Una vez más hemos conocido los resultados de la prueba nacional Simce para los cuartos y octavos años básicos de todos los colegios de Chile, y detrás de la información que ésta entrega, los comentarios y opiniones que en uno y otro sentido estamos acostumbrados a conocer en circunstancias como ésta.
En esta oportunidad aparecen algunas mejoras o tendencias, lo que para algunos representan una señal de que las políticas públicas estarían teniendo éxito.
A pesar de que este crecimiento positivo es mejor que mantenerse estancados, desgraciadamente es todavía muy insuficiente. De continuar esta tendencia, se necesitarán al menos 10 años más para que los colegios municipales puedan llegar a un nivel básico de aprendizaje.
¿Qué hacemos entonces para solucionar el problema de fondo y dar un gran salto en la educación escolar de nuestro país? O dicho de otra manera, ¿cómo pueden las políticas públicas y las prácticas en los colegios ayudar a mejorar los aprendizajes de los alumnos, la enseñanza de los profesores y la efectividad de los colegios?
De acuerdo al informe de la consultora Mc Kinsey, la experiencia de los países con los sistemas educativos más exitosos en Asia, Europa, América del Norte y Medio Oriente, ha sido que han logrado resultados sorprendentes poniendo el énfasis puesto en tres aspectos principales:
a) Reclutando a las personas más idóneas para ejercer la docencia.
b) Desarrollando a los profesores hasta convertirlos en instructores eficientes.
c) Garantizando que el sistema educativo permita entregar la mejor instrucción posible a todos los niños.
Es interesante recalcar que los resultados obtenidos por estos países, a diferencia de lo que muchos piensan, no están relacionados con las diferentes culturas de los lugares donde se aplica. Por esta razón Chile podría también lograr mejoras importantes en el corto plazo si aplicara este tipo de herramientas.
En consecuencia, nuestro país podrá también tener éxito en la aplicación de sus políticas educacionales, en la medida que exista una firme actitud para hacer los cambios de fondo, impulsar un consenso político para aplicar las medidas que apunten a mejorar los aspectos claves, como los mencionados, que hacen la diferencia sin tener que recurrir a nuevas leyes para solucionar los problemas actuales, y moderar las quejas tan propias de nuestra idiosincrasia.
Si miramos este enfoque nacional a nivel de un colegio, podemos destacar la reflexión de la directora del colegio Francisco Ramírez de San Ramón en Santiago, que obtuvo el mejor resultado del país en 4° Básico con 347 puntos contra los 263 puntos de promedio nacional.
“La clave del éxito pasa por diversos factores, como el reforzamiento constante de los alumnos con bajo desempeño y el compromiso con los niños y las familias. Acá tenemos cero comodidades. Pero sí tenemos un gran equipo”.