30 dic 2015

Goles para todos

Casi sin darnos cuenta o quizás de manera dramática en estas últimas semanas, hemos visto como el fútbol nacional se ha ido alejando de la vida diaria de los chilenos. Por diversas razones, pasó a ser una suerte de privilegio, un evento de acceso limitado.

La privatización del fútbol impuso nuevas lógicas e intereses. El torneo oficial se redujo a una oportunidad de negocios, dejando atrás la tradición de los clubes y el papel de sus socios.

Uno de los efectos de la mercantilización del balompié ha sido restringir el derecho a la libertad de información respecto de los partidos y de las imágenes de los goles.

En una época reciente, los canales de televisión accedían a los estadios para tomar imágenes que reproducían en los noticieros o en programas especiales, como el famoso Show de Goles.

Aprovechando un vacío legal, la industria creó a través del cable un monopolio que controla la emisión de los partidos, la reproducción de los goles y las mejores jugadas de cada uno de los partidos del campeonato nacional. Sólo un canal de la televisión pagado puede entrar con sus equipos a los estadios de Chile y sólo una señal abierta emite las imágenes, previo contrato. El resto de los canales de televisión están impedidos de grabar en los recintos y debe someterse a condiciones absurdas, transmitiendo los goles cuando ya dejaron de ser noticia.

El monopolio existente sobre la información del campeonato de fútbol nacional atenta contra la libertad de expresión, en tanto impide a los medios de comunicación ejercer el derecho a buscar y recibir información sobre hechos de interés colectivo.

Igualmente grave es la restricción del derecho a la información de la ciudadanía, al imponer una sola fuente noticiosa para conocer el desarrollo de un deporte que forma parte de la cultura popular.

La crisis por la que atraviesa el fútbol nacional demanda una respuesta que considere a los hinchas y que le devuelva la masividad a esta actividad. Es por ello que presentamos un proyecto de ley que busca el regreso del campeonato nacional a la televisión abierta.

Para alcanzar este objetivo, el proyecto establece que por cada fecha del torneo oficial de primera división, dos partidos deberán transmitirse por señal de libre recepción. Atendida la misión pública de Televisión Nacional de Chile, es que se le asigna un derecho preferente para la difusión de los partidos.

Un importante precedente que hemos recogido se encuentra en la ley de televisión digital, que establece que partidos de la selección nacional de fútbol profesional, que tengan el carácter de oficiales, deberán transmitirse por televisión abierta.

Por otro lado, creemos indispensable terminar con la prohibición de emitir los goles en los noticieros. Proponemos garantizar la diversidad de fuentes de información sobre el desarrollo del torneo, permitiendo que las imágenes puedan ser obtenidas por todos los canales de televisión y los medios electrónicos. Con ello, se pondrá fin a una medida extendida en el tiempo que atropella la libertad de expresión.

Consideramos que estas propuestas son básicas para contribuir que el fútbol vuelva a ser un espectáculo público y no esté preso de empresas privadas involucradas en casos de corrupción.Llegó el momento de democratizar este deporte y que los goles puedan ser disfrutados por todos y todas.

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30 dic 2015

Seguridad en eventos masivos, más allá de un partido

Nuestro sistema es fragmentado y centralizado, donde la seguridad se ha criminalizado o “policializado”, pero los hechos nos siguen mostrando que nuestro enfoque está equivocado, pues como ocurre en países desarrollados, la seguridad es un componente mucho más amplio que involucra tanto lo objetivo como subjetivo, es decir, es estar y sentirse seguro.

Cuando ponemos a las personas en el centro, cuando el Estado es el llamado a satisfacer una necesidad básica que evoluciona y varía con la velocidad y diversidad que evolucionan las sociedades, es que los árboles no deben impedirnos ver el bosque.

La fragmentación del sistema establece las bases para un enfoque perverso que profundiza en las miradas particulares, institucionales, centrándose en los hechos como asuntos aislados, acotados en el tiempo y en el espacio, algo que, al momento del análisis, impide comprender que las emergencias tienen más similitudes que diferencias, que éstas son permanentes en el tiempo, por lo cual no se debe funcionar sobre el daño y de esta forma comprender que la mirada moderna implica enfocar la gestión de emergencias en cuatro fases: mitigación-prevención, preparación, respuesta, recuperación, y no como la mera administración del daño, como pareciera ser en Chile.

Las emergencias son un componente de la seguridad pública, y así safety y security, son dos palabras que en inglés facilitan la comprensión y amplitud de ésta.

Ya en los 90 tuve la experiencia de estudiar fuera de Chile la operación y gestión de servicio en grandes operaciones, especialmente de esparcimiento y recreación. En aquella época ya se indicaba que el primer estándar a cumplir antes de cualquier evento o actividad, era la seguridad.En el Disney Institute nos decían con claridad que el primer estándar era seguridad, luego cortesía, show y entretención y por último y como cuarto estándar relevante, la eficiencia.

De esta forma, cuando miramos la “premier league” en materia de servicio como son grandes instalaciones de servicio como centros deportivos de clase mundial, resorts, centros vacacionales, eventos de alta seguridad, es posible ver cómo la seguridad es un componente fundamental del espectáculo y no una suerte de externalización que se debe cumplir casi a disgusto… claro, hasta que la tragedia impacta.

Así fue en 1999, cuando la caída de una pasarela dejó dos muertos y 60 heridos, siendo el municipio condenado a pagar casi 1.000 millones de pesos. Recordada también es la tragedia que costó la vida a dos personas  y dejó 49 heridos la madrugada de año nuevo del 2001. Pero más cercano es el caso de la tocata punk en Santiago en abril pasado que le costó la vida a cuatro jóvenes; el caso en el concierto de Rihanna, y por cierto los habituales desórdenes y desmanes en eventos masivos del fútbol nacional.

Nuestro país tiene una deuda impaga con una industria que ya hace tiempo dejó de ser emergente y que se ha consolidado con escasa regulación. Permanecer en el error de creer que estamos frente a un problema de delincuencia, a carencias policiales, o simplemente a un evento en particular, solo permite establecer las bases para siempre encontrar un enemigo externo a quien culpar.

Centrarse en las personas, implica establecer las condiciones para que desarrollen sus actividades de manera segura, que la puesta en escena y la producción de eventos masivos cuenten con una organización que vaya más allá del “show” principal, y se comprenda la urgente necesidad por incorporar responsabilidad y regulación que a la fecha es a lo menos débil, insuficiente y lejana al nivel de país que poseemos, como también a la rentabilidad económica de la industria.

La producción de eventos masivos no es una materia de fanáticos de una actividad en particular, de gente de buena voluntad o de personas bien intencionadas, pues en cada uno de estos espectáculos o reuniones la producción es responsable de cientos o miles de personas que se encuentran con un fin común, el cual muchas veces es eminentemente recreacional.

Diciembre es el mes que más eventos masivos reúne, pero por cierto, y ante la polémica actual respecto de la seguridad en los estadios, es el fútbol el evento masivo más recurrente y sin duda el más cuestionado en materia de seguridad.

Esperemos que este fin de año no tengamos ninguna desgracia que lamentar, deseando también que en 2016 los eventos masivos no cobren más vidas y heridos como ha ocurrido en más de una oportunidad durante el año que termina, pues claramente en materia de seguridad en eventos masivos nos falta mucho por avanzar.

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29 dic 2015

La gratuidad parte el 2016

Las movilizaciones estudiantiles del 2011 repusieron en el debate nacional a la educación como un tema central de la discusión, por su importancia en la superación de la desigualdad. Los jóvenes advirtieron, con razón, que allí se generan buena parte de las diferencias que explican la enorme inequidad que afecta a nuestra sociedad.

Su consigna de educación gratuita, de calidad y el fin del lucro en algunas instituciones caló hondo y se transformó en un eje central de la campaña presidencial pasada. La Presidenta Bachelet y los parlamentarios que asumimos el 11 de marzo de 2014 tenemos como mandato principal de los ciudadanos concretar ese anhelo, expresado en el programa de gobierno y votado por la inmensa mayoría de los chilenos.

La aprobación ayer de la denominada ley corta de gratuidad, que perfecciona lo ya hecho en el presupuesto -y que fue eliminado por el Tribunal Constitucional, a instancia de diputados de derecha- es un primer paso sustantivo para el cumplimiento de ese compromiso en la educación superior. Más allá de todos los problemas e imperfecciones que pudo haber en la gestación hay acá un rotundo cambio de enfoque en lo que el país había venido haciendo por décadas.

El 2016 unos 220 mil alumnos de enseñanza básica y media ya no tendrán copago. A ello se suman otros casi 180.000 de la educación superior. Vale decir, serán 400.000 familias que ya no pagarán por la educación de sus hijos. Lo anterior, sin perjuicio de mantener las restantes ayudas estudiantiles existentes que favorecen a otros estudiantes.

Se acaba la visión de la educación como un bien de consumo que el Estado, a través de crédito y ocasionalmente de becas, ayuda a comprar.

Volvemos a la idea tradicional de la educación como un derecho social universal al que todos los niños y jóvenes chilenos tienen derecho, sin importar los ingresos de sus padres.Es, sin duda, una gran noticia para celebrar y terminar el año 2015.

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29 dic 2015

Desarrollo para las regiones ¿cuándo?

En medio de un complejo escenario económico, que afecta principalmente a nuestra industria extractiva, se dio a conocer que la productividad concluyó este semestre con la peor racha de decrecimiento en los últimos 8 años. Una problemática que deteriora nuestro sistema productivo y que nos aleja del sueño de ser competitivos con los países OCDE.

Es cierto que algunas medidas se han tomado para revertir esta situación, tanto así que la Presidenta se comprometió a hacer de 2016 el año de la productividad. Con todo, parece ser que con sólo anuncios no seremos capaces de dar el golpe de timón.

Junto con esto, el fomento a la ciencia, tecnología e innovación debiera ser prioridad para nuestro país, con el debido apoyo del Estado y del sector privado, potenciando las Universidades Regionales, Institutos Profesionales y Centros de Formación Técnica para generar ciencia, investigación aplicada y técnicos avanzados que nos permitan dar el salto de manera firme y decidida y que además sean capaces de impactar y transformar las regiones en polos de desarrollo desconcentrando nuestro sistema productivo que pareció olvidarlas.

Para esto se requiere dejar de ver el asunto de la ciencia y tecnología sólo como una pelea que emprenden los científicos por su propio interés, y dotar a nuestro país de una nueva institucionalidad que incluya planes con visión de largo plazo. Por eso, hemos desarrollado nuestras propuestas en la reciente publicación del informe  de IdeaPaís, “Basta de elegir la ignorancia”, título que hace alusión a la falta de prioridad que le han dado los gobiernos a este importante tema.

Porque digámoslo con todas sus letras: para nuestras autoridades, de todos los colores políticos, generar técnicos competitivos en diferentes áreas parece no ser una prioridad, tal como se deja ver cuando optaron por dar gratuidad a instituciones de dudosa reputación solo por el hecho de ser estatales, en desmedro de la educación técnico profesional.

Si dejamos de lado los eslóganes y nos proponemos realmente potenciar las ciudades regionales como polos de innovación y desarrollo lograremos una descentralización y desconcentración efectiva del poder político, económico y social, que permita que el progreso se distribuya de manera más justa, equitativa y solidaria a más personas, contribuyendo a una verdadera cohesión social que nos permita derribar barreras que se acentúan en la capital por el alto grado de segregación que sufre la ciudad.

La colaboración conjunta entre el gobierno, las empresas, las instituciones de educación superior  y  la sociedad civil puede lograr verdadero progreso social que logre que el país crezca más allá de la mera extracción de recursos naturales, con el consiguiente beneficio de todos sus habitantes para llegar en un mediano plazo a cumplir el objetivo de ser un país desarrollado, con una distribución del ingreso que le permita a todos disfrutar de los beneficios del progreso material y más importante aún, de un verdadero desarrollo humano.

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29 dic 2015

Chile y el antisemitismo

Hace 5 años dejé Chile, un país laico, democrático y libre, sin embargo, no volvería al Chile que veo desde afuera.

Según los últimos resultados de medición de la “Liga Anti-Difamación” (Anti-Defamation League), institución internacional que mide  índices de antisemitismo mundial, Chile obtuvo un 37%, un resultado superior a muchos países del continente, como Argentina, Bolivia, Uruguay, Brasil y otros. La medición indica que de un total de 12.458.198 adultos chilenos, 4.600.000 tendrían algún tipo de actitud antisemita.

Uno de los grandes golpes para la población judía chilena fue el retiro del embajador chileno en Israel en tiempos de guerra con el Hamas, mientras chilenos en Israel se refugiaban de misiles provenientes de Gaza,  la Presidenta de Chile llamaba a su embajador, dando una señal clara. Es necesario entender que ni Egipto ni Jordania, países que fueron enemigos y declararon guerras al Estado judío, retiraron embajador durante el conflicto de 2014.

Creo que debo hacer un paréntesis necesario aquí, muchos dirán “pero eso es antisionismo, no antisemitismo”. Lamentablemente, tengo que rebatir esta manoseada afirmación. Sion es simplemente un sinónimo de Jerusalén, denominado así por el Monte Sion, uno de los accesos a la Ciudad Vieja. Sionismo no implica más que la pertenencia del pueblo judío a Jerusalén y la tierra de Israel, en ningún caso de forma excluyente de otros pueblos.

El sionismo es el derecho a la autodeterminación judía en su tierra. El anti sionismo es antisemitismo porque el derecho de autodeterminación que no se cuestiona para las otras 192 naciones de la tierra, se le niega a la nación judía y solamente a la judía.

Aclarado esto, continúo.

El hecho de que figuras públicas, políticos, actores y rostros utilicen los medios o sean utilizados para generar discordia con un único Estado en el mundo es a lo menos preocupante, desde funcionarios públicos quemando banderas de Israel, pasando por la resurrección de textos antisemitas de la Rusia Zarista para justificar una supuesta “invasión sionista” en la Patagonia chilena y la falsa acusación de “genocidio” con una recurrencia record.

El término genocidio, es otro de los manoseados conceptos del antisemitismo. Cuando culpamos a un Estado de genocidio, se entiende que asesina en masa y la población sufriendo este ataque disminuye, como ocurre en Siria, con sobre 300.000 muertos en 5 años. El conflicto árabe-israelí ha cobrado sobre 60.000 vidas en 8 guerras y 2 intifadas. Esta cifra incluye israelíes, jordanos, egipcios, sirios, iraquíes, libaneses y palestinos. Para aplicar el término, deberíamos ver una disminución demográfica, pero los números indican que no han disminuido, sino se han cuadriplicado. Con estos datos, aplicar el término genocidio es mentir.

Igualmente preocupantes son las manifestaciones impersonales de antisemitismo en Chile, pasando por la prensa, que frecuentemente invierte roles y cronología de hechos en titulares, solo hace horas un medio chileno informaba sobre los atentados que ha sufrido Israel en los últimos meses, donde palestinos atacan civiles, soldados, policías, ancianas, niños y familias en violentos ataques con arma blanca, pero el título es “Fuerzas israelíes matan a cuatro palestinos tras ataques en Cisjordania”. Sólo en el desarrollo se entiende que los palestinos apuñalaron israelíes y fueron abatidos en el acto.

Otro ejemplo está lamentablemente en educación. Hace 3 años, JUNJI, hizo entrega de un inocente cuento en todos los jardines infantiles del país, el cuento era titulado “Abudi, un niño palestino”, el cuento para infantes de 5 años de edad contenía éste párrafo, “la familia de Abudi no podía vivir en su patria, que es Palestina, debido al conflicto con otro país, Israel. Esto ocurrió desde que los israelitas llegaron a vivir a su territorio”. Enseñar esto a niños chilenos de 5 años, moldeando una postura sobre un conflicto internacional a 13.000 km. de distancia, es grave. El cuento fue retirado tras la protesta de un padre israelí a quien tengo el gusto de conocer.

Hace solo unas semanas, DEMRE pidió disculpas públicas por una pregunta extremadamente tendenciosa, que incluía un mapa de Israel en evolución, con datos explícitamente falsos en cuanto a historia, un ejemplo inaceptable de adoctrinamiento, cuando los jóvenes rindiendo la PSU sienten que son evaluados con ideas que, para los conocedores del conflicto, las saben falsas.

Y llegamos a un análisis demográfico, la población chilena de origen árabe es inmensamente superior en número a la judía. Con una comunidad palestina de al menos 200.000 personas, comparados con los 18.000 judíos de Chile, que intentan sacar la voz ante las mentiras de sus constantes atacantes mediáticos durante cada conflicto en Medio Oriente.

En Chile, los representantes comunitarios de ascendencia palestina, a pesar de representar a una mayoría cristiana en Chile pero que es ínfima minoría en Palestina (un 8-10% de Belén y un máximo de 4000 almas en Gaza), utilizan métodos de propaganda propios del islamismo radical aunque declarativamente se desmarquen de ellos o del terrorismo del Hamas y la Yihad Islámica.

Los portavoces mienten habitualmente en entrevistas, muy parecido a la técnica islamista de Taaqya (ocultar la verdad), promueven el boicot (BDS) a un único Estado en el mundo, que justamente es el judío y justifican acciones contra civiles realizadas por sus hermanos palestinos. Es muy probable que las declaraciones de los líderes palestinos en Chile no hagan otra cosa que avergonzar a sus familiares cristianos en Belén o Gaza.

Así ve Chile un judío chileno que se fue, que vivió el antisemitismo en primera persona, que fue golpeado de niño por ser judío, que hoy ve como defienden a sus agresores y que recuerda con un sabor agridulce al país que lo vio nacer.

Espero que en este nuevo año solar, Chile entre en sus cabales y vea las cosas por lo que son y tome medidas, como aprobar una ley efectiva contra la incitación al odio, sin disfrazar los problemas sociales y el odio infundado.

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28 dic 2015

Ha llegado carta para las caletas pesqueras

El litoral marítimo de nuestro país es uno de los más extensos en el mundo y con condiciones medio ambientales sobresalientes. En ese sentido, la actividad extractiva de los recursos hidrobiológicos que pueblan nuestros mares, y la acuicultura han tenido un desarrollo constante desde hace años.

Quienes realizan el esfuerzo pesquero, sin duda requieren de espacios físicos que permitan un desembarque apto del producto capturado. No obstante, el sector artesanal ha padecido históricamente de una precariedad en este ámbito, tanto desde el punto de vista de la infraestructura como de la titularidad jurídica de quienes viven de manera directa e indirecta de las riquezas que entrega el mar y de la sustentabilidad de la actividad, e incluso de donde tienen sus hogares.

Motivo de lo anterior, es que en la Comisión de Pesca y Acuicultura de la Cámara, hemos mejorado y aprobado el proyecto del ley que regula el desarrollo integral y armónico de las caletas pesqueras a nivel nacional, y fija normas para su declaración y asignación, regula su administración, propende a la complementariedad con otras actividades como la gastronomía, el turismo, etc., además de regularizar sus viviendas instaladas en esas áreas.

La nueva ley de Caletas Pesqueras, va a permitir entregar en concesión las caletas a sus usuarios, la que va a ser gratuita, vale decir, los sindicatos y las organizaciones de pescadores artesanales no deberán pagar ningún valor más en el futuro por las concesiones, e incluso establece condonación de la deuda que pueda existir al momento del traspaso.

En segundo lugar, existirá una administración efectiva y real de la organización de pescadores artesanales en las caletas, vale decir, deberán elaborar un plan de desarrollo y trabajo para cada caleta, y una comisión regional en cada una de las caletas del país le hará seguimiento; instancia que será integrada por funcionarios de pesca, del ministerio de Economía, representantes de la región, y también de la comuna respectiva.

Es decir, existirá alguien que represente al Municipio, elegido por el Alcalde y el Concejo Municipal, que va a trabajar en conjunto con esta comisión. También, en calidad de invitado podrán participar los Capitanes de Puerto de la capitanía respectiva, así en conjunto todos los actores que tienen que ver con el desarrollo de la actividad de la pesca artesanal podrán colaborar.

Los pescadores artesanales que administren las caletas van a poder concesionar a terceros hasta un 40%. En el caso de algunas caletas del país que tiene concesionado un mayor porcentaje,  tendrán un plazo de hasta 3 años para que regularicen y lleguen a este 40%.

De esta manera, podrán funcionar restoranes, lugares de artesanías, espacios para la cultura, entre otros, siempre pensando que generen ingresos a la caleta para su propia administración. Lo anterior no exime a la Dirección de Obras Portuarias de su tarea permanente, que es mejorar y mantener la infraestructura de las caletas. Es decir, una futura caleta como Bahía Mansa, va a poder ser hecha por el Estado, por la Dirección de Obras Portuarias, y entregada en concesión a los pescadores que la ocupan.

El proyecto aprobado en comisión, y próximo a votarse en sala, busca que se entreguen las caletas en concesión por 30 años a la pesca artesanal, además deja un uso preferente para la pesca artesanal y, por lo tanto, una caleta no podrá ser usada, discrecionalmente, por otro tipo de organizaciones y naves que tienen otras facilidades portuarias.

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28 dic 2015

2015, año horrible

Todos, todos nosotros hemos contribuido unos más y otros menos a que este año pueda ser definido como “horrible”, al menos en lo que a vida pública se refiere.

En enero de este año, el gobierno y la Nueva Mayoría sólo podían sentirse plenos: se había eliminado el binominal; se había sacado a trastabillones la reforma tributaria y se avizoraba el inicio del proceso de cambio en educación. Pero todo eso se vino al suelo no sólo con los escándalos provenientes del mundo político y empresarial en su espuria alianza, sino con el denominado caso Caval que tanto afectó a la Presidenta.

Pero esto fue sólo el inicio de una larga cadena de horrores protagonizados por políticos y empresarios. Toda la miseria humana ha sido expuesta en un verdadero novelón llamado Chile.

Curas castigados en un exilio dorado; feligresas que siguen creyendo en ellos pese a todas las pruebas y condenas; empresarios que se declaran sólo culpables de crear empleo, pero no de cooptar el sistema político con sus aportes ilegales al financiamiento de campañas; otros ligados familiarmente con el dictador o ex funcionarios de éste que entienden rápidamente que la mejor forma de que “todo cambie, para que no cambie nada” es financiar a quienes antes fueron perseguidos, aunque algunos no tanto.

Hijos que se ven mejor callados; senadores que terminan con depresión por culpa de sus acciones, mientras senadoras aprenden el arte de mentir ante cámaras con grado de excelencia, y, como remate de esta torta esperpéntica,… ¡el fútbol!… Sí, también el fútbol se suma a esta cadena de horrores, aunque aún haya quienes insistan en llamarlos errores “involuntarios”.

Como pocas veces lo peor de la naturaleza humana -de lo cual todos poseemos un tanto-, afloró con fuerza inusitada y, lo increíble, es que algunos llegaron a ufanarse de ello. La estupidez humana transformada en cuña; ganar tribuna o cámara no importando si lo que se dice es una barbaridad; ministros y ministras exhibiendo impericia; ex presidentes en carrera,… pero disimuladamente; curas con ropajes oropelados demostrando vileza; figuras públicas confirmando -de nuevo-, que para mentir y comer pescado hay que tener mucho, pero mucho cuidado.

Vivimos en una sociedad incapaz de tener y vivir la solidaridad intergeneracional, por lo que seguimos depredando en beneficio del “crecimiento”; tenemos dirigentes deportivos, prohijados por la élite, sorprendidos cuando los que de verdad se ganan medallas y honores los exponen como lo que son: administradores y aprovechadores de talentos ajenos.

Ahí están los empresarios que insisten en comprar conciencias ciudadanas a costa de precarizar el futuro de la “casa común”; los dueños de Chile comprobando una vez más que las cárceles están hechas para los delincuentes comunes, de poca monta, pero no para ellos aunque el daño causado sea exponencialmente mayor  respecto al causado por el ratero,  la mechera, el lanza a chorro de cada día.

Pero no sólo las figuras públicas adolecieron este 2015 de algún pecado. También el pueblo, la gente, la ciudadanía no dio el ancho. La mayoría aceptando todo con pasividad, comentando entre cuatro paredes su molestia, incapaz de organizarse y luchar por el término a tanto abuso. Recién, acabando el año, hubo una marcha más o menos importante en contra de las AFP, que algunos definen como “Aquí Fabricamos Pobres”,… recién.

La pasividad es nuestro peor error, vivimos desconfiando de todos y, en ese proceso, dejamos el campo abierto a las pirañas, a los tiburones. Eso en el pueblo llano, el no conectado, el que no mantiene en permanente estado físico a sus pulgares, índices y dedos medios. Sin embargo, hay un segmento que si está ultraconectado y que desarrolla una actividad casi volcánica, tan intensa como inútil.

Basta una expresión, un yerro, un equívoco, un abuso, un delito, una equivocación, para que las fuerzas telúricas de dedos y palabras escritas, sean capaces de destruir una reputación, atacar con virulencia al contradictor, mofarse de lo divino y lo pedestre, de no dejar títere con cabeza. Pero esta “acción y reacción” es tan inoperante para el cambio, como la pasividad del que no “tuitea”, no “feisbuquea”, ni “instagramea”. La posición política de escritorio no ha logrado cambios en ninguna parte del mundo, si ésta no se acompaña de acción concreta, militando, marchando, escribiendo, proponiendo.

Mal 2015, mal por los hechos acontecidos -a lo que debemos sumar los embates que la naturaleza nos propinó-, sino también porque todas las catedrales se están cayendo y porque somos incapaces de detener el deterioro.

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28 dic 2015

Las universidades privadas y la diversidad

Entre los temas de discusión universitaria uno de los argumentos de la derecha que ofenden la inteligencia de los chilenos es aquél que pretende demostrar que la verdadera multiplicidad y diferencia se encuentra en las universidades privadas y no en las públicas. Estas últimas se presentarían falsamente como lugares de diversidad, cuando en realidad no existe en ellas lo que muestran las privadas: diversidad de intenciones educativas, planes de estudio diferentes, propósitos formadores y definiciones de misión que las caracterizan, etc.

Así, las universidades públicas serían una oferta educativa entre otras y no deberían presentarse como lugares exclusivos de la multiplicidad de ideas y propósitos.

La falacia que hay en esta argumentación es tan obvia que da vergüenza explicarla, pero como este tipo de tonterías circulan en los medios y son esgrimidas públicamente como argumentos se hace necesario abordarla.

Digamos en primer lugar que la diversidad y la multiplicidad que caracteriza a las universidades públicas está dentro de ellas, corresponde a su intención laica de no difundir una sola creencia o una sola respuesta a las preguntas de la ciencia y la filosofía, sino de permanecer abiertas a todas ellas, en la medida en que representen tendencias de reflexión que puedan ser consideradas  seriamente por la academia.

Por el contrario, la multiplicidad existente entre las universidades privadas existe fuera de ellas, no dentro, pues si bien son muchas y de muchas tendencias, en cada una de ellas hay una sola que rige su organización. Todas las universidades católicas, por ejemplo, tienen una vocación proselitista que explica su misión y no  difunden ideas o creencias que sean contrarias a su credo. Por lo tanto, en la mayoría de las universidades privadas, en particular en todas las que no se declaran laicas, hay una determinada tendencia que rige su propósito educativo.

Y esta multiplicidad externa de las universidades privadas no es positiva, pues contiene elementos que pueden llegar a ser hasta peligrosos, en la medida en que solo pocas de ellas tienen en cuenta lo que nos une como sociedad,  y no lo que nos divide.

En efecto, todas las creencias tienen un límite en la creencia de los que no la comparten. Las creencias separan a los hombres, no los unen. Por eso se inventó una forma de consolidar lo común a todos a través de la educación pública, por medio de una educación que solo el Estado puede asegurar en la medida en que por definición su misión es representar a todos los ciudadanos y no a una parte de ellos, por numerosos que estos sean. Esta dirección de pensamiento es precisamente lo que definimos como “laicidad”.

Las universidades públicas son laicas, esto es, son propiedad de todos, pero además, están organizadas con el propósito de que en su enseñanza están representados todos, son el espacio abierto para que todos los ciudadanos se encuentren a sí mismos, superando las vallas políticas, ideológicas, o religiosas que en otras instancias podrían separarlos.

Lo público es el lugar de lo común, de la unidad, de lo que representa a todos porque es de interés de todos. Por eso son lugares de diversidad. Lo privado, en cambio,  es lo que cada cual piensa para sí mismo y para los que tienen afinidad con él. Aunque existan muchos de estos lugares, cada uno de ellos es un lugar de exclusión.                              

La laicidad no es una postura que se ubique frente a otras en el mismo plano que ellas. La laicidad surge precisamente para solucionar el problema de la diversidad excluyente de las diferentes tendencias religiosas o políticas. Por eso es un posicionamiento que se ubica por encima de estas oposiciones para demostrar que existe una vía en la que todos pueden alcanzar legitimidad sin renunciar a lo propio.

No se puede oponer una creencia religiosa o una definición política a un pensamiento laico, porque este último los incluye dentro de sí. Cuando me ubico en una postura laica, no niego ninguna definición de otro, sino que le abro paso a que exista con legitimidad. Por eso, las universidades estatales son laicas y por eso son las únicas que aseguran verdaderamente la libertad de creencia, de investigación y de creación.

Lamentablemente, en Chile hace tiempo que venimos siendo testigos del desmantelamiento del Estado, transformado ahora en un mero instrumento de administración del poder, y en el cual todo pensamiento ha sido descartado.

Una máquina sin ideas propias, la que ya no asegura la unidad de la nación, la preservación de lo común, la protección de todas las ideas y de todas las creencias. Ahora todo está entregado a la competencia, a la oposición de unos contra otros y eso es lo que en definitiva representa la multiplicación de las universidades privadas, el medio en que cada cual por su lado pretende preservar lo suyo.

Y lo que clama al cielo es que en este propósito se le exija a este Estado, que ha dejado durante años a sus universidades en el abandono, que está ahora desprovisto de todas las ideas que sustentan su origen, que no solo les permita existir, sino que además, las financie.

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27 dic 2015

Misericordia, misericordia, misericordia

Dos hermanas de mi madre hicieron votos religiosos en la Congregación del Amor Misericordioso. Las madres Mercedes y Elena Chain dedicaron sus vidas a las Misericordias del Señor, sufrieron con alegría su entrega a ellas, sin otro afán que demostrar con humildad  y sencillez compasión por su prójimo, algo que les nacía espontáneamente del corazón.

Bienaventurados los misericordiosos porque ellos alcanzarán misericordia, nos dice el Señor, para quien la misericordia constituía el centro de la virtud la que necesariamente termina en el Reino de Dios. Si queremos que el Reino venga a nosotros tenemos que ser misericordiosos.

Cristo al encarnarse nos vino a mostrar la misericordia de Dios, Jesús nos quiso traer y mostrar la paternidad de Dios, en su bondad y en su misericordia. Frente a normas legalistas y muchas veces hipócritas de los fariseos y maestros de la ley, Jesús levanta la bandera de la misericordia.

En el mundo de hoy siguen habiendo tantas normas y conductas hipócritas, dentro y fuera de la Iglesia, que resultan ser contrarias a la misericordia. La reflexión honesta acerca de nuestras propias faltas constituye el primer paso para que reconociéndolas, miremos el rostro del Señor implorando su misericordia.

Jesús nos dijo: “Os digo que hay más alegría en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no tienen necesidad de penitencia“. Podrían interpretarse las palabras de Jesús como que Dios prefiere a un pecador que a noventa y nueve justos.

Sin embargo, la verdadera respuesta a lo expresado por Jesús es que todos tenemos necesidad de penitencia y de misericordia. El propio Papa Francisco, en su encuentro con seminaristas, novicios y novicias de todas partes del mundo les dijo: “Querría saber una cosa: aquí en el aula, ¿hay alguien que no es pecador? ¡Alce la mano! ¡Alce la mano!” nadie la levantó. No hay, en ninguna parte del mundo, noventa y nueve justos que no tengan necesidad de pedir perdón y hacer penitencia.

No hay ni un solo justo que no tenga esa necesidad. Los que se creen justos y piensan que no tienen necesidad de perdón y misericordia son los peores pecadores. Son los soberbios de corazón, los que se creen poseedores de la verdad, los que no son capaces de mirar la viga que hay en sus ojos pero que están permanentemente juzgando y observando la paja en el ojo ajeno para criticar, excluir y condenar poniendo como aval para ello la  jerarquía de los cargos que ostentan.

Si no existe arrepentimiento, no puede haber misericordia. Son los soberbios, los que no tienen ni siquiera lucidez y honestidad para verse a sí mismos. En el mundo sólo hay dos categorías de personas: pecadores que se arrepienten y luchan por llegar a ser justos y pecadores que no se arrepienten. Los que se creen ya justos son la última y más peligrosa especie de estos pecadores no arrepentidos.

Por eso es lógico y evidente que Dios prefiera a un pecador que se arrepiente y deja de serlo que a noventa y nueve” justos” que no son capaces de reconocer sus faltas y que nunca dejarán de ser pecadores, puesto que no sienten ni creen tener ninguna necesidad de penitencia.

Es Dios, nuestro querido y amado Dios de la misericordia,quien dejando su grandeza, toda su omnipotencia y su infinitud quiere llegar a nosotros, quiere redimirnos, quiere perdonarnos, quiere escucharnos y al confesarle nuestras faltas con humildad, el Señor de la Misericordia, como nos recuerda el Papa Francisco, “te tapa la boca, es Él quien te la tapa”, puesto que Dios con su misericordia infinita, te perdona una y otra vez y cada vez que ello ocurre entonces se produce alegría en el cielo.

Si cada uno de nosotros  quiere alegrar a Dios, tan sólo tenemos que llegar a Él implorando su perdón y Él, con júbilo, te regalará su misericordia.

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27 dic 2015

Valoremos nuestra identidad

La tesis refundacional, aquella que señalaba que se partía de cero en el proceso de reformas democráticas a implementar en la actual administración de Michelle Bachelet, provocó un serio daño no sólo a la definición de sus prioridades, desconociendo la gradualidad de las transformaciones a realizar, sino también generó un  grave desprecio a la identidad de las propias fuerzas del bloque de gobierno.

Al igual que en la vida personal, las fuerzas políticas que no valoran ni defienden su identidad, es decir, aquel conjunto de factores sociales, ideológicos y políticos que las definen, en suma, que no rescatan su propia historia de la que surge su carácter, fisonomía y los rasgos distintivos que la hacen diferente y proyectan su personalidad, sin ese necesario aprecio y valoración a lo que han hecho y sin la defensa del patrimonio forjado por aquellas miles de personas que determinaron su continuidad en el tiempo, sin esa apropiación de su propia identidad, no podrán esperar que el país, al que aspiran dirigir o representar pueda entregarles su apoyo y confianza.

En otros términos, la tesis refundacional alimentó el desprecio a la tarea de reimplantación de la democracia, realizada durante un cuarto de siglo por los partidos y fuerzas populares de izquierda y de centro, que unieron sus esfuerzos o que coincidieron en esta decisiva tarea nacional. En variados textos se descalifica la tarea realizada en su momento por la Concertación, como alianza política y fuerza de gobierno.

En dicho afán democratizador se pueden distinguir dos grandes etapas, el Golpe, la etapa de la cruenta represión posterior, la imposición del esquema institucional y del modelo económico hasta la gran crisis de 1983 y desde allí hasta las Protestas nacionales y la derrota dictatorial en el Plebiscito de octubre de 1988. El costo social y la dura experiencia que afectó a los Partidos populares todo ese periodo, del 73 al 90, fue determinante del ciclo posterior.

No cabe duda que los ideólogos refundacionales han tenido un gran aprecio de sí mismos y de sus afanes intelectuales, asunto que puede ser materia de cada cual y no resultar dañino, pero que en este caso, se proyectó en una mirada soberbia y autosuficiente que llevó a conductas sectarias y excluyentes que afectaron la marcha de las reformas en curso, al pretender reducir su conducción a un grupo de iluminados, cuya lógica paradojal es el menoscabo de la política y la sobrestimación de la tecnocracia.

Por muy radicalizada o “izquierdista” que haya sonado o aparecido en las imágenes mediáticas la idea que hacia atrás no había nada que rescatar y que, por tanto, lo que se debía hacer era comenzar desde cero, con esa propuesta se falseó la realidad, y desconoció en el hecho, el largo esfuerzo de lucha y movilización del pueblo y la nación chilena para recuperar la democracia primero, y luego ir  sucesivamente consolidando y ensanchando sus límites políticos e institucionales.

La tesis refundacional, en cuanto mirada histórica, favorece a la UDI y a la derecha, ya que omite o desvanece en la memoria la lucha por la reconstrucción democrática y, por tanto, la cerrada y cruenta brega que dieron los que mantuvieron la dictadura, por evitar su derrota política y desplazamiento.

Aunque no sea la intención expresa, en el punto de vista refundacional parece que la dictadura se extinguió por su propio deseo y no porque las condiciones históricas, forjadas por la lucha democrática de los partidos populares y de muy amplias fuerzas sociales, se lo impidieron.

De ese modo, se daña o imposibilita la formación de una memoria histórica fundada en un patrimonio tan esencial, como resulta ser, ni más ni menos, la opción por la libertad para Chile. Muy por el contrario, la derecha siempre ha pretendido, falsamente, que ese alto mérito le pertenece. No fue así, alcanzar la libertad en Chile es un valor que está enraizado en la infatigable lucha de los demócratas chilenos contra la dictadura.

La ciudadania aspira al pluralismo y no a la uniformidad. Tal vez, este aspecto sea lo más delicado en el sector refundacional, cual es haberse dotado de rasgos notorios de un “nuevo”, pero viejo autoritarismo ideológico, sentirse por encima de los demás, verse y considerarse superiores, dejar de lado la idea de que la verdad se construye entre todos, que su presencia y eficacia es el resultado de un esfuerzo colectivo.

Aceptar la diversidad significa convencerse que en cada uno de los protagonistas del proceso social hay una partícula, un grano de la verdad histórica que va brotando, armando y configurando en el esfuerzo creador, que vive y surge de la lucha de los pueblos, de las organizaciones sociales y políticas, y también de figuras individuales sobresalientes, de sus aciertos y errores.

Lo riesgoso del refundacionismo es que retrocede al dogmatismo, a la soberbia intelectual de creerse dueño de la verdad y que la historia se inicia cuando se llega, lo cual es una nociva expresión de arrogancia que resta objetividad y amplitud en la tarea de cambiar la realidad social.

No es extraño que el concepto refundacional surja en los momentos iniciales de un movimiento, cuando aún se transita por las primeras etapas de la propia experiencia, pero no es deseable que ese criterio se eternice en grupos que pueden gravitar y que aspiran a la edificación de una sociedad mejor.

La experiencia ha castigado, una y otra vez, la soberbia arrogante del dogmatismo, que se instala bajo la cubierta intolerante de quién desecha las ideas y valores anteriores a su existencia. Más aún, cuando se ha vivido de ellos y llevado una apacible rutina burocrática durante décadas, gracias a tales espacios de poder.

Además, se sabe que luego de la euforia que generan cálculos sobredimensionados, que se han enquistado en la conciencia por el mesianismo que empapa a quienes se sienten dueños de la historia, frente a las dificultades viene el desengaño, la frustración y no pocas veces este tipo de grupos deviene en minorías sectarias que incuban malas prácticas y conductas amicales, altamente perjudiciales para la transparencia y la rectitud que debe presidir la acción  política.

De manera que al arribar, este 29 de diciembre, a un año más desde la reunificación del Partido Socialista, concretada en esos días de fines de 1989 al recuperar la libertad perdida, valoremos la identidad socialista que se ha forjado en décadas de lucha, con el arrojo y sacrificio de sus mártires y el aporte invaluable de sus intelectuales y militantes, los que han luchado toda la vida, haciendo de este Partido un actor clave, histórico, esencial, y no sólo ocasional, de la reconstrucción democrática en Chile.

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