19 jun 2011

Por todos los que se tragan las lágrimas y apechugan

El se murió  en un día como hoy, en silencio, en tierra extraña que lo acogió cuando con otros cientos de españoles, subió al  barco Winnipeg de la mano de Neruda, intentando encontrar la libertad, luego de una guerra civil en que todos perdieron bajo el influjo de Franco.

Esta tierra lo acogió; en ella  sembró semillas, que germinaron pese a su tristeza, al dolor de no poder regresar a su amada Málaga y ayudar a los suyos a salir del infierno.

Me enseñó lo que  he intentado ser y  jamás claudicó de sus ideas. Por él amo la poesía, el flamenco, la lectura, el mar y  la gente.

Fuí a Málaga a buscar las tumbas de mi familia y no las encontré. Me acompañó Carlos al Cementerio de la Campanilla y ya me había lanzado a la feroz idea de recorrer tumba por tumba, panteón por panteón, cuando  me di cuenta que era inútil y a nadie le importaba.Después supe que a todos los han cremado. No hay donde poner una flor.

El flamenco es considerado un divertimento para turistas, la poesía para los inferiores, la pasión para la grosería política,los inmigrantes, una molestia.

Volví  a perder a mi padre. No encontré sus huellas. No supe  dónde buscar su nacimiento y  tampoco saber  en qué distrito de Málaga nació… tantas preguntas sin respuestas, que ya nadie me dará. Porque los que pueden no tienen ganas. Eso, a nadie le importa. España que era mi norte, mi  sueño, no es la misma. Cuando me marché lo  hice sin dolor, tal vez añorando el transporte público y  la salud.

Construí  un estereotipo de lo que era  España que no se correspondió con la realidad…  tanta pobreza encubierta hoy,  pero la pobreza no se olvida, ni  se tapa y  eso hace que  todo sea más dramático…  el hambre pasada se confiesa sólo como un dato, pero el hambre, el miedo, la pobreza, los piojos, la persecución, la indefensión, no es posible taparla con un dedo… deja huella, deja marca, permanece. Hoy es el pasado de la pos guerra que duró  décadas. Nosotros  en Chile también llevamos esas cicatrices, todos, “moros y cristianos”.

Pero él no lo supo, murió  en tierra extraña y  propia, donde fue padre, tuvo amigos, fue reconocido  y no alcanzó  a ser abuelo.

Por eso hoy, lo recuerdo con admiración, como  a tantos padres y  abuelos que han sido consecuentes, que sembraron y  cosecharon,  que no claudicaron,  que trabajan  en lo que pueden y  como se les permite hacerlo. A ellos  que han creído y  creen en un mundo mejor para los suyos y  para todos… en que el derecho a la salud, la educación, la vivienda, incluso el pasarlo bien debe ser  una realidad, para los propios y ajenos.

A esos hombres, como el joven que vi en la tele sosteniendo a su bebé  enfermo ,  esperando que lo atiendan y declarando…  “qué daría yo por tener plata y poder llevarlo donde lo atendieran al tiro”…mi reconocimiento y  admiración a ellos que se tragan las lágrimas y apechugan, sobre todo en las malas,  como lo  hizo mi padre.

A esos que también saben  reír, cantar, abrazar  a los que aman.

Viejos, nuestros queridos viejos.

Este es un espacio de libertad, por lo que solicitamos que no lo desaproveches. Contamos con que las opiniones se remitan al contenido de las columnas y no a insultos, ataques personales, comentarios discriminatorios o spam.

Por lo mismo y buscando el buen funcionamiento de este canal de expresión, requerimos de un registro previo utilizando Twitter, Facebook, Gmail o Disqus.

Si tienes problemas para registrarte, haz click acá.

  • http://www.facebook.com/people/Juan-Ibau00f1ez/100000167524567 Juan Ibau00f1ez

    Simplemente un abrazo estrecho y sincero. No se si se puede acudir en la dimensiu00f3n de un sentimiento tan profundo, pero conozco algunos que en diferente manera han vivido su propio exilio, han puesto el pecho a las balas, casu00ed siempre callados, y al final han mantenido vivo la alegru00eda de vivir y su compromiso. Tengo la suerte de decir que mi padre es uno de ellos.

    • manola robles

      Graciasu00a0 Juan, basta que su00f3lo una persona los recuerde, para que su memoria yu00a0 su consecuencia, no sean olvidadas. Mi humilde homenaje a tu papu00e1

  • JuanIbanez

    Simplemente un abrazo estrecho y sincero. No se si se puede acudir en la dimensión de un sentimiento tan profundo, pero conozco algunos que en diferente manera han vivido su propio exilio, han puesto el pecho a las balas, casí siempre callados, y al final han mantenido vivo la alegría de vivir y su compromiso. Tengo la suerte de decir que mi padre es uno de ellos.

    • manola robles

      Gracias  Juan, basta que sólo una persona los recuerde, para que su memoria y  su consecuencia, no sean olvidadas. Mi humilde homenaje a tu papá

  • Anónimo

    Ole Manola; Asi como muchos chilenos tambien los espanoles saben de exilio, incluso dentro del propio Chile, muchos no alcanzaron a ver la caida de la dictadura, pero murieron luchando por ver la democracia que desgraciadamente aun seguimos esperando.

  • Juan Plaza

    Ole Manola; Asi como muchos chilenos tambien los espanoles saben de exilio, incluso dentro del propio Chile, muchos no alcanzaron a ver la caida de la dictadura, pero murieron luchando por ver la democracia que desgraciadamente aun seguimos esperando.

  • manola robles

    Juan, asu00ed es, muchos espau00f1oles sufrieron el exilio, y como dices bien,es una lu00e1stima no poder dar todos los nombres, murieron cuando en Chile la estrella de su democracia, saltu00f3 por los aires: uno solo Carmelo Soria

  • manola robles

    Juan, así es, muchos españoles sufrieron el exilio, y como dices bien,es una lástima no poder dar todos los nombres, murieron cuando en Chile la estrella de su democracia, saltó por los aires: uno solo Carmelo Soria

  • tiber2

    Grande manola Grande. Al fin reapareces. Extrañabamos,  el periodismo que se cree y se respeta, extrañabamos a la periodista franca, sincera, veraz y valiente. Esa es nuestra Manola Robles.
    Gracias

  • http://twitter.com/Angelina_Marin Angelina Marín Rojas

    Gracias por compartir ese espacio tan íntimo.

  • http://twitter.com/Angelina_Marin Angelina Marín Rojas

    Gracias por compartir ese espacio tan íntimo.