26 feb 2013

Soldados bolivianos, actores secundarios de un reality político complejo

Los soldados bolivianos, en estricto rigor jóvenes realizando el servicio militar que portaban un fusil con limitada formación militar y aún más precaria infraestructura, son actores secundarios del reality político que se ha configurado a su alrededor.

Si bien deberían tener la principal exposición ya que de hecho cruzaron la frontera, (aparentemente sin darse cuenta), fueron apresados por carabineros de Chile, son procesados ahora por el Ministerio Público y además han sido nombrados héroes nacionales en Bolivia; en realidad juegan un rol bastante secundario.

El más reciente enfrentamiento entre los gobiernos de Chile y Bolivia ha mostrado que son muchos los estigmas, los resentimientos y sin duda los cálculos políticos que aún prevalecen en ambos países.Lamentable, para dos países que comparten no sólo una frontera sino también una cultura milenaria.

La cultura aymara desarrollada cuando no estaban las fronteras entre Bolivia, Perú y Chile que pone énfasis en la colaboración, el reconocimiento de diferencias y sobretodo el amor por la tierra. Pero bueno, al parecer estamos muy lejos de lo ancestral y muy cerca de lo terrenal.

Los soldados se negaron (como era de esperar) a una solución anticipada que los dejara en libertad pero sin declararlos inocentes. De hecho, ahora alojados en la casa de un diputado esperan el juicio. En paralelo, aparecen los otros actores que llevan el tono del debate: los gobiernos o mejor dicho los Presidentes de ambos países.

Este conflicto le viene bien al Presidente de Bolivia, que además ha confirmado su interés por una nueva reelección.

Es un conflicto que presenta a uno de los países más pobres de América Latina conflictuado, maltratado y ridiculizado por uno de los países más ricos de la región.

Las imágenes no son detalles en este reality y el Presidente Morales las ha manejado a la perfección,dejando en claro que Bolivia es una vez más víctima, de un vecino poco amistoso.

Hasta ese momento, es muy probable que la mayoría de gobiernos que enfrentan situaciones similares (prácticamente todos) reconocieran como un error la judicialización de un problema que podría haber sido tratado con mucho más celeridad y menos prensa,pero Morales ha cruzado algunos límites, en su discurso, que no se permiten incluso en el reality regional.

Los adjetivos utilizados para denostar al Presidente Piñera son inaceptables y nos regresan al pasado. Las declaraciones personalizadas se salieron del libreto y por ende es posible que por un rato Morales será castigado por la audiencia. Pero el discurso nacionalista tiene sus resultados al interior de los países, lo que auspicia una retórica encendida. Sobretodo si el juicio termina diciendo que los soldados entraron a Chile sin darse cuenta.

Pero para los debates, como para el tango, se requieren dos.

En el otro ángulo de la cámara está el Presidente Piñera, cuyas declaraciones también le pueden haber generado beneficios políticos momentáneos. Pero los beneficios son más personales que nacionales, ya que Chile es muy posible que esté quedando como el amigo molesto del colegio, aquel que siempre demuestra su poder y capacidad económica, aquel que habla desde una posición de cierta superioridad. De ser así, en el reparto de libretos el gobierno de Chile ha logrado quedarse con el menos empático.

Todos sabemos que al final logra sintonía pero es retirado rápidamente de los escenarios.

¿Y los precandidatos presidenciales? En general, han guardado silencio para no quedar pegados a los problemas que traerá esta anécdota. Por que no hay que confundirse, el arresto de los soldados no es un punto de inflexión en la relación entre los dos países, ni cambiará las estrategias de lucha contra el contrabando, ni acercará una salida al mar para Bolivia.

Sin embargo, en este escenario los presidenciables tienen la oportunidad de hablar de la integración latinoamericana, de los beneficios de la relación positiva y privilegiada con los vecinos y sin duda de los mejores mecanismos para luchar contra el narcotráfico y el contrabando.

Y claro la pregunta que queda es, ¿si los soldados son considerados inocentes, decidirán denunciar al Estado Chileno?

La segunda temporada de este reality esperemos no se confirme. Nos hace daño a todos andar buscando problemas en vez de soluciones a los grandes desafíos que todos compartimos.

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