27 oct 2014

Una Reforma Laboral para pocos

El 8 de agosto de este año, en un acto multitudinario en el que se celebró a los dirigentes sociales, la Presidenta de Chile, Michelle Bachelet, firmó el Instructivo Presidencial de Participación Ciudadana, en el que se consideran una serie de compromisos para apoyar el fortalecimiento de la sociedad civil e incentivar la participación ciudadana.

En ese documento legal, se habla de una nueva política, en donde la ciudadanía es el actor principal, de los derechos de participación de la sociedad civil en el desarrollo de políticas públicas y sobre la importancia de desarrollar mecanismos de vinculación entre los actores políticos y sociales de nuestro país.

De hecho, el instructivo establece que el gobierno “entiende la participación ciudadana como un proceso de cooperación mediante el cual el Estado y la ciudadanía identifican y deliberan conjuntamente acerca de problemas públicos y sus soluciones”, lo que pareciera contradictorio y paradójico en el proceso que actualmente presenciamos en el escenario de una potencial reforma laboral.

Hay conciencia de una agenda laboral establecida por el gobierno, consensuada con la CUT, otras asociaciones de trabajadores y con los gremios empresariales. Hasta ahí, pareciera que todo funciona, pero el problema es que dicha reforma carece de los elementos de participación ciudadana que este gobierno se comprometió a impulsar.

En cambio, sólo buscaría cautivar a una minoría de trabajadores sindicalizados o asociados que representan aproximadamente al 14% de la población laboral, y no toma en cuenta al silencioso 86% restante.

De esa mayoría silenciosa no sabemos nada, no conocemos sus expectativas laborales y de beneficios y probablemente sus integrantes son ajenos al mundo de las gigantes multisindicales.

Tampoco sabemos qué ocurre con los sindicatos de base, ni cómo están siendo representados en la mesa de negociación.

Todo esto llama profundamente la atención porque el problema esencial es que dentro del sello ciudadano que el Gobierno ha planteado, en una reforma que afecta en forma transversal a todos, no se consulta a la mayoría y según las señales que hemos visto, finalmente se podría estar legislando para unos pocos.

Acá la discusión que queremos iniciar no es sobre si los temas que se debaten en la mesa de negociación corresponden o no. La carencia de esta reforma laboral está justamente  en que no se está escuchando a todos los sectores.

Una consulta sobre lo que quieren los trabajadores debiera permitir implementar mecanismos de participación con todos para que arrojen indicadores reales sobre sus falencias y necesidades.

El desafío para el Gobierno es justamente implementar la participación ciudadana en esta reforma y no quedarse solamente con las preocupaciones que la CUT plantea.

El resto de los trabajadores, ése 86% nos exige escuchar, entender e implementar procedimientos donde participen, opinen y que sus voces y las del otro 14%, sean vinculantes para todos.

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27 oct 2014

Política italiana y exilio chileno

Se cumplen en noviembre 150 años del inicio de las relaciones diplomáticas entre Chile e Italia y por este motivo se prepara por parte de la Embajada  Italiana una importante Conferencia sobre el vínculo histórico entre nuestros países.

Uno de los temas es la reflexión sobre el impacto de la política italiana en el exilio chileno en ese país en años de grandes acontecimientos políticos que marcaron el fin del siglo XX.

Los vasos comunicantes entre la política italiana y chilena son antiguos. Ello tiene su explicación en diversos factores : desde el desarrollo de una superestructura de ideas que coincidente pero autónomamente se desarrollaron en ambos países durante parte del siglo XX, a la presencia de un movimiento sindical,en aquellos años, con fuerte organización y peso político -cultural,  la existencia de un sistema de partidos políticos que tienen una correlación y mantienen sintonía y vínculos políticos,  la influencia que el pensamiento de teóricos italianos, en primer lugar Antonio Gramsci, pero también otros más recientes, Bobbio, Basso, Sartori,Cerroni, Pasquino, Vattimo y muchos otros filósofos y cientistas políticos que alcanzan gran notoriedad en los estudios universitarios chilenos y latinoamericanos.

Un dato relevante es que la experiencia del movimiento popular chileno se desarrolla, desde los primeros decenios del siglo XX, en la línea de lo que Gramsci llamaría posteriormente en sus Cuadernos de la Cárcel la “estrategia de posición”, es decir la inserción en las instituciones y la construcción de una cultura política y una organización que fuera capaz de crear una hegemonía que produjera un cambio ético político del conjunto de la sociedad hacia una vía democrática al socialismo.

Recabarren y los líderes políticos recorren este camino autónomamente respecto del pensamiento del filósofo sardo. Ambos concurrieron a reuniones de la naciente Internacional Comunista en Moscú en los años 20  pero no existe registro de que se hayan conocido.

Además la elaboración de Gramsci sobre una nueva estrategia socialista para Occidente se produce en la cárcel en años muy posteriores y el pensamiento de Gramsci llega a Chile con retraso respecto de Argentina, México y Brasil  y es conocido solo por un puñado de intelectuales de izquierda en los años 60. Es decir, la lectura gramsciana de la estrategia chilena se da en virtud de que las fuerzas populares buscan un camino propio, nacional, para llegar al poder y en el confluyen con la elaboración de Gramsci.

Siempre hubo, sin embargo, pese a las diferencias en la política internacional hacia la URSS, una atracción entre el PC italiano y el PC chileno. De hecho el diario El Siglo fue el único periódico comunista en el mundo, después de L’ Únitá, que publica integralmente El Memorial de Yalta de Palmiro Togliatti  que contenía, en polémica con los dirigentes del Partido Soviético,  una firme reafirmación de la necesidad y legitimidad de las vías nacionales diferenciadas al socialismo.

Tanto el Partido Comunista Italiano como la Democracia Cristiana italiana, tuvieron fuertes vínculos con el PC y la DC chilena respectivamente y también los hubo de manera transversal entre estos partidos.

Sea la Revolución en Libertad de Frei Montalva que la Vía Chilena al Socialismo de Allende suscitaron gran interés en la política italiana y fueron seguidas no solo por la estructura de los partidos sino también por la cultura y los medios de comunicación italianos hasta convertir estas experiencias en hechos conocidos por la opinión pública.

Tanto la  DC como el PC chileno fueron en los años 60 – 70 los más grandes del continente latinoamericanos dentro de sus respectivas configuraciones ideológicas. Partidos con fuerte componentes intelectuales, con capacidad de formulación de ideas, programas y proyectos dotados de originalidad política, lo cual se conectaba muy directamente con la experiencia italiana  del doppo guerra y el arco de fuerzas democráticas allí presente.

La existencia de un Partido Socialista chileno, conocido como el Partido de Salvador Allende, que en aquellos años no hacía referencia a la tradición socialdemócrata y que , a la vez, no tenía una ligamen ideológico con la Unión Soviética sino más bien un juicio distante y crítico, le conferían una originalidad apreciada sobre todo por el Partido Socialista italiano del viejo tronco histórico de Nenni, del ex Presidente Sandro Pertini, del propio Secretario Socialista en los años 70, De Martino,  que alguna vez se pensó así mismo como el Allende italiano.

El violento derrocamiento de Salvador Allende, su muerte defendiendo los valores republicanos y democráticos, el fin de la primera experiencia en que una izquierda, que se proponía un proyecto de cambios estructurales, se instalaba en el poder a través de las elecciones y gobernaba con pleno respeto a la legalidad y a las libertades, y la instalación de una sangrienta dictadura, produce un profundo impacto en el mundo y en particular en Italia.

Esta atención se refuerza porque la propia dictadura de Pinochet fue calificada como fascista referida a la experiencia de los veinte años en el poder  de Mussolini en Italia. Ello conceptualmente seguramente fue poco riguroso, porque el fascismo fue un fenómeno italiano con grandes peculiaridades, pero destacaba la existencia del poder absoluto y del terror impuesto por el régimen militar chileno para controlar el país.

La solidaridad con la causa chilena se convierte entonces, por decenios, en un factor de la política italiana y ello marca fuertemente la presencia de los exiliados chilenos y de sus partidos.

Sin duda, el exilio chileno y en parte la izquierda chilena fue fuertemente marcada, en los años 70 y 80, por el pensamiento y la iniciativa política de Enrico Berlinguer, sus reflexiones sobre el golpe militar en Chile, su propuesta de un pacto histórico con la DC, el alejamiento inequívoco del modelo soviético, la creación del eurocomunismo y la reafirmación de las libertades, de la democracia, del respeto a los derechos humanos como condición universal de los cambios progresistas.

Las ideas expresadas por Berlinguer en sus “Reflexiones sobre Italia después de los sucesos en Chile”, donde plantea la tesis de que cambios de la magnitud de los que llevaba adelante Allende requieren de alianzas políticas que reúnan a la mayoría de la población y  que a su vez,  serviría de base para la formulación de su propuesta del compromiso histórico con el mundo católico y la DC italiana, tienen un gran impacto.

El aserto berlingueriano se focaliza fuertemente en el exilio chileno y coincidía en aquel momento con el análisis del PC chileno expresado en la llamada “Carta al compañero René Castillo”, que planteaba que el derrocamiento de Allende y el golpe militar había sido posible en virtud del aislamiento social y político de la Unidad Popular y de su gobierno.Un tema de correlación de fuerzas más que un tema militar.

Ello entraba en contradicción con el análisis cubano que atribuía la derrota a la falta de una fuerza militar propia y a la soviética que planteaba , a través del ideólogo Boris Ponomariov, la ausencia de un trabajo militar, enfocado hacia las FFAA, por parte de las fuerzas populares y en especial del propio gobierno de Allende.

Este y la posibilidad de que en el cuadro italiano se produjera un compromiso histórico de gobierno entre fuerzas comunistas y católicas, PCI y DCI, estaba situada también en la dinámica de la constitución de un Frente Antifascista con la DC que fue por años la política del PC chileno.

El exilio y, en general, la política chilena recibe el impacto del eurocomunismo italiano, español y francés. La reflexión de Berlinguer sobre el “agotamiento del empuje propulsivo de la Revolución de Octubre “, su categórica denuncia contra la invasión soviética en Afganistán y el golpe de estado militar- comunista en Polonia, marca la política de la izquierda chilena, divide aguas entre socialdemócratas y quienes continúan apoyando la experiencia de los países del socialismo realizado ya fuertemente en crisis, remece también a las filas del PC chileno especialmente en Italia y en Europa.

Estos asertos de Berlinguer serían posteriormente uno de los aspectos  claves de la renovación socialista y de una parte de la izquierda chilena que no por casualidad realiza su primera asamblea en las cercanías de Roma.

La posterior superación del PC italiano y la constitución del Partido Democrático de Izquierda que sale de la tradición comunista y posteriormente del Olivo  y del Partido Democrático que une a fuerzas diversas que van desde el histórico PCI a sectores de la izquierda DC y Socialista, movimientos civiles y ambientalistas, marca un curso histórico que está relacionado con la conformación plural de la alianza de centro izquierda que representa la Concertación por la Democracia que encabeza la victoria en el plebiscito chileno que desplaza a Pinochet del poder y guía la transición a la democracia construyendo un nuevo Chile.

El exilio chileno aprendió en Italia el valor universal de la democracia, de sus reglas y valores. Ya no habría una formulación de una democracia con apellido o la subvaloración de ella como “democracia burguesa”. Aprendió la necesidad de una correlación ética entre medios y fines.

Aprendió que ningún socialismo vale la pena si no es con plenas libertades y respeto a los derechos humanos, políticos y civiles. Aprendió el valor de las reformas y la gradualidad de los cambios.

La cultura política italiana permeó a la izquierda y también a la Democracia Cristiana chilena dado que la DC italiana condenó duramente el golpe militar, fue tenaz opositora a la dictadura chilena y favoreció el entendimiento entre todas las fuerzas democráticas en Chile.

Fue un ministro de Relaciones Exteriores  DC quien decidió retirar al Embajador en Chile como repudio a la dictadura, hecho que se mantuvo durante los 17 años de duración del régimen de Pinochet.

Esta es una parte esencial de los 150 años de las relaciones diplomáticas entre Chile e Italia que los demócratas chilenos nunca olvidaremos.

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27 oct 2014

Realismo o fracaso

El gobierno pagará un alto costo si no reconoce las dificultades que son consecuencia de sus propios errores. Partió con un diagnóstico discutible sobre la situación nacional que se sintetizaba en la sugestión de que Chile requería un cambio de rumbos respecto de lo hecho en los últimos 25 años. Ello se expresó en un programa sobreabundante, que fue presentado como nuevo paradigma progresista, y cuyos pilares eran las reformas tributaria, educacional y constitucional. Solo sobre la primera había algo más que un enunciado al comenzar la gestión del gobierno.

Aunque es ampliamente compartido el objetivo de crear condiciones de mayor justicia social y asegurar el acceso de todos a los bienes públicos, se ha demostrado que ello no puede disociarse de la marcha global de la economía, en particular de la inversión, el crecimiento y el empleo, todo lo cual se vincula con los incentivos a la actividad productiva, el papel dinamizador que juegue el Estado y, naturalmente, lo que suceda en la economía mundial.

Si caen las expectativas, ello repercute directamente en las decisiones de inversión, la contratación de trabajadores, el consumo, etc.

Se ha demostrado también que, con las mejores intenciones, se pueden propiciar políticas públicas mal concebidas y hasta contraproducentes para los propósitos de inclusión y justicia. No solo eso: los afanes igualitaristas pueden dañar la perspectiva de combatir eficazmente la desigualdad, que es lo que sucede cuando se iguala hacia abajo.

¿Qué habría pasado si el proyecto original de reforma tributaria, que la mayoría de la Cámara de Diputados aprobó con disciplina casi militar, se hubiera convertido en ley? Pues, que el país habría enfrentado graves desequilibrios económicos y agudos problemas sociales.

El Senado mejoró las cosas, pero ningún economista está en condiciones de anticipar cuál será el rendimiento efectivo de la reforma tributaria en un contexto caracterizado hoy por el bajo crecimiento, la contracción de la inversión, el descenso del consumo, y el extendido temor al aumento del desempleo y la inflación.

Óscar Guillermo Garretón envió la semana pasada un documento a un seminario de su partido, el PS, en el que llamó la atención sobre “la franca ruptura de confianzas entre el gobierno, la Nueva Mayoría y el mundo empresarial, tanto grande como mediano y pequeño. El empresariado honesto de todo tamaño, ajeno a abusos, se siente sistemáticamente incomprendido, hostilizado y despreciado en su rol social por el gobierno y su coalición. Lo devastador de esta ruptura es que el Estado no es capaz de sustituirlo en su rol”.

Con acopio de antecedentes, Garretón alertó sobre los riesgos económicos, sociales y políticos que enfrenta el país si el gobierno no favorece un ambiente de cooperación con el sector privado, lo que exige reducir los factores de incertidumbre. Dijo que no basta con aplaudir las reformas, sino advertir sobre los errores y ayudar a que sean enmendados. Se trata de un planteamiento constructivo, hecho con sentido nacional, y es de esperar que el PS y el gobierno se muestren receptivos.

¿Cuál es el origen de los problemas? La ausencia de una visión compartida por el conglomerado de gobierno acerca de cómo entender el progreso del país. Lo concreto es que un sector cree que se necesitan políticas más bien estatistas, dirigidas a coaccionar al empresariado y a desmontar lo que llaman “el neoliberalismo”, mientras que otro sector, defensor del legado de los gobiernos concertacionistas, es partidario de potenciar al mismo tiempo las políticas pro-mercado y pro-solidaridad, sintetizadas en la fórmula del crecimiento con equidad.

Chile nunca estuvo tan cerca de dar el salto al desarrollo, pero si hace mal las cosas y se equivoca de ruta, puede frustrar tal perspectiva. Los errores de conducción pueden llevarlo a caer en “la trampa del ingreso medio” en la que han caído otros países. En suma, quedarse marcando el paso de la mediocridad.

El sábado 25 marcharon por la Alameda más de 30 mil padres y apoderados que sienten enorme inquietud por la suerte de los colegios subvencionados en que estudian sus hijos.

¿Puede La Moneda taparse los ojos frente a esa realidad y conformarse con decir que la Cámara aprobó un “proyecto de inclusión educacional”? Si el Senado no introduce modificaciones sustanciales a ese proyecto, las consecuencias pueden ser desastrosas. Lo primero es evitar el cierre de colegios, y para ello corresponde buscar fórmulas que incentiven la permanencia de los sostenedores particulares en el sistema. Es obvio que no se les puede ofrecer que se conviertan en empleados del Estado.

El gobierno tiene que acotar su agenda. No puede seguir agregando motivos de desconfianza. Es preferible que haga menos cosas, pero que las haga bien. Ello supone actuar con modestia y dejar a un lado el discurso épico. Los ciudadanos valorarán que la Presidenta y sus ministros actúen con sentido de las proporciones, reconozcan que hay dificultades y aseguren un curso de acción coherente en el tiempo que queda.

Es mejor que no gaste energías en asuntos de dudosa utilidad, por ejemplo las “consultas ciudadanas” sobre una nueva Constitución, que en rigor son reuniones de militantes de los partidos oficialistas y funcionarios de las intendencias.¿Para qué sirve todo eso? No hay tiempo para el ilusionismo.

Todo será más complicado para La Moneda si en el bloque oficialista se impone un estilo sectario, de maltrato a los discrepantes. Si el gobierno no quiere seguir cayendo en las encuestas, debe transmitir confianza a la población, estimular la inversión y el emprendimiento, favorecer el diálogo democrático y los grandes acuerdos.

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26 oct 2014

La doctrina Schneider

Hace 35 años, un día 27 de octubre de 1969, el entonces Comandante en Jefe de la V División, con asiento en Punta Arenas, fue llamado por el Presidente Eduardo Frei Montalva para asumir como Comandante en Jefe del Ejército de Chile. El convocado era Rene Schneider Chereau, que  a la sazón cumplía sus responsabilidades de mando institucional con el grado de General de Brigada.

Su antigüedad como general  ascendía sólo a un año; sin embargo, las fuertes repercusiones provocadas por la asonada golpista, que el 21 de octubre de 1969 fuera ejecutada por el general Roberto Viaux, conocida como el “tacnazo” al acuartelarse en el regimiento Tacna, ubicado entonces donde después se instalara el actual edificio de la Comandancia en Jefe del Ejército, generó renuncias y pases a retiro que incidieron en crear desconfianzas y animosidades en las filas castrenses que determinaron al Jefe de Estado a llamar al promisorio oficial a ejercer la máxima jerarquía institucional.

Era notorio y evidente que una conspiración de la ultraderecha rondaba en torno a nuestra democracia. Los halcones ya sacaban las garras, como trágicamente lo sufriría el país pocos años después.

Los avances sociales obtenidos a lo largo de varias décadas de duro bregar de los trabajadores organizados, de modo especial, el proceso de reforma agraria y la sindicalización campesina desarrolladas con el impulso de los partidos Socialista, Comunista y de la Democracia Cristiana, que ejercía el gobierno; así como, la lucha por la nacionalización del cobre y de las riquezas básicas, habían activado en su contra a iracundas fuerzas oscurantistas y retardatarias que comenzaron a golpear la puerta de los cuarteles en el afán de impedir por la fuerza que Chile decidiera libremente su propio destino.

Aspirantes a dictadores prestaban oído a los conspiradores, oficiales de grandes ambiciones y escasos escrúpulos se regodeaban en citas secretas y conciliábulos delirantes a la espera de circunstancias propicias al despliegue de sus propósitos. Unos cuantos de esos degenerarían, después de setiembre de 1973, en crueles violadores de los Derechos Humanos.

Ese fue el sórdido clima que desde octubre de 1969, hubo de sofocar al asumir  su investidura el nuevo Comandante en Jefe, para frenar los afanes golpistas, alimentados por la codicia de algunos de abalanzarse sobre el aparato estatal y exprimirlo para saciar apetitos inconfesables.El general Schneider se instaló en una sólida e imperturbable posición institucional, de irrestricto profesionalismo, respeto a la autoridad civil y no deliberación.

Tal férreo compromiso con la institucionalidad democrática, quedó plasmado en “la Doctrina Schneider”, es decir, un concepto y un conjunto de criterios destinados a guiar el actuar de su institución castrense sin apartarse de su función constitucional y legal, manteniéndose apartada de la contingencia política.

Así lo señaló, en el mes de agosto de 1970,  escasas semanas antes de las cruciales elecciones del 4 de septiembre de ese año. Su línea de conducta no admitía ninguna duda: “El Ejército es garantía de una elección normal, de que asuma la Presidencia quien sea elegido por el pueblo, en mayoría absoluta, o por el Congreso Pleno (entonces no habíasegunda vuelta) , en caso de que ninguno de los candidatos obtenga más del 50% de los votos.Nuestra doctrina y misión es de respaldo y respeto a la Constitución Política del Estado”.

Esta irreductible convicción democrática lo transformó en el blanco de la acción terrorista de un grupo de ultraderecha, armado por la CIA, como demostró la investigación criminal del juez militar Fernando Lyon, cuyos miembros pertenecían a tradicionales familias de la plutocracia y sus ramificaciones se extendían hacia encumbrados jerarcas castrenses, que rompían y violaban la tradición de profesionalismo militar.

Para tales “operadores” era intolerable un Comandante en Jefe como René Schneider.La conspiración de ese grupo extremista de ultraderecha no iba a tolerar convicciones democráticas de ninguna naturaleza, reclamaba adhesión incondicional hacia la aventura golpista. El comando asesino lo acribilló el 22 de octubre y falleció el día 25 del mismo mes. La patria chilena perdió un soldado ejemplar.

Pero la democracia resistió esa embestida. Su sucesor, general Carlos Prats González fue leal continuador de su herencia. No obstante, la campaña en su contra y la polarización política de la época lo llevaron a dejar su cargo en agosto de 1973. En ese momento  se abrió definitivamente el camino para la ejecución del golpe de Estado, cuya brutal implementación desplomó el régimen democrático del que Chile se enorgullecía.

Alguien podría decir que a la postre el general Schneider no logró evitar que sus camaradas de armas se hicieran parte del golpe y del terrorismo de Estado que lo sucedió.

Son muchos los que como él, hombres de convicciones republicanas, que no lograron impedir la tragedia. Pero su ejemplo germina y germinará en las nuevas generaciones que hacen suya su rectitud, su legado moral y conceptual, de un profesionalismo militar irrestricto, sin concesiones de ninguna naturaleza al autoritarismo,que orientado desde sectores civiles, ronda en torno a los hombres de armas.

Así como, se rememorara su conducta de un coraje y de una entereza sin fisuras para permanecer indoblegable incluso en las más difíciles circunstancias. Su memoria es un patrimonio de toda la nación chilena.

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26 oct 2014

La foto de la vergüenza y el drama de los “inmigrantes españoles” (sic)

El viernes pasado se difundió profusamente primero, en las redes sociales y, luego, en los diferentes medios de comunicación  españoles una foto (denuncia) que solo puede ser calificada como de la vergüenza de los dos mundos.

En ella aparece un grupo de ciudadanos españoles jugando tranquilamente al golf, a eso del mediodía del miércoles recién pasado, mientras en el fondo se advierte un grupo de inmigrantes subsaharianos que parecen observar atentamente la distendida partida encaramados en un trozo de la gigantesca valla que separa la ciudad autónoma española de Melilla y Marruecos (http://img.rtve.es/imagenes/campo-golf-melilla-valla-fondo/1414094584639.jpg); la cual, dicho sea de paso, jugándose literalmente el pellejo intentan saltar día a día para acceder a territorio europeo.

Esta noticia, por lo demás, fue dada a conocer justo el día en que el gobierno español del Partido Popular (PP) anunciaba que dará cobertura legal a las devoluciones (en caliente, que viene practicando desde hace un tiempo) de inmigrantes en las vallas de Ceuta y Melilla.

Hasta ahí la impactante noticia podría, incluso, pasar totalmente desapercibida si no fuera por un par de importantísimos detalles.

El primero es que el espectacular campo del golf en donde aparece jugando apaciblemente ese grupo de ciudadanos españoles corresponde a un lujoso complejo deportivo de más 12.500 metros cuadrados construido el 2008 en plena crisis, con más de dos millones de euros procedentes de los fondos europeos de desarrollo regional (FEDER).

Fondos que tienen como finalidad, ¡tomen nota!, “reducir las diferencias que existen entre los niveles de desarrollo de las regiones europeas” y para que “las regiones menos favorecidas se recuperen del retraso que sufren”. ¡Increíble! Y, por si fuera poco, por cuyo mantenimiento la ciudad (española) autónoma de Melilla destina alrededor de 400.000 euros anuales de las partidas municipales. ¡Un verdadero escándalo!

El segundo, si no fuera porque El Mostrador, vía copy page de The Huffington Post (español), interpretó, por decir algo, de muy mala manera  su espectacular contenido: “Fotografía muestra el drama que viven los inmigrantes españoles (sic) y la indiferencia de los testigos en un campo de golf”.

¿De qué inmigrantes españoles se habla? Y, ¿cuándo han necesitado éstos saltar vallas, ¿y qué vallas? para dirigirse a algún lugar de Europa? Lo que refleja la imagen es la dura realidad que separa España y África, y los que aparecen allí encaramados esperando colarse para territorio español, ante la indiferencia de unos ciudadanos españoles que juegan tranquilamente al golf, son unos pobres saharauis que se han jugado la vida para llegar hasta allí. Menuda diferencia.

Por último, si  bien es cierto constituye una práctica bastante habitual y generalizada esta clase de vulgar “pirateo” noticioso (de medios internacionales), algo que bien pudiera ser calificado como un genuino pecado venial en plena era de las TICs, al menos, quienes lo practican debieran darse el trabajo de leer e interpretar -aunque sea mínimamente- el contenido de manera oportuna.

Confundir a los subsaharianos  que intentan pisar suelo español con españoles es un error lamentable.

Evitando con ello equivocaciones dramáticas como ésta, que lo único que consiguen, junto con hacer resonar medialmente ciertas representaciones sociales plagadas de prejuicios y errores respecto de la realidad española y africana, es debilitar el respeto hacia el ejercicio del periodismo y  de la prensa.

Y un dato relevante, The Huffington Post, invita a sus lectores con un llamado de “ sugerir una corrección”  que adviertan sobre cualquier equivocación en sus notas o reportajes. Notable y digno de imitar.

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25 oct 2014

Revolución educacional (I parte)

Ayer por la tarde, mi barrio estaba convulsionado. Gran cantidad de autos con chofer atestaban los pocos estacionamientos disponibles. Pensé, erróneamente, que se trataba de algún evento en el colegio adyacente o, peor aún, de una recepción en casa de la Presidenta (que vive en las inmediaciones). Nada de aquello. El tema era más simple: mi abuela Carmela había invitado a un grupo de políticos a conversar sobre la situación del país y, muy especialmente, de la “reforma educacional”.

Al ingresar a mi casa, mi abuela se apresuró en llamarme y presentarme a sus amigos (en verdad, a casi todos los conocía). En el ambiente reinaba un clima de relajo y todos estaban sonrientes iniciando la conversación que ella dirigía con su innata maestría.

Saludé, y de forma discreta me retire a conversar con mis pequeños hijos. En el intertanto, todos los invitados se acomodaban para lo que prometía ser una grata jornada.

La reunión fue larga. Mi abuela había dispuesto de algunos panecillos, algo dulce, y brebajes a discreción. Todos estaban bien atendidos.

Pasadas algunas horas, los divisé cuando se retiraban. Sus caras habían cambiado y, más bien, se les notaba preocupados.

Ya era tarde, y siguiendo mi vieja costumbre (aprendida de mi abuela), me dirigí a la cocina en busca de una taza de té. Allí estaba yo cuando se apareció ella, ¡hola querido nieto!

De inmediato noté que estaba sonriente; claramente contrastaba con el estado de ánimo de sus invitados, cuando se habían retirado.

Pensé que algo terrible debía haber pasado: mi abuela feliz y sus invitados apesadumbrados.

Hola abuela, ¿en qué estabas?

Hola querido nieto. Estaba con mis invitados en un “taller de coyuntura política”.He empezado a reunirme con ellos cada dos semanas para conversar de actualidad.

Mi abuela siempre me sorprende con sus ocurrencias, y esta vez casi me atraganté con mi frugal bebida. ¿Taller de coyuntura política?

Sí, me dijo muy suelta de cuerpo, hoy analizamos la “revolución educacional”.

Abuela ¿querrás decir la reforma educacional?

Bueno así le dicen: “reforma educacional”, pero yo creo que el término está mal usado.Debe decirse “revolución educacional”. ¿Tú sabes la diferencia entre una reforma y una revolución?

Bueno abuela, yo entiendo que una reforma es un proceso mediante el cual se pretende mejorar o enmendar algo que no está funcionando bien o que está equivocado. Es un cambio planificado que pretende que un sistema funcione mejor, y entiendo que una revolución es… y no alcancé a decir nada porque ella me interrumpió.

¡Muy bien! Buena definición de Reforma. Por eso esto es una “revolución educacional”.Hoy, en la reunión, analizamos en detalle el proyecto de ley que pone fin a la selección y al copago.

Abuela, el proyecto también pone fin al lucro.

Lo siento, pero nuestra primera conclusión es que el proyecto no pone fin al lucro. Más aún, creemos que no hay herramientas reales para evitarlo, en consideración que no existe una penalidad frente a la posibilidad de que esto ocurra.

Abuela, ¿verdad que concluyeron eso?

Y otras cosas peores. Tampoco hemos podido entender bien el mecanismo de funcionamiento que tendrá el copago. Me refiero al periodo de transición entre la situación actual y el minuto en que los padres dejen de pagar por la educación de sus hijos. Fíjate que, además, hay una indicación parlamentaria para permitir que los padres aporten dinero “voluntariamente” al colegio con el propósito de mejorar la educación de sus hijos.

Bueno abuela, eso me parece una buena idea. Que los padres aporten a los colegios me parece bien.

Mira querido, mientras no estudies con atención este proyecto no pienso seguir conversando contigo. Esto es mucho más complejo que lo que tú te imaginas. Si quieres, te puedo invitar a mis reuniones. Así podrás opinar con algo más de conocimiento al respecto y dejar de hablar superficialidades.

Bien abuela. Me pondré a estudiar el proyecto para poder tener una conversación contigo en relación a este tema. Una última pregunta ¿ya se sabe cuántas leyes son las que darán forma a la  “reforma educacional”?

No, aún no se sabe, hay versiones que dicen que son 7 u 8, pero debo confesarte que he intentado averiguarlo y no he podido saber a ciencia cierta el número de leyes involucradas. En todo caso te reitero, esta no es una reforma, esta es una revolución.

Abuela ¿tú sigues siendo de la Concertación?

¿Pero qué tipo de preguntas es esa? Por supuesto que sí, y además ahora soy parte de la Nueva Mayoría y, claro está que esa condición de pertenencia no me impide reflexionar sobre nuestras iniciativas parlamentarias.

Así por ejemplo, el desconocer el contexto de todo el proceso de la “revolución educacional” me impide ver el final del túnel y otorgarle mi pleno e irrestricto apoyo.Estoy de acuerdo en la necesidad de cambiar el sistema y hacerlo más parecido a la de los países de mayor nivel de desarrollo.

Por lo pronto, tengo la sensación que el fin del copago propuesto, que será gradual, tendrá un efecto inmediato de traspaso de estudiantes de la educación pública a la particular subvencionada de copago bajo. Esta primera etapa significará que nuestra educación pública llegará en un par de años al 25% del total del universo.

A ver abuela, explícame.

Mira, en la gente está instalada la idea que los colegios públicos son los peores. Al hacer rápidamente gratuitos los colegios cuyo copago es de 20 ó 25 mil pesos mensuales, lo que ocurrirá muy pronto es que los padres trasladarán a sus hijos a los colegios particulares subvencionados que ahora serán gratuitos.Además, a este panorama hay que agregar la incertidumbre existente respecto a lo que pasará con los colegios subvencionados cuyo copago es más alto.

Pero abuela, según he escuchado esos colegios no son muchos.

El número de estos colegios con copago elevado es un dato que el ministerio de Educación maneja con exactitud; la incertidumbre es cuál será la decisión de sus sostenedores. Una alternativa es que continúen con sus colegios y otra, no descartable es que, dadas sus características, liquiden sus activos y abandonen el ámbito de la educación.

Abuela, gracias por ayudarme a entender un poco más de este complejo problema.

Antes de irme a dormir quisiera que me contestes una pregunta.

Sí querido nieto. Dime cuál es tu consulta.

Abuela ¿estás segura que esta no es una reforma educacional y que es una revolución ?

Por supuesto, estoy segura. Es una “revolución educacional”. ¿Por qué me lo preguntas tan reiteradamente?

Bueno abuela, tú siempre me enseñaste que sólo las reformas son posibles… que las revoluciones siempre fracasan.

(Me quedé sin postre).

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24 oct 2014

La cultura debe obedecer a una política de Estado

A fines de este año se espera que ingrese al Parlamento el proyecto de ley que creará el ministerio de Cultura y Patrimonio. A propósito de esto, es importante preguntarse hacia donde nos dirigimos con este cambio.

Aunque la instauración del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, CNCA, dejó pendientes temas importantes para la institucionalidad cultural como la coordinación entre las organizaciones públicas con fines culturales y las facultades de su máxima autoridad, es una entidad única en su tipo ya que integra a la sociedad civil en la toma de decisiones.

El Estado chileno, desde sus inicios, ha confiado en los órganos colegiados para tomar las decisiones de política cultural. La existencia del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN), el Consejo Nacional del Libro y la Lectura (CNLL), el Consejo de Fomento de la Música Nacional (CFMN), el Consejo de las Artes y la Industria Audiovisual (CAIA), el Comité de Donaciones Culturales y la Comisión Nemesio Antúnez, son una muestra de esta apuesta por la participación.

Tras estas opciones, me atrevo a afirmar, está el convencimiento que la cultura debe obedecer a una política de Estado y no depender de los designios del gobierno de turno.Un grupo de personas representativas de distintos ámbitos del sector, elegidas por su trayectoria e idoneidad técnica, posibilitan, si es que no aseguran, una toma de decisión acorde con los intereses del sector y la ciudadanía.

Sin duda, es necesario avanzar en el fortalecimiento de nuestra institucionalidad, pero la pérdida de las facultades entregadas a la sociedad civil – que propone la indicación sustitutiva presentada por la ministra de Cultura- es inaceptable y constituiría un retroceso a contracorriente de lo que hoy demanda la ciudadanía. De hecho uno de los resultados destacables de la consulta ciudadana que realizó el CNCA en el mes de abril fue justamente una participación más horizontal y vinculante en la toma de decisiones.

Por lo demás, la presidenta Michelle Bachelet ha resaltado ampliamente la importancia de avanzar hacia una participación más amplia de la “ciudadanía que ha decidido participar y ser protagonista de la construcción de nuestro país” como indica en su programa de gobierno.

El filólogo y estudioso de la cultura tradicional chilena, Fidel Sepúlveda Llanos en su libro “Patrimonio, Identidad, Tradición y Creatividad” concebía así la relación entre participación y cultura.

“Es preciso relacionar la cultura con el proceso global de nuestra sociedad, lo cual requiere pensar el desarrollo desde la cultura; la cultura desde la identidad; la identidad desde la participación y la participación desde la pertenencia y la creatividad”.

Pensamos que este concepto integrador está en el centro de la reflexión que necesita nuestra sociedad y ¿qué mejor entidad para impulsar esta reflexión y acción que un ministerio de la Cultura?

Aunque la indicación sustitutiva presentada por el gobierno, mantiene los órganos colegiados e incluso amplía la cantidad de sus miembros, le quita el carácter vinculante a sus decisiones, es decir, convierte a este grupo de representantes de la sociedad civil en grupos consultivos, a los que el ministro deberá escuchar pero no necesariamente considerar.

Convocamos al gobierno y a los parlamentarios a encontrar el camino para que el proyecto de ley sea un avance y no una pérdida irremediable en participación.

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24 oct 2014

Penta, O’Reilly, Labbé: las tres caras de la UDI

¿Qué duda cabe? la Unión Demócrata Independiente (UDI) vive una de las mayores crisis de la última época, después de la detención del general Pinochet en Londres: hoy, sus principales referentes están siendo vapuleados por la justicia y la opinión pública.

Aludimos al Grupo Penta; al Coronel de Ejército (R) Cristián Labbé y al sacerdote John O’Really, que ocupaban los puestos de privilegio en la simbólica empresarial, eclesiástica y militar del partido gremialista de Jaime Guzmán Errázuriz.

La UDI, en el periodo de la transición y pese a ser oposición, llegó a ser el más poderoso e influyente del país.

Pero, ¿es este desprestigio algo infundado? o ¿es el justo relato de todo un sistema de oscuras prácticas que ahora se destapa?

El fraude

En agosto de este año, el Servicio de Impuestos Internos (SII) presentó una denuncia criminal en contra de los controladores del grupo Penta: Carlos Délano y Carlos Lavín, como posibles autores de delito tributario. A ellos se les imputa la utilización de boletas de honorarios falsas de sus esposas, accionar que tuvo por fin disminuir la base imponible del impuesto a la renta de la Sociedad Inversiones Penta III Limitada.

En una arista distinta de esta causa, el Ministerio Público les investiga por financiamiento ilegal de campañas políticas, en operaciones que han favorecido, fundamental aunque no exclusivamente, a parlamentarios de la propia UDI.

Entre los beneficiados por el oscuro y aparentemente ilegal sistema de financiamiento de campañas –según nombres entregados por el ex gerente general de Penta, Hugo Bravo- se encontrarían Ena Von Baer, Iván Moreira, Laurence Golborne, Pablo Zalaquett y José Antonio Kast (todos de la UDI) y el ex ministro de Hacienda, Andrés Velsaco. 

El codueño y cofundador de Penta, Carlos “choclo” Délano ha sido un gran financista de campañas políticas de la UDI y fue jefe de las campañas presidenciales de Joaquín Lavín.

Incluso ganó cierta fama de gurú electoral luego que se le adjudicase la paternidad del slogan de la campaña presidencial de 1999, “¡Viva el cambio!” Pero su imbricación con ese partido tiene que ver también con su historia personal y familiar: es tío del presidente de la UDI, el diputado Ernesto Silva. Las redes de Carlos Lavín con la UDI y el resto de la elite son similares.

Según ranking elaborado por la Universidad del Desarrollo, Penta figura en el puesto 14 en el escalafón de la riqueza nacional. Entre las empresas de este conglomerado destacan: Banmédica, Banco Penta, Penta Security y Penta Vida.

Sabemos que el financiamiento a las campañas no es gratuito: busca su retribución a través de favores políticos. Por lo mismo, cabe inferir que los parlamentarios financiados por Penta -y por otros grupos económicos- están siendo mandatados ya no por el pueblo soberano, como corresponde en una democracia, sino por los dueños del capital, lo que es propio de un régimen oligárquico, plutocrático.

Penta no es el único grupo económico que en dictadura ejecutó el saqueo legalizado de nuestro país y que está vinculado a la UDI. Julio Ponce Lerou y José Yuraszeck, se hicieron ricos en procesos de privatización fraudulenta que manejaron en su abierto beneficio. De ejecutivos de Soquimich y Endesa, pasaron en pocos años a ser parte de sus dueños. ¿O no?

Cabe recordar que, aunque beneficiario principal del financiamiento de las campañas, la UDI no es el único grupo político que recibe jugosos aportes empresariales, como la información oficial  puede corroborar.

La corrupción en la política no es aceptable y debe ser penalizada, al menos, con el mismo castigo que recibe el delincuente que asalta pistola en mano a un inocente peatón.

La hipocresía

Tanto o más duro que la caída en desgracia de Penta, es para la UDI la recientemente decretada condena contra el sacerdote John O’Reilly por abusos sexuales contra una niña estudiante del Colegio Cumbres, imputación que lo podría llevar en brevísimo plazo a la cárcel.

Este establecimiento llegó a ser el preferido de la casta política y económica dirigente del país y por cierto de los principales dirigentes de la UDI.

La cercanía de este partido con O’Really y los Legionarios de Cristo puede graficarse en el hecho que, con ocasión de la celebración de los 25 años de sacerdocio de este sacerdote irlandés, realizada en diciembre de 2000 en el Colegio Cumbres, asistió la plana mayor del partido gremialista que estaba encabezado por el entonces diputado, Pablo Longueira.

Los Legionarios se instalaron en Chile, en 1980, en momentos que la derecha y la oligarquía estaban distanciadas de la oficialidad de la Iglesia Católica, que estaba dirigida por el defensor de la dignidad humana Cardenal Raúl Silva Henríquez.

De acuerdo a lo que se afirma en el libro Legionarios de Cristo en Chile, “partidarios y detractores coinciden en que la llegada de O’Reilly le dio un nuevo impulso al crecimiento de (esta) congregación en Chile. Gracias a él, los contactos con el empresariado y la derecha chilena se incrementaron”.

O’Really llegó a ser hombre cura de confianza de Eliodoro Matte, Agustín Edwards, Andrónico Luksic y Ricardo Claro. Su influencia llevó a la Cámara de Diputados a concederle la nacionalización por Ley (por gracia) el 20 de agosto de 2008, por 66 votos a favor, ninguno en contra.

La debacle de este sacerdote propina, directamente, un misilazo bajo la línea de flotación de la UDI y de toda la hipócrita elite chilena, sector que ha tenido en su pretendida superioridad moral, el fundamento ideológico primordial de todos sus abusos.

Manos manchadas

Como si lo anterior fuera poco, éste lunes 20 de octubre el ex agente de la DINA y ex alcalde de Providencia Cristián Labbé, fue procesado y  detenido por su participación en la asociación ilícita que operó en el regimiento Tejas Verdes, de San Antonio, lugar en el que se cometieron los crímenes más abominables de nuestra historia.

Este ex alcalde –quien llegó a ser secretario general del Gobierno dictatorial de Pinochet- fue respaldado por la directiva de la UDI, cuyo presidente, el diputado Ernesto Silva fue a visitarlo al Regimiento de Telecomunicaciones del Ejército, donde permaneció detenido.Silva reclamó a propósito de esta detención que en Chile “no hay igual trato ante la ley”.

El hundimiento de Labbé es durísimo para la UDI porque su presencia en la política activa nacional -de alguna manera- era una notificación al conjunto de la sociedad de que hasta los indviduos más abyectos deben ser aceptados como parte de la clase dirigente que rige nuestro país.

No olvidemos que Labbé propició el homenaje al asesino en serie Miguel Krassnoff Martchenko el que se realizó el 21 de noviembre de 2011, en el Club Providencia.

Desenlace

Este triple golpe contra la UDI es letal puesto que llega en circunstancias en que las ideas que esta tienda política impregnó al conjunto de la sociedad (chorreo económico, consumismo y endeudamiento, apertura a inversión extranjera, privatización de bienes y servicios públicos) están siendo derrotadas en el plano de la batalla de las ideas.

Si a esto le sumamos los cambios al sistema electoral y de financiamiento en las campañas, no es extravagante pensar que lo que le espera al gremialismo es la jibarización, la irrelevancia o de lleno su muerte.

Por ser un jugador clave en la institucionalidad de la democracia protegida, diseñada por el líder gremialista Jaime Guzmán Errázuriz e implementada por la Junta Militar, la caída de la UDI debe interpretarse como el desbarrancamiento de una de los pilares (quizás el garante) de la institucionalidad pos dictatorial.

Lo anterior inevitablemente acelerará el debate respecto a la necesidad de una Nueva Constitución vía asamblea constituyente como paso necesario para el fin de la pos dictadura y comienzo de la instalación de un sistema verdaderamente democrático, en lo político, económico, social y cultural.

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24 oct 2014

El último viaje de Brittany Maynard

“No puedo explicar el alivio que me da saber que no voy a morir de la manera en la que indicaron los médicos que iba a hacerlo”, señaló Brittany Maynard, quien padece un cáncer cerebral terminal. Por decisión propia el próximo 1º de noviembre tomará un fármaco para terminar con su vida. “Me marcharé en paz, con la música que me gusta sonando de fondo”.

Entrar en la muerte dormido debe ser una forma más de libertad personal. Quizás la última. Por ese motivo, muchos pacientes con enfermedades terminales, pese a tener acceso a cuidados paliativos, no desean prolongar sus vidas.

El debate sobre el suicidio asistido en Chile ha vuelto a ser tema de columnas y cartas de lectores en la prensa, originando una discusión muchas veces más emotiva que racional, más radical que prudente.

Dialogar, deliberar sobre las opciones disponibles frente a una enfermedad terminal, no es solo lo más humano sino también lo más democrático. Al final todos deseamos lo mismo: una muerte digna e indolora. Pocas cosas vulneran más  la dignidad de una persona que no atenuar su sufrimiento.

A esto último pareciera responder adecuadamente la medicina paliativa, pero muchos pacientes, al igual que Brittany, desean consciente y libremente no prolongar más su vida, desean que se les ayude a morir.

En pocos días más Brittany iniciará su último viaje por decisión propia, en su cama, rodeada de sus seres queridos y escuchando la música que la acompañó en sus días felices.

Ella, al restituir cierta sensación de control sobre su destino nos está diciendo que prolongar una vida solo para evitar la muerte biológica, sin atender a las condiciones de calidad humana en que dicha vida será vivida, es poco justificable.

El derecho a una vida digna necesariamente debe incluir una muerte digna, pues como bien decía Quevedo “Mejor vida es morir, que vivir muerto”.

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24 oct 2014

La mentira de Juan Herrera

La escena de la exitosa serie “Los 80” que emite Canal 13, en que los protagonistas (Ana y Juan) deciden mentir sobre su estado matrimonial, para conseguir un cupo en el colegio de su hija, es un revelador anticipo del eje central respecto a las consecuencias que ha producido el sistema educacional chileno: excluyente y segregador.

“Es por el bien y el futuro de la Anita”, le mencionaba una preocupada Ana a su esposo Juan Herrera.  Esta justificación revela el giro clave que la educación chilena tuvo en aras de un proceso complejo, como fue la municipalización y la irrupción de los establecimientos particulares subvencionados al modelo escolar.  El problema por cierto no está en estos últimos, en la medida que contribuyen al sistema educacional desde un proyecto serio y sin fin de lucro.

La real trampa está en que los colegios no seleccionan alumnos, sino que seleccionan a los padres y a sus familias.Seleccionan billeteras, status y en definitiva clase social.

Ana y Juan saben (y confían) que su hija cuenta con las capacidades para ingresar al nuevo colegio.Sin embargo, saben que si dicen la verdad sobre su separación matrimonial, quedan fuera.Si mienten, entran al colegio.

Lo anterior ha sido demostrado por investigaciones chilenas desde hace décadas (Universidad Diego Portales, Universidad de Chile), que muchos colegios que seleccionan no lo hacen por razones académicas sino por motivos socio-económicos, y peor aún,  por razones que reproducen la diferencia de clases: estado civil de los padres y salarios.

La calidad de la educación que entrega el establecimiento queda relegada a un segundo o hasta un tercer plano. Lo importante para muchos sostenedores es mantener la matrícula, conservar la subvención estatal por sobre otras consideraciones.

La mayor dificultad en estos últimos 30 años es haber permitido que sea el mercado el que regule los destinos en las aulas chilenas, dejando en manos de la oferta y la demanda un sistema que no ha sido capaz de generar equilibrios.El deterioro de la educación pública ha sido responsabilidad de todos.

Por tanto, es una responsabilidad retomar la senda de una educación pública, gratuita y de calidad para todos.Sin exclusión, donde todos aportan, particulares pagados, subvencionados y escuelas públicas. Sin embargo, convengamos que ha sido la educación  pública la que se ha postergado, en manos de la ilusión de una educación no-pública que siempre es de calidad.

Hay colegios privados de pésima calidad, como también los hay excelentes. Lo mismo para el sistema municipal. La trampa se encuentra, en gran parte, en la selección. Una forma refinada de discriminación y de reproducir la sociedad: ricos con ricos, pobres con pobres.

La Reforma Educacional profundiza en el corazón de nuestra sociedad desigual y segregadora.Por ello es contracultural. Una mejor educación es aquella que integra: mejores ambientes de aprendizajes se generan cuando hay diversidad en la sala de clases, cuando estamos dispuestos a democratizar.

Si a finales de la década de los 80, muchos “Juan Herrera”mintieron (y hoy siguen haciéndolo) para que sus hijos ingresen a colegios con “mejores oportunidades”, hoy en 2014 miles de establecimientos educacionales han aprendido también a mentir para conseguir más matrícula, ofreciendo “programas educativos de excelencia”, “porcentajes de ingreso a la educación superior como criterio de calidad”.

La Reforma Educacional es necesaria, es imperiosa, es ahora.

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