24 mar 2014

Chile en proceso de desarrollo

En los últimos meses, el libro “Por qué fracasan los países” de Daron Acemoglu y James Robinson se ha transformado en el escrito más leído entre los aficionados al área económica.

En gran medida es la consecuencia de una exitosa promoción comercial, realizada por especialistas en el marqueteo editorial, pero también porque han planteado que para tener éxito en lograr el desarrollo el factor clave es crear instituciones políticas inclusivas -aquellas que están suficientemente centralizadas y son pluralistas-, desalojando las de carácter extractivas, en que el poder está reducido a la élite y sus límites son mínimos. Lo demás vendría por añadidura.

Sin embargo, y a pesar de sus sesgos y parcialidades, esta obra tiene importancia, ya que en ella se resaltan algunos factores que son esenciales en el proceso de Desarrollo Económico y Social (DES).

El papel de las instituciones, que ya había resaltado Douglas North, tiene un peso fundamental en el proceso de desarrollo. La transformación de aquellas extractivas en inclusivas ha tenido un papel decisivo en el progreso y la elevación de los niveles de vida.

Un ejemplo reciente es el caso de la India moderna. Esta colonia británica hasta 1948 era un país atrasado en que una parte significativa de la población vivía en extrema pobreza, con continuas hambrunas como consecuencia de fenómenos climáticos y con un poder político disperso en numerosas autoridades locales hereditarias.

La independencia llevó al poder a Nerhu, ese genio político que con el Partido del Congreso logró la unificación de la India mediante una transacción pacífica, a pesar de los poderes en juego: a cambio del desarme de los ejércitos locales y del poder político de los líderes regionales, les permitió conservar sus palacios y otras riquezas.

El liderazgo de Nerhu y su partido se ha trasmitido por decenios y con pocas interrupciones. La unificación política y el germen de un incipiente capitalismo, unido a la imposición del inglés como lengua oficial permitió el progreso de una capa cada vez más extensa de intelectuales y técnicos que logró el surgimiento de una poderosa industria informática, que posteriormente arrastró a otros sectores productivos y la elevación general del nivel de vida.

Si bien la India continúa siendo un país pobre, crece con rapidez y ya no existe la hambruna del pasado.

Pero no solo se trata de establecer con claridad los derechos de propiedad; otra tarea del Estado es su participación decisiva en crear y fortalecer las instituciones centrales que le permitan ejercer el necesario liderazgo. La carencia de un Estado fuerte está en el origen de la incapacidad de muchas naciones pobres para abandonar su condición.

Otro aporte de los autores es la necesidad de destruir las instituciones extractivas, es decir, la existencia de entidades monopólicas y desconcentrar el poder, tarea difícil por la existencia de resistencias decididas para conservar los privilegios. Por lo tanto, el DES implica necesariamente la presencia de un poder político que pueda llevar a cabo las reformas necesarias.

Es por ello que el DES es un fenómeno difícil. Si se considera que no existe una teoría general sobre el desarrollo y tampoco recetas probadas para lograrlo, estamos en presencia de un asunto múltiple, en el que intervienen una serie de variables que actúan simultáneamente y cuyo peso relativo va cambiando en el tiempo.En la medida que se solucionan algunos problemas (signo de progreso) surgen otros distintos, que deben ser enfrentados de una manera diferente.

En la actualidad, Chile se encuentra en una situación expectante, pues después de un cuarto de siglo de crecimiento permanente, que le permitió mejorar el promedio del nivel de vida de su población, entró a una fase de incertidumbre, propia de una sociedad que acumuló numerosos problemas que no han sido enfrentados en la búsqueda de soluciones consensuadas.

Si bien el país dejó atrás hace tiempo la estructura de una sociedad agraria y rural,mantiene una brutal concentración del poder y la riqueza, lo cual requiere de una transformación profunda que permita la paz social y la eficiencia económica, aparte de la satisfacción creciente de las demandas de los segmentos más desfavorecidos.

Amartya Sen expresa que “la sensación de desigualdad también puede erosionar la cohesión social, y algunos tipos de desigualdades pueden hacer que resulte difícil conseguir incluso la eficiencia”.

Entre las condiciones que han permitido los logros mencionados está la disponibilidad de instituciones políticas respaldadas, como la existencia de una democracia estable, con poderes del Estado independientes entre sí y la tranquilidad social durante un largo período.Sin embargo, se observa un deterioro sistemático del prestigio de los partidos políticos que tuvieron un aporte fundamental en el último cuarto de siglo.

Entre los avances ocurridos se encuentra la operación estable de una economía de mercado, aunque sujeta a crecientes críticas como consecuencia de la concentración productiva; la desigualdad social; los insuficientes derechos laborales y de los abusos cada vez más notorios sobre los consumidores. Además, la necesidad de enfrentar las “instituciones extractivas” -todavía vigentes- se hace imperiosa.

La lista de problemas sin resolver no es corta; los hay de naturaleza sectorial y también regional, ya que son muy limitados los avances en la descentralización, manteniéndose el protagonismo sin contrapeso de la capital. Larga sería la cuenta de las materias sin solución del país.

La condición mencionada puede dar lugar a diferentes situaciones, partiendo por lo observado en muchos casos en que las crisis han dado pie a procesos de ajustes que terminan con las deficiencias, reiniciando el progreso a un nivel más alto. Pero también son numerosos los ejemplos en que los países se estancan al no poder superar sus trabas; es la caída en la mediocridad, en marcar el paso. La actual situación de Chile podría derivar en muchos caminos.

Leer versión extendida en: http://www.asuntospublicos.cl/wp-content/uploads/2014/03/1118.pdf

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24 mar 2014

Adolfo Suárez, un díscolo del franquismo que democratizó España

Muerto Franco, los españoles no tenían claro quién tomaría las riendas del poder.

El dictador había puesto toda la maquinaria informativa para que se hicieran a la idea de que el príncipe Borbón, Juan Carlos, llegaría a ser rey. Lo que no había trascendido a la opinión pública era el nombre del político del Movimiento (1), el partido único, que se encargaría de marcar el camino al nuevo monarca. Se barajaban varios nombres. El del almirante Carrero Blanco era uno de ellos pero un atentado que lo hizo volar por los aires lo borró de la lista en cuestión de segundos.

Cuando el ya rey Juan Carlos I eligió como brazo derecho de la transición democrática que vendría a Adolfo Suárez, un joven político que había ocupado, entre otros cargos, la dirección general de Radio Televisión Española y la secretaría general del Movimiento, con rango de ministro, no faltaron los que se llevaron las manos a la cabeza. Se recuerda a un periodista del régimen que tituló uno de sus artículos: “Dios libre a España”. No se sabe si después se arrepintió.

Porque si la sorpresa del nombramiento fue para algunos mayúscula, los resultados de su misión – entre 1976 y 1981-de zafarse del 40 años de dictadura franquista y poner a España entre las democracias modernas fue más que meritorio. Una hazaña, incluso, si se toma en cuenta que Francisco Franco murió como dictador en su cama y que nadie se atrevió a desmontarlo del poder. Los pilares de décadas de autoritarismo habían quedado intactos.

Hoy, con motivo del fallecimiento de Adolfo Suárez, se ha producido algo milagroso, único, tratándose de España, un país con una historia marcada por enfrentamientos, divisiones, comparaciones odiosas, y últimamente por amenazas de secesión. El político que fue el principal protagonista de la Transición política- perdón por el Rey Juan Carlos, que también hizo lo suyo- ha logrado unanimidad de elogios por su tarea. Ni un “pero” se ha escuchado o se ha escrito sobre su cometido.

Al margen de los comentarios sobre las cualidades humanas que se suelen hacer de un personaje ilustre cuando se apaga su vida, políticos, historiadores, opinólogos de todas las tendencias se han rendido por el trabajo realizado. Y hay quienes lo consideran, sin reservas, el “mejor Presidente que ha tenido la España democrática”.

Suárez ya es un mito que perdurará. Y motivos no le faltan.

Fue un político de consensos. Tuvo capacidad para dialogar con todos los sectores y lograr una concordia entre españoles. Formado por los falangistas, supo zafarse de los más inmovilistas y llevar a su terreno a aquellos que apostaban por un cambio de rumbo.

Cuando legalizó al Partido Comunista, enemigo acérrimo de Franco y sus herederos, se ganó el odio de sus ex compañeros de filas y, por el contrario, conquistó a quienes dudaban de su compromiso de traer a España la libertad, la democracia y un nuevo orden constitucional.

Al reconocimiento de los comunistas, hay que añadir que logró sacar adelante la ley para la Reforma Política, que sepultó al franquismo, aprobó la primera Ley de Amnistía, que permitió después de 40 años, el regreso de miles de españoles a su patria, se sentó junto a sindicalistas y empresarios para dar luz a los llamados Pactos de la Moncloa, acuerdo social modélico, y se atrevió a legalizar el divorcio, además de otras reformas claves.

El desgaste político, el aislamiento por parte de sus compañeros de partidos y de alianzas, el ascenso imparable de los socialistas , la pérdida de confianza del rey y las amenazas golpistas, que se hicieron efectivas el 23 de febrero de 1981, diezmaron su carrera. Finalmente, el Alzheimer, que se le diagnosticó en 2002, lo apartaron definitivamente de la política.

Su nombre seguirá en la memoria de millones de españoles, sin distinción de ideologías y con las reservas que cada uno tenga.

(1) El Movimiento Nacional o Movimiento, nacido en 1938, es el nombre que recibió durante el franquismo el mecanismo totalitario de inspiración facista, que pretendía ser el único cauce de participación en la vida pública española, en medio del exterminio de los opositores demócratas,luego del golpe protagonizado por Franco contra la II República española, elegida democráticamente en las urnas.

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24 mar 2014

Un nuevo rumbo a la TV pública

Los objetivos trazados por el Programa de la Presidenta Michelle Bachelet para la TV pública, el nombramiento de Ricardo Solari como Presidente del Directorio de TVN y la entrada en vigencia este año de la Ley de TV Digital, abren una nueva fase repleta de desafíos y parte de los cuales han sido definidos por Solari en sus primeras declaraciones : “uno de ellos, dice, es que en sus pantallas se refleje el interés de los chilenos, sus preocupaciones, sus grandes sueños y anhelos, y por otro, procurar una oferta de entretenimiento que sea cultural, integrador de las regiones, que sea capaz de dar cuenta de la diversidad que tenemos”.

Por cierto, TVN es una creación histórica y ha habido y hay hoy aportes significativos que han llevado a TVN a convertirse en el referente de la TV chilena dentro y fuera del país.

En estos últimos meses TVN ha logrado recuperar la primera sintonía que había perdido, en un contexto de una TV abierta mucho más competitiva que en el pasado, ha incorporado programas de debate político, programas de conversación con personeros de la cultura y en su programación de ficción se integran realidades sociales que permiten a la audiencia recibir entretención pero también contenidos más críticos y analíticos.

Sin embargo, también en este último período se ha cometido errores que han contribuido a dañar la imagen pública del canal y sus objetivos de misión.

Es innegable que la decisión de no exhibir “El Diario de Agustín “ ha dejado en la opinión pública una sensación de censura que es indiscutible.

La partida de Cristian Warnken y de su programa “Una Belleza Nueva” de las pantallas de TVN ha privado al canal público de una ventana cultural que, aunque reducida en audiencia, constituía un verdadero símbolo de un canal que entrega reflexión intelectual de alto nivel.

La forma como se produce la salida de María Eugenia Rencoret del área Dramática de TVN priva al canal de un gran talento y disminuye su capacidad creativa en un ámbito donde el rol de ella y otros profesionales ha sido y es de gran valor.

La propia programación del canal con motivo de los 40 años del golpe militar fue deslavada y no dejó sello alguno, porque no se comprendió, por parte de algunos, el enorme impacto mediático que tendría este acontecimiento en la ciudadanía.

Sin embargo, más allá de estos hechos y otros que han oscurecido en el tiempo, y de la actual gestión, la imagen de TVN ante un país más crítico y con mayores opciones de pantallas y formatos, es evidente que un tema central de hoy es reconstruir el relato público de un canal que debe tener sus raíces en las aspiraciones de la gente.

¿Qué TV pública, en mi opinión requerimos? Parafraseando a Martin Barbero diríamos que una TV pública que continúe siendo masiva, que sea escenario del diálogo intercultural, que tenga programas de gran impacto que se conviertan en hechos sociales que inviten al debate y a la reflexión plural, que amplíe las posibilidades simbólicas y de relato para la construcción de más ciudadanía, más democracia y más participación de la sociedad civil, que entregue instrumentos de criticidad para medir también las imágenes que se reciben en pantalla.

Esto no se logra en la TV pública de hoy y por ello necesitamos cambios que permitan resituar su Misión definida por ley hace lejanos 22 años

Lo planteado es, por tanto, fortalecer la TV pública, el canal como señal de todos los chilenos y en especial de aquellos que no están en la pantalla, porque la lucha por la igualdad pasa también por la construcción de la imagen televisiva.

Se trata, como bien lo señala Valerio Fuenzalida, de maximizar la contribución de TVN al servicio público medido en términos de pluralismo, diversidad programática, descentralización e innovación cultural.

En el fondo es salir de la lógica de que la disputa por el rating debe ser el foco de preocupación de la TV y más bien que la TV pública defina su programación con criterios estéticos, éticos, artísticos y sociales, garantizando la masividad de la audiencia, con el foco de que la información, la cultura, la diversión, son bienes sociales que deben ser garantizados por el Estado para todos los chilenos.

Hay insatisfacción en la ciudadanía con la TV abierta y una demanda de la sociedad de mayor pluralismo, y calidad de la TV pública que debe ser acogida.

Hay un reclamo de mayor diversidad programática a la TV abierta y un dato que da cuenta de este malestar es el crecimiento de la audiencia de la TV de pago, cuyo share total representa hoy más de un cuarto del share total a la TV abierta en un país donde el 65% de la población tiene acceso a la TV de pago.

No se puede eludir el hecho de que el propio pluralismo en el cual se inspiró la actual ley de TVN a la salida de la dictadura es ya estrecho para contener las nuevas formas del pluralismo, que no pueden estar asociadas sólo al pluralismo de partidos, sino al pluralismo político, social, étnico, sexual, de género, territorial, que contenga toda la diversidad de la sociedad chilena de hoy. Este nuevo pluralismo debe incluir la propia composición del Directorio de TVN, que debe ser reconfigurado en esta óptica.

Bien dice el politólogo italiano Giovanni Sartori que el rating no mide calidad de la TV, sino simplemente determina el precio de la publicidad y todo indica que el rating está sobrevalorado como instrumento de medición de lo que se coloca en pantalla.

Esto significa que, en materia de financiamiento, la TV pública y sobre todo la actual señal de TVN, debe mantener su acceso al financiamiento de la publicidad, pero que a este deben agregarse formas directas de financiamiento del Estado e indirectas, como en parte ocurre hoy con los fondos concursables del CNTV, que permitan construir transversalmente una programación de mayor calidad, más situada en el ámbito de la Misión que tiene el canal público que en el rating.

La alta cultura, la programación hacia el público infantil, el análisis político y sociológico sobre la complejidad, los espacios de divulgación científica, lo internacional, y otros temas centrales de la vida cotidiana de los chilenos están ausentes de las pantallas de la TV abierta y para que esto se incorpore se requiere que el Estado dote de recursos adicionales para que TVN pueda cumplir en plenitud con una programación mas segmentada y con su Misión social y creativa.

Un cambio es necesario porque el mundo y la industria de la TV han mutado radicalmente en los últimos 20 años y vivimos una transformación cultural determinada, en buena parte, por la veloz revolución digital de las comunicaciones, de la cual es parte la TV digital que en los próximos años existirá en Chile, que obliga a transformar la TV a la era de internet para adecuarse a los gustos y exigencias de las audiencias que se caracterizan por un alto “nomadismo” y que comienzan no sólo a construir su propia programación, sino también a producir productos televisivos trasmitidos por la red y que la TV abierta crecientemente no puede ignorar.

Lo que se agota no es la idea de la TV pública, que debe adquirir formas nuevas y mejorar su aporte actual al servicio público, sino el modelo de TV vertical, unívoco, centralizado y, como señalan diversos expertos, la TV debe adquirir una capacidad “dialógica” en una sociedad, donde la ciudadanía quiere tener mayores de índices de participación en diversas instancias y también en la generación de contenidos de la TV.

Esta ciudadanía debe ser considerada por la TV no como una masa susceptible de ser manipulada, sino como sujetos de derecho que deben poder acceder a una información orientada como servicio público y no como mercancía.

Hay que tener presente, como bien lo recuerdan los expertos en comunicación argentinos Olivieri y Guerín, si se tiene sólo un concepto mercantilista de la empresa TV, ello colisiona con la función social y cultural de los contenidos de la programación y allí radica un aspecto esencial del cambio que hay que producir.

No hay duda que hay una tensión entre solo financiamiento privado de TVN y las exigencias muy amplias planteadas como Misión por la ley y es este cerco-mercancía el que limita la producción de contenidos, la elección de géneros, la generación de formatos e incluso el carácter y la dimensión de los noticieros, cada vez más poblados de crónicas, micro-crónicas interminables, que desnaturalizan la riqueza y el análisis de la información propiamente tal.

Ello limita la capacidad creativa, porque para asegurar el rating y la publicidad debes arriesgar lo menos posible y contentarte con un interminable ciclo de teleseries que, al margen de la calidad que varias de ellas tienen, algunas con contenidos que dan cuenta de problemáticas sociales, y de la entretención que significan para el gran público, reducen el espacio a otro tipo de programación que requeriría de otros parámetros de medición.

La ley de TV digital entrega una segunda señal a TVN. La TV digital dará la oportunidad para el ingreso de nuevos actores al sistema, lo cual debe garantizar nuevos enfoques, una mayor oferta televisiva, mas diversidad, descentralización, lo local, lo intercultural, otras miradas, pero, a la vez, establece la posibilidad de que TVN se transforme en una empresa multioperadora de varios canales con contenidos segmentados dirigidos hacia aquello que hoy no está presente sustantivamente en las pantallas de la TV abierta.

Coincidiendo con Valerio Fuenzalida, el objeto de la empresa TVN debe ser ampliado al campo actual del audiovisual y de la digitalización multiplataforma. Comparto la definición programática de Michelle Bachelet, de que el Estado financie integralmente una señal cultural con contenidos populares y de alta cultura nacional e internacional y una señal informativa que como Canal 24 horas pase del cable a la TV abierta digital.

TVN es un canal con alta audiencia, masividad, capacidad creativa, prestigio e influencia nacional e internacional. Su modelo televisivo es altamente valorado en América Latina y citado en todos los eventos internacionales como un modelo democrático y pluralista a seguir, lo cual aumenta simplemente nuestra responsabilidad y la necesidad de superar las trabas actuales.

TVN tiene un personal de ejecutivos, técnicos, creadores, artistas, periodistas y trabajadores de alto nivel y experiencia y ello debe trasuntarse más ampliamente en la calidad de lo que ofrecemos al gran público chileno.

Por ello se requieren cambios, para ampliar la Misión de la TV pública que está dañada ante la opinión pública que no distingue la diversidad que TVN debe expresar, para que haya más TV pública, autónoma y transparente en sus decisiones y en su gestión, consultiva con los ciudadanos y con altos estándares de calidad.

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24 mar 2014

Pepe Mujica ya conquistó el Nobel

El Presidente Obama, avergonzado y preocupado por el evidente atropello a los derechos humanos que comete EEUU en la Cárcel de Guantánamo (territorio que ocupa además ilegalmente) solicitó al Presidente José Mujica, de Uruguay, que recibiera en su territorio a los prisioneros Adnan Ahjam, Alí Al Shabaan, Abd Hadi Faraj, Jihad Deyab y Mohammed Tahamatan, secuestrados sin juicio y torturados, algunos por el solo delito de vivir en Tora Bora, el lugar donde fue asesinado Bin Laden, o en los campos de Kabul, las tierras de los talibanes.

Entre los detenidos en Guantánamo, un gulak o campo de exterminio de los EEUU, la mayoría son afganos y pakistaníes.

Obama no confía en los sectores más reaccionarios de su país ni en el poder judicial norteamericano y no quiere pasar a la historia –aunque lo está haciendo – como un Hitler, un Trujillo, un Duvalier o un Pinochet cualquiera.

José Mujica, Presidente de Uruguay, aceptó la petición.

“No lo hacemos por plata o por conveniencia material, señaló, pero no tenemos empacho en decir que le pedimos por favor al gobierno estadounidense que haga lo posible porque dos o tres prisioneros cubanos (acusados de “espionaje” en Florida) sean liberados, porque eso es también una vergüenza”.

“En Guantánamo hay veinte tipos que están presos hace muchos años y no vieron nunca un juez o un fiscal. Yo dije que sí, porque estuve un montón de años preso y estoy podrido de que (sólo) se hable de derechos humanos. ¡Esto es derechos humanos!”

“Si ellos quieren hacer nido aquí y trabajar, que se instalen en el país. Vienen como refugiados y el Uruguay les da un lugar. Si quieren traer a la familia está todo bien, así de sencillo. Jamás aceptaríamos ser carceleros de nada. Tampoco avalamos la juridicidad de la cárcel de Guantánamo”.

Mujica es un ex guerrillero que, en su lucha contra un gobierno apoyado por los EEUU, recibió seis balazos, fue apresado cuatro veces (se fugó en dos) y en la quinta permaneció trece años en prisión (de 1972 a 1985), once de los cuales los sobrevivió como “rehén”, bajo el apremio de ser ejecutado de inmediato si la guerrilla mataba a algún hombre de gobierno.

Está casado con Lucía Topolansky, ex guerrillera y actual senadora uruguaya, que también estuvo en la cárcel durante trece años.

El Presidente Mujica no sólo está encabezando ahora esta lucha por los derechos humanos, sino que también está empeñado en asentar un duro golpe al narcotráfico internacional. El Estado uruguayo producirá marihuana para el consumo interno, que será controlado. Los consumidores comprarán marihuana en servidores legales, abiertos y controlados.

Si los estados del mundo, incluido Chile, imitaran a Mujica, desaparecerían del planeta las redes del narcotráfico que, sin duda, están emparentadas con la oligarquía mundial.

Se equivocan los que creen que José Mujica “es” candidato al Premio Nobel de la Paz, pero que sigan apoyando.Lo está haciendo el Partido Socialista de Chile y podría hacerlo la DC, que proclama su apoyo a los derechos humanos en todo el mundo y es partido hermano de la DC uruguaya, integrante del Frente Amplio, al que pertenece el Presidente Mujica.

Pepe Mujica es ya Premio Nobel de los Derechos Humanos y Premio Nobel de la lucha contra el narcotráfico internacional.

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24 mar 2014

¡La Nueva Mayoría!

Iniciamos un proceso político que está dando sus primeros pasos, no exento de dificultades, retomando, administrando y diseñando la forma de gobernar que la mayoría de los chilen@s prefieren, para realizar las reformas exigidas por la gente y el sentido común.

Un gobierno que en menos de 15 días ha dado muestras de la celeridad, compromiso, disposición y responsabilidad para cumplir con el programa que abarca muchas dimensiones con acento en disminuir la brecha desigual que persiste en nuestro país.

Por esto, aplaudimos el aporte permanente familiar de marzo, el mal llamado bono, ya que es una política pública focalizada hacia las personas más vulnerables de nuestro sistema económico.

Los partidos políticos de la Nueva Mayoría en cambio han dado la nota roja. Los errores cometidos en la propuesta de los profesionales que colaboren en el gobierno, dan cuenta que no hay voluntad para ocuparse de la meritocracia en primer lugar y dejar afuera los favores o intereses particulares políticos, es decir, las malas prácticas políticas a flor de piel.

Cúpulas y militantes postulantes, indolentes frente a la situación paradigmática de la sociedad actual, en la cual la transparencia y la participación directa son el modelo cultural vigente.No sólo debemos hacer un mea culpa, sino avanzar en realizar ejercicios que colaboren a cambiar conductas.

Aunque hay diferencias entre las faltas de las personas renunciadas, pagando justos por pecadores, la incidencia de los medios y de los distintos grupos de interés ciudadano, político social están empoderados de una manera desequilibrada muy peligrosa que puede torpedear de manera grave la construcción de las reformas profundas que necesitamos.

Y desde este punto de vista, los medios tienen una responsabilidad muy importante, ya que estamos viviendo una sociedad “Red”

Veo con desazón la impronta de los medios de comunicación masivos que no están jugando uno de sus roles tan importantes como el de la entretención e información, me refiero a la educación…tampoco existe una supervisión para que se cumplan los estándares de la diversidad del pensamiento social y cultural de Chile.

Los contenidos son hoy el desafío de las comunicaciones y como se conjugan todos los valores humanos, la libertad, la dignidad, la paz, la justicia, la solidaridad, entre otros.

El rol fiscalizador, justiciero, social y político que asumen los medios, me parece genial, es la nueva forma de hacerse parte del trabajo de las instituciones, el riesgo es la farandulización de ello.

Una tarea sin duda entusiasmante para tod@s.

Estamos llamados a contribuir desde los distintos escenarios donde nos corresponda actuar, para encontrarnos con la buena política que soñamos.

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23 mar 2014

La Sofofa falló la puntería

Chile tendrá reforma tributaria, que duda cabe.

Y, aunque algunos sectores se resistan, podemos afirmar que existe un amplio respaldo ciudadano y parlamentario para tramitar esta reforma, pensando en disminuir las brechas de desigualdad que tienen a nuestro país en un lugar muy poco decoroso, por decir lo menos.

Esta semana la agenda estará marcada, sin duda, por las reacciones y reuniones previas al ingreso de la reforma, programado para el próximo lunes 31 de marzo. Y, al respecto, fue la SOFOFA –organización que reúne a los grandes empresarios chilenos- la que pretendió adelantarse, con un autogol de proporciones, pues nuevamente afectó su credibilidad e imagen ante la opinión pública.

Falló la puntería la SOFOFA, luego que su Presidente, Hermann von Mühlenbrock, amenazara con la tradicional campaña del terror del empresariado.

Sus declaraciones fueron desafortunadas, pues lo que las chilenas y chilenos observan, es un gremio, que representando al 1 % más rico, se aglutina frente a un proyecto que lo que busca es mejorar la distribución de ingresos y contribuir al término de las desigualdades.

Es lamentable que el empresariado no logre comprender que un crecimiento sustentable del país requiere avanzar por este rumbo, permitiendo generar educación de calidad para todos y todas, y financiar aquéllas políticas públicas que realmente puedan focalizarse en quienes más lo necesitan.

La experiencia de los países exitosos revela que los países progresan mejor con una menor desigualdad, con servicios públicos eficientes, con educación de calidad para todos y con una adecuada institucionalidad pública. La reforma tributaria será el piso y lo que hoy esperamos es que todos los sectores se sumen.

La marcha realizada este fin de semana refleja que las grandes causas y demandas siguen presentes y que la inmensa mayoría de la ciudadanía aspira a un Chile más inclusivo y participativo, obviamente con menor desigualdad,respaldando la idea de que los que tienen mayores ingresos paguen más impuestos.

Por ello, estoy seguro que la mayoría de la Cámara de Diputados respaldará el proyecto de ley del Gobierno que busca aumentar la recaudación fiscal, aumentar la tasa impositiva para las empresas, que se terminen injustas exenciones tributarias para el décil más rico, que se potencie la fiscalización en Impuestos Internos y Aduanas para disminuir la evasión y la elusión.

La meta propuesta es lograr la aprobación del proyecto antes del 21 de mayo en su primer trámite; para ello, estarán todos los espacios de debate y discusión disponibles.

Sabemos, además, que el 62% de los chilenos, o más, apoya una Reforma Tributaria donde paguen más impuestos las grandes empresas.

Por lo tanto, esperamos con entusiasmo el proyecto y formulamos un llamado a no recurrir a las deslavadas y trasnochadas campañas del terror, que, por lo demás, tienen cero credibilidad.

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23 mar 2014

El Estado y lo público

En los últimos días se ha discutido nuevamente sobre el concepto de lo público, idea que está detrás de todo lo que en el futuro se haga en relación con la educación.

La educación pública depende de lo que se entienda como público y si las cosas están confusas en este punto todos los esfuerzos por impulsar una educación de este tipo pueden ser inútiles.

Defensores de la educación superior privada intentan darle al concepto de lo público una amplitud tal que permita hacer caber este tipo de instituciones dentro de el. Separando convenientemente lo público de lo estatal se puede comenzar a defender la tesis de que también las instituciones privadas de educación son públicas, en cuanto ofrecen un servicio que favorece el interés común de la sociedad.

Detrás de estos argumentos se encuentra también una determinada concepción del Estado y, por consiguiente, de lo estatal, que le quita a estos conceptos su protagonismo en lo que se refiere a lo público. Las tareas públicas serían realizadas con iguales derechos tanto en las iniciativas estatales como en las privadas.

Pero esto es válido únicamente si entendemos el Estado como un organismo neutro, un instrumento sin componentes ideológicos y sin un pensamiento que lo sustente.

Esta idea del Estado inocuo es la que ha presidido todas las políticas públicas en la época del neoliberalismo, que justamente en nuestros días ha mostrado sus limitaciones y ha comenzado a dejarse de lado, no sólo en Chile, sino en gran parte de los países latinoamericanos.

Los límites de esta idea consisten en que la disminución del Estado y su transformación en un instrumento neutro con el objeto de abrirle paso a las iniciativas privadas en diferentes dominios, transforma áreas de interés común en negocios privados que terminan por corroer el sentido mismo de lo público.

Es precisamente lo que ha ocurrido con la educación en Chile, donde los intereses privados se han transformado en un peligro para el desarrollo de lo público. Es eso lo que ha desencadenado las justas protestas de los estudiantes que han llevado a la clase política a las transformaciones que el Gobierno actual se ha comprometido a llevar a cabo.

El movimiento ciudadano no solo ha exigido cambios en el ámbito de la educación, sino también en el sentido de nuestra relación como ciudadanos, en una comprensión nueva de lo que nos es común que ha desembocado en la exigencia de una nueva Constitución.De ahí que el nuevo orden, el nuevo acuerdo ciudadano que se está buscando, incluya también un modo diferente de comprender el Estado y su rol.Lo que significa un nuevo modo de comprender lo público.

El pensamiento del Estado es la laicidad. Lo laico no es una tesis más dentro de la confrontación ideológica al interior de la sociedad, sino un pensamiento que se ubica por encima de esta confrontación.

Pensar como católico, como comunista o como liberal, son opciones privadas que cada ciudadano tiene el derecho de tener o de rechazar.Pensar de un modo laico es defender ese derecho de todos a pensar diferentemente, no implica por lo tanto una discusión sobre las tesis que estas posturas defienden o rechazan, sino únicamente la afirmación de su derecho a tenerlas y a actuar en conformidad con esta idea.

Por eso, el pensamiento laico es el pensamiento común, frente al privado, y por eso el Estado tiene que guiarse en toda ocasión de acuerdo con este pensamiento y con ningún otro. Hacerlo, sería confundir lo que es público con lo privado.

El Estado es laico y solo el Estado puede serlo coherentemente. Cuando el Estado pierde esta dirección, se transforma en un instrumento de poder de partidos, de grupos, de religiones, de ideologías, es decir, de movimientos particulares dentro de la sociedad en detrimento de lo común.

Nuestro país ha vivido demasiado tiempo en un tira y afloja de tendencias ideológicas, ninguna de las cuales ha sido enteramente coherente con la ideología de lo público que es la laicidad.

Esto significa que ninguna ha respetado verdaderamente a quienes se han opuesto a ellas, ninguna le ha reconocido verdaderamente su derecho a la diferencia y ninguna se ha puesto en el lugar de lo común, de lo que nos une a todos, de lo que el Estado debiera siempre garantizarle a sus ciudadanos.

Ha faltado el verdadero sentido de lo público y su necesaria relación con lo estatal y ha predominado el deseo de homogeneizar la sociedad en función de una determinada postura o credo. Por eso se ha perdido el sentido de la laicidad en lo público, como si bastara la afirmación de que las propias tendencias miran hacia el bien común para determinarlas como públicas.

Pero solo la educación estatal puede ser verdaderamente pública y puede consiguientemente garantizar la formación laica de los ciudadanos.La educación privada siempre tendrá un sesgo que es legítimo pero que por responder a intereses de grupos no tendría por qué alcanzar un sentido público.

La educación tampoco es un sistema de conocimientos neutros o un traspaso de valores que necesariamente comprometan los intereses de todos los ciudadanos. Así lo creen los que apoyan este tipo de proyectos, pero la totalidad de los ciudadanos no tienen por qué estar de acuerdo con ellos.

La educación privada educa en el sentido de lo que le interesa a quienes la sustentan, no necesariamente en la dirección de lo común. Por cierto, todos tienen el derecho de educar a sus hijos como quieran, pero lo que el Estado debe asegurar es que la educación que financia corresponda a los valores laicos que son los propios del pensamiento estatal y público.

De ahí que lo público y lo estatal se co-pertenecezcan el uno al otro. Es un absurdo pretender que universidades que no eligen a sus autoridades de manera democrática, cuya definición de misiones no es laica y que además son un negocio, sean también públicas.

La enseñanza pública tiene que ser laica, y la enseñanza laica es estatal. Por lo tanto, lo público es estatal y lo estatal y únicamente lo estatal es lo verdaderamente público.

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23 mar 2014

El obispo Camus

Luego de una larga y dedicada existencia a la Iglesia Católica y a la defensa de los Derechos Humanos ha fallecido, el domingo pasado, el obispo Carlos Camus.

Su extenso paso por la provincia de Linares, sirviendo como pastor y guía de su diócesis, así como, su coraje y valentía como Secretario General de la Conferencia Episcopal de Chile en el momento más duro de la represión dictatorial, en los años 74 al 76, son el testimonio concreto de un ser humano profundamente entregado a su patria y su pueblo.

Tal vez no imaginó el obispo Camus la trascendencia de la misión que emprendió cuando comenzó su tarea. En sus dependencias se reunía la información que develaba los crueles y alevosos crímenes y feroces atropellos a los derechos humanos. Esas acciones no eran hechos aislados.

Por el contrario, las súplicas de las víctimas y el dolor de los vejámenes se configuraban como una vergüenza sin parangón en nuestro país. Así sería reconocido por las propias Fuerzas Armadas un cuarto de siglo después.

Hombres valientes como Carlos Camus se irguieron incalificables ante la degradación del Estado de Chile y lograron dar a conocer y conmover con la verdad al conjunto de la conciencia universal.

Por eso que Pinochet no pudo en 1988 imponer un Plebiscito sin garantías, como sí lo había conseguido en 1978 y 1980, sino que las condiciones impuestas por la comunidad internacional hicieron inevitable el reconocimiento del triunfo del NO que el 5 de Octubre, inició el término de la dictadura.

Mi sensación personal es que su partida, no logró el recogimiento que debió haber tenido en la comunidad nacional.El torbellino de las imágenes, la farandulización de los hechos noticiosos, el creciente desconocimiento del costo social y moral que hubo que pagar para rehacer la democracia es por momentos preocupante e influyen en que cuando despedimos a uno de los grandes, como el obispo Camus, quedamos en deuda como país.

Hoy la tendencia a pensar que las cosas pasaron sin lucha y de manera enteramente fácil, a la postre, ha venido instalando una suerte de filosofía de baja altura en que se desconoce la historia y existan quienes presumen que la vida del país comenzó con ellos.

Ante el debilitamiento de los valores que ello significa, liderazgos morales y de país como el entregado por el obispo Camus toman una dimensión decisiva.

Son esos seres humanos, de carne y hueso, que enseñan que es posible vencer el miedo que provoca el terror y que se puede derrotar la intolerancia, que mientras existan aquellos que se atreven a oponerse y denunciar el terrorismo de estado y el intento de domesticar las conciencias será posible seguir confiando en el porvenir de la civilización humana.

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23 mar 2014

Compartimos la visión de la ministra Rincón, pero vamos más allá

Según algunos medios de prensa la ministra Secretaria General de la Presidencia, Ximena Rincón, ha expresado que “es una opción retirar proyectos de ley cuando son contradictorios con el programa de gobierno” y refutando a sus críticos quienes han dicho que la actual administración ha retirado 14 proyectos de ley enviados al Congreso Nacional durante el gobierno de Piñera, ha comentado “estamos en un trabajo de revisión para ir fijando la agenda legislativa de acuerdo a lo que el país votó en las elecciones presidenciales”.

Es obvio el planteamiento de la Ministra y, a modo de ejemplo, estamos de acuerdo con la decisión del Comité de Ministros del gobierno de Bachelet que está invalidando la resolución ambiental del polémico y fraccionado proyecto energético HidroAysén, que la mayoría de la población no quiere y que los propios ministros de Medio Ambiente y de Energía ya han emitidos sus lapidarios juicios.

En esta oportunidad daremos a conocer nuestra opinión sobre unos discutibles asuntos en el ámbito de la ciudad, que fueron aprobados por el gobierno pasado mediante resoluciones y decretos supremos.

Es decir, sin que los legisladores estuvieran al tanto de los mismos, ni menos existiendo un proceso de participación ciudadana, perdiendo por lo tanto esos actos administrativos la necesaria legitimidad que debe tener toda política pública.

Chile es un país en donde existe un Estado democrático de derecho y si bien las malas prácticas son recurrentes, tanto los gobernantes como los gobernados, debemos esforzarnos para ir paulatinamente erradicándolas, fijándonos una meta cronológica a cumplir.

Vamos al grano con algunas de las situaciones que se tienen que revisar.

1.- Hace pocos meses se aprobó un cambio en la regulación urbana metropolitana, mediante la cual 10.000 hectáreas agrícolas se transformaron en urbanas, ello conforme a una irregular aprobación de los otrora designados consejeros regionales (Cores), hoy elegidos en votaciones populares.

Estos terrenos en la actualidad son aptos para construir viviendas y sus necesarios equipamientos en 8 comunas periféricas y el mayor interesado en este cambio fue el ex intendente y conocido actor inmobiliario, Fernando Echeverría, quien fue felicitado públicamente por Piñera cuando se conoció el resultado de la manipulada votación en el CORE.

La modificación se denomina PRMS-100 porque alude al Plan Regulador Metropolitano de Santiago, instrumento normativo vigente desde el año 1994 y un cierto porcentaje (entre el 20 y el 30%) de esas 10.000 has eran predios rústicos acogidos al DL 3.516 del año 1980 y en razón de ello, la Fundación Defendamos la Ciudad, conforme al artículo 8º de la Constitución de nuestra República y de la Ley Nº 20.285 de Transparencia, le solicitó al Servicio de Impuestos Internos (SII) que le entregara un listado con los nombres de las personas jurídicas y naturales cuyos predios ahora, con las automáticas plusvalías, son urbanos.

Esta lista de afortunados propietarios está en poder de un estudio jurídico por lo que expresaremos enseguida.

El DL 3.516 establece que tales predios agrícolas tienen la prohibición expresa de convertirse en urbanos y las autoridades que deben fiscalizar su cumplimiento son los Secretarios Regionales Ministeriales (Seremis) de Vivienda y Urbanismo, el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) y los propios municipios, en donde se localizan esos terrenos de 0,5 ha, denominados publicitariamente como “parcelas de agrado”.

En ese cuerpo legal también se establece que el Consejo de Defensa del Estado (CDE) deberá ejercer las acciones de nulidad de los actos administrativos que posibilitaron la especulativa transformación de esos predios.

Recordemos que esta injustificada expansión urbana se viabilizó con una resolución del ex intendente Peribonio, abogado recién nombrado consejero del CDE al igual que el presidente de este servicio protector del interés fiscal.

Por lo reseñado y para evitarle una carga de trabajo a los abogados del CDE, sería razonable que el actual gobierno deje sin efecto tal resolución, lo que se le dijo el jueves 20 de marzo pasado en entrevista que sostuviéramos con el arquitecto Pablo Contrucci, nuevo y competente Jefe de la División de Desarrollo Urbano del Minvu.

2.- La contaminación atmosférica es una lamentable realidad en muchas ciudades del país y del mundo y la manera oficial de atacarla es con Planes de Prevención y Descontaminación, que fijan normas y obligan a las nuevas actividades productivas a someterse a lo que se llama Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA), ya sea a través de Declaraciones y Estudios.

La Ley Nº 19.300 de Bases Generales del Medio Ambiente está vigente desde el año 1994 pero su aplicación se inicia en 1997 con la publicación de su Reglamento.

En enero de 2010 se perfeccionó esta legislación, creando los tribunales ambientales y una Superintendencia, como también se le cambiaron los nombres a la Conama y Corema y para los Planes Reguladores, que antes eran sometidos a simples Declaraciones, ahora existen las Evaluaciones Ambientales Estratégicas.

Desde siempre los proyectos inmobiliarios, de acuerdo a ciertos guarismos establecidos en el reglamento, que se ejecutaban en zonas declaradas latentes o saturadas tenían la obligación de ingresar al SEIA habida cuenta los negativos efectos que generaban en la trama urbana.

Los titulares de los proyectos, para simplificar y por lo tanto abaratar el procedimiento utilizaban la ineficaz figura de la Declaración.

A modo de ejemplo, el más voluminoso proyecto inmobiliario que se haya ejecutado en Chile, Costanera Center en la comuna de Providencia, recurrió a una simplificada Declaración que no midió nada.

A raíz de las indebidas presiones del influyente sector de la construcción el gobierno de Piñera, siempre obsecuente con los grandes empresarios, a través del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), organismo que reemplazó a la Conama, eximió con rebuscadas interpretaciones a todos los proyectos inmobiliarios a que se sometieran al SEIA, lo que está reflejado en el nuevo reglamento del SEIA publicado en el Diario Oficial del 24 de diciembre de 2013, ello a pesar de que la ley en este aspecto no ha cambiado.

Es decir, vía un reglamento se transgrede la propia Ley, lo que reviste características un tanto risibles.Es obvio que las nuevas autoridades tendrán que ordenar la casa.

En razón a que las columnas de opinión no pueden ser extensas, no daremos más ejemplos de malas prácticas, pero aprovechamos este espacio para reconocer la juiciosa decisión de la ministra Paulina Saball, quien en estos días le enviará a la ministra Rincón un Decreto para dejar sin efecto uno anterior publicado el 12 de diciembre de 2013 en el Diario Oficial, instrumento que lo hemos calificado de jocoso, tramitado sigilosamente por el ex ministro Pérez Mackenna, el cual por su impúdico contenido fue objetado por todos aquellos que conocen las materias de Vivienda y Urbanismo.

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22 mar 2014

Indios entregados al alcohol

El historiador Sergio Villalobos tiene una virtud importante que hay que reconocer públicamente: es brutalmente franco y no oculta su pensamiento ultra conservador, particularmente, respecto de la cuestión social indígena.A diferencia de sus colegas de ruta en esta lógica, no esconde su desprecio y racismo.

Es el Juan Ginés de Sepúlveda del siglo XVI en la memorable Junta de Valladolid, en la controversia con Bartolomé de las Casas, una especie de “cumbre” organizada por el Consejo de Indias, con el propósito de resolver el dilema (falso por cierto) de cómo entender la relación de la Corona y de la Iglesia con los pueblos nativos descubiertos y conquistados. Ginés de Sepúlveda, coincidentemente historiador, defendía la tesis de la guerra justa en contra de los indios, “por sus pecados e idolatrías”.

Don Sergio Villalobos habló recientemente de “defectos ancestrales” de los mapuches, sin ahondar mucho en aquello.

Para Ginés de Sepúlveda, los indios eran seres inferiores y decía que sus prácticas culturales eran anti natura. Hoy, el profesor Villalobos alega que los mapuche, “de acuerdo a la cultura ancestral escasamente participaban en faenas: “era formalmente un guerrero y un cazador, que vivía relajadamente y entregado al alcohol”.

Si a esto se suma el hecho de que, de acuerdo a sus conceptos, era inaceptable que “hubiese tierras desperdiciadas en manos de los naturales (los mapuche)”, se entiende entonces que estos sujetos estaban desprovistos de derechos.

En el siglo XVI Jesús Ginés de Sepúlveda alegaba exactamente lo mismo. Por eso, el Estado de Chile ejerció la fuerza y la violencia para despojar al mapuche de su patrimonio, como en su tiempo la Corona conquistó con sangre el continente.

Villalobos no es Ginés de Sepúlveda. Por cierto. Y Huenchumilla no es Bartolomé de Las Casas, como es evidente, pero ambos personajes son claves en la lucha por los derechos de indios durante la conquista. Y en algo se parecen en el debate de estos días.

Uno, Villalobos defiende la conquista y sometimiento del Pueblo Mapuche y Huenchumilla busca – como muchos mapuches- reivindicar sus derechos.

Lo más dramático es que, Ginés de Sepúlveda, el severo historiador y filósofo español, capellán y cronista de Carlos I y preceptor de Felipe II, defensor de la conquista española, pareciera revivir, ¡cinco siglos después! en los dichos de quien ha sido ungido, nada menos, como Premio Nacional de Historia, Sergio Villalobos.

De las “reflexiones” del severo jurista Ginés de Sepúlveda encuentro esta afirmación categórica y explícita (Ginés tampoco tenía pudor con la franqueza) en su libro “De la justa causa de la guerra contra los indios”.

“Con perfecto derecho los españoles imperan sobre estos bárbaros del Nuevo Mundo e islas adyacentes, los cuales en prudencia, ingenio, virtud y humanidad son tan inferiores a los españoles como niños a los adultos y las mujeres a los varones, habiendo entre ellos tanta diferencia como la que va de gentes fieras y crueles a gentes clementísimas. ¿Qué cosa pudo suceder a estos bárbaros más conveniente ni más saludable que el quedar sometidos al imperio de aquellos cuya prudencia, virtud y religión los han de convertir de bárbaros, tales que apenas merecían el nombre de seres humanos, en hombres civilizados en cuanto pueden serlo”.

Sí. El pensamiento de la conquista española sigue todavía vigente. Y en Chile podemos encontrar en el profesor Villalobos uno de sus más conspicuos seguidores.

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