El Programa de Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet tiene tres reformas estructurales que permitirán hacer las transformaciones que requerimos, y hacer de Chile un país más justo, equitativo e inclusivo.
Hoy existe un amplio consenso en todos los sectores políticos, sociales, académicos e incluso en parte importante del mundo empresarial, que ha llegado el momento de hacer cambios significativos a nuestra estructura tributaria. Esto es una buena noticia para Chile y allana el camino a una discusión con altura de miras, poniendo el bien común por delante de intereses particulares.
Esta reforma nos permite pensar en un nuevo contrato social, en el cual la justicia y la equidad son valores que toman forma y contenido en el esfuerzo cotidiano de quienes trabajan por un mejor país para sus ciudadanos.Un país donde el interés colectivo es prioridad, donde entendemos que la educación es el motor de la movilidad social, que premia el esfuerzo, y hace que nuestro futuro no dependa solo de la cuna donde nacimos.
Todos hemos sido testigos de cómo la ciudadanía se ha movilizado, adquiriendo mayor protagonismo en las decisiones y en el rumbo de la política, exigiendo mayor participación y derechos. Ciertamente este escenario -que algunos llaman el nuevo ciclo- es una oportunidad que no podemos perder.
De acuerdo a lo expuesto por el ministro de Hacienda, Alberto Arenas, el patrimonio fiscal que hemos construido como nación nos ha costado y tenemos que velar por el. Así, cuando hablamos de responsabilidad fiscal estamos considerando un programa de gobierno que en régimen cuesta US$ 15.100 millones, y esperamos que la reforma tributaria recaude US$ 8.200 millones, correspondiente al 3% del PIB.
En líneas generales, la iniciativa del gobierno propone aumentar el impuesto a las empresas de un 20% a un 25%. Este aumento nos acerca a la carga tributaria de los países desarrollados y no afecta la inversión privada, factor esencial en el crecimiento y el empleo, dos variables que no debemos descuidar al definir estos cambios estructurales.
Asimismo, es relevante incentivar el ahorro de las personas y de las empresas, por tanto el desafío de la reforma es modernizar los mecanismos que se ponen a disposición para este fin.
También se ha hablado mucho de la eliminación del FUT y es importante saber que es un mecanismo único en el mundo, que permite a los dueños de las empresas tributar solo por las utilidades retiradas y no por el total de las utilidades generadas por sus empresas.
Un instrumento anacrónico y que genera disparidades entre la tributación de las personas y el capital que debe ser corregido.Es por ello que se busca eliminarlo, para lo cual se discutirá el cómo lo haremos y también, cómo garantizaremos nuevos mecanismos que estimulen la inversión.
Estos objetivos propuestos son muy claros y precisos, conocidos por todos, y forman parte del programa de gobierno, que la ciudadanía apoyó en forma mayoritaria: son entonces los ciudadanos quienes legitimaron esta propuesta en las urnas, que es el mejor mecanismo democrático para validar las transformaciones profundas que queremos efectuar.
Esta reforma busca generar condiciones tributarias más equitativas entre las personas y las empresas, aumentando el impuesto a las empresas y rebajando gradualmente el tributo a las personas. De igual forma, busca recaudar el financiamiento necesario para la Reforma Educacional, eje clave para tener una nación que dé oportunidades, independiente de la situación económica de cada cual.
La actividad económica de nuestro país depende principalmente de las empresas, ciertamente de las grandes, pero también de miles de medianas, pequeñas y microempresas, que con su esfuerzo aportan al crecimiento del país. Es por esto que la Reforma Tributaria, no es contra los empresarios, sino por el contrario debemos convocarlos en esta tarea que es de todas y todos.
A comienzos de abril iniciaremos un proceso deliberativo en el Congreso, al cual están invitados todos los actores a participar, enriqueciendo la discusión con las diversas miradas que legítimamente sostienen los distintos sectores de nuestra sociedad.