15 oct 2015

Todos somos Osorno

Las relaciones entre el Estado  Chileno y el Estado del Vaticano, no pasan por su mejor momento, las últimas  declaraciones vertidas por el  Papa, causan  molestia y estupor en el país.

En consecuencia la Cancillería , tendría tomada la decisión de cambiar a la Embajadora Mónica Jiménez, dado que se requiere una representante que sea escuchada en los círculos diplomáticos de la Santa Sede, donde gobierna el máximo  líder espiritual del catolicismo.

Durante la  reciente visita del Papa  a Bolivia, declaró “que era justo darle una salida al mar” en consecuencia que el  Prelado  argentino,  conoce de sobra que el tema  ante todo, pasa por una solución bilateral.

La Corte Internacional de Justicia, en la Haya, estaba por emitir un fallo, sobre la  competencia  del Tribunal  respecto a la demanda presentada por  nación limítrofe: Era obvio perdimos 14 votos contra  2, un resultado desastroso, aunque se diga lo contrario.

Entrevistado en el  Vaticano, respecto al nombramiento de Juan Barros,  Obispo  de Osorno, quien fue rechazado ampliamente por las comunidades católicas de base, además por los jesuitas y la congregación de los Sagrados Corazones, señaló  que nuestros compatriotas sureños eran “unos tontos” y como si fuera poco, “todos los que reclaman unos  Zurdos”

Es cierto que el Papa Francisco, tiene un breve Pontificado, que  trata  de cambiar la pésima imagen de la Iglesia Católica  en todo el mundo, por los reiterados casos de pedofilia, depravaciones  y corrupciones cometidas al interior de la Curia, por ello muchos le admiramos en la titánica misión de limpiar la casa por dentro.

Pero siendo muy loable su labor Apostólica, no  da derecho alguno referirse en forma tan dura y peyorativa  de compatriotas,  que no desean tener como Obispo de la diócesis, a un  prelado  que es acusado por  complicidad en los abusos cometidos por Karadima, personaje siniestro de la iglesia católica chilena.

El cura Berríos s.j.  clarito para expresar sus opiniones  dijo que Francisco, estaba equivocado o mal informado cuando emitió tales declaraciones, reafirmando que “los denunciantes del cura pedófilo son héroes de la Iglesia”.  

Atreverse a declarar  los hechos a la justicia y enfrentarse a la maquinaria de poder, con  abogados, pagados con el diezmo  de los fieles  es  de una gran valentía, aunque  no se entienda ahora en toda su dimensión, el paso dado.

Recordemos que Andrés Murillo, James Hamilton, Juan Carlos Cruz, Luis Lira, Fernando Battle, todos víctimas del cura pederasta, recibieron  la condena  y el rechazo de la parroquia El Bosque. Distinguidos políticos y poderosos empresarios de las familias  ricas de Chile, rasgaron vestiduras, apoyando  y financiando  al sacerdote demandado  por degenerado y abusador de menores.

“El dedo de Dios” apunta claramente a todos los que siguen haciendo un daño irreparable a la cristiandad. No se trata de un simple lavado de cara o de imagen publicitaria, es algo mucho más profundo, si queremos que los fieles no le den la espalda a Roma.

Los tiempos han cambiado  y los feligreses del mundo católico, exigen cambios concretos respecto a curas  y obispos, cómplices de la perversión criminal cometida contra niños y niñas. La ley pareja no es dura, y quienes sean  condenados aunque vistan sotanas, deben pagar por sus horrendos pecados.

A propósito, ¿la Cancillería habrá presentado una queja formal al Vaticano por el trato vejatorio hacia los osorninos por ejercer el sagrado derecho de petición, al oponerse a tan cuestionado nombramiento? ¿O simplemente  nos haremos los tontos?

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15 oct 2015

La Haya, las derechas y el sofá de don Otto

Las derechas de Bolivia y Chile proponen las posturas más chovinistas frente a La Haya. Sus banderas apuntan a ganar apoyos internos estando políticamente desnutridas como están. ¿Qué pasaría con las derechas bolivianas si no estuvieran junto a su gobierno en los ataques a “la burguesía chilena del siglo XIX” y en su vociferante retórica, que no distingue entre “chilenos”? Quedarían aún más alejadas del Palacio Quemado que lo que están.

En Chile, en tanto, las derechas chilenas, desde la extrema de Coloma (que desnacionalizó el país con Pinochet y el mar con la Concertación) hasta la “agrario laborista” de Tarud (ahora candidato a Presidente de la República aprovechando el clima chovinista) proponen lo máximo: si la legislación internacional y los tribunales de la ONU no nos dan lo que queremos, bueno renunciemos a ellos.

Es como el chiste de don Otto: cuando su señora lo engañó en un sofá, vendió el sofá para que nunca más pasara, y listo.

La derecha chilena propone eso. Lo malo es que esta vez no es chiste y el sofá, en este caso, escucha, atiende, saca conclusiones…y decide.

Así como nosotros nos hemos enterado, los jueces de La Haya (la mayoría que resuelva ahora será muy parecida a la que falló recién), también lo han hecho, y a ellos no le puede haber parecido bien ni la propuesta de nuestra derecha ni la recepción a medio cachete que de esa propuesta ha tenido nuestro gobierno. “Hoy no pero vamos viendo” parece ser ahora la posición oficial de Chile.

Con eso Chile podría parecerse al gobierno de derecha colombiano que estaría por desahuciar el Pacto de Bogotá si la Corte sigue apoyando posturas de Nicaragua.

La apertura de nuestra Cancillería a las propuestas de la extrema derecha puede tener razones de política interna (dar la impresión de sostener “una política de Estado” y no dejarse ganar  votos chovinistas en la próxima elección) pero es poco sostenible, por caer en lo de don Otto y porque siempre se sostuvo que el Pacto de Bogotá impedía tratar asuntos de límites acordados ya entre las partes y más en los primeros años del siglo XX.

En síntesis es reiterar huecos argumentos sobre argumentados y caer en el extremo de éstos.

Nunca será bueno sobre argumentar, y en tribunales como el de La Haya resulta contraproducente.

Ahora ya no sólo sobre argumentamos y hasta decimos que Bolivia fue la que declaró la guerra a Chile en 1879, sino que ya no nos importan los argumentos porque ya tenemos más o menos decidido que si nos está yendo mal nos salimos del Pacto. Es la argumentación ultra de todas las ultras. En el mejor de los casos ellas rebotarán en los muros de La Haya.

Mientras no se comprenda que la Corte entiende el diferendo como referido a un asunto que tiene que ver con “un problema pendiente” entre Chile y Bolivia (ésa es una diferencia incluso con las tensiones limítrofes con Perú, que no tienen otro pendiente que el circunscrito al famoso triangulito terrestre sin salida al mar) seremos reiteradamente derrotados.

Y está claro que “algo” pendiente hay: Von Klaveren, ex Subsecretario de RREE acaba de reconocer que, en representación del primer gobierno de Michelle Bachelet, él propuso a Bolivia una salida al mar al norte de Pisagua (¡)…claro que sin soberanía. ¿No había pendientes? ¿Por qué esas proposiciones si no había pendientes? ¿Nada le dice eso a la Corte, cuando una de las partes pide conversar sobre el tema?

Mientras no se entienda que el principal, sino único, “público objetivo”, en caso de juicios en La Corte es la Corte y no la opinión pública internacional ni menos la opinión pública nacional (siempre cargada al chovinismo) será muy difícil, por no decir imposible, ganar en dicho Tribunal.

No hay que hablar para la galería, hay que hablar para la tribuna.

Y a la Corte no hay que hablarle con displicencia, desde arriba, sobradamente, descomedidamente, derechistamente, ni menos darle lecciones sobre cómo Chile debió “defenderse” de Bolivia en 1879 (¡), sobre la inviolabilidad de los tratados (¡) y otras sobre- argumentaciones dirigidas más bien a los sectores más chovinistas del país.

Finalmente, las derechas son profundamente demagógicas.

El salirse del Pacto de Bogotá, firmado en 1948, no anularía el presente diferendo en La Haya. (Las “salidas” sólo tienen efecto después de un buen tiempo y el juicio actual continuaría).

Se sabe, además, que la Corte de La Haya no puede aceptar, si no hay acuerdo entre las partes, la modificación del Tratado de 1904 entre Chile y Bolivia. El artículo 6 del Pacto de Bogotá establece claramente: “Tampoco podrán aplicarse dichos procedimientos a los asuntos ya resueltos por arreglo de las partes, o por laudo arbitral, o por sentencia de un tribunal internacional, o que se hallen regidos por acuerdos o tratados en vigencia a la fecha de la celebración del presente Pacto”.

O sea, las derechas chilenas están peligrosamente jugando con el fuego de la demagogia. Y las de Bolivia, para qué decir. Evo los ha venido a limpiar de culpas después que ha demonizado a todo Chile, el de arriba y el de abajo, el de antes y el de ahora, y ha culpado exclusivamente a la carencia de mar el subdesarrollo y las penurias de Bolivia. La oligarquía boliviana, que sobreexplotó a su gente por más de un siglo, desde la derrota de 1879, bien gracias.

La solución integral a este problema pendiente tendrá que esperar.

Así como van las cosas Chile podrá ahora negarse a negociar y, negociando, negarse a ceder territorio a una Bolivia agresiva, que embiste como un toro herido, sin entender que la solución tendrá que ser pacífica, negociada con respeto, tripartita y beneficiosa para Bolivia, Chile… y Perú.

Tendrán que quedar atrás los sentimentalismos, los chovinismos, las miopías y los chistes de don Otto.

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15 oct 2015

El hombre será el “sexo débil” mientras sea machista

Un reciente estudio de la Universidad de Otago, en Nueva Zelanda, develó que a nivel genético el hombre sería el sexo débil, y a eso si le sumamos la herencia cultural queda en evidencia que el “machista” es una imagen creada cual campaña de marketing.

Hoy en el complejo escenario político que atraviesa el país, queda en evidencia lo machista que es el sistema. La Presidenta Bachelet en su primer período atravesó por una serie de cuestionamientos y críticas a su gestión en los primeros meses de administración.Recibió fuertes golpes verbales de su propia coalición, pero esta mujer, torturada en tiempos de dictadura, no se dejó amilanar y  consolidó un Gobierno que fue uno de los más exitosos entre la ciudadanía.

Esos políticos que anteriormente le habían dado vuelta la espalda, y que después se subieron al barco, son los mismos que le pidieron que volviera a reconquistar el sillón presidencial. Y ante una situación de crisis extrema, como la que se vive, son los primeros en agarrar el bote salvavidas y llegar a una orilla que los proteja.

El sexo mal llamado débil… es débil solamente en cuanto a masa muscular. En tanto el estigma del sexo fuerte, lo es en desarrollo muscular y en el poder que tiene heredado socialmente, con poco mérito, si revisamos la historia donde imperó una cultura de dos mil años de patriarcado.

Nuestra Presidenta ha tenido el coraje y un motor transformador en políticas sociales, económicas, culturales, y medioambientales. Ha sido capaz de ponerse en los zapatos de los hombres y descubrir que no hay mucho incentivo en ellos para desarrollar el lado femenino para que se empoderen y sean capaces de generar cambios radicales como lo está haciendo la máxima autoridad nacional.

Es que el machismo entra en estado de pánico y miedo, reacción natural y sana, de sobrevivencia y auto cuidado, pero como todo comportamiento humano, cuando se desequilibra, cuando se hace permanente y exagerado, cuando se transforma en una parte rígida de nosotros mismos, se convierte en lo contrario: es perjudicial, limitante, altera las percepciones, distorsiona lo que vemos y lo que hacemos,nos confunde.

Esta rigidez es la esencia de lo que conocemos como neurosis, lo que ha generado que los mandos medios del Gobierno no sean capaces de frenar la crisis y tenga que estar la Presidenta buscando soluciones y dar la cara en diferentes áreas que por vocería deberían ser otros.

Un reciente estudio de la Universidad de Otago, en Nueva Zelanda, reveló que a nivel genético el hombre sería el sexo débil, y si a eso le sumamos la herencia cultural queda en evidencia que el “machista” es una imagen creada cual campaña de marketing, pero hoy la historia dice otra cosa y las mujeres están en el tapete, se encuentran en puestos de poder que hoy los hombres quieren y sienten que le restan espacio.

Esta es una invitación a los machista a cambiar el chip, a dejar un lado el traje del sexo fuerte, a resetearse para nuevas visiones, ya que hoy como Gobierno estamos hablando y tomando decisiones donde la mujer es clave.

Estamos ganando espacios en el área política, pero nos hacemos sentir y si somos pocas no es señal de debilidad. Cómo bien dicen los expertos en comunicación, “menos es más”.

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14 oct 2015

Jugar a destruir

La actitud de la derecha ante la elección del nuevo Contralor General de la República, mostró una vez más el verdadero rostro de ese sector. Incapaces de salir de su estrecha visión de la sociedad, prefiere vivir atrincherada en odiosidades ideológicas antes que pensar de verdad en el país.

Nunca hubo una crítica a la calidad profesional de Rajevic. Nunca un cuestionamiento a su conocimiento y manejo de los temas. Sólo descalificaciones personales y temores irrisorios sobre una supuesta falta de imparcialidad que, de paso, rayan en la injuria.

La derecha no sólo vive de la desconfianza, la alienta y la usa como herramienta política. Se basa en la desconfianza para oponerse a relaciones más equitativas en el mercado laboral, para oponerse a incluir medidas de equidad en la educación y para oponerse a todo aquello que no entre en su estrecha explicación del mundo.

Va a llegar un momento en que la democracia va a estar tan desmembrada y con tan poca adhesión, que habrá poco modelo que defender. El ejercicio de la democracia nos exige niveles básicos de amistad cívica y confianza institucional.

Pero la derecha lleva este peligroso juego de destrucción de las confianzas a extremos poco comprensibles. Esperemos que algunos de ellos entiendan lo que están haciendo y piensen que hay un país que requiere de una política más prístina, sincera y capaz de ofrecer a Chile un proyecto de nación y no una trinchera política más.

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14 oct 2015

Gratuidad en Educación Superior ¿qué se debate?

En el debate sobre los aspectos de la Reforma a la Educación Superior, casi no ha estado en cuestión la gratuidad para el 50% más vulnerable en sí misma, lo que se ha discutido es el mecanismo con el que ese beneficio se va a otorgar a alumnos de bajos recursos, solo de ciertas instituciones. Además, muchos hemos considerado inequitativo, dada la gran desigualdad existente en nuestro país, tener como propósito la gratuidad para todos.

Hay varios elementos del proyecto que deberían formar parte de un análisis y de un debate más amplio, a propósito de un Proyecto de Ley de Educación Superior  y no de la votación de una glosa de la Ley de Presupuestos. Más allá de su constitucionalidad, no parece un camino legítimo.

Se está tratando de forzar a que los parlamentarios, con el objetivo de no aparecer rechazando la gratuidad, tengan que aprobar materias que requieren ser debatidas, como los gobiernos institucionales y la autonomía, el financiamiento, la fijación de cupos y aranceles, que son esenciales para una Universidad o Instituto Profesional. Si ahora se aprueban estas modificaciones, sería prácticamente imposible que después puedan rediscutirse. Se transformarían en el piso, en el desde, y eso no forma parte de la legitimidad democrática, que requiere diálogo y reflexión.

Por otra parte, las instituciones que recibirían los recursos que el gobierno les transferiría, como pago por no cobrar a un grupo de sus estudiantes, tienen una gran incertidumbre, porque no se conoce cómo se identificará a los beneficiados ni el monto que recibirán.

Como algunas Universidades han planteado que con el cálculo del Mineduc se les generaría déficit, al parecer podría financiarse el total de los aranceles que percibían. Eso demostraría lo absurdo de iniciar la gratuidad parcial con una ‘sofisticada fórmula para el arancel regulado’. Eso debe debatirse en el contexto general y no iniciar el proceso con una regulación, que tanto interesa a algunos en ese Ministerio.

Como la gratuidad hoy incluiría al 50% más vulnerable, solo si estudian en algunas instituciones, el tema a debatir es si lo que se está haciendo es realmente lo más adecuado y, desde ese punto de vista, creemos que se trata de una medida injusta y discriminatoria, y que está introduciendo elementos que definen la estructura y funcionamiento del sistema, por una vía lateral, lo que no corresponde.

Lo que parece inconstitucional es la acción discriminatoria, en términos que a personas en la misma situación, sin que existan fundamentos sólidos que lo apoyen, se les está tratando en forma diferente.

En este sentido, al revisar definiciones de tratadistas, sin pretender ser especialista, sino comprender la expresión constitucional, resulta claro que existe discriminación, ya que como explica Evans ‘se entiende por discriminación toda diferenciación o distinción que aparezca contraria a la ética elemental, o a un proceso normal de análisis intelectual, o que no tenga justificación racional o razonable’. No nos parece que tengamos explicaciones razonables ni basadas en un principio ético de equidad.

Debe considerarse además, que la RAE define discriminar con dos acepciones:  Seleccionar excluyendo y Dar trato de inferioridad a una persona o colectividad por motivos raciales, religiosos, políticos, etc.

Lamentablemente, ambas se aplican en este caso.

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14 oct 2015

Un memorial en Providencia

El proyecto impulsado por Ciudad Elefante y apoyado por la Municipalidad de Providencia para instalar un memorial en la acera pública frente al edificio que ocupa el paño en que antes estaba el Colegio Latinoamericano de Integración merece ser debatido y aprobado públicamente. Es una iniciativa que quiere recordar a Manuel Guerrero, José Manuel Parada y Santiago Nattino.

Se trata del lugar desde donde fueron secuestrados a punta de pistola por efectivos de la Dirección de Comunicaciones de Carabineros DICOMCAR, el profesor Manuel Guerrero y el apoderado José Manuel Parada, acción en la cual se baleó frente a los estudiantes al profesor Leopoldo Muñoz, para luego ser asesinados brutalmente junto al publicista Santiago Nattino, todos militantes del partido comunista.  

De hecho, todos los 28 de marzo, desde hace ya 30 años, la comunidad de ex alumnos y profesores del Colegio Latinoamericano, se reúnen, junto a músicos, poetas y amigos, en la esquina de las calles Los Leones y El Vergel en Providencia, para rendir un sentido y afectado homenaje a Guerrero, Parada y Nattino. Se trata de actos pacíficos en los que se recuerda a los tres profesionales desde sus mejores virtudes humanas: personas comprometidas, honestas, querendones, valientes. Esos actos, con o sin memorial, van a seguir existiendo.

Los homenajes y recuerdos de estos profesionales asesinados, así como de tantos otros en diferentes rincones de Chile, forman parte de la vida de una ciudad que tiene memoria, que no quiere olvidar a quienes fueron sacrificados en el altar del fanatismo y la intolerancia; son proyectos de pedagogía pública para no olvidar, para promover el respeto de los derechos humanos, para que el sacrificio de tantos no sea en vano.

No tienen una dimensión estrictamente política, porque teniéndola, quienes se reúnen en torno a su memoria recuerdan no sólo su compromiso, también su humanidad, su trato con sus alumnos y colegas, su sentido del humor, su sencillez, sus esperanzas, sus miradas.

Es bueno que la Municipalidad, la alcaldesa y el concejo municipal, debatan la posibilidad de monumentalizar esa memoria a través de un sencillo pero significativo memorial propuesto por Ciudad Elefante.

Es cierto que podría hacerse sin debate, por simple resolución edilicia dejando así contentos a muchos cercanos a las víctimas, pero la decisión de consultarlo con los vecinos y someterlo al juicio del Concejo es la correcta, porque más importante aún que la existencia del memorial, es la convergencia democrática en torno a la idea de construir una ciudadanía con valores compartidos, especialmente si ellos están relacionados con los derechos humanos.

No hay que violentarse por los argumentos de algunos vecinos que dudan de apoyar el proyecto porque restaría plusvalía a sus propiedades. Vivimos en una sociedad marcada por esos anti valores pero que se debate contradictoriamente y que en algún lugar sabe que el dinero no puede ser todo en la vida.

Lo que corresponde es confiar en las buenas razones, en la capacidad persuasiva de quienes creemos que es posible vivir en una ciudad que respete su identidad, su historia y su memoria.

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14 oct 2015

¡Chile tendrá una nueva Constitución!

El esperado anuncio de la Presidenta Bachelet sobre el proceso constituyente es uno de los pronunciamientos más sólidos realizados hasta la fecha y creo que ha dejado hasta a los más escépticos con harto que pensar.

Por cierto reafirmó algunas cosas que han estado en duda. Uno de ellos es sobre el “primer momento”, es decir, la etapa del pre constituyente. Definió que consiste en llevar el proceso hacia las personas y conquistarlas en este afán de crear una nueva Constitución nacida en democracia.

Reafirma con ello, que no es un proceso de la elite, de entendidos, ni tampoco de expertos y empezar por allí tiene un gran valor por cuanto permite construir el proceso donde el acento queda puesto en los ciudadanos. Así, sin temor. Es todo lo opuesto a la Constitución de 1980 y da forma al concepto de “nacer en democracia”.

En segundo lugar, este primer momento culminará con una propuesta de Constitución.Para que podamos llegar a esa meta,  es importante que el proceso de diálogo no solo sea ordenado sino también informado. La educación cívica será importante, pero lo es también discutir los temas constitucionales conforme a lo que finalmente debe contener esa Carta nueva.

De lo contrario los diálogos ciudadanos corren el riesgo de desdibujarse. Por ende, se hace necesario orientar esos diálogos tanto para que la ciudadanía no sienta que pierde el tiempo, como para que realmente esos debates sean parte integrante de la propuesta que el gobierno elabore una vez que los mismos terminen.

Luego el anuncio demostró algo esencial, que la Asamblea Constituyente es posible. Considerar esta alternativa como mecanismo constituyente, tal como hemos tenido sostenido en varias ocasiones, y hacerlo junto a otras alternativas que también hemos señalado, demuestra que aquellos que creen en la Asamblea Constituyente no estaban consumiendo opio, no estaban alucinando.

Habrá un Comité observador que supervise la transparencia de este primer momento lo cual es significativo toda vez que permite girar este proceso en torno a la democracia e intercambio de ideas desde una óptica de “fair play” y es, en definitiva, una garantía adicional que se agradece.

Después que terminen los diálogos, el gobierno elaborará una propuesta de nueva Constitución que sintetiza estos debates comunales, provinciales y regionales. Esa propuesta permanecerá un tiempo como un símbolo de lo logrado y a la espera de la institucionalización del proceso.

Esa institucionalización viene en un proyecto de reforma constitucional que expresará el modo en que la Constitución de 1980 podría ser reemplazada, recurriendo para ello a un capítulo nuevo de la Constitución, el capítulo 16, que reconocerá la existencia de cuatro mecanismos constituyentes.

Este nuevo capítulo tendrá el aditivo interesante, aunque debatible, de considerar un quórum de dos tercios para su aprobación. Parece innecesario jurídicamente, pero es razonable toda vez que es una invitación a la derecha a sumarse al proceso, y eso es bueno dado que a diferencia de la Constitución de 1980 donde la oposición fue perseguida, encarcelada, desparecida, etc. la nueva Constitución será un verdadero pacto de convivencia.

El gobierno enviará esta Reforma conteniendo cuatro alternativas con el objeto de que se apruebe este nuevo capítulo antes de culminar el periodo presidencial actual. Así, cuando termine su mandato, la Presidenta Bachelet tendrá una propuesta de nueva Constitución y una forma procedimental institucionalizada.

Luego, tras las elecciones del 2017, el nuevo Parlamento deberá decidir por una de esas cuatro alternativas, que incluye la Asamblea Constituyente.

Es altamente recomendable que esa decisión no lo resuelva el próximo Congreso, así sea electo por el sistema electoral nuevo. La experiencia muestra que es importante que el mandato constituyente sea otorgado por el pueblo y el plebiscito es precisamente una de las alternativas que esbozó hoy la Presidenta.

La tarea entonces del actual Congreso consistirá en dos cosas. Primero, promover los diálogos ciudadanos, con capacitación, foros, etc. Y en segundo lugar, afinar los mecanismos. En este sentido, si la Constitución que el gobierno prepare como fruto del debate popular concita el respaldo ciudadano – y habrá tiempo para analizarla – la propia reflexión ayudará a determinar cuál mecanismo es mejor.

Con todo lo anterior, uno concluye que el anuncio es abierto, permite pensar en distintas alternativas, mantiene la gobernabilidad, cumple con las promesas, no deja afuera a nadie, institucionaliza los caminos y lo mejor de todo, nos permite pensar, que por fin, ¡Chile tendrá una Nueva Constitución!

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14 oct 2015

El inventor del #Gato

“Gato”, “Hashtag”, “Etiqueta” o simplemente “Numeral”, todo vale según los territorios para denominar al símbolo por excelencia que se ha transformado en la más sencilla herramienta para catalogar temas a través de las redes sociales, y que, crecientemente, se incorpora naturalmente en el uso cotidiano.

Su masificación al punto de alterar las otrora estrictas normas de ortografía llegó también a la televisión, donde en todos los programas se colocan frases precedidos por el signo # para fomentar la interacción.

Pero, ¿quién fue el inventor? Se llama Chris Messina, tiene 35 años y es de los Estados Unidos. Ni siquiera pensó en registrarlo, porque no imaginó jamás la repercusión que tendría. Y es más, asevera que fue por accidente.

No ganó ni recibe actualmente dinero por su invento. Exactamente el 23 de agosto de 2007 Messina propuso el uso del hashtag con un simple mensaje en la recientemente creada red Twitter para distinguir opiniones sobre un tema en particular. Ese día escribió, apelando a algo sencillo y disponible en el teclado del computador “¿qué les parece si usamos # (numeral) para grupos. Así #barcamp?”

Tiempo después, su grupo de amigos siguió utilizándolo con distintos conceptos y fue casi dos años después, en julio de 2009, que la red Twitter lo implementó formalmente como un ordenador de los motores de búsqueda a partir de esa o esas palabras claves.

El uso del hashtag se extendió rápidamente, y en 2014 entró como palabra oficial en el Oxford English Dictionary.

En diversas entrevistas, Chris Messina asegura.  ”Yo quería una manera simple de hacer que se formaran grupos en Twitter que no me hiciera pensar mucho, así que hice esta propuesta.” También cree que la primera vez que el hashtag fue utilizado en la cobertura de una noticia fue a raíz de un incendio en San Diego, cuando le sugirió que lo utilice a un amigo periodista. “Desde allí es muy probable que se haya expandido su uso en lo que conocemos como periodismo ciudadano”, añadió.

“Hashtag” es una palabra del inglés que conjuga dos conceptos, “hash” (almohadilla) y “tag” (etiqueta), y que, en la práctica, lo que logra es una cadena de caracteres formada por una o varias palabras seguidas. Esto, en lenguaje de los programadores de sistemas de computación e Internet, se transforma en una etiqueta de “meta datos” para que el usuario la pueda identificar rápidamente. También se utiliza en lenguaje de programación con distintos fines.

El uso masivo vino a partir de aquel sencillo mensaje de Messina, y hasta el momento, ha revolucionado la historia de las redes sociales.

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13 oct 2015

Partidos políticos, oportunidad de rehacer su vínculo con los ciudadanos

Hoy en día la ciudadanía exige mayores estándares de transparencia y probidad, en esa línea los proyectos de ley ingresados por el Ejecutivo en el marco de la Agenda para la Transparencia y la Probidad en los Negocios y la Política (2015) contemplan un conjunto de medidas normativas que tienen como objeto promover la transparencia y el fortalecimiento de la democracia interna de los partidos.

En un principio la reacción desde las bancadas de partidos tuvo una rápida acogida pero con el pasar de los meses se ha debilitado generando cierto tipo de resistencias, las que han quedado en evidencia en la discusión y tramitación de los distintos proyectos en la Cámara de Diputados y Senado.

Por lo anterior, algunas indicaciones propuestas por la Comisión Engel no han contado con el respaldo del Ejecutivo ni de una parte de los parlamentarios en ejercicio. La preocupación viene dada sobre qué contenidos y en qué medida se considerarán los planteamientos propuestos por la Comisión en lo relativo a los proyectos de ley sobre el fortalecimiento y transparencia de los partidos y su financiamiento, los que fueron ingresados de forma separada generando así dificultades de seguimiento, coordinación y coherencia en la gestión por parte del Ejecutivo.

De esta manera, determinadas propuestas de la Comisión Engel se han visto cuestionadas en la discusión y tramitación de proyectos a raíz de que entre los partidos no existe total unanimidad respecto al ‘qué’ y ‘cuánto’ regular.

Lo anterior se ejemplifica en los cambios en las tramitaciones de los proyectos del financiamiento público a los partidos e incluso en la nula acogida y disposición a legislar en lo relativo a la reinscripción de todos los militantes de los partidos, medida que pretende generar padrones confiables para un adecuado acceso al financiamiento público.

En este estado, la tramitación y discusión en el Congreso de leyes consideradas claves para el mejoramiento y transparencia democrática han sido matizadas a través de indicaciones que parcialmente responden a las propuestas del informe de la Comisión. Así es como, con sorpresa, la ciudadanía se entera que no es que los parlamentarios no quieran legislar sobre la reinscripción de sus militantes en los partidos sino que solo quieren que se realice parcialmente, considerando solo el 0.25% de sus padrones para tal efecto.

Este tipo de modificaciones a las propuestas nos permite sostener que las medidas de regulación se encuentran hechas a la medida de los partidos, de modo de no perder ni cuotas de poder ni influencia dentro del espectro político. Es legítimo preguntarse entonces, ¿por qué los partidos buscarían rebajar los estándares de transparencia y rendición de cuentas que contienen los proyectos de ley cuando es por la opacidad en este campo donde podrían encontrarse las explicaciones del deterioro de su imagen ante la opinión pública?

Todo indica que la respuesta dice relación con que por décadas han permanecido absolutamente refractarios en lo que respecta a la modernización y fortalecimiento de la democracia interna. Los partidos poseen serios obstáculos y deficiencias que se encuentran arraigadas en su composición, prácticas, normas y actitudes. Es decir, en la cultura política de los partidos han predominado lógicas de funcionamiento que no se condicen con los valores democráticos que hoy la ciudadanía exige.

La complejidad de los problemas políticos que ha generado la crisis actual amerita que los partidos tomen decisiones públicas a partir de los desafíos que guardan relación con la representación política y la gobernabilidad del país.

De lo contrario, si la tramitación de las leyes sobre transparencia y funcionamiento interno de la democracia se rigen sobre la base de cálculos políticos a partir de incentivos electorales y/o de cuotas de poder, nuevamente tendremos avances parciales respecto a las propuestas del informe de la Comisión Engel, lo cual sin duda traerá consigo críticas generalizadas al rol de los partidos.

Indudablemente, los proyectos de ley basados en las propuestas de la Comisión son importantes de aprobar pero logran poco por sí mismos. El marco jurídico es el primer paso para reformular conductas, actitudes y valores presentes en la cultura política de nuestros partidos. Los parlamentarios, tanto de gobierno como de oposición, deben mostrar un compromiso serio en la tramitación y discusión de los proyectos de ley sobre transparencia, democracia interna y financiamiento.

De lo contrario, los problemas de descoordinación y modificaciones a los proyectos de ley ingresados en materias claves, solo causaran malestar y desconfianza respecto a los resultados esperados.

Por tanto, las propuestas de la Comisión Engel así como las medidas administrativas y legislativas de la Agenda para la Probidad son una gran oportunidad, tanto para los parlamentarios como para los partidos, de fortalecer la democracia interna y de paso, dar una señal a la ciudadanía de que las medidas auto impuestas deben hacerse con sacrificio para recomponer confianzas tras la aguda crisis de la política.

De lo contrario, continuaremos realizando lecturas y diagnósticos desde la ‘retórica de la reacción’ (Hirschman, 1991) es decir, desde el inmovilismo, la auto justificación y la nula capacidad de autocrítica respecto a los acontecimientos anteriormente descritos, lo cual no contribuye a la calidad de nuestra democracia.

Dado el diagnóstico realizado, los partidos necesitan con urgencia atender a sus debilidades y deficiencias democráticas si lo que se proponen es fortalecer la calidad de la democracia y, junto con ello, restablecer las confianzas con la ciudadanía. Bajo dichos objetivos a lograr, en particular los parlamentarios, quienes votarán los proyectos de Ley, tienen una gran oportunidad de elevar los estándares democráticos de sus partidos. De lo contrario, el resultado de la discusión y tramitación de las reformas puede generar resultados no esperados dadas las características de nuestro sistema de partidos y el timing social.

Avanzar en las propuestas del Informe Engel y llevar adelante la agenda legislativa sobre probidad, debe ser su primera prioridad si el objetivo es recomponer confianzas y fortalecer el vínculo con los ciudadanos.

De este modo se contribuirá a promover la gobernabilidad, profundizar la institucionalización de los partidos políticos, recomponer confianzas y el encanto con la ciudadanía, elementos que definitivamente contribuyen a mejorar las bases éticas de la democracia y la calidad de ella.

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13 oct 2015

El espectáculo del ministerio de Educación

El gobierno prometió más de la cuenta y hoy paga las consecuencias. Es extraño que, en el aspecto puramente financiero, los economistas que participaron en la elaboración del programa de la Presidenta Bachelet hayan calculado tan mal el costo de las promesas.

O se olvidaron de lo que habían estudiado, o se dejaron intimidar por el discurso refundacional, u optaron por decirle sí a la candidata para no arriesgar los nombramientos futuros. Hoy estamos viendo el resultado de hacer promesas que no se podían ni se podrán cumplir. El ejemplo mayor es la gratuidad imposible en la educación superior.

A comienzos de 2013, antes de que partiera formalmente la campaña, Bachelet afirmó que lo justo era que los padres que disponían de suficientes medios económicos financiaran los estudios superiores de sus hijos, e hizo referencia al caso de su hija Sofía Henríquez, estudiante de Sicología en la Universidad Diego Portales, cuyos estudios ella pagaba. Sin embargo, luego modificó su punto de vista e hizo suyo el planteamiento de la gratuidad universal, que era la bandera de la Confech. En rigor, ello implicaba que el Estado pagara la educación superior de quienes no lo necesitaban. O sea, un subsidio para ricos.

En el cambio de criterio de Bachelet influyó la teorización hecha por la economista Claudia Sanhueza, académica de la UDP, que sostenía que, mediante una fuerte carga tributaria, como la de Noruega o Finlandia, era posible financiar la educación superior de todos los estudiantes. Y puesto que la reforma tributaria tenía como objetivo principal recaudar recursos para la “reforma estructural de la educación”, se podía garantizar la gratuidad.

En una columna publicada el año pasado, Sanhueza sostuvo: “De hecho, la idea política que está detrás del principio universalista es: de cada uno de acuerdo a sus posibilidades, a cada uno de acuerdo a sus necesidades. Esto quiere decir, provisión para todos (necesidad) financiada con impuestos progresivos (posibilidad)” (La Tercera, 02/10/ 2014).

Ni más ni menos que el principio del socialismo, que proclamó Karl Marx en su obra “Crítica del Programa de Gotha”, publicada póstumamente en 1891. Cada uno aporta lo que puede y recibe lo que necesita. En la fase superior, la sociedad comunista, Marx afirmaba que regiría el principio “de cada cual según sus capacidades, a cada cual según sus necesidades”.

La cuestión es cómo se traduce el principio universalista en derechos garantizados por el Estado en todos los ámbitos relativos al bienestar de las personas (alimentación, salud, vivienda, educación, etc.), y por supuesto en un país concreto, Chile, no en un país metafísico. En definitiva, cómo se hace para que esa fórmula de escritorio funcione en la práctica. Y sin olvidar la historia de los proyectos igualitaristas que, finalmente, terminaron socializando la pobreza.

Es de sentido común que el Estado debe atender ciertas necesidades antes que otras, lo cual implica establecer prioridades de gasto social, o sea focalizar el uso de los recursos públicos, que nunca son suficientes para atender todos los requerimientos y que dependen de que la economía crezca. Como sabemos, la focalización fue decisiva para reducir la pobreza y lograr que surgiera una nueva clase media en nuestro país.

Pero Sanhueza no está de acuerdo con el gasto público focalizado. Su punto de vista ya era transparente en un artículo publicado en 2013 junto al abogado Fernando Atria, que se titulaba Focalización: un atentado a la igualdad”. Tal cual.

Allí decían ambos: A pesar del “relativo consenso” de los expertos y la “sabiduría popular”, la tesis que sostiene que un gasto social orientado por el principio de focalización es más redistributivo que uno orientado por el principio universalista es falsa, y los argumentos que se han ofrecido para sostenerla ahora son seriamente deficitarios. El problema con el análisis de impacto distributivo estático es que no considera el impacto dinámico de la focalización. Una consecuencia obvia del principio de focalización es que los pobres recibirán la educación o protección de la salud que el Estado pueda financiar mientras los ricos recibirán lo que cada uno pueda comprar. Esto implica la existencia de un sistema público o públicamente financiado para pobres y un sistema privadamente financiado para ricos, segregando ambos sistemas. Una vez que los sistemas están segregados, es inevitable que los servicios para pobres serán peores que los servicios para ricos(La Tercera, 27/08/2013).

En suma, para Sanhueza y Atria lo progresista era poner fin a la focalización y establecer la doctrina del universalismo. ¡Es increíble que los ministros de Hacienda de los últimos 25 años no se hayan dado cuenta de que ese era el camino hacia la tierra feliz!

Con todo, el programa presidencial de Bachelet optó por focalizar los recursos en el 70% de los estudiantes de educación superior más vulnerables durante este gobierno, y crear condiciones para llegar al 100% dos años después (o sea, cuando haya otro gobierno).

Este año, la Presidenta rebajó el objetivo de la gratuidad a 60% y lo acotó a las instituciones del Consejo de Rectores y las privadas que cumplieran con los requisitos fijados por el Mineduc (fundaciones sin fines de lucro, acreditación por 4 años, gobierno universitario “participativo”, aceptación de los aranceles que fije el ministerio, aumento de solo 2,7% de la matrícula en 2016, etc.)

Hoy, el objetivo es cubrir el 50%, y muchos dudan de que incluso esa cifra se cumpla siquiera en las universidades estatales, lo que puede significar un fuerte déficit para varias de ellas. Y estamos hablando solo de los aranceles, y no de todos los otros rubros del gasto universitario, por ejemplo los recursos asignados a la investigación.

La situación de hoy es un gran desbarajuste, que ha dejado al descubierto, por ejemplo, que los alumnos vulnerables serán discriminados según la institución en que se matricularon antes de que existieran las nuevas normas. La gratuidad no será universal, sino discriminatoria. Y todo esto fijado en las pocas líneas de una glosa de la ley de presupuesto de 2016, no en una ley especial que sea discutida a fondo en el Congreso.

Aunque la ministra Delpiano hace su mejor esfuerzo por explicar los cambios de posición, la tarea excede sus fuerzas. No hay fondos suficientes para financiar las incoherencias, improvisaciones y faltas de criterio que se establecieron en el Mineduc antes de que ella llegara, cuando era ministro Nicolás Eyzaguirre.

Si el propósito era favorecer a los estudiantes de las familias vulnerables, ¿por qué el Mineduc no concentró desde el principio sus esfuerzos y recursos en mejorar y extender el sistema de becas que ya estaba en funcionamiento? Y la respuesta que han dado los cerebros del Mineduc es que el gobierno propicia un “cambio de paradigma”, que rechaza el subsidio a la demanda.

¿Y por qué tiene que ser así? Pues porque eso es lo progresista. Según los cálculos, solo unos 90 mil estudiantes de los institutos profesionales y los centros de formación técnica, es decir los más vulnerables, podrán acceder a la gratuidad en 2016, mientras que más de medio millón quedará fuera de ella.

¿Qué viene ahora? Una enconada disputa por la distribución de los fondos del próximo año contemplados en la famosa glosa presupuestaria, en la que prevalecerán los intereses corporativos de las universidades del Consejo de Rectores, más específicamente de las estatales, y se perderá de vista el objetivo de apoyar a los estudiantes que más requieren ayuda.

Primarán las relaciones de poder, y sobre todo la cercanía de algunos rectores con el actual gobierno. Es posible que sobrevenga una larga confrontación acerca de la constitucionalidad y legalidad de las exigencias que quiere imponer el Mineduc a las universidades privadas, antiguas y nuevas, que no están dispuestas a perder su autonomía. Y es posible también que algunas casas de estudio, como la Universidad Alberto Hurtado, tengan muchas dificultades para sobrevivir.

Hay quienes creen que todo esto obedece a un calculado plan del actual gobierno para estatizar la educación. De ser cierto, sería una estatización hecha por planificadores infinitamente torpes. No ha habido propiamente un plan, sino más bien un intento tosco y desarticulado de acrecentar el peso del Estado en la educación ¡sin que el Estado tenga siquiera capacidad para administrar bien lo que hoy tiene en sus manos!

En el fondo, mareo refundacional con poca ropa. Lo que hemos visto ha sido precario, confuso y con escaso sustento, vale decir un parto de los montes. Pero el ratón que surgió de ese parto está causando grandes descalabros.

Chile podría hacer las cosas mejor, mucho mejor. Pero para eso, las políticas públicas deben concebirse con sentido nacional, y no tratar de sintonizar con las consignas de la calle, ni de imponer esquemas voluntaristas que chocan con la realidad. Se trata no solo de introducir mayores elementos de justicia en el acceso a la educación superior, sino de elevar la calidad de la educación en todos los niveles.

Sería lamentable que, por efecto de políticas mal diseñadas, se acentuara la segmentación educacional y que incluso retrocedieran las mejores universidades. El país seguirá teniendo provisión mixta de educación, y hay que asegurar que los recursos del Estado vayan hacia todas las instituciones que entreguen un aporte de calidad al país y apoyen a todos los estudiantes meritorios que lo necesitan. Es indispensable que el Congreso discuta una estrategia de desarrollo de la educación superior que merezca el nombre de tal.

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