El Gobierno no termina de sorprendernos. Envió hace tres meses un proyecto de Reforma Tributaria a regañadientes, hagamos memoria. En noviembre del año pasado, discutiendo la ley de presupuesto, se le dijo al Ejecutivo que el presupuesto en Educación era insuficiente y que para cumplir con algunas de las demandas que exigía la sociedad se necesitaba de una Reforma Tributaria.
La respuesta fue que no hacía falta tal Reforma y que alcanzaba con los recursos que el presupuesto normal del sector tenía. Tuvimos la inteligencia y el acierto por parte de la oposición, que sin bloquear el presupuesto y para que pudiera seguir su curso no lo rechazamos, pero señalamos enérgicamente que sería insuficiente.
El gobierno nos dio la razón y el Presidente Piñera y el Ministro Larraín recapacitaron y decidieron enviar una Reforma que se haga cargo de los temas de educación.
Esa Reforma Tributaria no nació del corazón del oficialismo y por tanto no tenía convicción por parte del gobierno y es lo que he definido como una Reforma impuesta por la calle en especial por los movimientos sociales.Que ni siquiera contaba con el apoyo de los propios partidarios de la derecha.
En cuanto al nuevo ajuste que propone el gobierno, hemos perdido tres meses con una Reforma que el gobierno retiró y ahora propuso un nuevo ajuste tributario que recauda lo mismo y que sigue manteniendo la inequidad.
La indolencia con que actúa este gobierno queda demostrada en que durante esos tres meses nos tuvo hablando sobre una Reforma que nunca tuvo la convicción que mantendría. Luego la retira y ahora propone otra iniciativa de discusión inmediata, con un apuro injustificable por parte de las autoridades demostrando una falta de sensibilidad que se ha transformado en un sello de la actual administración.
Considero que es inaceptable que se pretenda rebajar impuestos en un 10% a chilenos que ganan más de 4 millones al mes.
Esta reforma no es otra cosa que una imposición del sector más duro de la UDI y uno se pregunta ¿hasta cuándo seguiremos trabajando en Chile con el veto de un solo partido?La UDI ya lo aplicó al reajuste del salario mínimo, a los cambios al binominal y ahora a la Reforma Tributaria.
Como oposición hicimos una propuesta tributaria, que recaudaba mucho más de lo que se plantea hoy y significaba hacer un esfuerzo en un instrumento mas equitativo que tocaba muchos aspectos incluido la disminución del impuestos a los combustibles, impuestos verdes y por sobre todo que las empresas paguen por utilidades devengadas y no sólo por las retiradas.
Esto con plazos graduales de implementación nos hacía poner más de 7 mil millones de dólares al servicio del Estado para poder responder la creciente demanda de mayores bienes públicos que hoy exige la sociedad.
Desde la oposición, en tanto, hemos mejorado todos los proyectos de ley y debo reconocer que tratar de ayudar a este gobierno a ratos cansa y se hace cada día más difícil.