22 dic 2013

La derrota de una derecha que vive en su propio mundo

La derecha ha sufrido una de las peores derrotas de su historia. Gobernando el país y en una fase de crecimiento económico, ha obtenido solo el 37% de los votos con una distancia de 25% respecto de la Presidenta electa Michelle Bachelet quien, además, obtiene mayoría en ambas cámaras.

Sin embargo, el dato electoral, previsible desde antes incluso que Bachelet confirmara su candidatura, no es el elemento más preocupante para una derecha que no gobernaba el país democráticamente desde el gobierno del Presidente Jorge Alessandri, hace más de 50 años.

Lo realmente complejo es que la derecha en el gobierno no fue capaz de construir un relato que la proyectara como un proyecto político nuevo y la fuerza con que el país vivió los 40 años de la instalación de la dictadura sirvieron para demostrar que es una derecha vieja, anclada aún en concepciones autoritarias que se incorporaron en su ADN y de las cuales no logra , y un sector importante de ella, no desea liberarse porque ese pasado es el refugio a los mitos conservadores con los cuales ha construido su identidad.

Cuando Piñera, que no votó por mantener a Pinochet en el poder y es parte de otra historia, intenta dar un golpe de timón y reconoce, con coraje, que en la derecha chilena hay muchos “cómplices pasivos” de lo ocurrido en dictadura, la mayor parte de la esta, y en especial la UDI, vivieron el episodio como una agresión y no como una oportunidad que abría las puertas a una reflexión finalmente liberadora de un pasado que la enorme mayoría del país condena.

Construyeron así, de nuevo después de 40 años, un muro entre la sensibilidad de la población que fue víctima de la dictadura, de sus crímenes y quienes acompañaron a Pinochet desde el mundo civil.

El único atisbo participativo que se ha permitido la derecha, en muchos años, fueron las primarias para decidir su candidatura presidencial.

Sin embargo, este acto fue rápidamente desconocido cuando frente a la inesperada renuncia de Longueira a su candidatura se decide, violando toda mínima norma de convivencia democrática, impedir que asumiera Allamand y se designa a Evelyn Matthei dando una señal de que nada había cambiado y que la hegemonía de la derecha dura estaba intacta.

Paradojalmente, la huella del Presidente Piñera queda nítidamente marcada en esta maniobra que, por cálculo personal y mirando al 2017, apoya a Matthei, hija de un integrante de la dictadura militar, y con ello cancela la credibilidad de su propio gesto con el cual había convocado a la derecha a separarse del pasado dictatorial.

No es extraño entonces que Allamand y otros líderes de RN digan hoy que el principal responsable de la derrota de la derecha es el Presidente Piñera.En él recae la responsabilidad de haber roto ese mínimo de lealtad que su sector había establecido con los 800 mil chilenos que votaron por sus candidatos en la primaria.

Es Piñera el gran enjuiciado y la principal víctima de la derrota porque sale de La Moneda mucho más débil de lo que entró, sin liderazgo alguno en su sector, sin haber construido una nueva derecha y, por el contrario, habiéndole entregado a la UDI y a una candidata que nunca se atrevió durante la campaña a pronunciar siquiera la palabra dictadura, la representación electoral de la derecha chilena.

Esto ha mostrado al país un Presidente con convicciones frágiles, acomodaticias y donde lo que priman en sus decisiones son los cálculos de poder personal, su excesivo individualismo, por sobre el proyecto de crear una derecha que finalmente pueda insertarse plenamente en el ideario, las nomas y los valores de la democracia.

Sin embargo, la derrota tiene causas aún mucho más profundas que las luchas de poder internas y los viejos amarres con el pinochetismo aún latente en su identidad.

La derecha pierde porque no ha comprendido los cambios de subjetividad que se están produciendo en el mundo, porque ha demostrado ser incapaz de leer el significado de los movimientos sociales y los anhelos de participación de una ciudadanía bullente, porque no capta en plenitud que el modelo neoliberal que instalaron durante el régimen militar está en crisis, que los chilenos exigen un cambio más profundo de las estructuras políticas y sociales vigentes y que dichos cambios adquieren en la imaginaria nacional plena legitimidad.

Su derrota electoral es cultural, de sintonía con la población, y las demostraciones de ello son infinitas.

Para enfrentar a Bachelet elaboran una estrategia de “campaña del terror”, respaldada fuertemente por El Mercurio y otros medios, que solo tiene parangón con aquellas de la derecha nacionalista de los años 60 y 70 y de aquella autoritaria de la campaña del SI en el plebiscito y que estaba condenada al fracaso en un Chile donde los mitos, los “cucos”, se han derrumbado en la sociedad de la información.

Presentar, por parte de un ministro de Hacienda completamente desperfilado y una candidata que no fue capaz de instalar ni una sola idea de su programa, la reforma tributaria de Bachelet para financiar la educación y el objetivo de una Nueva Constitución legitimada por las instituciones democráticas y por la ciudadanía, como elementos que provocan la desaceleración de la economía resultó risible y no tuvo eco en el mundo empresarial ni en los electores y al final empobreció el discurso de la propia derecha.

Para intentar mostrar un rostro distinto, Matthei en la segunda vuelta dejó de lado a los partidos y se rodeó de un grupo “de niños bien”, que dicen saberlo todo, que utilizan para hablar al país un lenguaje de códigos cerrados y que intentan instalar una extraña sigla EVOPOLI, que más bien parece el nombre de film de ciencia ficción que uno de un movimiento destinado a socializar con los ciudadanos.

Este intento de la “derecha de elite” también fracasó y en segunda vuelta Bachelet aumentó su ventaja de 22 a 25 puntos de diferencia con Matthei.

Lo claro es que hay un mar entre el mundo ideal de la UDI y las posturas de los ciudadanos del Chile del segundo decenio del siglo XXI.

La UDI y su candidata rechazan el aborto terapéutico, que existió en Chile por sesenta años, el matrimonio igualitario e incluso el AVP, se oponen al cambio del binominal y a una Nueva Constitución, a la educación gratuita y de calidad para todos, a una política ambiental coherente, a una reforma a las AFP y a las ISAPRES, es decir, a todas las aspiraciones que mayoritariamente recorren la sociedad chilena.

Una candidatura conservadora, alejada de esta manera de la subjetividad mas libertaria y de cambio de la sociedad, no podía siquiera pretender ganar estas elecciones y de allí que la derrota de la derecha no sea solo un dato electoral relevante sino un dato de época que probablemente hará que si la derecha no cambia su relato, no se actualiza, no saca sus fantasmas del armario, no comprende el mundo veloz en que vivimos, puede pasar un largo período en la historia del país en que no logre constituirse en alternativa de gobierno.

Las señales que manda después de su derrota son lamentables. Al parecer se ha iniciado ya la larga noche de cuchillos largos anunciada por el Presidente, acusaciones contra Piñera y su gobierno que provienen de ambos partidos de la alianza, llamados a restablecer la “verdadera” identidad de la derecha, auto reconocimiento de que no tiene cultura de gobierno y el éxodo de parlamentarios y dirigentes.

Ello se acentuará con la salida de Piñera del gobierno dado que el Presidente ya ha anunciado que pretende crear un nuevo referente que seguramente piensa servirá de base a una eventual postulación presidencial el 2017.

Comienza el “vía crucis” de la derecha que no porta justamente una cruz de esperanza sino más bien una carga de integrismo y cierre intelectual al cambio que es nocivo para el país.

2 comentarios
21 dic 2013

Por el pueblo, con el pueblo, y para el pueblo

“¡Ahora la presidenta Bachelet hará cosas buenas para el pueblo!” exclamó una manifestante mientras celebraba eufórica su triunfo. Por fin su espera se transformó en una esperanza llena de sentido.

Mientras el robot chino “Yutu” avanza lentamente por la luna, y el descendiente aplicado de Stalin, Kim Jong-un, termina su pública purga estalinista en Corea del Norte contra los “enemigos del régimen” por su vida licenciosa y disipada-perdonando por suerte a su tía-, comienza por fin el gobierno “popular”.

Dicen que algunos van a contratar una asesoría para realizar algunas “purgas”, pero a la chilena.Es decir, de forma privada, sin ejecuciones, con algo de copete, y abrazos finales de unidad para la tele.

¡Debieran aprender de Kim IlSun!

La derecha tradicional y “ciega”, no supo “como leer” el hecho de que “el 1% concentra un tercio de la riqueza del país y su ingreso per cápita es 40% mayor que el 81% de la población”.

Además, también según “El País”,“el lugar donde más se percibe la desigualdad es en el trabajo: el 50% de los trabajadores gana menos de 251.000 pesos… (y)… la brecha entre un gerente general y el trabajador que menos gana supera las cien veces”.

Ahora está claro. La culpa y la purga debieran estar dirigidas a muchos empresarios que declaran: “Lo que es bueno para los empresarios, es bueno para el pueblo”, y que víctimas de una ambición personal que no mira al bien común, no saben administrar éticamente el inmenso poder que hoy tiene la empresa y el comercio en una economía global.

Del poder de los filósofos, políticos y guerreros que gobernaron Grecia, sólo queda el polvo agitado por la tormenta sin freno del actual capitalismo mundial.

Lo que no entienden son los signos de los tiempos que muestran que en un giro copernicano, hoy lo que es bueno para el pueblo, también lo es para los empresarios…(y los políticos).

Leo una cita notable de la ex “candidata del pueblo” y “activista”, Roxana Miranda.

“… La gente pasa sus depresiones en el mall, hace su vida endeudándose. Porque todas esta desigualdades te las intentan disfrazar con un televisor de plasma. Pero un mall no se puede llenar con un país entero. Hay millones de gente que trata de sobrevivir, de llegar a fin de mes”.

Ahora está claro. El pueblo que no votó, estaba endeudándose comprando “como locos” para la “Feliz Navidad”.El resto sobreviviendo sin plata, apáticos y anómicos. Sin tener ganas, razones, ni confianzas, votar no tiene sentido.

Más claro aún, además de contratar a los expertos en purgas, a la antigua derecha, debieran regalarle una consulta con un oftalmólogo, o con una psicopedagoga para que les enseñe a leer bien el sentido del malestar social profundo.

El mercado y los números ciegan. No tienen un “relato”, que siempre es parte del mundo “sutil” de las emociones, motivaciones y el sentido.

A los empresarios, los políticos, y al futuro gobierno, el pueblo debiera regalarles para la Navidad, el último texto del “Hombre del Año” del Papa Francisco, ya calificado por algunos como “marxista” por lo de su “capitalismo sin rostro”.

A su vez, el regalo del pueblo para la nueva Presidenta serían tres cajas de Pandora: Cambio de la Constitución y tributación,Educación gratuita y ¿el posible cierre de algunas Divisiones de Codelco?,para que no terminen como ENACAR).

¡Feliz Navidad!

1 comentario
21 dic 2013

Un alemán honorable

“An Honorable German”es el título original de la novela histórica del escritor norteamericano Charles Mc Cain, quien aborda en forma magistral una serie de combates navales ocurridos durante la Segunda Guerra Mundial,como también la ocupación nazi de París y los bombardeos de la Royal Aire Force (RAF) sobre Berlín.

El protagonista de esta novela es Max Brekendorf, joven oficial de la Marina de Guerra alemana (Kriegsmarine), quien en septiembre de 1939 es parte de la tripulación del acorazado de bolsillo Almirante Graf Spee.

Posteriormente, asumirá el control del submarino alemán U-114, con el grado de Capitán, por lo cual, siguiendo instrucciones de su Almirantazgo, deberá hostigar y hundir transportes británicos en el Atlántico Norte.

Max Brekendorf es un patriota valiente e hijo de un reconocido almacenero de su pueblo.Pretende casarse con la hija de un aristócrata alemán, pese a la oposición de los padres de la novia.

Independientemente de las aventuras del protagonista y de su sentido del honor y del deber que muestra hacia su país y su familia, convendría valorar también la descripción que hace el autor del ánimo triunfalista que reinaba en las autoridades del Tercer Reich y de la opinión pública alemana, en general, al comienzo de la guerra. El hundimiento del acorazado inglés HMS Royal Oak en Scape Flow, la ocupación de Francia y el bombardeo de Inglaterra justificaban dicho optimismo.

Sin embargo, con el paso del tiempo, la situación cambia completamente y Alemania comienza a sufrir los rigores de la guerra. El autor relata el sufrimiento de la población berlinesa derivado de los bombardeos aéreos, el desmoronamiento del Ejército, Marina y Fuerza Aérea alemana, en especialmente, debido a la victoria rusa en Stalingrado y al ingreso de Estados Unidos a la guerra.

A partir de entonces, surge la duda sobre una posible Victoria Final pregonada por Hitler y Goebbels. Pese a ello, aparecen sectores radicalizados nazis, quienes aterrorizan a sus propios compatriotas.

Dejamos al criterio del lector una aproximación a su interpretación final, ya que cada uno puede analizar e interpretar un libro en función de lo que le provoca; de lo que aprendió del protagonista y/ode su autor; de las enseñanzas impartidas, entre otras consideraciones que son claramente de índole subjetiva.

En ese sentido, cuando mi amigo Pedro Marinkovic me recomendó este libro, nunca pensé que fuera tan entretenido. “Lo leerás rápido”, me comentó, con su clásica sonrisa.

¡Y tenía toda la razón! Ya que esta obra conjuga la ficción con la realidad de una forma inteligente y amena, manteniendo el suspenso y la incertidumbre hasta el final, permitiéndonos asimismo meditar sobre las causas y efectos de la Segunda Guerra Mundial.

Cabe recordar que este conflicto bélico fue un desastre, una calamidad para todos aquellos que la padecieron, civiles y militares víctimas mortales, sobre lo cual  no existe una cifra exacta, aunque algunos analistas mencionan 40 millones de muertos, otros, 70 millones.

Por lo mismo, y como una forma de testimoniar mi respeto por los caídos, siempre que me es posible, visito las tumbas y cementerios de aquellos que murieron en esa y otras guerras. Lo hice en Filipinas, Túnez, Croacia, Serbia, Normandía y otros lugares. Espero próximamente visitar el cementerio de Arlington, en los Estados Unidos.

Finalmente, un capítulo del libro se refiere a los lazos de respeto y amistad que surgen entre los combatientes, transcribiendo el autor la canción “Yo tenía un camarada” , buscando quizás Mr. Mc Cain confirmar en cierta forma que en la guerra,se termina no sólo luchando por su propia vida,sino también por la de su compañero.

1 comentario
20 dic 2013

No hay primera sin segunda

Nuestro país exhibe cuatro momentos electorales con “segundas vueltas”.En la del año ’99 Lagos ganó con 3,6 millones de votos, luego el año 2005 Bachelet gana con 3,7 millones de votos. Ante la dispersión que presentó la Concertación el año 2009, Piñera gana con 3,5 millones de votos.

Este último resultado, se genera como producto de las divisiones programáticas del año 2009, al interior de la Concertación y que debilitaron o agotaron al electorado, favoreciendo que más de un 25% de ellos, optaran por candidaturas alternativas.

El aprendizaje y dignidad de la derrota vivida, permitieron reordenar las fuerzas políticas en un nuevo proyecto, para aumentar el capital político y valórico fundado en una nueva generación de representantes y en un nuevo cuerpo ideológico que adscribe a los principios de la “buena política”, que buscan encarnar las demandas ciudadanas expresadas con fuerza, en estos 4 años de gobierno con poca excelencia y con un promedio de evaluación ciudadana, que alcanzó solo, los 39 puntos porcentuales.

Los primeros indicios, que la tarea de reconstrucción del capital político Concertacionista estaba siendo aprendida, fue el año 2012.

La Concertación obtiene 167 alcaldes y 1.168 concejales. Ganando a la Derecha en votos y electos.Pero además evidenciado en el éxito alcanzado, al llegar al sillón edilicio, de comunas catalogadas como “emblemáticas”.

Un segundo momento de aprendizaje fue la convocatoria y resultados obtenidos en las Primarias del 2013. Asistieron libremente a votar más de 2,1 millones de electores por el Pacto Nueva Mayoría, casi 3 veces la convocatoria de la Derecha. El resultado, fue respetado, mantenido y valorado por todos los candidatos del Nuevo Pacto.

Para mayor ahondamiento, en el concepto de aprendizaje electoral, los resultados de la reciente elección 2013, dejan a la Nueva Mayoría con 21 Senadores, 68 Diputados y 153 Consejeros Regionales, evidenciando –sin contrapesos- que los electores respaldaron mayoritariamente al pacto, en escaños y votos.

Pasar a segunda vuelta, en el ámbito presidencial como primera opción y con una distancia porcentual de 20 puntos –entre las principales candidaturas- ya evidenciaba el resultado final. Al punto, que se mantiene la regla electoral: “gana en segunda vuelta, quien en primera vuelta, tiene más votos”.

Se ha ganado con respeto, con transparencia, con el respaldo de la ciudadanía.Los 3,5 millones de votos obtenidos por Michel Bachelet en segunda vuelta, muestran que los electores mantienen el respaldo, expresado en las anteriores elecciones.Pero además manifiesta al actual gobierno, y sus representantes, que en su forma de administrar el estado, la excelencia no existió.

No obstante, la participación electoral se transformó en el invitado ausente, queda entonces como una nueva tarea política para el gobierno que se instalará en los próximos meses y para los representantes ciudadanos en el Congreso.

El voto voluntario no logra la concurrencia esperada, se requiere entonces de incentivos sociales que faciliten la participación, en todos los rincones de la patria por igual, pues la sola expresión de voluntariedad, no se logra por ley.

Por otro lado, un cambio, que signifique pasar de la voluntariedad a la obligatoriedad, es pasar de la libertad al castigo; los electores se resentirán y la evidencia será el desinterés.

Resultará mejor incentivar, hacerlos parte, incluir a la ciudadanía, más allá de las elecciones formales, en decisiones que solo el nuevo gobierno podría incluirlos, y además en mejorar la institucionalidad electoral de nuestro país.

Deja un comentario
20 dic 2013

Democracia vs. dictadura, desafío universal

Las noticias provenientes de Corea del Norte señalan que bajo la autocracia de Kim Yong Un se ha desatado un ajuste cuentas y un reequilibrio en el poder, iniciado con la ejecución de quien aparecía como el “número dos” del régimen, el mismísimo tío y, según los medios informativos, “mentor” del gobernante responsable del juicio sumario previo a quitarle la vida.

Las causas de tan violenta convulsión interna se desconocen y, posiblemente, en su trasfondo profundo nunca se sepan. Es la dinámica del régimen de naturaleza estalinista, puesto en marcha por el abuelo del actual Kim, padre del anterior Kim y fundador del Estado totalitario, llamado Kim Il Sung,

Se trata, desgraciadamente, de la perversa deformación del Estado de los obreros y campesinos proclamado como objetivo fundacional del movimiento comunista internacional hace ya un siglo, en medio de la profunda crisis del sistema capitalista que concluyera en la Primera Guerra Mundial, devenido por un artificio ideológico en una férrea dictadura que utiliza el terror como arma esencial de perpetuación, al igual que sus antípodas en la derecha, como Duvalier, Stroessner, Idi Amín Dada o Pinochet.

El estalinismo se incubó en los lejanos países del “Este” europeo, pero en el mismo centro del Occidente capitalista se instaló Hitler y el feroz régimen totalitario del llamado nacional-socialismo, que ejecutó el holocausto, el exterminio de una raza y de un pueblo como política de Estado.

Hay que repudiar las dictaduras, sea del signo que sea, porque en definitiva, el Estado pasa a constituirse en una casta que se apropia para sí, sea a través del absolutismo más extremo, como en el caso de Corea del Norte, o a través de privatizaciones y abusos de poder que enriquecen a un grupo mínimo de privilegiados e incondicionales, como ocurre con las dictaduras neoliberales, pero, finalmente, se arrebata a pueblos y naciones sus derechos y libertades; sus propiedades y pertenencias adquieren una fragilidad intrínseca ante un poder estatal omnímodo que en cualquier momento o circunstancia adopta las más sorpresivas pero atroces decisiones, siempre en una cadena sin fin de auto perpetuación a cualquier precio.

¿Se puede vivir en un régimen que, en cualquier momento, puede prescindir de la persona que sea, de un grupo social o étnico, decidiendo el término de su libertad, la expropiación de sus tierras o propiedades con la excusa del “interés estatal” o del “mercado libre”?

El burócrata o el avaro codicioso desalojan, despojan y expropian a miles o millones de sus raíces, su identidad, sus hogares y recursos.

En esas condiciones, la vida y la dignidad humana se convierten en un delgado hilo de sobrevivencia y subsistencia enteramente ajeno al carácter inviolable e inalienable que tales valores han alcanzado en la cultura universal, donde han ido asentándose a escala planetaria, paso a paso, como lo indica el estado actual de la civilización. Tales preceptos sólo pueden ser respetados en democracia.

Para el socialismo chileno, ese es el valor fundamental del régimen democrático en el cual está comprometido.No existe razón alguna ni de régimen político, sistema económico social, credo religioso o de naturaleza racial, que pueda situarse por encima de la dignidad y del derecho a la existencia que posee inarrancablemente cada ser humano, porque es su portador y sólo a él le está entregada la condición de tal.

El socialismo chileno es parte de este legado universal. En diciembre de 1989 el Partido Socialista se reunificó luego de un largo y doloroso período de divisiones internas, alentadas por la dictadura y sus servicios represivos, que atomizó a la organización partidaria y la situó al borde de su extinción como fuerza política nacional.

La lucha por la democracia y la unidad socialista revitalizaron al duramente golpeado mundo socialista, proclamando entonces que la naturaleza democrática de los objetivos históricos del socialismo no puede ser negada bajo ninguna circunstancia o pretexto a través de gobiernos dictatoriales por “breves” que estos se proclamen, pues la experiencia planetaria no se equivoca, en cada dictadura que surge aparece de inmediato su afán de perpetuación.

Por una parte, los abusos del mercado pueden tornarse endemoniados en la sustracción de riquezas a las grandes mayorías y, por otra parte, los crímenes de Estado han llegado a ser estremecedores.

Los argumentos se conocen. De un lado, que no se debe poner freno a las fuerzas del mercado, que las regulaciones entorpecen y, la más vulgar, que “hay que cuidar a los ricos” para que inviertan y creen riqueza.

Del otro lado, el cerco de las fuerzas enemigas hace inevitable una dictadura que frene la traición de dirigentes corruptos, que existe la infalibilidad del líder alimentada por el culto a la personalidad. En fin, desde la tecnocracia o la burocracia gobernante brotan infinitas excusas para que el régimen en el poder se vuelva cada vez más hermético y se atrinchere inescrupulosamente al precio que sea. Las dictaduras generan una cultura de corrupción y erosionan gravemente la ética social.

Desde Stalin a la fecha, los métodos de eternización han florecido. Pero no cabe duda que la teoría de un único y exclusivo partido gobernante ha sido el instrumento más determinante de tal designio, de esa voluntad de quienes gobiernan sin oposición, de seguir haciéndolo por tiempo ilimitado.

La experiencia socialista en la Unión Soviética se desplomó, precisamente, por la absoluta ineptitud del Estado de avanzar y conquistar nuevas metas en el desarrollo social, en el régimen económico y el sistema institucional, en el marco de la dominación del “partido único”.

El núcleo de la deformación estructural del “partido único” arranca de la desnaturalización del control estatal por la voluntad totalitaria de aquel grupo que se hace del “aparato” y lo usa para su perpetuación. En el caso soviético, la decadencia del período de Breznev no pudo ser resuelta sino hasta la extinción de la gerontocracia por el inevitable paso del tiempo.

Sin democracia, el llamado “socialismo real” y el aparato estatal que lo sostenía pasaron a ser una cáscara vacía. La imposición de un partido único no hizo más que debilitar las conquistas del socialismo, en lugar de hacerlas “irreversibles”, como se preconizaba.

Advirtiendo la gravísima distorsión de la teoría del partido único, el fallecido líder socialista chileno, Clodomiro Almeyda, elaboró en los años ’80, en tiempos de plena dictadura en Chile, su posición respecto del “carácter pluralista de la vanguardia”, argumentando tras dicho concepto que los procesos históricos se expresan en diferentes vertientes de pensamiento, organizaciones partidistas y corrientes ideológicas, que son un resultado objetivo de la evolución de cada país, por lo cual no pueden ser suprimidas ni coartadas por la simple voluntad de los gobernantes en un momento determinado de la vida de una nación.

Por eso luchó con toda su energía intelectual, política y moral contra el ya derogado artículo octavo de la Constitución pinochetista, que pretendía la exclusión por sus ideas de quienes pensaran distinto a la verdad oficial de entonces.

Su alegato ante el Tribunal Constitucional, que le aplicó tal aberración jurídica en 1987, resulta ser una pieza notable en la defensa de la libertad de pensamiento, realizado por un hombre de claras convicciones socialistas, ratificando con ello el sentido esencialmente democrático e intransablemente libertario del ideal socialista.

Las experiencias de las dictaduras de derecha indican que también trabajan arduamente para configurar su “partido único”, el de los privilegiados, de los abusadores, los que lo atrapan todo, los que no pierden nunca y mandan siempre.Es la herencia que en Chile hasta ahora no ha podido borrar la UDI como marca de origen, desde la noche de las antorchas en Chacarillas, para sublimar la megalomanía del dictador en 1977.

Ante ello, la lucha de los demócratas chilenos, de quienes lo entregaron todo para recuperar la libertad perdida, logró hacer perdurar la vigencia de la democracia como legado esencial de la tradición republicana del país.

Hoy el gran desafío es reformar los países en democracia, no como la tarea mesiánica de un grupo de iluminados, sino como la síntesis participativa y creadora de las demandas y objetivos compartidos de la sociedad civil y de las fuerzas sociales, generadas y conducidas bajo las normas y procedimientos democráticos que el desarrollo humano ha producido y que en cada nación se expresan de manera original e irrepetible.

La tragedia de Corea del Norte debe servir para afianzar y robustecer tales convicciones; ahora el régimen “borra” de Internet las noticias desde octubre hacia atrás, rehaciendo la historia, al igual que lo vaticinara la novela de Orwell “1984”, en el afán de eliminar la huella del defenestrado “tío”, fusilado sin contemplaciones.Esto confirma que, sin democracia, el capitalismo o el comunismo se convierten en una dominación que puede llegar a los peores extremos.

El futuro del socialismo chileno está unido inseparablemente a su capacidad y fortaleza de consolidar y hacer del régimen democrático, no sólo una realidad institucional, sino que una cultura y una manera de existir, en que los derechos y libertades son parte del diario vivir, sin que aventura política alguna pueda trastocar o revertir esas conquistas universales, enraizadas definitivamente en la sociedad chilena.

3 comentarios
20 dic 2013

Saludo en estas fiestas

Este es el instante en que tenemos que escribir cada momento de nuestra historia, la cual debiera ser el resultado de una nueva consciencia individual y colectiva, motivada por los valores de justicia, equidad, reconciliación, solidaridad, paz, amor y compasión.

El nacer es un proceso que demanda una transformación del infinito a lo finito, para volver diariamente al infinito.

Este es el desafío, ¡alcanzar la capacidad de renacer en cada segundo de la vida, hasta volver al infinito!

Este camino llama a entender en profundidad la “alquimia” de nuestro origen: los elementos, los símbolos, y los procesos de auto-realización que esta alquimia representa. Parte de una auto-realización es formar un todo entre nuestro ser material y espiritual.

El imperativo de hoy es hacer de este mundo material lo mejor que podamos, juntos, como un todo, como un colectivo interdependiente.

El lema en estas fiestas debe ser, yo soy porque tú eres y tú eres porque yo soy.Buscar la interdependencia perfecta.Será sólo en ese momento cuando respetaremos y conviviremos armónicamente con todos los seres vivientes de este planeta.

Si no entendemos esta alquimia del origen, será muy difícil que nos orientemos correctamente a nuestro destino. Un destino que establece las bases para pasar de lo material a lo infinitamente espiritual.

La economía, la política, el trabajo, el descanso, y todo en nuestra vida cotidiana forma parte de estos procesos. Todos y todo tiene una dimensión espiritual, una semilla que debe renacer constantemente para dar los frutos que esperamos. Todo tiene geometría, todo tiene un ritmo perfecto, y debemos acercarnos a esa geometría y a ese ritmo perfecto.

Los desajustes tienen costos muy altos a través de enfermedades de la mente, cuerpo y alma.Constaté vivamente durante este 2013 los impactos que tienen los desajustes políticos. Pero estos son solamente un ejemplo de una matriz de actividades humanas que marcan nuestro destino.

Que estas fiestas sean maravillosas para todos y cada uno de ustedes. Que los hogares estén llenos de bendiciones y de una fuerza especial que permita a nuestro país renacer a un nuevo espacio de equidad, justicia, solidaridad, reconciliación, paz, amor y compasión, lo repito.

Que protejamos lo que tenemos, y que es nuestro.Que veamos los espacios necesarios para darles un futuro real y feliz a nuestros hijos, nietos y bisnietos.Que entendamos que la naturaleza es el fiel reflejo de nosotros mismos.El cuidado del medioambiente es la expresión externa de cómo cuidamos nuestro propio ser interno.

¡Felices Fiestas!

2 comentarios
19 dic 2013

El partido comunista y el futuro gobierno

Pertenezco a una generación que, hace varias décadas, debatió y polemizó con diferentes manifestaciones que tuvo el marxismo en Chile, entre otras, el partido comunista.

En lo personal, diferentes escritos avalan lo señalado y al releerlos en la perspectiva del tiempo y sin olvidar el contexto en los que se originaron, tengo la sensación que la inmensa mayoría de ellos fueron más que adecuados, así como también hubo un par de veces en que claramente me equivoqué. Me imagino que esto le ha pasado a muchos de los entonces jóvenes profesionales o estudiantes universitarios.

Sin embargo, y no estimo necesario tener que detenerme especialmente en ilustrarlo, el mundo experimentó cambios radicales desde los 80’en adelante y los efectos políticos, socio-económicos y culturales a nivel mundial, a propósito del término de la guerra fría, de la caída del muro de Berlín y la aceleración del proceso de globalización, se han ido catapultando y retroalimentando tanto en sus dimensiones positivas como en sus preocupantes y censurables consecuencias.

En medio de una suerte de mutación socio-cultural planetaria, la ideología marxista y su expresión organizacional por excelencia, el partido comunista, también ha evidenciado una clara reorientación y ha hecho públicas nuevas tesis y enfatizado nuevos problemas.

En el caso de Chile, desde su apoyo a don Patricio Aylwin en la primera elección democrática después de diez y siete años, hasta su XXIV congreso del 2010, el PC criollo lleva a cabo un tránsito desde la marginación del sistema hacia la incorporación al mismo, lo que se plasma en su participación en diferentes procesos electorales y en la incorporación de algunos de sus militantes, vía elección popular, al Parlamento Nacional.

En lo estrictamente ideológico, al analizar los acuerdos de su ya mencionado XXIV congreso , se establecen tres líneas principales de acción en lo que se refiere a los desafíos más inmediatos de nuestro país.

1.- Impulsar cambios sociales democráticos, lo que supone dar especial importancia a los eventos electorales en los diferentes niveles de la sociedad.

2.- Priorizar las reformas estructurales que permitan sacar al país de la preponderancia del modelo neoliberal.

3.- Para llevar a cabo estos cambios , sumar al centro político y buscar la mayor convergencia de actores sociales a través de la movilización social.

A partir de estos antecedentes y habida consideración de su incorporación formal al pacto electoral de la Nueva Mayoría, el actual debate sobre la mayor o menor pertinencia de la incorporación del PC a la gestión gubernamental en la primera línea, léase asumiendo cargos de Ministros de Estado, me provoca las siguientes consideraciones.

Ciertamente, no está en discusión que es la Presidenta electa Michelle Bachelet quien debe tomar las decisiones al respecto y zanjar cualquier controversia

El PC ha suscrito públicamente un compromiso, no con cualquier programa de gobierno, sino con uno muy específico y concreto que es de conocimiento ciudadano, esto es, el conjunto de propuestas por las que Michelle Bachelet superó apabullantemente a la coalición de derecha en los recientes comicios electorales.

Dentro de este marco y para trabajar en estas reformas y medidas, estimo que todos y cada uno de los miembros integrantes de la coalición Nueva Mayoría están en principio habilitados para colaborar en las más altas gestiones del futuro gobierno.

Si frente a las importantes reformas que el futuro gobierno está comprometido de llevar a cabo, surgen inconsecuencias, obstaculizaciones, exigencias desproporcionadas y/o negociaciones cuyo trasfondo es simplemente cambiar el espíritu de los cambios o definitivamente abortarlos, no sólo el partido Comunista, sino cualquier otro partido de la coalición oficialista que así actúe, tendrá que ser honesto y abandonar el gobierno y/o tendrá que así requerírselo la Presidenta.

Si frente a sucesos internacionales o nacionales significativos, se da una seria controversia entre el ejecutivo, partidos de la coalición y/o miembros del equipo de gobierno, y tal cual ha ocurrido otras veces en el país, la Presidenta podrá proceder a los respectivos cambios de gabinetes, con mayores o menores consecuencias para la gestión gubernamental futura.

La historia política internacional presenta numerosos casos en que los gobiernos y ministros se constituyen por personas y partidos que, aunque con diferentes pasados políticos y con sustratos doctrinarios diferentes, están de acuerdo en ese momento específico y concreto, en los modos y estrategias para llevar a cabo transformaciones en su sociedad, cuyas implicancias para el bien común, superan con creces las diferencias del pasado.Creo que este es el caso actual de nuestro país en cuanto al rol del PC en relación al futuro gobierno.

Construir proyectos societales con metas específicas que comprometa a una mayoría sustantiva por un tiempo importante, no sólo es un tema de gobernabilidad del Estado (cuestión por cierto muy importante), sino también una cuestión que desafía nuestra razón de ser como militantes o simpatizantes de determinados partidos políticos o simplemente adherentes a tal o cual cosmovisión o filosofía social

Para quienes hemos participado alguna vez en la política y hemos llegado a ella con una motivación social-cristiana, en la actual situación de Chile y a propósito del tema en comento, la gran cruzada es, en palabras del Papa Francisco en su reciente Evangelii Gaudium, ” tenemos que decir no a una economía de la exclusión y la inequidad.Esa economía mata.Hoy todo entra dentro del juego de la competitividad y de la ley del más fuerte, donde el poderoso se come al más débil”.

“En este contexto, algunos todavía defienden las teorías del «derrame», que suponen que todo crecimiento económico, favorecido por la libertad de mercado, logra provocar por sí mismo mayor equidad e inclusión social en el mundo. Esta opinión, que jamás ha sido confirmada por los hechos, expresa una confianza burda e ingenua en la bondad de quienes detentan el poder económico y en los mecanismos sacralizados del sistema económico imperante”.

“Ya no podemos confiar en las fuerzas ciegas y en la mano invisible del mercado. El crecimiento en equidad exige algo más que el crecimiento económico, aunque lo supone, requiere decisiones, programas, mecanismos y procesos específicamente orientados a una mejor distribución del ingreso, a una creación de fuentes de trabajo, a una promoción integral de los pobres que supere el mero asistencialismo”.

En esta carta de navegación que nos señala el Papa, tan válida para nuestra realidad, el éxito en la implementación del programa del futuro gobierno puede ser un gran paso (siempre quedará por hacer). Pero, para ello, debemos estar abierto a trabajar con personas con pasados diferentes y opuestos a los nuestros, pero que en los grandes retos que nos plantea la justicia social y la mejor democracia para Chile, tengamos significativas coincidencias en los contenidos y en la forma.

5 comentarios
19 dic 2013

La verónica del ministro Roberto Ampuero

Con una inesperada verónica, como aquellas de los buenos toreros, el Ministro Roberto Ampuero sorteó, el 17 de diciembre 2013, la compleja misión de dar cuenta de cuatro años de trabajo del CNCA, obligado por el fin del gobierno que le permitió sólo nueve meses de gestión. La tarea era titánica, pero sobretodo con poco que mostrar, menos si se comparaba con el programa ofrecido desde aquellas días de los grupos programáticos Tantauco.

La obra realizada tiene dos orígenes: la inercia de los dos gobiernos anteriores que habían cumplido con instalar y hacer funcionar la nueva institucionalidad iniciada el 2003 y la sorpresa del terremoto del 27F que obligó a destinar recursos a la reconstrucción patrimonial.

En atención a lo reducido del legado, Ampuero amplificó el periodo a reseñar y optó por resumir los diez años de existencia del Consejo de la Cultura y las Artes.

No sólo eso, también recogió aquello que, según lo anunciado por el programa de la recién electa Presidenta Bachelet, será el sello de su gestión en cultura: multiculturalismo y descentralización.

Saludó en lenguas de nuestros pueblos indígenas y esbozó logros región por región, escudriñando en cada una de ellas los avances recientes así como sugiriendo rasgos que las caracterizan permanentemente, así por ejemplo, escuchamos en más de una ocasión que el sello de Arica Parinacota es la cultura afro descendiente y el de Magallanes, su proximidad con la Antártica.

El resto de lo descentralizador lo puso con su ejemplo: ejercer desde Valparaíso -un sueño de Agustín Squella, mentor de la institucionalidad vigente- que los ministros anteriores lo vivieron como pesadilla.El hecho lo reconocieron las autoridades locales y nacionales residentes en la zona, que acompañaron a Ampuero en número y solemnidad, destacándose el hecho de que la cuenta se entregaba en un emblemático edificio patrimonial que había sido rescatado desde el abandono y el oprobioso apelativo de “ratonera” por una iniciativa privada y educacional (¿otro símbolo?).

Luego de recorrer aspectos pertinentes de la historia de Valparaíso como los aportes filantrópicos de antiguos habitantes (Federico Santa María, Pascual Baburizza, Juana Ross de Edwards), diversidad religiosa (“el primer cementerio de disidentes”) y valentía (el bombardeo de la escuadra española a una indefensa ciudad puerto el 31 de marzo de1866), Ampuero se refirió a las figuras que habían encabezado la construcción de la institucionalidad cultural chilena que cumple diez años: Manuel Antonio Garretón, Milán Ivelic, Agustín Squella, Raúl Allard, ente otros, junto con reconocer el aporte de los tres Ministros que lo antecedieron.

En el escenario de una década era posible encajar la principal obra, de lejos, de ésta y las anteriores administraciones: la infraestructura cultural.

Desde la propia sede del CNCA, ex correo de Valparaíso y su cercana ex Cárcel, hasta los teatros regionales de zonas extremas como Punta Arenas (“con fondos municipales y regionales”) e Iquique, sin dejar de mencionar al GAM, eludiendo con otra verónica – menos vistosa- la impresentable decisión del gobierno que representa, de postergar sus segunda y tercera etapas.En concreto, se multiplicó para 2014, cuatro veces el presupuesto 2013 para Teatros Regionales.

Dada la infraestructura existente, es natural destacar los esfuerzos por ocuparla a través de programas de formación de redes y ampliación de fondos concursables para estimular a creadores y gestores a darles vida.

El presupuesto 2014 considera una nueva glosa, de más de 4 mil millones de pesos, para la llamada Red Cultura. Con cargo a este ítem “se podrán financiar iniciativas de intercambio entre programadores y oferentes de programación, actividades de fomento a la programación de contenidos artístico culturales de calidad, iniciativas de apoyo al desarrollo cultural local en comunas con altos índices de población vulnerable, iniciativas de apoyo a la gestión de infraestructura cultural municipal y regional, asesorías para el desarrollo cultural municipal y formación para los actores culturales”.

Ambos programas incrementados tienen su germen en la Comisión Presidencial de Infraestructura Cultural creada el 2000 y sus tres seminarios de la “Red Nacional de Espacios Culturales” para responsables de dichos espacios, iniciados en el Museo Lord Cochrane de Valparaíso, en junio de 2001, dos años antes de la creación del CNCA.

En el crecimiento presupuestario, las noticias fueron que para 2014 se asignaron al CNCA $ 52 mil 579.772 millones versus $ 46 mil 831.705 millones de 2013, con un crecimiento del 12%, y la ampliación de recursos para fondos concursables que también superó el porcentaje de crecimiento del presupuesto nacional -$ 27 mil 399.453 millones, versus $ 24 mil 909.702 millones de 2013, con un 9% de crecimiento.

El Ministro calificó como un gesto republicano a quienes lo sucedan este crecimiento presupuestario. No fue el único gesto de ese carácter en los meses en que Ampuero ocupó el sitial de Plaza Sotomayor. Otro fue su presencia en un amplio debate en el Parlamento dispuesto a escuchar, por primera vez, al mundo de la cultura en su conjunto, respecto del proyecto de ley de ministerio, que continúa su camino en la Cámara de Diputados recibiendo recientemente a representantes de pueblos indígenas y de Libertad y Desarrollo.

Por ahora, parece haberse convertido en un cascaron vacío, a punto de ser llenado por el gobierno recién electo, de contenidos muy diferentes a aquellos de su primera versión, enviada por el gobierno saliente.

Otro aspecto legislativo, que quiso ser la fortaleza de su antecesor, terminó con un pobre balance de una ley de donaciones culturales aprobada precisamente sin el aspecto que éste más quería: las pymes culturales. Lo demás fue un anuncio conocido, como la modificación de la ley de premios nacionales que data desde el primer Directorio Nacional del CNCA (2004/2008).

Original fue el anuncio de la incorporación del factor estético en las licitaciones públicas más allá del meramente presupuestario, un verdadero desafío a contralorías, haciendas y otras burocracias poco entrenadas en este arte.

Hay otros gestos en el ámbito de la descentralización como son la entrega de galardones en capitales regionales y, a la inversa, la entrega en La Moneda de premios internacionales, que contaron con la presencia del Presidente de la República, como los que recuerdan a Pablo Neruda y Manuel Rojas.

Un gesto no menor si se considera que la administración que termina no dejara una huella favorable en la cultura. Más bien al contrario: deplorables comportamientos de funcionarios de confianza tanto en el mal trato de personas vía medios electrónicos como en la solidaridad de un ex Director regional con procesados por atentados a los derechos humanos, se unen a reducciones presupuestarias a Balmaceda Arte Joven, Matucana Cien y la mencionada sala del GAM.

Para Ampuero, uno de los grandes hitos en materia internacional de esta administración -junto a la presencia en la FIL de Guadalajara y la Bienal de Venecia- será la realización de la Sexta Cumbre Mundial de las Artes, organizada por el CNCA en conjunto con la Federación Internacional de Consejos de Artes y Agencias Culturales (IFACCA).

Éste es el principal encuentro de reflexión cultural a nivel internacional, que reunirá en enero de 2014 en el Centro Cultural Estación Mapocho a cerca de 500 expertos en políticas culturales, representantes de ministerios, agencias culturales y académicas de todo el mundo para debatir sobre Tiempos creativos y nuevos modelos para el desarrollo cultural. “Desde luego, son múltiples los desafíos que tiene aún el devenir cultural en Chile y no podemos avanzar en este mundo global sin tener espacios de diálogo”, concluyó.

Diálogo que, al menos en cultura, nunca debe interrumpirse. Como lo prueba el que no es posible aislar su desarrollo por períodos presidenciales sino por ciclos más amplios, conforme a su especial dinámica.

Deja un comentario
19 dic 2013

Lo que dejó la elección y lo que viene

Terminadas las elecciones presidenciales, creo necesario destacar algunas conclusiones que se pueden derivar de las jornadas democráticas vividas, primero, el 17 de noviembre y, luego, el 15 de diciembre.

El primer hecho que salta a la vista es la confirmación del enorme arrastre que tiene Michelle Bachelet en la ciudadanía, lo que constituye un fenómeno político pocas veces visto en la historia de nuestro país.

Pese a todos los ataques que recibió durante más de tres años, a la indisimulada intervención electoral del Gobierno y a la campaña del terror que vimos en las últimas semanas, se impuso con gran facilidad en las primarias y en las dos vueltas de las elecciones presidenciales, prácticamente doblando la cantidad de votos obtenida por su rival.

En el caso particular de estos comicios los resultados son muy claros: Michelle Bachelet fue la única candidata que logró interpretar plenamente -con propuestas serias y responsables, y no desde el populismo- los cambios que está exigiendo la mayoría de los chilenos. Su programa, respaldado por todos los partidos de la Nueva Mayoría, plantea profundas transformaciones políticas, económicas y sociales, y soluciones concretas a los problemas y necesidades del país.

En segundo lugar, lo ocurrido el domingo pasado confirma el derrumbe de la actual administración.Aquí hay verdades incontrarrestables: la oposición ganó ampliamente las elecciones municipales, las parlamentarias, las de consejeros regionales y la presidencial.

Esta seguidilla de derrotas representa un evidente fracaso para la actual administración y demuestra que hay una ciudadanía desilusionada con un gobierno que no cumplió con las promesas realizadas en la campaña de 2009, y que se ha caracterizado por la letra chica, la falta de diálogo, el efectismo por sobre la eficiencia y en definitiva, por no haber sabido abordar o haber ignorado las principales demandas de la gente.

Hoy muchos de sus adeptos parecen darse cuenta de esta realidad, al punto que ya son varios los dirigentes, alcaldes y parlamentarios de derecha que no ocultan su molestia con La Moneda y las directivas de los partidos de la Alianza por Chile, mientras otros han llegado al extremo de reconocer estar arrepentidos de haber votado por el actual Presidente. Un caos absoluto.

Por último, quisiera expresar que el desafío que tiene el futuro gobierno y la Nueva Mayoría es inmenso.Nuestra coalición tiene la enorme responsabilidad de apoyar a la Presidenta Bachelet con mucha lealtad, colaborando con su gestión y no dificultándosela con mezquindades.

Nadie está al margen de esta tarea y ciertamente no ayudan a ella los vetos a partidos o personas, ni tampoco el estar anunciándose a través de los diarios de que se está disponible para asumir un cargo en el futuro gobierno.

Hoy más que nunca necesitamos gestos de grandeza, compromiso y desprendimiento. No habrá excusa que valga si no somos capaces de responder a la confianza que nos ha entregado la gente y no cumplimos con las expectativas creadas.

El duro castigo que le ha dado la ciudadanía a la derecha demuestra que la gente privilegia la unidad, el orden y la estabilidad por sobre los conflictos, el egoísmo y las divisiones. No olvidemos que así lo sufrimos nosotros cuatro años atrás.

2 comentarios
19 dic 2013

¿Es Chile demócrata?

Democracia es “gobierno del pueblo”. Significa que el poder político para tomar decisiones que repercuten, conducen u obligan a todo el pueblo reside en todo el pueblo por igual. Podría terminar aquí el artículo ya que en Chile no sucede esto ni algo que se le parezca. Se confunde la votación con democracia.

La votación es una herramienta de la democracia para dirimir lineamientos alternativos sobre los objetivos de esa toma de decisiones respecto de las políticas de desarrollo de un país. Pero la votación no reemplaza ni es sinónimo de democracia.

Es más la votación puede enmascarar a un proceso fascista como fue la que aprobó la constitución (autoritaria extrema) que nos rige, que sigue vigente, por lo que se demuestra que Chile no es democrático; el binominal no permite alternativas al sistema capitalista pseudo neoliberal oligárquico y los quórums imposibles de sobrepasar, por lo que una minoría impone su fascismo a la mayoría.

La existencia de la democracia no se demuestra en las votaciones sino en la vida diaria ya que el estilo democrático se aplica en toda circunstancia que el ser humano vive.

La vida del ser humano promedio se ocupa unas 10 horas en trabajar o en estudiar que es el equivalente para el niño y el joven, incluyendo el transporte al trabajo para obtener la subsistencia o llegar a la escuela, 8 horas de descanso incluido el sueño reparador y nos quedan 6 horas para ir a los mercados, comer, excretar, asearse, tener vida familiar, actividades lúdicas o entretenerse, sexuar en sentido amplio, fomento, protección y mantención de la salud propia y de la familia, actividades religiosas y de barrio y así se nos va la vida.

Veamos la democracia en el trabajo que es el 56% de la vida consciente. Los trabajadores no eligen a los empresarios. No hay democracia en la mayor parte de la vida del ser humano y esto no sólo en la gran empresa sino que en la pequeña y mediana también.

Los empresarios, especialmente en Chile que se acerca más a un régimen feudal que a uno capitalista moderno, son más bien tiranos que imponen sus decisiones, por ejemplo inversiones, salarios, condiciones de trabajo, etc. a los trabajadores.La participación de los trabajadores en todas estas decisiones a través de la negociación colectiva es casi un chiste, es más bien una imposición al colectivo.

Sin embargo en Europa en muchas empresas los trabajadores están participando en la dirección de las empresas y ya se están instalando empresas de personas cuyo objetivo no es tanto optimizar las ganancias sino que el bienestar y desarrollo de todos los trabajadores (incluidos los empresarios).

La división entre propietarios de los medios de producción y trabajadores hace una desigualdad e inequidad cualitativas insuperables: divide a los seres humanos en explotadores o dueños del capital y manejo de la ganancia de la venta de la mercancía producida por los trabajadores y explotados, personas a las que se les enajena el producto de su trabajo a cambio de un salario impuesto que es menor que el correspondiente a toda la ganancia distribuida equitativamente.

No es Marx el que inventó la condena a la explotación del pobre sino que está claramente expresada en múltiples partes en la Biblia.

Democracia en el sueño es difícil aplicarla, pero no faltará el que sueñe siendo un trabajador explotado o siendo un empresario con muchos trabajadores a cargo.

Democracia en la familia, esta sí que es muy importante. Hay muchos estilos de socialización de los padres. Está el autoritario impositivo (fascista) que nada tiene de demócrata; el permisivo que podría aparentar democracia pero al no proponer alternativas decisionales contribuye mucho más a formar anarquistas que demócratas y personas irresponsables; el inductivo que propone polos de desarrollo pero deja libertad a la construcción por parte del niño o joven, éste es el que más forma demócratas.

Los elementos o fundamentos de la democracia se dan mayoritariamente en la familia; es evidente que las familias con solo un hijo difícilmente formarán bien a un demócrata,que necesitará de colectivo de pares que puede encontrarlo en la escuela.

Desafortunadamente en Chile el estilo inductivo de autonomía intelectual, moral, estético y espiritual es una rareza, son más frecuentes el autoritario y permisivo.

Democracia en la escuela es el segundo fundamento de la formación en democracia.Desafortunadamente sigue la misma distribución que en la familia pero en ella desaparece casi el estilo permisivo para reemplazarlo por un estilo autoritario, punitivo, restrictivo y castigador de la autonomía del niño.

A lo largo de mi extensa carrera docente (soy profesor normalista con mención en religión y moral, docente en pre y pos grado universitario, formador en una orden religiosa, todo esto por más de 40 años) no he conocido en Chile ninguna escuela o institución formadora inductiva desarrolladora de autonomía, excepto en unas pocas órdenes religiosas.

En Chile por la Constitución y las Leyes se ha prohibido la formación para la democracia, la Educación Cívica está prohibida y cuando se envió una ley para reponerla en la educación chilena un partido de derecha haciendo uso del quórum fascista la vetó porque iba a aumentar la ideologización del alumnado ¡Ignorantes! que no están educados cívicamente.

Es lamentable revisar los discursos de los candidatos a la presidencia que cometen errores graves en educación cívica: confunden público con estatal, Estado con Gobierno, ignoran que las municipalidades son el Estado, etc.

Chile  es apenas una democracia incipiente, más del 90% de las decisiones sobre el desarrollo y de las expectativas para el pueblo de Chile las toman los grandes empresarios, nacionales y transnacionales, el lobby de las grandes empresas con el Parlamento y los canales informativos nacionales como TVN los están transformando en meros efectores de esas empresas, además de la colusión entre ellas.

El poder ejecutivo y el legislativo chileno son meras instancias acomodadoras de las disposiciones de esas empresas siendo que su servicio debiera ser hacia el pueblo que los eligió que es el único que tiene derecho a hacer lobby vinculante sobre sus representantes.

1 comentario