Con el inicio del 2016, inevitablemente nos planteamos qué fue lo malo del período anterior y los desafíos que tenemos para este nuevo año. Por ello, en este escrito adquiriré un carácter académico con el objeto de evaluar a quienes tuvieron “promedio rojo” en sus labores, pues al igual que un estudiante, muchos actores sociales quedaron “repitiendo “.
Si llevamos esta reflexión al mundo político y empresarial de nuestro país, puedo decir que hay muchos que tienen una gran tarea, pues estos sectores, fueron el epicentro de las críticas, el desprestigio y la desconfianza social.
Teniendo estos antecedentes en consideración, hay tres “alumnos” que bajo mi opinión debieran reivindicar su desempeño.
El primero de ellos son los economistas. Sí, esos mismos que anteriormente califiqué como los meteorólogos de la economía, pues teniendo en cuenta que ellos poseen los conocimientos necesarios para realizar diagnósticos con respecto a las variaciones que pueden sufrir los factores que conforman el sector, ninguno de sus representantes avecinó que el precio del dólar alcanzaría los niveles actuales. Por el contrario, aseguraron que no llegaría a los $600 pesos nacionales.
Esta situación es positiva para quienes forman parte de la industria nacional exportadora, pero también puede generar graves daños sociales, pues el hecho de que el valor de esta divisa se haya elevado no significa que veremos resultados positivos para el sector de modo inmediato.
Recordemos que la actividad empresarial no se hace de un día para otro, uno necesita al menos de 4 años para posicionar a una empresa que quiera exportar. Los grandes cambios, los podremos notar cuando este valor se mantenga en niveles similares durante un tiempo prolongado.
Pero bueno, siguiendo con mi lista de reprobados, lamentablemente debo mencionar al sector empresarial. ¡Qué pasó! ¡En qué momento se dejó de lado la real labor de la empresa! Esa que se configuraba como una institución social que debe crecer junto a la sociedad y NO a costo de ella.
Todos sabemos la serie de polémicas que afectó al mundo empresarial en 2015,es por eso que este año la gran labor de los empresarios debe radicar en recuperar el concepto original de lo que era una Empresa: una organización social, cuyo resultado se basa en la suma de capital financiero más capital humano.
Y bueno, para terminar, mi tercer repitente corresponde a los políticos. Cuando pienso en este grupo me respondo la interrogante del por qué la ciudadanía ha disminuido su participación electoral, esto, considerando que su comportamiento y desempeño tiene una variable de mayor importancia: la gente los eligió.
La tarea de este sector definitivamente debe basarse en demostrar que ellos sí merecen estar en los cargos que ocupan, en avanzar en las reformas planteadas en vez de centrarse en discusiones que entorpecen el avance del país, y por sobre todo, en recuperar la confianza de la ciudadanía.
Con estos planteamientos no pretendo ser un ejemplo a seguir, todos cometemos errores, pero al ser actores sociales públicos nuestra labor es de doble importancia.
Por lo mismo, al igual que un alumno repitente, este nuevo año los representantes de los sectores mencionados tienen la posibilidad de aprobar el curso, pues ahora lo importante es seguir avanzando con buenos resultados.
Quedar “repitiendo” no siempre es malo, pues es una nueva oportunidad para poder hacer las cosas bien.