Se hace necesario y urgente generar un acuerdo marco al interior de la DC para enfrentar la grave crisis que vive la institucionalidad política chilena y, en particular, las aristas que han involucrado a militantes del PDC. Dicho acuerdo marco debe considerar los siguientes criterios.
En primer término, es políticamente impresentable que asuma Jorge Pizarro como presidente del PDC después del cuestionamiento suscitado por las facturas emitidas por una empresa relacionada con sus hijos, supuestamente falsas, según información de SOQUIMICH y Servicio de Impuestos Internos. Una cosa es la presunción de inocencia que solamente puede ser rota por una resolución judicial y otra es el escenario político que hace poco prudente que asuma el senador Pizarro el rol del presidente de un partido político en cuya gestión tendrá que dar permanentemente explicaciones y declaraciones sobre la veracidad de documentos contables. Lo anterior produciría un enorme daño a la DC.
En segundo término, convocar a una Junta Nacional del PDC para resolver la crisis institucional y proponer alternativas de solución para la grave situación que vive el país y el partido.
En tercer término, en dicha Junta Nacional se debe elegir una directiva nacional colegiada y transitoria que asuma algunas tareas políticas específicas: un plan de superación de la crisis generada por el financiamiento de la actividad política que se base en una nueva institucionalidad, sin ningún rasgo de impunidad y que fortalezca la democracia; la implementación inmediata del VI Congreso Nacional del PDC donde definamos nuestra carta de navegación y acuerdos obligatorios para todas y todos los militantes DC independiente del rol que estén cumpliendo; un proceso de refichaje de la militancia que transparente la verdadera fuerza de las bases políticas de la DC.
En cuarto término, se debe convocar a elecciones para una fecha a determinar pero que no debería sobrepasar de noviembre de 2015.
En quinto término, colocar a la Democracia Cristiana en la vanguardia de la superación de la crisis política a través de una propuesta de cambio de la Constitución Política mediante una Asamblea Constituyente participativa y democrática.
Para lo anterior se debe convocar a un gran acuerdo nacional – desde RN hasta el PC – que establezca los procedimientos, mecanismos y metodología de una Asamblea Constituyente como el único instrumento ordenado y legitimado de superación de la actual institucionalidad gravemente dañada y repudiada por la ciudadanía.
Estos son algunos de los criterios de trabajo para construir un acuerdo marco al interior de la Democracia Cristiana y desarrollar una propuesta que supere la grave situación política motivada por el financiamiento irregular de la actividad política. La última palabra la tienen las bases de la DC.