17 dic 2014

Vacas Flacas

El precio del cobre cayó bajo la barrera de tres dólares por libra durante los primeros días de noviembre del año 2014. Mala señal para Chile. Parece confirmar que se vienen años de vacas flacas, que amenazan no ser pocos. Justo cuando las principales economías mundiales deberían estar recuperándose –aunque a evidentes tropezones, por la debilidad de las políticas fiscales y exageradas políticas monetarias de sus Estados– de su crisis secular que se inició con el siglo, pero no hay mal que dure cien años.

Son paradójicas las economías de los países rentistas. Bailan al compás de “súper ciclos” de precios de materias primas, que parecen oscilar a contrapelo de la ley de gravedad: se van a las nubes cuando las economías más desarrolladas atraviesan décadas de turbulencias y se desploman cuando aquellas disfrutan tiempos de recuperación y bonanza.

La crisis secular en curso no sólo ha proporcionado evidencia definitiva acerca de la existencia de estos ciclos largos en la economía mundial. Entre otras lecciones fundamentales y como consecuencia de la ya mencionada, también parece haber develado el misterio de los denominados “súper ciclos” que afectan los precios de las materias primas.

El “súper ciclo” de precios del cobre

COCHILCO compiló una serie de ocho décadas de precios promedios anuales de la libra de cobre.La misma permite apreciar dos grandes “montañas” de elevados precios, dos bonanzas del “súper ciclo” del metal. Éstas han tenido lugar durante las décadas de 1970 y 2000, y en ambas el precio del cobre superó los cuatro dólares por libra. Ese nivel duplica su precio de largo plazo, que promedia 2,12 dólares por libra entre los años 1935 y 2014. Todas las cifras son en dólares del año 2012.

La bonanza del “súper ciclo” precedente se extendió entre los años 1964 y 1980, ambos inclusive, período durante el cual el precio se mantuvo casi todo el tiempo por encima de su promedio de largo plazo.

Es decir, esa vez fueron 17 los años de “vacas gordas”. En los tiempos de “vacas flacas” que siguieron, en cambio, el precio del cobre se mantuvo la mayor parte del tiempo por debajo del promedio, alcanzando entre los años 2001 y 2003 un mínimo histórico de poco más de un dólar por libra. Una vez que el precio cayó por debajo de su promedio de largo plazo en el año 1981, no volvió a superarlo sostenidamente hasta el año 2005. Es decir, a los 17 años de “vacas gordas” les sucedieron 24 años de “vacas flacas”.

Se aprecia que el mínimo alcanzado en los años 2001-2003 es similar al de 1935, en plena Gran Depresión. Ambos resultan aún más bajos que las otras simas de precios, alcanzadas en los años 1939-1945 y 1984-1986. Sin embargo, en todos los “súper ciclos”, la recuperación sostenida no se inició antes que el precio tocase fondo en mínimos que bordearon un dólar  por libra.

La serie referida permite apreciar que el actual precio del cobre, que entre enero y octubre del año 2014 promedia 3,07 dólares por libra, se encuentra todavía muy por encima de su promedio de largo plazo, de poco más de dos dólares por libra, y a muchísima distancia de sus mínimos históricos, donde ha rozado un dólar por libra.

Si se toma como referencia el anterior período de “vacas gordas”, transcurrió más de una década y media desde el momento en que el precio del metal se elevó sostenidamente por encima de su promedio de largo plazo en el año 1964, hasta que atravesó dicha barrera sostenidamente hacia abajo en el año 1981. Durante la fase de “vacas gordas” del “súper ciclo” actual, si a fines del año 2015 el precio de una libra de cobre todavía se sostiene por encima de los dos dólares por libra, habrán transcurrido sólo once años desde el 2005, cuando el precio del cobre superó en forma sostenida este valor, que es su promedio de largo plazo.

Podría inferirse de lo anterior, que el precio del cobre probablemente continuará por varios años más el curso oscilatorio descendente que viene siguiendo desde que alcanzara a rozar el cielo, superando los cuatro dólares por libra el año 2011.

Sería de esperar que caiga por debajo de su promedio histórico de dos dólares por libra en algún momento del próximo quinquenio, para luego seguir bajando hasta alcanzar un nuevo mínimo histórico, al borde de un dólar por libra, en el curso del siguiente quinquenio. Solo entonces debería iniciar una nueva fase de “súper recuperación”. Mal pronóstico.

El “súper ciclo” de rentas globales

El “súper ciclo” de precios no es exclusivo del cobre, puesto que se ha manifestado casi al unísono en el conjunto de materias primas basadas en recursos naturales que generan las mayores rentas globales.

El Banco Mundial ha compilado una interesante serie, en que ha medido las rentas –es decir, precio menos costo de producción– generadas por los 14 principales productos basados en recursos naturales, entre los años 1970 y 2011. El petróleo representa la mitad de las rentas mundiales y si se agregan el gas y el carbón, los energéticos alcanzan el 90 por ciento de las mismas. Les siguen en ese orden, el hierro, cobre, fosfatos, oro, níquel y los productos forestales.

A partir de los datos calculados por el Banco Mundial, CENDA elaboró un gráfico, disponible en www.cendachile.cl, donde muestra las rentas globales como proporción del producto interno bruto (PIB) mundial, superponiendo un índice de valor real de las bolsa de valores de los países desarrollados, que es un buen indicador del dinamismo de sus economías.

Se puede comprobar que las rentas mundiales evidencian asimismo dos enormes “montañas” de rentas elevadas, en las décadas de 1970 y 2000, con un profundo valle intermedio que abarca las décadas de 1980 y 1990. En el curso de las primeras, las rentas globales se elevaron hasta un 7 por ciento del PIB mundial, mientras en el segundo bajaron a menos del dos por ciento del PIB mundial.

Al contrario, el índice bursátil de los países desarrollados perdió la mitad de su valor anterior durante la década de 1970 y lo mismo ocurrió en la década del 2000, reflejando la debilidad y turbulencias de sus economías durante esos períodos. En cambio, se elevó a las nubes entre los años 1980 y 2000, reflejando el importante dinamismo de dichas economías en esas décadas.

El primer período de “vacas gordas” registrado por la serie se extendió por once años, desde 1975 hasta 1985, ambos inclusive. Entre esos años, las rentas globales se mantuvieron sostenidamente por encima de su promedio de largo plazo, que alcanzó a 3,48 por ciento del PIB mundial entre los años 1970 y 2011.

Los tiempos de “vacas flacas” que siguieron se prolongaron por 18 años, entre 1986 y 2003, ambos inclusive, período durante el cual las rentas de los 14 principales recursos naturales estuvieron sostenidamente por debajo de su promedio de largo plazo. El nuevo período de “vacas gordas” que siguió, se ha extendido por 10 años, desde el año 2005 hasta el año 2014, cuando finalmente las rentas globales parecen estar derrumbándose, de la mano del precio del petróleo.

Paradoja

Resulta asombroso comprobar, que los tiempos de “vacas gordas” de los recursos naturales coinciden precisamente con las décadas en que las economías de los países desarrollados atraviesan crisis seculares.

Es decir, que sus precios y rentas suban cuando la demanda física de materias primas se torna más floja. Al revés, los años de “vacas flacas” llegan cuando las economías más importantes experimentan una recuperación y luego crecen a todo vapor. Es decir, los precios y rentas de materias primas se derrumban cuando la demanda física por materias primas para la producción se torna más acuciante.

La paradoja que los precios de los recursos escasos aumentan precisamente en las décadas de crecimiento lento y turbulento de las economías más desarrolladas, quizás se puede explicar en parte debido al enorme excedente de capitales especulativos que se genera en tiempos de crisis de las economías desarrolladas. Al no encontrar oportunidades rentables de inversión productiva en aquellas, una inmensa masa de dinero se vuelca a la especulación, y una parte significativa se “invierte” en acaparar materias primas.

El peso de las economías desarrolladas sigue siendo determinante, representando todavía más de la mitad del PIB mundial. Los capitales excedentes que se vuelcan hacia la especulación durante las crisis seculares, no tienen la dimensión suficiente para alterar significativamente sus propias bolsas de comercio, por ejemplo, pero sí influyen de modo determinante en los más reducidos mercados de materias primas, monedas y bolsas de valores, de países emergentes.

Por este motivo, todos estos últimos mercados se mueven al unísono, subiendo hasta tocar el cielo durante las crisis seculares y derrumbándose durante las recuperaciones seculares, de las economías desarrolladas.

¿Qué encanto especial tienen las materias primas, que las torna irresistibles a los especuladores en tiempos de crisis? Pues, simplemente el hecho que su precio sube y baja todo el tiempo. Todos los años, todos los meses, todos los días, a cada rato.

Cada minuto, cada segundo, milésima y millonésima de segundo, como bien saben los denominados “corredores de bolsa de alta frecuencia”, quienes se preocupan de ubicar sus supercomputadoras a menos cuadras de distancia de las bolsas que las de sus competidores, para llegar antes con sus transacciones ultra rápidas viajando a la velocidad de la luz.

A nadie se le ocurriría especular con los taciturnos precios de los productos industriales normales, como los automóviles, teléfonos celulares, y de un cuanto hay. Éstos cambian poco, de tarde en tarde y si lo hacen es siempre a la baja. Así sucede, porque en estos mercados el precio es igual al costo promedio de producción, es decir, es determinado exclusivamente por la oferta, la que se puede ajustar con elasticidad a los constantes vaivenes de la demanda, sin restricciones significativas.

En los mercados atados a un recurso escaso, en cambio, la oferta sólo se puede expandir o contraer lentamente, demora años en moverse y ni siquiera de esa manera es capaz de responder a variaciones fuertes en la demanda, que por ejemplo, la multipliquen varias veces en períodos breves, como ocurre todo el tiempo con los productos industriales.

El precio de las materias primas no lo determina el costo de producción promedio, ni siquiera en el largo plazo. En los períodos de contracción de la demanda, ésta se cruza con la oferta a la altura del productor de costos más elevados, dejando a todos los demás una sustanciosa renta, es decir, un exceso de precio sobre el costo. Cuando la demanda sube rápido, todos cobran rentas más o menos suculentas, incluso los poseedores de recursos de menor calidad.

Por este motivo, los precios de las materias primas, así como otros bienes y servicios escasos, como las obras de arte o las habilidades de nuestro querido Alexis Sánchez, son determinados exclusivamente por la demanda.

Por cierto la renta, es decir, el monto en que el precio de los bienes y servicios escasos excede a su costo de producción, no proviene del aire, ni las ansias de los consumidores. Es una transferencia de valor agregado por el trabajo en los mercados competitivos, a costa de una reducción allí del precio y la ganancia media. A mayores rentas, menores ganancias de los capitalistas que operan en mercados competitivos. Por este motivo, la inflación de las rentas mundiales durante las crisis seculares las agrava y prolonga más aún, sin constituirse por ello en su causa.

La demanda física por materias primas tiene siempre dos componentes: producción y especulación. Éstos se mueven en sentidos opuestos a medida que las economías desarrolladas atraviesan por las diversas fases de sus ciclos seculares.

Aquella parte de la demanda productiva que proviene de las economías desarrolladas, decrece cuando éstas atraviesan por las tribulaciones de sus crisis seculares, y se incrementa durante las fases de recuperación y “boom” seculares. A la inversa, el componente especulativo de la demanda por materias primas se dispara en períodos de crisis secular y se desploma durante los períodos de recuperación y auge seculares, de las economías desarrolladas.

Lo asombroso es que la demanda para especulación parece determinar los “súper ciclos” de precios de las materias primas durante las crisis seculares de las economías desarrolladas. La especulación ha alcanzado niveles sin precedentes durante la crisis en curso.

El informe reciente de la comisión del Senado estadounidense que investigó esta materia, “reventó” a los grandes bancos de ese país por involucrarse en el corretaje físico de materias primas, según titula la noticia el Financial Times del 19 de agosto del año 2014.

Acusó a Goldman-Sachs, JP Morgan y Morgan Stanley, de exponerse a riesgos catastróficos, desastres ecológicos y eventual manipulación de precios, a raíz de sus inversiones en negocios de petróleo, metales y generadoras de energía.  Estos tres bancos llegaron a poseer el año 2010 un inventario físico de materias primas por un valor superior a los 60.000 millones de dólares, mucho más que la producción chilena de cobre de un año. Tienen más barcos petroleros que EXXON y bodegas de metal que los principales corredores, productores y consumidores.

Una filial de Goldman-Sachs hizo un “carrusel” de ventas simuladas de aluminio entre sus bodegas, para dilatar la entrega a terceros compradores, con el propósito de hacer subir los precios. La Reserva Federal estadounidense está estudiando aplicar las recomendaciones de esta comisión, en cuanto prohibir a los bancos involucrarse en negocios físicos de materias primas.

Pero hay más. La componente de especulación de la demanda de materias primas tiene otros actores relevantes, además de los bancos, fondos de cobertura, firmas de corretajes y otros operadores financieros: se trata de los fondos de reserva estratégica de los países.

Un artículo de Isabella Kaminska, en el Financial Times del 1 diciembre del año 2014, cita al respecto un informe de Goldman-Sachs, que estima que si sólo la reserva estratégica de China deja de comprar cobre y empieza a venderlo, como estima probable que ocurra, el metal puede caer a menos de 2,8 dólares por libra el año 2015. Según el diario, los especuladores y las reservas soberanas se potencian tanto en hacer subir los precios de las materias primas como para hundirlas, puesto que se mueven de consuno.

Triste despertar de la Patria

Se trata de fenómenos muy complejos y muchas cosas pueden pasar. Por otra parte, los hechos históricos –la evolución de la economía es parte esencial de la historia– nunca se repiten del mismo modo, ni menos exactamente en las mismas secuencias temporales. Sin embargo, si algo enseña la experiencia, es que no hay peor error en estas materias que partir de la base que “esta vez será distinto” a como ha sucedido en ocasiones anteriores.

Si ocurrió una vez puede suceder de nuevo, como ha escrito Primo Levi. Chile puede tener un triste despertar, de su sueño de opulencia eterna sostenido en sus recursos naturales. Parecido a los que experimentó antes, en los años 1930 y 1980.

Ojalá se saquen las conclusiones del caso. Hay que terminar con la hegemonía de los rentistas. Es decir, aquellos grandes grupos empresariales que viven de la renta de los recursos naturales que se han apropiado y no del valor agregado por el trabajo de los chilenos y la capacidad de innovar y competir de sus auténticos emprendedores. Ésta es la única fuente de la moderna riqueza de las naciones.

El actual modelo rentista ha convertido en una maldición a los tesoros con que la naturaleza ha bendecido esta hermosa tierra. Es tiempo de recuperarlos para que sean la base del verdadero desarrollo sustentable de la economía y el bienestar de su pueblo.

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17 dic 2014

Inconsecuencia política

En reiteradas ocasiones he manifestado que las virtudes cardinales para un partido político o movimiento ciudadano son la claridad de sus ideas, la fuerza testimonial de sus militantes, la ética de su comportamiento, la coherencia entre el hablar   y el conducir sus acciones y su cultura histórica para conciliar las decisiones del presente y las metas  del futuro asentadas en su pasado.

Así también cuando estas virtudes no se cumplen reiteradamente, ellos fracasan por pérdida de la confianza pública o por lo que Ortega llama desculturización (discrepancia entre su orden fundacional y la meta que se logra).

El balance de esta ecuación es la  que afecta su destino.  Cuando el balance negativo es total en el espectro político es “la política como actividad”  la que se  desprestigia y pierde su rol conductor en el país.

Es lo que nos está sucediendo en Chile hoy.

En la Vieja Minoría- la derecha tradicional- perdió su sentido de “patria” del que tanto se ufanaba y su sentido republicano a manos de la variable económica, bursátil o propiamente  avara sin escrúpulos.  Ese sentido fue lo que mantuvo la fuerza conservadora de los siglos pasados o la fuerza del pensamiento liberal del país cuando el peso de la Ley era exagerado u opresor.

En la Nueva Mayoría pasa – mutatis mutandi – algo muy parecido. Sus deficiencias son la desafección de sus adherentes, la  permanente fronda política de sus integrantes contrario al ADN de su fundación  y sus virtudes, la esperanza  de cambios  eficientes y profundos para repasar  lo que no pudo hacer  la Concertación por falta de apoyo parlamentario.

Ha sido un caminar  errático o un hablar en exceso desoyendo el juicio del Quijote cuando interpela a su escudero:  “Al buen callar llaman Sancho”, o la sabiduría que señala que “por algo Dios nos dio sólo una lengua, pero dos orejas para más escuchar que hablar”.

Pero hay un punto de vista más profundo que hace increíble las dificultades de la Nueva Mayoría.

La historia del progresismo chileno desde hace más de 60 años ha buscado lograr una mayoría sustancial para concretar sus programas.  Hoy la tenemos y sin embargo, se la da por muerta a 4 años o impropia de hoy, o carente de proyección de futuro.

¿Por qué este desprecio por su valor si siempre la aspiramos con enorme ilusión aunque por distintas razones? Es lo que justifica el título  de este artículo.

La Democracia Cristiana- le guste o no a algunos camaradas- aspiró a ello en la Revolución  en libertad y no lo consiguió por errores con  sus partidarios.

El Partido Socialista- desde su renovación- definió un modelo democrático de llegar al poder y fue clave en la creación de la Concertación.

El Partido Radical ha sufrido dolores de parto hasta lograr su unidad dentro de la centro izquierda que es su alma mater.

El Partido Comunista clamó por años de su inclusión en la alianza que hoy integra después del eurocomunismo y de la democratización de la Unión Soviética.

El país votó a una mujer, líder, de mente amplia, socialista “a la europea” que no asusta con su presidencia y con una inmensa mayoría.

¿Cómo podemos  agradecer al pueblo de Chile,  este momento  “princeps” del progresismo democrático unido por sus banderas humanistas laicas, socialistas y cristianas?

De una sola y sólida manera:

Fortalecimiento de lo común que nos une.

Arbitraje sobre lo que nos separa porque somos una combinación virtuosa y no un partido único.

Respeto mutuo a todo evento.

Postergación de todas las candidaturas presidenciales que enardecen y enturbian las relaciones .

Un comportamiento ético en lo privado y público.

Transformar el poder en servicio al pueblo chileno para no poner al pueblo al servicio del poder.

Asumir la vieja sentencia agustiniana.

En lo de fondo, Unidad. En lo contingente, Libertad  sujeta al bien común y siempre Respeto.

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16 dic 2014

Santiago: un territorio injusto

La gran paradoja de Santiago es ser considerada una ciudad pujante, con buenas cifras macroeconómicas y bajas cifras de pobreza y desempleo,  y ser al mismo tiempo una de las ciudades más fragmentadas del continente, con un crecimiento claramente desigual en su territorio. Como lo indica la encuesta Barómetro Imagen Ciudad 2014, la percepción de la ciudad-capital es la de un lugar para estudiar y trabajar, más no para vivir.

Mirada desde cerca, Santiago es una ciudad donde 6 de 34 comunas -todas vecinas entre sí- concentran a los habitantes de más altos ingresos. Pero no sólo eso. También concentran los mejores colegios,  los mejores centros hospitalarios, la mejor seguridad, las mejores áreas verdes, la mejor agua, las mejores viviendas, el mejor transporte, la mejor infraestructura y los mejores servicios públicos.

La segregación socio-económica presente en el territorio de Santiago es sin duda uno de los componentes claves en la fragmentación y desigualdad de la que hablamos.

Un proceso que se inició en los 80´, cuando la dictadura trasladó a los campamentos hacia la periferia, y cuya impronta no ha logrado ser revertida en estos casi 25 años de democracia. La falta de otros centros económicos suburbanos ha ensanchado esta brecha, y vemos que ingresos -y por ende gastos- de una comuna como Santiago superan  10 veces los que recibe otra como La Pintana.

Bajos de Mena es quizás el epítome de esta distribución desigual. Un sector donde viven 120 mil personas y que no cuenta con servicios mínimos –salud, educación, seguridad- para tener una calidad de vida aceptable, lo que precariza su ya desmejorada situación y donde encontramos una baja escolaridad, alto subempleo, débiles redes sociales y una violencia que estigmatiza a su población.

¿Cuánto de esto tiene relación con la falta de una instancia gubernamental cuya responsabilidad y atribuciones involucren al conjunto de la ciudad y no a parcelas provinciales y comunales? Creo que mucha, ya que a falta de atribuciones ese rol han debido asumirlo, a tientas, las secretarías  regionales ministeriales de Vivienda, Obras Públicas  y Transportes.

Es deber de las autoridades articular la ciudad como un espacio equilibrado, donde ciudadanos, Estado y mercado compartan un espacio democrático con justicia social, sustentabilidad ambiental y eficiencia económica. De otra forma se pone en riesgo la competitividad que pretende el país. La segregación social, tarde o temprano, termina por hipotecar la gobernabilidad de una metrópoli.

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16 dic 2014

Desarrollo, equidad y agenda pro crecimiento

La desigualdad vuelve al foco noticioso. En junio la OECD presentó su último informe sobre distribución del ingreso que señala que Chile es el país con la mayor desigualdad de ingresos de este grupo de países; sin embargo destacó que entre los años 2007 y 2011, experimentó una disminución  en el índice de Gini de 0.511 a 0.503.

Esta reducción es positiva, pero en los últimos 24 años el indicador ha experimentado alzas y caídas marginales, nunca superiores a 0.03 puntos anuales, lo que representa  una desigualdad de ingresos constante.

Como gobierno hemos señalado que la desigualdad de ingresos, de género, de pertenencia a pueblos indígenas, territoriales, etc., afectan las oportunidades de las personas, perpetuando brechas y erosionando la cohesión social. Otra mirada de los efectos de la desigualdad menos frecuente es su impacto sobre los niveles de crecimiento económico.

La OECD vincula ambas variables[1], en donde constata que al interior de los países del grupo, la brecha entre ricos y pobres alcanzó en este periodo su nivel más alto desde hace 30 años, llegando a 9,5 veces en promedio. Esta cifra, según la publicación, alcanza a 30 veces en Chile.

Los altos niveles de desigualdad en Chile, no son la novedad. Lo relevante del Informe dice relación con el efecto de este aumento en el promedio de países OECD, traducido en 3 décimas del Gini –de 0,29 a mediados de los ´80 a 0,32 en 2011-2012- lo que habría significado una reducción del crecimiento en 0,35 puntos porcentuales por año, durante 25 años, esto simplificadamente representa una pérdida acumulada del PIB de 8,5% en ese periodo de tiempo.

La lucha contra las desigualdades contribuye a generar una sociedad cohesionada y también permite fortalecer la economía. Según el Informe, la desigualdad reduce las posibilidades de acumular capital humano (educación), principalmente en sectores de menor ingreso, lo que se traduce en menor movilidad social y desarrollo de competencias.

La misma fuente expresa que la preocupación de los países no sólo debe enfocarse en los sectores en pobreza, sino en toda la población de bajos ingresos, puesto que allí es donde se registra el mayor impacto de la desigualdad sobre el crecimiento económico.

Estos datos confirman la importancia de la agenda por la equidad de este Gobierno, y la pone también en el contexto de una agenda pro crecimiento económico. Esta agenda, además de las reformas estructurales en materia educacional y tributaria, considera el fortalecimiento y ampliación del Sistema de Protección Social en el Presupuesto 2015.

[1] “Tendencias en la desigualdad de ingresos y su impacto en crecimiento económico”, Focus on Inequality and Growth,  OECD, diciembre 2014.
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15 dic 2014

¿Qué sentido tiene para ti la Navidad y cómo quieres vivirla este 2014?

Para gran parte de nuestra sociedad chilena, más allá incluso de profesar o no la fe cristiana, la Celebración de Navidad está cargada de sentido: un sentido transgeneracional, proveniente de nuestros ancestros, quienes fueron hilando una serie de ritos y pequeñas ceremonias  transmitidos de generación en generación y que de uno u otro modo nos conectan con la familia, nuestro clan, la identidad colectiva de quienes nos dieron la vida. ¿Qué ceremonias y ritos familiares, de abuelas, tatas, nonos, opas, tías …perduran en tus recuerdos? Y  ¿cuáles de éstas has mantenido en tu familia actual?

Un segundo nivel es el sentido biográfico, que fuimos construyendo en nuestra infancia y niñez, año tras año, desde que tenemos conciencia de la existencia de la Navidad. De hecho es muy probable que si le preguntásemos a una muestra representativa de chilenas y chilenos acerca de qué época o fecha del año era más esperada por ellos/as siendo niños/as y que recuerden con más emoción positiva, la  mayoría respondería “Navidad”.Esto incluso permeando distintos niveles socio-educacionales y económicos.

Desde mi experiencia por ejemplo,  aun recuerdo vívidamente como esperábamos ansiosos que los bomberos de la 1ª y 4ª Compañía de Rancagua (vivíamos al frente de estas “bombas”) tocasen nuestro timbre y nos invitasen a su tradicional paseo en el reluciente y engalanado “Carro Bomba” de la calurosa tarde del 25 de Diciembre.

Ambos sentidos, el transgeneracional y el biográfico, dejan huellas en nuestra mente acerca de lo que se hace, cómo se vive y qué emociones gatilla la época navideña, diciembre, y particularmente la celebración  de la Navidad, desde la “Noche Buena” hasta el 25.

Hoy por hoy, y cada vez con mayor fuerza, la publicidad y las empresas comerciales parecen haberse apoderado de la Navidad, siendo muy difícil marginarse de este bombardeo, que adornado de buenos deseos de amor y paz, niños, imágenes de padres y abuelos cariñosos, villancicos, árboles y viejos pascueros,  pretende que cada familia compre más regalos, y ojalá los productos más exclusivos y caros. Nada más lejano al ancestral espíritu navideño cristiano.

En nuestro contexto país, como en toda sociedad sustentada en un modelo  económico neo liberal, resulta difícil que niños y niñas logren abstraerse de la seducción publicitaria y que sus expectativas no alberguen el deseo inoculado de recibir tal o cuales “productos”. Así, grandes y chicos quedamos atrapados o al menos presionados en la máquina de ir de compras, gastar,  y estresarnos en el corre corre de diciembre.

Cada familia es responsable de co construir y actualizar cada año un sentido navideño acorde a sus principios, valores e idiosincrasia. Así también habrá familias para las que la navidad no tenga importancia e incluso para quienes esté vedada por profesar otra determinada religión.

No obstante, si pensamos en la población chilena de hoy, la mayoría entra en la rueda de las compras, de los regalos y compromisos. Padres atrapados por el consumo sin duda tienen muchas más posibilidades de criar hijos e hijas consumistas. El problema entonces, no es de los niños si no de lo que les transmitimos, directa e indirectamente a éstos.

Niños que ven varias horas de TV al día, niños que pasan en el “mall” cada fin de semana, no pueden estar inmunes al bombardeo de marketing.

Regalar y recibir obsequios es maravilloso, pero cuando estas interacciones humanas están supeditadas a comprar compulsivamente y endeudarse, nada muy saludable puede brotar de ellas. ¿Qué regalo quieres hacer  y desearías recibir esta Navidad que no sea comprado en una tienda?

¿Cuál es el sentido de la Navidad, – más allá de profesar o no la fe católica?, para todas y todos quienes nos desarrollamos en culturas y subculturas permeadas por la religiosidad católica y en general para sociedades occidentales, hay un sentido navideño que nos conecta con necesidades humanas: venerar la vida, la esperanza de un sistema más justo para todas las personas, en especial para las sencillas y humildes y el nacer y renacer de las relaciones más íntimas basadas en el amor, la acogida incondicional y el compartir, cada persona, lo que tiene de más valioso.

Valor no es sinónimo de costo material y menos monetario.

Un sistema basado en el consumo, un sujeto entendido o definido como consumidor, se deshumaniza.

Difícil resulta abstraerse del contexto, en que desde noviembre supermercados y grandes tiendas ya “exhiben y promocionan la Navidad”; ni adultos ni niños/as somos impermeables a este sistema, pero aún así las madres y los padres podemos hacer mucho.

Ahora bien, la coherencia que mostremos o no durante el año es más importante que lo que transmitamos en un par de semanas al finalizar el año. Teniendo esto presente podemos guiarnos con algunas ideas orientadoras.

Ritualizar la navidad en base a nuestros valores y creencias, en el marco de un ideal ético y relacional compartido, el cual es compartir el hogar con nuestros significativos, honrar la vida, proteger lo más vulnerable y adorarlo, ofreciendo lo mejor de sí mismos.

Intercambiar obsequios sí, pero ojalá hechos por nosotros mismos y si son comprados que sean sencillos, que no nos signifiquen “pesadillas” (las cuotas, las deudas).

Establecer el día 24 (al menos desde la tarde) y el 25 como un espacio de encuentro, como un momento de “estar con”, nuestros hijos/as, parejas, padres, amigos, más conscientes y menos apurados.

Que sea una fiesta gozosa, y esto en relación a nuestros niños/as implica necesariamente tiempo y tiempo de calidad.

Retomo lo que ya dijera en el punto anterior,ritualizar la navidad en base a nuestros valores y creencias, en el marco de un ideal ético y relacional compartido. Cada familia posee su sello relacional e idiosincrático, que se ilumine lo mejor de cada una en la Navidad.

Aquellas que gozan de la naturaleza, regálense un buen paseo; aquellas que cocinan juntas, bienvenido el menú de navidad; las que gustan de cantar, ensayos de villancicos y acordes navideños; las católicas practicantes, misa del gallo en familia; las cinéfilas, su buena peli. Lo importante es gozar y regocijarse en un encuentro que encienda corazones y mentes en la maravilla del compartir.

Cuenten historias, la historia de la propia familia relatada por sus propios miembros, por las fotos que se tienen de los que están vivos y de los antepasados, las anécdotas, los secretos…es el más valioso tesoro que les podemos dar a nuestros hijos porque al conocer nuestra historia nos hacemos más libres y seguros de quienes somos y de lo que queremos ser.

De regalo va un acróstico de NAVIDAD, haz tú el tuyo y regálalo también.

Nunca es tarde para intentar reparar un lazo herido o roto.

Active su yo juguetón, deje salir a su niño/a interior.

Vista sus mejores ropas y colores: alegría, esperanza, confianza, autoaceptación.

Irradie amor y respeto en cada gesto cotidiano.

Diga mensajes positivos, para los demás y hacia usted mismo.

Acuérdese de todo lo bueno que ha recibido en la vida y agradézcalo.

De algo de lo bueno que Ud. ha recibido a alguien que sepa o intuya no ha tenido esa experiencia.

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15 dic 2014

La CIA y la tortura

Un informe de 6.000 páginas del Comité de Inteligencia del Senado norteamericano, ha revelado que la CIA interrogó a 119 supuestos miembros de Al Qaeda mediante crueles torturas, parte de un programa denominado Técnicas de Interrogatorio Reforzadas. 26 personas cuya detención fue reconocida como errónea, también sufrieron los martirios, siendo algunas compensadas económicamente.

Hasta 180 horas de privación de sueño, ahogamientos, colgamientos, vejaciones sexuales, grabación de gritos de terror de prisioneros para conocimiento de sus familiares. Algunos no resistieron el tormento y fallecieron. El sistema contaba con recintos secretos de detención (blacksites) operados por la CIA y se basaba en desapariciones y ocultamientos similares a las realizadas por las dictaduras latinoamericanas, bajo el liderazgo de militares formados en la ideología del enemigo interno y técnicas de tortura aprendidas de sus colegas norteamericanos.

El informe desnuda la extrema crueldad de algunos seres humanos sobre sus semejantes, actuaciones aparentemente motivadas por el miedo y bajo la justificación “moral” del bien superior

Lo informado ha dado lugar a un crudo debate en Estados Unidos. A la condena absoluta de los hechos, se ha añadido una peligrosa relativización, en que han surgido como justificantes el miedo y la necesidad de impedir nuevos atentados bestiales como el del 11S. Así, apelando a esta tragedia se ha planteado: “Solidarizo con quienes tuvieron la carga de defender la seguridad de la nación tras ese ataque sorpresivo. No sabían qué podía pasar … cuesta resistirse a la conclusión de que algunos agentes de la CIA se tomaron las libertades que les dimos tras el 11S – por temor a un nuevo ataque – y las siguieron usando ya pasado el momento de emergencia y en modos que incluyeron no sólo la tortura, sino también el abuso institucional y el engaño a la opinión pública y a otros organismos del gobierno. Si no fuesen denunciadas y verificadas, esas acciones dañarían a nuestra sociedad tanto como un ataque terrorista” (opinión de Thomas L. Friedman en The New York Times, reproducida por El Mercurio, sábado 13.12.2014, p. A11).

Friedman ve un hito temporal, antes del cual serían legítimas las acciones por estar basadas en un miedo justificado, perdiendo esa legitimidad una vez pasada la emergencia.

Otra línea de relativización apela a efectividad y eficiencia, cuestionándose las acciones por no haber sido efectivas para obtener información relevante. La conclusión implícita es evidente: la tortura de seres humanos podría justificarse por su eficiencia informativa.

Ha condenado estas prácticas el Presidente Obama, quien reconociendo las divisiones que han provocado estas revelaciones, señaló que haría todo lo que esté en sus manos para jamás recurrir a estos métodos.

De hecho, en 2009 al llegar a la Casa Blanca, terminó con el Programa de Técnicas de Interrogación Reforzadas. Por su parte, el senador y ex candidato presidencial republicano John McCain dijo: “ … cuestiono enfáticamente que haya sido correcto usar estos métodos, ya que este informe deja en claro que no fueron ni en el mejor interés de la justicia, ni de nuestra seguridad, ni de nuestros ideales, en cuya defensa hemos sacrificado tanta sangre …”, agregando que “seguimos siendo estadounidenses diferentes, más fuertes y mejores que quienes quieren destruirnos”.

Tiene razón el senador McCain porque la fuerza de la verdad ha permitido crecer a Estados Unidos, haciendo atractiva su heterogeneidad en pluralismo. Cuando el país se ha apartado de esa senda, se ha empequeñecido, pudiendo solamente volver al respeto de los derechos humanos de todos, con el reconocimiento posterior de errores, horrores y atrocidades, como el encarcelamiento de 127.000 japoneses durante la Segunda Guerra Mundial, las persecuciones histéricas del macartismo y el uso de napalm y otras armas químicas durante la guerra de VietNam, por citar solamente algunos episodios no recientes.

El informe debe impactar a muchos estadounidenses no solamente por las atrocidades, sino porque ellas van en contra de sus orígenes históricos. El país fue fundado en la afirmación de los derechos de los habitantes de las 13 colonias que se independizaron por la fuerza del poder opresivo. Ya en esos años, la heterogeneidad de origen y pensamiento, político y religioso, estaban presentes en los colonos. La desconfianza al poder central estuvo en la base de la asociación, conservando fuertes prerrogativas los estados individuales frente al poder federal, sobre la base de todo un sistema de controles (check and balances).

El informe sobre la CIA debería reafirmar la necesidad del respeto universal por los derechos humanos. Universal significa que todos, y en todas circunstancias, deben respetar esos derechos para todos, sin relativización ni excepción algunas.

También debería hacernos meditar sobre el carácter precario aún de ese respeto, nunca suficientemente asegurado cuando “razones de Estado”, permiten sobrepasar esos derechos.

En ese sentido, es loable la actitud vigilante permanente de nuestro Instituto de Derechos Humanos que recientemente ha llamado la atención sobre la prevalencia aún de prácticas de tortura en Chile.

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15 dic 2014

Se desbarató un negocio muy trucho en Viña del Mar

Felicitamos a los vecinos organizados de esa ciudad balneario quienes, con sólidos argumentos técnicos y con la valiosa asistencia del abogado Rodrigo Avendaño, después de mucho batallar, lograron que un mall de alto impacto no se construya en base a un permiso de edificación del año 2000, ¡14 años atrás!

Este tipo de actos administrativos caducan a los 3 años si no se han ejecutado en el terreno las excavaciones del proyecto consultado en tal permiso. Las obras se iniciaron a fines del 2013, como vemos, vulnerándose abiertamente la ley.  

En razón a que nos hemos relacionado con esos buenos ciudadanos viñamarinos y porque majaderamente, suministrando toda la documentación atingente, le hemos solicitado al presidente de la Comisión de Vivienda y Desarrollo Urbano de la Cámara de Diputados que ese cuerpo colegiando iniciara una investigación parlamentaria por las malas actuaciones de diversos funcionarios del gobierno central, sin que esos diputados se hayan atrevido a ejercer sus roles fiscalizadores, por lo que estimamos necesario relatar en pocas palabras de qué se trata el episodio.

En efecto, los funcionarios porteños de la Administración del Estado al no ejercer sus facultades posibilitaron la construcción del mall Marina Arauco 2 en un sector residencial de calles angostas, cuyos propietarios Ripley, Parque Arauco y Paris (Cencosud), con la connivencia de aquellos que se resistían a fiscalizar, se acogieron a las normas de edificación sustantivamente más permisivas de casi 3 lustros en el Plan Regulador Comunal (PRC) de Viña del Mar.

Todos aquellos relacionados con la materia sabíamos de antemano que el permiso de edificación cursado por el Director de Obras el 29 de junio del año 2000 había caducado automáticamente a los 3 años de su emisión tal como lo ordena el artículo 1.4.17 de la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones (OGUC), pero el avispado titular del proyecto  -Inmobiliaria Mall Viña del Mar S.A.- hacía caso omiso de esa perentoria disposición.

Los vecinos denunciaron el caso en la propia Dirección de Obras Municipales y ante el Seremi de Vivienda y Urbanismo de la V Región, pero como estos organismos públicos siempre miraban para el lado, se vieron en la obligación de denunciar los hechos en la sede regional porteña de la Contraloría General de la República, instancia que trasladó todos los antecedentes a la sede central para que así el contralor Ramiro Mendoza ejerciera sus potestades que le entrega la Ley Nº 10.336 Orgánica Constitucional de la misma.

En el ínterin, exactamente el 20 de octubre de 2014, la fundación Defendamos al Ciudad, presentó un reclamo ante el díscolo Seremi describiendo el desarrollo de los hechos, ello con el propósito de que el destinatario hiciera valer el marco regulatorio. A esta fecha y a pesar de que los funcionarios públicos tienen la obligación de pronunciarse cuando son requeridos, no se conoce su respuesta.

Pero el 11 de diciembre de 2014, es decir recién, la Contraloría General se pronunció con apego estricto a la ley, dejando de manifiesto que las habilidosas interpretaciones formuladas por los agentes públicos porteños para que no caducara ese antiguo permiso eran inútiles. En el dictamen Nº 95979 de la fecha indicada se dejó mal parado al anterior Seremi, hoy flamante alta autoridad en la Municipalidad de Viña del Mar y resaltamos que para resolver, el ente fiscalizador escuchó tanto al privado como a los funcionarios sectoriales.

Acorde a lo fijado en dicho dictamen, ahora la Contraloría Regional de Valparaíso iniciará la instrucción de un procedimiento disciplinario para investigar las situaciones observadas en lo concerniente a la caducidad del añoso permiso, ello con el objeto de determinar las responsabilidades de aquellos funcionarios involucrados.

Hay que tener en claro que los dictámenes de la Contraloría revisten fuerza obligatoria para los órganos de la Administración, de modo que su eventual falta de aplicación, es decir desobediencia, por parte del Seremi actual y/o del Director de Obras Municipales en ejercicio, significaría una grave transgresión del artículo 9º de la Ley Nº 10.336 ya mencionada.

Estamos seguros que lo anterior no sucederá, pero por pudor profesional, todos los funcionarios que han intervenido en esta comedia de equivocaciones debieran renunciar indeclinablemente a sus cargos y aprovechando sus conocimientos adquiridos en el aparato público, insertarse en el sector privado.

En resumen, como el permiso de edificación del año 2000 caducó, la inmobiliaria está en su  derecho de recurrir en contra de la Contraloría en los tribunales de justicia y ahí se verán las caras los abogados del Consejo de Defensa del Estado (CDE), que representan al Contralor, y los abogados santiaguinos de los grupos económicos que quisieron  pasarse de listos. No tenemos ninguna duda que el derecho a pataleo de la inmobiliaria será en vano pues la instancia judicial confirmará el contundente dictamen de la Contraloría.

De esta manera, si el inversionista desea establecer allí un retail, el pretendido mall se transformará en un amigable strip center, ello en atención a las actuales y restringidas normas urbanísticas contenidas en el PRC de Viña del Mar.

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15 dic 2014

Informe CIA: tortura conveniente, lo que no se dice

Cuando en el mundo se conmemoraba los Derechos Humanos aparecía el informe del Comité de Inteligencia del Senado de los Estados Unidos, que mostraba el uso de la tortura por el gobierno a través de su agencia central de inteligencia.

En éste se indicaba las “técnicas de interrogatorio”, eufemismo para no decir tortura, las cuales no envidiaba a las más refinadas formas utilizadas por la Gestapo nazi.

Lo que se confirmaba públicamente era lo que activistas habían denunciado por más de una década y que habían sido ocultadas permanentemente; aún más, haciendo objeto de persecución a quienes las exponían a la ciudadanía. Sin embargo, como siempre, existe una trampa inherente a los documentos entregados.

En primer lugar, se intenta desvincular a la Casa Blanca de este hecho, como si fueran dos situaciones desconectadas, tal como se decía en Colombia: “entró un elefante en la casa y nadie se dio cuenta”. Por este mecanismo, Barack Obama queda con su imagen remozada de transparencia de tal modo que es un presidente en busca de la verdad cueste lo que cueste…especialmente si no tiene vinculación alguna con la represión, tal como ocurre con el caso Ferguson.

En segundo lugar, este informe hace recaer la culpa sobre George Bush de tal suerte que los republicanos son los que procuran la tortura como su estandarte mayor. Así, el pueblo estadounidense tendrá que pensar en las próximas elecciones presidenciales si desea una gobernanza basada en la coacción o una democracia sustentada en el control legal.

Lo tercero es perverso pues se esconde que durante el período de Obama no sólo se ha mantenido Guantánamo sino que se ha realizado una política de asesinato selectivo a través de drones, cuya decisión depende del primer magistrado de la Nación. Por tanto, se ha continuado la violencia a través de métodos tecnológicos mortales.   

El informe es muy importante pues ha puesto a temblar a los países que colaboran con la tortura directamente y que han sido descubiertos en una clara acción de delación. No sin razón, Polonia manifestaba su pérdida de confianza en la CIA debido a que se conocía su papel oscuro al aprobar cárceles de alta seguridad para presos especiales.

La cobardía de sus autoridades eran mundialmente vistas en televisión al quejarse por ser puestas en evidencia, en vez de desaprobar su maligna actitud, manifestando que “desconocían” lo que se hacía en dichos recintos secretos. Alemania declaraba su “consternación” por el “grave error” de la CIA, aunque no aceptaba que también estaba implicada directamente.

Naturalmente un documento de tal envergadura y que afecta los intereses de un “socio comercial” en varios países de América Latina, no será difundido como debe ser éticamente ya que los Medios tradicionales acatarán las órdenes externas y cooperarán en este sentido. Que se sepa la verdad no es bien recibido para las élites nacionales, más si toca sus propios intereses.

No obstante, la realidad es nítida: la tortura se aplica en el mundo y sus victimarios estarán libres para continuar su labor depredadora si no se detiene su accionar perverso.De la conciencia soberana de los pueblos depende la decisión.

La interrogante es dura: ¿será tan honesta la Unión Europea que aplicará sanciones a Estados Unidos por la práctica habitual de la tortura? ¿O simplemente seguirá su retórica de la libertad cuando de economía política se trata?

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14 dic 2014

Una lucha histórica

Hace 25 años, el ciudadano Patricio Aylwin Azócar, era electo Presidente de la República. Al momento de ser elegido contaba con una vasta experiencia política que lo había hecho senador reelecto en la actual región del Maule; siete veces Presidente de la Democracia Cristiana y en una ocasión Presidente del Senado. Su llegada a La Moneda se sustentaba en la Concertación de Partidos por la Democracia y en la campaña electoral concurrió además, el respaldo el Partido Comunista.

La extensa biografía que lo distinguía, fue un factor decisivo en su apoyo, al contribuir a derrotar la campaña de atemorizamiento y terror del régimen dictatorial que ya no podía impedir una derrota que lo alejaba del poder, al cual se había aferrado con dientes y muelas a lo largo de más de 17 años, recurriendo a las más crueles y sistemáticas violaciones a los Derechos Humanos.

Era la hora del restablecimiento de la democracia, luego de una lucha dolorosa, cruenta en diversos periodos por la represión desatada por los organismos encargados del terrorismo de Estado que se aplicaba a las fuerzas de oposición. Años en que la derecha política y económica amarró su propio destino al de la dictadura de Pinochet, empeñándose porfiadamente en impedir la reinstalación del régimen democrático en nuestro país.

El 14 de Diciembre se afirmaba la perspectiva de hacer realidad el término del odio y de la violencia institucionalizada, de vergonzosas y oscuras privatizaciones que trasladaron enormes caudales públicos a manos de codiciosos incondicionales del régimen, era la hora del fin de abusos y prácticas deleznables; se abría una nueva etapa en la historia de Chile.

El pueblo fue capaz de reconquistar la democracia y la libertad que le fueron arrebatadas el 11 de septiembre de 1973. Nadie le regaló nada. Su voluntad y su cultura cultivadas en décadas de convivencia democrática; la tenacidad de sus fuerzas políticas ilegalizadas, pero activas y perseverantes; el aporte moral de las Iglesias, en especial, del cardenal Raúl Silva Henríquez como símbolo de la Iglesia Católica; el movimiento social expresado en las protestas populares lideradas por el Comando Nacional de Trabajadores, y otras acciones de rebeldía desde la Asamblea de la Civilidad por parte de los profesionales y la clase media; todo ello sin desechar nada que se inspiró en el afán libertario de la nación chilena, se hizo presente a la postre el día que Patricio Aylwin alcanzo la presidencia del país.

Ese fue un cambio de época, profundamente refundacional que se inició con el Plebiscito del 5 de octubre de 1988, para abrir el camino desde la dictadura a la democracia, del terrorismo de Estado al respeto institucional de los Derechos Humanos, de los abusos del poder a la paz social, de la persecución a los opositores al debate en el Parlamento, de la apología del mercado a la paulatina recuperación del rol del Estado para asegurar el bien común del país.

Con Patricio Aylwin se formó la Comisión Rettig y se reivindicó, desde la verdad histórica, la memoria de las víctimas, de los detenidos-desaparecidos, de los ejecutados y torturados, de las personas violadas y víctimas de otras formas de violencia sexual. Asimismo, las leyes Cumplido se aprobaron para resolver la libertad de los presos políticos que habían luchado contra la dictadura.

Ahora, veinticinco años después, hay quienes señalan que no se hicieron todas las reformas o transformaciones que debieron hacerse para terminar con la herencia tan brutal y amarga de la dictadura. Es posible, sobretodo en el ámbito de restablecer la primacía de lo público ante lo privado. Es claro que no fue una tarea perfecta; por lo demás no hay obra humana que podría serlo. 

La historia será un juez severo que mostrará debilidades e imperfecciones. Por ello, los criterios para el balance evolucionan de una generación a otra. Pero, tengo la convicción que no hay argumentos sólidos y coherentes para poner en duda lo fundamental.

En la Concertación hubo acuerdo en lo esencial, reinstalar en el país  un régimen democrático; esta voluntad le posibilitó constituirse en una sólida mayoría, que asumió con unidad y responsabilidad la misión de gobernar el país. Pero, era imposible que pudiera hacerse cargo simultáneamente del conjunto de los desafíos generados en el proceso de reimplantación del Estado de Derecho democrático.

Además, los enclaves autoritarios fueron hasta las reformas constitucionales del año 2005, un obstáculo infranqueable en el propósito de lograr que fueran primordiales los intereses mayoritarios de la nación, por sobre la tozuda resistencia de la minoría pinochetista dedicada a asegurar sus convicciones, propósitos y afanes autoritarios.

Sin embargo, seamos claros, aquella confluencia histórica de fuerzas, desde el centro hasta la izquierda, expresada en aquel periodo histórico en la Concertación, logró avanzar en una tarea que muchos veían como imposible; lo que se hizo permitió que en Chile haya democracia. Ni más ni menos.

Ahora para ensanchar y llevar a una nueva etapa este legado el bloque de gobierno, la Nueva Mayoría, tiene la palabra. Ese es el desafío.

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14 dic 2014

Reincidencia y política criminal

Uno de los indicadores más aceptados para evaluar la eficacia de las políticas de seguridad pública y del sistema penal es la reincidencia delictiva. No obstante, medir la reincidencia es un ejercicio complejo que requiere definiciones metodológicas rigurosas y precisas, como la determinación de qué se va a medir (es decir, el concepto de reincidencia que se va a utilizar), cómo se va a medir (por ejemplo, cuál va a ser el período de observación) y los objetivos para los cuales se realiza dicha estimación.

Entre los últimos estudios realizados en Chile sobre el tema, puede citarse el de la Fundación Paz Ciudadana del año 2012, el cual concluyó, con un período de observación de tres años, que la reincidencia en dicho lapso había alcanzado a 50,5% entre los egresados de penas de cárcel (lo que se conoce como sistema cerrado) y a 27,7% entre quienes cumplieron sus penas en libertad (sistema abierto); también señala este estudio que 37,5% del grupo de personas beneficiadas con la ley de rebaja de condena reincidió en este periodo y que 23,4% de las personas con libertad condicional volvieron a ser condenadas.

A su vez, un estudio de Gendarmería de Chile del año 2013, realizado con un lapso de observación de dos años, cifró en 20,8% la reincidencia general de todos los egresados del sistema carcelario, contabilizando sólo nuevas condenas conocidas por Gendarmería, es decir, aquellas que implicaron un reingreso a la cárcel. El mismo estudio indicó que en el sistema cerrado la reincidencia fue de 39,5% y en el abierto de 10,7%  y que llegó a 24,7% entre los que egresaron por la ley de rebaja de condena, a 13,8% en el caso de libertos condicionales y a 15% para quienes accedieron a beneficios intrapenitenciarios.

Ambos estudios contabilizaron como reincidencia la comisión de un nuevo delito que tuviera como resultado una condena, siendo ésta la definición más utilizada a nivel internacional para estimar la reincidencia. La disparidad de las cifras de ambos estudios depende de una serie de aspectos metodológicos para medir el fenómeno de la reincidencia delictiva, por ende, si bien ambos estudios poseen un mismo concepto de reincidencia, su forma de edición puede entregar resultados muy distintos entre sí.

Por otra parte, estudios recientes efectuados en Inglaterra, Canadá y Estados Unidos, señalan cifras de reincidencia que habitualmente rondan o superan el 40%. Así por ejemplo, un estudio realizado en Minnesota durante los años 2004 a 2007, determinó una reincidencia del 61,2%, cifra que supera largamente a la de los estudios realizados en Chile, aun cuando no sean comparables.

Ante este panorama, la reincidencia de 25% de quienes recibieron el indulto general en el período 2010-2011, estaría dentro de límites esperables, sobre todo si considera que se trata de población que no tuvo seguimiento o apoyo postpenitenciario; posee diversos niveles de compromiso delictual (el tipo de delito por el cual se les condenó no es lo mismo que el compromiso delictual); y que no se establecieron criterios técnicos para su selección, a diferencia de quienes acceden a espacios progresivos de libertad o egresan como resultado de programas de intervención, como ocurre en la aplicación de la ley de rebaja de condena, la libertad condicional o los beneficios intrapenitenciarios.

Respecto de la cifra de 25% de reincidencia en población indultada, contribuiría al debate que se conociera la metodología utilizada, en particular el tiempo de seguimiento, el concepto de reincidencia utilizado, los criterios de inclusión y exclusión de la población estudiada y, sobre todo, los objetivos político criminales de la medición.

En efecto, las mediciones de reincidencia que no son realizadas con una metodología rigurosa que logre estimar cifras confiables y precisas, pueden mostrar tendencias que impacten negativamente en la política criminal, produciendo medidas que han tenido probado fracaso, como el endurecimiento del sistema punitivo, si lo que se busca es disminuir la ocurrencia de delitos.

Soluciones de este tipo han mostrado ser un obstáculo para la reinserción de las personas, lo que en el mediano y largo plazo sólo profundiza el problema.

Co autor del artículo es el sociólogo Diego Piñol. 

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