Esta nueva celebración del Plebiscito del 5 de octubre de 1988 reúne a los demócratas verdaderos. Se cumplen 25 años desde que el país le dijo a una dictadura No más sin recurrir a la violencia y usando los mismos mecanismos que el gobierno de facto había planificado para intentar perpetuarse más tiempo en el poder.El miedo dio paso a la esperanza y a la valentía de una ciudadanía que comenzaba a demandar un papel protagónico que hoy nos muestra un Chile muy distinto al que heredamos del periodo dictatorial.
Esto no puede tener más sentido de futuro porque lo relevante de esa gesta fue el hecho de que una enorme y abrumadora voluntad ciudadana permitió dejar atrás los temores y la violencia, para abrirse paso a través del voto y del respeto a la voluntad popular.
Digo que esta fecha reúne a los demócratas verdaderos porque cuesta creer que haya quienes sientan nostalgia por cosas y hechos tan arcaicos como la falta de votaciones, la ausencia del imperio de los derechos humanos, la efectiva representatividad de las autoridades electas, la real independencia de los poderes del Estado, el respeto a la institucionalidad o la discriminación.
Chile -y en particular su gente- mostró una madurez tremenda. Esa característica hoy tiene nuevos actores, generaciones completamente nuevas que se han transformado en protagonistas de nuevos desafíos y nuevas esperanzas a las que hay dar respuesta.
El desafío para la política es dar cuenta de este debate y no de los debates que nos ocupaban hace 40 ó 25 años: las urgencias de hoy deben ser respondidas con política de hoy, con actualidad, con responsabilidad y actualización de nuestros discursos, nuestras soluciones y con una gran capacidad de ser resolutivos.
Es bueno saber dónde estuvimos hace 40 años y también hace 25, pero es más relevante saber dónde estamos hoy y dónde estaremos mañana.Esa es la relevancia del acto unitario y masivo que planeamos como Nueva Mayoría puesto que la mirada la tenemos puesta en aquellos problemas y abusos que no se han resuelto en el modelo que tanto ha cuidado la derecha.
Este Gobierno pasará pronto con bajísimo nivel de credibilidad y apoyo, pese a que ha contado con la colaboración del Congreso y de las coaliciones y partidos en prácticamente todos los temas de país que hemos abordado en conjunto.
Nuestra obligación hoy es ofrecer un relato que conquiste de nuevo a la ciudadanía, sobre la base de honestidad, sinceridad, responsabilidad política y mucha transparencia respecto del proyecto que ofrecemos al país. Todos somos necesarios, somos una coalición que ha aprendido que las exclusiones sólo llevan a inmovilidad y que siempre será mejor debatir ideas y lograr consensos para avanzar.
Para la Democracia Cristiana, el recuerdo del Plebiscito es particularmente relevante porque si hubo una fuerza política que se la jugó por sacar a la dictadura de manera inapelable y bajo sus mismas reglas, fue la DC.
Este 5 de octubre reúne a los demócratas en torno al recuerdo de un triunfo que pertenece a la gente, pero también reúne a todos los que hoy conformamos una Nueva Mayoría que quiere cambios profundos a la forma en que se ha venido haciendo política y construyendo sociedad en el Chile de hoy.