El gobierno, asesorado por el consultor Bratton, ha cambiado la imagen corporativa de Carabineros de Chile y su página web cada vez se parece más a la de la Policía de Nueva York. La idea de entregar información del trabajo policial es en sí misma positiva, sobretodo por la opacidad y poca transparencia que reina en estas áreas en la mayoría de países del mundo.
Sin duda, con buena información policial se pueden tomar mejores decisiones para combatir y prevenir el delito.
En este sentido las denuncias, los decomisos y las detenciones son indicadores que no sirven necesariamente para evaluar el trabajo sino más bien para caracterizar la situación en un determinado territorio.
¿O alguien piensa que una comisaria con más detenidos es más eficiente?Espero que no, de ser así el incentivo para la detención sería demasiado evidente y perderíamos todos los beneficios de contar con un buen sistema de información.
Lo mismo con las denuncias que desincentivadas pueden generar todo tipo de estrategias para disminuir la intención ciudadana a realizarla.
Carabineros de Chile cuenta con un sistema de información reconocido en América Latina como profesional y serio. Esto mucho antes de la llegada de los asesores norteamericanos y la puesta en escena de sus datos en la web. Desde hace bastante tiempo que las mismas fuentes policiales han reconocido que se requieren de indicadores más serios y complejos para analizar la situación de inseguridad y la efectividad de la labor policial.
Es por esto que al menos sorprende que los datos que se han publicado por el nuevo STAD se basen exactamente en uno de estos indicadores: las denuncias.
Miro las fichas y encuentro que un comisario tuvo una disminución en la última semana de 57% de los robos con violencia, y de 44% en los últimos 28 días. Ya parece análisis de la bolsa donde las subidas y bajadas son explicadas por definiciones de un mercado cada vez más invisible.
Pero, ¿realmente es posible adjudicarle a este comisario los resultados expuestos? No lo creo, y los datos no parecen tener relación con el aumento del 29% y 22% de los robos en lugar no habitado en los mismos periodos. ¿Esta información podría decirnos algo? No mucho, salvo que hay una expectativa que publicándolos se logrará una mayor efectividad policial.
Adicionalmente se suman los datos comunales de victimización los cuales marcan una referencia pero para el análisis del comisario aportan poco. En este caso en la comuna de Providencia la victimización aumentó y alcanzó al 35.1% de los hogares en el 2011.
En la búsqueda de transparencia y revisión de efectividad sería clave que el gobierno incluya al menos tres datos. La cantidad de efectivos que trabajan en esta comisaria, la infraestructura de vehículos con la que cuenta y la importancia de los programas locales de seguridad.
Comparar efectividad policial en comisarias mal equipadas, con limitada dotación y poca colaboración del municipio con aquellas que se encuentran en circunstancias totalmente diferentes no sólo es poco serio sino también injusto para los Carabineros que ahí trabajan.
Incluir estos datos no debe tomar mucho tiempo y ciertamente alertaría a ciudadanos y vecinos sobre la (in)justa distribución de los recursos policiales y la efectividad de la colaboración a nivel local.
La transparencia en datos policiales es un camino sin retorno. Si realmente estamos hablando de interés en la mejor y mayor efectividad policial revisar los datos es un imperativo.
Revisar las descripciones de las comisarias que en algunos casos ayudan en procesos de estigmatización territorial, una urgencia.
Incluir información de la presencia policial, una necesidad para tener claro que no estamos frente a una estrategia de marketing gubernamental sino frente a una nueva forma de entender las acciones de seguridad ciudadana.