31 jul 2014

El desafío de la DC

Cualquiera es libre de interpretar de la mejor manera que crea posible, el resultado de la Junta Nacional de la Democracia Cristiana, pero lo que sí es relevante es que el debate allí generado, debe ayudarnos a esclarecer cuál es el verdadero rol de la DC en esta relación con el Gobierno y con los partidos de la Nueva Mayoría y, por sobre todas las cosas, cuál es la relación que nuestra colectividad debe tener con la ciudadanía.

Está bien y es muy lógico demandar protagonismo, demandar respeto.Pero el respeto no se gana por decreto o por mostrarse lo más díscolo posible, ni menos aún se gana con artimañas tales como condicionar apoyos a los compromisos legislativos del gobierno.El respeto se gana y se merece con hechos, con liderazgo efectivo, convocante, aglutinador, con amistad cívica y con muestras claras de responsabilidad y seriedad política.

La DC ha sido conducida hasta un punto en el que queda la sensación de que está incómoda con el proyecto político liderado por la Presidenta Bachelet, y eso no es cierto.

En estos meses de gobierno, hemos quedado en la estacada con la sombra de que no apoyamos la reforma tributaria ni la reforma educacional y que incluso en algunos temas, estamos más cerca de la derecha. ¡Y eso no es cierto!

Le pido humildemente a los camaradas de todo el país, hacer un alto y una reflexión profunda acerca de qué imagen es la que proyecta hoy el partido y cuál es la imagen que nosotros creemos que deberíamos ofrecer.

Me gusta la idea de un partido de vanguardia, moderno, a tono con las tendencias no sólo del mundo desarrollado sino también sintonizado con la ciudadanía que tiene las cosas muy claras respecto de lo que espera para Chile.

Si la gente no hubiera querido cambios profundos o hubiera demandado cambios cosméticos, sería Evelyn Matthei o Andrés Velasco los que estarían hoy sentados en La Moneda y eso no ocurrió.¿Vamos a seguir dando la imagen de que el partido está cuidando intereses corporativos, de sectores específicos?

En mi opinión, es mejor que el partido lidere la búsqueda de soluciones que sean aún más novedosas, profundas y revolucionarias para avanzar hacia una sociedad chilena más justa, equitativa, solidaria y humana.

Y eso no se hace defendiendo modelos fracasados. No se hace menoscabando la amistad política de nuestra coalición; por cierto que hay espacios para trabajar y buscar acuerdos con la derecha, de eso se trata la democracia y ese puede ser un rol específicamente interesante de la DC, pero lo esencial es avanzar con el programa de gobierno que prometimos a la gente y por el que la ciudadanía votó.

La DC no tiene un problema con la Nueva Mayoría, tiene un desafío con el país. Queremos ser protagonistas, pero no protagonistas de una teleserie de egos ni de miedos infundados; deberíamos más bien estar debatiendo acerca de cómo ser parte de una buena historia de logros, conseguidos con lo mejor de nuestros liderazgos, apuntando a actuar de manera moderna y audaz ante tiempos que son de profundo cambio y que requieren más que nunca de ductilidad y mucho ingenio político.

Lo otro, es quedarse aislados defendiendo con muelas y dientes algo que la ciudadanía no quiere.

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31 jul 2014

Israel – Hamas, la solución es política, no militar

El conflicto entre Israel y el movimiento Hamas ha cumplido tres semanas.Hasta el momento no se vislumbra ningún alto al fuego, pero es posible sacar ya algunas conclusiones preliminares de este enfrentamiento, que tiene que ver con una polarización todavía mayor en las sociedades palestina e israelí, una crisis humanitaria en Gaza y un aumento del antisemitismo.

Primero, ha potenciado políticamente a Hamas, movimiento islamista que busca la destrucción del Estado de Israel.En la actualidad, el apoyo al mismo no se limita a Gaza, sino que manifestaciones a su favor se registran en el resto de Palestina, incluyendo Jerusalén Oriental, algo poco frecuente antes del comienzo de las operaciones militares.

La ofensiva israelí está logrando unir a los movimientos islamistas sunnitas y chiitas, hasta el punto de que hoy se vislumbra un aumento de la cooperación entre Hamas y Hezbollah, movimiento chiita con base en Líbano. Mientras en Irak y en Siria, el movimiento jihadista sunnita, que ya ha formado un Califato en Mosul, se enfrenta con los chiitas iraquíes y con Irán, en Israel y Palestina se vislumbra una mayor cooperación entre estas dos ramas rivales del islamismo radical.

Por otro lado, ha beneficiado a la derecha y la extrema derecha israelí, al tiempo que el campo de la paz se reduce notablemente. La primera, encarnada en el Likud, es partidaria histórica de aumentar la seguridad israelí y la construcción de asentamientos judíos, en lugar de promover un proceso político y pacífico con los palestinos. La segunda, representada por Israel Beitenu, es defensora de medidas todavía más radicales, como la de transferir a Cisjordania a la población árabe-israelí.

Segundo, ha provocado una crisis humanitaria en Gaza, con muertos, heridos y desplazados. El número de muertos palestinos se eleva a 1350 (hasta el 31 de julio), superando la cifra de 1.300 que se registró con la Operación Plomo Fundido de diciembre de 2008 y enero de 2009; son más de 7.000 los heridos, la mayoría de ellos, tanto heridos como muertos, son civiles y muchos niños y los desplazados se cuentan en más de 200.000. Dos escuelas de la ONU, que servían de refugio para personas que huían de los ataques, han sido blanco de las operaciones, haciendo más intensa esta crisis humanitaria.

Tercero, ha estimulado una creciente ola de antisemitismo en todo el mundo, incluyendo América Latina y Chile, donde no se hacen distinciones entre judíos e israelíes, se usa la expresión “sionista” como una forma de expresar el odio hacia los judíos.

Se desconoce que el sionismo es una forma legítima de expresión del pueblo judío, según fuera reconocido por la Asamblea General de la ONU en la resolución 4686 de diciembre de 1991, al tiempo que existen expresiones sionistas diferentes (religiosa, política, socialista), algunas de ellas enfrentadas entre sí.

Se mezclan las críticas al gobierno de Israel con la negación del Estado de Israel, lo que provoca quemas de banderas, insultos y provocaciones tanto a organizaciones como a personas, incorporando estereotipos pasados y presentes sobre los judíos.

La solución al largo y complejo conflicto israelí-palestino es política y no militar.Palestinos e israelíes, judíos y musulmanes, deben coexistir pacífica y políticamente. Es de esperar que el campo de la paz y por la paz se imponga finalmente en ambos lados y sociedades, dando solución a la existencia de dos Estados, al término de los asentamientos judíos en Palestina, a la desmilitarización de los movimientos islamistas.

No existe otra solución a mediano y largo plazo, salvo que se produzca la desaparición y por lo tanto un genocidio en uno de estos pueblos.

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31 jul 2014

La Junta Nacional de la Democracia Cristiana

El sábado 26 recién pasado se realizó la Junta nacional del Partido Demócrata Cristiano.Como ya es tradicional en nuestra historia partidaria tuvo una altísima asistencia, fue fraterna dentro de la claridad del debate y los dos votos aprobados lo fueron por unanimidad y por supuesto, terminó pasado largamente, la medianoche.

¿Tuvo finalmente un punto de inflexión o de especial relevancia? Creo que sí, porque desde hace cinco años que no se realizaba una Junta Nacional estando la Democracia Cristiana en el gobierno, y en una combinación progresista y de vanguardia social y económica. Hoy tenemos mayoría -a lo menos simple- en ambas cámaras y un momento de agudos y públicos conflictos con los demás partidos de la Nueva Mayoría.

En los registros partidarios estaban todos los ingredientes para un debate serio y claro, pero también duro, según se privilegiara el conflicto o la unidad, el mutuo respeto o el lenguaje apocalíptico y la controversia entre el bien común nacional y el bien común partidario, sea esta controversia artificial o real.

El debate se dio como señalo y las tesis aprobadas fueron las que deseábamos en nuestros votos políticos respaldados unánimemente.

- El Partido demostró unidad en la diversidad de visiones frente a ciertos temas.

- La Junta Nacional ratificó su condición de cambio y reformas profundas al modelo socioeconómico que hoy enfrenta la sociedad chilena.

- La unanimidad respaldó la decisión de permanecer activamente y con capacidad propositiva en la combinación de gobierno asumiendo con fuerza el programa que propusimos al país.

- Estas resoluciones deberán concretarse en las tareas diarias de las comunas, en el trabajo legislativo y en la preparación del próximo sexto congreso.

Hasta aquí la respuesta de quien ganó es, ganó Chile porque se consolida la gobernabilidad del país.

Ganó la Nueva Mayoría porque se consolida la unidad en torno a la Presidenta y el programa.

Ganó el partido por la lucidez de los acuerdos y la altura del debate.

Sin embargo se nos sigue preguntando ¿quién ganó al interior de la Democracia Cristiana?En mi personal apreciación depende del parámetro que se use para medir los eventuales triunfos o derrotas internas.

Si es por los Consejeros elegidos ganó la alianza que apoyó a la mesa.

Si es por los triunfos individuales en los marcos ideológicos ganó la llamada disidencia por 236 votos contra 181 de sus nombres que encabezaban las respectivas listas.

Si se toman las primeras mayorías ganó la disidencia comprendida en ella el aporte histórico del mundo progresista.

Si es por el resultado y expresión del debate ganaron las tesis del mundo progresista así llamado y vaciadas en el voto político aprobado por una unimidad.

En todo caso el mayor triunfador fue el PDC y su próximo Consejo Nacional porque ambos tienen un mandato claro que marcará el rumbo del Partido en los próximos meses.

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31 jul 2014

Un nuevo diálogo Pacífico-Atlántico

Desde el gobierno del Presidente Frei y bajo la conducción del Canciller Insulza, se formuló e implementó una política respecto a los países vecinos que reemplazaba la tradicional agenda centrada en los problemas de seguridad fronteriza, por otra que priorizaba la integración física, los intercambios económicos y los acuerdos políticos.

Durante el gobierno del Presidente Lagos se renovó su vigor, especialmente con Argentina: recibió en herencia un Tratado minero inédito, crecieron los ductos trasandinos que traían gas, y se ampliaron los puertos. También se modernizaron los controles fronterizos, se acordaron rutas internacionales en las que se debía invertir coordinadamente, y algunas de ellas -debidamente priorizadas- se convirtieron en rutas bioceánicas. La relación era lo suficiente madura para sortear los efectos adversos de la falta de gas en Argentina.

En el primer gobierno de la Presidenta Bachelet los comités fronterizos regionales cambiaron de nombre y comenzaron a llamarse Comités de Integración Fronteriza.El término simbólico de integración aludía al comienzo de una nueva época entre ambos países –iniciada con la recuperación de la democracia- donde la geoeconomía de la competencia y colaboración había reemplazado a la geopolítica de la desconfianza y el conflicto.

Por ello, con Argentina existe una amplia y profunda red de relaciones urdidas a través de decenas de encuentros de regiones chilenas y provincias argentinas, a lo largo de toda la extensa frontera común. Durante los gobiernos de la Concertación había agendas ministeriales, regionales y hasta locales en las zonas extremas.

Ministros, CORES y Alcaldes entendían y facilitaban la más diversas iniciativas que se llevaban a cabo bilateralmente. Todo lo cual perfeccionó el Tratado de Maipú de cooperación e integración firmado en octubre del 2009.

Con el gobierno del Presidente Piñera se ralentizó todo aquello, a pesar de que se seguían celebrando encuentros, comenzaba a faltar la idea de un destino compartido. Posteriormente, las relaciones se enfriaron hasta tal punto que Piñera optó por un embajador de carrera para enfatizar los vínculos formales, dejando a la deriva lo avanzado.

Esto era así, porque el gobierno de Piñera restauró los términos de un conflicto que se había superado, como era la división Pacífico-Atlántico. Su gobierno puso fin al largo romance sin matrimonio que tuvo la Concertación con el Mercosur, e ingresó en un grupo subregional con marcado énfasis en la iniciativa privada –como es la Alianza Pacífico- criticando el sesgo estatista de los países atlánticos.

Los gobiernos concertacionistas -a través de la doctrina del regionalismo abierto- habían firmado acuerdos con los bloques económicos existentes, Mercosur y Consejo Andino, manteniendo la autonomía suficiente para actuar con lógica global aunque privilegiando la relación con Mercosur y Argentina.

En su minuto, Chile, Perú y Colombia desconocieron a la UNASUR e incorporaron un socio extra-regional como México.Debido a que eran gobiernos de derecha no tuvieron contemplaciones en hacerlo, ya que el Comandante Chávez con su Alianza Bolivariana había incorporado a Cuba y Nicaragua, los que también eran países extra-UNASUR.

Estas acciones cruzadas debilitaron en gran medida a la propia UNASUR como casa común de las repúblicas del Sur.Sin embargo, la Alianza del Pacífico no nació para competir con la Alianza Bolivariana. Aunque haya sido una reacción a ella desde el punto de vista ideológico, su verdadero competidor en la región será el MERCOSUR.

Por ello, el Presidente Piñera dio un giro estratégico en la política exterior chilena de los gobiernos concertacionistas, al privilegiar la relación con Perú, principalmente porque -al margen del litigio paralelo en La Haya- llevó al país a la conformación de un nuevo bloque económico subregional.

El gobierno de la Nueva Mayoría seguirá en la Alianza del Pacífico tal como lo había enunciado en su programa de gobierno. Esto se ratificó en la IX Cumbre del grupo, celebrada el 20 de junio pasado. El encuentro produjo la Declaración de Punta Mita que establece el compromiso de “seguir avanzando en la libre circulación de bienes, servicios, capitales y personas, así como en la cooperación entre los socios”.

La Presidenta Bachelet -quien asistió por primera vez a una reunión de este mecanismo de integración regional- sostuvo que “además de los avances que se han logrado en diversos rubros en los últimos tres años, se han identificado áreas como minería, integración turística, de transporte aéreo y cuestiones de género”.Es decir, no solo reafirmó la vigencia de la Alianza del Pacífico, sino que se busca incrementar la participación del país en ella.

En consecuencia, la búsqueda de un nuevo entendimiento entre los principales países del Pacífico y del Atlántico será la gran tarea regional del Canciller Muñoz.Para el logro de esa convergencia seguirá siendo clave Argentina.

Porque la idea de “Chile-país puente” no se materializa en la Alianza del Pacífico, donde el país es, más bien, un socio competidor. Esto solo se podrá concretar si Chile es capaz de integrar a las dinámicas economías del Pacífico, las vastas zonas interiores de Argentina, Bolivia, el sur de Brasil y el oeste de Paraguay.

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30 jul 2014

La hora del laico en la iglesia Católica

Parece evidente que tanto Obispos, Sacerdotes y nosotros los laicos estamos muy descolocados frente al Papa Francisco. No sabemos cómo actuar, como pararnos en esta Iglesia que hoy asume nuevos paradigmas y donde efectivamente laicos y personal consagrados, como decía Benedicto XVI somos juntos “corresponsables “de ella.

Creo que por primera vez en la historia, un Papa va en la delantera, marcando pautas, generando una nueva visión y mirada de la Iglesia y del mundo. Es también el primer latinoamericano, lo que nos hace más claro en su lenguaje y más cercano en su lógica.

Estábamos acostumbrados a una Iglesia “clerical”, algo distinta a la que hoy nos plantea el Santo Padre. Nos ha señalado claramente que la autoridad está para servir y que quiere pastores con olor a oveja y ha recordado a los Obispos que son príncipes, pero de un crucificado.

Los laicos no estamos menos complicados.Seguimos mirando la realidad con la óptica del mismo clericalismo y no logramos zafarnos de ella. No somos capaces de pararnos frente al personal consagrado y con respeto pero con valentía señalarle lo que creemos y pensamos.

En algunos, está el deseo de adecuarse a los cambios, otros aún no reaccionan o simplemente no se dan cuenta de lo que está pasando, y otros prefieren negarse, porque les es más cómodo dejarse conducir.

Esta situación el Papa la refleja muy bien en Evangelii Gaudium, “pero la toma de conciencia de esta responsabilidad laical que nace del Bautismo y de la Confirmación no se manifiesta de la misma manera en todas partes. En algunos casos porque no se formaron para asumir responsabilidades importantes, en otros por no encontrar espacio en sus Iglesias particulares para poder expresarse y actuar, a raíz de un excesivo clericalismo que los mantiene al margen de las decisiones. Si bien se percibe una mayor participación de muchos en los ministerios laicales, este compromiso no se refleja en la penetración de los valores cristianos en el mundo social, político y económico. Se limita muchas veces a las tareas intraeclesiales sin un compromiso real por la aplicación del Evangelio a la transformación de la sociedad.”(102)

El Papa nos reclama a los laicos un mayor compromiso real en nuestra Iglesia y una mayor integración de su fe con su vida familiar, laboral y profesional, para ayudar a transformar realmente la sociedad.

Estamos enfrentando una nueva, importante y maravillosa etapa donde los laicos seremos protagonistas, siempre y cuando se produzca en nosotros un profundo cambio de mentalidad y un mayor compromiso real con nuestra fe.

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29 jul 2014

¿Queremos ser santos?

Verá usted que esta es una pregunta que no sólo atañe a los católicos, ateos, agnósticos, creyentes de otras religiones; todos viven en una constante búsqueda de la Santidad. Para quienes efectivamente lo somos -católicos-, la Santidad equivale a la máxima felicidad, la que a su vez se conquista aprendiendo a amar. ¿Y quién no busca la felicidad?

Existe en toda sociedad un consenso sobre lo que nos hace mal, es decir, sobre aquellas cosas que nadie le desearía a otro. La drogadicción, las violaciones, el alcoholismo e incluso el aborto, entre tantos más, son temas que, si bien hay quienes están a favor de que el Estado no castigue a los responsables (lo que en jerga jurídica se conoce como legalizar o despenalizar, conceptos sinónimos en la práctica), ninguna persona en su sano juicio considera como un “bien” para los demás.

A modo ejemplar, un aborto no le hace bien a la mujer, ni física ni psicológicamente, pero los abortistas estiman que la muerte del niño y los graves daños producidos a la madre se justifican en consideración a preservar su “derecho a decidir”; en otras palabras, reconocen el mal pero lo aceptan porque hay otro bien que valoran más.

De esta forma, conociendo lo que nos es perjudicial, tendemos por naturaleza a buscar el bien, nuestra felicidad, por lo que naturalmente todo el mundo está llamado a la Santidad.

¿Y cuál es nuestra respuesta frente a ese llamado?

Por un lado están las personas que, derechamente, optan por hacer el mal. Ejemplos hay muchos y sus consecuencias son evidentes. Por otro, están quienes no se creen el cuento y tratan, por constatación de sus múltiples y recurrentes defectos o por miedo a fracasar, de ser “lo más buenos posible”.

Lamentablemente, de aquella actitud se sigue un acto de voluntad grave: aceptar hacer el mal. La diferencia con el primero es sólo una cuestión de grado y los transforma, en definitiva, en esclavos más ineficientes, pero esclavos al fin, de una cultura de la muerte que pelea por apoderarse de las estructuras a través de las personas.

Ahí encontramos los hurtos en la oficina, los sueldos millonarios por “asesorías” políticas cuestionables, la evasión empresarial de impuestos e incluso la falta de conciencia cívica de los automovilistas que arrojan su basura a las calles de la ciudad.

Como se ve, la Santidad no acepta puntos medios, porque la permisión voluntaria del mal se traduce en la realización directa del mismo.

Finalmente encontramos a quienes, desde una entrega salvaje, desean ardientemente ser Santos. Y su diferencia con los anteriores, al contrario de lo que se podría pensar, no radica en la carencia de vicios, sino en la actitud que se tiene frente a ellos.

Los Santos no son personas inmaculadas, ¡menos aún perfectas!, son personas que, conociendo sus faltas, no escatiman esfuerzos para combatirlas. Desde su imperfección, escogen hacer el bien y recapacitan cada vez que obran mal, reflexión que les permite corregir el camino y sanar el daño autoinflingido o que pudieron haber ocasionado a los demás.

Al no buscar por todos nuestros medios la Santidad, le estamos diciendo que sí a la corrupción, a los abusos de poder, al narcotráfico, a la violencia y a tantos otros males que amenazan hoy a nuestra sociedad. ¡No hay que darle tregua a la cultura de la muerte!

No puede ser que por flojera o desesperanza nos quedemos sentados mientras somos testigos del sufrimiento que permitimos.Estamos llamados a dejarlo todo para erradicarlo, independiente que muchas veces no podamos, pero sin duda que el resultado será mejor que si permanecemos cuales cómplices pasivos.

Pero la pregunta es más profunda y trasciende a nosotros mismos,¿buscamos y queremos la Santidad de los demás? Esto ya que si la respuesta a la pregunta original fue positiva -queremos ser Santos- su consecuencia inmediata es el que pretendamos que más gente pueda alcanzar la Santidad.

Y muy lejos del “proselitismo religioso”, semejante anhelo transforma real y radicalmente al mundo. Piense usted la diferencia entre un empresario que no busca la felicidad de su personal, frente a otro que les ama profundamente y desea, no por aumentar la productividad sino que por amor genuino y desinteresado, observar una sonrisa en cada uno de sus rostros al entrar a trabajar.

O quizá en un político que, ajeno a los cálculos electorales y a los índices de popularidad, tiene al amor como su hoja de ruta y se estremece de impotencia cada vez que observa sufrimiento o necesidad.

Estamos llamados a ser felices y para ser felices necesitamos amar; aquella búsqueda no es sino la expresión más hermosa y sencilla del camino a la Santidad.

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29 jul 2014

Drogas

El viernes pasado el Senda dio a conocer los resultados del décimo estudio nacional de drogas en población escolar.

Los resultados han sido catalogados como “gravísimos”, “catastróficos” y “profundamente preocupantes” por personas expertas en estas materias.

Al comparar los resultados de la última medición (año 2013) respecto de la anterior (año 2011) así como de la tendencia de al menos las últimas seis mediciones, concluyo que efectivamente las cifras son al menos inquietantes. Algunos datos duros de este estudio.

1) La prevalencia de consumo de marihuana durante el último mes, aumentó un 68% (desde un 11,2% a un 18.8%).

2) La evolución de la oferta de marihuana en el último año aumentó un 56%.

3) El aumento de la prevalencia en el consumo de marihuana en el último año aumentó sobre un 50% en los colegios municipales y particulares subvencionados, y en un 79% en los pagados.

4) La percepción del consumo de drogas dentro de los colegios, independientemente su tipo de administración, aumentó fuertemente.

5) La facilidad de acceso de la marihuana aumentó un 20%, siendo que cae la de la cocaína y la pasta base.

Por último, por primera vez desde la medición del año 2001, disminuye la percepción de los encuestados respecto de la eventual “molestia de sus padres si supieran que probaron marihuana”.

Reflexionando sobre estos resultados, me parece que claramente los contextos nacional e internacional, durante los últimos años han sido más permisivos respecto de la marihuana.

En lo cotidiano, cada vez más frecuentemente me topo con personas que fuman marihuana en espacios públicos, y en diferentes horarios, sin importarles aparentemente la presencia de otras personas.

La semana pasada una diputada generó noticia al ingresar a la sala con una polera con la imagen de la cannabis sativa, hemos sabido de la legalización en Uruguay, escucho opiniones sobre los beneficios terapéuticos, y percibo que quienes tenemos una percepción crítica o negativa sobre el consumo de marihuana somos fuertemente criticados y descalificados.

Por lo tanto, desde un análisis mas frío, concluyo que las cifras de este estudio son bastante coherentes con lo que ha sido mi experiencia en torno a la amplia temática de la marihuana, y que por tanto me parece que es necesario que como sociedad enfrentemos un debate serio, libre de presiones de todo tipo, constructivo, participativo e informado.

Será parte del debate establecer cuán dañina es la marihuana, definir o redefinir políticas en cuanto a lo relacionado al porte y consumo, a los usos medicinales, al tráfico y otros aspectos. A la luz de este estudio, parece urgente revisar cómo las familias y colegios estamos educando a nuestros niños, niñas y jóvenes en torno a las drogas en general y a la marihuana en particular.

Lo que no resiste es quedarnos en el inmovilismo y tomar los resultados de este estudio como una anécdota, o como argumento para recriminaciones sobre lo que se hizo o se dejó de hacer en los diferentes gobiernos.

Insisto en la necesidad de generar un debate profundo, argumentando y no descalificando ni enjuiciando a las personas, porque lo que los jóvenes están percibiendo, afecta a su entendimiento, significación y actitud frente al consumo de la marihuana.

En este debate se necesitan a los jóvenes, a los expertos, a las familias y a los hacedores de políticas públicas, de los cuales esperamos bastante más que poleras estampadas con la cannabis sativa.

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29 jul 2014

¿En qué creemos y por qué?

En nuestra mirada ¿Habrá falacias médicas? ¿O no nos han explicado?

Es frecuente que exista oposición al uso y posesión de Cannabis Sativa (CS )en nuestro país. No señalaré propiedades de la CS obtenida del cultivo particular y la del mercado (eso es otro problema).Actualmente hay publicaciones de cifras de consumo que señalan además posibles problemas por su utilización, con la constante indicaciónde NO legalizar tal acceso.Respecto a las cifras, no tengo referencias de cómo se obtuvieron ni la convicción de sus certezas,que no constituyen el interés de estas líneas.

En general, me parecen poco acertadas las percepciones de algunos entendidos ‒que son especialistas en diversas áreas clínicas. Si hubiera sesgos en sus miradas no serían transversales en sus exámenes a nuestro país. Más (o peor) aún si los datos epidemiológicos no certificarán la distribución por edades(etárea) del consumo en nuestra población. Por otra parte, existen profesionales prolijos cuyos informes, que respeto, son interesantes testimonios con distintos alcances.

Los artículos de especialistas comienzan muchas veces enfocándose clínicamente en los adictos a la CS y constituyen un efectivo análisis de algunas poblaciones definidas. Según sus propias cifras, los adictos (posiblemente jóvenes) son el 10% de los consumidores y no incorporan o no advierten el restante 90% de usuarios, cuyo uso es recreativo, privado y en domicilio. Lo último es un asunto absolutamente privado.

Han denunciado, por fácil, el error epistémico de considerar a la CS la puerta de entrada a otras drogas (las duras).Atribuirle esa causalidad a la CS (ocasional y a cierta edad) como una bisagra conductual me sugiere un pensamiento represivo y simplemente culposo. ¿Cuál podría ser el origen de este análisis con tendencia a inculpar?

Muy cierto, fue el Blue-Jeans el que antecedió a usos, modas, gustos, aficiones y juegos de los adolescentes.Entonces, ¿alguien podría denunciar a la industria foránea Lee’s o al chicle Adam´s como causantes de los desacatos juveniles?

Una escalada al revés nos llevaría incluso a culpas paternales por todo lo que posee o carece la vida familiar de los adictos, su nivel de información hogareña, de la alimentación o de la inclusión filial de la prole, la preferencia por una o un hijo(a).

Acaso, ¿no son ésas, posibles condicionantes en la formación individual de jóvenes que adoptan una variedad de conductas cívicas que vemos y cuyos orígenes son desconocidos por nosotros?

Es probable ‒con enorme importancia educacional‒ que destaquen el riesgo que existe en la oportunidad del inicio, porque se ha revelado una población de menores que se incorporan a un adiestramiento adictivo, una miseria cuyo origen ‒con una diversidad de causas‒ lamentablemente no se ha estudiado.

Bastaría este antecedente para limitar el uso de la CS sólo a los mayores de edad. En este delicado tema demográfico mi enfoque apuesta a los mayores de 21 años. Intentaré explicar ‒por más biológicas que sean‒ mis razones.

El desarrollo del sistema nervioso central (especialmente del cerebro) tiene ritmos y un encadenamiento de localizaciones que adquieren determinadas funciones a cierta edad. Sin invocar la ley natural ni alguna tradición, desde muy antiguo, debíamos cumplir los 21 años para tener derechos a decidir y a ejercer la libre voluntad, a realizar actos con responsabilidad legal, poder votar, cumplir edad para casarnos y adquirir propiedades. Sin asustarse, ese umbral cambió y hoy los 18 años determinan la mayoría de edad. Este paso o tránsito ocurrió y constituye normas, obligaciones y derechos. No lo discuto.

Desde hace 25 años, en seres humanos, los hallazgos en neuro-fisiología han indicado que en los lóbulos pre-frontales la “maduración” de la estructura cerebral es un proceso que termina de consolidarse entre los 19 a 24 años.No existe fecha fija ni relación con sexo, hábitat o condición socio-económica. Estos datos podrían explicar nuestras edades previas donde somos lábiles a ser perjudicados por posibles adiestramientos o por instrucciones.O mirado desde el otro lado, las edades a partir de las cuales somos más “libres” o responsables para tomar una decisión, una práctica o una conducta.

No es invento que los jóvenes que viven en áreas de escasos recursos son más vulnerables o lábiles para continuar en conductas adictivas al placer. Las costumbres más condenadas han sido las que ‒a cierta población‒ nos provocan el mayor placer, vale decir, el sexo, la gula (no digo comer), fumar, el alcohol y cualquier sustancia a inhalar.

Lo que no sabemos es si esos jóvenes son vulnerables porque ¿son pobres? ¿Por qué no les maduró el coco? ¿Por qué no aprendieron a conseguir dinero con el trabajo? Vea el círculo interactuante en la causalidad.

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29 jul 2014

Contribuciones de un poeta de utilidad pública

Pablo Neruda se declaró poeta de utilidad pública en el salón de Honor de la Municipalidad de Valparaíso, cuando era declarado su Hijo Ilustre, el 31 de octubre de 1970. Desde entonces, su ejemplo y afán ha sido seguido por otros grandes de nuestra poesía.

Por ejemplo, Gonzalo Rojas manifestó que bajo ninguna circunstancia quería que su casa se transformara en un museo; fue él mismo quien planteó la idea de un centro cultural “vivo, abierto al diálogo y al encuentro multidisciplinario”.Un concepto de trascendencia de su obra y residencia, de gran utilidad pública.

Asistimos a una época en la que los museos son cada vez más envasados. Es posible una visita guiada a través de internet o aún en el mismo sitio dónde se emplaza el museo, conducido por un audio guía que se hace cargo de toda nuestra capacidad auditiva y limita la visual a lo que ella determine. De interactividad, poco, a menos que se trate de museos científicos o tecnológicos orientados a niños que se fascinan con principios elementales de la física.

Ampliando la mirada a las industrias culturales, la música, el cine, las ediciones llegan cada vez más vía pantallas y nubes todo contenido. Dentro de muy poco, con una módica suma mensual podremos tener al alcance de nuestra capacidad de wifi la casi totalidad de las creaciones de la humanidad en formato libro, filmes o fonogramas. Quizás por ello, las grandes batallas de los creadores se darán crecientemente en el campo de una improbable defensa de sus derechos de autor, cada vez más vulnerables.

Por ello, lo que va quedando protegible o de beneficio al creador, son sus comparecencias en vivo y directo. Así acontece con la música donde el mercado del cassette, el disco o el CD fue absolutamente reemplazado por el concierto. Sólo allí es posible cobrar por el ingreso y por otro bien escaso: la cercanía con el artista de sus sueños.

Este fenómeno se acerca cada vez más al mundo literario. Ya no se aspira a ferias en las que el protagonista es el libro, sino a verdaderos festivales dónde el rol estelar lo tiene el autor, son la única oportunidad de permanecer cara a cara con el escritor de los sueños más acariciados. Se nos aproxima una mayor valoración del autor carismático versus aquel encerrado en su torre con poco contacto humano.

¿Y dónde pueden acontecer estos encuentros cercanos entre lector y autor, entre cantante y audiencia? Pues precisamente en centros culturales como los que dibujó Gonzalo Rojas. No museos ni ferias donde los objetos inanimados pueden ser admirados o incluso adquiridos pero no compartidos en ese momento mágicos en que se encuentran respirando el mismo aire -e incluso conversando- el creador de una obra de arte y el público que la disfruta.

Centros vivos, que hoy reciben a artistas plásticos, mañana a audivisualistas y pasado a una mezcla de ambos con literatos y músicos. Todo bajo la presencia activa y dialogante de las audiencias. Ello inspiró -premonitoriamente- a las autoridades que a los albores de la democracia de 1990, que soñaron con el Centro Cultural Estación Mapocho. Lo mismo inspiró, diez años después, a la Comisión Presidencial de Ricardo Lagos, institucionalizada luego en el Consejo Nacional de la Cultura, que comenzó a esparcir incesantemente, hasta la fecha, centros culturales por el territorio nacional.

Allí está el futuro de la cultura y quizás de muchas otras actividades que asisten implacables a la realidad de que es posible desarrollarse a distancia, desde cada casa de los involucrados, sin la riqueza y creatividad del intercambio presencial.

Las ciudades crecen en interconectividad y en dificultades para movilizarse, por tanto la tendencia a no moverse del entorno inmediato debiera reforzar la existencia de centros culturales en cada comuna y en cada barrio, por que allí y sólo allí se dará el intercambio que anunció un poeta de utilidad pública.

Por que no sólo de poesía vive el ser humano, también de las certeras inspiraciones de los poetas, que deben contar con la complicidad de autoridades como Sergio Zarzar, Alcalde de Chillán y Presidente de la Corporación Cultural Casa Gonzalo Rojas, quién reiteró la intención de respetar la voluntad del poeta.

Así sea.

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28 jul 2014

Promisorios cambios en la Corte Suprema

Una investigación de la Dirección de Estudios de la Corte Suprema, comprueba un viraje de la jurisprudencia de la Cuarta Sala de esa Corte, hacia una posición más favorable a la protección de los derechos laborales, de acuerdo a los principios del Derecho del Trabajo.

Entre 37 materias laborales falladas por esa Sala entre 2011 y junio de 2014, destacan la extensión de los derechos del Código del Trabajo a los funcionarios públicos a contrata y las sentencias que establecen la responsabilidad de la empresa mandante en indemnizar el daño moral por accidente laboral causado por el subcontratista.

Profesores de Derecho Laboral piensan que estos cambios “llegaron para quedarse” (José Luis Ugarte, UDP), pues “la tendencia iría hacia una interpretación finalista de la ley, en protección del trabajador” (Héctor Humeres, U. de Chile, ambos en El Mercurio, domingo 19.07.2014, pág. C19).

En las últimas dos décadas sostenidamente la Corte Suprema ha tendido a proteger a los sectores y personas más débiles y vulnerables de la sociedad, como afiliados de Isapres, beneficiarios de seguros de salud, consumidores abusados, pacientes que requieren costosos e inalcanzables tratamientos y medicamentos, estudiantes expulsados de liceos o universidades, personas dañadas en estacionamientos o supermercados, cuentacorrentistas, ahorrantes y un largo etcétera.

A esta tendencia, se agrega la transparencia impulsada por el tribunal y el aprecio por el diálogo y libertad de expresión. Así, hace pocos meses, su Presidente, Sergio Muñoz Gajardo, invitó a exponer sus posiciones a manifestantes que abruptamente interrumpieron un seminario organizado por el Poder Judicial. Posteriormente reafirmó su convicción en favor del diálogo, ya que una sociedad democrática, “sólo debe cerrar sus espacios a la violencia y la intransigencia”, reconociendo el derecho de las personas a manifestarse en orden y respeto, “incluso criticando el obrar de sus autoridades” (“Derecho a ser oído”, en El Mercurio, domingo 18.05.2014, pág. A2).

También, y a propósito de la Reforma Procesal Civil, recientemente la Corte Suprema ha propuesto ampliar el acceso a la justicia, a través de métodos colaborativos prejudiciales de resolución de conflictos, como la mediación, la conciliación y la justicia vecinal.

Hay un cambio profundo de concepción de la justicia y de actitud hacia los justiciables. En 1970, el profesor Eduardo Novoa Monreal, fundadamente sostuvo la tesis que la Corte Suprema de entonces encarnaba una justicia de clase.

En artículos en la Revista Mensaje, especialmente el Nº 197, de marzo-abril de 1970, Novoa, analizando decenas de fallos, concluyó que los jueces tendrían “una concepción unilateral de la justicia, puesto que la concebirían únicamente como aquello que es útil para el sostenimiento del status social vigente” …colocando “a los tribunales en abierto antagonismo con todos los sectores cada vez más amplios, que creen indispensables profundos cambios sociales. En la práctica, esto conduciría, además, a sostener que la justicia actúa al servicio de la clase dominante y que interpreta y aplica la ley con miras a favorecer a los grupos sociales que disfrutan del régimen económico-social vigente, en desmedro de los trabajadores, que constituyen en el país la más amplia mayoría”.

Para el profesor Novoa, esta unilateralidad, se expresaba en una constante actitud de favorecer al empleador, parte poderosa de la relación laboral, interpretando el Derecho del Trabajo en forma parcial y sesgada.

Cita un fallo de fines de los sesenta, simbólico de la inequidad e injusticia.Un empleado del Club de la Unión, mozo por 25 años, fue despedido sin causa legal, y sólo con una indemnización de 1 mes de sueldo. El trabajador obtuvo del Juzgado y Corte del Trabajo, el reconocimiento de la inamovilidad de la reciente ley 16.455, de 1966, ordenando pagarle la indemnización de un mes de sueldo por cada año de servicio. Pero el Club empleador recurrió a la Corte Suprema, la cual por mayoría de votos sentenció el 14.05.1968, que se podía remover al trabajador sin pago de indemnización alguna, ya que era un empleado doméstico, categoría a la cual no alcanzarían los beneficios de la ley 16.455, por encontrarse regulado por el Código Civil de 1855.

Tres comentarios realiza el profesor Novoa: 1) efectivamente “a los empleados domésticos no alcanzan los beneficios de la ley 16.455, pero solamente pueden tenerse por tales los que atienden labores permanentes propias de un hogar y no a los que trabajan en una institución como el Club de la Unión”.

2) Entre la mayoría del tribunal que falló en contra del trabajador, 2 de 4 Ministros, eran socios del Club de la Unión, parte en el juicio

3) Diversos fallos de la Corte Suprema en el mismo sentido, en los hechos anularon la inamovilidad laboral que buscaba la ley 16.455, como forma de protección a los trabajadores.

En materia de garantías individuales, también ha existido unilateralidad. Novoa, cita un caso de comienzos del gobierno de Ibáñez en 1953, cuando se decretó la expulsión de un poderoso empresario panadero español, Antonio Ferrán, acusado de no proveer harina para fabricar pan en sus panaderías.

Según el gobierno, esta conducta sería un atentado a la convivencia social y un peligro para el Estado. Ferrán recurrió de amparo ante la Corte de Apelaciones de Santiago, la que acogió la acción, por estimar que no existía peligro para el Estado, disponiendo la libertad del amparado y dejando sin efecto su decreto de expulsión del país.

Tras la apelación del gobierno, el 02.10.1953, la Corte Suprema confirmó la sentencia, señalando que corresponde a los tribunales, en materia de amparo, calificar los hechos que motivan la privación de libertad, para dar protección al afectado.

Según destaca Novoa, los mismos tribunales dos meses antes habían resuelto todo lo contrario, tratándose del militante comunista Jacobo Rosemblum a quien el gobierno imputaba proselitismo por trabajar en el diario El Siglo y en las finanzas de su partido.

Aquí, la Suprema Corte resolvió que correspondía en forma exclusiva al ministerio del Interior calificar las circunstancias de hecho que constituyen a una persona en un peligro para el Estado y que le estaba vedado revisar esas circunstancias. Agrega Novoa que diversos recursos de amparo de extranjeros de izquierda en contra de medidas de expulsión del país, fueron rechazados por las Cortes de Apelaciones y Suprema, sosteniendo uniformemente idéntica tesis abstencionista. Lo mismo ocurrió en 17 años de dictadura militar, en que sólo contados Ministros estuvieron por amparar y proteger a los afectados por medidas administrativas en contra de su libertad, a uno de los cuales – Carlos Cerda – su actitud independiente le significó una injusta y larga postergación para su merecido ascenso a la Corte Suprema.

Por el contrario, en el caso de dirigentes políticos de derecha, los tribunales obraron con gran celeridad. Cuando el 31.08.1967, bajo el gobierno del Presidente Eduardo Frei Montalva, el Intendente de Santiago dispuso la detención de varios dirigentes del Partido Nacional bajo la imputación de atentar contra la seguridad interior del Estado, la Corte de Apelaciones de Santiago acogió rápidamente los amparos de los dirigentes García Garzena, Jarpa y Godoy, funcionando el tribunal en día domingo, lo cual jamás se consiguió en 17 años de dictadura, incluso ante documentados antecedentes de torturas en recintos secretos de personas que desaparecieron para siempre.

A esta denegación de justicia, se agregó la despectiva y ofensiva declaración del Presidente de la Corte Suprema de entonces, Israel Bórquez: “los desaparecidos me tienen curco”.

El cambio actual de la Corte Suprema parecería no limitarse a actitudes y sentencias. Actualmente se aleja de la caracterización de Novoa para el lapso previo a los setenta: “El Poder Judicial chileno no ha logrado adaptarse a las circunstancias sociales que vive el país. El pluralismo ideológico imperante no rige para el Poder Judicial, mantenido totalmente al margen de la renovación de las aspiraciones nacionales en lo social. Este Poder, particularmente la Corte Suprema es un incondicional defensor del status social, económico y político vigente y reprueba a quienes luchan por cambios sociales. Para pertenecer a él se exige adhesión a posiciones tradicionalistas y de conformismo social. Los miembros de la Corte Suprema tienen vínculos y relaciones con los sectores más conservadores de la sociedad chilena y, generalmente, proceden de ellos”.

El radical cambio actual de la Corte Suprema la habilita para liderar los grandes desafíos pendientes, el principal, ampliar el acceso a la justicia a todos los sectores y personas excluidas y lograr una justicia más cercana a las personas.

El Presidente de la Corte Suprema ha señalado que el sistema de justicia civil debe hacerse cargo de las “pequeñas causas” o asuntos de baja complejidad, “que son las que afectan a más justiciables pero que, al mismo tiempo, no entran a nuestro modelo de justicia. Es allí donde se debate la garantía de acceso a ésta, y el Estado chileno no puede dar la espalda a estas causas”.

Agrega que la Reforma Procesal Civil, debe concebirse como oportunidad “para configurar un modelo más amplio de solución de controversias civiles, para lo cual se ha de recoger la experiencia que nuestro país ya conoce en materia de mediación o conciliación, que se conoce como sistema de Resolución Alternativa de Controversias (ADR)” (“Corte Suprema y Reforma Procesal Civil: No meros expectadores”, El Mercurio, domingo 27.07.2014, página A2).

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