No quiero parecer repetitivo, pero hay un factor común que se hace presente todas mis mañanas cuando me dispongo a leer el diario. Y es que no me parece normal el clima de negativismo que ha marcado a nuestro país durante 2015.
No niego que hemos enfrentado diversas situaciones que nos hacen creer que ya no se puede confiar en nadie y que los actores que nos representan, en vez de ayudarnos, nos perjudican.Pareciera ser que nos hemos vuelto un poco “masoquistas” que nos gusta lo malo, que nos hemos acostumbrado a esto.
Pero ante este clima, he preferido revertir mi pensamiento, no deprimirme y recuperarme rápidamente, pues no puedo caer en la misma situación que critico.
En este estado anímico -de pensar en lo positivo que tiene nuestro país-, me he encontrado con una serie de recuerdos que gustaría compartir con ustedes, pues debo contarlos antes de que la memoria me juegue una mala pasada.
En Chile, tenemos una capacidad enorme de creatividad que menospreciamos por ser cortoplacistas, pues queremos resultados a la brevedad posible, queremos cambios o soluciones de modo inmediato, pero no consideramos que para ello el tiempo juegue un factor clave, pues nadie “crece” de un día para otro.
Recuerdo hace unos treinta años atrás, me visitó una persona con el fin de presentarme un objeto que poseía características similares a las de un helicóptero. En ese entonces, él me explica que este producto podría ser de gran ayuda para el ejército, el sector agrícola, el turismo etcétera.
Su entusiasmo me llamó la atención y solicité en forma inmediata que lo recibieran en una entidad para que mostrara su proyecto. Mi sorpresa fue mayor: le dijeron que no le veían gran utilidad a ese producto ¿Saben ustedes cuál era? Un Dron. Sí, los mismos que hoy en día no faltan en partidos de fútbol, recitales, eventos.
Otro caso similar fue el de un señor que me vino a mostrar un prototipo que regulaba el consumo de agua del estanque del WC. Esta tecnología, permitiría ahorrar los miles de litros que se pierden diariamente, pues todo sabemos que si uno va a “Miami o Chicago” no se debe utilizar la misma cantidad de agua al tirar la cadena.
Esta tecnología era sorprendente para la época, pues en este entonces – años atrás- no se tenía la conciencia que se tiene hoy con respecto a los mecanismos para evitar el uso excesivo de los recursos naturales. Años después, vi por primera vez en Europa algo similar con un sistema de doble botón. En ese entonces, me acordé del señor y su tecnología, quien además de ser un inventor anticipaba los problemas que tendríamos en el futuro.
Podría dar muchos ejemplos de este tipo, pero este escrito se extendería demasiado, así que termino con este.
Hace un par de semanas estuve de visita en la Quinta región y me asombró algo que pongo como ejemplo con el fin de demostrar que los economistas están equivocados con su percepción ante las ventajas competitivas.
En Con-Con, hay una fábrica que hace máquinas para fábricas de chocolates y que actualmente exporta a Europa y toda Latinoamérica. Usted se preguntará ¿Qué ventaja tenemos nosotros para hacer esta máquina? La respuesta es ninguna, pero sin ser productores de cacao, se supo cómo satisfacer otras necesidades.
De acuerdo a ello, no me cabe duda que nuestra mejor ventaja competitiva es el conocimiento que se está generando en las diferentes Universidades de nuestro país, pero es imprescindible que esto tenga un sustento para poder contribuir en el desarrollo de las diferentes iniciativas. No basta sólo con buenos proyectos, necesitamos de organismos que nos ayuden a ejecutarlos.
Ante los hechos mencionados, creo que nuestros principales desafíos en 2016 deben estar dirigidos en el fomento de los inventores – mal llamado innovadores- pues es esencial para el desarrollo de nuestro país apostar por nuevos productos, diversificar la oferta exportadora, creer en los nuevos proyectos, pues no sólo debemos ser conocidos por el Cobre, somos mucho más que eso.
Espero que mi relato tenga sentido para más de alguno, también espero no estar tan equivocado al decir que no se les está sacando el provecho necesario a estos creadores, pues del modo contrario, hágame saber que necesito urgente un psicólogo.