30 sep 2012

Otra vez, el lucro

La Carta Pastoral, entregada el 27 del presente, por la Conferencia Episcopal de Chile, es una mirada a la situación del país que no puede desatenderse.

¿Por qué razón?

Porque de la carta de los obispos se desprende claramente la urgencia de avanzar hacia una Agenda de reformas de la vida del país que sean capaces de abordar “el lucro desmesurado” y la desigualdad que debilita la paz social.

La Carta Pastoral sugiere con su solo título una orientación a largo plazo: “Humanizar y compartir con equidad el desarrollo de Chile”. Esta es una carta de navegación que requiere no solo la definición de las políticas públicas que se hagan cargo de ese desafío-país, sino que necesitan la modificación del texto constitucional que impone un mercado desregulado y un Estado subsidiario; tales modificaciones deben impulsarse con vistas a la materialización de reformas institucionales que vayan instalando un Estado social y democrático de derechos en Chile.

La Carta Pastoral de los Obispos apunta al corazón de las transformaciones que son demandadas para un futuro en armonía y no con una confrontación estéril en el país.

No obstante, lo hace con la sagacidad de situarse por encima de la contingencia partidista propia de un periodo electoral; con ello sus conclusiones hacen aun más inequívoca su convocatoria fundamental: un criterio de buen gobierno para el Chile del próximo periodo aconseja acometer rectificaciones de fondo en el modelo de desarrollo cuya centralidad desmesurada es el mercado. En mi opinión, construir la mayoría nacional para asumir esa tarea debiera ser el propósito central del bloque de oposición.

No se trata de retornar a la discusión política de los años previos al Plebiscito de 1988, en torno a la legitimidad de la Constitución como el tema fundamental y la supuesta línea divisoria entre la política correcta y la incorrecta. La historia ya zanjó ese debate. Hemos avanzado por un camino de sucesivos cambios democráticos institucionales, conformando paso a paso las inescapables mayorías requeridas a dicho objetivo. De lo contrario, el triunfo del NO nunca hubiese ocurrido.

Nuevamente se trata de avanzar gradualmente, de manera de alcanzar las reformas constitucionales que permitan un nuevo marco institucional que haga posible rectificar la estrategia de desarrollo del país, en un esfuerzo que por su envergadura, configurar un Estado protector y regulador, se puede proyectar por toda la primera parte del siglo XXI. Intentar rutas aceleradas puede ser simplemente un escapismo ante la magnitud de la tarea planteada.

Insisto en ello, ya que la encrucijada que enfrenta Chile no tiene ante sí una sola alternativa y un único interlocutor, esto no es así.

Además, está la derecha de la que algunos de forma voluntarista se olvidan, que para comenzar el debate hay que recordar que está en el gobierno, cuyo potente aparato mediático nadie osa desconocer y que ocupa un lugar decisivo en el actual escenario.

En efecto, la derecha es el soporte de las fuerzas libremercadistas que pretenden acentuar la centralidad del mercado y debilitar aun más el Estado, pues desde su punto de vista, este último, el Estado no debe “interferir” afectando el despliegue de la potencia de las fuerzas económicas con entorpecimientos “burocráticos”.

El uso que hacen de las políticas de Salud así lo confirma claramente, ya que utilizan los recursos públicos para potenciar el sector privado, ¿cómo? subejecutan el Presupuesto (así fue el 2011 y así es otra vez el 2012) y traspasan pacientes a las Isapres que nunca habían obtenido las elevadas rentabilidades que tienen, según la propia Superintendencia de Salud.

La derecha, ante cualquier espacio que se produzca, sobre todo si la oposición se desvía hacia debates fuera de la Agenda, promoverá y provocará nuevas reformas ultra liberales que profundicen las que implantó Pinochet y anulen las que logro materializar la Concertación.Su criterio esencial sigue siendo el “chorreo”, si hay excedentes fruto de los gigantescos niveles de acumulación de los conglomerados controladores del aparato económico, habrá como aliviar y enfriar la irritación social que se ha extendido por el país.

Con este enfoque, si la actual oposición carece de un Programa de transformaciones prácticas, definidas y materializables hacia un Estado Protector, de reformas económicas y sociales que regulen, redistribuyan y reorienten el esquemas de acumulación hacia los fines de una sociedad inclusiva y cohesionada, si ello no se realiza, y ese necesario Programa reformador se reemplaza por consignas voluntaristas se arriesga una frustración social y política de largo alcance, ante la ausencia de una carta de navegación eficiente que impulse y dinamice un gobierno reformador del país desigual de hoy.

Ante el “lucro desmesurado” debiese configurarse la unidad social y política necesaria para reponer una acción política con auténtico sentido histórico para asegurar la estabilidad futura de la nación chilena.

En todo caso, la Carta Pastoral de los obispos es un estímulo valioso y alentador hacia esa amplia confluencia de fuerzas y sectores apuntando hacia un acuerdo nacional por la superación de la desigualdad en Chile.

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  • http://www.facebook.com/Le.Filibustier.Rocha Pablo Rocha López

    Lo siento, pero me cuesta una enormidad creerle. Su historial de pragmatismo visceral lo desacredita irreversiblemente. Después de todo ud. junto con los boeningers no fue sino uno de los principales apologistas inclaudicables del proyecto concertacionista neoliberal, cuando no uno de sus principales ideologos. Marx se apiade de su alma. 

  • http://www.facebook.com/profile.php?id=1208214066 Luis Alonso Arriagada Soto

    La pura verdad! y es por eso que los jóvenes NO pueden dejar de opinar en las próximas elecciones, pues pasarán a ser “NN” ( poco menos que  ”cero a la izquierda”, “vales hongo” ) ante las estadísticas que hoy todo lo controlan… 
    ” Si hoy en dia, un jóven no tiene clara la película de su realidad…, le hace el “craso” favor a  los que “llaman a sus bases a cerrar filas” votando en torno a sus preferidos.  Perdiéndose la gran oportunidad de ser considerados en el derecho humano más básico: de ser escuchado”

  • http://pulse.yahoo.com/_PI35HR3NIAANSNNQZV4WDRIQM4 Magdalena

    Comparto lo que dice el Senador, la Carta Pastoral de los obispos es un estimulo valioso y alentador, ahora falta la amplitud generosa de los partidos políticos de oposición donde deben centrar las prioridades que a gritos esta pidiendo el país. Solo con unidad y definidas bien las prioridades debemos avanzar, con el voluntarismo y gustos individualistas no se llega a ninguna parte.
    A juntar fuerza y voluntades…

  • http://www.facebook.com/people/Eduardo-Salvatierra/100001933151183 Eduardo Salvatierra

    Sr. Escalona: Quién hace los cambios propuesto por Ud????………
     el Pueblo todo….. o los de “siempre” encerrados en 4 paredes “decidiendo” por el soberano.
     Sr.Escalona ya NO se confía en Uds,. esta clase politica  tuvo el tiempo mas que suficiente para hacer los cambios y no los hubo por que se  acomodaron y aprovecharon del sistema  y nunca los van a hacer, por lo tanto  ha llegado  la hora del pueblo de hacer estos cambios empezando por la constitución y para eso es necesario la “ASAMBLEA CONSTITUYENTE” .
     Por otra parte, no me explico como un “socialista” no tenga confianza en el pueblo para escoger su destino, Ud y sus sector no han  demostrado ser unos “iluminados” para decidir por nosotros. Sldos