24 jun 2015

Ni “cruel enfermedad” ni “luchar”: los pacientes de cáncer rechazan los eufemismos

Los seres humanos somos expertos en inventarnos mundos de fantasía y realidades paralelas. Y también, por lo general, de esquivarle al dolor como si fuese un enemigo con el que jamás quisiéramos ni debiéramos encontrarnos.

La mala noticia es que siempre tendremos experiencias de dolor, que, debidamente resignificadas, construirán los siguientes escalones en nuestra evolución.

Y la buena noticia es que todos, desde lo individual hacia lo colectivo, podemos empezar desde ahora a dejar de usar eufemismos que lo único que quieren hacer es engañar (nos) de que las cosas no existen, o que son más leves de lo que en realidad se presentan.

Recientemente un grupo español de pacientes con cáncer ha pedido a los medios de comunicación que en las noticias y reportajes relacionados con el cáncer prescindan de utilizar un lenguaje “bélico y heroico” y no usen expresiones como “la lucha contra el cáncer”, “vencer al cáncer” o “ser valiente”, ya que puede tener grandes repercusiones negativas en los pacientes y familiares de quienes no han logrado superar la enfermedad.

Así se desprende del decálogo del buen tratamiento informativo de la enfermedad elaborado a partir de la jornada ‘Cáncer y medios de comunicación: hacia una correcta información’, celebrada en el marco del 8 Congreso de Pacientes con Cáncer y avalada por la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS) y Federación Asociaciones de Periodistas de España (FAPE).

De este modo, para este grupo de pacientes estas expresiones hacen que el cáncer “se perciba como una lucha” o una batalla en las que, generalmente, gana el más fuerte o el más valiente.

La experiencia de recobrar la salud es única y sumamente individual, independientemente que involucre a todo el entorno. Los deseos, anhelos, miedos y la fuerza interna son indelegables. Y, como aseveran estos pacientes con cáncer, “en el proceso de esta enfermedad no siempre gana el que lucha; por tanto, evitar desde los medios de comunicación este lenguaje sería lo más apropiado para quienes están recibiendo tratamientos oncológicos”.

Lo mismo ocurre con términos como “padecer un cáncer” o “sufrir un cáncer”, que a su juicio “aumentan las connotaciones negativas que, ya de por sí, tiene la palabra cáncer”. En su lugar, recomiendan usar expresiones como “tener cáncer”, “convivir con el cáncer” o ser paciente de cáncer.

“Aún utilizamos términos y expresiones capaces de estigmatizar a quienes convivimos con la enfermedad. Los medios de comunicación tienen un papel fundamental en conseguir la normalización social del cáncer y, por ello, constituyen el primer paso para cambiar la percepción que tenemos de la enfermedad”, afirman.

En el decálogo también piden evitar eufemismos, comparaciones y rodeos al hablar de cáncer, y consideran que no utilizar expresiones desacertadas es el primer paso para desestigmatizar esta patología.

Algunas de las más extendidas en América Latina son:“larga y penosa enfermedad”;“tiene la papa”;“está podrido por dentro”;“una cruel enfermedad”;“la innombrable”.

Y, yéndonos a otras enfermedades:“la peste rosa”  (HIV/Sida);“el mal de sambito” (Parkinson y otros); ”grave enfermedad neurodegenerativa” (Alzheimer);“no le llega el agua al tanque”, “le faltan unos caramelos” (retrasos madurativos);“se la pegó”  (infectocontagiosas)

También es un error llamar “incurables” o “enfermedad terminal”, ya que no está demostrado ni por los científicos más avezados que todas las enfermedades no puedan curarse; y además, todos somos terminales, puesto que nadie es eterno.

Por lo tanto, decretar a través del lenguaje, el periodismo, las charlas cotidianas y los intercambios de cosas tan nocivas como los chismes, no sólo es violencia y discriminación, sino que estigmatiza y produce un dolor tan fuerte como puede ser el desafío de enfermedad por el que atraviesa la persona.

¿Si estuvieses como enfermo, viviendo esa realidad, te gustaría que te llamen de esa forma?

Volviendo al ejemplo de los pacientes de cáncer de España, cuidar el lenguaje en que se expresan en relación con la enfermedad  ”ayuda” a los propios pacientes y familiares a hablar sin tapujos del cáncer (por extensión, de cualquier otra sintomatología), algo que contribuye a la normalización social de la enfermedad.

Ocurre todo lo contrario con el uso de expresiones como “las drogas son el cáncer de la sociedad”, que para esta entidad aumentan las connotaciones negativas y el estigma de los pacientes con cáncer.

También piden ser precisos en lenguaje “siempre de manera comprensible” y rigurosos con las informaciones sobre investigación, mencionando si las terapias están en fase de investigación y, por tanto, si aún falta mucho tiempo para que esté disponible en la práctica clínica, con el fin de “evitar generar falsas expectativas en los pacientes y familiares”.

Por otro lado, han criticado que las imágenes que ilustran las informaciones sobre cáncer, ya sea en televisión o en prensa escrita, suelen mostrar a personas físicamente deterioradas, algo que “no siempre es real” en estos casos ya que “existen tratamientos con efectos secundarios menos agresivos que la quimioterapia tradicional y con menos repercusiones a nivel físico”. En cambio, los pacientes piden ofrecer una “imagen real” de la situación de los tratamientos oncológicos, sin ser optimistas sobre el pronóstico de ciertos tipos de cáncer así como de la eficacia de algunos tratamientos.

“Los pacientes creemos que es importante evitar paternalismos y dar una información lo más real posible, siempre teniendo en cuenta la repercusión que pueden tener estas noticias”, han reclamado.

En otro sentido, piden “precaución” en las noticias relacionadas con terapias naturales, dietas anticáncer o tratamientos complementarios, ya que un mal tratamiento informativo de estas cuestiones puede provocar problemas de adherencia a tratamientos convencionales en detrimento de terapias que no han sido contrastadas científicamente.

Por último, cada vez que se brinda una información del tipo “se probó una nueva vacuna contra cierto tipo de tumores en 24 ratones”, o “los científicos descubren una vacuna contra el VIH que estaría disponible hacia el 2050, de resultar las pruebas de la FDA…”, no sólo dañan sino que no contribuyen en nada al rigor con que debieran manejarse las informaciones.

Hay muchas organizaciones no gubernamentales y foros de periodismo que trabajan en manuales y procedimientos para abordar informaciones sobre enfermedades y procesos de salud de las personas.

La información siempre está disponible, sólo hay que saber buscar y, sobre todo, abrirse a tomar conciencia del infinito poder multiplicador que tiene cualquier mensaje: desde una charla entre dos personas, hasta una noticia en un medio de comunicación. La sensibilidad, el cuidado y la visión realista y de apoyo al enfermo deberían ser parte de la nueva ética y los valores humanos en estos temas… y en tantos otros.

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  • Pedro Pagliai

    Completely agree!!!

    Una opinión que se acerca bastante a percibir la realidad desde un paradigma no dual.

  • Luis Palma Tello

    Las palabras construyen realidades… y estas realidades… muchas veces no representan la verdad… como es… en este caso.

    El cáncer es una enfermedad que está muy extendida en nuestra sociedad … afecta a niños, adultos y ancianos… hombres, mujeres y gay.

    En el desarrollo del siglo XXI nos hemos acostumbrado a las intervenciones quirúrgicas, tratamientos científicos y apoyos tecnológicos que extienden la vida por décadas.

    Por tanto, es una buena iniciativa el cambiar el vocabulario para referirse a esta silenciosa y cruel enfermedad, la cual ya no es una enfermedad terminal e incurable. Tengo una amiga que lleva 10 años en tratamiento y cada día, tiene una mejor actitud y vive en un proceso sistemático de mejorar su calidad de vida.

    En este proceso es muy importante la familia, quien entregará sensibilidad, apoyo y cuidados al paciente con empatía y mucho amor … todo lo cual generará en la persona una actitud positiva para realizar su tratamiento día a día.

    Afectuosamente.

    • Pedro Pagliai

      Efectivamente el cáncer presenta procesos que comúnmente llamamos silenciosos, pero ¿cómo una enfermedad puede ser cruel? por último, aceptemos que si le enfermedad es mi responsabilidad, entonces la crueldad es contra uno mismo. Y eso último es bastante clarificador.

      Por eso, este artículo es un aporte hacia la comprensión de la enfermedad y será bajo qué paradigma que la enfermedad tiene significado en nuestras vidas. Recién leía un libro titulado “La enfermedad y sus metáforas” y ponía en evidencia las similitudes entre la tuberculosis y el cáncer (un término genérico a varios tipos de), y toda esa carga semántica que implican. La autora, Susan Sontag, señala que el cáncer es, en siglo XX en adelante, la heredera directa de todos esos significados con la cual lo tratamos usualmente a la enfermedad y que el autor pone de manifiesto en esta opinión. Felizmente, la idea aterradora se fundamenta en nuestra propia ignorancia.

      Entonces, las perspectivas se han ampliado en términos de comprender el significado de la enfermedad en nuestras vidas. Y la idea de comprender e integrar que la enfermedad es de responsabilidad propia, es la que promociona la salud, el bienestar.

      Obviamente, debemos respetar a quienes promueven los significados bélicos y heroicos de enfermedad, pero también deben asumir que esa visión genera más estrés, menos disposición a la curación, una visión dualista que es la que impera y alimenta la industria basada en el miedo.

      SAludos!

      • Luis Palma Tello

        Don Pedro:

        ¿Es fácil hablar este tema desde la teoría?…

        Palabras… palabras y más palabras…

        Yo le he hablado desde la realidad, desde la experiencia de una amiga y de parientes que han superado esta enfermedad… paso a paso y con tratamientos adecuados.

        Probablemente, usted es una persona muy joven…le falta experiencia de vida, cercana a su si mismo…

        Afectuosamente.