efecto, este delito lastima a las personas más vulnerables de toda sociedad, a aquellos que más atención y ayuda necesitan para salir de sus condiciones de profunda fragilidad humana.

No hay que olvidar además que este ilícito se enmarca en un contexto mucho mayor.Vivimos en un mundo donde la dignidad de las personas parece perderse en los laberintos del egoísmo. De ello da cuenta la muerte de cientos de inocentes en enfrentamientos armados, los desplazamientos forzados en zonas de conflicto, la existencia de numerosos campos de refugiados con condiciones inhumanas, así como el abuso en contra de los menores de edad.

Se hace imperioso, entonces, el surgimiento de una reflexión serena y profunda, junto con una acción decidida y oportuna.

Ante estos escenarios surge con infinita fuerza la visión kantiana, según la cual el daño que se hace a una víctima, es un daño que se causa a toda la humanidad. El filósofo español, Fernando Savater, también nos habla de corresponsabilidad y nos dice que cuando se trabaja por el beneficio de la sociedad, en el fondo se está garantizando el beneficio de cada uno.

En síntesis, la trata de personas debe interpelarnos no sólo como urgencia legal, sino que fundamentalmente como desafío moral.

(1)Ver más en www.interpol.int

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01 sep 2014

El copago en la reforma educacional

Lo colocan en la esfera política, cuando en definitiva está marcado por una realidad sociocultural.

En efecto, el Gobierno señala que de manera gradual desea terminar con el copago, ya que éste impide que los padres que tienen bajos recursos puedan elegir libremente donde quieren poner a sus hijos, lo que se constituye en una forma de discriminación y segregación social.

Los padres, por su parte, quieren mantener la subvención pagada por ellos, porque manifiestan querer lo mejor para sus hijos y por lo mismo están dispuestos a sacrificarse por esa mejor educación que consideran les ofrece un colegio particular, como ellos llaman.

El debate se torna complejo, porque el gobierno busca lo mejor para la sociedad, mientras los padres quieren hoy lo mejor para sus hijos. Ambos desde su mirada tienen razón.

Es cierto que hoy la educación reproduce y amplifica la segregación social que hay en nuestro país, con una educación pública para los más pobres, subvencionada para un sector medio y pagada para los de mayores recursos.

Ello implica que desde niño se aprenda a convivir socialmente solo con los iguales, impidiendo una formación y mirada más amplia de los educandos, lo que en definitiva terminará marcando toda la sociedad. Es difícil que generemos una sociedad más integrada si no se logra disminuir la brecha social en todos los ámbitos partiendo por la educación.

Los padres sostienen que las cosas que se reciben gratis no se valoran como corresponde y que al cancelar pueden exigir. Tienen temor que al darse un término del copago se proyecten los problemas de la actual educación municipal en la subvencionada.

Este debate parece complejo de resolverse, sin embargo creemos tiene un solo punto de encuentro, educación de calidad.

Con una educación pública de calidad, la demanda por irse a ésta será explosiva. Si los padres quieren lo mejor para sus hijos y el gobierno para toda la sociedad, ese es el gran punto de encuentro posible.

Es la educación de alta calidad la que define una opción por parte de los padres, sea cual sea su nivel social y cultural. Una muestra clara de ello, han sido desde siempre los liceos emblemáticos de nuestro país, que hoy están distorsionados al seleccionar solo a los mejores y por lo mismo sus resultados son predecibles.

Es por ello que el tema de la calidad debe ir en la avanzada de la reforma. Solo ella puede terminar con todo tipo de discriminación y segregación. El problema es que para ello se requerirán años y los hijos necesitan respuestas ahora.

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01 sep 2014

Después del bombardeo

Todavía no se desvanece del todo el polvo y el aullido de los cazas F-16 israelíes (entregados por EE.UU.), que desolaron Gaza y dejaron a una población aún más sumida en el terror y la desesperanza, cuando las ambulancias y el personal médico comienzan su trabajo, después del bombardeo.

Ese silbido infernal que alerta del sobrevuelo rasante que hacen los poderosos aviones de combate, aun gatillan la memoria y nos acercan al dolor que hoy vive el pueblo palestino.

Claro, de bombardeos sabemos los chilenos. Y una y otra vez aparecen como colgados de las nubes los cazas británicos Hawker Hunter, llevándose en su danza de manera dramática, el proyecto de modernidad socialista iniciado en 1970 con el doctor Salvador Allende, a la cabeza. La historia se conoce. Después del silbido, los escombros, el humo y por fin el silencio.

Y al igual que hoy en Gaza, en Chile ese 11 de septiembre de 1973, luego de la ira y la destrucción llevada a cabo por las 4 ramas de las Fuerzas Armadas y de orden chilenas, un puñado de personas comenzará con miedo pero con decisión a recorrer las calles cercanas a La Moneda para socorrer heridos.Son paramédicos, choferes de ambulancias, que junto a enfermeras y médicos de la Posta Central, hoy Hospital de Urgencia Asistencia Pública, tendrán un rol central para muchas personas ese 11 con mil rostros.

“Nómina de personas fallecidas atendidas en la Posta Central”, es el titular que se inserta en la página 5 del periódico El Mercurio de Santiago en su edición del día 14 de septiembre de 1973. Entre las cerca de 16 personas que ahí se incluyen, está el nombre de Augusto Olivares, el periodista que estará junto al Presidente Salvador Allende en la defensa de La Moneda.

Por su parte en la página 6 de la misma edición de El Mercurio, se inserta bajo el titular “Personas heridas que fueron llevadas a la Asistencia Pública”, un listado de más de 100 personas que fueron trasladadas a la Asistencia Pública por diversas heridas entre las que destacan las “heridas a bala”, que suman cerca de 80 personas, sin contar las que llegan por heridas de esquirlas.

Es decir, casi la totalidad de las personas de la lista de El Mercurio son por heridas de armas de fuego. De este listado destacan los nombres de Antonio Aguirre Vásquez y de Osvaldo Ramos. De Aguirre Vásquez el listado señala que llegó con “herida a bala transfixiante con salida de proyectil ángulo costolumbar derecho de pierna con gran compromiso de partes blandas. Fractura expuesta pierna izquierda”, por su parte de Osvaldo Ramos, se informa que llegó con “herida a bala abdominal, complicada”.

Estos antecedentes son solo una parte de ese 11 de mil rostros. Rostros que en la Posta Central se develaron con dignidad.

El informe Rettig confirma en relación a los casos de Aguirre y Ramos (ambos parte del dispositivo de seguridad del Presidente Allende), que estos fueron sacados desde el interior de La Moneda por efectivos militares y desde ahí les condujeron hasta la Posta Central.

“En ambos casos existe constancia de su permanencia en la Posta Central de Santiago, desde donde fueron sacados por efectivos militares. Desde entonces se desconoce su paradero”, culmina enfático el Informe Rettig, agregando que la Comisión llega a la convicción en ambos casos que se trata de personas que fueron víctimas de violación a sus Derechos Humanos, “ya que su desaparición es de responsabilidad de agentes del Estado”.

Es decir, en la Posta Central también podemos hablar de detenidos desaparecidos. Suena fuerte, como el silbido de los Hawker Hunter o los F-16 y nos deja en silencio, como cuando termina el bombardeo.

Las memorias están dispersas por la ciudad, hablándonos en voz baja, contándonos detalles de una historia que pasa por arriba, a veces muy por arriba, por donde vuelan los aviones de guerra. Las memorias en cambio se quedan en los pasillos, en los laberintos de una ciudad que corre desprevenida de historia. Las memorias están colgando en las paredes, en los patios, en los ojos de los que la cuentan.

La reconstrucción de Gaza tras los bombardeos de los F-16, será lenta. Algunos indican que costará más de 20 años.

En Chile, ya han pasado 40 años desde el bombardeo de los Hawker Hunter, y aún seguimos reconstruyéndonos, buscando fragmentos en las ruinas de nuestra historia reciente.

Después del bombardeo, queda la memoria.

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01 sep 2014

Propuestas indígenas desde la derecha

Los parlamentarios Espina y García han tomado una posición pro-activa en favor de Derechos indígenas largamente demandados. Presentaron sus ideas en un documento en donde destacan dos ejes doctrinarios importantes.

Los asuntos indígenas que conmueven a la Región de la Araucanía constituyen una cuestión de Estado y reconocen una incapacidad histórica del Estado para construir una política de inclusión.

Luego, proponen, entre otras medidas la creación de un Consejo de Tierras (integrado por representantes indígenas, de la sociedad empresarial, gobierno y otras entidades) para resolver las demandas de tierras en la Araucanía e incluso enfatizan la idea de una reparación pos 1990.

Proponen también crear una suerte de Corporación Regional de Fomento rural y se pronuncian categóricamente en favor de la creación de cuotas especiales de representación en el Congreso Nacional, municipios y otras entidades colegiadas.

Por cierto, reconocen las falencias de la actual institucionalidad indígena, expresadas en la Conadi y su superación con la creación del ministerio de Asuntos Indígenas. A lo largo de estos años, señalan, se ha diagnosticado de manera suficiente la problemática indígena pero las respuestas han sido insuficientes o limitadas. En lo principal, se pronuncian también a favor del reconocimiento constitucional de los Pueblos Indígenas.

Lo primero que quiero decir es que me alegro de esta toma de posición de estos parlamentarios de la derecha chilena. Sin entrar a revisar cómo han votado a lo largo de sus períodos legislativos cuando varias de estas mismas iniciativas fueron puestas en debate, lo que es menester esperar es que ahora, cuando estas ideas sean presentadas o restablecidas como proyectos de Ley, ambos legisladores (y asumo que sus bancadas harán honor al compromiso expresado en este reciente documento) votarán a favor de las iniciativas legales.

Y eso representaría un avance sustancial en la solución política de la cuestión social indígena en Chile.

No obstante, es igualmente importante –y en honor a la historia- despejar y precisar varios aspectos de esta toma de posición, primero, para indicar que en materia de iniciativas políticas para abordar el tema indígena, no estamos partiendo de cero.

En efecto. No es nuevo, por ejemplo, señalar hoy que la problemática indígena constituye un asunto de Estado. Esto ya estaba claro en el planteamiento del Pacto de Nueva Imperial, en 1989.Estuvo claro en las bases de la Comisión Especial de Pueblos Indígenas (CEPI), entre 1990 y 1993. Estuvo muy claro en el debate parlamentario, con motivo de la Ley Indígena 19.253, finalmente aprobada el 5 de octubre de 1993 y recordemos que la derecha se opuso tenazmente a la aprobación del Convenio 169 y al reconocimiento de la condición de pueblos de nuestras comunidades ancestrales.

Para el movimiento democrático y la sociedad civil indígena en Chile, desde mucho antes del triunfo del No en 1988 ya se tenía claro que la problemática indígena debería ser abordada como un asunto de Estado.

Y a mayor abundamiento, esta concepción quedó ampliamente establecida en el histórico Informe oficial de la Comisión Nacional de Verdad y Nuevo Trato (2004). En consecuencia, no es una novedad reconocer hoy que el tema indígena es un asunto que corresponde resolver al conjunto de la sociedad chilena y del Estado. La pregunta es, ¿por qué la derecha ha demorado 25 años en reconocerlo?

En materia de propuestas, es igualmente importante formular profundas precisiones a las generosas ideas de los parlamentarios Espina y García.

La cuestión social indígena en Chile no se reduce a la Región de la Araucanía: es un tema de carácter geopolítico, que comprende a todos los Pueblos Indígenas de Chile, desde el norte grande hasta el extremo sur del país. Los acontecimientos en la Araucanía solo reflejan la punta del iceberg del problema mayor.

En consecuencia, y esto ya fue previsto en el Informe de la Comisión de Verdad y Nuevo Trato y en los programas presidenciales del 2005 y del 2013, cuando se dice (y en este caso se reitera lo ya conocido) que el tema indígena es un tema de Estado, lo es –efectivamente- en el amplio sentido de los problemas, deudas históricas y oportunidades que Chile y su Estado deben abrir y considerar para todos los pueblos indígenas.

Otro capítulo de precisiones apunta que en todas aquellas políticas referidas a las “soluciones” de los problemas de Tierras y Aguas, no es suficiente un Consejo de carácter regional, para constituir una suerte de “banco de tierras” y fijar un plazo para devolver tierras e incluso levantar reparaciones “para indígenas y no indígenas”.

Los pueblos indígenas del norte, el pueblo Rapa Nui y diversas comunidades mapuche desde el Bío- Bío hasta el extremo sur del país, están planteando que deben ser considerados los derechos territoriales y de autodeterminación que emanan del Convenio 169 de la OIT, hoy Ley de la República.

Y aquí no me quiero detener en revisar cómo votaron en años anteriores los parlamentarios que ahora “lideran soluciones” de buena voluntad para encarar la cuestión indígena. El punto principal es que hoy, la demanda de tierras no se refiere sólo a la Deuda Histórica reconocida en el 2004 por el Estado en el Informe de Verdad y Nuevo Trato, sino que el requerimiento se ha ampliado –legítimamente- a un asunto territorial de mayor envergadura. Y esto fue adecuadamente previsto en el Programa de la campaña presidencial de la Nueva Mayoría en el 2013, con las correspondientes propuestas de políticas públicas.

Los parlamentarios Espina y García se pronuncian también a favor de una representación parlamentaria, municipal y en otras entidades, de los Pueblos Indígenas.Esto no es una expresión de buena voluntad. Ni siquiera para la Nueva Mayoría.Es una exigencia que emana del Convenio 169 de la OIT y de la Declaración universal de Derechos Indígenas, de Naciones Unidas (2007).

Es decir, y para ser más precisos, la calidad democrática del próximo Congreso Nacional a elegirse el 2017 estará condicionada por dos fenómenos nuevos: la incorporación efectiva de cuotas de mujeres y la incorporación efectiva de cuotas parlamentarias indígenas, y en ambas Cámaras, para ser bien precisos.

La idea de una especie de Corfo Rural ya está presente en el programa presidencial del actual Gobierno. Lo mismo, la creación del ministerio de Asuntos Indígenas para fortalecer la transversalidad de la política indígena; y en el programa se incorporó un compromiso que deriva desde el Informe de Verdad y Nuevo Trato: que los Pueblos Indígenas tengan su propia institución representativa, con capacidad de interlocución con todos los poderes del Estado y esto es, el Consejo (o Parlamento) Nacional de los Pueblos ancestrales o indígenas de Chile.

¿Qué es, entonces, lo nuevo en la toma de posición de los parlamentarios Espina y García? Que en tanto representantes de la derecha, y a partir de una postura de buena voluntad (y ello se verá reflejado cuanto voten en el parlamento), lo que ellos están haciendo es producir un giro (no sabemos cuán sólido y persistente podrá ser), en una derecha que a lo largo de muchas décadas desconoció la relevancia histórica, social y cultural de nuestros Pueblos ancestrales.

Este es el principal mérito de su postura, por cuanto –espero- obligará a sus correligionarios políticos conservadores a tomar igual posición en el parlamento.

Si esto es así, es perfectamente dable pensar que cuando nuestra Presidenta ingrese los proyectos de Ley respectivos, los parlamentarios Espina y García serán los más entusiasmados en aprobarlos.

Y eso, en sí mismo, es extraordinariamente valioso.

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01 sep 2014

Tecnologías de la comunicación y subjetividad social

Ya en los años 60 Marshal McLuhan (1992) sostenía que el cerebro humano es un ecosistema biológico en constante diálogo con la tecnología y la cultura y agregaba que “la velocidad eléctrica tiende a abolir el tiempo y el espacio de la conciencia humana. No existe demora entre el efecto de un acontecimiento y el siguiente. En la era eléctrica nos vemos a nosotros mismos cada vez más traducidos en términos de información, dirigiéndonos hacia la extensión tecnológica de nuestra conciencia.”

Recordaba que Harold Innis, economista y experto en comunicación canadiense, fue el primero en demostrar que el alfabeto es un agresivo absorbedor y transformador de culturas.

En definitiva, lo que McLuhan adelantaba, con gran intuición, es que sea en el paso de la cultura oral a la cultura escrita como en el paso de la cultura mecánica a la eléctrica y a la digital, las tecnologías de las comunicaciones producen verdaderas revoluciones en la formulación de la subjetividad de las sociedades.

Ello significa que la estructura mental de la sociedad y de las personas está influía por el tipo de tecnología que la sociedad dispone. “Somos lo que vemos, formamos nuestras herramientas y luego estas nos forman”, diría McLuhan (1996).

En la Galaxia de Gutenberg , plantea que en el paso de la cultura oral a la alfabética, no solo se crea una nueva memoria que hace perdurar el pensamiento humano sino que además las palabras adquieren significado mental y se genera una nueva creación imaginaria.

El conocimiento y el manejo de la información es poder y la Ilustración, el Iluminismo y la propia Revolución Francesa habrían sido imposibles sin que mediara la creación de la imprenta y la publicación de las obras que generaron el pensamiento político hegemónico de esta fase de la modernidad.

Los periódicos acompañaron en el siglo XVIII a la revolución industrial, a la expansión del capitalismo, al liberalismo que creó al ciudadano, la igualdad ante la ley y el derecho a la propiedad, premisas con las cuales nace la democracia moderna.

Pero, también, la imprenta y los periódicos permiten la expansión del pensamiento social, en particular de las ideas de Marx, que representó a aquella clase que de súbdito se transformó en un ser libre de vender su fuerza de trabajo en el mercado y en un sujeto político que expandió los confines de la democracia e instaló el principio de la igualdad social.

Es el paso a la tecnología de la imagen, el surgimiento de la Televisión, que cambia la forma de vivir de las sociedades, lo que permite a McLuhan (1990) predecir que esta nueva forma de comunicar iba a transformar el mundo en una Aldea Global, lo que se profundizaría cuando el satélite permitió trasmitir imágenes y “comunicar en tiempos reales a gran distancia”.

La influencia del medio televisivo sobre la vida privada de los ciudadanos es uno de los fenómenos centrales en la evolución de la sociedad contemporánea.

Se trata de un fenómeno que produce incluso una auténtica mutación antropológica, ya que incide en los parámetros cognoscitivos, en las disposiciones emotivas, en el imaginario colectivo, en el sentido, en los ritmos y los contenidos de la existencia cotidiana.

La sociedad de los últimos 40 años del siglo XX y del primer decenio del siglo actual, ha estado regida por la influencia de los medios y en particular de los visuales.

Televisión y video han orientado y, en gran medida, determinan la composición de significados, las representaciones que nos hacemos de la sociedad, la definición de nuestros deseos que creemos íntimos y libres.

En el tiempo en que decae la lectura y la sistematización conceptual como modos de interrelacionarse con el mundo, la imagen pasa a primer plano en su rol de componer nuestra concepción de la realidad.

La televisión hegemónicamente reemplaza a la escuela como principal aparato educador y las instituciones clásicas encargadas de la socialización de los individuos, entre ella los propios partidos políticos, pierden influencia y efectividad.

Se sale, como señala Sartori (1989), del “mundo de las cosas leídas” para entrar en el “mundo de las cosas vistas”. Hay un paso del “homo sappiens” al “homo videns” y, por tanto, al de un ser humano donde el significado de las cosas ya no se da en términos de conceptos sino de imágenes y de emociones.

A diferencia de McLuhan, que confiere a la TV un rol esencial en el surgimiento de la globalización como efectivamente ha ocurrido, parte importante de la intelectualidad, sobre todo europea, ha sido despiadadamente crítica con el rol, considerado excesivo, de la TV en la vida de la sociedad.

De Carl Schmitt a Luhmann y a Habermas la sociología y la filosofía europea colocaron el acento en el impacto de los medios de comunicación sobre los espacios tradicionales de la democracia, mostrando la creciente influencia sobre los procesos de formación de la opinión pública.

En un momento el filósofo francés Jacques Derrida (1989), para el cual “la democracia es solo una promesa y está aún por venir”, avanzó una propuesta de “aggiornamento” de la democracia, basada en la idea de una “opinión pública independiente”, es decir, una opinión pública que sepa interrogarse críticamente sobre los principios mismos de la democracia, comenzando por la idea de la democracia.

Sin embargo, el mismo Derrida sostuvo que la independencia de la opinión pública está más que nunca amenazada por los medios de comunicación de masas.Su conclusión es muy radical, “la TV hace mal a la democracia” y, por tanto, señala, “es necesario luchar contra la nueva censura que amenaza a las sociedades liberales: la acumulación, la concentración, los monopolios de la comunicación que pueden reducir al silencio todo aquello que no entra en sus propios esquemas”.

También Karl Popper (1994), uno de los padres de la sociedad liberal abierta, en su último ensayo antes de su muerte, se ocupa de lo que llama “los peligros que emanan de la Televisión para la libertad”

“La Televisión sostiene Popper, se ha convertido en un poder político colosal. Podría decirse que es incluso el más importante de todos, casi como si hablase de Dios mismo. Y así será un día, si seguimos permitiendo el abuso por parte de este medio de comunicación.”

Por su parte, el sociólogo norteamericano y experto en comunicación de masas, Todd Gitlin(1994), fundamenta la acusación que se hace a los medios norteamericanos de degradar la política.Destaca que la influencia de los medios y especialmente de la TV en relación a las campañas políticas, tiende a banalizar la competencia ya que se destacan aspectos de imagen más que propuestas y contenidos, imitando las formas deportivas y del espectáculo.

Es obvio, que la Televisión cambia el lenguaje de la política que no está determinado por el tiempo destinado a hacer comprensible el argumento a la gran masa sino a los tiempos del “efecto sonido e imagen” que la TV transmite y que es seleccionado a través del montaje por la propia Televisión.

La visión crítica de intelectuales europeos y norteamericanos sobre el rol de la TV, se apoyó en que el presente se caracteriza por la analogía y la homología entre la crisis de las grandes filosofías de la historia y la crisis del imaginario colectivo, construido por los grandes medios históricos como el cine, la radio, la prensa de masas.

Ello fue reemplazado crecientemente por formas de comunicación y de tecnología “auto hipotéticas”, de medios expresivos, de elaboración de lenguajes que llegan a la artificialidad del sujeto. La TV y la tecnología de las comunicaciones fue vista, unilateral y reductivamente, como un riesgo de desestructuración de lo social hacia otros polos de atracción.

Los representantes de la Escuela de Frankfurt, especialmente Adorno y Horkheimar (1987), van más allá en su crítica al papel de la TV y de la industria cultural en general, convertida en una “industria de las diversiones”, la cual reduciría al ciudadano en una “censurable calidad de consumidor.”

De esta forma, se liga directamente la crisis del sistema político democrático a la política de los medios. Althusser(1971) mismo se declaraba defraudado de las expectativas emancipadoras de los medios electrónicos convertidos, según él, en “aparatos ideológicos del Estado o en represoras “industrias elaboradoras de la conciencia”.

Para muchos intelectuales, el desarrollo del medio televisivo resulta nocivo para la política porque produciendo mundos virtuales y estableciendo una gran confusión entre historia – realidad y ficción, ello lleva a evaporar los espacios públicos hasta convertir a la sobre modernidad de los medios en la productora de no lugares y ellos, junto al relato y a la estructura social resultan indispensables para la política.

Sin embargo, para el teórico francés Lucien Sfez (1988), que busca explicar el carácter apocalíptico de las críticas a la Televisión y al sistema de medios desde el mundo intelectual europeo, especialmente en los años 80 y 90, ellas corresponderían a un afán desesperado por encontrar “un elemento capaz de mantener el consenso” cuando se han perdido los criterios de legitimidad como los factores tradicionales de la integración social.

Obviamente es miope no reconocer que gracias a la influencia del medio televisivo, el horizonte cognoscitivo y las posibilidades de experiencia de las sociedades se han dilatado enormemente, que se ha expandido la dimensión de la esfera pública.

No hay duda que gracias a la televisión, la vida emotiva e intelectual es hoy potencialmente más rica, más compleja, más integrada y ella ha sido, junto al mercado mundializado, el vehículo de la globalización y, también, al creciente surgimiento de fenómenos multiculturales.

Esto nos traslada a un mundo donde la dignidad de lo visible es la que permite la dignidad de la acción y no a la inversa.Ciertamente la visibilidad del mundo vivido es clave para la configuración de las relaciones sociales, para identificar sujetos y cosas.

Esto, porque es cierto que la comunicación televisiva funciona sobre la base de una lógica autorreferencial: se organiza como un mundo en sí mismo, habla de sí misma, refiere a sí misma toda experiencia y constriñe a toda experiencia a hacer referencia a su universo simbólico.

Todo ello hace que sea necesario, desde el punto de vista de la sociología y de la política, dedicar una mayor atención a la relación entre “media” y el sistema social en su conjunto como premisa para el desarrollo de un “aproccio” socio-cognitivo al tema del efecto de la comunicación medial en el tiempo.

La televisión opera sobre todo a través de la creación de un tejido de experiencias.Como bien señala el estudioso norteamericano Raymond Williams una de las características más notables de la televisión es la enorme profusión de historias que ofrece.

Nunca antes, generaciones de seres humanos estuvo expuesta a una multitud de narraciones como hoy y, por tanto, esas narraciones se incorporan a nuestra cotidianeidad. La televisión es “fluida”, una cosa conduce a la otra, la gente mira la televisión, no unidades narrativas distintas y preseleccionadas.

El “control remoto” que permite el “zapping” por centenares de canales – lo cual provoca la alegría de los teóricos posmodernos que celebran la cultura de re mezclamiento como ejercicio de la libertad – evidencia un viaje por una multitud de historias, pasado y presente está mezclado y todo es parte de la realidad virtual con la cual convivimos diariamente.

Detrás de esta velocidad en el transcurrir se transmite el sentido de la velocidad de una versión comercial de la vida urbana, de la abundancia de objetos de consumo, de la superficialidad en las relaciones sociales.

La publicidad y más en general una buena parte de la programación televisiva nos invita a pensar como consumidores, cuando se tiene dinero, como frustrados cuando no se tiene acceso a lo que muestra la televisión, pero no como ciudadanos.

El politólogo italiano Furio Colombo (1976), al diferenciar entre “territorio real” y “ territorio visivo“ lo grafica así : “ la democracia visiva es inversamente proporcional a la efectiva participación democrática de los hombres en sus propias instituciones “ y agrega que “ la comunicación visiva se plantea como un nuevo territorio e induce a tal desalojo organizativo y político del territorio real que la presencia y la fuerza del territorio visivo provocan el desamparo y la desactivación de la acción social en el territorio real.”

Hoy, sin embargo, el paso de la tecnología electrónica a la digital en las comunicaciones influye en la formación de una nueva subjetividad ligada ya no a la calidad de espectadores de la televisión, que necesita público que vean su programación, sino a un protagonismo de la sociedad civil que con los instrumentos interactivos de lo digital, que son móviles, puede auto convocarse, tener voz al margen de los medios tradicionales y exigir participación en las decisiones políticas.

Las nuevas fronteras de la tecnología de la información amplían el espectro de opinión pública y, en particular, la conexión computador – teléfono – Internet y sus ramificaciones- hacen posible el surgimiento de nuevas formas de comunidad y le dan una enorme oportunidad a la política y a los partidos en la medida que ellos también sean capaces de pasar de lo análogo a lo digital y que utilicen las nuevas tecnologías de la información para escuchar y consultar a la ciudadanía, horizontalizando la democracia.

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31 ago 2014

La verdad de los viejos educadores, ¿tontos, sabios o irreverentes?

Durante muchos años me he movido, como la gran mayoría de los seres humanos, entre el acatar las pautas culturales y normas sociales que se nos imponen socialmente o mandarlo todo “a la buena parte” (que me imagino será buena), rompiendo con esto la escasa capacidad de aprendizaje moldeable que nos impusieron las generaciones mayores mediante la acción taladrante del sistema educacional sobre nuestros escasos movimientos neuronales.

Pues esa ha sido y será una verdad insustituible de la acción del sistema educacional sobre las nuevas generaciones. Y para qué hablar de las antiguas generaciones que ni siquiera contábamos con la capacidad de gestionar nuestro propio conocimiento mediante el uso de la información tal cual hoy la tenemos a nuestra disposición.

Solo un problema: tenemos la información a nuestra disposición, pero no sabemos manejar los más simples elementos que dispone todo ser humano para manejar sus procesos mínimos de aprendizaje. Por lo tanto somos, desde la perspectiva de la información, seres ignorantes de cómo diseñar, buscar, focalizar, analizar o sintetizar la información que nos dicen que tenemos a nuestro alcance.

Por eso, cuando dos queridos amigos, ex alumnos del Liceo Alemán me visitan por una grave enfermedad que estoy viviendo, discutimos si era necesario o no decir la verdad, abierta y claramente, aun con el riesgo y peligro de ser catalogado como un dinosaurio quiebra vidrios, llegamos a la conclusión que sí era necesario, en especial en estos momentos, cuando el país trata de buscar alguna luz sobre lo que debemos hacer en educación para tenerla en calidad y para todos cuyos talentos y condiciones lo permitan.

Me quedó rondando la idea y no sé si ellos pasaron del discurso a la acción, pero yo quiero hacerlo, más cercano a los años por “desgastar” que años por “invertir”.Es un lujo que nos podemos dar los viejos (o adultos mayores), diciendo aquello que durante años callamos por miedo a tal o cual consecuencia, por timoratos, por mariconcitos.

Algunos dirán que es mejor hacerse y ser el tonto, pues la supervivencia está más o menos asegurada. Después de todo, este no es el último gobierno de este país y tampoco el último Ministro.

Ser tonto frente a la reforma educacional es mirar hacia el horizonte sin saber por dónde comenzar o por donde terminar, pues se intuye que desde cualquier dimensión la cuestión hará un clic social en el cual habrán muchos muertos políticos. Por eso las caras de tontos, que todos los chilenos conocemos tan bien, abundan en este momento.

Si a eso se le agrega una palabrería hueca y sin sentido, el cuadro de La Manivela lo tenemos completo.

Por otra parte, ser sabio hoy día es esconderse en los tecnocratismos que no rozan, ni un poco, lo esencial de los problemas educacionales reales. América Latina se ha visto llena de estos Sabios que dan recetas a un relativo bajo costo (pagados en dólares o euros), sobre la equidad, eficacia, eficiencia, relevancia y competencias de sus fórmulas con las cuales negocian sus propias acciones de “expertos con expertizaje”.

Quizá jamás han pisado una sala de clases ni han estado 44 horas frente a 40 alumnos a la semana, para poner a prueba sus cuerdas bucales, sus espaldas, sus sentaderas, su vista, su cansancio y hastío. Ellos se llevan la mejor parte del botín, pues han creado círculos cerrados que se auto nutren de sus propias inoperancias y se venden como expertos, despreciando el trabajo de los profesores de aula. Ellos hablan cuando les conviene, cuando les pagan y son camaleones de la mejor estirpe.

También, en esta modesta polarización, es posible ser de otro tipo de especímenes.Ellos serían los irreverentes cansados, contrarios a la reverencia o respeto debido, aquellos que se cansaron de las infinitas luchas por ser escuchados como correspondería en una sociedad democrática dialogante.

Son, de alguna manera, los perdedores de algunas cruentas batallas que han debido dar, desprestigiados y desvalorados social y económicamente por la sociedad. Ya cansados, muchos se refugian en las viejas estructuras gremiales y sindicales de las organizaciones de maestros o profesores o en la propia institucionalidad escolar, esperando la jubilación o los beneficios de un retiro no voluntario.

Creen, algunos de ellos, que existen voluntades reales para resarcir las deudas que la sociedad tiene para con los mismos.

Sin duda que esta clasificación puede extenderse y complementarse, pero por el momento para nuestros objetivos dejémoslo así. La pregunta que se me plantea, haciendo referencia a la verdad que es preciso dilucidar es ¿qué podemos hacer con este conglomerado humano que, a una primera mirada, no nos suministra luces sobre la existencia de verdaderos educadores, que en definitiva, deben ser los constructores últimos de toda reforma educacional?

Mis ex alumnos, me afirmaban que no hay que perder la esperanza y que todavía es posible que un economista, un médico y porqué no un arquitecto o un maestro electricista entienda algo de educación y tengan el tiempo suficiente para aprender sobre la misma, aunque ellos crean que el haber pasado por alguna aula como alumnos o alumnas, los transformó automáticamente en educadores o expertos en educación.

Por eso en la actualidad se observa que en materias educacionales el discurso que se escucha en canciones repetidas como papagayos, es tonto y repetitivo, sin emoción, sustentada en la razón, no saliendo de los márgenes de dos o tres conceptos básicos que no necesariamente son los más importantes para producir una verdadera reforma educacional.

Por eso entristece ver que después de tantos años de mentiras y vueltas de carnero, el discurso educacional, si lo pudiésemos llamar así, se repite de manera incansable, siendo otra oportunidad más para que los mismos de siempre pongan la cara de tontos, sabios o irreverentes y no de verdaderos educadores.

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31 ago 2014

La generosidad como fuente de felicidad

Aunque constantemente aparezcan formulas milagrosas para alcanzar la felicidad, el voluntariado pareciese ser una herramienta clave para lograr este estado de bienestar y así lo corrobora el estudio realizado por Elsa Punset, Directora del Laboratorio de Aprendizaje Social y Emocional de la Universidad Camilo José Cela.

La investigación respaldada por SOMOS, agrupación de 25 organizaciones españolas, indica que un 82% de los encuestados, que son voluntarios para una organización, consideran que “ayudar a personas desfavorecidas” es una de las situaciones que los hacen más felices.

A su vez, un 32% de los entrevistados se sienten orgullosos de si mismos cuando realizan una donación o ayudan a los demás y un 30%, dice sentir una sensación de “elevación” que los motiva e inspira a vivir.

Muchas veces nos enfocamos en aspectos materiales creyendo que eso nos generará mayor bienestar, pero cuando realizamos acciones altruistas nuestro cerebro experimenta sensaciones placenteras que nos producen felicidad.

Desde la Psicología Positiva, la generosidad es uno de los pilares clave para aumentar nuestros niveles de bienestar. Aunque el altruismo considera que realizamos una acción, sin esperar nada a cambio, en este caso preocuparnos sobre las necesidades de otros, nos permite evaluar nuestras propias preocupaciones y desligarnos, muchas veces, de lo que creemos que son grandes problemas”.

Por otra parte, el voluntariado y la ayuda hacia otros pueden ser ventajosos desde muchos aspectos, esto según el estudio lanzado el 22 de agosto del presente año, por la Fundación Trascender en conjunto con Adimark, que arroja que sólo un 6% de los chilenos realizan voluntariados. De los que un 99% se siente “solidario”.

Po último, la amabilidad y la solidaridad son aspectos valorados a la hora de buscar amigos y parejas. Por su parte, la felicidad está directamente relacionada por el aumento de la esperanza de vida, incluso algunos investigadores, han demostrado que la infelicidad determina la inflación celular, la que puede originar cáncer y otras enfermedades.

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31 ago 2014

Estado y neutralidad tecnológica

Aclarar términos y definir posiciones.Esa es la política que ACTI- Asociación de empresas chilenas de tecnologías de la información- desarrolla tras la polémica surgida por la propuesta de aplicación de software libre en el Estado.

Primero, nuestra definición como organización gremial, que reúne en su seno a organizaciones grandes, medianas y pequeñas, que venden soluciones tecnológicas licenciadas y libres, es promover la neutralidad tecnológica en el Estado.

Las razones de esto son claras, transparentes y razonables: ambos sistemas conviven en el mundo, se complementan, deben estar al servicio del negocio o de la tarea a desempeñar y para eso son funcionales los softwares de licencia o libres, según sea el desafío a cumplir.

Neutralidad tecnológica o imparcialidad tecnológica informada significa para ACTI que el Estado no da preferencia a tecnología alguna, sino que debe buscar la mejor alternativa posible, que esté disponible en el mercado. Esto en cuanto a definir posiciones.

Respecto a aclarar términos es bueno que la ciudadanía sepa que un software libre no es sinónimo de gratuidad; tampoco debe confundirlo con «software de dominio público».Este no requiere de licencia, porque sus derechos de explotación son para la humanidad, ya sea porque su creador lo dona o porque los derechos se extinguieron con la muerte de éste.

Ambos sistemas tienen ventajas y, los adquirentes ya sea el Estado, las empresas y las personas deben decidir de acuerdo a sus necesidades y realidades, existiendo en muchos casos la opción de soluciones mixtas que aprovechan las ventajas que cada sistema posee, resolviendo en definitiva el requerimiento del servicio respectivo o la empresa cliente.

Así, en este escenario y cumpliendo con el rol primordial de toda organización gremial que es representar los intereses de todos sus representados, es que ACTI, promueve la “neutralidad tecnológica”.

A nuestro juicio es la mejor forma de dar respuesta a los distintos requerimientos que el país tiene en cuanto a crecimiento.

Instalar una discusión respecto al lobby, en torno a una industria que ha colaborado con el desarrollo del país no nos parece adecuado, menos contaminarla con acusaciones y centrar el debate en falsos conceptos.

No se debe confundir a la opinión pública, y la ACTI seguirá trabajando para promover las mejores soluciones tecnológicas, sean éstas propietarias o libres.

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30 ago 2014

De la reforma tributaria a una nueva forma de gasto fiscal

La reforma tributaria tiene pendientes varios test que debe pasar. Uno de ellos está relacionado con su posible impacto en el desarrollo sustentable y armónico de Chile.Llama la atención que esto no haya sido debatido extensamente aún, ya que los denominados impuestos verdes son solamente un aspecto de dicha dimensión.

El otro test pendiente plantea la pregunta sobre cómo asignar no sólo los ingresos de la reforma tributaria sino todos los ingresos fiscales a la luz de la crisis económica que vive el país.De facto, la reforma tributaria implica entregarle la confianza estratégica del gasto macro al Estado en relación al sector privado.

Esto, significa que se tienen que alcanzar tasas de eficiencia y eficacia muy altas en el gasto público para que sus impactos sean los esperados por toda la ciudadanía. En específico, hoy estamos pasando, o debemos pasar, de la pregunta “de dónde vendrían los fondos del desarrollo” a “cómo se deben gastar esos fondos”.

Esta pregunta fundamental no debe atrasar una respuesta transparente y participativa, en que todos sepamos y acordemos claramente hacia dónde se orientarán los gastos del Estado.El no abordar la respuesta inmediatamente significa que se retrasaría no solamente el cambio social que tanto esperamos sino también la recuperación económica. No es trivial, y quien piensa que esto es un aspecto menor está muy lejos de la realidad.

Así como hubo objetivos en la reforma tributaria para escoger los instrumentos fiscales que nos llevarían a ciertas metas pre-establecidas, lo mismo debe suceder en el caso del gasto público. NO todas las formas de gasto público llegan al mismo horizonte. ¡Hay muchos temas a zanjar aquí! Por ejemplo, no podemos gastar los recursos del Estado con un solo objetivo, como puede ser la competitividad y la inversión. Hay que ir mucho más allá.

Pienso que hay dos objetivos primordiales a respetar en este debate: la equidad y bienestar de los más pobres y la sustentabilidad social y ambiental. Ambos objetivos van juntos y, desde mi experiencia profesional,considero que son inseparables.

Mi disertación doctoral fue en esta materia del gasto público y sus impactos múltiples.Teniendo en cuenta lo anterior, propongo el ejercicio de preguntarse cuáles son esas obras públicas que arrojarán un mayor impacto en la equidad y la sustentabilidad (en el corto y largo plazo). Es un asunto de profunda relevancia, no sólo se trata de gastar en obras públicas.

¿Dónde se acopla el sector privado al sector público? Hago esta pregunta, ya que el sector privado no solamente debe contribuir al bienestar privado sino también al bienestar colectivo. Un debate que se abre frente a este cuestionamiento es si los incentivos e instrumentos de la reforma tributaria (la captación de recursos fiscales) aceleran o desaceleran la dirección del gasto público y privado que queremos.Es allí donde se casan el ingreso con el gasto fiscal. Lo dejo para pensarlo.

Las demandas de la ciudadanía por la mejora en la educación y la salud es una de las razones primordiales de la reforma tributaria. Los estudiantes tienen la razón, la ciudadanía tiene la razón. La pregunta de cómo se deben gastar recursos dentro de la educación y la salud también es importante.

No voy a detallar las formas de gasto ya que son de conocimiento público las propuestas que se están haciendo como resultado de la reforma de la educación (gratuidad, mejor calidad, eliminación del copago). Sólo un detalle importante que no debemos olvidar: existe la necesidad de que estos gastos aumenten el bienestar de los estudiantes y de los pacientes.

Por ejemplo, me parece importantísimo que todas las escuelas públicas sean recuperadas desde un punto de vista del capital físico, hoy totalmente deteriorado, que se expandan los campos deportivos, que haya salas para labores sociales de los estudiantes y profesores, que haya programas de plantación de árboles, hortalizas, mejoramiento de las cocinas, mejoramiento de la alimentación… Los niños pasan la mayor parte del día en las escuelas y ellas deben responder a esa realidad.

Lo mismo en los hospitales, que sean amigables y humanos para aquellos que están enfermos o que acompañan a los enfermos, mejores baños públicos, salas de espera adecuadas, salas de juego para los menores, etc.

En cuanto a otras sugerencias de gasto fiscal, yo propondría considerar a las siguientes.

1. Un programa nacional de reconversión de todas las termoeléctricas.

2. Un programa nacional de ciudades verdes, recuperación de los barrios, y bienestar urbano, con participación directa de la ciudadanía.

3. Un programa de desarrollo rural integrado en todo el país, incluyendo a la agricultura familiar, de pequeños y medianos productores (incluyendo producción, cambio tecnológico, integración social, mercadeo comercialización) y fortalecimiento de las organizaciones rurales y campesinas.

4. Un programa de desarrollo y bienestar de las pescadoras y pescadores artesanales (pesca, conservación, certificación de origen, ciencia y tecnología a escala artesanal, inversiones en cámaras de frio…), incluyendo un programa de ordenamiento costero, vivienda, educación, y salud.

5. Un programa de descontaminación de todos los relaves de la minería junto a un programa de limpieza y descontaminación de todos los ríos de Chile.

6. Un programa nacional de conservación de nuestros recursos naturales incluyendo los bosques nativos, preservación de especies, flora y fauna, limpieza de áreas contaminadas.Este programa debería ser ejecutado por la juventud.

7. Un programa de eliminación total de todos los campamentos y promoción de viviendas sociales en todas las zonas frágiles desde un punto de vista social y ambiental.

8. Un programa de “inversiones inteligentes” y empoderamiento ciudadano, de carácter humano y social en todas las ciudades y pueblos de Chile: música, literatura, cuentos, bailes, expresión artística, juntas de vecinos, organizaciones locales, áreas verdes, campos deportivos, emprendimiento.

9. Un programa de mejoramiento físico, ecológico y social de todas las instituciones que atienden a los niños y a los adultos mayores.

10. Un programa para todos nuestros pueblos originarios que incluyan componentes consensuados y manejados por los pueblos originarios.

11. Un programa nacional de fortalecimiento de las organizaciones de los trabajadores.

12. Un programa de infraestructura rural: caminos rurales, puentes, señales, nivelación, puestos de salud… todo implementado por pequeñas y medianas empresas de la región donde se gastarán estos fondos.

13. Un programa de gastos a nivel municipal en áreas pre establecidas de gran generación de beneficio social y solidaridad.

14. Un programa para generar sustentabilidad en todas las obras de infraestructura en nuestro país.

15. Un programa para resolver todos los problemas que tiene el uso de la leña en las ciudades junto con un programa de mejoramiento del aislamiento térmico en todas las casas.

16. Un programa en que el estado invierta volúmenes considerables de recursos en energía eólica y solar.

17. Un programa de reconversión industrial para disminuir la huella de carbono y otras formas de contaminación de TODAS las empresas del país, incluyendo cambio tecnológico, eficiencia energética, infraestructura sustentable, trabajo decente, etc. La creación de una organización de empresarios, emprendedores y trabajadores por la sustentabilidad de Chile.

Entiendo que cada uno tenga otras alternativas. Las anteriormente mencionadas aceleraran el crecimiento económico y generarán empleo en el corto plazo, generan prosperidad en el corto, mediano y largo plazo, dando bienestar a los más desposeídos, es decir, permiten movernos hacia una sociedad sustentable.

Pero hay algo de lo que aún no se ha hablado y que jugará un papel crucial en los próximos meses, nuestra capacidad institucional para el gasto fiscal.

La pregunta es si existe una capacidad institucional en Chile que sea capaz de implementar el volumen de gasto que se está pensando a nivel nacional, regional y local. ¿Hay organizaciones competentes, incentivos para no despilfarrar, capacidad local para implementar…?

Recientemente escuché que aún hay volúmenes de recursos financieros que no se han gastado del anterior gobierno. Si esto es cierto, es una demostración de que no basta tener los recursos sino que se necesita además una estructura institucional que sea capaz de asignar estos recursos de modo eficaz, eficiente y transparente.

Las experiencias del desarrollo demuestran que este es uno de los cuellos de botella más severos en acelerar las tasas de crecimiento a través de gastos fiscales.

No podemos permitir que el sistema neoliberal se intensifique con esta crisis y que al final todo vaya a consumo suntuario, endeudamiento de las familias, y costos mayores en los servicios públicos, y no a inversiones que tendrán un rendimiento a través del espacio y el tiempo. Peor aún, si estos fondos van a beneficiar a los mismos de siempre.

Hay muchísimo más que compartir en esta área. Ésta es solo una propuesta y una voz de alerta.

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30 ago 2014

Inclusión para el desarrollo

Al culminar el mes de la Solidaridad, es importante acoger el llamado que nos hicieron las instituciones ligadas a la figura del padre Hurtado en torno a lo que soñamos para Chile, teniendo como base el respeto hacia las personas, el reconocimiento de la dignidad humana y la necesidad de incluir para ser más solidarios.

La propia Presidenta Bachelet hizo un llamado a priorizar el sentido de la dignidad más que el paternalismo o el asistencialismo, entendiendo que la sociedad que soñamos requiere un desarrollo inclusivo, equitativo y sustentable.

En ese sentido, el rol que tenemos las Cajas de Compensación en el cumplimiento de este sueño es clave, ya que la compensación social que otorga esta industria tiene un impacto en más de 7 millones de afiliados (trabajadores y pensionados más sus respectivos grupos familiares), a quienes el año 2013 se entregaron beneficios por montos superiores a los 45 mil millones de pesos.

Por más de cincuenta años, las cajas han contribuido al bienestar de las familias chilenas, entregando soluciones a sus necesidades en áreas como salud, educación, ayuda económica y recreación, contribuyendo a mejorar su calidad de vida y favoreciendo el desarrollo personal y social.

Para poder estar en línea con las necesidades de nuestra sociedad, el desafío inmediato de la industria de las Cajas es focalizar aún más la compensación hacia ámbitos que faciliten la inclusión y el desarrollo equitativo, asegurando la continuidad del negocio que nos permita ser sustentables en el tiempo. Sólo así podremos seguir contribuyendo a la tarea de disminuir las brechas sociales en temas como salud y educación, principalmente.

Naturalmente lo anterior podrá requerir cambios normativos para que las cajas puedan seguir aportando al desarrollo de Chile en forma creativa y eficiente, siempre en el marco de lo social.

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