El cine chileno, paso a paso y sin estridencias, logra éxitos en certámenes internacionales. Ha dejado de ser promesa para convertirse en referente. Los resultados obtenidos en el Festival Internacional de San Sebastián así lo confirman. Nuestros cineastas se han traído a casa tres premios y críticas muy favorables.
Esta vez la organización del certamen que desde hace sesenta años se celebra en la bella ciudad española, junto al Cantábrico, había prometido la presencia de actores y directores de primera fila, además de lo mejor del cine mundial actual. Cuando la fiesta acabó, tanto los periodistas como el público le han dado el aprobado al director José Luis Rebordinos, que se inauguraba en el cargo.
Por ser un festival de categoría A ,la organización está obligada a deslumbrar con figuras del celuloide de mucho calibre y seleccionar productos que sean de máxima calidad y a ser posible estrenos absolutos. Y el objetivo se ha cumplido.
Las estrellas anunciadas no faltaron a la cita. El director Oliver Stone y el actor Dustin Hoffman- que presentó en condición de director la película CUARTETO, la que recomiendo- recibieron los premios Donostia de Honor. Los actores John Travolta, Ewan MacGregor y Tommy Lee Jones recibieron sus respectivos galardones por la trayectoria profesional.
También se dejaron ver y querer las actrices Penélope Cruz, Isabel Huppert, Mónica Belluci, Susan Sarandon, entre otras. Y no defraudaron directores como Costa Gavras, Fernando Trueba, el iraní Bahman Gobadi o el francés Francois Ozon, que merecidamente ganó la Concha de Oro por su película DANS LE MAISON.
Se trata de una obra que nos cuenta con humor y tensión contenida la relación entre un profesor de literatura y un alumno aventajado y retorcido.
Otros galardones fueron para el español Pablo Berger por BLANCANIEVES, Premio Especial por una sorprendente versión muda y en blanco y negro del popular cuento de los hermanos Grimm, y Concha de Plata para la mejor dirección para el español Fernando Trueba por EL ARTISTA Y LA MODELO.
En este palmarés se inscriben los nombres de dos chilenos, representantes de la nueva generación de cineastas llamados a ofrecernos obras memorables.
Fernando Guzzoni obtuvo el premio Nuevos Directores por su película CARNE DE PERRO en la que se narra la vida de un ex torturador -Alejandro- que no sabe como huir de un pasado que condiciona su existencia. El director no hace juicios morales ni políticos. Su objetivo es que el espectador observe el comportamiento del protagonista.
El actor Alejandro Goic es quien da vida a este hombre oscuro, contradictorio e imprevisible. Si hay actores que dicen ajustarse al “método” para dar mayor veracidad al personaje que interpretan, Goic ha debido recurrir a su propia historia personal- fue detenido y torturado durante la dictadura- para componer a ese otro Alejandro. Un ejercicio que le ha costado revivir el horror pero que, seguro, le traerá grandes recompensas.
CARNE DE PERRO no es una película fácil de ver.Es dura, áspera e incluso provoca en algunos repulsión. No hace concesiones. Te puede gustar o no. Sin embargo, en ella hay tanta verdad y genialidad cinematográfica que merece toda nuestra atención. Guzzoni, con este segundo largometraje, se impuso nada menos que a dieciséis producciones de diferentes países. No lo tenía fácil.
El otro director premiado fue Sebastián Lelio en la sección Cine en Construcción por su película aún sin terminar GLORIA. Lelio, que obtiene una compensación económica, se impuso a otras cinco películas, entre ellas LAS NIÑAS QUISPE, del también chileno Sebastián Sepúlveda.
En una competición extraoficial del certamen pero que cada año adquiere mayor atención la película JOVEN Y ALOCADA, de Marialy Rivas, que participó en la sección Horizontes Latinos, obtuvo la máxima distinción -el premio Sebastianne- que concede la agrupación de gays, lesbianas, bisexuales y transexuales de Donostia.Según el jurado esta película contiene valores que contribuyen a la tolerancia y el respeto a la diferencia.
Pese a no estar contemplado en el programa del festival, quienes entregaron el premio a la cineasta chilena fueron el director del certamen, José Luis Rebordinos, y la presidenta del jurado de la sección oficial, Christine Vachon. La prensa dio debida cuenta del acto.
A estas distinciones, hay que añadir la magnífica respuesta del público y de los críticos a NO, de Pablo Larraín y cuyo estreno en España es cuestión de meses.
Para quienes no creen que el cine chileno esté siendo motivo de una especial atención y de buenos comentarios en el extranjero, añado dos opiniones fuera de toda duda.
Fernanda del Nido, productora independiente hispano-argentina afirma que en la situación difícil que se vive actualmente, España debiera aprender de lo que se está haciendo en Latinoamérica, especialmente en Chile y Colombia “…donde han apostado tanto por la calidad como por los directores y productores independientes y hay muchos talentos en ambos países”.
Por su parte, el periodista español de El Diario Vasco, Juan Arteaga, en un artículo que tituló CHILE, publicado en la sección especial dedicada al Festival, después de hacer un análisis de las nuevas cinematografías, afirma:
“…en el festival de hace dos años me sorprendió una película chilena, LUCÍA, de Niles Attalah, que injustamente no tuvo la repercusión que merecía. No parece ser el caso de las películas chilenas de este Zinemaldía…Junto a la magnífica perla NO de Pablo Larraín, ya premiada en Cannes y alabada por todos, tenemos a CARNE DE PERRO, ópera prima de Fernando Guzzoni, donde aborda la historia de un torturador de Pinochet…En Horizontes Latinos hemos visto la divertida y fresca JOVEN Y ALOCADA, hasta ahora la película que mejor sabe utilizar los blogs y los chats en pantalla. Y en Cine en Construcción, GLORIA de Sebastián Lelio…”
Ya está todo dicho.
Ahora falta que estas y muchas otras películas chilenas tengan la posibilidad de ser proyectadas en salas de cine comerciales. Pero esa es otra historia.