22 dic 2015

Navidad

Dicen que algo más de 2000 años nació un niño en una cueva en el Medio Oriente.También dicen que este niño más tarde sería El Salvador del mundo. El hecho es que al parecer, días después de su nacimiento, y salvándose de una matanza ordenada por quién gobernaba, para no permitir la mentada profecía, llegaron de oriente unos (dicen que reyes) personajes a regalar al recién nacido oro, incienso y mirra (que a excepción del oro los otros hoy en día no son muy valorados que digamos).

Pues bien. El niño resultó ser bastante avanzado en sus pensamientos. Y divino o no, pasados los años logró sentar las bases de la moral, al menos de occidente.

En las fechas navideñas, entiendo, se celebra su nacimiento. Un nacimiento en un lugar hostil o algo alejado de cualquier comodidad, que dicen, debía ser así.

Llama la atención entonces que en nuestros días se desentiende totalmente el verdadero sentido de la celebración, cual es el regocijo de saber que un niño desde la pobreza que traía en la sangre logró convencer a toda una humanidad que el valor de la misma es el amor y el sacrificio. Este último según los evangelistas, hasta dar la vida por amor al otro, y en un nivel más mundano y contemporáneo “hasta que duela”, según el santo chileno.

Pasados los años, desde su nacimiento, se escribe una leyenda centroeuropea de un viejo señor que para celebrar estas fechas regalaba juguetes a los niños emulando los regalos de los magos que habrían acudido al nacimiento del pequeño conocido como Jesús. Hasta ahí todo bien, hasta la llegada del siglo XX, siglo que según una magnífica película hollywoodense llamada “El Abogado del Diablo” ha sido enteramente de él (del diablo digo).

El hecho es que el de la película parece que tenía razón, pues hoy en día el sentido de la celebración ha perdido su total sentido, cual entiendo es el nacimiento de un niño que habiendo nacido y muerto pobre logró cambiar con sus ideas algunos paradigmas valóricos de una sociedad que ya en esa época eran cuestionadas, pero que al parecer hasta el día de hoy no lo entendemos.

La celebración no se trata de comprar, comprar y seguir comprando, intentando demostrar amor con cosas, gastando lo que no tenemos y entregando finalmente nuestras finanzas (almas) al más próspero de los pascueros, o sea, el que nos vende todo para que nosotros creamos que damos amor con nuestra alma hipotecada hasta los tuétanos.

El asunto se trata de dar lo que tenemos, o sea sentimientos, no cosas. Como decía Víctor Jara… “y mis manos son lo único que tengo”.Y esas manos son las que se usan para dar abrazos, caricias, cariños y palmadas. Y cuando ellas hacen eso, actúan conectadas con el corazón, no con la billetera.

Dicho el panfleto sentimental. Entonces y como diría un antiguo dramaturgo inglés ¿celebramos o no celebramos? Celebremos pues digo yo. Pero celebremos al pequeño nacido hace dos millares de años, celebremos sus ideas que, divinas o no, realzan el respeto y el amor, pero como sentimiento perenne, no estacional.

Celebremos dando sin esperar recibir, celebremos dando cariño, una tarjeta hecha y escrita por nosotros mismos, celebremos el haber enseñado a entregar sin esperar nada a cambio.

Celebremos perdonando.

Celebremos enseñando a nuestros niños que el anciano vestido de rojo es un ayudante de la bondad al que no hay que pedirle otra cosa sino que pueda dar a los otros y no a nosotros.

Pero, lo que en realidad propongo es que celebremos todos los días, no sólo como pretexto de determinada fecha. Celebremos emulando al conejo del país de las maravillas de Alicia la no-navidad los otros 364 días del año, dando, compartiendo y amando siempre.

La fecha en todo caso invita a la reflexión. Entonces un abrazo, un “te quiero”, una mirada de amor, una verdadera expresión de amor valdrá más que una cosa, porque como vinimos nos vamos y lamentablemente, aunque las cosas quepan en el féretro, no las podremos usar.

Por mi parte en estas navidades no compraré ningún regalo. Eventualmente compraré materiales para hacer un regalo con mis manos (cosa que estoy tratando de hacer independiente de las fechas siempre),y de paso quiero compartir el más importante regalo que he recibido de mi personal rey mago-que es mi padre-y es esta frase:“Nunca es malo ser bueno”.

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22 dic 2015

¿Por qué un premio de periodismo y memoria?

La vigencia y respeto de los derechos humanos de primera generación, es decir los derechos establecidos en la declaración universal, es una característica esencial a una democracia. La libertad de prensa, de información y de comunicación, es otro de sus rasgos esenciales.

En nuestro país, la amenaza a la libertad de expresión no proviene de un exceso de normas que limiten esa libertad, sino de la fuerte concentración de la propiedad de los medios de  comunicación en manos de unos pocos grupos económicos que presentan la realidad de acuerdo a sus intereses, afectando el derecho a informarse de la mayoría.

Esto lo vimos y lo sufrimos claramente en Dictadura.  La dictadura no necesitó que su oficina de censura presionara a los medios más importantes, ya que éstos se mostraron siempre partidarios de ésta y se sumaron con entusiasmo a operaciones comunicacionales y montajes para cubrir las violaciones de los derechos humanos o para ocultar la corrupción dictatorial.

Han pasado 25 años desde el término de la dictadura y son muchos los reportajes e investigaciones periodísticas que han hecho luz sobre los crímenes de la dictadura.

Como no recordar a Patricia Verdugo o destacar el trabajo de investigación de Mónica González.Con la conmemoración de los 40 años del Golpe, los medios se volcaron a informar sobre lo ocurrido y quizás, por primera vez, a traer al presente el testimonio de las víctimas.

Las nuevas generaciones de periodistas tienen un rol vital en la promoción de los derechos humanos. Para ello es fundamental la preparación en las universidades con cátedras que se orienten a la educación en derechos humanos.

El Museo de la Memoria y los Derechos Humanos con el Colegio de Periodistas de Chile crearon un reconocimiento para destacar a aquellos periodistas que en los medios masivos aporten con artículos o reportajes sobre memoria y derechos humanos. Se trata del Premio Periodismo, Memoria y Derechos Humanos entregado el viernes 18 de diciembre.

En su primera versión se premió al equipo periodístico de Raúl Gamboni y Ángeles Pacheco de Informe Especial de TVN por su reportaje “Los montajes de la dictadura”; donde investigaron en los archivos del canal para desenmascarar los montajes realizados para la prensa como el caso Rinconada de Maipú o de la Operación Colombo.

En radio fue reconocido Mario Antonio Guzmán, editor de ADN, quien ha tenido una amplia trayectoria en radios nacionales reporteando causas de violaciones a los derechos humanos en tribunales.

Lenka Carvallo fue premiada en prensa escrita por su entrevista en Revista Caras al abogado de derechos humanos Roberto Garretón: “En Chile no hay una democracia, sino una post dictadura”. 

Con este premio queremos relevar la importancia del género de las investigaciones, reportajes y entrevistas periodísticas, sobre todo realizadas por nuevas generaciones de periodistas que incursionan con valentía y compromiso en el campo de la memoria y los derechos humanos.

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22 dic 2015

Ministerio de las Culturas para Chile

Un sueño posible

Por décadas la comunidad cultural de nuestro país ha pensado, conversado y debatido acerca de la necesidad de contar con una institucionalidad pública cultural del más alto nivel jerárquico, coherente, articulada y eficaz para abordar y dar respuesta a las urgencias, exigencias, complejidades, desafíos y tensiones de las dimensiones culturales de nuestra humanidad y de la vida en comunidad al extremo sur del mundo.

No ha sido fácil este camino. Hemos debido sortear legítimos o infundados miedos a la inadecuada conducción gubernamental que, en algunos sectores de la comunidad cultural y de la política chilena, suscitaba la creación de un Ministerio.

También, hemos debido convivir, comprender y superar los apegos a las identidades institucionales y las frecuentes  descalificaciones entre personas que laboran en entidades públicas de distintos campos de las artes, las culturas y el patrimonio.  Por cierto, hemos tenido que aprender a dialogar con sincero interés de escucharnos, sabiendo que tenemos que realizar mutuas concesiones para construir respuestas conjuntas.

Hemos vivido significativas experiencias de participación en diversos campos de la gestión pública cultural. Expresión de ello fueron los Cabildos Culturales, convocados por Claudio Di Girólamo, programa nacional  que tuve el honor de coordinar.También lo son los consejos consultivos nacionales y regionales, el Directorio Nacional y los consejos regionales del CNCA.

Relevantes, igualmente, la participación ciudadana en el Consejo de Monumentos Nacionales y en los consejos sectoriales de la Música, Audiovisual, Fomento Lector y Libro. Estas instancias y experiencias de participación nos han marcado a fuego. Sabemos que allí existe un rasgo esencial para una cultura democrática y una accionar del Estado eficaz y eficiente.

En días recientes, luego de un intenso y extenso trabajo de muchos(as), la Presidenta de la República firmó el Mensaje con la Indicación Sustitutiva al Proyecto de Ley para crear el Ministerio de las Culturas, las Artes y  el Patrimonio. Esta denominación busca expresar el reconocimiento del Estado a nuestra diversidad cultural, incluido el reconocimiento a las culturas de los pueblos originarios, conforme a la reflexión y propuestas de la Consulta Indígena realizada por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, entre los meses de Septiembre de 2014, a  Mayo de 2015, en la cual participaron representantes de 2.051 organizaciones indígenas en los 16 encuentros regionales, y 212 representantes en el Encuentro Nacional.

Los principios que se proponen establecer para la aplicación de esta Ley y las tareas del Ministerio, el objeto de esta Secretaría de Estado, sus funciones, las tareas precisas de la Subsecretaría de las Artes, la existencia de una Subsecretaría especializada para el Patrimonio Cultural, las definición, integración y funciones de las instancias de participación ciudadana ( Consejo Nacional de las Culturas, las Artes y el Patrimonio), sus expresiones regionales ( Consejos Regionales de las Culturas, las Artes y el Patrimonio);la  creación del Consejo Asesor de Pueblos Originarios;  la creación de los sistemas de Museos, Bibliotecas y Archivos, el carácter de instituciones patrimoniales nacionales de la Biblioteca Nacional, el Archivo Nacional, y los tres museos nacionales, la creación de la Secretaría Técnica del Consejo de Monumentos Nacionales, el Fondo del Patrimonio Cultural , y un conjunto de otras materias, son el resultado del diálogo y trabajo, entre otros actores, de las asociaciones de funcionarios de la DIBAM, CNCA y el CMN.

Siempre es posible pensar y debatir acerca de cuáles son los mejores modelos institucionales para abordar los amplios y diversos ámbitos de la vida cultural de las personas y sus comunidades locales, regionales y nacionales.

Sin embargo, estoy profundamente convencida que el no estar de acuerdo con todos los contenidos de la Indicación Sustitutiva que se ha firmado, no autoriza a nadie para impedir que Chile cuente, por fin, con una Secretaría de Estado dedicada a las culturas, las artes y el patrimonio cultural. Menos aún si la indicación contempla aspectos centrales de lo trabajado por años. Y además si la indicación respeta los derechos y garantías laborales de quienes laboran en los servicios públicos involucrados.

Debemos recordar y recordarnos que el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio se crea para servir a Chile, a sus habitantes y comunidades, a sus culturas.

Es por ello que se proponen en la Ley un conjunto de principios.  El respeto a la diversidad cultural, la democracia cultural y participación ciudadana, el reconocimiento a las identidades territoriales, el reconocimiento cultural de los pueblos originarios, el patrimonio cultural como bien público, el respeto a la libertad y derechos de creación y la valoración social de creadores y cultores, son principios que se constituyen en esenciales para una gobernanza democrática en la gestión pública cultural.

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21 dic 2015

Venezuela y El Mercurio

Como si uno no perdiera esa preciada herramienta que algunos llamamos, “capacidad de asombro” y en un Santiago cada vez más repleto de estímulos; fotografías publicitarias y apoteósicos titulares, hubo uno en particular que me sorprendió este fin de semana. En la parte superior izquierda de su portada, El Mercurio del domingo, publicó sendo titular de la entrevista realizada al líder de la derecha venezolanaLeopoldo López, detenido en Ramo Verde acusado de diversos delitos como instigación a delinquir, intimidación pública y daños a la propiedad. “La dictadura está debilitada, pero aún mantiene secuestrados a los otros poderes del Estado”, versaba el texto.

Más allá de las diversas apreciaciones que se puedan tener del proceso venezolano y de las legítimas posiciones ideológicas de cada quien, no deja de sorprender con qué liviandad El Mercurio-y la mayoría de los grandes medios impresos de circulación nacional-reproduce la clasificación de “dictadura” para referirse a un gobierno que, guste o no, fue electo por las urnas.

En un país como el nuestro, que conoce tan profundamente lo que es y significa el concepto de dictadura, es tristemente sorprendente que las líneas editoriales asociadas a la derecha se hagan eco deliberadamente de tamañas desinformaciones. Como muchos ya lo han dicho antes, el lenguaje construye realidad, por lo que resulta provocador escribir algunas líneas para romper toda clase de mitos sobre el escenario electoral de  Venezuela.

Primer mito, es una dictadura.

La verdad es que de acuerdo a las últimas elecciones presidenciales de 2013, que alcanzaron un altísimo 79,68% de participación, el Presidente Nicolás Maduro Moros fue electo con 7.587.579 votos, correspondientes a un 50.61% del total, versus el 49,12% obtenido por Henrique Capriles Radonski, representante de la autodenominada Mesa de la Unidad Democrática.

Fue una elección reñida pero a todas  luces triunfante para el oficialismo. No sería la única elección enfrentada por el pueblo venezolano desde que ha estado en el poder el proyecto bolivariano impulsado por el ex presidente Hugo Chávez. Cabe recordar que la experiencia acumulada es amplia: 20 procesos electorales en los últimos 17 años, de los cuales sólo dos han sido derrotas para el oficialismo, el referéndum constitucional de 2007 y la reciente elección parlamentaria de diciembre de 2015.

Es claro, que ambos casos votan por tierra las aseveraciones irresponsables sobre un gobierno dictatorial o incapaz de respetar un resultado adverso.

Segundo mito, hay fraude electoral.

En Venezuela, el organismo encargado de la organización, administración, dirección y posterior supervisión de los procesos eleccionarios es el Consejo Nacional Electoral, CNE. A diferencia de Chile, donde el Servel recién alcanzó su autonomía constitucional de la Administración del Estado en octubre de este año, el CNE se fundó como un ente autónomo e independiente del Ejecutivo, por eso nunca hemos visto a un Subsecretario del Interior venezolano entregar cómputos oficiales como sí sucede en nuestro país.

El Consejo Nacional Electoral tiene autonomía funcional y presupuestaria y está integrado por cinco personas no vinculadas a organizaciones con fines políticos; tres de ellos postulados por la sociedad civil, uno por las facultades de ciencias jurídicas y políticas de las universidades nacionales, y otro por el llamado Poder Ciudadano.

Los integrantes del Consejo Nacional Electoral durarán siete años en sus funciones y son elegidos por separado: los tres postulados por la sociedad civil al inicio de cada período de la Asamblea Nacional (parlamento), y los otros dos a la mitad del mismo.

Los integrantes del Consejo Nacional Electoral serán designados por la Asamblea Nacional con el voto de las dos terceras partes de sus integrantes[1]. La pregunta es, ¿cuál es la posibilidad de fraude?

Tercer mito, elecciones parlamentarias bajo manipulación.

Es muy probable que el reciente proceso electoral venezolano haya sido uno de los más observados del mundo. Además del programa de acompañamiento u observación electoral convocado por el CNE, que incluyó 130 observadores de los cinco continentes del mundo, también estuvieron observadores de Unasur, del Ceela y la Unión Europea. Todos destacaron la misma conclusión: transparencia, eficacia, alta participación de la ciudadanía en las elecciones y un sistema de votación electrónico ejemplar para América Latina y el mundo.

Se calificó positivamente las etapas de fabricación, evaluación y control de calidad de las 49.700 máquinas electorales distribuidas en los 14.515 centros de votación al interior de Venezuela, constatando que en todas las fases del proceso de fabricación, control de calidad y distribución se verificó nitidez, calidad, funcionamiento e invulnerabilidad de las máquinas de votación.

Se revisó paso a paso, decenas de las cerca de 50 auditorías y verificaciones no sólo técnicas, sino de los más diversos sectores políticos, incluida desde luego la oposición, que acompañaron cada paso de control de calidad de las máquinas.

Interesante resulta agregar que una vez que el CNE entregó el resultado de la primera tendencia irreversible el domingo 6 a las 23 horas, de manera inmediata el presidente Maduro reconoció la derrota del oficialismo y ningún chavista llamó a desconocer los escrutinios, lo que distó mucho de la reacción que tuvo la oposición cada vez que perdía una elección.

Reitero, más allá de las legítimas líneas editoriales de los medios de comunicación, es hora de poner cota a las desinformaciones deliberadas por vía de un lenguaje antojadizo y con escasa vocación de veracidad.

El rol social del periodismo es informar con respeto a la democracia,no coadyuvar a escenarios que busquen desestabilizar gobiernos democráticamente electos.

He de esperar que las informaciones entregadas por la propia CIA y la búsqueda incansable de paz que tiene afligido hoy al mundo entero, eviten que se repita el viejo rol que cumplieron ciertos medios de comunicación en el marco del proceso desestabilizador del Gobierno de Salvador Allende.

[1]  Consejo Nacional Electoral de Venezuela. En:http://www.cne.gob.ve/web/la_institucion/base_juridica.php

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21 dic 2015

Agua potable rural, reducto del sentido de servicio social colectivo

No son pocos quienes aún retienen en la memoria la imagen de diputados y senadores en pleno aprobando una ley express  para solucionar el error que los encargados electorales de la DC cometieron en julio de 2001, previo a las elecciones parlamentarias de ese año.

Por esos imponderables que ocurren en ocasiones, durante la inscripción de ocho de los nueve candidatos al Senado y 51 de los 56 a la Cámara Baja alguien olvidó incluir el mandato que los postulantes deben entregar para el trámite, lo cual derivó en el rechazo, por parte del Servicio Electoral, de tales candidaturas.

Fue tal el impacto en el mundo político, que el presidente Ricardo Hormazábal se vio obligado a renunciar y el timonel de la UDI de la época, Pablo Longueira, se alzó como salvador de sus adversarios, asegurando los votos para, mediante una normativa especial, aplazar las elecciones en una semana y así dar tiempo para enmendar el rumbo.

Solo tres días tomó a la clase política armar el proyecto, enviarlo al Congreso, aprobarlo y publicarlo como ley.  La DC y la Concertación podían respirar aliviadas. Y, según nos dijeron, nuestra democracia también.

Recordé tal diligente actuar con motivo de la tramitación del proyecto de ley que regula los servicios sanitarios rurales, que la semana pasada inició su votación en la Comisión de Recursos Hídricos de la Cámara de Diputados.  Proyecto esencial para asegurar la figura de servicio público, no comercial, de los sistemas de agua potable y saneamiento en territorios no urbanos.

La iniciativa original ingresó al Senado en 2008 a instancias del gobierno de Michelle Bachelet.  Este primer trámite constitucional fue breve, menos de un año, luego de lo cual pasó a la Cámara Baja.

Aunque logró avanzar bastante, en 2010 la administración de Sebastián Piñera intentó incorporar cambios que desperfilaban el sentido colectivo y no comercial del mensaje inicial. La oposición de las organizaciones y un sector de los diputados detuvo la tramitación.  Y así, pasaron casi seis años hasta que la semana pasada se procedió a votar la indicación sustitutiva que en septiembre ingresó el nuevo gobierno, enrielando nuevamente la discusión hacia su sentido matriz.

Seis años de espera.

Seis años para abordar una iniciativa fundamental para miles de chilenos y chilenas que habitan en la ruralidad y que esperan se fortalezca una práctica común en un ámbito tan esencial como es el saneamiento y el suministro de agua.

Son las paradojas del sentido de urgencia y prioridades del sistema político.  Del sistema político como un todo, más allá de las excepciones.

En el caso del impasse de la DC en 2001 el acuerdo fue inmediato, asumiendo que la ley era crítica.  En el de los servicios sanitarios rurales, simplemente no.  Porque más allá de sus complejidades, lo que está claro es que no hay consenso en esta materia, que existe un choque de miradas sobre el sentido que se debe dar a un servicio básico esencial: entregarlo al mercado para ser regulado por criterios comerciales y de acceso sobre la base del poder adquisitivo, o apostar por el cooperativismo en la gestión y asumirlo como un derecho social más allá de la disponibilidad económica.

El fondo del debate es si se mantendrán las organizaciones de agua potable rural con el sistema vigente, reforzando y mejorando su actual forma de operación, o se entregará el servicio a las sanitarias comerciales, ahora que ciertos territorios se transformaron en buen negocio producto del crecimiento poblacional y la expansión inmobiliaria.

Es muy posible que para muchos, entregarlo al mercado sea la mejor opción.  El mantra sobre la calidad, la eficiencia en el servicio e, incluso, la justicia en su prestación (nada es gratis y quien quiere algo tiene que esforzarse, es decir, pagar) va asociado a la competencia y el lucro individual.

Y claro, en tal argumentación se olvidan convenientemente los problemas que ha generado tal visión en términos de maximalización de las utilidades a través de prácticas ilegales (colusión, financiamiento de la política) o sus deficiencias éticas (negar un servicio básico a quienes no pueden pagar, la privatización de lo que debiera ser público).

En Chile al momento del ingreso del proyecto existían 1.500 organizaciones de agua potable rural, abasteciendo a cerca de un millón y medio de personas.  En Aysén, son 35 las agrupaciones de este tipo, para unos seis mil pobladores y pobladoras.  Pero la discusión de hoy en el Congreso, como tantas otras, no solo les afecta a ellos.  Permea el tipo de sociedad que vamos construyendo.

Y construir sociedad no es tarea solo de algunos. Es labor, si se me excusa la redundancia, de toda la sociedad.

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21 dic 2015

Desafíos en transparencia de las Fuerzas Armadas

La transición en Chile ha dejado una serie de instituciones, procedimientos y conductas no democráticas en un sistema de gobierno democrático, lo que Manuel Antonio Garretón denominó como enclaves autoritarios y que, a su vez, han generado otro tipos de enclaves y distorsiones asociadas a la transición, de acuerdo a Peter Siavelis.

En base a este contexto histórico e institucional se pueden mencionar algunos enclaves arraigados en las Fuerzas Armadas hasta hoy y que influyen en las relaciones cívico-militares: las “leyes secretas” de la Dictadura, la Ley Reservada del Cobre y la Ley N°18.771, que faculta al ministerio de Defensa Nacional, Fuerzas Armadas, y de Orden y Seguridad Pública, a eliminar archivos oficiales sin solicitar autorización previa.

Cumplido un cuarto de siglo desde el término de la Dictadura Militar aún se mantienen con el carácter de secretas o reservadas 254 normas de nuestro ordenamiento jurídico, de las cuales 176 fueron promulgadas entre el año 1973 y marzo de 1990.

El contenido, por su carácter, es desconocido por los ciudadanos, pero a través de solicitudes realizadas por el Congreso conocemos que muchas de estas tratan materias de las Fuerzas Armadas. Aun cuando la aplicación de algunas se encuentran derogadas es importante por transparencia y por contribución a la investigación histórica develar el contenido de estas leyes.

El segundo elemento presente es la Ley Reservada del Cobre, que por su configuración no es posible de fiscalizar en el uso de sus recursos por instituciones externas al ministerio de Defensa, como la Contraloría y la Cámara de Diputados. Esta situación ha sido el caldo de cultivo para la presentación de boletas falsas y abuso de los fondos en el Ejército, lo que públicamente ha sido denominado como Milicogate. Tema aparte y necesario de discutir es cómo avanzar a un sistema de financiamiento permanente para las Fuerzas Armadas, que considere aspectos al corto, mediano y largo plazo.

Finalmente un tercer elemento anacrónico es la Ley N°18.771, creada el año 1989 por la Junta de Gobierno, que faculta a las instituciones de la Defensa Nacional a eliminar archivos y documentos sin la autorización de la Presidencia de la República y del Conservador del Archivo Nacional. Esta norma otorga una facultad extraordinaria dentro del Estado a estas instituciones con la clara intención de permitir la destrucción de documentos oficiales, sin dejar registro de la existencia de estos.

Con bastante certeza, muchos de esos documentos que han sido destruidos nos habrían permitido dar respuestas a las interrogantes que hoy tenemos respecto a lo hechos ocurridos durante la dictadura. Es muy difícil justificar una norma de estas características hoy.

La necesidad de transparencia y de hacer prevalecer el principio de la publicidad de los actos públicos tiene una profunda vocación democratizadora, porque el acceso a la información por parte de los ciudadanos permite a estos actuar contando con todas las herramientas en las decisiones públicas y ejercer accountability al Estado.

De ninguna forma la derogación de estas normas va dejar en descubierto los secretos militares o va a poner en riesgo la seguridad del Estado porque estas materias están resguardadas por la Constitución.

En medio de la crisis de desconfianza de las instituciones, es importante destacar que aquellos países donde las instituciones tienen prácticas transparentes y en los que se ejerce accountability vertical, son precisamente los que gozan mayor nivel de confianza hacia las instituciones a nivel mundial como los Estados escandinavos y algunos de la Europa Central como Suiza y Alemania.Esto se correlaciona fuertemente con instituciones que son inmunes a actos de corrupción y que son eficaces y eficientes.

En definitiva el que tengamos instituciones transparentes, tanto para las Fuerzas Armadas como para cualquier otra institución del Estado, nos permite reducir la sensación de corrupción y que estos actos se concreten, aumentar la confianza, ejercer control institucional, empoderar a los ciudadanos y contar con instituciones eficaces con su misión.

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21 dic 2015

Los placeres y la salud

Mirar una puesta de sol, caminar bajo la lluvia, recorrer un sendero por el bosque, son solo algunos ejemplos de momentos placenteros, a su vez nuestra poeta chilena Gabriela Mistral, también nos sitúa en un bello sentido de placer en su poema “El placer de servir” en el que se desprende un profundo mensaje, a mi entender, de autorrealización, simpleza y felicidad que implican la noción de sentirse útil.

En la primera estrofa hace alusión a la naturaleza en donde cada elemento es útil y cumple su función. También lo insta a uno a ser colaborador, tomar acciones en beneficio de otros y de uno mismo.

En la segunda estrofa, y aquí me detengo, no solo identifica las alegrías que uno puede sentir, sino que las compara con el real sentido de placer que entrega el poder servir. Esto sugiere una felicidad más permanente basada en el Amor, lo que conlleva respeto hacia uno mismo y autoprotección en el sentido de evitar situaciones que puedan ir en desmedro de tu salud y bienestar.

En el caso de que fueras una de esas personas que se siente atraída a probar y experimentar sensaciones nuevas, siempre será bueno considerar lo que contribuya a tu salud de manera permanente, no así como lo es el caso de la marihuana u otras drogas, incluso porque hay estudios que indican serias consecuencias en la salud por su consumo.

No fue fácil para Delma Muñoz de México, cuyo hijo por años consumió y degeneró su carácter debido a la ingesta de drogas. Sin embargo, como madre no dejó de pensar en las cosas buenas y bellas de él, o sea en su identidad espiritual. Esa forma de pensar le ayudó, pues al cabo de un tiempo el hijo se sanó por completo de su dependencia a las drogas, y por años permanece bien.

He comprobado que mientras uno más se identifica con buenas cualidades, cultiva habilidades y desecha aquello que pueda estar entorpeciendo el camino hacia una vida más plena, aumenta el poder de decisión y además se desarrolla el valor y la fuerza para no depender de placeres perjudiciales a la salud, como el alcohol, cigarrillo y drogas.

El impulso de sentirse bien, disfrutar de la vida, poseer los encantos y habilidades que llevan al éxito debieran centrarse hoy en el placer de ser útil, de amar y desear todo aquello que enaltece y es duradero.

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20 dic 2015

Infundios egocéntricos

Los refranes, acrisolada antología de dichos agudos y sentenciosos de uso común, en ocasiones suelen flaquear. Más pronto se pilla a un mentiroso que a un ladrón o la mentira tiene patas cortas, rezan dos muy socorridos. No obstante, un orondo embaucador catalán  los vapulearía por más de treinta años gracias a una fraudulenta historia de duras prisiones y heroicas resistencias.

El sindicalista Enric Marco Batlle (1921),  se inicia como  ”sobreviviente de los campos” aproximándose a asociaciones de víctimas del nazismo. Premunido de un amasijo de medias verdades o mentiras verdaderas y sugestiva labia persuadía más que los mismos damnificados, ofreciendo “testimonio” de su participación en la Guerra Civil, el exilio, la resistencia  francesa y los campos.

Tal sería su prestigio que, el año 2005, conmemorando el Holocausto pronuncia un dramático discurso en el parlamento español: “Cuando llegábamos a los campos de concentración en esos trenes infectos, para ganado, nos desnudaban, nos mordían sus perros, nos deslumbraban sus focos. Nosotros éramos seres normales, como ustedes. Nos gritaban en alemán links, recht -izquierda, derecha-. No entendíamos, y no entender una orden podía costar la vida”.

En ese entonces, ya había escalado hasta la presidencia de la “Asociación Amical de Mauthausen y otros campos”, en Barcelona. Según su adobado embuste, conoció el destierro en Francia como muchos republicanos al término de la guerra civil. Allí ingresa a la Resistencia; detenido por la Gestapo, luego de fieros tormentos lo mandan al campo de Flossenburg, en Baviera; liberado por los aliados, en 1945, regresa clandestinamente a España para combatir la tiranía franquista.

En Austria, mayo del 2005, conmemorando la liberación del Campo de Mauthausen-Gusen debía hablar frente a supervivientes, el presidente Rodríguez Zapatero y el canciller austríaco. Pero la tenacidad del historiador Benito Bermejo desmorona la impostura. Raudo, Enric retorna a la Ciudad Condal por sentirse indispuesto; “el deportado número 6.448” asume la falsedad de su novelería y deja la testera de la Asociación Amical de Mauthausen.

Neus Catalá, española ex prisionera del campo de Ravenabrüch, lo calificaría de abyecto, “su actitud ofende a los muertos”.  La indignación pública exige retirarle la Creu de Sant Jordi, máxima distinción civil, pero él discretamente se anticipa y el gobierno “aceptó la devolución“.

La veritat resultaría ser que el “exiliado republicano en Francia” permaneció en su país durante el franquismo; nunca lo arrestaron por “ayudar a la Resistencia en Francia y Alemania lo recibió en calidad de trabajador voluntario en la Deutsche Werke Werft de Kiel, donde, acusado de repartir propaganda comunista, la Gestapo lo detiene y flagela en sus calabozos, pero fue exculpado y devuelto a España.

Jamás estuvo en ningún campo de concentración.

Desenmascarado, admite la trampa y se reinventa para seguir en los primeros planos. Quizá cometió un error, pero con buenas intenciones: “Mentí porque parecía que me prestaban más atención y podía difundir mejor el sufrimiento de las muchas personas que pasaron por los campos.”

Fue “por una buena causa” dirá sin rubor. Para ser más elocuente en la tarea contra la autocracia y más persuasivo advirtiendo contra el totalitarismo y la criminalidad nazista: “Todo lo que cuento lo he vivido, pero en otro sitio; sólo cambié el lugar, para dar a conocer mejor el dolor de las víctimas”. “Nadie tiene derecho a decir que el dolor en una cárcel de la Gestapo no es igual que el dolor en un campo de concentración”.

¿Cómo pudo engañar por décadas de esa manera?

A su falta de escrúpulos algunos le suman genialidad y musa de cuentista o comediante. Vargas Llosa, en un artículo no exento de críticas, se derrite ante el sentido, tono y sustancia de esas urdimbres  y, pese a sentir repulsión moral y política, admira su destreza fabuladora. “Ella se hubiera incorporado a la vida, pasando de mentira a verdad histórica, sin Benito Bermejo, ese aguafiestas, ese maniaco de la exactitud e insensible a las hermosas mentiras que hacen llevadera la existencia”.

“Señor contrabandista de irrealidades, bienvenido a la mentirosa patria de los novelistas.”

Y en estas lides, Marco no ha sido el único manipulador de los colores naturales de la verdad. Misha Defonseca en ‘Misha. Una memoria del Holocausto’, narra cómo sus padres, judíos belgas, antes de ser arrestados la entregaron a una sádica familia católica; con sólo cuatro años, escapa y camina miles de kilómetros hasta Ucrania, donde fue adoptada por los lobos y mató a un soldado nazi que quiso violarla.

Pero Misha se llamaba Monique De Wael, hija de católicos  asesinados por los nazis. Unos tíos la criaron y en EEUU incoa su fábula adoptando una amañada identidad judía. Y la supuesta niña-loba, se defendía: “No es la verdadera realidad, pero es mi realidad. Hay momentos en los que me cuesta diferenciar entre la realidad y mi mundo interior.”

El libro fue elogiado hasta por la Fundación del Lobo.

Herman Rosenblat, un mitómano judío, testificaba que conoció a su esposa en el campo de concentración de Schlieben, y tras admitir la estafa expuesta en “Un ángel en la cerca”, respondía de este modo a un periodista. ¿Por qué contar una mentira así? “No fue mentira, fue mi imaginación. Y yo lo creí, incluso ahora lo creo…”. ¿Cómo puede decir que no fue mentira? No fue verdad y usted lo sabe:  “Sí, no es verdad… pero en mi imaginación lo fue.”

¿Qué hay detrás de estas insidias?

Posiblemente, egolatría patológica e insatisfacción personal compensada simbólicamente. El complejo psicológico  mentira de Ulises consiste en engañar a sabiendas porque así la gente escucha más. Descubierto, el farsante ensaya otra argucia o se escuda en supuestos problemas para discernir entre verdad y mentira.

Al parecer, en nuestra fértil y señalada provincia, no hemos sido espléndidos en esta asignatura.Del período llamado la dictadura, sólo afloran escasos y chapuceros falsarios de exoneraciones y torturas en pos de migajas estatales, más algún literato o arqueólogo incrementando el currículum con imaginarios carcelazos.

Sin duda, una saludable escasez.

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20 dic 2015

La gratuidad tiene mayoría

El total de los estudiantes de la educación superior en nuestro país supera ampliamente al millón de personas, ellas y sus familias esperan encontrar en sus aulas la preparación técnica y profesional que les permita tener una vida digna y próspera, así como también, recibir la formación científica y cultural necesaria para abrirse paso en el futuro, desde sus potencialidades personales y como ciudadanos activos de la nación.

La meta esencial que los jóvenes puedan estudiar sin depender del dinero, es decir, independientemente de su origen social, teniendo la voluntad y las condiciones educacionales para hacerlo, es uno de los propósitos más nobles y también más difíciles de alcanzar en la situación actual del país y, en particular, de la disponibilidad de recursos fiscales para concretarlo. Pero, ese es el objetivo nacional.

Llegar a el sólo es posible de manera gradual, quemando etapas, ampliando consistentemente el universo de estudiantes que se van abarcando hasta alcanzar la meta. Se trata de un derecho social que el Estado democrático hará realidad, avanzando en ciclos sucesivos.

Ahora bien, la derecha que impuso el actual sistema segregado, implementado durante las llamadas modernizaciones del régimen militar, cuya pretensión era trasladar el financiamiento a los padres y/o apoderados de los estudiantes, ha saltado ahora a la arena política con la bandera de gratuidad inmediata, sin etapas ni gradualidades.

Este temerario vuelco en su posición política no tiene otro origen que no sea una voltereta oportunista, adoptada apresuradamente, luego que las encuestas de opinión, indicaran que la mayoría del país ha hecho suya la idea de la gratuidad universal en la Educación Superior.

Con ello, la derecha le da la razón al economista de pensamiento liberal, Sebastián Edwards, quien sostuvo en un debate de esta semana, que los defensores del modelo “han fallado“. Ahora ocultan su identidad. Resulta sintomático y aleccionador, que la regresión ultraconservadora de la dictadura, que tan dolorosa huella dejara en nuestra patria hoy no tenga quienes se hagan cargo de ella.

Efectivamente, la añorada y perdida popularidad es la que desvela a los actuales caudillos neoliberales. Los esquivos votos son los que les quitan el sueño; quedó en el olvido la etapa legada por Jaime Guzmán, aquella en que marcaban opinión, aunque fuera minoritaria. A la supuesta nueva derecha no se le pasa por la mente que la política exige coherencia y, que su ejercicio no puede ser un baile de máscaras, en que cada cual esconde su identidad y hace de los principios un simple estorbo.

Ahora, lo ridículo y paradojal, es que la derecha ha entrado en abierta competencia con la izquierda más radical, exigiendo que se materialice de inmediato una meta que, es posible sólo si se la considera como un objetivo nacional a conseguir luego de un enorme esfuerzo del país, y no simplemente, como una bandera demagógica que se dejará de lado tan pronto como aparezca otra, con la cual intentar ganar los aplausos de la galería. Sin embargo, tienen el descaro de acusar a la izquierda de “populismo”.

La “nueva derecha” mira la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio, los  demás serán los “chavistas”, en cambio, ellos serán los dueños de la verdad y del buen criterio. Habrá que tomarse las cosas con humor, ya que hacerlo en serio, ante este desborde de demagogia no vale la pena.

Lo que no debe ocurrir es que las diferencias que se aprecian en las fuerzas de la Nueva Mayoría, sean mal procesadas y provoquen pugnas o escindan el bloque político de gobierno; eso sí que sería hacerle un favor gratuito al populismo que inunda hoy la posición de la derecha.

En un proceso gradual, nadie puede ser excluido a priori, salvo aquellos que sólo quieren lucrar con utilidades desproporcionadas y excesivas, ello debido a que se está concretando un derecho social de valor universal; al mismo tiempo que avanzar en la gratuidad se debe asegurar la calidad de la enseñanza.

Los estudiantes y sus familias no pueden ser defraudados y recibir títulos que sean simples diplomas, y que ante las exigencias laborales sean dejados de lado por carencias formativas.

El Estado debe orientarse con la voluntad que en sus instituciones la gratuidad sea una realidad y que su enseñanza sea de primerísimo nivel. La correcta gestión de los recursos fiscales, que son de todos y todas, es una obligación social y moral ineludible.

La responsabilidad social de las instituciones de educación superior pasa a ser fundamental, y los derechos deben ser inseparables de los deberes, que se anudan en el gran propósito de alcanzar una visión inclusiva, humanista, de excelencia, para la educación superior en Chile.

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19 dic 2015

Reformas, un proceso difícil pero necesario

A casi dos años del gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, que se  propuso reformas como son la tributaria, educación,  laboral, sistema binominal y constitucional, se ha visto con más dificultades de las que se pudieron visualizar a principios de su mandato.

En un análisis de las razones de esta situación no se puede perder de vista que, en los períodos de la Concertación, los gobiernos de esa tendencia en general se dedicaron a administrar y profundizar el sistema económico imperante. Por tanto, no se puede criticar a la derecha por defender este sistema que le es propio.

A nadie se le pasa por la mente en el  Chile actual una revolución, no está en duda la legitimidad del emprendimiento privado.

Respecto a las nuevas generaciones, hay que tener presente que ellos conocen del  proceso político del siglo pasado, el que se interrumpe con la dictadura, por el relato de sus mayores. Es la juventud sin miedo, lo de sus padres y abuelos es historia.

En ella coexisten, los que participan dentro del actual esquema de la política, los que piensan que los partidos políticos tradicionales no dan el ancho, los que no ven con urgencia cambiar el fondo de las cosas, sino más bien la búsqueda de una rápida movilidad social y es posible que la mayoría  sea  indiferente a los sucesos.Sólo basta decir que en las elecciones universitarias no vota más del 40 % del alumnado.

Los trabajadores recién están despertando de un letargo que, en gran medida, responde a lo observado con la juventud, con la diferencia que aquí aparecen los temores de los empresarios frente a un futuro que ven incierto, porque suponen que el crecimiento de la organización de los trabajadores pondría en peligro sus empresas.

La debilidad, que por más de 40 años acusa el movimiento sindical, se dio al mismo tiempo debido a que los empresarios desconocían el trato con trabajadores organizados, en particular con las medianas y pequeñas empresas. No está todavía en su imaginario que empresarios y trabajadores puedan planificar conjuntamente la marcha de la empresa y trabajar por el aumento de la productividad como factor de crecimiento, desarrollo y de bienestar.

Los pobladores, que en su mayoría están alienados por la televisión, estos temas casi no los toman en cuenta.A ello, se suma la crisis de credibilidad que atraviesa la sociedad chilena, producto del deterioro de las relaciones humanas en el país.

El cumplimiento de un programa de Gobierno como el que presentó la Presidenta Michelle Bachelet, que busca cambios políticos, económicos y sociales, inevitablemente iba a encontrar resistencia en diferentes sectores,más allá de la natural de los partidos de la oposición. Pretender disminuir las desigualdades, es sinónimo de empezar a reconocer  derechos como son la educación, la salud y el trabajo. Cuando los padres dicen que no quieren educación gratis, porque es mala y que pagarla les asegura una mejor, están rechazando el derecho con que debieran nacer sus hijos, que no es otra cosa que la obligación del Estado de entregarles una, no sólo gratis, sino también de calidad.

Es decir, vivimos en una sociedad que desconoce los derechos humanos básicos, impregnada de un individualismo exacerbado, sello de la dictadura,que se expresa- entre otros factores- en un consumismo,que ha llevado a las familias a acumular fatigantes deudas  impidiendo reflexionar más allá del día a día.

Un gobierno, que quiere recuperar parte de esos derechos en su batalla contra la desigualdad, necesita que sus funcionarios de confianza y los integrantes de los partidos que lo apoyen entiendan a cabalidad este objetivo. Algo que, al parecer, no está meridianamente claro, por lo tanto, no es extraño que dentro de la Nueva Mayoría se levanten voces opositoras a su propio gobierno.

Hay una carencia de cuadros políticos, responsabilidad que tienen los partidos de la Concertación, que no los formaron, ya que como sólo administraban y mejoraban lo que había, no los necesitaban.Les bastaba con técnicos de excelencia para gobernar, pero cuando se trata de un gobierno que busca cambiar este estado de cosas, en su camino por disminuir la desigualdad, ello conlleva cambios políticos. Y, el no tener cuadros políticos o contar con un número menor, se convierte en una pesada carga para el logro de sus objetivos.

La presidenta Bachelet, cuando postuló a su segundo mandato fue políticamente audaz, pudo haber pensado que las movilizaciones eran expresiones de mayorías conscientes de los cambios que reclamaban. El pueblo, o la gente como se dice ahora, tiende a idealizar  y simplificar sus aspiraciones, y no ve la complejidad de los procesos sociales, en medio de los cuales se cometen errores y no pocas veces hay que rectificar lo andado.

En la medida que se superen las dificultades, la población, que empieza a ser educada cívicamente, tendrá que ir comprendiendo lo que significa este gobierno, que no es revolucionario, pero que está comprometido a iniciar la reconstrucción humana de Chile.

Podemos visualizar en el tiempo un país distinto, con la misma gente, pero distinto.

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