Este 19 de junio la Policía de Investigaciones celebra 80 años. Conmemorar tan simbólica fecha representa una oportunidad no sólo para renovar el compromiso de esta Policía con el país, sino que también para volver a sus raíces más profundas y esenciales. Es una ocasión para reflexionar respecto de lo que fue y de lo que quiere ser en el futuro.
Si la Policía de Investigaciones ha llegado a esta etapa de su existencia, es porque ha acumulado un conjunto de experiencias y vivencias que deben ser analizadas en toda su dimensión. Ello, con el fin de aprender, corregir, mejorar y seguir avanzando. Chile espera mucho de su PDI y como institución debe estar a la altura de la confianza que el país le ha entregado.
No es posible construir un mejor mañana sin antes poner la mirada en la historia. Los orígenes remotos de esta Policía se pierden en el siglo XIX, tiempo en que un grupo de visionarios tuvo la inspiración de crear un cuerpo policial de carácter civil, profesional y científico-técnico, en apoyo fundamental a la seguridad y al sistema de justicia penal.
Dicha visión no sólo se centró en la creación de un cuerpo policial efectivo en el cumplimiento de sus deberes.También se construyó un “sentido de servicio” capaz de dar esencia, propósito y valores a esa novel Policía Civil. No sólo se creó un cuerpo armado y científico, se diseñó también una nueva forma de entender el concepto de policía.
Cuando Sir. Robert Peel, en la vieja Inglaterra de 1829, escribió que “la policía son los ciudadanos y éstos son la policía”, nos regaló una nueva concepción valórica. A partir de entonces, decir policía es hablar de sociedad.Desde ese momento, policía y ciudadano son dos términos que se refieren a una misma realidad. La PDI moderna recoge esa tradición.
Como no recodar aquel histórico 19 de junio de 1933 cuando se creó la entonces Dirección General de Investigaciones, Identificación y Pasaportes, separándose así y definitivamente del Cuerpo de Carabineros de Chile. Se consolidaba de este modo un proceso iniciado en 1864, cuando la Municipalidad de Valparaíso creó una policía silente y reservada al momento de trabajar, fundándose la llamada Sección de Pesquisas, cuyos funcionarios recogían la experiencia de los “guardias comisionados”.
En la década de 1870, estos agentes se convirtieron en un importante apoyo para la seguridad y la administración de justicia, razón por la cual el Intendente de Santiago de la época, don Benjamín Vicuña Mackenna, propuso adoptar como modelo policial para esta naciente organización la “sûrete” de París, Francia, país del cual también se tomó la estructura administrativa.
Vinieron así años de progreso institucional. En 1896 se formó la Sección de Seguridad dentro de las Policías Fiscales, consolidando con ello su carácter investigativo y civil instaurado 32 años antes en Valparaíso. En ese tiempo esta novel Policía Civil fue incorporando los adelantos de la ciencia, la criminalística y la criminología.
Más tarde, en 1948, ya como Servicio de Investigaciones, ingresó a la Organización Internacional de Policía Criminal, INTERPOL. Del mismo modo, comenzaron a instaurarse las llamadas Brigadas Especializadas y se crearon modernos laboratorios de criminalística. Chile contaba ya con una poderosa herramienta estratégica para el control del delito.
Al cumplir 80 años esta PDI se presenta orgullosa ante la sociedad chilena. Fue pionera en la incorporación de mujeres a sus filas y hoy sus avances en gestión, en formación continua, en ética y en cooperación internacional, han permitido confirmar a esta organización como un referente en materia policial. Es, además, una institución que ha asumido la planificación estratégica como modo propio de gestión, siendo los Planes FÉNIX y MINERVA garantía de seriedad y eficacia.
Este nuevo aniversario no sólo es una fuente de celebración, es también un motivo para recordar a todos sus mártires. El mayor tesoro de esta Policía, sin duda, no está en sus estructuras materiales, sino en su gente. Su mayor potencial no radica en el uso legítimo de la fuerza, sino en el conocimiento aplicado.
Hoy la PDI enfrenta diversos desafíos y, por lo tanto, su mejor celebración es poner la mirada en el futuro, promoviendo una profunda reflexión respecto de su ser y su hacer. En efecto, esta fecha tan emblemática es una ocasión especial para redescubrir su sentido y para fortalecer su identidad de servicio a Chile.