08 nov 2014

Acoso laboral en la administración pública

¿Ha conversado alguna vez, señor lector, con la víctima de un acoso laboral? Quien suscribe esta columna lo ha hecho. Es una experiencia triste y dolorosa, por lo que no se olvida fácilmente.Uno se siente impotente frente a tamaña injusticia.

Cabe recordar que se entiende por acoso laboral “cualquier manifestación de una conducta abusiva de un funcionario/a a otro/a, que implique comportamientos, palabras, actos, gestos y escritos que tengas la intencionalidad de atentar contra la personalidad, dignidad o integridad física o psíquica de una persona, que degrade su calidad de vida y/o eventualmente su estabilidad laboral”.

Si bien existe una regulación para presentar denuncias de este tipo en la administración pública, normalmente él o la afectada por estas conductas prefiere no denunciar su situación, por temor o vergüenza, pese a estar siendo privada de uno de sus derechos fundamentales: el derecho a la honra y a la dignidad[1].

Por su parte, el acosador, quien usualmente[2] está en una esfera de privilegio o poder en relación al acosado, considera plenamente justificable su conducta abusiva y reprochable, ya que quizás en su mente enfermiza, estaría ejerciendo el denominado  “don de mando”.

Olvida o quiere olvidar que su comportamiento afecta la dignidad, la integridad física y/o psíquica de la víctima, perjudicando el clima o ambiente laboral en su conjunto.

Sin embargo, la realidad podría ser otra.

En términos generales, a mi juicio, el acosador es un Cobarde con mayúscula,una persona insegura e incompetente, quien en varios casos ha desarrollado su carrera funcionaria en base al halago y la sumisión a la autoridad de turno, y que para colmo, seguramente envidia a la víctima.Los acosadores son en definitiva, parodiando a mi querido suegro, “poquita cosa”.

¿Por qué pese a que existir normas e instructivos donde se tipifica y sanciona el acoso laboral y/o sexual, esta práctica aún persiste en el tiempo?

La respuesta es muy simple: existe la norma, pero ésta no siempre se cumple. Por lo demás, probar los hechos constitutivos de un acoso demanda tiempo y pruebas, como también, mucho valor de parte del denunciante y de los testigos. Están en juego muchas cosas.

En ese sentido, el temor a una represalia del acosador y/o de sus contactos inhibe la presentación de denuncias, por lo que él/la afectado/a opta por mantener el status quo, lo que a la larga originará un agravamiento de la relación bilateral entre ambas partes y del ambiente laboral, en general.

Por otra parte, en nuestro país la mayor parte de los funcionarios de la administración pública son empleados a contrata u honorarios, por lo que la indefensión que éstos padecen en relación a los funcionarios de planta es aún mayor.

Y para que “la tormenta sea perfecta”, súmele a lo anterior querido lector, la debilidad o a veces indolencia de las asociaciones o sindicatos frente a estos actos, junto con una cultura institucional permisiva ante este tipo de conductas.

En este contexto, cabe recordar que el ex Ministro de RR.EE. Alfredo Moreno suscribió  con la Directiva de la Mesa Gremial de la Cancillería de la época, un Comunicado Conjunto – que luego se transformaría en una circular Ministerial- en la cual se recordaron las definiciones del acoso laboral y sexual, y los procedimientos de denuncia respectiva, estableciéndose un compromiso entre las partes firmantes para denunciar y erradicar este tipo prácticas.

Finalmente, en consideración a que el Gobierno de la Nueva Mayoría propicia la reforma y aprobación de una serie de leyes laborales, considero que ésta podría ser una buena oportunidad para fortalecer aquellas normas vinculadas a esta materia.

1) CIRC. PUB. (RR.HH) 197 del 19/06/2006, difunde instructivo presidencial sobre Buenas Prácticas Laborales en la Administración Central de Estado (Of. Gab. Pres. N°2 del 15/06/2006). Habla de varios temas, entre ellos sobre la prevención y sanción del acoso laboral y/o sexual. La Circular MINREL N°314 del 17/09/2008 difunde el procedimiento respecto del Acoso Laboral y la OS. N°103 del 28/03/2008 se refiere al procedimiento interno para sancionar el Acoso Sexual.

2) El acoso también puede darse entre iguales.

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  • Klau Unicahuin Quinan

    me encantó su artículo, fui victima de acoso laboral en la administración pública, lo cuál derivo en un cuadro de neurosis laboral que me costó un dineral poder cubrir, cuando denuncié el hecho primero verbalmente comenzó una serie de injurias hacia mi persona que no tuve accedo a réplicar por el comite de buenas prácticas laborales de la DGAC. después se me acuso de una supuesta adultaración, después de un sumario y ya de estar despedida hace 5 meses me llega una resolución donde dice que no tuve nada que ver en el tema de la adulteración en la cual me involucró mi jefe, ahora bien yo me pregunto de qué me sirve ahora ese papel, si ya me despieron, cuando hice la denuncia formal no fue investigada sino dos meses después que a mi ya me habían despido que fue la concretación final del acoso, y qué hizo la contraloria nada, los funcionarios públicos no tenemos derecho a que se nos avise con 30 días de anticipación estaba calificada en lista 1 de excelencia, me despidieron por no ser necesario mis servicios y al otro día pedían la ocntratación del mismo cargo que yo ocupaba, la corte suprema falló a favor de la DGAC por qué a su parecer ningún derecho se me había sido vulnerado siendo que cuando me despieron yo me encontraba con licencia tipo 6 otorgada por el Hospital, donde finalmente pude ser atendida por el alto costo del tratamiento y que hace el gobierno casa de herrero cuchillo de palo , nada, el actual Jefe sigue acosando, continúan las licencias psiquiatricas y para la institución yo era el problema cuek. lean mi denuncia y juzguen ustedes mismos

    SR.

    CRISTIAN ESPINOZA LUNA

    DIRECTOR DE RECURSOS HUMANOS

    PRESENTE:

    Estimado
    Director:

    Primeramente
    le saludo, ya que no tengo el placer de
    conocerlo; me dirijo a Ud., a fin de exponer algunas situaciones que están
    alterando mi desempeño legítimo en la Unidad en que me desempeño, el Aeródromo
    Mocopulli, en la comuna de Dalcahue.

    Antes
    que todo debo hacer hincapié en el orgullo que siento de pertenecer a la
    Dirección General de Aeronáutica Civil, y más orgullo aún de haber participado
    en la implementación y puesta en servicio del Aeródromo Mocopulli, en mi Chiloé
    natal, sintiéndome participe activa del desarrollo de mi provincia y
    potenciando la presencia de mi etnia Mapuche-Huilliche en la Administración
    Pública, convirtiéndose en un ejemplo a seguir por otras Instituciones del
    Aparato Estatal.

    En
    mis comienzos en la DGAC puse todas mis experiencias y capacidades al servicio
    del Aeródromo, y así ha sido reconocido tanto por la primera Jefatura que tuvo
    el Aeródromo, como por el Jefe actual, en el Sistema de Calificaciones. En el
    rol articulador que tácitamente se me entregó colaboré para que los demás
    funcionarios de la dotación de la Unidad pudieren acceder a los servicios de la
    provincia, dada mi calidad de única funcionaria chilota y huilliche, conocedora
    de los servicios y con diversos contactos. También pude asumir sin mayores
    problemas roles de apoyo en funciones de Finanzas, Comercial, Personal y en
    Control de Gestión, labores que creo haber comprendido debidamente, a juzgar
    por las opiniones de mis pares en el Nivel Central.

    Evidentemente
    que al demostrar capacidad de trabajo y de aprendizaje las Jefaturas, explícita
    o tácitamente, fueron delegando progresivamente funciones en la suscrita, que
    en algunos casos, a mi juicio, implicaron el ejercicio de algún grado de
    control y/o supervisión de las labores de otros colegas. Mi forma de desempeño
    de tales actividades, sin descuidar nunca las propias de mi función principal
    de secretaria, hasta hace poco tiempo fue avalada por la Jefatura actual de la
    Unidad. Sin embargo, de ese tiempo a esta parte la visión ha cambiado
    radicalmente, y de ser percibida como una funcionaria de desempeño excelente,
    paso a ser bruscamente percibida como un mal elemento, siéndome retirado
    repentinamente todo el respaldo que hasta cierta fecha tuve de la Jefatura en
    comento.

    Lo
    anterior, me parece absolutamente inexplicable. Me he enterado de la existencia
    de diversos informes en donde se me sindica como elemento generador de mal
    ambiente de trabajo, causante de división interna entre los colegas. Sin
    embargo formalmente no he tenido acceso a dichos documentos, viéndome obligada
    a requerirlos a través de los canales establecidos por la Institución para
    tales fines. Al no tener conocimiento de estos informes, no se me ha dado la posibilidad plantear oportunamente mi punto de vista, mi
    opinión, mi defensa, para que de esta forma las Autoridades del Servicio, Ud.,
    incluido, tomen las decisiones con la mayor cantidad de antecedentes
    disponibles, evitando la unilateralidad, y a través de ella, la arbitrariedad.

    Sobre
    mi desempeño, es muy probable que haya o
    haya comprendido bien el tipo de
    facultades y atribuciones que me entregaba la Jefatura, pero aquello tampoco se
    me aclaró en su momento. En todo caso, mi afán siempre fue procurar que las
    labores sobre las cuales tenía algún grado de responsabilidad fueran efectuadas
    sin errores, rápidamente y tan eficientemente como sea posible, entendiendo
    este último concepto como un proceso eficaz y económico.

    El
    cambio radical de actitud de mi Jefatura hacia mi persona obviamente que me ha
    afectado en lo emocional y psicológicamente. La autoestima baja, el compromiso
    se reduce, el interés por las relaciones interpersonales se diluye, y otro
    sinfín de efectos, que son causantes de la pérdida de la salud. Lo anterior,
    unido a ciertas actitudes de colegas que no quieren verse involucrados con mi
    persona inevitablemente generan un estado de persecución y aislamiento, lo que
    provoca sentirme acosada laboralmente afectando
    directamente a mis derecho
    constitucional art. N°19 inciso primero:
    El
    derecho
    a la vida y a la integridad física y psíquica de la persona. La ley protege la
    vida del que está por nacer…” y inciso
    cuarto “El respeto y protección a la vida privada y pública y a la honra de la
    persona y de su familia…” según
    los hechos que pasó a exponer:

    En el mes de
    diciembre después que el Señor Osvaldo Contreras Opazo, es sancionado por mal
    uso de vehículo Fiscal, tiene
    un altercado posterior con el Señor
    Daniel Ávila Pizarro, comienza a
    tratarme en forma déspota, hiriente,
    agresiva, llegando al punto de gritarme
    en el comedor de los funcionarios en
    presencia de tres o cuatro, a lo que yo me levanto no termino mi comida después de haber llegado a las
    15.00 horas de estar toda la mañana en los bancos pagando junto con
    Daniel todas las facturas que Paula Vera
    tenía pendiente de pago, nos dividimos
    los bancos ( sin tener ninguno de los dos las pólizas de manejo de dineros fiscales),
    para poder andar más rápido, ya
    que el siempre se enojaba que nos demorábamos mucho, pero lamentablemente en
    los Bancos uno no puede acelerar ni exigir. En esos días además la suscrita
    en compañía de los compañeros
    SSEI José Vásquez, Nir Fuentes e Ignacio González, estábamos organizando la fiesta de Navidad, yo
    me había conseguido unos toldos con mis ex colegas del Municipio de Castro,
    para protegernos del sol y poder comer
    afuera, ese día dado a que yo estaba realizando funciones que no son por las
    que estoy contratada no alcance a pasar a retirarlos, Me grita y dice: Claudia y los Toldos? y le digo Don
    Osvaldo, no alcance, pero puedo ir temprano, pero como tan inepta e ineficiente, me llamas y me dices y por
    último voy yo, pero por la mierda que no hagas nada bien, le dije don Osvaldo
    esto es una paleteada de mis amigos
    ellos me conocen a mi no es que
    vaya cualquiera porque son cosas municipales, me dijo sino puede hacer las
    cosas dígame porque no sirve ni para eso. Yo salí llorando del
    Comedor llamé con José Vásquez y le dije que entregaba la plata, pero en
    realidad yo no iba estar para
    que me traten así, menos yo no tengo ni hijos y estoy organizando algo lindo, para sí el
    ambiente tan denso en la Unidad se mejora
    , pero ni así te agradece. Volví a la Oficina a
    seguir trabajando y entre a su
    oficina para sacar firma de documentos y me mira y me dice por qué llora, entienda usted tiene la culpa y mas encima llora. Ese día subió el Jefe de
    Lan y me dice qué le pasa esta resfriada?;
    Y yo le dije si por qué creo que no
    tiene por que enterarse gente
    externas de los problemas que puedan tener en la oficina. Ese día comencé con
    vómitos y con
    llantos, ya que jamás un jefe me había tratado así menos delante de otra personas y según lo
    certifica el médico en el documento adjunto ingreso con un cuadro angustioso el cual derivó que me
    trataran en el policlínico, fármacos,
    licencias por 10 días y atención por
    especialista. Lamentablemente es Chiloé y las horas con los especialista
    son sumamente escasas es así como me
    entregan hora hasta el 04 de abril de
    2014.

    En el mes de diciembre
    el día 25 le
    envié un email el cual adjunto para desearle una feliz navidad y también
    para pedirle que deje de alzarme la voz sobre todo en
    presencia de los funcionarios, a
    lo cual hizo caso omiso, ya que a mi
    retorno de mi licencia continúo con
    sus menos precios, excluyéndome de reuniones, y diciéndome todos los días laborales hasta que salió
    el 24 de enero de vacaciones, que me
    despedirían, ya que eso le señalaba don Julio Schnettler le decía eso, todos los días, que todo lo
    malo que pasaba en Mocopulli era mi culpa, que la Paula quién a esa altura ya llevaba 40 días aproximadamente de licencia, era mi
    culpa, que yo tenía que asumir eso y que los funcionarios no me querían etc.
    Obviamente todo eso de a poco comienza a
    causar un daño psicológico y un acoso laboral por parte de mi Jefatura.

    En el trascurso
    del mes de enero llegó un informe de la
    asociación que él me comentó diciéndome
    ahí dice que usted es violenta, que usted es la culpable, Claudia ve que yo
    tengo razón no sé, pero yo me plantearía
    irme. Yo le exige que quería leer donde se hablaba de mi persona, pero también las
    profesionales señalan que los funcionarios señalan que la “forma de
    relacionarse ( refiriéndose a la Jefatura) es percibida como inadecuada ante
    situaciones que requieren liderazgo, por ejemplo: afrontar
    equivocaciones incorporándolos en
    actividades, los que en ocasiones
    han llegado a niveles
    considerados violentos
    verbalmente”. Lo
    que a través de este acto declaro que
    es así, ya que muchas veces
    tuve que escuchar cómo le alzaba la voz a los funcionarios, por
    Ejemplo a Paola Sepúlveda quién
    también presentó cuadro de neurosis Laboral, le golpeó la mesa, a Patricio Vega, también lo ha tratado en
    forma déspota, lo ha menospreciado como
    profesional, también con el mismo diagnóstico.

    Después de ese informe que el recepcionó, el cual no analizó
    con sus funcionarios, la cosa se agudizo, ya que los funcionarios también manifestaron que él me entregaban mayores
    atribuciones que exceden de lo pertinente, lo que es considerado para el entorno como abuso de poder de mi
    parte lo cual no lo considero así, pero
    es la percepción de los funcionarios
    y como yo siempre dije yo cumplía
    órdenes que el jefe de Unidad me
    entregaba, y como pueden ver irse en
    contra del jefe es tener el tipo de
    problemas que hoy estoy pasando ser
    acosada laboralmente.

    Según lo señala
    la Dirección Nacional de Servicio Civil, en su manual de Orientaciones para evitar el acoso laboral en los servicios públicos señalo:

    Concepto de acoso
    laboral:

    “El
    uso intencional del poder, como amenaza o real, contra otra persona o grupo, en

    Circunstancias
    laborales, que pueden conllevar un alto grado de probabilidad de

    Resultar
    en injuria, muerte, daño psicológico, mal desarrollo de la tarea o

    Privaciones.
    Organización Mundial de la Salud, OMS (1995).

    • Toda
    acción, incidente o comportamiento que se aparte de lo razonable, mediante

    El
    cual, una persona es agredida, amenazada, humillada o lesionada por otra en el

    Ejercicio
    de su actividad profesional o como consecuencia directa de la misma.

    Organización Internacional del Trabajo, OIT (2003). “

    Esto me está ocurriendo a mí, ya que mi jefe
    amenazaba continuamente sobre mi continuidad laboral, sin justificación alguna, ya que estoy muy bien evaluada, lo que me provocó primero un cuadro angustioso en el mes de
    diciembre según lo señala certificado médico adjunto, certificado médico de psiquiatra, donde se me indicó reposo por
    11 para empezar y que concurra a la Achs para tratamiento, diagnóstico estrés laboral de Santiago y mi Actual
    Psiquiatra señala reposo por un comienzo de 15 días por neurosis
    laboral, lo cual derivo a que en el consultorio de mi
    comuna fuera ingresada al
    programa AUGE por una depresión severa ya
    que la neurosis derivó a una depresión,
    lo que ha significado desde diciembre a la fecha una pérdida de 15 kilos de
    pesos por puro sistema nervioso, provocando insomnio,
    llantos, falta de apetito, ganas de
    morirme, ya que jamás me había sucedido
    algo así que un jefe me trata de semejante forma.

    Aún mas una vez entregado el primer diagnóstico por estrés laboral, cuya licencia
    informé vía email al Sr. Osvaldo Contreras llama a mi celular personal, ya que yo le avise de la licencia tipo 6 y me pregunta como estoy, con quién he
    hablado, y me dice que no hable con el
    Director General de la Institución, yo le dije Jefe yo ya lo hice, prefiero que
    lo sepa de mi boca y me dijo Claudia eso
    no se después no se queje y era
    obviamente una amenaza.

    Fue así como después de la llamada de telefónica, el señor Contreras solicita informes a base
    o petición de no sé quién a los
    funcionarios Sr. Ebaldo Maldonado, Sra. Paula Vera, Srta. Vanessa
    Hernández, Sra. Jeannette Mancilla (quien no es funcionaria del aeródromo, sino
    de la dotación de Osorno), además de solicitar a la Sra. Paula Vera reclamos a los concesionarios, sin causa o
    razón. Cuyos informes no he tenido la
    posibilidad de replicar debido a que no
    se me considero con copias, solo por comentarios y rumores entiendo que se me
    llevará al Comité de buenas prácticas
    Laborales, a causa ¿de qué?, ¿Dónde se
    plantea mi defensa? Y si yo he
    cometido algún error ¿dónde están reflejada las sanciones correspondientes? Además de
    iniciar un rumor que yo falsifique y
    enmendé una boleta que me sumariarían y
    despedirían por eso, documento al que tampoco he tenido acceso ni conocimiento, pero lo único que sé que yo jamás he tocado dinero
    ni he recibido dinero alguno por causa
    de una falsificación. A eso se suma que me sacó de los cargos cuales ejercía
    desde el 2012 sin causa o razón quizás su defensa será por mis licencias, pero si fuera por eso varios funcionarios
    debieron ser removidos además por eso existe el concepto de suplente o
    subrogante quienes deben asumir el
    trabajo mientras el titular no está, cosa que yo he hecho en reiteradas ocasión
    sin ser
    ni estar capacitada en áreas para
    asumirlo. Cabe señalar que todo esto es
    mientras yo me encuentro con licencia
    médica, lo que considero como acto de complot, acoso laboral, daño psicológico,
    daño a mi imagen profesional, incluso de racismo y discriminación por mi
    procedencia indígena. Ya que si yo era
    tan mala, era tan poco profesional o
    simplemente no hacía bien mi trabajo, o si
    tenía problemas con mis pares ¿por qué
    el 31 de enero de 2014,los hechos
    anteriormente expuesto no están
    reflejados en mi hoja de vida funcionaria, muy por el contrario estoy evaluada en
    lista 1 de distinción todo lo anterior son una clara muestra de acoso laboral en los siguientes puntos:

    Conductas abusivas: sean comportamientos,
    palabras, actos, gestos

    y/o escritos:

    ·
    Gritar, avasallar o insultar la víctima cuando está sola o en presencia
    de personas. (lo ha realizado en reiteradas
    veces, la más fuerte fue el 18 de diciembre en el comedor de los funcionarios,
    lo cual detonó hoy el cuatro
    psiquiátrico en el que me encuentro).

    ·
    Sobrecargar selectivamente a la víctima con mucho trabajo,( Me hizo asumir según consta en hoja de vida funciones de comercial y
    finanzas sin tener la capacitación correspondiente sobrecargando mi trabajo y
    me afectó nuevamente a
    tendosinovitis en mi mano
    izquierda, actualmente en tratamiento).

    ·
    Amenazar de manera continuada a
    la víctima o coaccionarla ( señalándome
    que me despedirían continuamente que
    no hablara con los funcionarios que me alejara de ellos)

    ·
    Modificar las atribuciones o responsabilidades de su puesto de trabajo,
    sin decir nada al trabajador/a. (lo realizó en mi ausencia me saco de
    encargada OIRS y Subrogante del área Personal,
    y de otras funciones que eran de mi
    total agrado, además de poseer la capacitación correspondiente).

    ·
    Difamar a la víctima, extendiendo por la empresa rumores maliciosos
    calumniosos que menoscaban su reputación, su imagen o su profesionalidad. ( lo
    está haciendo con el caso de la famosa
    boleta donde se habla de
    falsificación sin siquiera
    someter a la suscrita a la ISA correspondiente, ni menos pedir un informe previo a la suscrita para saber qué pasó que creo que debería ser
    el primer paso antes de).

    ·
    Animar a otros compañeros/as a participar en cualquiera de las acciones
    anteriores mediante la persuasión, la coacción o el abuso de autoridad. (lo
    realizó pidiéndoles los informes a mis
    compañeros de trabajos y a terceros,
    sin yo tener acceso, ni la versión del mismo de mi parte).

    Por todo lo expuesto realizo formalmente y acompaño los documentos correspondientes
    para denunciar el ACOSO
    LABORAL REALIZADO POR MI JEFATURA, SR.
    OSVALDO CONTRERAS OPAZO, ADMINISTRADOR DEL AERÓDROMO DE MOCOPULLI, lo cual
    ha llevado a mi persona a un daño moral,
    psicológico, físico y profesional, por
    conductas que no han sido provocada por mi personas ni están justificadas por ningún medio alguno, según
    lo dispuesto en el Pro DRH 08, código de buenas prácticas laborales, Ley 20.607
    y Código del Trabajo.

    Estimado
    Director, le reitero que estoy muy orgullosa de pertenecer a la Dirección
    General de Aeronáutica Civil y si he cometido errores en la interpretación de
    mis atribuciones estoy plenamente llana a resolverlos. Sin embargo le solicito
    que considere también mi visión respecto de los diversos informes que sé que
    existen, y que ya he requerido se me proporcionen, y considere además los
    resultados de la evaluación del desempeño, sistema reglado que en su esencia
    permite a los funcionarios la defensa en diversas instancias, a partir del
    conocimiento oportuno e integral de las situaciones que les afectan, además que
    se realice una evaluación por personal externo al
    propio Jefe de unidad, quizás el sea el problema, ya que según entiendo
    la asociación de funcionarios lo ha salvado en dos ocasiones que lo
    despidan y en cuando estuvo en la
    antártica le pegó a un militar, hechos
    que creo que no hay que dejar pasar, ya
    que quizás soy yo la perjudicada,
    ya que los altos costos del tratamiento son enormes, el daño psíquico, familiar, a mi entorno en sí,
    con mis estudios afecta finalmente todas las áreas de tú vida, pero
    tampoco quiero que otro funcionario se
    vea enfrentado a ésta situación que no
    es sana para nadie y obviamente la imagen de la DGAC tampoco queda bien puesta,
    ya que el comentario de mi psiquiatra fue otra más que hace la institución que
    no saca a este hombre, he escuchado rumores de que me pueden despedir o trasladar ambas para mi serán de
    gran perjuicio para mi vida, uno
    mi madre tiene cáncer y un traslado sería alejarme de mi
    vida, mi gente, mi pueblo, la isla en la
    crecí y donde tengo todo y un despido mi vida económica, mis estudios en fin,
    además el cariño que le tomé a la unidad, ya que en conjunto de otros compañeros y el Sr. Lautaro Guajardo Zurita, comenzamos
    un proyecto en container, pasando miles de cosas, pero todo para que el nombre
    de la DGAC quede bien puesto, armando incluso los muebles, preocupándonos de cada detalles para que hoy
    tengamos vuelos, a mi parecer no es menor.

    Sin otro particular, esperando una buena
    acogida a mí denuncia que no tiene ningún otro fin más que el
    de que situaciones como estas no
    sean repetidas, ya que nunca pensé
    que en mis 13 años de servicio como funcionaria
    pública iba a pasar por algo así a
    esta altura de mi vida y menos presentar
    una licencia por neurosis laboral jamás, yo amo trabajar, me encanta lo que
    hago y en cada cosa pongo el cariño y la
    perfección.

    Atentamente.